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fundamental

Ética, sociedad
·-
gpro es1on
Chávez / Bustos / Infante/ Benavides
Primera edición 2009

U NIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN


' UNIVERSIDAD AoTóNOMA
,
de NoEvo LEóN

Etica, sociedad
y profesión
1

,
{]NJVERSIDAD AaTóNOMA de NaEvo LEóN
,
Etica, sociedad
y profesión

Guadalupe Chávez González


Aurora Georgina Bustos Arellano
José María Infante Bonfiglio
'" Benigno Benavides Martínez

DÉCIMA PRIMERA REIMPRESIÓN


MÉXICO, 2017

GRUPO EDITORIAL PATRIA


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Copyright © 2009, Universidad Autónoma de Nuevo León.

Coordinadora general:
Emilia Edith Vázquez Farias
Revisora académica:
Guadalupe Chávez González
Enlace editorial:
María Magdalena Crispín Garza

Gerente editorial: Javier Enrique Callejas


Editor: Salvador Torres Díaz
Diseño de interiores y diagramación: Juan Castro (Tracas)
Diseño de portada: José Luis Martínez Mendoza
Foto de portada: Reyna Anel Urquidi Ramírez
Imágenes: Jupiter Images Unlimited

Ética, sociedad y profesión


Derechos reservados:
© 2009 Guadalupe Chávez González / Aurora Georgina Bustos Arellano /
José María Infante Bonfiglio / Benigno Benavides Martínez
Universidad Autónoma de Nuevo León
© 2009, GRUPO EDITORIAL PATRIA, S.A. DE C.V.
Renacimiento 180, Colonia San Juan Tlihuaca,
Delegación Azcapotzalco, Código Postal 02400, Ciudad de México

Miembro de la Cámara Nacional de la Industria Editorial


Registro núm. 43

ISBN: 978-607-438-116-0

Queda prohibida la reproducción o transmisión total o parcial del contenido


de la presente obra en cualesquiera formas , sean electrónicas o mecánicas,
sin el consentimiento previo y por escrito del editor.

Impreso en México - Printed in Mexico

Primera edición: 2009


Décima reimpresión: 2017
Décima primera reimpresión: 2017
V

PRESENTACIÓN

Las más recientes tendencias internacionales en el ámbito educativo refuerzan la importancia de que los
currículos fomenten la formación integral de la persona, a partir del dominio de competencias generales
que propicien una práctica profesional exitosa, en el escenario cambiante del mundo laboral y de las
ocupaciones.
Conforme a lo anterior, el Modelo Educativo de la UANL propone -entre otras estrategias insti-
tucionales- planear y desarrollar los procesos educativos en la perspectiva de la formación integral
centrada en el aprendizaje, así como establecer esquemas curriculares y cocurriculares que propicien
el desarrollo de competencias generales y específicas para el aprendizaje autónomo.
En este contexto, el Área Curricular Formación General Universitaria incorpora el desarrollo de
competencias generales en todos los programas educativos que ofrece la UANL, a través de unida-
des de aprendizaje fundamentales (obligatorias) y complementarias (optativas), lo que permite a
sus estudiantes contar con el soporte cognoscitivo, axiológico, social y humano necesario para su
desempeño profesional.
Las unidades de aprendizaje fundamentales del Área Curricular Formación General Universitaria
son: Competencia comunicativa, Aplicación de las tecnologías de información, Apreciación a las
artes, Ambiente y sustentabilidad, Contexto social de la profesión, y Ética, sociedad y profesión.
Por otra parte, las unidades de aprendizaje complementarias se agrupan en los siguientes tópicos
selectos: ciencias sociales, artes y humanidades; desarrollo humano, salud y deportes; desarrollo
académico y profesional; y lenguas y culturas extranjeras.
Estas unidades de aprendizaje complementan las formaciones específicas de las carreras, am-
plían la visión del estudiante y tienen un carácter polivalente, además de fortalecer Ja flexibilidad
curricular.
Como un valioso apoyo para los estudiantes de la Universidad Autónoma de Nuevo León, los
libros de la Colección Formación General Universitaria que en este año se editan contribuyen a su
formación integral y, con ello, a hacer realidad los postulados de la Visión 2012 UANL.
vii

PREFACIO

Las condiciones actuales orientan principalmente al fortalecimiento de las relaciones humanas en


el plano de diversas culturas, geografías y condiciones, de ahí la necesidad de que los jóvenes en
proceso de formación tengan a la mano materiales que les permitan acceder a formas diferentes de
observar, actuar y reflexionar con y sobre la realidad.
Las instituciones de educación superior han incursionado desde hace tiempo en la necesaria re-
composición de sus propuestas para formar profesionales, dado que lo que antes solía hacer, ha
quedado en buena media desfasado del contexto, tanto el laboral como el social amplio. La apertura
económica exige nuevas habilidades y competencias para conocer, saber y saber hacer; se sabe bien
que hoy en día no es suficiente poseer muchos conocimientos sino saber qué hacer con ellos, y lo que
es más, poder hacer con ellos cosas innovadoras y que contribuyan a dar respuesta a los problemas
de la sociedad.
En este texto se busca contribuir al desarrollo de las competencias ético sociales que nos demanda
la sociedad de hoy, mediante la reflexión y el trabajo específico que se plantea respecto de temáticas
diversas del campo social, ligadas con las prácticas profesionales y, por supuesto, con la formación
profesional; estar con los otros, trabajar con ellos, otorgarles un servicio, saber interpretar sus nece-
sidades y requerimientos, informarlos oportunamente, contribuir a la mejora de las relaciones entre
profesionales, clientes y profesionistas y entre ciudadanos que somos; todo aquello que tenga que
ver con el ejercicio de la profesión y sus demandas en el campo del ejercicio y las prácticas es lo
que se puede discutir, reflexionar y proponer a través de la lectura y desarrollo de las propuestas de
este texto.
Las competencias son hoy en día una vertiente insoslayable en la formación de las personas, lo
que significa que se debe insistir en que cualquier propuesta educativa se pueda proyectar en des-
empeños específicos, solamente así podrá haber una cierta garantía de que caminamos hacia una
sociedad donde se recuperan las actitudes y conductas cívicas, se promueva la democracia y, en
definitiva, se contribuya a mejorar el mundo en que vivimos, que es el único que tenemos por ahora.
La Universidad Autónoma de Nuevo León sabe de sobra la importancia de todo ello, de ahí que se
propongan estos materiales que tienen como propósito la formación integral de los universitarios,
como vía preferente para el perfeccionamiento de los individuos y de la propia sociedad.

Guadalupe Chávez González


Aurora Georgina Bustos A rellano
José María Infante Bonfiglio
Benigno Benavides Martínez

Guadalupe Chávez González. Profesora de licenciatura y posgrado de la Facultad de Filosofía


y Letras de la UANL. Posee una maestría en Enseñanza Superior y una larga experiencia profesional
como docente, en la formación de profesores, en el diseño de planes y programas educativos, en
la elaboración de textos y manuales académicos para el nivel medio superior y superior. Cuenta
con publicaciones y ponencias en temas de educación, valores y ética profesional. Presidenta de
REDUVAL (Red Nacional de Investigadores en Educación y Valores, AC).
Aurora Georgina Bustos Arellano. Formada en la carrera de Filosofía de la Universidad
Autónoma de Nuevo León, y mediante una estancia en la Universidad Michoacana de San Nicolás de
Hidalgo. Experiencia en investigación filosófica y en la enseñanza. Ha participado con presentaciones
y ponencias en diversos eventos académicos y colabora en la Dirección de Estudios de Licenciatura
de la UANL.
José María Infante Bonfiglio. Doctorado en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional de
Córdoba, Argentina. Ha sido profesor por más de 30 años del Colegio de Sociología (FFyL). Posee
el Perfil PROMEP y es miembro del Sistema Nacional de Investigadores; investigador y asesor en
diversas actividades académicas en licenciatura y posgrado de la Facultad de Filosofía y Letras y
dirigidas a Ja comunidad. Con diversas publicaciones en aspectos de cultura, sociología y discurso
político.
Ética , sociedad y profesión
,¡¡¡

Benigno Benavides Martínez. Profesor e investigador con un amplio trabajo en las licenciaturas
de Educación y Sociología de la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL. Además, se desempeña
como funcionario académico y administrativo de esa facultad y de la Normal Superior del Estado
de NL; colabora en programas de formación y cuenta con publicaciones en diversos ámbitos de su
especialidad. Candidato a Doctor en Educación por la Universidad de La Habana.

Criterios de evaluacion
Los criterios de evaluación pueden ser consensuados entre profesores y estudiantes; se recomiendan
algunas ideas que pueden ser útiles. La ponderación final o calificación de cada una de las Unidades
son responsabilidad de las instituciones y/o de quien ponga en práctica los materiales aquí ofrecidos,
recordando en todo caso que lo importante es orientar la evaluación hacia el desempeño de los es-
tudiantes en diversas circunstancias (debatiendo, argumentando, reflexionando y organizando ideas,
comprometiéndose con el quehacer diario de su aprendizaje, etc.) de los aspectos relacionados con
la ética, la sociedad y las formas en que involucra a la profesión que estudian.
l. Todos los trabajos escritos deben cumplir con las reglas gramaticales necesarias y los requi-
sitos propios del tipo de escrito que se solicita; puede otorgarse hasta un 10% de la califica-
ción.
2. Las actividades que se realicen en forma colaborativa deberán documentarse de diversas ma-
neras (documentos que formarán parte del portafolios). El profesor o profesora indicarán las
mejores formas de llevarlo a cabo. Se recomienda por lo menos una actividad por Unidad con
un valor total de 20%.
3. Las discusiones, debates o foros donde se pongan en juego las ideas en función de una temá-
tica o guión previo, pueden consignarse con un 10% y deberán aplicarse a cada estudiante en
lo individual. Se esperaría que durante todo el proceso, todos y cada uno de los estudiantes
participaran por lo menos dos veces.
4. El portafolios o cualquiera de los productos elegidos como Producto Integrador, deberán con-
tener un índice, descripción o diagrama que dé cuenta de lo que se hace, cómo, por qué y para
qué, con un valor de 40%.
5. Los exámenes escritos (dos como recomendables), pueden ser equivalentes a 20%.
6. De conformidad con lo que disponga el profesor o profesora, las actividades pueden presentarse
y/o entregarse en formato electrónico, a fin de considerar una vinculación más directa con las
tecnologías de información y comunicación, consignar fecha y hora de entrega extramuros, así
como apoyar al maestro, facilitador y/o responsable de la evaluación en las tareas de revisión y
valoración de los diversos trabajos.
ix

TABLA DE CONTENIDO

Unidad 1 Ética: filosofía de la moral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2


Competencia ................ . . . . ... . . . ... .. . .... . . . .. . ......... . ............... 2
Elementos de la competencia ...................................................... 2
Evidencias de aprendizaje .............. ... ......................... . .............. 3
Introducción .......................... . .............................. ... ........ 5
1.1 ¿Qué es la filosofía? . . . .. .... . . . .. . ... .. ....... ................ . ............ ... 5
1.2 Ética como filosofía moral ...... . .. . . . . ... ...................................... 8
1.3 Persona , actos morales y valores ........ . ....................................... 1 O
1.4 Condiciones de la sociedad actual y los conflictos éticos que enfrenta
el estudiante universitario . . . .. . . .. . ... .... .. . . . .. .... . . ......... . ... . ......... 13
Resumen . ... ... ........ . ........... .... ................................ ... . 17
Bibliografía . . .. . .. . ....... .. ................................................. . 18

Unidad 2 El desarrollo de la ética en la cultura occidental . . . . . . . . . . . . . . . . . 20


Competencia . .... . ............. .. ........................ . ... .. .... . ..... ... . . 20
Elementos de la competencia ...... . .. . . ... .. . ...... . ......... . . . ................. 20
Evidencias de aprendizaje ... ... .. ... ..... ... ......... . ........................ . .. 21
Introducción ... . . .... . . .. . . . .. . . .. . . . ......... . . ........................... . .. 23
2 .1 El nacimiento de la reflexión ética en la Antigüedad y el Medioevo ...................... 23
2.2 La reflexión moral en la Modernidad e Ilustración europea ....... . ....... . ..... . ....... 27
2.3 La importancia de los valores en la ética contemporánea ............. . .. . . . .......... 31
Resumen ................................................................... 35
Bibliografía .................. . . . .. . .... . . . .. . . .. . . ........................ . . .. 36

Unidad 3 Los cambios socioculturales y las profesiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38


Competencia ................ .. .... . . . .... . .... . ..................... . ..... . ... 38
Elementos de la competencia .............. . .... . .......... . . . . . . .. . . .... . ........ 38
Evidencias de aprendizaje ........ . . . ....... . ..................... . .......... . ... . 39
Introducción . . ..... . . . .... .. ... . ... ..... . ............. . ....... . ................ 41
3.1 Cambio cultural y repercusiones éticas . . . ....... . ........... . ......... . .......... 41
3 .2 El desafío de la globalización ....... ... . . ................. . ...... . ........ . .. . .. 50
3 .3 La sociedad del conocimiento ........ .... .... ........................ . ......... 53
3.4 Educar en la sociedad del conocimiento ............... . ... . ...... .. . . . . . . ........ 57
3 .5 . Las profesiones ... . .................. . ...... ... . . .... . . .. ... .. . . ........ . ... 61
Resumen .. . ..... ... . .. .. ... ...................................... . .. .. ..... 64
Bibliografía ................ . .. . . . ....... .. ..... . .......... . .......... .... ... .. 65
X

Unidad 4 Los problemas éticos de las nuevas sociedades . . . . . . . . . . . . . . . . . 66


Competencia ............. . ... . ............ . ..... . . .. . . .. . .. .. ........... . ..... 66
Elementos de la competencia .. . .. . ...... .. . . ... .. .. . . . . . . .. .... . ... . ............. 66
Evidencias de aprendizaje .. . ...... . ... . .. . .... . ... .. .. . ............ . ...... . . .. . . . 67
Introducción .... . ..... . .............. . ....... .. . . .... . . .. ..................... . 69
4.1. Ética y cultura .. . . . . . . . . . . . . . ... . ... . . . ... ... . . ..... . . . . . .. . .. . . . .. . . . .. . .. 70
4 .2. Ética y ciencia ....... . ............... .. .... . .... . ....... . . . ... . . . .... . .... . 73
4.3. Ética y política ....... .. ................ . ... . ......... . ...... . .. . . . .. . . .. ... 8 1
Resumen ............ . ........................ . . . ........................... 88
Bibliografía . ...... .. . . .. . . . ..... . ...... . .. . . . .. . .. . . . . .. .. . . . . . .. .. . . . . .. .. . . . 90

Unidad 5 Las éticas aplicadas en la sociedad actual.


Ética profesional y universidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
Competencia . . ... . . . . . ......... . ... . . . . . .. . .. . .... . ........................... 92
Elementos de la competencia .... . . . . . . . . ... .... .. . . . . ..... . . . . . .. . ............... 92
Evidencias de aprendizaje ................... . . . ... . ... . ... . ...................... 93
Introducción ... . .. . .... . .... . . . .... . ........ . ... . . . . . . . .. .. . . ... . .............. 95
5.1 Ética y contexto socia l. .. . .. . . . ..... . ............... . .......... .. ...... . ..... . 95
5.2 Ética general y éticas aplicadas ..... . . . ...... .. . . ............... . .. . .... . ..... . 96
5.3 Las profesiones y su compromiso ético ................ . . . .. . . .. ................. 10 1
5.4 Elementos significativos de la ética profesional ....................... . .... . ... . ... 104
5.5 Códigos éticos profesionales ................. . .. . ..... . .. . . . . .. . .. . . . .. . . .. . . . 112
5.6 Ética y ciudadanía : el civismo como una fuente de convivencia social ..... . . .. ... 113
Resumen . . . . .. .. ............. . . .. ... . .. . . .. .. . .. . ................ . . . .. . .. . 11 5
Bibliografía ...... . ............. . ......... . ....... . . . . . ........ . .. . .. . . . . . ... . 116
1

Competencias generales

En el curso, el estudiante desarrolla las siguientes competencias:


• Reconoce Jos aspectos fundamentales de la reflexión ética, a través de Ja identificación y
valoración de problemas éticos de la actualidad y de la profesión.
• Toma de decisiones éticas razonadas y pertinentes, en función de las diferentes posturas y
enfoques éticos influyentes en la cultura occidental.
• Debate las implicaciones éticas de acuerdo con los cambios sociales y culturales, el entorno
y el ejercicio de las profesiones.
• Aplica soluciones a dilemas éticos de la realidad actual , por medio de los nuevos enfoques
de las éticas aplicadas en general y la ética profesional en particular.

El ser
humano
,
Etica: filosofía
F• ·Introducción
temático

1.1 ¿Qué es la filosofía?


1.2 Ética como filosofía moral
1.3 Persona, actos morales y valores
1.4 Condiciones de la sociedad actual y los conflictos
éticos que enfrenta el estudiante universitario
Bibliografía

nidad
En esta unidad el estudiante:
Reconoce los aspectos fundamentales de la reflexión
ética y filosófica, al mismo tiempo que identifica la
problemática ética actual y la toma de decisiones éti-
cas razonables y pertinentes.

F Pmen etencia
En el desarrollo de la competencia,
el estudiante:
Analiza el desarrollo del pensamiento filosófico
occidental, a través de sus principales caracterís-
ticas y los aspectos teóricos fundamentales que
hacen de la ética un campo para la reflexión filo-
sófica.
Establece el objeto de reflexión ética y moral, e
identifica el concepto "persona" como sujeto de
acción moral y objeto de valoración ética.
Vincula los aspectos fundamentales de la reflexión
ética con las problemáticas de carácter histórico,
social, cultural y científico propias del desarrollo
de los siglos xx y XXI, como la globalización y el
desarrollo tecno-científico, entre otras.
Unidad
de la moral
- • p.

En el desempeño de la competencia el estudiante:


Identifica, compara y plasma por escrito las no-
ciones y significados de filosofía, moral, ética, va-
lores, persona y conciencia moral.
Expone en clase argumentos de por qué filoso-
far, a partir de las reflexiones de Aristóteles.
Presenta conclusiones y debate en clase los as-
pectos problemáticos que plantea la reflexión éti-
ca de la fertilización in vitro.
Redacta una composición sobre los problemas de
carácter ético que plantean algunas profesiones.
Discute en grupo y resume las principales impli-
caciones ética de la fecundación in vitro, la clo-
nación y los trasplantes de órganos, entre otras
derivadas del avance científico y tecnológico.
Ética, sociedad y profesión
4

EVAL<JACIÓN DIAGNÓSTICA ·. . , . .' ·


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UNIDAD 1 Ética: filosofía de la moral

NOMBRE DEL A L U M N O : - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - FECHA: _ _ _ _ _ __

l. Antes de iniciar el estudio de esta unidad responde el siguiente cuestionario de manera objetiva y clara. La
finalidad es registrar tu desempeño previo, al concluir la unidad vuelve a contestar y podrás determinar el grado
de aprendizaje alcanzado. Este cuestionario también te permitirá reflexionar en el contenido que ya conoces y
concentrar tu esfuerza durante el desarrollo de la unidad en las áreas que no dominas.

l. ¿Qué significado tienen conceptos como filosofía, ética, moral , conducta moral, valores?

2. ¿Crees que haya alguna diferencia entre ética y moral?, si es así ¿cuál es ésta y en qué consiste?

3. ¿Consideras importante el estudio de la ética en el ámbito universitario?

4. ¿Cómo se relaciona la reflexión ética con la globalización, el uso de las tecnologías, la ciencia, las comunica-
ciones, la economía, la educación, la pobreza, el racismo cultural y el desempeño profesional?

S. ¿Piensas que hoy en día la ética es una preocupación para la mayor parte de las personas?

Nota. Puedes imprimir el formato de esta Evaluación diagnóstica desde la siguiente dirección electrónica, sólo tienes
que llenar un breve formulario , obtener tu contraseña, dar clic en UANL y ubicar el libro Ética, sociedad y pro-
fesión, en http://www.recursosacademicosenlinea-gep.com.mx/
Unidad 1 Ética: .filosofía de la moral
5

Introducción
La vida en la sociedad requiere de una serie de principios, normas u orientaciones que permitan a
las personas desarrollar las actividades que son necesarias para el intercambio social y la trascenden-
cia de esa misma sociedad. Para ello, las ideas, conductas, costumbres que desarrollen las personas
para concretar esa vida social, deben de apegarse a un cierto esquema (criterios, orientaciones) que
permita considerarlas como aceptables o buenas y por ende, dignas de ser reproducidas; en términos
generales, de eso se encargan la ética y la moral. De esta forma, el objetivo fundamental de esta
unidad es adquirir los elementos que permitan entender la Ética como una disciplina cuyo objeto de
reflexión es la vida moral del hombre. La ética en su origen, nace dentro de una tradición filosófica
que la coloca como un campo de estudio de especial relevancia, no sólo al preocuparse por los fun-
damentos y principios del comportamiento humano, tanto individual como social, sino también en
el ámbito de la formación universitaria y en el contexto cultural, económico, tecnológico y social
actual.
Para comprender esta disciplina y estar en condiciones de realizar la reflexión pertinente en
torno a su campo de estudio, es preciso conocer y clarificar conceptos tales como Filosofía, Ética,
Moral, Persona, Valores, los cuales permitirán establecer, en un primer momento, los fundamentos
teóricos de la reflexión ética en general, para después comprender la dimensión y alcance de esta
actividad filosófica en el ámbito no sólo de la vida personal y cotidiana, sino también en el desarrollo
histórico y social de las comunidades.

1. 1 ¿Qué es la filosofía?
Hasta hace poco tiempo, todas las disciplinas científicas eran consideradas parte de la filosofía. Ésta
como campo de estudio estaba configurada de tal manera que cubría cualquier ámbito de la investi-
gación teórica. Sin embargo, una vez que algún campo de estudio filosófico desarrollaba un método
propio para la solución de problemáticas específicas, dicho campo se separaba de la filosofía para
convertirse en una disciplina aparte. De esta manera, disciplinas como la física o la química se confi-
guraron en las ciencias que conocemos hoy en día.
Este paso de la argumentación teórica a la elaboración de metodologías dirigidas a la solución
de problemas específicos es una de las peculiaridades de la actividad filosófica como tal. Sin embar-
go, esta evolución no es constante, sino relativa, en tanto que la filosofía como disciplina argumen-
tativa y problemática encuentra también otras formas de argumentación y contra-argumentación, en
las que pareciera que nada queda establecido de forma definitiva en la resolución de interrogantes.
Por ello no todos los problemas filosóficos son potencialmente objeto de exportación hacia otras
ciencias, sino sólo algunos de ellos, tales como los relacionados con los rasgos generales que hacen
que las acciones sean correctas o incorrectas; los que trazan qué es lo que constituye a un objeto
como obra de arte; o también aquellos que se refieren al carácter de la libertad, de la mente, o de
Dios. Todos estos parecen ser objeto de estudio de disciplinas como la Ética, la Estética, la Episte-
mología o la Teología, las cuales constituyen disciplinas propias del estudio filosófico.
En general, el objeto de estudio de la filosofía está limitado sólo por la capacidad de la mente
humana para hacer nuevas preguntas y para reformular las viejas preguntas. La.filosofía es el hogar
de esos problemas intelectuales que otras disciplinas rechazan o no pueden hacer frente. En conse-
cuencia, la filosofía está henchida de la excitación intelectual de la controversia y la discusión que
se encuentra en las fronteras de la investigación racional. 1

1
Corman, J.W., G.S. Pappas y K. Lehrer, Introducción a los problemas y argumentos.filosóficos, UNAM, Instituto de
Investigaciones Filosóficas, México, 2006: 13-14.
Ética, sociedad y profesión
6

No obstante, pareciera que hay distintas y diversas ideas respecto a qué es la filosofía y lo que
ésta representa. Por lo que ello hace difícil establecer una definición y significado preciso del tér-
mino, ya que a través del tiempo y bajo la perspectiva de diferentes pensadores -los filósofos-,
la definición misma de "filosofía" ha cambiado constantemente, lo que contribuye a la diversidad
conceptual que rodea a esta disciplina.
Así, en los orígenes de la sociedad occidental, en la antigua cultura griega, el filósofo de origen
macedonio, Aristóteles (384 a. C.-322 a. C.) afirmó que todos los hombres tienen naturalmente
el deseo de saber. 2 Tal deseo se manifiesta, según Aristóteles, a partir de la admiración y asombro
ocasionado en nosotros por el estado de cosas en la naturaleza y del cual se ignoran sus causas y
principios. El reconocimiento de dicha ignorancia, aunado al asombro por el curso de la naturaleza
misma, despierta en el hombre el ansia de saber que permite el primer paso para la reflexión filosó-
fica. De esta manera la filosofía, para el filósofo estagirita, se define como la ciencia que estudia los
principios y las causas primeras de las cosas.
Lo que en un principio movió a los hombres a hacer las primeras indagaciones filosóficas -dirá
Aristóteles-, fue como lo es hoy, la admiración. Entre los objetos que admiraban y de que no podía
darse razón, se aplicaron primero los que estaban a su alcance ... ir en busca de una explicación
y admirarse es reconocer que se ignora ... si los primeros filósofos filosofaron para librarse de la
ignorancia, es evidente que se consagraron a la ciencia para saber, y no por miras a la utilidad. 3
Asimismo, Aristóteles, en uno de sus escritos, llamado Protréptico o Exhortación a la Filoso-
fía, definió la filosofía como un conocimiento superior en todos los sentidos con respecto al de
las demás ciencias ya que su carácter necesario hace que se presente como el principio de
todo razonamiento del pensamiento del hombre, al mismo tiempo la filosofía representa
el objetivo y finalidad metafísica del hombre, en tanto que éste tiende naturalmente al
saber, es decir, aquello en lo que y por lo que se realiza plenamente su esencia. 4
Muchos siglos después otros filósofos definieron también lo que era la filo-
sofía. Un ejemplo particular fue Karl Marx (1813-1883), filósofo y economista
de origen alemán, quien en el siglo x1x -durante el surgimiento de la Revolución
Industrial- afirmó que todas las ideas, en tanto producto del intelecto humano, in-
cluyendo las de la filosofía misma, dependen del orden social e histórico en el que
se originan y desarrollan, y que las ideas que conforman la filosofía, según Marx,
han de cumplir con la función de transformar la realidad en la que se desenvuelven.
Y es que Marx hacía una crítica tanto a la tradición filosófica que lo precedía, como a
la filosofía de su época: Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de diversas
maneras; de lo que se trata es de transformarlo. 5
Al mismo tiempo, pero en Dinamarca, el pensador de inclinación cristiana Süren Kier-
kegaard (1813-1855) aseveró que la filosofía y el pensamiento humano en general no tienen su
origen meramente en la razón sino en la realidad subjetiva de la existencia del hombre, la cual in-
cluye sus vivencias, su carácter emocional e incluso sus sentimientos de angustia y desesperación ...
el pensamiento abstracto es sub specie aeterni, hace abstracción de lo concreto, de lo temporal, del
proceso de la existencia, de la angustia del hombre, situado en la existencia por una conjunción de
lo temporal y lo eterno. Si queremos admirar que el pensamiento abstracto es el superior, se sigue
que la ciencia y los pensadores abandonan orgullosamente la existencia y nos dejan a los hombres
lo peor de soportar. Pero algo le ocurre también al pensador abstracto, y es que siendo después de
todo un hombre que existe, tiene que distraerse de una u otraforma. 6

2
Aristóteles, Metafísica, Libro I, cap.!, Ed. Porrúa (col. Sepan Cuántos), México.
3
Metafísica, Libro I, cap.2, p. 6 (el subrayado es nuestro).
4
Reale, Giovanni, Introducción a Aristóteles, Herder, Barcelona, 1992, pp. 21 , 22, 23.
5
Marx, Karl , Tesis XI sobre Feuerbach, en Textos de los grandes filósofos: Edad Contemporánea, de F. Canals Vidals,
Ed. Herder, Madrid, 1984, p. 21.
6
Kierkegaard , Siiren. Apostilla incientífica conclusiva a las Migajas filosóficas en Textos de los grandes filósofos:
Edad Contemporánea, de F. Canals Vidals, Ed. Herder, Madrid, 1984, p. 24.
Unidad 1 Ética: filosofía de la moral
7

Dado que es difícil establecer una definición unívoca de lo que es la filosofía, lo que parece más
viable es elaborar una descripción de los rasgos característicos de la actividad filosófica partiendo
incluso de su origen histórico y su raíz etimológica.
El uso del término Filosofía o Filósofo, se remonta al siglo v antes de nuestra era y se le atribu-
ye al matemático griego, Pitágoras, quien al ser cuestionado por el tirano León de Filiosios en torno
a cuál era su profesión, éste le respondió: "filósofo", lo cual describió como la actividad propia de
los hombres amantes de la virtud. 1 De esta forma, a partir de esta idea del matemático griego, se
puede establecer en primera instancia, una definición etimológica de la palabra filosofía, la cual se
compone precisamente de dos términos de origen griego: cpiJw{ (philos) que significa "amigo" y
{ucpia (sophia) , que alude a "sabiduría", de manera que, "filósofo" viene a significar amigo de la
sabiduría y "filosofía", amor a la sabiduría.8
Este amor por la sabiduría a la que hace alusión el término, se caracteriza por un afán de conoci-
mientos y de naturaleza muy particular, en la que el filósofo no va solamente tras una única búsqueda
de respuestas, sino que persigue inquietudes en las cuales es mucho más esencial la pregunta y el
problema planteado que su solución definitiva. Ello hace que todo intento de "avance" en el ámbito
de la filosofía consista simplemente en una mayor profundización de sus contenidos y planteamien-
tos por medio de la reflexión.
Así, encontramos que la filosofía se trata de un amor a la sabiduría mediante la admiración,
en la que el hombre -el único ser que filosofa- se asombra del hecho de ignorar y extrañarse del
mundo que le rodea. Dicho extrañamiento desencadena las preguntas que hacen posible el filosofar,
y asciende a la región de la especulación donde se refleja la realidad. Las respuestas a las interro-
gantes de carácter filosófico no son únicas ni estáticas, ya que es propio de la filosofía convertir las
respuestas dadas en nuevas preguntas. Considerado así, el conocimiento filosófico consiste en un
saber orientado a la reflexión y la crítica en torno a las condiciones y fundamentos de la realidad
presente. En ocasiones, la máxima aspiración de dicho conocimiento se refleja en la búsqueda por la
formación de un pensamiento original, autónomo, unitario y unificador que explique y, en la medida
de lo posible, logre modificar aspectos importantes de la realidad que indaga. Esta particularidad
de la filosofía, como disciplina de su naturaleza crítico-reflexiva, la hace dar vuelta constantemente
hacia la tradición, es decir, hacia los principios que constituyen el conocimiento pasado, por medio
de la inclusión, reinterpretación o, incluso, la negación y exclusión de los conceptos establecidos por
filosofías anteriores.
De esta forma, la filosofía intenta constituirse como un saber cuyos fundamentos representen de
forma universal y necesaria la esencia de los diversos aspectos de la realidad, como lo son el hom-
bre, el conocimiento o el mundo en general. Es así como la filosofía, en tanto que se presenta como
un conocimiento unitario, intenta constituirse como un saber de la totalidad, cuyos fundamentos
últimos y necesarios representan las raíces mismas de la realidad. Puede afirmarse que la filosofía es
una disciplina por la que el hombre anhela constituir el saber fundamental del mundo y de él mismo
como parte de ese mundo. Pero, ¿hay un objeto de estudio específico en la filosofía?
Aparentemente el objeto de reflexión de la filosofía no está determinado de forma explícita ya
que su horizonte de conocimiento se expande desde los principios de la naturaleza, el origen del
conocimiento del hombre y la posibilidad de las ciencias, el comportamiento moral del hombre, las
fuentes , las experiencias religiosas y estéticas, hasta los principios y desarrollos de la filosofía mis-
ma. Así, todo cuestionamiento es objeto de posible reflexión por parte de la filosofía, pero al mismo
tiempo ningún objeto determinado es el único objeto de la filosofía. A esta indeterminación del ob-
jeto de estudio de la filosofía, es preciso añadir las condiciones históricas en las que el pensamiento
filosófico se va desarrollando, ya que como cualquier otra actividad humana, ésta se ha visto deter-
minada por las condiciones de tiempo y espacio en las que se encuentra. Lo que nos hace percibir
fácilmente que en cada momento de la historia nace una visión y un tipo de filosofar que responde a

7
Laercio, Diógenes, Vida de los .filósofos ilustres. Libro VIII: Pitágoras, Porrúa (Sepan cuántos ... ), México, p. 206.
8 Ibídem , p. 9
Ética, sociedad y profesión
8

CTIVIDAD
¿Qué es filosofar? 1
"En resumen, si hay que filosofar, es preciso filosofar, y si no hay que filosofar, es preciso
igualmente filosofar; así pues, en cualquier caso es necesario filosofar. Si existe efectivamente
la filosofía, todos estamos obligados de cualquier forma a filosofar, dado que existe. Pero si
no existe, aún en este caso nos vemos obligados a investigar por qué no existe la filosofía;
pero investigando, filosofamos, por que investigar es la causa de la filosofía." (Aristóteles,
Protréptico , Fr. 5, Ed. De Ross.)
A partir de la lectura cuidadosa y detallada de esta definición de la actividad filosófica
hecha por Aristóteles en su tratado Protréptico o Exhortación a la Filosofía, identifica los
puntos más importantes de su afirmación e intenta discutir en clase, apoyado en argumentos,
cómo define el.filósofo macedonio "filosofar". Puedes apoyarte en las siguientes preguntas:
a) Sí hay que filosofar, es preciso filosofar, ¿por qué?

b) Si no existe la filosofía, ¿estamos obligados a investigar por qué ésta no existe?


e) ¿Investigar es filosofar?
d) ¿Interrogarse es investigar?
e) ¿Interrogarse es filosofar?

f) ¿Hay elementos paradójicos en la afirmación de Aristóteles?

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las preguntas y necesidades de su época. En todo caso, como ha dicho Leopoldo Zea, "La filosofía
es problema y solución de una totalidad; pero esta totalidad es un conjunto de objetos válidos para
ella únicamente (a pesar) de que cada filosofía vista desde afuera de sus horizontes nada nos dirá,
sólo nos parecerá contradictoria pero dentro de su horizonte tendrá un sentido, un orden." 9

1.2 Ética como filosofía moral


Cuando el hombre participa de la actividad filosófica, intenta también responder a una problemática
dentro de una situación y un contexto determinado. Bajo este sentido, ninguna expresión filosófica
es meramente teórica, sino también es práctica ya que se enraíza en quien la expone a partir de una
situación particular, que como tal, le permite el cuestionarniento y formulación de pensamientos,
ideas y conductas. Uno de los problemas fundamentales a los que se enfrenta la filosofía es el de
cómo una persona puede justificar sus juicios relativos a lo que es bueno y lo que es malo tanto con
respecto a su conducta individual, como al momento de valorar o juzgar la conducta o decisiones
de los demás.
A lo largo del desarrollo intelectual y moral del hombre, éste ha intentado justificar el conjunto
de reglas o normas de conducta moral y social que lo rigen, sin embargo los argumentos o explica-

9
Zea, Leopoldo, "Sobre la filosofía'', Introducción a la Filosofía: la conciencia del hombre en la filosofía, UNAM,
México, 1979, p. 20.
Unidad 1 Ética: filosofía de la moral
9

ción que se han ofrecido a favor o en contra de dichas normas éticas no ha sido única o suficiente. 10
En este contexto, surge la ética como campo del quehacer filosófico teórico-práctico, que se cues-
tiona en torno a la naturaleza de la conducta de los individuos a nivel personal y social dentro de un
ambiente regulado por principios o normas morales que condicionan no sólo la interpretación que la
filosofía hace de dicha conducta, sino también Ja forma en que Ja vida es vivida por el hombre y la
forma en que éste actúa. 11
Toda reflexión ética está basada en preguntas tales como: ¿cómo debemos vivir? ¿Cuáles son
nuestras obligaciones para con los demás ? o ¿hasta dónde llega la responsabilidad sobre nuestros
actos?, y surge a partir de Ja búsqueda del hombre por el mejoramiento de sus condiciones de vida,
lo cual cree o espera lograr a través de la introducción de códigos y normas morales. Sin embargo,
el aspecto básico que constituye el problema fundamental de la ética, gira en torno a Ja conducta y
acciones del hombre, que al encontrarse rodeado de otros individuos, repercuten dentro de su obrar
cotidiano en los demás y en sí mismo.
De esta manera, aparecen la filosofía y la ética como disciplinas imprescindibles para el hombre,
a través de las cuales se cuestiona, teoriza, critica, justifica y establece Jos principios, normas u orien-
taciones de carácter moral bajo los que se desarrolla su quehacer práctico y cotidiano, al tiempo que
examina Ja validez y pertinencia de dicho quehacer. No obstante, hay que decir, que como producto
de un tiempo y de un espacio, la filosofía y la ética responden precisamente a su contexto, por eso es
que encontramos a lo largo de la historia orientaciones diferentes. Observamos que aquellas que eran
guía fundamental en otra época, ahora parecen no resolver las problemáticas que enfrentamos.
No obstante, la filosofía, la ética y la moral son conceptos distintos que debemos identificar y
diferenciar claramente. Como ya hemos mencionado, Ja filosofía es una actividad reflexiva sobre
diferentes problemáticas que llaman Ja atención del hombre -muchas de ellas a través de distintas dis-
ciplinas, una de ellas es la Ética, la cual estudia y analiza Jos principios y fundamentos de la conducta
moral del hombre. Dicha conducta moral se caracteriza por el conjunto de normas, costumbres y leyes
aceptadas por una comunidad y al mismo tiempo, obedecidas y respetadas por los individuos .

.Moral
La palabra moral proviene del latín mas, mora/is cuyo significado denota el carácter de una conducta
en cuanto que ha sido adquirida por la costumbre, y consiste en el esfuerzo por guiar, a través de
normas y leyes, la conducta del hombre hacia una vida, considerada por una comunidad como buena
para todas las personas que conformen dicha comunidad. 12
Llamamos sistema moral al conjunto de normas, reglas o deberes que regulan las acciones de los
individuos entre sí y que a la vez exige el cumplimiento de aquellas normas que se vuelven deberes
adquiridos por los individuos que las realizan y viven dentro de dicho sistema moral. Cada sociedad,
a través de códigos, leyes o preceptos, dicta sus propias reglas y deberes las cuales son practicadas con
el fin de poder vivir de la manera más tranquila, feliz, placentera y con dignidad. El quebrantamiento
o incumplimiento de alguno de estos preceptos implica una sanción o castigo que condiciona las deci-
siones y actitudes de los hombres ante ciertos hechos o acciones. Por ello la moral queda determinada
por un lugar y tiempo que moldean la naturaleza de las necesidades de cada grupo de individuos y
posee una vigencia dentro de una comunidad que corresponde a modo de ser de ésta. Esto otorga a
la moral un carácter histórico en tanto que se relaciona con la manera en que los individuos se inte-
rrelacionan con el mundo, adecuando su moral en la medida en que las normas y ordenamientos que
conforman a ésta última, son creados por la práctica social. 13

°Corman, J.W., G.S. Pappas y K. Lehrer, Op. cit. p.


1
18.
11
Garzón Bates, Mercedes, La ética, Centro Nacional para Ja Cultura y las Artes, pp. 4 y 5.
12
Rachels, James. "¿Qué es la moral ?" Introducción a la filosofía moral. Fondo de Cultura Económica, Col. Brevia-
rios, México, 2007. p. 17.
13
Garzón Bates, Mercedes, Op. cit. pp. JO, 11 , 14 y 15.
Ética, sociedad y profesión
10

Ética
En su origen etimológico la palabra ética nace del griego, idioma en el que se le atribuyen distintos
significados y usos. En primer lugar lo ético puede ser definido por el sustantivo r¡8o( (éthos), que
significa costumbre, carácter o hábito, o como adjetivo, bajo el término r¡füKo( (éthikós) el cual
hace alusión a los actos llevados a cabo rectamente, o realizados conforme a las costumbres estable-
cidas en una comunidad. Finalmente se establece la palabra EfüKa (Éthiká) para designar a la cien-
cia o disciplina, perteneciente a la filosofía, que estudia las costumbres (éthos) de los hombres. 14 A
partir de la evolución del término, podemos observar que el campo de la ética se enfoca en el estudio
de los principios y fundamentos de la actividad moral humana, la cual podemos definir como los
principios, normas, conductas, costumbres y fines que realizan los individuos tanto como personas,
como grupo social, propios de una conducta admitida. De esta forma, la ética apunta hacia el estudio
de los planteamientos, especulaciones y teorías sobre los actos morales. Pero al mismo tiempo, la
ética como parte de la filosofía determina o establece a través de planteamientos teóricos y prácticos
la esencia, el valor y la finalidad de lo moral, ello con la finalidad de establecer un conocimiento
suficiente sobre las prácticas de las costumbres humanas.
La ética es también llamada filosofia de la moral, y como tal analiza y cuestiona la naturaleza
de las decisiones prácticas, de los valores y los criterios por los que las acciones humanas pueden
ser juzgadas tanto buenas como malas. La ética relaciona dicho cuestionamiento con otras áreas de
estudio, entre ellas la antropología, la biología, la economía, la historia, la política, la sociología y
la teología, determinando la naturaleza de las teorías normativas y Ja aplicación de ese conjunto de
principios en los problemas morales prácticos de cada una de estas áreas del conocimiento.
La esencia de la filosofía moral está determinada por la práctica de las costumbres humanas, las
cuales desde su fundamento teórico e hipotético, es decir desde sus "reglas", guían hacia la conse-
cución de determinados actos, mas no prescribe los principios para llevarlos a cabo.

1.3 Persona, actos morales y valores


La ética o filosofía moral pueden ser definidas como el intento por alcanzar un conocimiento siste-
mático de la naturaleza de lo moral y de lo que ésta exige de los individuos en su esfuerzo por guiar
la conducta del hombre hacia determinados fines (el bien, la felicidad, la utilidad, etcétera).
La moral establece los fundamentos de cómo debemos vivir en consideración del interés perso-
nal de quienes serán afectados por las acciones producto de tal moralidad, sin embargo para que tal
deber se cumpla cabalmente, es imprescindible que el hombre actúe como un agente moral dotado
de una responsabilidad y una libertad que Je permitan determinar los actos y hechos que serán ob-
jeto de un juicio moral positivo o negativo posteriormente. Dichos juicios morales son expresados
en función de razones o criterios que igualmente determinan el quehacer humano y que llamamos
valores.

La conducta individual y la moral


Individuo es una palabra de origen latino, equivalente al término griego átomón que significa indi-
visible y que como tal se opone al término, también de origen griego, de persona, el cual significa
máscara de teatro. Ambos vocablos representaban para la cultura griega el contraste entre la unidad
interior y la identidad exterior del hombre. 15 En la actualidad, se define persona como aquel ser in-
dividual que posee caracteres tales como una conciencia, razón y voluntad. Mientras que individuo,
indica cualquier ser organizado, ya sea animal o vegetal, respecto a la especie a la que pertenece.

14
Bilbeny, Norbert, Aproximación a la ética, Ariel, Barcelona, 2000, p.13.
15
Fatone, Vicente, Op. cit. p. 320.
Unidad 1 Ética: filosofía de la moral
11

En la definición de persona, encontramos que ésta posee la capacidad de discernir entre una
variedad de motivos y determinar su conducta a partir de los cuales puede dar razón, ello le permite
participar como agente del ejercicio moral y, por tanto, ser objeto de la reflexión ética. Mientras que
en la definición de individuo, éste no representa más que una unidad aislada que no se diferencia de
un conjunto determinado.
Gracias a esta condición de la personalidad humana se hace posible el ejercicio de una mo-
ralidad. La moralidad se define como el cumplimiento íntegro de una ley moral, mientras que la
personalidad dota a los individuos de una dignidad que les permite determinar la intención de sus
actos y los medios para perseguir los fines producto de su interés y que aunada a la observancia de
los preceptos éticos (costumbres, normas, leyes, etcétera), implica la realidad de una libertad que
decide y elige someterse a los principios de una moralidad específica. Así, como apunta Bilbeny, el
fundamento de la acción moral es indisociable del hombre individual que lo protagoniza 16 como
agente libre, consciente y responsable de dicha acción. Ya que, siendo la persona quien obedece lo
acostumbrado -y de esta manera convierte a la costumbre en ley-, cuando dicha costumbre se
rompe, es la persona misma quien toma responsabilidad concediéndole un carácter personal a la
obediencia de lo acostumbrado. 17
Así, la moralidad resulta, tanto en su cumplimiento como en su incumplimiento, una realidad
personal que trasciende los límites naturales de la mera individualidad, al intentar determinar y juz-
gar los actos humanos en tanto que éstos trastocan y encuentran consecuencias en otros individuos,
que a su vez son también concebidos bajo el criterio de personas.
Pero, si todo obrar es desde un agente personal, ¿cómo se conforma la conducta moral? La con-
ducta moral se compone principalmente a partir de las valoraciones normativas emitidas por quie-
nes aprueban o censuran una acción en particular y que son expresadas a través de leyes o normas
morales cuyo propósito es meramente práctico, a saber: determinar o provocar un comportamiento
basado en principios sobre los que se ajuste el obrar humano. La forma principal de este principio de
observancia moral es la del deber ser. Tal deber ser no enuncia en sí mismo la verdad o falsedad de
un hecho, sino la obligatoriedad de una norma expresada en la ley moral y sustentada en un criterio
de valor determinado.
La obligatoriedad de la ley moral puede ser observada bajo dos aspectos. Uno de ellos es el de
la autonomía, la que se define como la potestad por la cual un individuo es autosuficiente y que
por lo tanto es fuente tanto de su propia ley moral, como de las condiciones de obligatoriedad de la
misma. La heteronomía es el otro aspecto de la ley moral, pero en ella la voluntad de los individuos
está regida por imperativos ajenos a ellos mismos, haciendo que su conducta se someta a las obliga-
ciones impuestas por una autoridad ajena a los sujetos que ejercen la norma moral. 18 La observancia
de una ley o norma moral desde la autonomía, implica que la persona conoce y decide por sí misma,
mientras que desde la heteronomía, no es el individuo quien decide, sino quien respeta las normas
ya dadas o establecidas por los demás.
Ya sean de origen autónomo o heterónomo, las leyes o normas morales se expresan a través
de juicios morales por los cuales el hombre establece lo que cae bajo la categoría de la moralidad.
Asimismo los juicios morales (las valoraciones que hacemos) también determinan la intención de
los actos y las consecuencias de una conducta específica. Pero .. .

Un acto sólo puede ser juzgado moralmente si se adecua o inadecua con las normas o leyes
morales del grupo o sociedad en la que se realiza dicho acto.

Este proceso constituye la moralidad específica de las distintas formas de organización social y
cultural, las cuales modifican sus preceptos y normas en función de las necesidades de los individuos

16
Bilbeny, Norbert, Aproximación a la ética. El razonamiento moral, Ariel , Barcelona, 2004, p. 53.
17
Ibídem.
18
Fatone, Vicente, Op. cit., p. 306.
Ética, sociedad y profesión
12

que integran la sociedad y los cambios de ésta a través del tiempo. Aun así, para que los preceptos mo-
rales determinen la conducta de los hombres, es preciso que éstos adquieran una apariencia de lega-
lidad, en tanto que las opiniones individuales sobre lo que es o no moral, no pueden ser simplemente
demostrados por los actos mismos, sino calificados y establecidos a través de códigos morales que
establecen criterios de valor, o valores que juzgan, pero que al mismo tiempo sirven como fundamen-
to del comportamiento moral humano. La práctica ya común entre las asociaciones de profesionistas
o aún al interior de ciertas organizaciones de servicio público o privado, de establecer estos códigos
éticos o morales es un signo de Ja importancia que la sociedad de hoy le da a estos aspectos .

Los valores
Toda acción valorativa se dirige desde un sujeto hacia un objeto, o hacia lo otro. El primero desempeña
el papel de agente, el cual realiza o lleva a cabo una meta que se constituye como fin en sí mismo. El
hombre no puede esquivar esta forma de obrar, antes bien, forzado a ello, elige precisamente, cómo
llevar a cabo dicha elección. Para el establecimiento de esta elección el hombre reflexiona en tomo a
aquello que considera como valioso, imprimiendo así una intención a sus actos, es decir, una determi-
nación de la voluntad en virtud de un fin.
De esta manera, uno de los temas de la reflexión ética es el de la valoración, o el de la búsqueda
de criterios suficientes para poder decidir y juzgar tanto nuestros actos como los de los demás. Tal
valoración se lleva a cabo mediante la elaboración de juicios de valor,19 que al igual que los juicios
morales, expresan una serie de categorías o cánones llamados valores bajo los cuales se sujetan no
sólo la conducta de las personas.
Todo criterio valorativo es la expresión de una estimación en tomo a una conducta, situación
o hecho, pero que en el caso de los criterios valorativos de orden moral, como lo bueno o lo malo
son aplicados de forma directa y exclusiva a las acciones humanas, ya que el objeto de la valoración
moral es el querer y actuar del hombre. De esta forma, tanto los actos como las intenciones que de-
terminan la conducta de los individuos pueden ser valorados ya sea como buenos o como malos.
Cuando el hombre anhela cosas o cualidades de las que cree carecer, se establece la posibilidad de
crear o establecer criterios de valor que con el paso del tiempo suelen identificarse como cualidades
cuyo sentido y significado sólo cobran importancia en la medida en que el hombre se otorga y hace
de estos criterios y cualidades de valor parte primordial de su desarrollo individual y social.
Así, el deseo por los valores se realiza para satisfacer al hombre mismo, quien al no poder de-
terminar la esencia de las cosas, establece cualidades que incorpora a las mismas no porque aquéllas
sean sino, porque el hombre quiere que sean. 20 Ésta es otra de las facetas de la expresión del deber
ser mencionada anteriormente, sin embargo ésta determina no sólo el obrar moral, sino la conciencia
moral misma.
Por ello, los valores se nos presentan como cualidades atribuibles a una realidad concreta por
los cuales estimamos o deseamos algo. La Axiología o Teoría de los valores, como disciplina filo-
sófica, y auxiliar en la reflexión ética, se ocupa de investigar Ja naturaleza y estructura de los valores,
así como determinar su carácter y la forma en que éstos se realizan. 21
Toda categoría de valores siempre es arbitraria, ya por su carácter polar -por el que los valores
mismos pueden ser considerados como positivos o negativos- ya en su carácter jerárquico, estable-
cidas en función de la preferencia individual o colectiva, así como en virtud de las necesidades y
deseos de los agentes que los colocan como valores superiores o inferiores.
No obstante, tanto individuos como grupos sociales actúan siempre con base en valoraciones,
que como ya hemos señalado, dan las pautas para la formación de juicios acerca de los demás y por
lo tanto resultan de gran importancia para la reflexión ética.

19
Garzón Bates, Mercedes, Op. cit. , pp. 28-31.
20 Garzón Bates, Mercedes, lbidem.
21 Fatone, Vicente, Op. cit. , p. 314.
Unidad 1 Ética: filosofía de la moral
13

TIVIDAD 2
Indaga sobre las nociones, ideas o prejuicios que se tienen acerca de filosofía, moral, ética,
valores, individuo, persona, conciencia moral. Describe el significado de estos conceptos y
compara ambas notaciones.

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EVALUACIÓN FORMATIVA
Reflexiona y discute en equipos pequeños sobre los aspectos tratados; indica específicamente aquellos que representan
alguna dificultad en su comprensión y explica por qué. Practica diversas estrategias para aclarar o verificar las ideas.
Por ejemplo: elabora representaciones diversas de las ideas problemáticas; pregunta a otros cómo entendieron la idea o
concepto que se dificulta; entrevista a expertos sobre el tema. Investiga en otros textos los significados que sean útiles
para ampliar la comprensión; trata de explicarlos con tus propias palabras; y/o reescribe los textos. Entrega al docente
un reporte escrito sobre cómo resolviste y ampliaste las ideas o conceptos problemáticos.

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1.4 Condiciones de la sociedad actual


y los conflictos éticos que enfrenta
el estudiante universitario
Ética y globalización
La caída del muro de Berlín en 1989, significó el primer intento por abrir las fronteras y eliminar las
divisiones sociales y económicas entre las civilizaciones de occidente y oriente, dando con ello paso
a la ~ 1b , como un fenómeno esencial del siglo xx.
Este fenómeno de la globalización consiste en el 'acercamiento entre las comunidades y socieda-
des de todos los países por medio de la homogenización de sus sistemas económicos, tecnológicos
y sociales en uno solo, lo cual permitiría alcanzar el máximo grado de desarrollo, progreso y bien-
estar para los individuos pertenecientes, ahora, a la nueva "aldea global". Este fenómeno incluye
también a las comunidades a través del intercambio rápido y eficaz de información, acrecentando
así las oportunidades de conocimiento y aprendizaje entre distintas culturas. De esta manera, la glo-
balización construye una unidad social cuyos actores y motores económicos, científicos, políticos y
Ética, sociedad y profesión
14

culturales conforman un todo interdependiente, cuyos principios, acciones y consecuencias no que-


dan fuera de la reflexión y el debate ético. Dada su importancia medular, este tema y sobre todo su
relación con las problemáticas actuales, concita el interés y preocupación de políticos, científicos y
académicos; por lo que será abordado de diversas formas en casi todos los apartados de este texto.
Pero, ¿cuál es la naturale::,a de los problemas, o conflictos éticos que surgen en el ámbito de la
globali::,ación actual? La esencia de los dilemas éticos actuales podemos enfocarla bajo tres aspec-
tos, el económico, el social y el cultural.
Aspecto económico. La globalización, como una nueva forma de intercambio y producción de
bienes y servicios, ha modificado las formas de comercio y consumo al establecer el conocimiento,
como un valor de cambio y de uso, el cual es "vendido" a las sociedades actuales, bajo la etiqueta
de "educación para todos" o "Sociedades del Conocimiento". Sin embargo, esta globa/i::,ación eco-
nómica del conocimiento ha propiciado la formación, paradójica y contradictoria, de dos tipos de
civilizaciones. Una activa o productora del conocimiento, principalmente de carácter tecnológico,
el cual utiliza como un activo económico; y otra pasiva o receptora del conocimiento y tecnologías
exteriores, las cuales no tiene posibilidad de modificarlas. Esta brecha, que no es más que la diferen-
ciación entre los países altamente desarrollados y las naciones en vías de desarrollo y subdesarrolla-
das, es causada por las dispares condiciones económicas que determinan el acceso a los centros de
educación y a las fuentes informáticas que existen entre los países pobres con respecto a las naciones
ricas. O como lo expresa Paul Kennedy:
Si el conocimiento equivale a poder, el mundo en vías de desarrollo tiene hoy menos poder real
del que tenía hace treinta años cuando se creó la Internet. 22
Aspecto social. Durante mucho tiempo el racismo y la intolerancia étnica intentaron fundamen-
tar sus prácticas de discriminación utilizando teorías biológicas que afirmaran o comprobaran una
diferencia cuantitativa y real entre los pertenecientes a la especie humana.
Sin embargo, gracias al descubrimiento del genoma humano, se ha podido comprobar que más
allá de la complejidad de los individuos, subsiste en éstos una unidad fundamental que permite el
reconocimiento de su dignidad intrínseca como parte de una sola humanidad.
No obstante tal descubrimiento, y el rechazo por otra parte de la UNESCO y las Naciones Unidas
a todo tipo de práctica discriminatoria o de intolerancia entre los hombres, al final del siglo xx y en los
albores del siglo xxr, el racismo y la discriminación continúan fomentando la violencia e incompren-
sión entre los individuos a través de nuevas formas de justificación del concepto de "raza" con base en
argumentos culturales. Las grandes transformaciones tecnológicas, económicas, políticas, sociales y
culturales que llegaron con la tercera revolución industrial, es decir la de las nuevas tecnologías, y
que a menudo se resumen con la palabra globali::,ación, parece favorecer la difusión de nuei·as for-
mas de racismos y discriminación porque la globali::,ación va acompaiiada de un crecimiento de las
desigualdades sociales y de la incertidumbre y de una explosión de fenómenos comunitarios y una ex-
acerbación de las pasiones identitarias estas últimas basadas en la etnia, la nación o la pertenencia
religiosa. Buena parte de ello es la generali::,ación de la violencia étnica- racial que toma a menudo
las formas de la violencia entre i·ecinos, la limpie::,a étnica o la vuelta a los genocidios. 23
De esta manera surgen nuevas formas de apartheid social, urbano, cultural, educativo e incluso
económico -alimentadas por la idea de la desigualdad cultural- a partir del cual se fomenta un ra-
cismo invisible que resulta de igual manera tan temible como el racismo étnico.
Aspecto cultural. Por otra parte, la globalización, al proponer la unificación de los criterios,
valores, principios y prácticas de convivencia social, cultural y económica -incluso lingüística-
entre las diversas comunidades, pone en peligro la expresión de la complejidad multicultural y el
derecho a la manifestación de la pluralidad y diversidad humana. La intención de la globalización
es la de eliminar las barreras comunicativas entre sociedades a través del uso de las nuevas tecnolo-

22
Kennedy Paul, "El malestar en la Globalización ", ¿Hacia dónde se dirigen Los valores?, Fondo de Cultura Econó-
mica (Coord. Jéróme Blonde), México, 2006, p. 141 y ss.
23
Blindé, Jéróme y Pierre Sané, "Racismo, globalización y Revolución Genética", en ¿ Hacia dónde van Los valores?,
Fondo de Cultura Económica (Coord. Jéróme Blindé), México, 2006, pp. 325.
Unidad 1 Ética: filosofía de la moral
15

gías y recursos informáticos creados por la nueva civilización occidental, pero a la vez posibilita la
expansión de ciertos usos y costumbres y termina por favorecer una única cosmovisión o fomenta fa
incomprensión de otras interpretaciones no convergentes con la sociedad occidental actual.

Ética y desarrollo tecnológico-científico


La técnica y la tecnología fueron creadas por el hombre con el propósito de dominar, controlar y
transformar la realidad concreta, natural o social que le rodeaba y extraer así de ésta su máximo
beneficio. Este rasgo distintivo de la tecnología no nos indica por sí solo si puede ser objeto de una
valoración positiva o negativa. Sin embargo, dadas las nuevas condiciones del conocimiento científi-
co y tecnológico, así como las consecuencias del uso de la tecnología a partir de la Segunda Guerra
Mundial, los horizontes de la reflexión ética se han abierto frente a la posibilidad de que los sistemas
tecnológicos puedan ser utilizados en beneficio o detrimento de la humanidad, dando lugar así a dos
concepciones encontradas en tomo al desarrollo de la actividad técnica y científica, y la naturaleza
de los conflictos éticos que dicho desarrollo plantea.
1. La primera de estas dos posturas es defendida por los miembros de la comunidad técnica:
como investigadores, desarrolladores, técnicos o ingenieros, nos dice que la buena o mala
aplicación de la tecnología, sólo depende de quiénes y cuáles sean los propósitos de aquellos
que utilizan los sistemas tecnológicos. En esta concepción la tecnología es considerada una
actividad éticamente neutral y como tal carece de cualquier valor moral en sí mismo, al sólo
representársele como un instrumento cuya final idad es la obtención de resultado útiles. Sin
embargo, esta posición "ingenua" de la actividad científica y tecnológica, exime de toda res-
ponsabilidad moral a los desarrolladores científicos y tecnológicos frente a las consecuencias
y actividades derivadas de la aplicación de su conocimiento.
2. La segunda concepción afirma que los sistemas tecnológicos no están constituidos sólo por
un conjunto de instrumentos o técnicas. Sino que hay intereses tanto en las personas y fines
que llevan a cabo los sistemas tecnológicos, como en los conocimientos y creencias que los
operan. Esta postura crítica, sostenida principalmente por la filosofía, las ciencias humanas
y sociales, busca la posibilidad de evaluar y valorar los criterios y propósitos de los sistemas
tecnológicos, de manera que no sea posible concebir a ésta sin un previo sistema de acciones
intencionales que incluyen ideas, instrumentos, propósitos e intenciones, así como valores
éticos y prescripciones morales que son llevados a la práctica.
La primera de estas posturas se conoce como tesis de la neutralidad valorativa tecnológica,
mientras que la segunda representa un análisis de los sistemas éticos. Aquella está basada en el
hecho de que no es posible evaluar moralmente a la tecnología en tanto que dicha tecnología sea
concebida desde un punto de vista abstracto y teorético, en un primer momento; la postura que
va tras el análisis de los sistemas éticos, en cambio, afirma que aún así los sistemas tecnológicos
sólo funcionan mediante la aplicación de sistemas técnicos concretos en donde se persiguen fines y
medios determinados que sí pueden ser evaluados moralmente, en tanto que tienen consecuencias
observables. ·
El desarrollo histórico de los sistemas tecnológicos puede ser conocidos a través de tres momen-
tos: el de la técnica premoderna, la tecnología moderna y el desarrollo de la ternociencia.24
La técnica premodema se caracteriza por el desarrollo del dominio y el mantenimiento contro-
lado de las fuerzas naturales, mientras que las tecnologías modernas implicaron la búsqueda de una
dirección y prolongación de los procesos, así como la funcio nalidad y eficacia de los mismos. Por lo
que respecta al desarrollo de la tecnociencia, tal como la conocemos ahora, dicho desarrollo consiste
en el presupuesto de que el progreso del conocimiento científico sólo puede llevarse a cabo en fun-

24 Garcés Noblecía, Raúl, "Ética y tecnociencia'', en Hacia una nueva ética (coord. Rosario Herrera Guido),
Ed. Siglo xx1 y Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Facultad de Filosofía "Samuel Ramos
Magaña", México, 2006.
Ética, sociedad y profesión
16

ción del avance de los sistemas tecnológicos, ya que el conocimiento científico sólo podría
EL NACIMIENTO
aplicarse a través del uso de grandes y sofisticadas herramientas. En esta concepción, por lo
D E UN BOO M
que vemos, hay una marcada sobrevaloración de la tecnología. La concepción tecnocientífica
El 25 de julio de 1978 en del avance del conocimiento humano está acompañada de importantes cambios en las prácti-
Inglaterra, nació el primer cas investigadoras de los ingenieros y científicos, además de traer consigo transformaciones
bebé p obeta del mundo a humanas axiológicas, intersubjetivas y valorativas que resultan ser cruciales y relevantes
través de un procedimiento de para nuestra comprensión del mundo actual y nuestra existencia por venir.
fertilización in vitro, es decir, Al suponer que todos los sistemas tecnológicos tienen como finalidad tanto el control
aquel en el que tras colocar
de las fuerzas humanas y naturales como la obtención de objetivos concretos, es posible
en una probeta un óvulo junto
con varios espermatozoides, destacar tres ámbito. en los que se desarrolla la actividad tecnocientífica contemporánea y
éstos se unen logrando un cuyos principios y consecuencias son objeto de la reflexión ética. Estos ámbitos en los que
embrión que más tarde la tecnociencia incide de manera fundamental son:
será implantado en el útero El aspecto labo1 1 El aumento del uso de tecnologías en las empresas e industrias
de una madre para que el provocó en las últimas décadas del siglo pasado, una reducción y ahorro en la inversión de
embrión termine su desarrollo costos que tuvo su repercusión más directa en la contratación de mano de obra no especiali-
normal hasta el nacimiento.
zada o no conocedora de las nuevas tecnologías. 25
Esta forma de reproducción
asistida representa uno de La tecnología robótica, principalmente, al tener como objetivo la sustitución de la fuerza
los métodos más efectivos de trabajo para la obtención, fabricación y manejo de bienes naturales existentes ha venido a
y utilizados para ayudar a desarrollar una peligrosa y extraña simbiosis entre Ja humanidad y las máquinas, aun cuando
parejas que tienen problemas la labor desarrollada por estas últimas representa un consumo igual o mayor de energéticos
para concebir. Tan asombroso en relación con la fuerza laboral humana. No obstante, el continuo fortalecimiento de las
ha resultado este avance
cadenas de montaje industrial y las pérdidas masivas de empleo como consecuencia, es otro
científico, que en ocasiones
factor que resulta importante en el avance tecnocientífico en el ámbito industrial; así como el
se olvidan cuestiones
importantes en función del efecto de las tecnologías sobre el entorno natural y sus resultados en el medio ambiente, lo
método, las prácticas, o los cual ha venido a desatar en los últimos años una lucha por la conservación y la protección de
alcances éticos y de salud los derechos ambientales y el despertar de la conciencia ecológica.26
pública que la fertilización fl aspecto info · f c1 Es evidente el continuo desarrollo de las tec-
in vitro implica. Algunos de nologías en y para la transmisión electrónica de la información en el siglo xx y xx1, así como
ellos son las ganancias de más
para el uso de datos electrónicos de una forma cada vez más rápida y precisa, y sobre ello ya
de tres mil millones de dólares
que genera este servicio casi nadie suele decir que no ha tenido consecuencias o no las tendrá más adelante. Es claro
médico de carácter privado, que el uso y aplicación de dichas tecnologías de la información implican un conocimiento
así como uso de ciertas basado en un alto grado de abstracción y complejidad que repercuten en los modos de exis-
técnicas de fertilización tencia y formas sociales actuales, porque suponen un conjunto de valores sociales, políticos y
in vitro -como la llamada jurídicos que van desde el respeto a la privacidad hasta el derecho al acceso a la información
inyección intracitoplasmática y la difusión del conocimiento y ejercicio de la libertad de conciencia y el respeto hacia la
de esperma- en el caso de
disidencia de opinión. En otras etapas del desarrollo tecnológico y social, estos aspectos no
la infertilidad masculina,
a pesar de la evidencia de tenían la importancia que han ganado ahora.
que los productos varones El aspecto biologicc Asimismo la revolución genética contemporánea, al desarrollar
producto del procedimiento nuevas tecnologías en el campo biomédico y genético, parecen dirigirse hacia algún tipo de
podrían tener índices más reinvención o rediseño de la especie humana y de la vida en general. Puesto que el reciente
altos de defectos congénitos, desarrollo de la tecnociencia biomédica investiga e innova en torno a la creación de nuevos
problemas de aprendizaje mecanismos que cubren aspectos de la naturaleza humana y orgánica en general, que van
y llegar a desarrollar
desde la reproducción humana hasta el uso de tecnologías transgénicas en la producción de
esterilidad. (Meza, Jessica,
"El nacimiento de un boom'', los alimentos y plantas de uso común. Todos estos avances y descubrimientos no quedan
sección Vida!, p. l, El Norte, fuera del debate moral puesto que la disciplina ética asume estas cuestiones con el fin de ga-
Monterrey, N.L., México, 25 rantizar el respeto a la dignidad, los derechos y las libertades fundamentales de las personas,
de julio 2008.) los animales y el medio ambiente en general, al mismo tiempo que presta atención ante el

25
Derrida, Jacques, "La mundialización, la paz y la cosmopolítica", en ¿Hacia dónde van los valores? (coord.
Jerome Blindé), FCE, México, 2006, pp. 144 y ss.
26
Garcés Noblecía, Raúl, "Ética y tecnociencia", Op. cit.
Unidad 1 Ética: filosofía de la moral
17

surgimiento de nuevas formas de discriminación, basadas en prácticas científicas como la selección


prenatal y la eugenesia. 27

( ACTIVIDAD 3
Ante esta panorámica, y de acuerdo con la lectura del tema 4. Condiciones de la ética en la
sociedad actual, identifica cuáles son los aspectos problemáticos dentro de la reflexión ética
que plantea el uso de la fertilización in vitro. Puedes investigar más al respecto en periódicos
o revistas especializadas, así como en Internet. Después de establecer tus propias conclusio-
nes, escríbelas y coméntalas en equipo o en clase con el profesor.
a) Identifica cuatro aspectos positivos y negativos del uso de la fertilización in vitro como
una forma de reproducción humana alternativa. Describe sus características.
b) ¿Por qué es deseable la investigación de nuevas formas de reproducción humana, a pesar
de problemas como la sobrepoblación mundial, la contaminación, y la hambruna?
c) ¿Debería haber algún control sobre el número de nacimientos por medio de fertilización
in vitro?, de ser así, ¿quién debería establecer ese control: los médicos, la OMS, los em-
presarios dueños de clínicas de reproducción asistida?
¿Por qué este tema y otros relacionados causan tantas discusiones y polémicas en los diversos
círculos de intelectuales, académicos, políticos, etcétera?

Nota. Para entregar a tu maestro esta Actividad y poner tu nombre, grupo, fecha, carrera y facultad, pue-
des imprimir su formato desde la siguiente dirección electrónica, sólo tienes que llenar un breve
formulario, obtener tu contraseña, dar clic en UANL y ubicar el libro Ética, sociedad y profesión,
1 en http://www.recursosacademicosenlinea-gep.com .mx/
~--
RESUMEN
Recuerda que para lograr
La filosofía se constituye como un saber cuyos fundamentos representan de forma universal mayor claridad sobre un
y necesaria la esencia de los diversos aspectos de la realidad, como lo son el hombre, el cono- tema, es recomendable
cimiento o el mundo en general. Uno de estos aspectos es la conducta moral de las personas, indagar especialmente
sobre las nociones, ideas
sus fundamentos, sus principios y las consecuencias de los actos humanos en general. De
o prejuicios que se tienen
esta forma nace la Ética, como una disciplina filosófica cuyo objeto de reflexión e interés es acerca de algunos conceptos
la vida moral del hombre. Una de las problemáticas a las que se enfrenta la ética es el de la como: filosofía, moral,
explicación y fundamentación de los juicios relativos a la bondad o maldad de nuestros actos, ética, valores, individuo,
así como la valoración de conductas o decisiones de los demás. La reflexión ética se comple- persona, conciencia moral.
menta a partir de cuestionamientos en tomo al desarrollo de la vida moral de los hombres, Adicionalmente, al realizar
la cual se constituye a su vez de las normas, las costumbres y los hábitos cotidianos de las preguntas, ya fuere si la o las
respuestas que se obtienen
personas que conviven no de manera aislada, sino en sociedad y cuyas consecuencias de sus
son positivas o negativas,
actos repercuten en los otros. es importante estimular a
los participantes a que, a la
vez, sustenten sus ideas con
argumentos .

27 Blindé, Jéróme y Pierre Sané, "Racismo, Globalización y Revolución Genética" en ¿Hacia dónde van los
va lores ? (coord. Jeróme Blindé), FCE, México, 2006.
Ética, sociedad y profesión
18

EVALUACIÓN SOMA TIVA


l. Intercambia tus impresiones generales, a través de una "lluvia de ideas", producto de la lectura de la primera Uni-
dad, en tomo a los conceptos de ética, filosofía, moral y cómo éstos se relacionan con el quehacer universitario o
con el ejercicio de la profesión.
2. Subraya los términos o conceptos desconocidos para ti y consúltalos en diccionarios o enciclopedias especializadas.
¿Cuáles de éstos corresponden al ámbito propiamente filosófico? Elabora una relación de cinco términos con la
definición que les corresponda. Utiliza para ello, de preferencia textos, avanzados.

Nota. Para entregar a tu maestro esta Actividad y poner tu nombre, grupo, fecha , carrera y facultad, puedes imprimir su formato
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y ubicar el libro Ética, sociedad y profesión, en http ://www.recursosacademicosenlinea-gep.com.mx/

Bibliografía

ARISTÓTELES, Metafísica, Libro I, cap.!, Ed. Porrúa (Sepan cuántos ... ), México.
BILBENY, NORBERT, Aproximación a la ética, Ariel, Barcelona, 2000.
BLONDE, JÉRÓME (coord.), ¿Hacia dónde se dirigen los valores ?, Fondo de Cultura Económica, México,
2006.
CANALS VIDALS, F. , Textos de los grandes filósofos: Edad Contemporánea, Ed. Herder, Madrid, 1984.
CORMAN, J.W., G .S. PAPPAS y K. LEHRER, Introducción a los problemas y argumentos filosóficos, UNAM,
Instituto de Investigaciones Filosóficas, México, 2006.
FATONE, VICENTE, Lógica e introducción a la filosofía, Ed. Kapelusz, Buenos Aires, 1969.
GARZÓN BATES, MERCEDES, La ética. Centro Nacional para la Cultura y las Artes, México.
HERRERA Gumo, ROSARIO (coord.), Hacia una nueva ética, Editorial Siglo XXI/Universidad Michoacana de
San Nicolás de Hidalgo/Facultad de Filosofía "Samuel Ramos Magaña", México, 2006.
LAERCIO, DIÓGENES, Vida de los filósofos ilustres, Porrúa (Sepan cuántos ... ), México.
RACHELS, JAMES, "¿Qué es la moral ?", Introducción a la filosofía moral, Fondo de Cultura Económica (Bre-
viarios), México, 2007.
REALE, GIOVANNI, Introducción a Aristóteles, Herder, Barcelona, 1992.
ZEA, LEOPOLDO, Sobre lafilosofía. Introducción a la Filosofía: la conciencia del hombre en la filosofía, UNAM,
México, 1979.
El desarrollo de la étic _
¡c:ten· o temático
Introducción
2.1 El nacimiento de la reflexión ética en la Antigüedad
y el Medioevo
2.2 La reflexión moral en la Modernidad e Ilustración
europea
2.3 La importancia de los valores en la ética
contemporánea
Bibliografía

Co ete r• dP nidad
En esta unidad el est udiante:
Compara y vincula el contenido teórico de las posturas
filosóficas con la reflexión ética y moral actual, iden-
tificando problemáticas y explicando modos o formas
de desarrollo de la moral.

Eem to e l;i com encia


En el desarrollo de la competencia,
el est udian te:
• Reconoce las diferentes posturas y enfoques éticos, a
través de sus aportaciones e influencia en la cultura
occidental y por medio de una actitud abierta y com-
prensiva hacia las diversas ideas.
• Analiza el desarrollo histórico del pensamiento filosó-
fico y moral más influyente en la cultura occidental.
• Identifica las problemáticas esenciales dentro de la
reflexión ética y moral, a través de las diferentes pers-
pectivas y corrientes filosóficas.
• Establece las diferencias temáticas entre las distintas
etapas del desarrollo histórico de la ética, como re-
flexión de la moral.
• Identifica las divergencias teóricas entre los autores y
filósofos más representativos de cada una de las postu-
ras filosóficas.
Unidad
en la cultura occidental 2
nc·él e apre 7 ·e
En el desempeño de la competencia el estudiante:
Describe en un diagrama y plasma por escrito los pos-
tulados y reflexiones éticas y morales de las diversas
corrientes filosóficas.
Debate en clase las diversas posturas filosóficas, a tra-
vés de la escenificación de alguno de sus representan-
tes y la exposición de sus reflexiones y postulados.
Ética, sociedad y profesión
22

EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA

U NIDAD 2 EL DESARROLLO DE LA ÉTICA EN LA CULTURA OCCIDENTAL

N OMBRE DEL AL UMNO : - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - FECHA: - - - - - - - -

l. Antes de iniciar el estudio de esta unidad responde el siguiente cuestionario de manera objetiva y clara. La
finalidad es registrar tu desempeño previo, al concluir la unidad vuelve a contestar y podrás determinar el grado
de aprendizaje alcanzado. Este cuestionario también te permitirá reflexionar en el contenido que ya conoces y
concentrar tu esfuerzo durante el desarrollo de la unidad en las áreas que no dominas.

l. ¿Cuál o cuáles son Jos eventos más significativos que te remiten a identificar las diversas épocas históricas (An-
tigüedad clásica, el Medioevo, la Ilustración europea y el siglo xrx) en Occidente?

2. ¿Conoces algunos problemas éticos y filosóficos que especialmente preocupaban entonces?

3. ¿Piensas que los problemas éticos y morales de Ja actualidad son los mismos que en épocas pasadas?

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fesión, en http://www.recursosacademicosenlinea-gep.com.mx/
Unidad 2 El desarrollo de la ética en la cultura occidental
23

Introducción
Ál entender la Ética como el estudio de la estructura moral humana de Ja cual surge un compor-
tamiento activo de valoración; el objetivo de este apartado se enfoca en destacar cómo ha sido el
desarrollo de dicha actividad valorativa a lo largo de la historia dentro del contexto de la cultura
occidental. Aquí entonces, se hará una esquemática revisión histórica de las distintas posturas filo-
sóficas que establecen los fundamentos de la disciplina ética en general, así como de las diferentes
perspectivas teóricas que suponen la naturaleza de la acción valorativa como determinante en la for-
mación y condicionamiento de hábitos y conductas ya individuales, ya sociales; esto con la intención
de comprender la evolución producida en estos aspectos tan importantes para las relaciones sociales y
humanas. Este breve abordaje histórico pretende abarcar, desde las reflexiones filosóficas clásicas de
Aristóteles y los epicúreos en torno a la naturaleza de la ética y la moral; así como los sistemas éticos
de pensadores pertenecientes al periodo de la Ilustración europea, hasta llegar a posturas en las que
se explora a fondo el surgimiento y Ja naturaleza de los valores, como en Friedrich Nietzsche o Max
Scheler. De igual forma se intenta establecer una conexión entre las perspectivas éticas mencionadas
con las reflexiones más actuales e importantes dentro del desarrollo del siglo xx y lo que va del xx1.
Se propone en definitiva seguir abonando en la comprensión del mundo de hoy, ahora especialmente
a través de una perspectiva filosófica e histórica.

2.1 El nacimiento de la reflexión ética


en la Antigüedad y el Medioevo
Aristóteles
Aristóteles nació en el año 384 antes de nuestra era en la ciudad de Estagira -por eso se le conoce
como el Estagirita-, ubicada en la costa oriental de Macedonia, llamada también costa de Tracia. El
padre de Aristóteles fue médico de cabecera del rey Amintias de Macedonia. Aristóteles, a la edad
de 18 años, ingresó a Ja escuela del filósofo ateniense Platón, la Academia; de Ja que fue discípulo
durante 20 años. En el año 342 formó parte de la corte del rey Filipo de Macedonia y tomó bajo su
encargo la educación de su hijo de trece años de edad, Alejandro, quien más tarde sería conocido
como Alejandro Magno. El Estagirita fundó su propia escuela de filosofía en el año 335 y la deno-
minó el Liceo, por ubicarse ésta en el sagrado paraje de Apolo Licio. A los discípulos del Liceo se
les llamaba "los peri patéticos", debido a que tomaban sus lecciones diarias haciendo paseos o cami-
nando por los alrededores. Aristóteles escribió una gran cantidad de tratados filosóficos en torno a
diversos temas como: Metafísica o Filosofía Primera, Física, Biología, Psicología (Estudi o o Tratado
del Alma), Lógica, Política, Ética, Poética, Retórica entre otras materias. Aristóteles murió en el año
322 en la ciudad de Calcis de Eubea a la edad de 62 años. 1
Para el filósofo macedonio, todo hombre tiende hacia la realización de fines concretos a través
de Ja realización de sus acciones, tales fines son considerados a su vez como bienes. Sin embargo,
existen -de acuerdo con Aristóteles- fines y bienes que son considerados como preferibles o supe-
riores a otros, no obstante que todos ellos contienen algo que capta la atención de los hombres y los
hace tender naturalmente a dichos bienes, es decir, un bien último y supremo. 2
Este bien último es Ja eudemonía, o felicidad , sin embargo la felicidad para Aristóteles no re-
presenta la obtención de placeres, honores o reconocimiento social, sino que más bien consiste en
Ja constitución de acciones u obras que son peculiares a la esencia del hombre, y que por lo tanto se

' Hirschberger, Johannes, Historia de la Filosofía, t. 1, Herder, Barcelona, p. 146.


2 Reale, Giovanni, Introducción a Aristóteles, Herder, Madrid, pp. 98 y ss.
Ética, sociedad y profesión
24

realizan en concordancia con su naturaleza; así, la felicidad se constituye como un bien inmanente
que puede ser realizable por el hombre en virtud de que su naturaleza tiende esencialmente a él. En
otras palabras, para Aristóteles el hombre busca inequívocamente su felicidad . ¿Dónde se encuentra
esa felicidad? Si se recuerda la sentencia aristotélica que afirma que todos los hombres tienden por
naturale-;:,a al saber, encontraremos que las actividades esenciales (peculiares a su esencia) al ser
humano se concentran en su actividad racional y por lo tanto es en la realización de dicha actividad
donde se encuentran las virtudes del hombre que lo ayudarán a buscar la felicidad.
Las virtudes producto de esta actividad del alma racional, como mediadora entre lo sensible y
lo racional , en el hombre, son llamadas virtudes éticas. 3 Las virtudes éticas se derivan en nosotros
de las costumbres. El hombre es por naturaleza, potencialmente capaz de formarlas y, mediante el
ejercicio, traduce esta potencialidad en actualidad. Por ejemplo, realizando gradualmente actos jus-
tos, nos volvemos justos, es decir, adquirimos la virtud de Ja justicia que a continuación permanece
en nosotros de forma estable como un hábito.
La justicia es, dentro del sistema ético aristotélico, la virtud más importante, ya que ésta repre-
senta el respeto debido a la ley del Estado; lo que para la sociedad griega de entonces era fundamen-
tal en tanto que la ley abarca el curso de la vida moral de los ciudadanos. Pero al mismo tiempo la
justicia, para Aristóteles, se refiere a la repartición de los bienes, de los beneficios y de las ventajas.

En este sentülo, la justicia consiste por tanto en la justa medida con la que se reparten los
beneficios, las ventajas y las ganancias, o bien los males y las desventajas; constituye una
posición media porque ésta es la característica del justo medio, mientras la injusticia f.o es de
los extremos.

Estoicismo y Epicureísmo. El bien como apatía


y el bien como imperturbabilidad
El estoicismo y el epicureísmo surgen en el proceso de decadencia y de hundimiento del mundo an-
tiguo grecorromano, que se caracteriza por la pérdida de la autonomía de los estados griegos y por la
aparición, desarrollo y ocaso de Jos grandes imperios: primero el macedónico y después el romano. 4
Para ambas posturas el aspecto ético de la vida del hombre se define con base en la relación del hom-
bre con el cosmos, es decir, con el universo. El problema de la moral se plantea teniendo como fondo
la necesidad física y natural del mundo. Por ello, tanto en el estoicismo como en el epicureísmo, la
física es la premisa de toda la ética.

Estoicismo
El pensamiento estoico nace dentro de la cultura griega en el siglo m a.C. y se desarrolló hasta el
auge del imperio romano. Tuvo como exponentes principales a Zenón de Citio, en Grecia, y a Séne-
ca, Epicteto y Marco Aurelio en Roma.
El fundador de la primera escuela estoica fue el filósofo Zenón de Citio, nacido en Chipre
(33 6-264 a. C.). El pensamiento estoico dividía la filosofía en tres disciplinas fundamentales que
correspondían a las tres virtudes necesarias para alcanzar la felicidad; estas virtudes son, la racional,
la natural y la moral, que estaban representadas por la lógica, la física y la ética. 5 El nombre "estoi-
cismo" proviene del griego stoa, que significa pórtico, puesto que fue en el Pórtico de las Pinturas
en Atenas, donde Zenón fundó su escuela filosófica. 6

3
Jbídem , p. 102.
4
Sánchez Vázquez, Adolfo, Ética, Ed. Crítica, Barcelona: 256 y 257.
5
Abbagnano, Nicola, Historia de la Filosofía, FCE: 107 y 108.
6
Marx, Karl , Tesis XI sobre Feuerbach, en Textos de los grandes filósofos: Edad Contemporánea, de F. Canals Vidals,
Ed. Herder, Madrid, 1984, p. 21.
Unidad 2 El desarrollo de la ética en la cultura occidental
25

Para los estoicos, tanto el conocimiento como la moral dependen de una visión en la
que lo divino y Jo natural convergen en una sola sustancia en la cual todas las cosas se hallan Algunas cosas están bajo
mezcladas y gobernadas por una razón divina, que hace que todas las cosas sean; esta visión nuestro dominio mientras
se conoce como panteísta. Esta razón divina es el destino o Hado el cual impele a los hom- que otras no lo están. Bajo
bres a actuar bajo los imperativos de su naturaleza dominada por la razón y lo divino; y como nuestro dominio están el
concebir, el escoger, el
en la razón y lo divino no existe lugar para el azar, no es posible hablar de actos libres, dentro
desear y, en una palabra,
del estoicismo. todo lo que de nosotros
El libre albedrío por el cual escogemos entre una posibilidad y otra, para el estoicismo, depende; no está en cambio
no es verdadera libertad, sino una forma de liberación, por la cual el hombre es consciente bajo nuestro dominio el
de sus propias determinaciones y que, conociéndolas, es capaz de aceptarlas. La libertad cuerpo, la propiedad, la
es entonces la capacidad de entender el mundo y de entender la vida de los hombres bajo la reputación, el oficio, en
una palabra todo lo que
racionalidad aplicada a nuestros actos.
no depende de nosotros."
De esta manera una de las máximas del pensamiento estoico afirma lo siguiente: Vive de (Epicteto, Enquiridón I.)
acuerdo con la naturaleza. 7 La vida de acuerdo con la naturaleza es la vida conforme con el
perfecto orden del cosmos, es decir, la vida de quien conoce la perfección del orden natural,
se conforma con él y lo acepta en todo y por todo -amor fati- . La virtud ética consiste entonces, en
esta conformidad al orden cósmico y sólo en ella reside la felicidad. En efecto, sólo ella nos permite
permanecer indiferentes ante las vicisitudes de la vida y conservar la apatía, que en griego significa
impasibilidad. 8 La apatía se vuelve una virtud porque excluye toda pasión y toda acción que desvíen
del camino dentro de su orden natural.

Epicureísmo
Epicuro de Samos (341-271 a.C.), fue un filósofo griego, autor de por lo menos trescientos escritos,
de los que en la actualidad se conocen sólo algunos fragmentos; es fundador y principal maestro de
la escuela filosófica epicúrea.
La moral epicúrea tiene antecedentes en Ja filosofía aristotélica, puesto que ya Aristóteles ha-
blaba del placer como cierta forma necesaria de la conducta moral. El pensamiento epicúreo que
concibe todo lo que existe -incluyendo el alma humana- como formado por átomos, es decir por
elementos de partículas materiales que actúan libremente, afirma que el placer es el máximo bien al
que tiende el alma humana. Este bien máximo no está determinado ni por la naturaleza humana ni
por la divinidad -como afirmaban los estoicos-, sino por la libre voluntad del hombre, el cual escoge
los bienes y placeres más duraderos para su satisfacción, no sólo corporal, sino también espiritual.
Lograda tal satisfacción del alma y del cuerpo, el hombre entra en un estado de paz e imperturbabi-
lidad final llamado ataraxia.
Cuando el hombre llega al estado de ataraxia, éste llega a un grado de sabiduría que consiste
en saber elegir y limitar las necesidades esenciales para la vida, por eso no se puede considerar el
epicureísmo como una visión meramente "hedonista" (la búsqueda del placer por el placer mismo)
de la ética o del comportamiento moral, ya que la actitud del hombre ante el placer debe ser limitada
y negativa, buscando un equilibrio entre la satisfacción corporal y Ja satisfacción espíritual, hasta
llegar al momento en que ya no se desea nada, porque ya no se carece de nada, es decir llegamos a
la "apatía".

Ética cristiana medieval


El cristianismo, como religión, consiste en un conjunto de verdades y dogmas revelados al hombre
por un ser supremo, Dios, cuya doctrina está encaminada a la redención de los pecados de los hom-
bres después de la muerte, esto quiere decir que el cristianismo es esencialmente una doctrina de

7
Abbagnano, Nicola, Historia de la Filosofía, FCE: 107 y 108.
8
Xirau, Ramón , Introducción a la historia de la filosofía, UNAM, México, 2003.
Ética, sociedad y profesión
26

la salvación cuyo fundamento reside en el acto de fe practicado por los hombres como respuesta
por parte de los creyentes a la revelación sobrenatural de la doctrina a través de escrituras sagradas
como el Antiguo y Nuevo Testamento. Tal revelación natural contiene un número de verdades -algu-
nas de carácter sobrenatural y otras de carácter natural o racional, de éstas últimas podemos destacar:
el ejercicio del libre albedrío por el hombre. 9
El cristianismo no se manifestó a los hombres como un sistema de pensamiento producto de
la especulación filosófica, por lo tanto no puede ser considerado como un "hecho" filosófico en sí
mismo, sino como un sistema de creencias o como una concepción de las relaciones entre el hombre
y Dios. 10 Sin embargo, existe una ética cristiana, la cual parte del conjunto de verdades reveladas
acerca de Dios que determinan las relaciones del hombre con su creador y el modo de vida práctico
que éste ha de seguir en la vida terrena para salvarse en el otro mundo. Dios, creador del mundo y
del hombre, es concebido como un ser personal, bueno, omnisciente y todopoderoso, mientras que
el hombre como criatura divina, tiene su fin último en Dios, que para él es el bien más alto y el valor
supremo. El Creador reclama tanto la obediencia como la sujeción de la criatura a sus mandamien-
tos, los cuales tienen en el mundo terreno el carácter de imperativos supremos.
De esta manera, dentro de la religión cristiana, lo que el hombre es y lo que debe hacer se defi-
nen esencialmente no en relación con una comunidad humana sino según su relación personal con
Dios. El hombre viene de Dios, y toda su conducta -incluyendo a la moral- ha de apuntar a él como
objeto supremo. 11
No obstante, a mediados del siglo u, los cristianos sintieron además la necesidad de acudir a la
especulación teológica para precisar mejor las fórmulas dogmáticas contenidas en sus símbolos de
fe, para deshacer los argumentos heréticos, y para defenderse de las acusaciones calumniosas de las
autoridades romanas. De esta forma se inició lo que se conoce como teología patrística y paralela-
mente a ella, la filosofía cristiana medieval , la cual limita el ámbito de la ética al ámbito religioso.
Uno de los expositores más importantes de la filosofía medieval cristiana, y de la teología cristiana
en general, fue Tomás de Aquino, quien influenciado por la filosofía aristotélica, afirmaba que la
felicidad es el bien y fin supremo del hombre obtenido a través de la contemplación y el conocimien-
to de Dios.
Aquino encuadra el análisis cristiano del obrar humano con la concepción del universo creado,
en la que la libertad, como facultad de la razón y de la voluntad, no puede acontecer desgajada del
conjunto de los seres creados por Dios, puesto que en el mundo del libre albedrío se inscribe en el
orden de lo existente, tanto por su origen inmediato como por su objeto, que es el bien. Es decir, que
la moralidad, entendida como relación trascendental entre el acto humano y Ja norma moral, es -para
el cristianismo- una prolongación de la creación y se enmarca en el contexto del gobierno divino.
Asimismo, el concepto de finalidad es la noción central de la moral o ética aquiniana, ya que éste
se entiende como una finalidad libre, es decir no impuesta, en la que el hombre al poseer una razón,
ésta lo orienta hacia fines particulares que le exigen la existencia de un máximo bien, a saber Dios.
Otro elemento importante dentro de la filosofía moral cristiana es la idea de la ley eterna como
norma suprema de la moralidad. Esto quiere decir que Dios marca la ley constitutiva esencial a las
cosas que son; por lo tanto esa ley es reflejo del proyecto divino y recibe el nombre de ley natural.
Pues bien, según Tomás de Aquino, la ley eterna es conocida por cada hombre en sí mismo de forma
inmediata y espontánea, al menos en sus principios más generales, y es aplicada a través de un juicio
práctico o prudencial que se denomina conciencia moral, la cual es distinta a la conciencia psicoló-
gica y consiste en la revelación interna del bien moral, como expresión subjetiva de la ley eterna y el
dictamen de Dios sobre los actos del hombre, 12 esto significa que el hombre por sí mismo descubre
los principios morales fundamentales para Ja búsqueda del Bien Supremo o del Bien Divino. Esta

9
Saranyana, Josep-Ignasi, La filosofía medieval: desde sus orígenes patrísticos hasta la escolástica barroca, EUNSA.
Pamplona, 2003.
'ºG uerrero Ramón, Rafael , Historia de /a filosofía Medieval , Akal, Madrid, 1996.
11
Sánchez Yázquez, Adolfo, Ética, Crítica, Barcelona.
" Hirshberger, Johannes, Historia de la filosofía, t. 1, Herder, Madrid, 2007: 290 y 291.
Unidad 2 El desarrollo de la ética en la cultura occidental
27

idea de Aquino, tiene mucha cercanía con la visión aristotélica de la naturaleza buena del hombre,
ya que en ambos casos, es el individuo quien posee las disposiciones o facultades potenciales para
encaminarse hacia el Bien, el cual a su vez es la máxima meta moral.

2.2 La reflexión moral en la Modernidad


e Ilustración europea
La Modernidad representa una de las etapas de mayor desarrollo en la historia de Europa occidental,
marcada por cambios políticos, económicos, religiosos, sociales y culturales. No obstante, los pro-
blemas de la filosofía moral no dejaron de ser un tópico importante durante este periodo, sino por
el contrario, ya que muchas de las ideas y reflexiones elaboradas en torno a la conducta moral del
hombre, durante esta etapa, estuvieron dirigidas hacia el problema de !a justicia, ya sea como una
virtud del bien, o como criterio imperativo de la razón.
En este último aspecto, se concibe la razón como una instancia o facultad del espíritu humano,
que prescribe ciertas máximas de conducta en referencia a algún fin ulterior, ya sea el bien común,
la felicidad o la satisfacción del interés propio. En el desarrollo de este tema, observaremos cómo
los pensadores modernos se interrogaron por cuáles son las prescripciones imperativas de la recta
razón, al mismo tiempo que por el conocimiento de los derechos, deberes y obligaciones en que es-
tas prescripciones tienen lugar. Al mismo tiempo, la reflexión filosófica moderna se ve influenciada
por un trasfondo cultural y político muy particular, en el que se pueden identificar tres momentos
históricos éspecialmente significativos: la Reforma protestante del siglo xvr; el nacimiento de los
primeros Estados-Nación, y el desarrollo de la ciencia física gracias a los avances en la astrología y
el cálculo matemático.
Además, es importante señalar que una de las características esenciales del pensamiento moral
moderno son sus divergencias con la reflexión filosófica moral cristiana, y su intento por desarro-
llar los principios de una moral cada vez más secularizada del poder eclesiástico y que a diferencia
de ésta fuese el producto del ejercicio de una razón humana, natural, libre y disciplinada. De ahí la
importancia que le dan los filósofos y los pensadores a la facultad racional humana, ya que es en ésta
o a partir de ella que se proporcionan los elementos de reflexión en tomo a la conducta moral.
Así, el presupuesto más importante de la filosofía moral moderna será que el conocimiento de
los principios y preceptos morales se encuentran al alcance de todo individuo racional, el cual es
capaz de tanto conocer sus deberes y obligaciones morales, como de guiarse por estos mismos. 13

John Locke: libertad y tolerancia


John Locke (1632-1704 ), filósofo inglés, nacido en las cercanías de la ciudad de Bristol. Realizó sus
estudios en medicina, política y posteriormente en filosofía. Sus obras giran en tomo a temas de po-
lítica y teoría del conocimiento como: Ensayo sobre el entendimiento humano (Essay about human
understanding); Cartas sobre la tolerancia (A letter concerning toleration) y Dos ensayos sobre el
gobierno civil. Por sus ideas políticas, Locke fue considerado como el primer político liberal dentro
del parlamento inglés, al afirmar que el estado natural del hombre es el de la igualdad, aspecto que
en aquella época no despertaba precisamente la aceptación general. Locke postula la igualdad de
razón y la libertad como la única garantía de la supervivencia, ya que el poder en bruto, lejos de
permitimos sobrevivir, nos anu la y amenaza con destruirnos.
En esta línea de pensamiento, para este filósofo inglés, la religión es también un peligro para la
paz y el orden público, ya que doctrinas como el cristianismo, a través de su desarrollo han dado lugar
a muchas y variadas heterodoxias, que al tenor de los problemas de interpretación religiosa, provocan
discusiones y enfrentamientos entre los hombres. A pesar de esto, se reconoce claramente a Locke

" Rawls. John, Lecciones sobre la historia de /a filosofía moral, Paídos, Barcelona, 2007: 30-36.
Ética, sociedad y profesión
28

como un hombre profundamente religioso, pero él vincula los principios filosófico-políticos con la
fe en Dios, como supuesto último de la ley moral de un estado de naturaleza justo y ordenado; no
obstante reconoce que la comprensión humana de lo religioso está sujeta a numerosas limitaciones y,
por tanto, nadie está en posesión de toda la verdad religiosa. Frente a esta situación, el papel del Estado
o el de cualquiera otra autoridad política, es el de no interferir en un asunto privado como es el de la
orientación religiosa, ya que éste está sustentado en el principio supremo de la libertad, el cual consiste
-de acuerdo con Locke-, en la potencia que tiene cualquier agente para hacer o dejar de hacer una
acción particular, según la determinación o pensamiento de su mente, que elige lo 11110 o lo otro.
Esta determinación de la libertad es el fundamento y la base del concepto de tolerancia que
John Locke defiende. En él se insiste en que tanto el Estado como la Iglesia tienen fines diversos
y, por tanto, las satisfacciones de sus necesidades e intereses deben de corresponder a autoridades
distintas , siendo ilícito mezclar y confundir ambos órdenes, a saber, las prescripciones legales civi-
les con las prescripciones morales religiosas. Sin embargo, Locke observa que tanto Estado como
Iglesia deben ser motivados por una meta común: la búsqueda del bien común.

This is the fundamental and immutable right of a spontaneous society -that it has power to
remove any of its members who transgress the rules of its institution; but it cannot, by the ac-
cession of any new members, acquire any right ofjurisdiction over those that are not joined with
it. And therefore peace, equity andfriendship are always mutually to be observed by particular
churches, in the same manner as by private persons, without any pretence of superiority or
jurisdiction over one another. 14

Bajo esta separación de los órdenes (Estado y religión), toda pluralidad de las instancias civiles,
políticas y religiosas debe ser tolerada dentro de la comunidad porque la diversidad de juicio no es
mala y todas las opiniones merecen el mismo trato, siempre y cuando no atenten contra los princi-
pios constitutivos del Estado. Ahora bien, para que este ambiente de tolerancia sea posible, es preci-
so que el consentimiento (commonwealth) legal de los hombres, bajo un contrato, sea el fundamento
de las leyes de la sociedad que conforman.
Este consentimiento mutuo se da a partir del conjunto de ideas en tomo a nociones como la
obligación, la mentira, el asesinato, el incesto, etcétera, y cómo dichas nociones son juzgadas por
las leyes humanas y divinas. Estas ideas florecen dentro del proceso de la comunicación humana por
el cual únicamente procede el acuerdo en los hombres, y conforma lo que Locke denomina conoci-
miento moral.

"The commonwealth seems to me to be a society of men constituted only for the procuring,
preserving, and advancing their own civil interests." 15

Este entendimiento de las ideas y los conceptos morales se complementa con el ejercicio libre
de la voluntad humana, la cual se manifiesta como un querer capaz de hacer o dejar de hacer algo en
virtud de la búsqueda de la felicidad propia. De esta manera, Locke afirma que el conocimiento de los
principios morales aunado al ejercicio libre de la voluntad humana, dentro de un ambiente de toleran-
cia social, encauza las acciones y principios de los individuos hacia la búsqueda del bien común.

14
"Éste es el derecho fundamental e inmutable de una sociedad espontánea, que tiene el poder de deponer a cualquiera
de sus miembros que transgreda las reglas de su institución; pero no puede, por la adición de cualquier miembro
nuevo, adquirir ningún derecho o jurisdicción sobre aquellos que no se han unido a ésta. Y por consiguiente la paz,
la equidad y la amistad serán siempre observadas mutuamente por las iglesias particulares, en la misma manera que
las personas privadas, sin ninguna pretensión de superioridad o jurisdicción de una sobre la otra." Locke, John, A
Letter Concerning Toleration (trad. de Aurora Bustos).
15
"El común acuerdo, me parece ser una sociedad de hombres constituida sólo por la obtención, preservación y el
fomento de sus propios intereses civiles", Locke, John, A Letter Concerning Toleration (trad. de Aurora Bustos).
Unidad 2 El desarrollo de la ética en la cultura occidental
29

David Hume: conocimiento y pasiones


David Hume (1711-1776) fue un filósofo, historiador y economista escocés cuyo pensamien-
to y reflexiones en tomo a la moral y al conocimiento fueron de vital importancia durante el La finalidad de todas las
desarrollo de la Ilustración europea. especulaciones morales
Hume, a diferencia de John Locke, intenta establecer que la razón no es la base de los es enseñarnos nuestro
deber, y por medio de
principios morales, y por tanto da una base naturalista al problema de la ética al establecer
representaciones apropiadas
que las distinciones morales no derivan de la razón sino del sentimiento moral, el cual dis-
de la deformidad del
tingue lo que es virtud o vicio. vicio y de la belleza de
La argumentación de Hume parte de la premisa empírica según la cual resulta indudable la virtud, suscitar los
que la moralidad influye en las acciones y pasiones humanas. Dado que la razón, por sí sola, hábitos correspondientes
es incapaz de ejercitar influencia sobre los hechos, pero sí sobre la especulación intelectual. y conducirnos a evitar el
Y es que la razón, afirma Hume, tiene la capacidad de relacionar y juzgar ideas y conceptos uno y abrazar la otra.( ... )
lo que es honorable, lo que
abstractos, obtenidos a partir de la experiencia, mientras que la voluntad coloca los sen-
es justo ( ... ) toma posesión
timientos y las pasiones como instancias preponderantes en la toma de decisiones o en la
del corazón y nos anima a
realización de acciones. Dichos sentimientos consisten en la aversión o propensión al placer abrazarlo y conservarlo. 16
o el dolor en relación con cualquier hecho u objeto.
De esta manera, la moralidad se convierte en una cuestión práctica que mueve a la
acción, y no a la reflexión o a la especulación teórica, ya que la razón puede dar cuenta de ( ... ) la razón al ser fría
la verdad o falsedad de las proposiciones teóricas, sin embargo la moralidad sólo responde a y distante, no impulsa a
través de la aprobación o desaprobación de actos o actitudes concretas. la acción y sólo dirige el
Para Hume, las distinciones morales, que son impresiones -y no ideas- solamente pue- impulso recibido del apetito
den ser causadas por los seres humanos, en tanto que son los únicos que desarrollan un carác- de la inclinación, mostrando
los medios para alcanzar
ter o conducta moral, y hacen referencia a una serie de intereses o causas particulares que nos
la felicidad o evitar la
permiten establecer una relación entre lo bueno y lo malo. La moralidad está determinada por desgracia. El gusto, como
el sentimiento y la virtud, se define como cualquier acción o cualidad mental que produce en causa de placer o dolor de
el espectador el agradable sentimiento de aprobación, mientras que el vicio se define como los cuales surge la felicidad
lo contrario. 18 o la desgracia, llega a ser
La virtud más importante, para Hume, es la justicia, a pesar de que todas las virtudes motivo de acción y es el
posean un fundamento natural basado en el sentimiento de placer o de dolor; la justicia se primer brote o impulso de
deseo o volición. 17
caracteriza más por su utilidad y conveniencia ante el estado natural humano de necesidad
y escasez. De este modo, las reglas de equidad y justicia dependen de la condición particular
en que los hombres se encuentren, al mismo tiempo que deben su existencia a la utilidad que se de-
riva de su observancia para la comunidad, siendo así como !ajusticia, en tanto que virtud, procura la
felicidad y seguridad en el orden de Ja sociedad. 19
Así, las leyes particulares por las que se rige la justicia tienen como único objeto el bien de la
humanidad, no sólo como requisito para la paz y el interés de la sociedad en la que se establecen,
sino como una regla para el mayor beneficio y utilidad dentro de la situación en la que los hombres
se encuentren situados.

Immanuel Kant: razón práctica, voluntad autónoma


y libertad
Immanuel Kant, filósofo alemán nacido en Koninsberg, Prusia, es uno de los pensadores más repre-
sentativos de las ideas ilustradas europeas, no sólo en el campo de la teoría del conocimiento, sino
también en el ámbito de la filosofía moral.

16
Hume, David, Investigación sobre los principios de la moral, Enrique Ujaldón (trad.), Ed. Biblioteca Nueva (Clási-
cos del Pensamiento), Madrid, 2008, p. 80.
17 Hume, David, Op. cit., p. 210.
18
Hume, David, Op. cit., p. 205.
19
Ibídem, p. 97.
Ética, sociedad y profesión
30

Kant sostiene que el conocimiento no gira en torno a la naturaleza de los objetos de la


( ... )la justicia tiende ciencia, sino en función de las condiciones del entendimiento de los sujetos que conocen y
de manera evidente a que es el producto de su conciencia. De esta misma forma, existe una conciencia que de-
promover la utilidad pública termina la voluntad de éstos, y por lo tanto su forma de querer a través de la formación de
y a sostener la sociedad
máximas y principios de conducta.
civil, el sentimiento de
justicia o bien se deriva Las dos obras fundamentales de Kant estuvieron fuertemente influenciadas por los pro-
de nuestra reflexión sobre cesos que dieron lugar a la Revolución Francesa de 1789, y fueron precisamente publicadas
esa tendencia o bien, como en los años inmediatos anteriores a dicha revolución, éstas son: Fundamentación de la meta-
el hambre, la sed y otros física de las costumbres, en 1785, y Crítica de la razón práctica, en 1788.
apetitos, el resentimiento, El cambio fundamental que hace Kant en Ja filosofía práctica, es a través de una nueva
el amor a la vida, el cariño
fundamentación de la ética, ya que anteriormente se intentaba buscar el orden de Ja natura-
a los descendientes y otras
leza o de la comunidad humana en la aspiración a la felicidad o en el cumplimiento de la
pasiones, surge de un
simple instinto original en voluntad de un dios como guía del sentimiento moral. Sin embargo, Kant intenta demostrar
el corazón humano donde la que no es posible explicar de esta manera el carácter objetivo de lo moral, sino sólo por me-
naturaleza lo ha implantado dio de la objetividad del sujeto, quien a su vez es el origen de la moral, en donde radica la
con parecidos propósitos autonomía de la voluntad y de todo querer.
saludables. 20 Para el filósofo alemán, todo juicio y acción moral no es producto de un sentimiento moral ,
sino de una serie de compromisos cuyo mantenimiento pone en juego la responsabilidad racio-
nal ajena y propia. Esta racionalidad, de la que Kant nos habla, está moldeada por dos concep-
tos fundamentales: el de autonomía y el de libertad. Afirma entonces, que la moralidad consiste en la
responsabilidad que los individuos adquieren frente a sus actos, en tanto que dichos individuos tengan
plena conciencia de su deber. Esta conciencia exige suponer que el hombre es libre a pesar de vivir bajo
dos reinos, a saber, el reino de la naturaleza y el reino de la libertad. El primero consiste de los hechos
de la naturaleza sensible, los cuales podemos conocer por medio de una facultad del entendimiento,
que a su vez es gobernada por una razón teórica; el segundo, consiste en la realización de los actos y
deseos de los hombres comos seres morales y se encuentra legislado por una razón práctica.
Para Kant, uno de los problemas más importante que plantea la moralidad es el de explicar en
qué consiste el bien o la bondad de los actos, y la respuesta a esta interrogante que da el filósofo es la
de la buena voluntad. Lo único incondicionalmente bueno es la buena voluntad, esto significa que el
Bien es absolutamente bueno y por lo tanto no puede ser establecido de manera relativa o en función
de las acciones, situaciones o acontecimientos. Pero, por otro lado, deber y buena voluntad no tienen
el mismo contenido conceptual. La buena voluntad sólo incluye el concepto de deber con la salve-
dad de ciertas limitaciones e impedimentos subjetivos que expresan el contenido de Ja ética como
un mandato, exigencia o imperativo. De esta manera, la buena voluntad reside en el cumplimiento
del deber moral por la mera conformidad con el deber, es decir por el deseo de ser
"éticamente correctos", y depende de las motivaciones por las que dicho deber se
cumple.
La voluntad es, de acuerdo con Kant, una motivación hacia la acción más allá de
cualquier evasión, ya que es en ésta y no en otra instancia, donde se encuentra el
fundamento moral de todo sujeto, porque la moral personal no consiste en sus actos
como producto de su volición, sino en Ja naturaleza buena o mala de su voluntad
misma. Para poder determinar, no los actos, sino la voluntad de éstos, toda voluntad
debe de actuar en conformidad con una máxima moral. El deber que ha de ser cum-
plido por dicha voluntad es incondicionado y absoluto, es decir, se refiere a todos
los hombres en todo tiempo y bajo cualquier circunstancia y condición. Kant llama
a esta ley imperativo categórico, considerada la ley fundamental de toda razón
práctica; esta ley se formula de la siguiente manera:

'º Ibídem , p. 112.


Unidad 2 El desarrollo de la ética en la cultura occidental
31

Obra de tal manera que la máxima de tu voluntad pueda valer siempre, al mismo tiempo, como
principio de una legislación universal.2 1

Kant establece con el imperativo categórico un criterio para juzgar cualquier actitud moral y
toda conducta humana, sin cumpli r una función meramente neutral. Esto porque, como el imperativo
exige obrar de un modo determinado y dicho modo es "moral", establece entonces, que es la única
forma válida e incondicional por la que podemos enjuiciar un hecho o una acción. No obstante, el
imperativo categórico no alude a cualquier exigencia o imposición, antes bien, excluye expresamen-
te el mandato arbitrario de un poder superior y responde a la pregunta sobre el ¿q11t debo hacer? ,
por medio de argumentos racionales.
De esta manera, el imperativo categórico no es un principio moral, sino una autodeterminación
de la autonomía del querer, cuya condición de posibilidad de acción moral estriba en la capacidad de
determinarse con arreglo de los principios autónomos propuestos por el sujeto mismo. Es decir, que
el imperativo categórico kantiano expresa el concepto y la ley que rigen la voluntad autónoma;
y esta autonomía posibilita el cumplimiento de las exigencias del imperativo categórico.
Kant, en la Crítica de la razón práctica considera que todas las máximas que nacen de una
voluntad no moral están basadas en un principio general heterónomo, mientras que las de contenido
moral se apoyan en el principio autónomo de la voluntad humana:
El principio único de la moralidad, consiste en la independencia de la ley de cualquier objeto
deseado, de tal manera que el albedrío quede sólo determinado por la máxima forma del imperativo
categórico.

2.3 La importancia de los valores


en la ética contemporánea
Friedrich Nietzsche y la transvaloración
de todos los valores
Friedrich Wilhelm Nietzsche nació en la región de Turinga anexionada a Prusia, fue descendiente de
pastores luteranos y realizó sus estudios en filología ; sin embargo la filosofía lo llama a través de la
lectura de otro filósofo alemán, Arthur Schopenhauer.
En 1871, escribió su primer libro intitulado El nacimiento de la tragedia, y en 1878 inició una
etapa de crítica a la tradición filosófica donde intentaba demostrar que todos los objetivos ideales
sobre los que se funda el conocimiento son meras creaciones humanas y no objetos trascendentes. El
tema principal de la filosofía nietzscheana es la vida. La vida entendida como lo que hay, el mundo
y el hombre como lo que son, un conglomerado orgánico que tiende a perseverar su existencia. Por
lo tanto, la pregunta fundamental en torno a su pensamiento será siempre orientada a saber si ¿La
eristencia. en general. tiene algun sentido? Y si es así, ¿ rnál es el sentido de las cosas " qué l'(llor
determina <:se w·ntido ')
La pregunta por el valor determina el sentido de los criterios que nos indican qué es la verdad
de aquello, en tanto que sólo podemos hablar de la verdad o falsedad de las cosas, cuando a éstas se
les coloca dentro de una realidad donde poseen un sentido.
La vida es el valor supremo, sobre el cual -afirma Nietzsche- todo lo demás debía subordinár-
sele. A partir de este momento, Nietzsche empieza a llamarse a sí nusmo inmoralista, en tanto que

21 Kant, lmmanuel , Crítica de la ra~ón práctica, §7, trad. de Manuel García Morente, Editorial Espasa-Calpe, México,
p. 50.
Ética, sociedad y profesión
32

se opone a toda ordenación ética del mundo que imponga valores morales (incluidos los valores de la
religión cristiana) que denigren o se sobrepongan a lo que llama Nietzsche, el sentido de la tierra.
Y es que, el hombre -según Nietzsche- ha comprendido la vida en función de un sentido obje-
tivo y trascendente, como los dados por la moral religiosa, que sin embargo revela o más bien oculta
de la vida y de la cultura en general, los principios de la verdad, la filosofía, la ciencia, la moral y la
religión, que sojuzgan la vida tal y como es frente a ideales fuera del alcance de la existencia. Por eso
la vida, para Nietzsche, es un sin-sentido, sobre la cual se proyectan la creación y la experimentación
de conceptos y perspectivas.
Dichas perspectivas construyen valores como una comprensión del mundo, de esta manera los
valores son resultado de una fuerza donde se expresa el sentimiento, ya sea de negación o de poder
sobre algo. Así, la creación de valores representa un momento de afirmación o negación de la vida.
Nietzsche reduce los problemas ontológicos de la filosofía a problemas axiológicos, y presenta su
propio pensamiento como una "transvaloración de todos los valores" (Umwertung aller Werte),
como una inversión cuyo criterio es la vida concebida como voluntad de poder. El valor significa:
El punto de vista de las condiciones de conservación y aumento por lo que se refiere a formaciones
complejas de duración relativa de la vida dentro del devenir (Voluntad de poder, III, frag. 715) .
Los valores son condiciones de la voluntad de poder, es decir, son proyecciones que la vida
realiza inconscientemente para afirmar y experimentar su poder. Una sociedad o una cultura se afir-
man en la vida al proyectar, sobre los valores que defiende o censura, sus perspectivas o puntos de
vista del mundo; valores que al final son confrontados con las acciones, la conducta y las relaciones
de los individuos. Los valores, al ser formaciones o creaciones de la voluntad de poder, se presentan
como relativos respecto a la vida, es decir cada valor corresponde a una interpretación particular no
solamente de la vida, sino de los intereses y de las formas particulares en las que se puede afirmar
o negar la voluntad de querer de los individuos, por lo tanto, la pretendida búsqueda de los valores
objetivos -nos dice Nietzsche- es inútil, ya que el valor "objetivo" mismo de los valores depende de
las condiciones de su proyección en el mundo.
La voluntad de poder se entiende como la esencia misma de la vida; es una relación de fuer-
zas que determina el sentido de un fenómeno . Si toda interpretación es determinación del sentido
de un fenómeno, el sentido consiste, entonces, en una relación de fuerzas, según las cuales unas se
hacen activas, mientras que otras reaccionan en un conjunto complejo y jerarquizado. Las primeras
son fuerzas de conquista y subyugación, es decir, fuerzas activas. Mientras que las segundas son de
adaptación y regulación o fuerzas reactivas. La esencia de la fuerza es estar en contacto con otras
fuerzas, por lo que las fuerzas reactivas, representativas de la negación y la oposición al sentido
natural de la vida, tienen la función de limitar a las fuerzas activas, las cuales a su vez tienen la
característica de afirmar lo que Nietzsche llama "el sentido de la tierra" o el sentido de la vida.
Y es que Nietzsche observa que son las fuerzas reactivas las que han triunfado en el desarrollo
de la historia moral humana y que a ellas es preciso que se les oponga el conjunto de fuerzas activas
por medio de la voluntad de poder. A esta victoria de la negación sobre la afirmación, Nietzsche le
llama « nihilismo » y es una de las etapas previas a la transvaloración de los valores, proceso que
significa la negación de las fuerzas reactivas - "nihilismo afirmativo"- expresadas a través de los
valores de la moral judeocristiana. Sólo después de esta negación pueden volver a crearse nuevas
perspectivas valorativas o morales. De esta manera la transvaloración de todos los valores se define,
para Nietzsche, como un triunfo de la afirmación dentro de la voluntad de poder.
Por otro lado, la pregunta por el sentido de las cosas -la cual está determinada por los valores- ,
como por ejemplo, por el sentido de la vida, se traslada ahora al campo de la ética y de la moral, en
tanto que Nietzsche se pregunta cuál es el valor de la moral. La transvaloración de todos los valores
surge de esta pregunta por el sentido de las cosas aceptando, en el caso de la crítica a la moral judeo-
cristiana, todo lo que antes había sido negada por ésta.
Asimismo, Nietzsche observa que tanto el poder de la costumbre se ha debilitado, como el
sentido de la eticidad se ha sutilizado, al grado de que la moral actual no aporta nada al sentido de
humanidad de los hombres, sino por el contario, obliga a los hombres -por medio de las costumbres
Unidad 2 El desarrollo de la ética en la cultura occidental
33

y el sentido de la obediencia irrestricta- a negar la naturaleza de la que forman parte: Pero


las costumbres wnjustamente lafonna tradicional de actuarv de valorat: En asuntos donde "Vamos a suponer que
no manda la tradtcion, no ha\' eticidad. cierto día o cierta noche,
De esta manera, todo hombre que no se encuentra atado a las costumbres, o que no un demonio se introdujera
furti vamente en la soledad
quiere someterse al yugo del hábito, es un hombre libre y por lo tanto es un inmoral, pues-
más profunda y te dijera:
to que se encuentra a sí mismo como principio de conducta y no como la continuación de «Esta vida, tal como tú la
una tradición. Esta conducta individualizada, fuera de toda costumbre, libre y arbitraria, es vives y la has vivido tendrás
tachada por la sociedad como "mala", no obstante que para Nietzsche es más bien humana que vivirla todavía otra
y afirmativa. Esto porque la sociedad exige que los individuos obedezcan una autoridad que vez y aún innumerables
no se identifica con la naturaleza humana, y a aquellos que se sacrifican por esa autoridad veces(... ) El eterno reloj
"suprema" o trascendental, los llama buenos, o justos o sabios. La comunidad exhorta a un de arena de la existencia se
le dará la vuelta siempre
individuo para que repare el daño que ocasiona a su prójimo, cuando éste no cumple con el
de nuevo, y tú con él,
hábito o la ley, sin embargo, percibe la culpa del otro como suya, y este sentimiento de culpa corpúsculo de polvo».
representa para Nietzsche, la hierba más maligna, aquella que ha llegado al punto de consi- (... )Si aquel pensamiento
derar el sentido de la existencia como un castigo mismo. Por ello Nietzsche pide eliminar los llegase a apoderarse de ti,
conceptos de castigo y culpa de todo sistema moral. te trasformaría como tú eres
Ya que la bondad o maldad de una prescripción moral, una norma, no puede demostrar- y acaso te aplastaría. Se
impondría como la carga
se, según Nietzsche, en tanto que su alcance no se pruebe a través de los hechos y obras que
más pesada en todo tu obrar
ésta presupone. La única forma de trascender, verdaderamente, es para Nietzsche, a través de la pregunta a cada cosa y
una voluntad de poder que tiene como finalidad crear sentidos y por tanto valores por los que a cada paso: «¿quieres que
los hombres son capaces de ir más allá de sí mismos. De esta manera el sentido último de la se repita esto otra vez y aún
vida no es la salvación o la justicia, sino la creación; actividad por la cual el hombre afirma la innumerables veces ?». O
vida misma. Sin embargo, esta creación-afirmación tiene una condición, que es la condición ¿cómo tendrías tú que ser
del Eterno Retomo (sí v amén), como el último criterio de afirmación de las perspectivas. bueno para ti mismo y para
la vida, no aspirando a nada
más que a confirmar y sellar
Max Scheler: ética material de los valores esto mismo etemamente? ".22

Max Scheler, filósofo alemán (1874-1928), sugiere la necesidad de superar toda ética de
corte formal, como la ética kantiana, a pesar de que considera ésta como la doctrina más lograda que
se posee en materia de ética filosófica. No obstante, Scheler se propuso sentar las bases de una ética
filosófica a partir de la cual se pudiera constituir una ética material de los valores.
Los valores son, para Scheler, naturalmente distintos de los bienes, ya que consideramos los
bienes como "cosas valiosas", mientras que los valores se definen como "cualidades axiológicas"
que constituyen un dominio propio de los objetos y no los objetos mismos. Estos objetos se sitúan en
niveles sobre los cuales es posible establecer un orden y jerarquía de valores independiente a través
de los cuales podemos identificarlos, pero sobre todo preferir unos valores por encima de otros.
Y es que los valores, a pesar de ser cualidades independientes de los bienes, poseen contenidos
verdaderos y concretos; estos contenidos Scheler los llama cualidades materiales, las cuales pueden
ser captadas por los individuos a través de un tipo especial de percepción, a saber la percepción intuiti-
1·a. Ya que los valores, en tanto objetos -nos dice Scheler-, resultan inaccesibles a la razón, y sólo son
captables a través de una percepción afectiva (Fühlen) de naturaleza intencional capaz de establecer
una referencia inmediata y directa con los valores, los cuales se le presentan a su vez como esencias
puras u "objetos emocionales del espíritu" (das Enwtionales des Geistes) y actos emocionales.
Este conocimiento de los valores o intuición axiológica es conocimiento también de las correla-
ciones entre los valores y su jerarquía, ya que la percepción afectiva de un valor no es separable del
sentimiento de su superioridad o inferioridad, se capta por medio del preferir, el cual es un acto espe-
cial del conocimiento que implica preferencia o postergación de los actos emocionales cuando éstos
se encuentran frente a Ja estructura jerárquica de los valores. Este acto de preferir, nos dice Scheler,
se basa en dos sentimientos: el amor y el odio. Es decir, que ambos son el fundamento y principio del

22
Nietzsche, Friedrich, El Gay Saber, Narcea, Madrid, 1973: 344-345.
Ética, sociedad y pr<~fesión
34

conocimiento axiológico. El amor abre los ojos del espíritu a los valores más altos, mientras
que el odio a los más bajos. es por ello que ambos son la base última de toda captación afec-
tiva de valores, porque sirven de fundamento al preferir y a través de éste. a la percepción
afectiva.
En esta jerarquía de valores no aparecen los valores morales o éticos, y ello se
espirituales:
debe a que los valores morales se hallan relacionados con otros valores, de manera
a) valores estéticos que en una ética material, el bien y el mal se pueden discernir en función de otros.
b) valores jurídicos De acuerdo con esta concepción. lo moralmente bueno estará dado en la preferen-
c) valores del cia por el valor superior, lo moralmente malo. en cambio. en la preferencia por
conocimiento
lo inferior.
Valores vitales. Corresponden al De esta manera. lo que distingue una conducta ética de otra es una con-
bienestar, la prosperidad, la salud, ducta influenciada por la preferencia de ciertos valores y la intención de
la enfermedad, la vejez, los actos consecuentes. Toda intención recibe una cualidad axiológica de
la muerte, etc. su contenido, es decir, del valor hacia el cual tiende. Esto hace que el
bien resida en la relación de la intención subjetiva con el valor obje-
Valores de lo agradable y lo desagradable. tivo. Scheler también afirma que sólo a través de los valores puede
Constituyen el estrato inferior y a él pertenecen
el hombre alcanzar sus determinaciones más altas y más propias;
todas las funciones y estados de la naturaleza
sens ible. porque sólo por medio de los valores el hombre puede convertir-
se en persona.
La personalidad está dada. según el filósofo alemán. en la
medida en que ésta se abre hacia los valores mismos. ya que éstos exigen siempre su reconocimiento
y su realización -en acciones y actitudes concretas-. Por eso. los valores morales son siempre valo-
res personales. Así, la personalidad se caracteriza por la capacidad de realizar valores que alcanzan
los actos personales y a su vez repercuten en los mismos, otorgándoles así una dignidad especial
y por la libertad o capacidad que posee la persona de no dejarse determinar en su conducta por las
exigencias normativas de los valores. sino por sus cualidades intrínsecas.

John Dewey: los valores como criterios racionales


de acción
El pragmatismo es una de las corrientes filosóficas contemporáneas más importantes en el desa-
rrollo de la filosofía estadounidense; sin embargo, su punto de partida es aquella establecida por
el pensamiento empirista inglés. El fundador del pragmatismo fue Charles Sanders Pierce, y sus
principales expositores, William James y John Dewey. La premisa principal del pensamiento prag-
mati sta es: Considera qué efectos. que presumiblemente pueden implicar consecuencias prácticas,
concebimos que comparte el objeto de nuestra concepción . En tal caso. nuestra concepción de
dichos efectos es el todo de nuestra concepción del objeto.
Esta sentencia anterior implica que toda proposición. sin importar si es científica o mo-
Las valoraciones son ral, es considerada como un criterio de acción válido o acertado. sí y sólo si son considera-
pautas de comportamiento das las consecuencias prácticas de dichos conceptos.
empíricamente observables, Por lo que respecta a John Dewey. hay dos puntos centrales en su concepción ética: el pri-
y pueden ser estudiadas mero es que no existen valores o bienes absolutos que operen en la conciencia humana como
como tales, pero en referencia en Ja ética; lo único que Dewey reconoce como valor superior es el crecimiento de
sí mismas no son
proposiciones de valor nuestras capacidades de acción inteligente. Otro punto importante es que sólo podemos dis-
en ningún sentido que poner del conocimiento científico. el cual proporciona metódicamente el único tipo de juicios
las distingan de otras de valor lógicamente correctos.
proposiciones sobre Y es que para Dewey existen dos concepciones de valores. Una en la que el valor es un
cuestiones de hecho. 23 sustantivo, es decir, una cualidad propia de situaciones objetivas en las que no interveni-

~' Dewey, John, Teoría de la \'C//oracián. Siruela. Madrid. 2008. p. 12-1.


Unidad 2 El desarrollo de la ética en la cultura occidental
35

mos y ante las que experimentamos placer. La otra definición de valor, se refiere a éste pero
como un verbo, a saber, "valorar", y en la que se vinculan a los objetos y las situaciones que Dondequiera que
tenemos que producir como transformaciones de aquellas en cuya prob lemática nos vemos haya deseos hay fines
implicadas a través de la acción. co ntemplados, no
simplemente puro impulso
El punto de inicio de toda valoración es un acto de deseo, el cual se origi na no desde el
del apetito o del hábito
impul so vital o del reflejo natural, sino a partir de la carencia o necesidad que abre la proble- rutinario( ... ) El puro
maticidad de la situación y se prolonga como esfuerzo activo. Por tanto, el deseo nos despl a- impulso o apetito se puede
za hacia un fin, el cual opera como principio de guía de una investigación como la acción que calificar de afectivo-
nos llevaría a una nueva situación satisfactoria. La característica de los fi nes en las acciones, motor; pero toda teoría que
como investigación, es la de demostrar un valor ya como sustantivo o como verbo. vincule la valoración al
Dado que el deseo y la valoración de los objetos propuestos como fines están inheren- deseo y el interés vincula
por ello la valoración a un
temente vinculados, y dada la necesidad de evaluar el deseo y los fines contempl ados como
comportamiento que es
medios para lograr fines . .. la valoración de los fines contemplados es verifi cada por las afectivo-ideacional motor. 24
consecuencias que efectivamente se siguen . La verificación es positiva en la medida en que
hay coincidencia en los resultados. 25 El origen de los fines, que se convertirán en valores,
es la inestabilidad de las situaciones que toman fuerza en el deseo engendrado por una carencia, y
que adquieren forma y figura representacional a partir de hábitos y costumbres. Pues la teoría de la
valoración es en sí misma un medio intelectual o metodológico, y como tal puede ser desarrollada
y perfeccionada sólo en y por el uso.26

ACTIVIDAD 4
Investiga en diversas fuentes sobre las condiciones histórico-sociales en las que se desarrolló
cada una de las posturas filosóficas y éticas que se han mencionado. Describe lo funda-
mental de sus postulados. Distingue y compara sus reflexiones sobre la moral y los valores.
Representa gráficamente y de forma coherente la información, estableciendo las relaciones
pertinentes.

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des im primir su formato desde la siguiente dirección electrónica, sólo ti enes que llenar un breve
formu lario, obtener tu contraseña, dar clic en UANL y ubicar el li bro Ética, sociedad y prof esión,
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Resumen
A través de las páginas anteriores, hemos realizado un somero recorrido por algunas de las teorías
y postu ras más representativas de la reflexión ética y filosófica , de las cuales hemos de enfa tizar el
desarrollo de la reflexión ética, a través del tiempo, con respecto a tres problemáticas particulares:
a) la reflexión en torno a la naturaleza del Bien como esencia de la conducta moral humana, en la
Antigüedad clásica y en el Medioevo; b) el desarrollo de la filosofía moral, no ya como una investi-
gación sobre el Bien, sino como la elaboración de un sistema de pensam iento racional que encamine
la conducta y las acciones de los individuos hacia la Justicia; y c) la reflex ión éti ca y fil osófica,
posteriormente. se traslada hacia el ámbito de los valores como elementos justificativos de nuestras
posturas morales. Realizado este rápido recorrido a través del desarrollo histórico de la ética, es
posible reflexionar si las consideraciones o problemáticas estudiadas siguen vigentes hoy en día, o si
se complementan con nuevas situaciones problemáticas o actitudes morales.

'~ Ibídem.
" lbíd, p. 128.
6
' Ibídem. p. 129.
Ética, sociedad y profesión
36

EVALUACIÓN SOMATIVA
Selecciona alguna de las problemáticas éticas estudiadas en este tema o en el anterior, y organicen un debate en clase, en el que cada
uno de los participantes en Ja discusión adopte alguna de las posturas filosóficas expuestas en el apartado anterior. Puede ser útil el
cuadro realizado en la Actividad 4. El profesor, quien jugará el papel de moderador, calificará la correcta exposición de la postura
adoptada, mientras que el resto del grupo -en consenso- definirá la mejor representación.

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Bibliografía
ABBAGNANO, NICOLA, Historia de la Filosofía. 1999.
CAMPS, VICTORIA (Ed.), Historia de la ética, t. 1, 2, y 3. Ed. Crítica, Barcelona, 2003 .
DEWEY, JottN, Teoría de la valoración, Siruela, Madrid, 2008.
GUERRERO RAMÓN, RAFAEL , Historia de la filosofía Medieval, Akal, Madrid, 1996.
HIRSCHBERGER, JoHANNES, Historia de la Filosofía Tomos 1 y 2, Herder, Barcelona, 2004.
HUME, DAVID, Investigación sobre los principios de la moral, traducción de Enrique Ujaldón, Ed. Biblioteca
Nueva (Clásicos del Pensamiento), Madrid, 2008.
KANT, IMMANUEL, Crítica de la razón práctica, trad. de Manuel García Morente, Editorial Espasa-Calpe.
LOCKE, JoHN, A letter concerning toleration, edición electrónica.
NIETZSCHE, FRIEDRICH, El Gay Saber, Narcea, Madrid, 1973.
RAWLS, JOHN, Lecciones sobre la historia de la filosofía moral, Paidós, Barcelona, 2007.
REALE, GIOVANNI. Introducción a Aristóteles, Herder, Madrid, 2005.
SÁNCHEZ VÁZQUEZ, ADOLFO, Ética, Ed. Crítica, Barcelona, 2007.
SARANYANA, JOSEP-IGNASI, La filosofía medieval: desde sus orígenes patrísticos hasta la escolástica barroca,
EUNSA, Pamplona, 2003.
SCHELER, MAX, Ética formal de los valores, Ed. Caparrós (Col. Esprit), Barcelona.
XIRAU, RAMÓN, Introducción a la historia de la filosofía , UNAM, México, 2003.
Los cambios socioculturale -
Contenido temático
Introducción
3.1 Cambio cultural y repercusiones éticas
3.2 El desafío de la globalización
3.3 La sociedad del conocimiento
3.4 Educar en la sociedad del conocimiento
3.5 Las profesiones
Bibliografía

Competencia de la unidad
En esta unidad el estudiante:
• Reconoce las implicaciones éticas para las profesio-
nes, en un entorno de cambios socioculturales que de-
mandan el abordaje de las diversas problemáticas, con
sentido social y respeto a la diversidad.

Elementos de la competencia
En el desarrollo de la competencia,
el estudiante:
• Identifica conflictos éticos a partir de la convivencia y
diferencias entre diversas culturas.
• Distingue los principales aspectos de la vida cotidiana
que pueden problematizarse desde la perspectiva ética
y cultural.
• Compara los problemas éticos, analizando su impor-
tancia en función del idioma, desarrollo tecnológico,
religión, cultura y costumbres.
• Analiza las dimensiones del cambio cultural, aten-
diendo al desarrollo de las profesiones y de la práctica
profesional en su ámbito particular.
• Refl exiona sobre los diversos esquemas éticos y de va-
lores que se presentan, producto de los avances cientí-
ficos y tecnológicos de la globalización.
Unidad
y las profesiones 3

• Analiza las implicaciones éticas que genera el vivir en


la sociedad del conocimiento y cómo esto se manifies-
ta en las instituciones educativas.

Evidencias de aprendiz ·e
En el desempeño de la competencia el estudiante:
• Describe en un cuadro comparativo los conflictos éti-
cos entre diversas culturas, a partir de la convivencia y
los aspectos de la vida cotidiana de los migrantes, esta-
bleciendo relaciones con los aspectos macrosociales.
• Plasma por escrito sus reflexiones en tomo a ejercer su
profesión en otro país, en función de la cultura, cos-
tumbres, religión y desarrollo tecnológico.
• Describe y relaciona en un cuadro comparativo los
aspectos del cambio cultural y su impacto en las pro-
fesiones y la práctica profesional, considerando trans-
formaciones sociales, cultura heredada, innovaciones
tecnológicas y convivencia intercultural.
• Escribe sus reflexiones sobre la influencia de la globa-
lización en los esquemas éticos y de valores, indican-
do qué ha cambiado y qué permanece.
• Discute en equipo y escribe las ideas principales sobre
las implicaciones para la educación, en el marco de
la sociedad del conocimiento y en función de nuevas
posturas éticas, morales y filosóficas .
• Explica las diferencias entre educación general y es-
pecializada, de acuerdo con criterios éticos de la so-
ciedad del conocimiento.
Ética, sociedad y profesión
40

UNIDAD 3 Los CAMBIOS SOCIOCULTURALES y LAS PROFESIONES

NOMBRE DEL ALUMNO: - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - FECHA: - - - - - - - -

l. Antes de iniciar el estudio de esta unidad responde el siguiente cuestionario de manera objetiva y clara. La
finalidad es registrar tu desempeño previo, al concluir la unidad vuelve a contestar y podrás determinar el grado
de aprendizaje alcanzado. Este cuestionario también te permitirá reflexionar en el contenido que ya conoces y
concentrar tu esfuerza durante el desarrollo de la unidad en las áreas que no dominas.

l. ¿Piensas que las ideas y costumbres siempre han sido las mismas?

2. ¿Conoces algunos problemas éticos y filosóficos que especialmente preocupaban entonces?

3. ¿Qué ha cambiado?

4. ¿Te has preguntado por qué en ciertos países las mujeres sólo pueden salir a la calle con el rostro cubierto?

5. ¿Por qué en algunas sociedades los hombres pueden tener más de una esposa?

6. ¿A qué se debe que algunas cosas sean más importantes, o tengan un sentido diferente en ciertas culturas y no
en otras?

7. ¿Cuáles son los impulsos o motivaciones que favorecen los cambios en la cultura y, consecuentemente, los
cambios en los valores, en el comportamiento de los individuos y en las concepciones éticas imperantes en cada
sociedad y en cada época?

8. ¿Qué consecuencias tiene esto entre los individuos y en la propia sociedad?

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Unidad 3 Los cambios socioculturales y las profesiones
41

Introducción
En este apartado trata de darse una visión general sobre algunos aspectos relacionados con la
comprensión acerca de la cultura y los cambios socioculturales. Así, una de las definiciones más
influyentes entre los estudiosos sobre temas antropológicos y etnográficos es la de Edward B. Tylor,
quien publicó en 1871 Primitive Culture. Para Tylor cultura es "todo complejo que incluye el co-
nocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres, y cualesquiera otros hábitos
y capacidades adquiridos por el hombre". El etnólogo británico dirá también que la situación de la
cultura en las diversas sociedades de la especie humana, en la medida en que puede ser investigada
según principios generales (aspecto que otros le han criticado), es un objeto apto para el estudio de
las leyes del pensamiento y la acción humana.
Es decir, Tylor, al hacer objeto de la investigación científica a la cultura, la hace partícipe de sus
leyes y principios, lo cual puede ir en detrimento del aspecto humanista que equivaldría a compren-
der, no solamente a explicar lo que es una cultura. No obstante, esta definición ha orientado estudios
posteriores (aunque sea para manifestar sus desacuerdos con ella), sobre todo porque se reconoce
que en su tiempo significó un avance importante de aquellas definiciones acotadas y elitistas que
predominaron en las épocas anteriores.
En todo caso la cultura es el conjunto de todas las formas y expresiones que puede manifestar
una determinada sociedad. Incluye costumbres, prácticas, códigos, normas, reglas y todas las formas
posibles de ser, de vestirse, de vivir una religión, rituales o creencias. En términos más cotidianos la
gente suele referirse a la cultura como a la información y habilidades que poseen las personas, o el
conjunto de saberes que logran expresar. Con todo, el concepto de cultura es uno de los que más se
debaten al interior de las ciencias sociales (sobre todo en la antropología y en la sociología), preci-
samente porque es fundamental para comprender o abordar el estudio de la sociedad.
En tiempos modernos, la UNESCO, ha declarado " ... que la cultura da al hombre la capacidad
de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racio-
nales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos
opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como
un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas
significaciones, y crea obras que lo trascienden." (UNESCO, 1982, Declaración de México.)
Estas ideas previas son útiles para establecer que esta visión sobre la cultura y los cambios cul-
turales (especialmente en las profesiones), así como las repercusiones éticas que tienen en el mundo
de hoy, se expresan en función de los contextos que las influyen.

3.1 Cambio cultural y repercusiones éticas


El término cultura tiene hoy en día una acepción muy amplia o varias acepciones si se quiere; no
siempre esto fue así. Entre los griegos no había la palabra cultura, más bien hablaban de educación,
por eso es que algunos relacionan el origen del término con el de paideia o crianza del niño. Para
Gabriel Zaid, por ejemplo, fueron los romanos quienes realmente inventaron el término y nos dieron
las palabras cultura, cu/tus, incultus (www.letraslibres.com/index.php?art=l2137). Como quiera que
sea, el concepto clásico de cultura es, digamos, elitista o marcadamente aristocrático: no todos podían
acceder a ella, sino solamente los mejor dotados. Recuérdese por ejemplo, que entre los romanos,
solía sacrificarse a los niños que nacían con alguna deficiencia; tenían pues, una idea muy restringida
o limitada de cultura, como si ésta sólo fuera algo que se daba. Detrás de las diversas ideas o actitudes
culturales hay una serie de explicaciones, argumentos o justificaciones que le dan vida a las diferentes
expresiones culturales. Es decir, no sólo es ocurrencia de uno o de algunos, sino que se dan como
una manifestación (y con la anuencia) social. Cuando la cultura en que se ha nacido y se vive sufre
Ética, sociedad y profesión
42

ciertos quiebres, se habla de "crisis de valores"; las crisis de valores tienen que ver con la percepción
generalizada de ciertos grupos de la sociedad que encuentran que las prácticas, usos y costumbres de
otras épocas y que son los que estructuraban las diversas dimensiones de la actividad social, ya no se
aceptan, se respetan o se siguen de manera parcial, etc. , de ahí que se habla de crisis de valores.
La cultura no se puede dar sin una sociedad que le dé sustento, pues son los hombres y las
mujeres, en última instancia quienes hacen realidad los contenidos de la cultura; son las personas
quienes dan sentido a los valores y también le otorgan significado a las expresiones culturales. Esto,
sin embargo no debe pensarse de manera automática como si a cada sociedad, perteneciera una
cultura, de tal forma que para la sociedad mexicana debería de existir una cultura mexicana, para
la sociedad estadounidense una cultura específica, y así para todas las sociedades. Algo semejante
ocurriría en el caso de las sociedades consideradas en el tiempo, en las que habría épocas propias
para cada sociedad, según el momento en que se vive y cada una de ellas tendría su cultura. Es decir,
las culturas no son estáticas, no son cosas que se ponen de una vez y para siempre. Si esta situación
fuera así, nos conduciría a un grave problema al tratar de establecer la comunicación, la convivencia
y la comprensión entre individuos de diferentes culturas, porque al ser diferentes, no habría puntos
de confluencia o formas de posibilitar vínculos entre personas diferentes o de otras culturas. Igual-
mente nos presentaría otro problema, el relacionado con el comportamiento ético diferente en cada
sociedad y en cada época. Así pues, la interrogante obligada es:

¿Cómo vivir en armonía con los otros en un mundo globalizado si nuestras ideas, creen-
cias y valores son tan diferentes?

Huntington (1997), politólogo estadounidense, al analizar la situación política de fines del si-
glo pasado y principios del presente, reconoce que los conflictos o problemas que se dan en el
mundo ya no se deben explícitamente a desacuerdos políticos, sino a diferencias culturales: "los
estados-nación siguen siendo los actores principales en los asuntos mundiales. Su conducta está
determinada, como en el pasado, por la búsqueda de poder y riqueza, pero también por preferencias,
coincidencias y diferencias culturales." Considera que existe un reducido número de civilizaciones
principales en el mundo después de 1990. Estas civilizaciones (ocho) son las que identifica como:
occidental, latinoamericana, africana, islámica, sínica, hindú, ortodoxa, budista. Todas ellas, a la
vez, se c01Tesponden en cierto grado con un territorio geográfico.
Las civilizaciones, para Huntington ( 1927-2008), son los agrupamientos culturales más eleva-
dos y son también los que confieren los grados más altos de identidad. Entre las civilizaciones que
menciona, hay diferencias y coincidencias que permiten convivir y comprenderse unas con otras,
pero también las diferencias pueden causar conflictos precisamente por las formas diferentes de con-
cebir los fines que se deben de perseguir por los individuos o por las instituciones. Una civilización,
en este contexto o en la concepción de este autor, es una cultura más o menos cerrada y con una
tradición cu ltural más o menos hermética e impermeable, que por ende está en oposición a otras
civilizaciones con tradiciones diferentes (www.xtec.cat/-lvallmaj/academia/hunting2.htm).
Sin embargo, Huntington, aunque privilegia un enfoque más o menos cerrado de cultura y des-
taca más las diferencias que las semejanzas, reconoce que hay comunicación entre civilizaciones o
culturas. Así, en el caso de nuestra cultura en México, que el autor identifica como latinoamericana
(porque tiene raíces romanas o latinas), está relacionada con la cultura occidental a la que pertenecen
Estados Unidos y Europa, pero también podemos hallar fuertes lazos históricos y de costumbres con
las culturas indígenas que habitan nuestro país y otras regiones de Centroamérica. Además de estas
culturas, emparentadas con la nuestra por su pasado, en Estados Unidos se han asentado millones
de mexicanos que mantienen los lazos culturales con nuestro país (por lo que también recibimos
influencia de aquella cultura).
Esta situación hace más compleja la comprensión de lo que es nuestra propia cultura y, conse-
cuentemente, la de los demás, por ejemplo:
Unidad 3 Los cambios socioculturales y las profesiones
43

¿Cómo entender la situación de la mujer en la cultura islámica o en la indígena de nuestro


país en el contexto de la globalización, el neoliberalismo y las tecnologías de información
y comunicación? ¿Cómo entender la cultura juvenil? ¿Cómo entender el papel de las ins-
tituciones como la Iglesia, la familia y la educación en la actualidad?

Las consideraciones anteriores nos llevan a estimar la manera diferente que tiene cada cultura de
concebir las situaciones que, para alguien común le pudieran parecer cotidianas o "normales", por eso
se ha dicho que la mejor manera de entender a nuestra _cultura es comparándola con las demás. Las
culturas, como las sociedades, no permanecen estáticas, pueden tener un mayor o menor periodo de
renovación o de cambios en los elementos que las constituyen, los cuales dinamizan o estabi li zan los
procesos de cambio. En el caso de la cultura latinoamericana, con fuertes vínculos con la occidental y
con la indígena (y también de influencia cristiana), nos damos cuenta de que hay tendencia a asu mir
ciertos comportamientos éticos de acuerdo a esta cultura en la que vivimos, pero también en relación
a las interacciones con las otras culturas con las que estamos emparentados. Ante un panorama de
cambios como los actuales e inmersos de lleno en un proceso de globalización, nos vemos de pronto
en la disyuntiva de seguir actuando como siempre lo hacemos en nuestro medio o de adaptarnos a otro
tipo de actitud y comportamiento, según lo piden las influencias externas. Ejemplo:

En nuestra sociedad aún no existe una tradición clara o abierta respecto de si debe ha-
ber convivencia entre parejas antes del matrimonio; saber que dos personas decidieron
vivir juntas y hacer vida íntima sin casarse, hará que manifestemos una actitud ya sea
de aceptación o rechazo. No obstante, puede estarse dando una mayor apertura hacia la
aceptación o por lo menos, no el rechazo absoluto, precisamente por las influencias de
otras culturas.

Esto hace que, a veces, los comportamientos pudieran parecer contradic-


torios u opuestos a ciertos principios, como en los casos de la religión o del
trabajo. El trabajo de los niños es útil como ejemplo, ya que puede ser valorado
bajo ciertos principios cu ltu rales y en ciertas épocas, pero por lo general, y espe-
cialmente en nuestro medio, esta actividad es rechazada; algo parecido ocurre en
el caso del trabajo de la mujeres, para quienes los deberes de la maternidad y los
del trabajo profesional suelen causar serios dilemas. Si esta situación se ubica
en la sociedad estadounidense o en una sociedad indígena o en una musulmana,
las formas de actuación experimentarán diferentes determinaciones.
Las culturas, como ya se ha mencionado, se ubican en una sociedad, pero
también pueden adquirir dimensiones globales, nacionales o locales. En cierta
forma se pueden confundir las dimensiones sociales agrupando dentro de ellas
diversas culturas regionales, locales o específicas para ciertos grupos; aun y
cuando hemos dicho "cultura indígena", no todos los grupos que pueden considerarse en esta cate-
goría tienen los mismos preceptos sociales, valores culturales o morales. Pero de cualquier manera,
el hombre tiene que actuar dentro de cierta sociedad bajo los principios que le otorga la cultura, el
problema que subsiste es el de que esos principios no son totalmente armónicos unos con otros,
por lo que se tiene que decidir con base en las expectativas que se hayan generado socialmente. De
acuerdo con las decisiones que vaya tomando a lo largo de su vida es como se va conformando la
identidad de cada individuo, de tal modo que llegue en cierto momento a concebirse como mexica-
no, regiomontano, hombre o mujer, bueno, trabajador, religioso, estudioso, triunfador, y a pensar que
posee todos los elementos necesarios para considerarse como parte de la sociedad y con capacidad
para actuar de acuerdo a los principios éticos establecidos en esa sociedad. Este proceso es conocido
generalmente como proceso de socialización, en el cual el individuo se integra a una sociedad com-
partiendo todos los valores culturales que la sociedad establece.
Ética, sociedad y profesión
44

Algunos aspectos sobre


el cambio cultural

1 1

Influencia
Las formas tradicionales y la La migración
de las tecnologías
modernidad y los problemas
y las repercusiones
¿pérdida de valores? ético-culturales
ético-sociales

Respecto de la cultura hay que recordar que el individuo que nace en una sociedad, lo hace
también en una cultura, de la cual recibe como legado hereditario los elementos culturales que esa
sociedad ha elaborado. La sociedad trata de hacer que cada uno de sus nuevos elementos recupere
los valores (en el sentido de aprehenderlos), precisamente porque los estima como algo valioso y ne-
cesario para mantener esa continuidad cultural y social. La transmisión cultural es algo que se hace
al interior de cada cultura y dentro de una sociedad, lo cual haría pensar que cada quien enseñaría en
su cultura, y solamente, los principios de su cultura, haciendo a un lado, ignorando o rechazando los
principios de otras culturas. En este sentido, la transmisión cultural sería eminentemente etnocéntri-
ca, es decir, enfocada únicamente hacia sí misma.

¿Qué es el etnocentrismo? En lo general, se considera el acto de ver y analizar al mundo de


acuerdo con los parámetros de la cultura propia.

Históricamente, cuando se consideran las grandes culturas de la humanidad, como actualmente


puede decirse de la cultura occidental (heredera tanto de la Antigüedad clásica, como del judeo-
cristianismo ), suelen asumirse posiciones etnocéntricas, pensando que la cultura propia es la única
válida o la más adelantada, lo cual conduce a asumir posturas jerárquicas respecto de otras culturas a
las que, consecuentemente, se van a ubicar como inferiores de acuerdo a su escala. Éste puede ser el
caso de la cultura occidental en relación a las culturas indígenas, asiáticas o africanas, conduciendo
al rechazo social automático y a situaciones de intolerancia o exclusión sociales.
Frente a las posturas etnocéntricas, han surgido otros puntos de vista como el multiculturalismo
o el pluralismo cultural, que tienen en común el sentido de la tolerancia, esto es, el respeto a las
demás culturas, sin ánimo de hacer comparaciones y menos de establecer jerarquías. Otro princi-
pio que comparten el multiculturalismo y el pluralismo es el de la inclusión social que prescribe
la tendencia a integrar a la sociedad a individuos provenientes de cualquier cultura respetando sus
principios culturales y construyendo principios de convivencia social para todos. Estos son, hoy en
día, valores apreciados por las sociedades, sobre todo occidentales (que incluye por supuesto, a la
latinoamericana) y se hacen explícitos incluso en los programas educativos de las universidades,
aunque no siempre se concretan en la práctica.
La migración y los problemas ético-culturales que conlleva. Los movimientos migratorios
han sido constantes a lo largo de la historia de la humanidad, por motivos diversos, pero casi siempre
se realizan buscando mejores condiciones de vida para una cierta población, que ya no halla en su
asentamiento original los satisfactores necesarios para continuar con su existencia y lograr los pro-
pósitos de su civilización. En la actualidad, pero también desde hace muchos años, las migraciones
ocurren de los países subdesarrollados a los desarrollados, las poblaciones migrantes buscan trabajo,
bienestar social, seguridad y en muchas ocasiones huyen de la guerra o de la inseguridad que im-
pera en algunos lugares. Las barreras migratorias trazadas con el propósito de impedir o controlar
estos flujos de personas se hacen más duras y en ocasiones se pueden flexibilizar de acuerdo con
Unidad 3 Los cambios socioculturales y las profesiones
45

las circunstancias de orden internacional, pero estas variaciones solamente retardan o aceleran las
migraciones, no las evitan.
Europa occidental y Estados Unidos son los principales destinos de los migrantes procedentes
de países pobres, pero también en los países pobres migran profesionistas que no hallan trabajo en
su sociedad, o que pretenden mejor reconocimiento. Los migrantes de cualquier nivel social, llevan
con ellos sus ideas, costumbres, religión, lengua y tradiciones, en suma, llevan su cultura, la cual
tiene que interaccionar con la cultura ya asentada en la sociedad que los recibe como migrantes. Esto
ha dado como resultado que en las sociedades actuales, como por ejemplo, en Europa y en Estados
Unidos, no solamente conviven sus propias culturas, sino diversas culturas que provienen de todo el
mundo, lo cual complica el problema de la tolerancia y de la inclusión social de los recién llegados,
entre ellos y con los ya asentados. Los individuos en esta situación tienen que heredar su cultura,
pero viviendo en otra sociedad, por lo que se limitan sus expectativas y recompensas o reafirmacio-
nes dentro de su cultura, de ahí por ejemplo, las prácticas culturales en comunidades, Little Ita/y en
Manhattan, NY, Chinatown en San Francisco, Cal., Little Havana, Flo., son útiles como ejemplo.
Sobre todo, los migrantes viven un proceso de aculturación muy intenso, tensionado por los pro-
cesos de aceptación y rechazo de varias culturas; además, tienen que comprender a los individuos
de las otras culturas (sobre todo en países ya tan heterogéneos como EU), comprender sus valores y
aceptar su participación social.
Las sociedades de origen de los migrantes reciben de parte de ellos muchas influencias cultu-
rales cuando aquellos con quienes mantienen comunicación manifiestan expresiones lingüísticas,
costumbres y uso de tecnología diferentes a las de su cultura original provocando ciertos roces con
quienes pretenden mantener vigentes los principios culturales propios (o tradicionales). La transmi-
sión cultural, por tanto, no se realiza sólo dentro de los límites de una cultura, sino que se produce en
una interacción entre culturas que conviven en una misma sociedad y en un mismo tiempo. Debido a
esta interacción cultural es que las culturas se enriquecen, se revisan, cambian o mantienen sus prin-
cipios. Ninguna cultura puede vivir en el aislamiento, ya que sería equivalente a que se estancara,
mientras que su sociedad podría cambiar, provocando con ello serias contradicciones entre ambas y
ocasionando problemas de inadaptación en los individuos. El cambio cultural proviene, por lo tanto,
del intercambio entre las diversas culturas y de las transformaciones de la sociedad, pero además hay
otros factores que provocan los cambios.

( ACTIVIDAD 1
Piensa en ti mismo como profesionista que vas a trabajar a otro país y contesta las siguien-
tes preguntas. Considera también qué cosas tendrías que hacer para minimizar los posibles
efectos negativos que podría tener tu estancia en otro país. Reflexiona tus respuestas a las
interrogantes y compártelas con los compañeros; escribe después algunas conclusiones sobre
el tema.
¿En qué aspectos puede representar conflictos la convivencia entre la cultura de origen
del migrante y la cultura del país que lo recibe? ¿Qué aspectos de la vida cotidiana, del
trabajo o de las relaciones humanas son más difíciles de superar para los migrantes, tanto
desde la perspectiva ética como cultural? Si tuvieras que ejercer tu profesión en otro país,
¿qué aspectos te serían más fáciles de aceptar? ¿Escogerías otro país para trabajar, por su
idioma, por su desarrollo tecnológico, por su religión, por su cultura, sus costumbres ... ?

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~~~~~~~~~~~~~-)
Ética, sociedad y profesión
46

La importancia e influencia de la tecnología en las prácticas culturales y ético-sociales.


La cultura se compone de varios elementos, como son las creencias, las tradiciones, los valores y el
lenguaje, y todo aquello que da sentido a lo que existe y se produce en la vida, pero además de estos
elementos, la cultura se estructura también con las creaciones materiales que se han producido a lo
largo de la historia de la humanidad. La transformación del medio ambiente y la construcción de
nuevos entornos es una cualidad netamente humana, lo cual se logra mediante la puesta en práctica
de las capacidades e inteligencia humana, así como de la tecnología; la tecnología también es un
elemento de la cultura. Debido a la creciente importancia de la tecnología en la actualidad y a la
aparente diferencia con los otros elementos culturales es que se ha dejado este punto aparte.
No resulta exagerado afirmar que la tecnología ha llegado a transformar nuestras vidas; en este
sentido, en la actualidad, la transformación comprende lo que es el hombre, lo que hace y lo
que piensa. Muy poco puede hacer el hombre sin la tecnología, el hombre mismo se trans-
Por tecnología puede
entenderse el conjunto de
forma por la tecnología, y los procesos intelectuales se reducirían drásticamente sin el uso
habilidades que permiten de tecnología. La cultura material (todo lo que se traduce en una forma física) se integra con
construir objetos y todo lo que se ha construido, aunque también se puede aplicar esta categoría a lo que -a pesar
máquinas para adaptar el de estar dado por la naturaleza, como un cerro, el mar o una cueva, por ejemplo- se le otorga
medio y satisfacer nuestras un significado, con lo que adquiere sentido para una población y se integra al acervo cultural.
necesidades. Es una palabra El sentido puede ser el nacionalismo, la identidad o la pertenencia. En el caso de la cultura
de origen griego, formada
material construida, la tecnología juega el papel fundamental, puesto que es la reflexión sobre
por tekne, "arte, técnica
u oficio", y logos, que la forma en que se construye, los medios con los que se construye, los materiales y lo mismo
equivale a "conjunto de que se construye. El hombre no sólo vive en sociedad con otros hombres, sino que vive en un
saberes". La tecnología medio construido por él mismo, lo cual lo hace reflexionar y conferir sentido a lo que hace en
puede referirse a objetos ese medio con los demás hombres.
que usa la humanidad, La tecnología juega un papel fundamental en la cultura desde el momento que su orien-
como máquinas, utensilios, tación básica es para la construcción, es decir, para cambiar el entorno o el ambiente en que
hardware, y otros, pero
se vive. La tecnología persigue fundamentalmente la producción de elementos materiales
también abarca sistemas,
métodos de organización y recientemente de productos o de bienes intelectuales, por esta razón, dentro del desarro-
y técnicas. Máquinas, llo de la civilización, la tecnología es una especie de indicador especializado para estimar
herramientas y estrategias este proceso. Cuando las civilizaciones se encuentran o chocan, utilizando la expresión de
para hacer las cosas (está en Huntington, el dominio o preponderancia de una sobre otra se dará de acuerdo a su nivel de
todas partes). desarrollo tecnológico; lo cual no significa que la sociedad que posee mayor desarrollo haya
generado toda esa tecnología que posee, sino que bien pudo haberla adoptado de alguna o
algunas otras civilizaciones, el caso es que supo adoptarla, adaptarla y aplicarla a sus propias
¿Es posible actuar
necesidades y propósitos.
éticamente utilizando las La tecnología, como parte de la cultura, es uno de los principales factores del cambio
redes de comunicación cultural, ético y moral, puesto que constantemente transforma el mundo material, el inte-
y de información, en lectual y al hombre mismo; la tecnología cambia el entorno, lo enriquece, lo renueva o lo
las que la identidad, la transforma, por lo que el hombre siempre se encuentra en nuevos ambientes y con nuevos
nacionalidad, la historia, elementos que dan igualmente nuevos significados a lo ya conocido. Si este aspecto cultural
las tradiciones, Ja religión,
tan influyente, se agrega o se coloca en relación a los movimientos migratorios, la innova-
la carrera y Ja personalidad
de los individuos usuarios ción tecnológica y la adopción de tecnología se vuelven mucho más dinámicas al poner en
de estos medios es difícil contacto poblaciones de diferentes niveles de desarrollo y con diferentes significados de los
de establecer, y por tanto, objetos materiales.
resulta fácil evadir las El hombre tiene que actuar en un ambiente cultural de cambios constantes que lo orien-
consecuencias de los propios tan para reconocer los nuevos significados, los cuales va a tratar de tolerar o de asimilar den-
actos? ¿Son los valores tro de sus esquemas ético-valorales. El comportamiento ético tendería entonces a definirse
los que cambian o es la
en atención a lo que se espera de los individuos, de acuerdo a los cambios que se dan en la
sociedad?
cultura, motivados en buena medida por las innovaciones y adopción de la tecnología. En las
sociedades de hoy, el comportamiento ético, entendido como la posición y las posteriores ac-
ciones que realiza el individuo después de racionalizar la acción, las alternativas y las consecuencias
que ésta traiga para sí mismo y para los demás, tendrá que plantearse considerando los siguientes
Unidad 3 Los cambios socioculturales y las profesiones
47

términos relacionados con el cambio cultural: a) las transformaciones sociales, b) Ja cultura hereda-
da, c) las innovaciones de Ja tecnología, y d) la convivencia intercultural.

ACTIVIDAD 2
¿Cuáles son los aspectos sobresalientes de las dimensiones del cambio cultural que se han
mencionado ? ¿Podrías decir cuáles son los que más han afectado el desarrollo moderno de
las profesiones y del actuar profesional ? ¿Cambian también todas las formas culturales así
como los comportamientos éticos y morales cuándo se produce un cambio social ? ¿ Qué cosas
facilitan o dificultan la convivencia intercultural?
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puedes imprimir su formato desde la siguiente dirección electrónic;a, sólo tienes que llenar un
breve formulario , obtener tu contraseña, dar clic en UANL y ubicar el libro Ética, sociedad y
profesión, en http://www.recursosacademicosenlinea-gep.com.mx/

¿Tradición
VS .
Modernidad?

Cambio
cultural

Compromiso
ético
Las Sociedad
profesiones del conocimiento

Demanda TIC's
actualización constante Sociedad red

Para completar el análisis de este tema del cambio sociocultural y sus consecuencias éticas,
resulta adecuado referirnos al asunto de la modernidad. Con un propósito de ubicación dentro de
una perspectiva evolutiva, Parsons (1974) distinguía tres niveles (de desarrollo) en las sociedades:
primitivas, intermedias y modernas. Independientemente de que se esté de acuerdo o no con esta
clasificación, es útil para entender el tema que nos ocupa. Así, para reconocer estos niveles, Parsons
establecía, además, elementos cruciales o definitorios para pasar de uno a otro; de esta forma, el
paso de Ja sociedad primitiva a Ja intermedia es la escritura, y la institucionalización de las relacio-
nes sociales y su correspondiente normatividad constituyen el paso de la sociedad intermedia a Ja
moderna. El paso de un nivel a otro no se da de un solo golpe o en el transcurso de unos pocos años,
en la realidad, una sociedad trata de establecer elementos modernos, mientras que, por otro lado, o
en ciertos aspectos mantiene elementos tradicionales e incluso elementos de carácter primitivo, los
cuales conviven durante mucho tiempo De que resulta que la denominación de sociedades primiti-
vas, intermedias y modernas, se corresponde con tipos ideales, pero en la práctica, en cada una de
ellas pueden coexistir elementos de las otras.
Ética, sociedad y profesión
48

La cultura de las sociedades desarrolladas puede llamarse, en general, como cultura moderna
o modernidad, para aludir a la época en la que imperan sus elementos más distintivos. La cultura
de la modernidad trata de coincidir, en buena medida, con el sentido de la racionalidad de los seres
humanos. La racionalidad, no es sólo una forma de pensamiento que se distinga del religioso o del
pensamiento mágico, de las formas de autoritarismo, de lo pasional, o de los instintos biológicos del
hombre; la racionalidad, en relación con la modernidad de la sociedad tiende a concretarse o buscar
una aplicación (práctica) y, consecuentemente, una utilidad que sea en beneficio de la sociedad. En
este sentido se ha hablado de la racionalidad técnica, o racionalidad instrumental (cuando predomi-
na este empeño), a diferencia de la racionalidad como cualidad humana. Una de las características
que más se destaca de la modernidad es la confianza en la capacidad humana para reformar o recons-
truir el mundo, proceso que nunca termina, puesto que en cualquier momento puede ser de nuevo
edificado con nuevas perspectivas.
El punto de vista de la racionalidad técnica o instrumental, se distingue de otros que conside-
ran que sobre el ser humano se establecen, como determinantes de su acción, las instituciones, los
principios y los valores tradicionales (y no la racionalidad técnica), que son los que le confieren un
sentido a su acción. Es decir, aquí se privilegia, más que el sentido práctico, el sentido ético. De tal
manera que el sentido ético de su acción, de acuerdo a la definición tradicional se daría con base
en lo que se mantiene como principio institucional desde la familia, la Iglesia, la patria, el trabajo,
etc. Pero en la modernidad, el comportamiento ético ya no es definido sólo por la institución (como
la familia, la Iglesia, etc.), pero por la racionalidad práctica o técnica que se busca. La utilidad o
beneficio, si se quiere.
La modernidad y las formas culturales tradicionales. La modernidad se ha impuesto en las
sociedades, sobre todo en aquellas que pretenden asimilar la cultura occidental; pero la modernidad
junto a su ideología de racionalidad se tiene que enfrentar a otras formas de concebir el mundo. Estas
formas diferentes a la modernidad pueden, de una manera general, ser agrupadas en tomo a la idea de
la tradición como orientadora o referente de la actuación ética de las personas. La preponderancia de
la razón sobre la tradición se podía convertir en luchas políticas entre los diversos sectores sociales
asociados a cada una de estas ideologías. La aristocracia, los terratenientes, el clero y otros sectores
se ubicarían en un posición cultural, pero también con una expresión política en busca del manteni-
miento del poder que le disputaban otros sectores emergentes como la burguesía, comerciantes y em-
presarios industriales, gremios de obreros y otros, los cuales abrazarían las ideas de modernidad y de
la razón. La modernización puede ir acompañada de movimientos políticos que le darían otro carácter
y propiciar otras críticas. En este sentido, los modernizadores serían vistos como revolucionarios o
como individuos que han perdido o que no tienen los valores de la sociedad, pero esta pérdida de
valores expresa realmente que se tienen otros valores diferentes a los dominantes o tradicionales.
La tradición explica la acción del individuo por los principios heredados del pasado, que, en
cierto sentido, son los que mantienen a la sociedad, pero en la modernidad, el pasado pierde su poder
explicativo y justificador, es ahora el individuo el que tiene que explicar y justificar sus acciones. El
individuo, al actuar, tiene que definir las consecuencias de sus actos, es decir, tiene que saber de an-
temano que su acción responde a lo que se espera de cada uno de ellos, no responde sólo a principios
éticos, sino a fines prácticos que se esperan de ellos. El problema de la racionalidad en la moderni-
dad, es que ésta se circunscribe a determinaciones que puede estructurar y redefinir el propio hombre
en cada una de las situaciones sociales; es decir, que no están predeterminadas por la tradición y/o
las instituciones tradicionales. Por lo que la racionalidad depende de lo que se determine de ella, por
ejemplo: fabricar armamentos de alta tecnología para mantener la paz, puede ser un acción racional-
mente ética, pero al analizar las consecuencias de esta acción, tiene otras consecuencias diferentes
a la que se presenta como ética racional moderna. Lo mismo sucede con ciertos usos de la ciencia y
la tecnología, en la cura de algunas enfermedades como el cáncer, que pueden provocar, paradójica-
mente, efectos devastadores (física y moralmente) en los pacientes.
La modernidad y la racionalidad suelen estar asociadas, pero de una manera no siempre cohe-
rente, por ello, Alain Touraine (1999) afirma que "la fuerza liberadora de la modernidad se agota a
Unidad 3 Los cambios socioculturales y las profesiones
49

medida que ésta triunfa", aludiendo a la época en la que inició la modernidad cuando se oponía a las
ideas oscurantistas de la Edad Media, al sometimiento del hombre por la servidumbre, al control de
las ideas y del conocimiento, a la falta de libertad y de oportunidades de trabajo, en fin, a la época en
la que la modernidad ofrecía una perspectiva nueva a las demandas del hombre, del conocimiento y
de la sociedad. Las transformaciones planteadas por la modernidad cambiaron el mundo de la épo-
ca, pero, a medida que se fue extendiendo e imponiendo en todos los ámbitos de la vida, comenzó
a mostrar que su potencial liberador y dignificante del hombre se volvía contra el hombre mismo.
Como Touraine lo señala, aplicar la racionalidad científica a la producción de mercancías trajo como
consecuencia la explotación del hombre en las peores condiciones de trabajo, negando con ello su
posibilidad de liberación de las condiciones feudales .
La modernidad trajo consigo el rechazo al tradicionalismo y demandó un comportamiento ético
de los individuos acorde a los principios de la ciencia, la democracia, la tecnología , el cual, en mu-
chos casos significó un cambio respecto al comportamiento anterior, fincado en el tradicionalismo.
No obstante, así como la modernidad impuso nuevos comportamientos también significó problemas,
excesos, limitaciones y contradicciones contra lo que trataba inicialmente de expresar, perdiendo, en
muchos casos, su sentido inicial, por lo que el comportamiento, inicialmente ético, puede transforme
en su contrario. Por ejemplo: el comportamiento racional de un empresario, al planear y comercia-
lizar, se puede convertir en un problema cuando lo que se produce o comercializa es contaminante
o compite en forma ventajosa contra productores independientes, lo mismo puede ocurrir si en una
época de crisis económica, en lo único que piensa es en salvar su capital, olvidando los compromisos
laborales que tiene con los trabajadores o el sentido nacionalista al sacar los capitales del país.

EVALUACIÓN FORMATIVA
Reflexiona sobre los siguientes párrafos y escribe comentarios que denoten la comprensión que obtienes de ellos:
Párrafo 1: "Cuando la cultura en que se ha nacido y se vive, sufre ciertos quiebres, se habla de 'crisis de valores' ...
tienen que ver con la percepción generalizada de ciertos grupos de la sociedad que encuentran que las
prácticas, usos y costumbres de otras épocas y que son los que estructuraban las diversas dimensiones de
la actividad social, ya no se aceptan, se respetan o se siguen de manera parcial, etc., de ahí que se habla
de crisis de valores." Página 41.
Párrafo 2: "Las culturas, como las sociedades, no permanecen estáticas, pueden tener un mayor o menor periodo de
renovación o de cambios en los elementos que las constituyen, los cuales dinamizan o estabilizan los pro-
cesos de cambio." Página 43.
Párrafo 3: "La transmisión cultural es algo que se hace al interior de cada cultura y dentro de una sociedad, lo cual
haría pensar que cada quien enseñaría en su cultura, y solamente, los principios de su cultura, haciendo a un
lado, ignorando o rechazando los principios de otras culturas." Página 44.
Párrafo 4: "Estas formas diferentes a la modernidad pueden, de una forma general, ser agrupadas en torno a la idea
de la tradición como orientadora o referente de la actuación ética de las personas. La preponderancia de la
razón sobre la tradición se podía convertir en luchas políticas entre los diversos sectores sociales asociados
a cada una de estas ideologías." Página 48.

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Ética, sociedad y profesión
50

3.2 El desafío de la globalización


La globalización impacta a las sociedades en general, las reconfigura y llega a formar una nueva
sociedad, otorga nuevas expresiones para los individuos y grupos, influye también en la forma en
que el hombre se piensa a sí mismo y la manera en la que se ubica en la sociedad contemporánea;
además, el hombre tiende a sentirse como algo nuevo, diferente a lo que era en la sociedad local,
muchas veces siguiendo las líneas internacionales, que no son otra cosa que manifestaciones de la
misma globalización. La ideología que supone que, automáticamente por obra de la globalización,
nos vamos a transformar de habitantes del tercer mundo en ciudadanos universales, no pasa de ser
una mera alucinación. Evidentemente la globalización es una nueva forma que asume la sociedad,
pero que por sí misma no va a resolver los problemas sociales y menos los problemas éticos, que en
muchos de los casos, incluso, puede agudizar los ya existentes. La globalización es una tendencia
actual a la que ninguna sociedad puede sustraerse, lo cual no equivale a que tengamos que aceptarla
acríticamente, sino reconocerla como un nuevo ambiente (orden, si se quiere) en el que se tiene que
manifestar el comportamiento ético de los individuos.
La globalización se puede estudiar y tratar de comprender desde diversas dimensiones y enfo-
ques . Los primeros movimientos en este sentido global tienen que ver con la expansión del comercio
y el flujo de capitales en el mundo, lo que cual va acompañado por una movilización inusitada de
personas. Este proceso se manifiesta posteriormente en la circulación abierta y más o menos libre
de ideas y conocimientos, que vía las nuevas formas de comunicación (como Internet) llegarán a los
lugares más alejados de la Tierra.
La globalización también produce o remite a varios significados, entre los cuales podemos señalar
los que más nos atraen o los que más se mencionan en la literatura actual sobre el tema, como son:
la comunicación, la tecnología, la interdependencia entre sociedades y culturas, la estandarización y
la autorreferencia. Cada región, país, sector o estrato social de un país va a vivir estas situaciones de
forma muy diferente, por eso es que se habla de inclusión y exclusión de los beneficios de la globaliza-
ción; igualmente se destacan no sólo los efectos positivos, sino también los efectos no deseados de la
globalización; también se puede hablar de posiciones centrales (las de los países desarrollados) y peri-
féricas (las de los "otros") de los procesos de la economía, cultura y tecnología de la globalización.
La globalización se funda sobre una estructura de comunicación entendida, en este caso, como
intercambio de información (Castells habla de la sociedad red), la cual es constitutiva de un mundo
tan dinámico, que no se tiene de él referencia anterior. Decir que el mundo está comunicado por-
que está globalizado es prácticamente no decir nada. Lo que le da carácter a la comunicación en
la globalización, no es la comunicación en sí misma, sino la necesidad de generar e intercambiar
información de todos los aspectos de la vida social, precisamente para poder hacer la vida social. Si
las decisiones son de carácter global, igualmente tiene que darse la información necesaria tanto para
el mantenimiento como para el desarrollo del sistema global. Los cambios en las ideas, actitudes y
valores tratan de ajustarse a la perspectiva global, la comunicación en el nivel global toma caracterís-
ticas propias y los cambios en la actuación ética del hombre se realizan con base en las necesidades
detectadas por el sistema de información y comunicadas globalmente.
Otra dimensión importante de la globalización es la tecnología, sin duda un soporte impres-
cindible de este proceso, pues brinda las posibilidades reales para que aquella se realice. La tecno-
logía, como producto consciente de los esfuerzos del hombre para transformar la realidad, siempre
ha estado presente; lo nuevo con la globalización es que la tecnología no solamente transforma el
entorno material o físico, sino que transforma ahora el conocimiento. El proceso de globalización
le ha dado al conocimiento y a la cultura otras características; la globalización ha provocado que
el conocimiento constituya comunidades, se oriente y se organice hacia determinados objetivos y,
sobre todo, genere, maneje y transforme al conocimiento mismo. Los diversos usos de la tecnología
plantean nuevos retos al actuar ético. Internet es un claro ejemplo en el que se combinan tecnología e
información y estas nuevas formas de concebir y relacionarse en el mundo global, que a su vez traen
consecuencias de diverso tipo.
Unidad 3 Los cambios socioculturales y las prof esiones
51

ACTIVIDAD 3
¿Es lo mismo vivir en una sociedad cerrada que en una sociedad abierta a otras culturas e in-
fluencias? ¿Es lo mismo vivir en una sociedad pequeña que en una sociedad grande y comple-
ja? ¿Sufren algún cambio nuestros esquemas éticos y de valores por infl uencia de un mundo
cada vez más globalizado? ¿Modifica la tecnología el tipo de valoraciones que las personas
hacemos? ¿Son igualmente valorados las profesiones y los profesionistas en todas las socie-
dades y culturas? ¿Qué los hace diferentes, si es que lo son? ¿Piensas que hay diferencias en
la forma en que las profesiones y los profesionistas europeos, estadounidenses y mexi canos
valoran su trabajo y los servicios que prestan?

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Este proceso de globalización se caracteriza también por otros términos, como lo son
la interdependencia entre todos los elementos involucrados en la vida social, además de la En la sociedad, los
mundialización de la cultura y, consecuentemente, del comportamiento ético. La interde- profesionistas de hoy
pendencia no sólo significa que todo el mundo está conectado y que lo que se hace en una pueden ver ampliadas
sus posibilidades de
parte de él repercute en todo el conjunto; el sentido más importante de la interdependencia
desanollo en un mundo
en el mundo globalizado es que los hombres, como sujetos sociales del mundo, saben de esta que no se determina por
característica y preci samente actúan conforme a ella; es decir, como sistema social global. fronteras geográficas, pero
Lo que se hace en un lugar se hace sabiendo que se va a conocer en todo el mu ndo, y se hace su actuación debe ahora
también buscando influir en él. Es esta característica la que verdaderamente le da el sentido cumplir con una serie de
de global al mundo, pues es lo que permite al individuo y a las sociedades actuar en él utili - requerimientos que no son
zando la tecnología y valiéndose de la información. solamente los exigidos en
una región o país, sino que
La mundialización es una especie de condición, es decir, de sentirse "globalizado" den-
adquieren un rango global.
tro de una sociedad específica, localizada. Este sentido permite ubicarse en el mundo a partir Eso lleva a revisar el tipo de
del conocimiento de que lo que se produce, se consume, se intercambia, se desea y hasta de valoraciones que hacemos
lo que se piensa; se ubica en cualquier parte del mundo, pero se sabe que cambia rápidamente de nuestro propio trabajo y
y se puede ubicar en cualquier otro lugar. Lo que se hace en un lugar se puede aplicar en del servicio que podemos
cualquier otra parte. Lo que realmente resalta de este proceso es que se va perdiendo cada ofrecer a los otros; además,
vez, en mayor medida, Ja relación hecho-lugar, puesto que todo hecho que se origi na en cier- desempeñarse en ámbitos
diferentes a aquellos de
to lugar, se puede presentar en cualquier otro, hablando sobre todo en términos económicos,
los que somos originarios,
siguiendo tan sólo la lógica del mercado. La conexión hecho-lugar se mantiene sólo en los también conlleva
casos en los que el propio lugar representa un significado que dé sentido a lo que se trata dificultades.
de expresar, como en el caso de la identidad nacional, el folclor, la historia y situaciones
semejantes. En el caso del comportamiento moral, el sentido mundializante se expresa en
que ciertos comportamientos originados en un lugar se pueden utilizar o a
veces se imponen en cualquier otro, al igual que modas, costumbres, teorías
y avances científicos; pero también , este sentido hace que se man ifiesten
exigencias que, originadas en una cierta sociedad, se pretendan aplicar casi
por igual a todas las demás sociedades. El mejor ejemplo es sin duda el de
los estándares de calidad establecidos para todo servicio profesional, como
una exigencia a nivel general.
En el sentido de la globalización , se presenta el hecho de que todo lo
que se pretenda hacer tiene que ser para todo el mundo, sin explicitar más
razón que la de la globalización. Con ello, la globalización se sustenta a sí
Ética, sociedad y profesión
52

misma, haciendo constantes referencias a lo que ella misma exige. El argumento que establece que el
comportamiento moral debe ser global o tener un enfoque de este tipo porque vivimos en la globali-
zación, no deja dudas acerca de la autorreferencia con la que frecuentemente se usa este concepto, lo
cual pretende anular las posibilidades de generar iniciativas propias de las sociedades que no se hallan
en esta condición, o lo que es lo mismo, en un capitalismo desarrollado. Por otra parte, la condición
de subdesarrollo confiere además el requisito de que, para situarse en la globalización, se tiene que
ser consumidor permanente de la tecnología más moderna, ya que sin ella no se puede comunicar ni
generar información: de esta forma la tecnología viene a acentuar los signos de la dependencia, ya que
aparte de importar conocimientos, se los tiene que aprender a través de la tecnología, lo cual implica
aprender el uso de una tecnología que no es propia. La tecnología viene a ser una especie de caballo
de Troya para introducir todos los principios de una determinada forma económica y política de ver el
mundo desde el capitalismo más avanzado. Por ser de consumo para todo el mundo, los productos y los
servicios, incluidos los educativos, deben ser prácticamente los mismos, deben ser diseñados y realiza-
dos en forma muy general para que sean consumidos en cualquier parte. Los cambios que se producen
se hacen buscando incrementar el consumo, atendiendo las necesidades que la misma globalización
provoca.
El fenómeno de la globalización comenzó siendo específicamente económico, ha llegado al
extremo de cubrir todos los ámbitos de la vida en la actualidad, y, por más que se insista, no es un
beneficio que se extienda a todos los seres humanos por igual; si bien, en las sociedades avanzadas
estimula el desarrollo de la tecnología y posibilita el acceso a los bienes culturales, para los países
pobres y gran parte de su población, las complicaciones son evidentes, además de la tendencia a
acentuar las divisiones y problemas sociales ya existentes. Al hablar de la globalización, se hace
como referencia al mundo actual, como una de las más importantes manifestaciones de nuestro
tiempo. Al respecto se afirma que "los medios, así como también los científicos sociales, repiten
constantemente que hay dos cosas que dominan el mundo en que vivimos desde los últimos decenios
del siglo xx: la globalización y el terrorismo. Ambos se nos presentan como fenómenos sustancial-
mente nuevos: el primero rebosante de esperanzas y el segundo, de peligros temibles" (Wallerstein,
2005, p. 9).
Un fenómeno, la globalización, aparece como de naturaleza eminentemente económica, en tan-
to que el otro, el terrorismo, se nos presenta definitivamente como político. Si bien hay sus indis-
cutibles interconexiones, podemos identificarlos en forma separada. Se puede aceptar (eso dicen
quienes la defienden) la globalización y sus expectativas económicas, mientras que el terrorismo si
bien siempre es rechazado, no puede hacerse continuamente con más violencia. Parece que se asume
una postura ética más clara respecto de la globalización que sobre el terrorismo.
El problema ético se ve claro en la globalización a la cual está obligado a seguir, pero en cuanto
al terrorismo hay poca claridad, se supone que se le debe combatir hasta que desaparezca, pero las
dudas surgen al momento de preguntamos ¿cómo se actúa éticamente en ese terrorismo? Algo nos
dice que ética y terrorismo son de tan diferente naturaleza que ni siquiera tiene sentido enfrentar
la ética a un fenómeno que nada tiene que ver con ella. Cabría entonces preguntarse ¿por qué el
comportamiento ético se debe ubicar en la globalización siguiendo la tendencia de este fenómeno y
no se vuelve antiterrorista, tratando de combatirlo? He aquí una posible explicación, el terrorismo
es uno de los productos no previstos (no deseados, se supone) por la globalización. Como lo dice
Touraine (2005) "si el tema de la globalización ha adquirido una importancia política central es por
una razón que no es económica sino ideológica: en efecto, aquellos que han cantado con más fuerza
la globalización han querido imponer la idea de que ningún modo de regulación social o política de
una economía mundializada era ni posible ni deseable, puesto que la economía se situaba en un nivel
mundial y no existía autoridad capaz de imponer limitaciones económicas a ese nivel" (pp. 35-36). El
sustento ideológico de la globalización se ubica, precisamente, en el postulado de que la economía, a
nivel mundial, no puede ser regulada por ningún órgano en particular, sino que se le debe dejar actuar
de manera libre, con la acción única de las fuerzas del mercado. A la globalización la hace fuerte su
ideología, más que sus mecanismos económicos.
Unidad 3 Los cambios socioculturales y las profesiones
53

La globalización (y el capitalismo) busca consolidar al mercado como el mecanismo


idóneo para configurar a toda la sociedad, vendiendo incluso la ilusión de solucionar sus ¿Han de aceptarse sin más
problemas más urgentes bajo la premisa de que un mayor consumo define un acceso más todas las consecuencias de
justo a todos los satisfactores; para ello requiere de ser libre, no ser sometida, no tener que la globalización? ¿Qué tipo
de ética o comportamiento
rendir cuentas a Ja sociedad o a la política. La globalización de la cultura y de la ética se-
ético debe asumirse en una
rían consecuencias no buscadas, pero sí influenciadas y hasta controladas por la economía sociedad globalizada?
global; es un proceso que arrastra a todas las sociedades, sobre todo a las periféricas, en un
salto abrupto que las conduce por una rápida vía del tercer mundo pobre, al mundo global,
modernizado y tecnificado. Por eso es que, con frecuencia, las condiciones socioculturales se alteran
drásticamente.
La sociedad ideada por Durkheim era comparada a un organismo vital en el que las necesidades
colectivas eran siempre superiores a las necesidades individuales de cada uno de sus miembros, en
la que cada individuo, grupo o sociedad particular desempeñaba una función necesaria para toda
la sociedad en su conjunto, en Ja que los egoísmos eran desterrados por atentar contra la unidad
social, y en la que la socialización del individuo correspondía a las instituciones y en especial a la
moralidad del grupo; pues bien, esa sociedad funcional orgánica queda ahora sustituida por otra en
la que imperan, desde las altas hasta las bajas esferas, las leyes del mercado. La actuación moral,
por Jo tanto, se determina siguiendo Ja dinámica de toda la sociedad, atendiendo esas mismas leyes.
La moral globalizada no puede significar otra cosa que no sea la mercantilización competitiva de Jos
rasgos morales que debe cumplir todo profesionista, convertido en una serie de servicios en busca
de clientes en todo el mundo.

CTIVIDAD 4
En la moral globalizada impera la mercantilización competitiva de los rasgos morales que
debe cumplir todo profesionista, convertido en una serie de servicios en busca de clientes
en todo el mundo. Esto se justifica, además, desde la perspectiva de las leyes del mercado,
aunque de hecho tenga serias implicaciones de tipo ético. Investiga con aquellos que estudian
en las carreras de economía, ciencias políticas o ciencias sociales en general (o hazlo por tu
propia cuenta) sobre cuáles son estas leyes del mercado y elabora una crítica y/o explícalas
en fanción de los compromisos éticos y morales que se les plantean a los profesionistas hoy
en día.

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3.3 La sociedad del conocimiento


El conocimiento es producto de la actividad social, puesto que se produce en la interacción entre
individuos que se proponen resolver problemas comunes o colectivos o que se proponen establecer
nuevas relaciones sociales, por lo que, en un sentido de interactividad, la sociedad requiere del
conocimiento para seguir existiendo y, obviamente, para mantener el sentido de historicidad y de
dinámica en la cultura. La relación entre conocimiento y sociedad encierra, sin embargo, ciertos pro-
blemas o situaciones que implican la actuación ética del individuo; por ejemplo, el acceso a los pro-
ductos del conocimiento, la orientación de la investigación y la aplicación o uso de esos productos.
En la sociedad actual el conocimiento ha adquirido cierta independencia con respecto a los demás
aspectos sociales, incluso se ha convertido en una mercancía a la que se puede acceder dependiendo
Ética, sociedad y profesión
54

del poder económico de cada sociedad o individuo. Los problemas que de esto se derivan implican
aspectos económicos, políticos y culturales que otorgan nuevas dimensiones a las relaciones entre
sociedad y conocimiento.
Una de las cualidades humanas más importantes es la de conocer; gracias a ella, el hombre,
además de vivir en el mundo, puede actuar e interaccionar con otros hombres, por lo que se puede
decir que el hombre construye otro mundo, además de aquel en el que vive, fabrica otro que se forma
gracias a su capacidad para conocer y para transformarlo. El conocimiento pone al hombre en su
capacidad de adquirir información, la cual puede ir acumulando, estructurando, reestructurando y
revisando, de acuerdo con las expectativas que asuma. Es pertinente aclarar que el término conoci-
miento se aplica usualmente en dos sentidos, ambos comúnmente aceptados. El primero de ellos alu-
de a conocimiento como capacidad o cualidad humana, en tanto que un segundo sentido se orienta a
afirmar el conocimiento como producto de la actividad de conocer, con su consecuente acumulación
de estos productos. En ambos sentidos se reconoce la naturaleza social del conocimiento. Por lo
tanto, podemos llegar a cierta idea de lo que es el conocimiento, como:

La capacidad humana para formar objetos mentales, acerca del mundo, de los hombr es
y del conocimiento mismo, el cual construye una nueva relación con el mundo y con los
hombres, dentro de un contexto social, en donde pasa a ser estimado como valioso.

Si bien el conocimiento se produce por los individuos en una situación social, suele concen-
trarse en instituciones o sociedades específicas, que son las que realmente lo manejan. Esta tarea
implica también cierta selección de los conocimientos considerados valiosos, los cuales se dedicarán
a la transmisión y a la mayor acumulación. La producción, acumulación, revisión y aplicación del
conocimiento se vuelve un asunto institucional, que es en donde se deciden estas situaciones, pero
muchas veces estas instituciones dedicadas al conocimiento se determinan por sus fines económicos,
con ello se quiere decir que la economía expresa muchas veces los requerimientos de la sociedad,
aunque no se puede desconocer que haya también instituciones dedicadas al conocimiento cuyas
finalidades no son económicas, como las de investigación en ecología, las artísticas, religiosas y las
humanísticas. El reconocimiento que se otorga al conocimiento en la sociedad es debido a que, en
la actualidad, se ha convertido en uno de los factores que inciden directamente en el orden y en el
desarrollo social; por ello se puede hablar de una nueva manifestación de la sociedad: la sociedad
del conocimiento.
No hay una definición de la sociedad del conocimiento, pero podemos reconocer en la sociedad
actual algunas de sus características fundamentales. No obstante, algunos teóricos han hablado de
los cambios que han dado origen a la sociedad del conocimiento; entre ellos Daniel Bell (1973) deli-
nea lo que él llama la sociedad postindustrial, para referirse a aquella que ha traspasado los límües
de una organización de producción de bienes a través de máquinas, lo cual condiciona, a su vez, la
economía, el empleo, el mercado, la organización social y la estratificación de la sociedad, para dar
paso a otras formas sociales en las que el conocimiento, la tecnología y los servicios toman un lugar
preeminente.
El sector laboral de estas sociedades es dominado, ya no por trabajadores que atienden las nece-
sidades de la sociedad, sino por aquellos profesionistas de la información, dedicados a anticipar las
necesidades o a fabricarlas sobre la base de la información que reciban de las tendencias actuales,
a Ja vez que se dedican también al diseño de los satisfactores de esas necesidades. El conocimiento
que manejan ya no es abierto, sino que se presenta codificado y almacenado en bancos que tienen
propietarios, al igual que los procedimientos para la elaboración de nuevos conocimientos y el di-
seño de nuevas formas de aplicación tecnológica. La sociedad postindustrial ha cambiado sustan-
cialmente todos sus componentes, de acuerdo a Bell "si la lucha entre capitalistas y trabajadores,
dentro de las fábricas, fue la característica de la sociedad industrial, el choque entre el profesional
y el populacho, en la organización y en la comunidad, es el rasgo característico del conflicto en la
sociedad postindustrial" (200 l ).
Unidad 3 Los cambios socioculturales y las profesiones
55

El término sociedad del conocimiento fue usado por primera vez por Robert Lane en 1966
(Bell, 2001); este autor señala cinco orientaciones básicas de esa sociedad:
a) Investigan las bases de sus creencias sobre el hombre, la naturaleza y la sociedad.

b) Se guían (tal vez inconscientemente) por normas objetivas de verificación y, en Ja educación


superior, siguen reglas científicas de comprobación y deducción en la investigación.
c) Dedican importantes recursos a esa investigación, y cuentan por tanto con una amplia reserva
de conocimientos.
d) Acumulan, organizan e interpretan el conocimiento en un esfuerzo constante para sacar con-
secuencias de utilidad inmediata.
e) Emplean ese conocimiento para iluminar (y quizá modificar) sus valores y metas, así como
para avanzar en ellos.
Aquí es importante aclarar la diferencia entre sociedad del conocimiento o del saber, respecto
de sociedad de la información, ya que esta última sólo alude a Ja presencia de grandes masas de
información, en Ja que no se analizan sus procesos de elaboración, apropiación o aplicación; Ja
aspiración, en todo caso, sería hacia la sociedad del conocimiento, aunque se viva en la era de la
información.
Como orientación básica de la sociedad actual, el conocimiento tiene que ser analizado un poco
más puntualmente, por lo que se pueden reconocer en él ciertas características relevantes que lo
diferencian de los demás bienes y servicios disponibles en la sociedad:
• La gran cantidad de conocimientos producidos implica que éstos deben ser organizados y
almacenados o grabados para ser puestos a disposición de todos, lo cual lleva a su difusión
continua y creciente a través de todos los medios.
• La innovación es una constante en el conocimiento, en virtud de que éste siempre se debe
revisar, ya sea para cambiar o para confirmar lo que existe, pero lo nuevo en la actualidad es
la velocidad con la que los conocimientos y sus aplicaciones son renovados.
• El conocimiento forma comunidades científicas, compuestas de profesionales especializa-
dos, quienes hacen que Ja generación y aplicación del conocimiento se haga de una manera
mucho más efectiva.
• Sin los medios electrónicos las tareas anteriores no se podrían cumplir, por lo que se puede
afirmar la dependencia de Ja sociedad del conocimiento de estos medios.
• La justificación de las actividades del conocimiento y de la sociedad del conocimiento mis-
ma, se da en razón de su utilidad o en Ja búsqueda de aplicación inmediata de los conoci-
mientos, por lo que la orientación por la cual se guía la producción, difusión y dinámica del
conocimiento es este sentido práctico.
De las relaciones entre conocimiento y comportamiento ético, se pueden establecer las si-
guientes propuestas:
• Actualización y formación permanente del profesionista en los avances de investigación y
tecnología. La imagen tradicional del profesionista que posee un título con el que puede
desempeñarse en el mercado laboral para toda su vida, es actualmente insostenible, puesto
que se quedaría obsoleto casi en el mismo momento en que deja de educarse. Para mantener
la actualización se pueden recurrir a sistemas educativos formales y no formales, dentro de
Jos primeros destacan los posgrados, especialidades, diplomados o cursos de actualización
que se ofrecen en sistemas escolares. Dentro de los no formales están tomando auge las aso-
ciaciones o agencias especializadas en educar en competencias específicas reconocidas por
quienes han producido el conocimiento o Ja tecnología en la que se trata de actualizar. Algo
semejante se hace también desde las asociaciones profesionales.
Ética, sociedad y profesión
56

• El conocimiento, en la sociedad actual, es ampliamente difundido y muchos sectores de la


sociedad pueden acceder a él. En el desempeño profesional, el conocimiento va cambiando
el papel que tradicionalmente tenía, de ser un monopolio de los profesionistas, se convierte
en patrimonio de todos, por lo que las diferencias entre profesional y cliente se van adel-
gazando, por lo menos en cuanto al conocimiento se refiere. El conocimiento profesional
tiene que compartirse entre profesionista y cliente o beneficiario, lo cual indiscutiblemente
modifica la relación de verticalidad entre ellos. El profesionista ya no puede actuar pensando
que los demás no saben nada acerca de su dominio en el conocimiento, porque aun en el
supuesto de que no lo sepan, lo pueden llegar a saber en cualquier momento, valiéndose de
los medios electrónicos necesarios. Sin embargo, con frecuencia , el conocimiento al que se
accede requiere de elementos previos para poder interpretarse o comprenderse correctamen-
te, por lo que el papel del profesionista no desaparece, pero sí tiene que ser más compartido
y comunicativo. El comportamiento ético deseable del profesionista se constituye ahora, más
por el compartir y comprender los conocimientos de los demás, que por monopolizarlos.
• A la vez que la investigación científica avanza, el conocimiento se especializa y se profun-
diza en las diversas áreas, lo cual hace que sea más difícil comprender situaciones que se
presentan cada vez más complejas. Para tratar de comprender lo nuevo de las situaciones,
se hace imprescindible el trabajo en equipo, ya sea entre profesionales de la misma área y
también entre profesionales de áreas de conocimiento diferentes. En todo caso, lo que cada
vez se hace más difícil y poco sostenible éticamente es que un profesionista por sí solo
pueda comprender toda la problemática de las situaciones que se le presenten en su activi-
dad cotidiana. Lo que se debe reconocer, con el avance del conocimiento, es que la práctica
profesional se tiene que hacer en equipo para poder compartir conocimientos especializados,
experiencias y puntos de vista convergentes.
• El trabajo profesional, como muchas de las actividades cotidianas, requiere del uso de tec-
nologías de información y comunicación para desempeñarse, ya que el acceso a la informa-
ción se hace a través de medios tecnológicos. Para nadie es desconocido que el acceso a la
tecnología se ha convertido en un requisito para tener un desempeño profesional adecuado.
El problema que subsiste es el del costo económico individual que tiene la tecnología y el
acceso a bancos de información, por lo que se puede llegar al problema de que, si bien se
valora la tecnología, no se cuenta con los bienes económicos necesarios para tener acceso a
ellos. Una manera de solucionar este problema es a través del trabajo en equipo, pero muchas
veces el equipo o uno de sus integrantes puede asumir papeles patronales que proletarizan
a otros profesionales al convertirlos en sus trabajadores asalariados. Esta situación rebasa
las posibilidades de acción del individuo, por lo que se hace necesaria la participación del
Estado para garantizar que las diferencias en el acceso a la tecnología y a la información, no
se conviertan en diferencias económicas que amplíen las diferencias entre clases sociales.
Éticamente se debe reconocer la dependencia que el trabajo profesional tiene acerca de la
tecnología y la información, aunque muchas veces la solución no se halla al alcance de los
individuos, por lo que toca al Estado y a las instituciones tomar medidas en este aspecto.
• El sistema de reconocimientos con base en la actualización de acreditaciones que se otorgan
por organismos especializados para este fin, compromete a los profesionistas a presentar es-
tos reconocimientos como una garantía de confianza para sus clientes o beneficiarios, lo cual
hace de ellos un rasgo de comportamiento ético. No obstante, esto también puede acarrear
comportamientos no deseables , al recurrir a organismos que otorgan dichas acreditaciones
por el sólo hecho de cubrir el costo económico que representan.
• La sociedad del conocimiento se presenta como un nuevo ambiente social que orienta al
individuo a asumir nuevos comportamientos éticos, y a repensar lo que es su actividad pro-
fesional dentro de un ambiente en el que el conocimiento se tiene que compartir y reconocer
Unidad 3 Los cambios socioculturales y las profesiones
57

ACTIVIDAD 5
Según Robert Lane (citado en la página 55 ) la sociedad del conocimiento se guía según
ciertos aspectos que son a los que se les da el mayor valor.
En medio de la sociedad del conocimiento cada profesión atiende estos aspectos en mayor o
menor grado. Escoge algunas profesiones (incluyendo la que tú estudias) y las prácticas que
se derivan de ella y explica de qué manera se concreta cada aspecto señalado, concentra las
informaciones o ideas en un cuadro, que después te permita elaborar conclusiones.

Nota. Para entregar a tu maestro esta Actividad y poner tu nombre, grupo, fecha, carrera y facultad, pue-
des imprimir su formato desde la siguiente dirección electrónica, sólo tienes que llenar un breve
formulario, obtener tu contraseña, dar clic en UANL y ubicar el libro Ética, sociedad y profesión,
en http://www.recursosacademicosenlinea-gep.com.mx/

a los nuevos "expertos" en los cada vez más especializados campos de trabajo profesional,
además de ubicar al cliente igualmente como un actor en la actividad del conocimiento.

3.4 Educar en la sociedad del conocimiento


Las transformaciones provocadas por el surgimiento de la sociedad del conocimiento se han dado
dentro de las profesiones y tienen implicaciones en el comportamiento ético de los profesionales, pero
también dentro del proceso de formación de los profesionistas. La educación es el campo principal en
el que se expresan estas transformaciones, puesto que va a trabajar explícitamente con el conocimien-
to. La educación es eminentemente un asunto social, ya desde la época de Emilio Durkheim, a fines
del siglo x1x, esto era firmemente aceptado en los diversos ámbitos pedagógicos, en los que se fue
desterrando la idea de las facultades o virtudes innatas que distinguían a cada ser humano para ocupar
un lugar en la sociedad, lo mismo que también se desechó la tradición de la sociedad aristocrática que
establecía diferencias entre Jos hombres a partir de las diferencias en las clases sociales.
La concepción social de la educación, fundada por Durkheim, ofrece sin duda un avance con-
siderable en cuanto a la construcción de una teoría pedagógica enriquecida de relaciones y conse-
cuentemente de compromisos con la sociedad, pero si se recurre a un análisis más detallado, nos
encontramos con que en esta concepción, la sociedad puede desaparecer a la educación al subordi-
narla a la sociedad, reduciéndola a sólo una función de ella.
Si como Durkheim afirma: "La educación es la acción ejercida por las generaciones adultas
sobre aquellas que no han alcanzado todavía el grado de madurez necesario para la vida social.
Tiene por objeto suscitar y desarrollar en el niño un cierto número de estados físicos, intelectuales
y morales que exigen de él tanto la sociedad política en su conjunto como el medio ambiente especí-
fico al que está especialmente destinado", entonces, la educación se diluye en la sociedad, subordi-
nándose a ella. De ello se deduce que, si el conocimiento en la actualidad es el principal orientador
de las acciones sociales, entonces, la educación se transforma en una educación que forma para vivir
en la sociedad del conocimiento. En esta idea de Durkheim, el problema que queda por resolver es
que la educación ha sido vista como transmisión de conocimientos, desarrollo de habilidades y for-
mación de actitudes, todas ellas apropiadas por el individuo con capacidad para ponerlas en práctica
ante una situación por resolver, a través del desempeño de sus competencias.
Esto es ya difícil de sostener, puesto que así planteada la educación y si de lo que se trata es
de considerar contenidos específicos a enseñar, éstos seguramente muy pronto se convertirían en
obsoletos. Esto plantea que tanto la educación como la formación profesional tenga que reformu-
larse tomando como eje al conocimiento; tarea que implica también analizar los roles de profesor
y estudiante y, por supuesto, los de la propia institución educativa.
Ética, sociedad y profesión
58

ACTIVIDAD 6
¿Puede la educación considerarse como transmisión aún en una sociedad definida por el co-
nocimiento? Si esto no es así, ¿cómo debe considerarse?, ¿qué implicaciones se derivarían de
una nueva postura frente a la sociedad del conocimiento para el profesor y para la institución
educativa?, ¿qué relación tiene esto con los profesionistas y la ética?

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Sobre el rol del profesor se han dado algunas formulaciones para aludir a nuevas posturas en re-
lación con su papel en la enseñanza y dirigir el aprendizaje de los alumnos; especialmente se trata de
superar la limitada postura que lo ubica como aquel "que sabe", "quien enseña" y quien controla el
aprendizaje de los alumnos. La renovación del rol del profesor, desde la perspectiva pedagógica, lo
ubica en una posición menos vertical sobre el alumno, como facilitador del aprendizaje o como guía
de los alumnos para dirigirlos en su aprendizaje, pero el problema que subsiste es que esta postura
no se enfoca en el conocimiento, sino en su relación con la posición del alumno, tratando de recu-
perar su principio pedagógico formativo. Su aplicación en educación básica, en la que la formación
del alumno es lo más importante, es incuestionable, pero en educación superior para la formación
profesional se debe analizar más detenidamente.
No cabe duda que el profesor de educación superior debe respetar al alumno, apoyarlo y ase-
sorarlo a través de la acción docente y tutoría!, pero más allá de esto, el profesor no puede ser sólo
docente, dedicado exclusivamente a la enseñanza de un contenido, sino que como trabajador acadé-
mico, ubicado en la educación superior, tiene que dedicarse a la investigación y hacer de la investiga-
ción un dispositivo para su superación profesional. El profesor se define como el académico que se
dedica a la enseñanza en virtud de que investiga, de que está actualizado en los últimos avances del
conocimiento y de la tecnología, que está asociado en un cuerpo académico y en una red de investi-
gación, por lo que su enseñanza no se limita a transmitir o, en casos peores, a repetir contenidos de
los libros de texto, sino que la enseñanza se basa en lo que se va descubriendo o reestructurando con
base en el avance de las investigaciones. Entonces, el concepto de enseñanza ya no se relaciona con
transmisión, sino con el conocimiento. La enseñanza ya no significa mostrar o señalar lo que se debe
aprender, sino que se contextualiza en el proceso de descubrimiento de nuevos conocimientos.
El rol del profesor de educación superior, relacionado con el conocimiento, se asemeja al de
un gestor del conocimiento (knowledge manager) que se encarga de indagar, en la información
existente, los elementos necesarios para continuar con los trabajos de investigación, las maneras de
acceder a ese conocimiento y las relaciones con otras áreas; pero también, como gestor, el profesor
trata que sus alumnos tengan acceso a ese conocimiento, lo comprendan, critiquen y puedan realizar
sus propias investigaciones para integrarse a la sociedad del conocimiento.
El alumno, por su parte, ya no ha de depender del maestro, no es su seguidor, no trata de apro-
piarse de lo que el maestro sabe o de recibir lo que aquel le quiere inculcar, puesto que su aprendizaje
no pasaría de imitar a su maestro. El nuevo rol del estudiante se relaciona más con el conocimiento
que con el maestro, superando la relación tradicional de maestro-alumno. Debe asociarse con el
maestro en una relación de participación, para que él pueda llegar al conocimiento y construir el
suyo propio. La pasividad, la recepción, la memorización y la subordinación al maestro, son rasgos
que deben quedar en las actitudes y comportamientos propios de una sociedad previa a la sociedad
del conocimiento. La búsqueda y acceso al conocimiento son actitudes que se deben formar para
toda la vida y que no terminan con la obtención de un título por parte del estudiante.
Unidad 3 Los cambios socioculturales y las profesiones
59

La institución educativa de nivel superior es la que mayores cambios debe practicar para con-
vertirse en una agencia de conocimiento a través de la formación de recursos humanos capaces de
encabezar los procesos relacionados con el conocimiento; debe también cumplir funciones de organi-
zación que tengan como finalidad el acceso y producción del conocimiento, de una manera eficiente.
El currículo de las instituciones no puede ser de ningún modo fijo, lo que se puede preestablecer son
sólo las líneas generales en las que se desenvuelvan la actividad del profesor y de los estudiantes.
En la sociedad del conocimiento, el concepto de educación deja de ser transmisión y se orienta
hacia la producción o generación del conocimiento, sin embargo, las escuelas son parte de las institu-
ciones más duras en el sentido de transformación , puesto que se resisten a cambiar a pesar de admitir
modificaciones que poco transforman su estructura como institución. Buena parte de su estructura for-
mal se basa todavía en la relación maestro-alumno y en la función de transmisión. En buena medida el
conocimiento sigue presentándose a través del maestro para ser apropiado por el alumno; se presenta
como un conocimiento que se genera fuera de la escuela, por eso a ésta le corresponde sólo el proceso
de transmisión, después de ser mediado por el maestro para facilitar su apropiación por el estudiante.
El cambio, en una sociedad del conocimiento, debe provenir del rol del maestro, reconociendo, desde
luego que el profesor no puede cambiar por sí solo una estructura escolar que se ha mantenido por
tanto tiempo inalterada. El cambio se daría en el conjunto de la institución educativa.
En la educación superior este cambio es posible a partir de que se acepte que tiene como función
la generación y aplicación del conocimiento y que, además, debe plantearse la gestión del conoci-
miento y la relación con empresas públicas y privadas que producen o requieren del conocimiento
(lo que se conoce ahora como vinculación). En resumen, el planteamiento consiste en el paso de una
estructura meramente escolar a una organización para el conocimiento.
Desde otro punto de vista, la sociedad del conocimiento,
presenta nuevas situaciones que problematizan las relaciones
sociales existentes. Juan Carlos Tedesco (2000) analiza los
problemas que tiene que encarar la educación en la sociedad
del conocimiento. Un punto de partida para iniciar el análisis
consiste en revisar los beneficios que reporta el conocimien-
to para los diversos sectores de la sociedad. Si se considera el
proceso de producción de conocimientos, se puede advertir
que el conocimiento y la resolución de problemas sociales,
no siguen precisamente líneas convergentes.
La producción de conocimientos está orientada o moti-
vada por factores de carácter económico, político o ideológi-
co y en algunas ocasiones puede resolver problemas socia-
les, pero siempre y cuando se correlacionen con los factores
mencionados. De esta manera, la investigación tendiente a la Centro de Investigación en Nanotecnología de la UANL.
solución de los problemas de contaminación se posterga si
se contrapone a intereses económicos o políticos, algo semejante ocurre con los problemas de salud
básica de los sectores populares de la sociedad, en los cuales persisten problemas que pueden ser
estudiados y ofrecer algunas vías de solución, pero que no son atractivos en cuanto a los rendimientos
económicos que se pueden esperar. En cambio otras orientaciones hacia la belleza, las dietas, los au-
tomóviles, la moda y otros semejantes suelen ser muy atractivos desde el punto de vista económico.
Una relación lógica, que se supone debía haber, es la que relaciona la investigación y la tecno-
logía con la eliminación de los problemas sociales más urgentes, como la pobreza, alimentación,
salud, educación y el empleo, además de los problemas de discriminación y exclusión sociales. Esta
relación, sin embargo, no se manifiesta en forma convergente con el desarrollo de la sociedad del
conocimiento. La sociedad del conocimiento adquiere un sentido muy diferente al que pudiera es-
perarse de él, dependiendo de la sociedad con la que se relacione. En las sociedades desarrolladas el
conocimiento es una forma de capital que incide positivamente en el desarrollo económico y social.
El conocimiento se convierte en una mercancía que puede ser producida y vendida a los potenciales
Ética, sociedad y profesión
60

consumidores, al igual que la tecnología. Como capital y como mercancía, el conocimiento y la


tecnología, establecen otras diferencias respecto de la economía y de la propia tecnología.
En las sociedades con serios problemas sociales, como la pobreza o las enfermedades, el sig-
nificado del conocimiento y de Jos avances tecnológicos puede adquirir otros sentidos (lo ideal es
que así sea). La diferencia social y económica entre ricos y pobres, de por sí muy aguda, se ve ahora
multiplicada por la carencia de los bienes del conocimiento y tecnología. En la sociedad del cono-
cimiento, considerada a nivel global, se presenta también el analfabetismo y otras formas de igno-
rancia. La imagen de la aldea global no deja de ser más que una utopía para millones de personas,
en nuestro país y en el mundo. Las computadoras personales con acceso a internet son una nueva
necesidad que se agrega a las básicas ya existentes, las cuales pueden ser satisfechas sólo por ciertos
sectores de la sociedad; de hecho, para los sectores pobres esto significa una nueva carencia que pro-
fundiza las desigualdades prevalecientes. A la pobreza económica se agrega la pobreza informática y
tecnológica. Esto tiene implicaciones de diverso tipo (incluyendo las éticas) para la educación, para
las escuelas, para los profesionistas y para Ja sociedad en general.
El conocimiento y la tecnología han traído transformaciones importantes en todos Jos aspectos
de la vida, siendo uno de los más importantes el que se refiere a los cambios en los esquemas pro-
ductivos. La sociedad industrial , en sus inicios, se organizó en torno a fábricas que congregaban una
cantidad importante de obreros quienes desempeñaban trabajos que demandaban una gran fuerza
física o habilidades específicas dependiendo de la producción. Las empresas demandaban pero tam-
bién explotaban a los obreros, por lo que se dieron movimientos de reivindicación de los derechos
y mejoras en las condiciones de trabajo. Las innovaciones tecnológicas fueron transformando el
trabajo y los requerimientos para los trabajadores en las fábricas: el obrero debía estar capacitado
en el uso y mantenimiento de las máquinas, además de conocer y manejar la materia prima y los
productos terminados; igualmente aumentaron las demandas del conocimiento y capacitación de
los trabajadores, lo cual también ha tenido implicaciones en cuanto a la formación o educación de
los nuevos trabajadores. La estructura del empleo se modificó dando paso a la mano de obra más
calificada, provocando con ello el desempleo de los trabajadores menos capacitados, relegándolos a
las ocupaciones eventuales o a los sectores informales de la economía.
En las sociedades desarrolladas este problema se enfrentó vinculando la educación con el em-
pleo, haciendo que la formación que se brinda en las instituciones escolares, especialmente las de
nivel superior, se orientara hacia el fortalecimiento de las competencias de los futuros profesionistas.
Las estructuras curriculares se renovaron en el sentido de Ja profesión o de la práctica profesional.
Esto modificó también la orientación social de la formación, porque según los requerimientos de la
sociedad y el trabajo, la educación que era un derecho de la población, se convirtió cada vez más, en
un bien elitista, al cual no tiene acceso el sector pobre de la sociedad, acentuando con ello el proble-
ma del desempleo e incidiendo en la prolongación de la pobreza a las nuevas generaciones.
También el uso de tecnología se ha vuelto elitista en relación al acceso a los bancos de infor-
mación, los cuales están en los idiomas de las sociedades desarrolladas y/o disponibles sólo para
aquellos que pueden pagar los derechos de uso establecidos. Para quienes tienen restringido el ac-
ceso a la tecnología y a la información por motivos económicos, resulta problemático recibir una
educación que privilegia el papel de la tecnología y de Ja información, porque si no se tiene acceso a
ella, esa educación será muy deficiente. Los medios ilegales aparecen como una opción para lograr
los propósitos de acceso a la tecnología e información; entre ellos la piratería, el comercio ilegal,
el contrabando y otros semejantes, son usados por quienes no tienen acceso de manera legal a esos
bienes, pero estas formas ilícitas, en lugar de facilitar su acceso, originan nuevos problemas puesto
que propician acciones delictivas y usos ilegales que inciden de nuevo en la pobreza y el subdesa-
rrollo. Para la educación resulta bastante contradictoria una formación así concebida, ya que por
un lado promueve la formación integral, la orientación por valores, la educación para el trabajo y
la integración a la sociedad, mientras que, por otro lado, la sociedad demanda personas que, a cual-
quier precio, sean hábiles en el uso de la tecnología y en la búsqueda de información, pero que no lo
pueden lograr por los medios convencionales reconocidos por la sociedad.
Unidad 3 Los cambios socioculturales y las profesiones
61

3. 5. Las profesiones
Dentro de los cambios sociales, culturales, económicos y políticos que se presentan en el contexto
global de la sociedad actual, las profesiones tienen que ser redefinidas; de hecho, los esquemas de
desempeño profesional tradicionales ya no responden a esos nuevos contextos. La imagen tradicio-
nal del profesionista libre, que trabaja por su cuenta en un despacho o consultorio, titulado hace ya
algunos años y reconocido por una clientela a la que conoce personalmente, ya es muy difícil de
visualizar. El comportamiento ético de los profesionistas, catalogados como tradicionales, se enfoca
hacia su relación con el cliente o beneficiario, frente a quien debe asumir todos los rasgos de su
integridad ética. Sin embargo, en la sociedad actual la relación del profesionista no siempre es direc-
tamente con el cliente, con frecuencia es mediada por la organización específica del trabajo en cada
caso; además, la organización del trabajo en la actualidad presenta otras características derivadas del
conocimiento y de la tecnología, lo que hace necesario revisar también lo relativo a las actuaciones
conforme a un código o valores éticos, que suelen señalarse respecto de una profesión; estos esque-
mas o parámetros deben clarificarse tanto al interior de las instituciones formativas como en el seno
de los colegios que aglutinan a los profesionistas.
El conocimiento ha provocado el aumento de profesionistas especializados que tengan dominio
de su área o especialidad, lo cual tiene algunas consecuencias inmediatas. Por un lado hace que los
profesionistas se dediquen a cultivar sólo una pequeña parte del conocimiento, lo que necesariamen-
te hace que el resto del conocimiento quede fuera de su alcance y que, en ocasiones, no se tenga
idea alguna acerca de los conocimientos que no le competen. La especialización trae consigo una
visión parcializada del conocimiento, lo que exige que el profesionista se asocie con profesionistas
de otras especialidades. Las profesiones, por tanto, a la vez que se hacen especializadas, se hacen
parcializadas y condicionadas a asociarse con otros especialistas. El comportamiento ético de los
profesionistas queda condicionado a la mediación de las organizaciones de profesionistas.
El profesionista se forma en la especialidad, pero
el trabajo hace que, una vez especializado, tenga que
trabajar en equipos multiespecializados, por lo que el
comportamiento ético del profesionista se manifiesta
en la acción de todo el conjunto o la asociación (ya es
sólo una decisión personal). La ética profesional ya
no es la ética del profesionista sino la ética de todo
un equipo multidisciplinario o de multiespecialistas,
del cual todos son responsables, ya que en un equipo,
no basta con que cada quien haga el trabajo que le
corresponde; debe haber conciencia de que los resul-
tados del trabajo dependen del conjunto del equipo,
considerado como una nueva entidad, como un equipo
de trabajo, no solamente como un agregado de partes.
La actuación ética, por tanto, debe responder a esta circunstancia: la ética del equipo. En segundo
lugar, también es una exigencia ética para los profesionistas, la actualización en los conocimientos y
ha de ser una constante dentro de la dinámica de la actividad profesional. Para mantenerse vigente el
profesionista debe incorporarse a la dinámica de producción de conocimientos, tratando de seguir su
ritmo en lo que concierne a su especialidad. En todo caso la actualización en los conocimientos hace
que el comportamiento ético profesional se convierta en una ética del conocimiento actualizado.
Parte del compromiso ético del profesionista es la constante actualización y para ello debe
recurrir a las diversas instancias que ofrecen alternativas de este tipo, pero, sólo cumplirá con este re-
querimiento ético si esas entidades educativas están a la vez debidamente reconocidas; es decir, que
sean oficiales, legales. En tomo a este tema suelen presentarse diversas soluciones o problemas:
• Un problema de los más frecuentes es que el profesionista responda a esta situación me-
diante cursos o posgrados, que no siempre están acordes con las necesidades de actualiza-
Ética, sociedad y profesión
62

ción que se demandan desde el mercado laboral. Socialmente el fenómeno se expresa como
credencialización de profesionistas que exhiben títulos, cursos y posgrados, pero que no
son aceptados dentro del mundo laboral.
• También, los profesionistas, en su afán de actualización pueden postergar su entrada al mun-
do laboral (prolongando con ello los años de estudio), aunque se supone que lo harán en me-
jores condiciones, en comparación con los que entraron antes, pero igualmente van a carecer
de experiencia.
• Las exigencias laborales actuales plantean, por un lado, la actualización y por otro la ex-
periencia y capacitación en el trabajo, ambas son importantes, pero hasta cierto punto con-
tradictorias, porque exigen del tiempo completo del profesionista para realizarse adecuada-
mente. Lo ideal, aunque difícil de llevar a la práctica es que la actualización y la experiencia
laboral sean permanentes, como parte de la vida profesional.
• La actualización del conocimiento a través de instituciones educativas formales es una op-
ción válida, pero no para todos los profesionistas, ya que en las sociedades pobres, es urgente
la entrada de profesionistas a la vida laboral, inmediatamente después de su egreso; esto evi-
dencia una situación de competencia por los escasos puestos laborales, con la consecuencia
lógica de que no todos hallan empleo, por lo que tienen que subemplearse o entrar en los
esquemas de la economía informal.
• Los conocimientos obtenidos por un profesionista durante su carrera, se hacen obsoletos al
poco tiempo de egreso y cómo no ha obtenido experiencia laboral, su situación en cuanto al
acceso al empleo es cada vez más difícil. Para ellos, la actualización en los conocimientos
sería una opción difícil de acceder en razón a los costos de posgrados en las instituciones
educativas formales.
Con todos estos componentes, la actualización y la experiencia profesional aparecen hoy en
día como una exigencia ética de la actividad profesional, la cual, a pesar de sus dificultades para
cumplir, se tiene que atender mediante algunas alternativas, principalmente la de autoactualización
aprovechando los medios electrónicos de información, aunque con las limitantes impuestas por la
situación económica.
Las profesiones en la sociedad actual, bajo la exigencia de los avances del conocimiento, han in-
crementado el nivel de especialización del conocimiento que les es propio y han estimulado, a la vez,
la formación de equipos de trabajo multiespecializados; por otra parte, el conocimiento especiali-
zado ha provocado que se descuiden otros campos, que no se consideran importantes en la formación
profesional, o que, en el mejor de los casos, se tiene que postergar su tratamiento hasta que haya
posibilidades de trabajar en el análisis de esas áreas. Los campos de conocimiento emergentes son, por
ejemplo, lo ecológico, la bioingeniería, la nanotecnología y la dimensión multicultural de las socieda-
des actuales, los cuales, aunque a veces son abordados, no ocupan un espacio importante en el currícu-
lo de la formación profesional. Estas áreas constituyen un compromiso, aunque no esté escrito (aún),
para la formación profesional y para el desempeño de los profesionistas, desde el momento en que todo
acto educativo presupone una formación básica o general para convivir y para mantener el equilibrio de
la naturaleza. Tampoco se debe dejar de lado el hecho de la constante generación de conocimientos en
éstas y otras áreas, los cuales debieran estar presentes en toda formación educativa. Por tanto, el com-
portamiento ético de los profesionistas se constituye también sobre la base del compromiso de conocer
acerca de las nuevas áreas que dan sentido a la sociedad contemporánea, como lo son la ecología y la
multiculturalidad, además de la globalización y la información.
Actualmente, el desempeño de la profesión en forma libre, aunque ha sido manifiesta en diver-
sas épocas y sociedades, no es la forma más generalizada de desempeño profesional en el mundo
actual; ahora es más frecuente que la profesión se realice para una organización o para una institu-
ción, de tal forma que el profesionista no siempre tiene contacto directo con el cliente o beneficiario
del servicio, sino que su relación se establece básicamente con la institución u organización que lo
Unidad 3 Los cambios socioculturales y las profesiones
63

contrata. En la actualidad, el Estado sigue siendo una institución que contrata un gran núme-
ro de trabajadores y de profesionistas, además de que en el caso de nuestro país, el Estado Una de las tareas
ejerce funciones que van más allá de las gubernamentales para convertirse en productor y en fundamentales hoy en día,
prestador de servicios (como en el caso del petróleo), por lo que tiene que contratar profe- a efecto de posibilitar una
mejor sociedad, es lograr
sionistas para que se ocupen de estas actividades. La educación, la seguridad y la salud son
equilibrios entre las diversas
otros campos en los que el Estado ejerce gran influencia, porque son de interés social, por lo dimensiones de la actividad
que es un contratante regular de profesionistas para estas áreas. humana. Obviamente éste
El comportamiento ético de los profesionistas se ve orientado por los principios de Ja es el gran reto del siglo xx1,
organización económica o por la institución para la que trabaja, confiriendo nuevos signifi- tanto para la propia sociedad
cados a su actuación. La empresa (y desafortunadamente ahora también algunas universida- como para las instituciones
des) se define por principios económicos; Ja productividad y la competencia aparecen como de educación superior,
¿cómo lograr armonizar las
los principios fundamentales , por Jo que estos principios son valorados por Ja empresa, y
exigencias laborales con
transferidos a sus trabajadores, quienes tienen que asumirlos como si fueran propios. De- las éticas?, ¿cómo encontrar
bido a que el profesionista no tiene relación con el cliente o consumidor, su actuación y/o los equilibrios necesarios
compromiso ético se limita a lo que la empresa le exige, la cual establece los códigos en entre las exigencias de la
relación con su orientación económica. El cumplimiento del profesionista en un contexto sociedad del conocimiento
empresarial se traduce muchas veces en un comportamiento burocrático, es decir, determi- y aquellas que demanda
nado por las reglas establecidas por la organización económica. Las reglas o los reglamentos una formación profesional
integral y apegada a valores?
de trabajo pretenden ordenar la actividad laboral de cada uno de sus trabajadores para con
ello lograr los fines de Ja organización, lo cual limita el desarrollo personal y profesional
del profesionista, ya que sus competencias quedan determinadas por Jo que la organización
o la institución pidan de él (recuérdese el empeño de algunas organizaciones de remitirse o concre-
tarse al manual y no hacer más de lo "necesario"). Aunque en la actualidad la organización laboral
pretende superar los esquemas burocráticos, sus reglamentos, procedimientos, manuales y demás
normas, continúan vigentes como una forma de garantizar el cumplimiento de los trabajadores. De
hecho, con frecuencia las valoraciones éticas que se realizan, se hacen en este esquema de fidelidad
a la empresa u organización ; tal es el caso de las instituciones de gobierno, donde buena parte de la
actividad profesional se evalúa por el cumplimiento de reglas, dejando de lado otros elementos de
carácter ético que pueden ser significativos para el cliente.
Las organizaciones e instituciones que agrupan o que contratan trabajadores y profesionistas
deben también establecer un comportamiento ético que no se limite a las reglas de operación, regla-
mentos o normas de las asociaciones empresariales, puesto que se trata de reglas entre empresas o
con organismos gubernamentales, pero no directamente con el cliente o con el beneficiario, a quien
se considera como el verdadero involucrado en el comportamiento ético de Ja empresa. Por otra
parte, debido a la organización de la producción, en muchos casos las empresas sólo participan en
una parte del proceso de la producción (maquila), por Jo que, para el consumidor final no existiría
un responsable directo, lo cual dificulta establecer las normas éticas que relacionen los productos o
servicios con los clientes. También el trabajador o profesionista empleado por la empresa queda casi
perdido en esta larga cadena de producción, por lo que su actuación ética también se diluye entre
tantas relaciones, quedando como uno de los pocos contactos, el que hay entre el trabajador y la em-
presa. Esta situación se complica aún más si se toma en cuenta que actualmente muchas actividades
profesionales se realizan por medios electrónicos, a veces en diferentes lugares e incluso países, en
entornos virtuales en los que la actuación ética se hace todavía más difícil de establecer, aun por
medio de normas.
La formación de profesionales para su desempeño en el contexto de la sociedad del conocimien-
to es una tarea que se vuelve más complicada debido, principalmente, a la velocidad con la que cam-
bia el conocimiento; las instituciones formadoras de profesionales, deberán por lo tanto anticipar no
sólo los cambios sino las direcciones del cambio en la dinámica de la producción de conocimientos,
y de ninguna manera situarse atrás de los conocimientos, ya que sólo se limitarían a reproducirlos.
Desde este punto de vista la formación de profesionales debe seguir también una ética, en el que
uno de los compromisos más importantes se establezca en relación con el avance del conocimiento.
Ética, sociedad y profesión
64

ACTIVIDAD 7
Discute con otros tus ideas sobre los siguientes planteamientos y escribe tus conclusiones de
manera clara y concisa.
¿Cómo resuelven los profesionistas la dicotomía entre formación genérica y formación
especializada? ¿Qué es más importante ? ¿Qué sucede con las profesiones que privilegian
una formación "generalista'', están fuera de contexto? ¿Cuáles son las posibilidades y limi-
taciones de la especialización?¿ Éticamente hablando es más acertado ser un profesionista
general o uno especializado? ¿Los profesionistas que son profesores debieran especializarse
en su carrera o en la profesión docente? ¿Qué es lo más ético?

Nota. Para entregar a tu maestro esta Actividad y poner tu nombre, grupo, fecha, carrera y facultad,
puedes imprimir su formato desde la siguiente dirección electrónica, sólo tienes que llenar un
breve formulario, obtener tu contraseña, dar clic en UANL y ubicar el libro Ética, sociedad y
profesión, en http://www.recursosacademicosenlinea-gep.com.mx/

Manuel Castells, uno de los teóricos más importantes de la sociedad red, al analizar el trabajo en
la sociedad de la información, distingue, para los propósitos de su propia teoría, entre dos tipos de
trabajo: el autoprogramable y el genérico. El primero se refiere a aquellos trabajadores que cuentan
con una capacidad instalada para poder ir adaptándose o adaptando sus capacidades de acuerdo con
los cambios que se dan en la tecnología y en el conocimiento. El trabajo genérico hace alusión a
aquel profesionista cuya formación lo ha preparado para ser un trabajador "que simplemente recibe
instrucciones y ejecuta órdenes y que incluso no le dejan hacer más que eso''. Esto trae importantes
consecuencias en el empleo, ya que las profesiones o trabajadores genéricos sólo tendrán cabida en
ciertos empleos, o subempleos, los empleos obsoletos y peor remunerados además de que estarán
sujetos a constantes revisiones, desempleos temporales, cambios de empleo y subempleo. Las con-
secuencias en la estructura social también se manifestarán al hacer más amplia la diferenciación so-
cial y ampliar la brecha entre los beneficiarios de la sociedad del conocimiento y quienes se quedan
al margen de esos beneficios, que se exigen a todos para estar actualizados en el conocimiento, la
tecnología y la información.

Resumen
La cultura es el conjunto de todas las formas y expresiones que puede manifestar una determinada
sociedad. Incluye costumbres, prácticas, códigos, normas, reglas y todas las formas posibles de ser,
de vestirse, de vivir una religión, rituales o creencias. La gente suele referirse a la cultura como a
la información y habilidades que poseen las personas, o el conjunto de saberes que logran expresar.
Este concepto es uno de los que más se debaten al interior de las ciencias sociales (sobre todo en la
antropología y en la sociología), precisamente porque es fundamental para comprender o abordar
el estudio de la sociedad. Desde su particular punto de vista, Huntington, considera que existe un
reducido número de civilizaciones principales en el mundo después de 1990. Estas civilizaciones
(ocho) son las que identifica como: occidental, latinoamericana, africana, islámica, sínica, hindú,
ortodoxa, budista. Todas ellas, a la vez, se corresponden en cie1to grado con un territorio geográfi-
co. Entre las civilizaciones que menciona, hay diferencias y coincidencias que permiten convivir y
comprenderse unas con otras, pero también las diferencias pueden causar conflictos precisamente
por las formas diferentes de concebir los fines que se deben de perseguir por los individuos o por las
instituciones. Las culturas se ubican en una sociedad, pero pueden adquirir dimensiones globales,
nacionales o locales y a la vez ello acarrea consecuencias de tipo ético. Especialmente la globali-
zación, el cambio tecnológico y las nuevas condiciones en que ahora tienen que desempeñarse las
Unidad 3 Los cambios socioculturales y las profesiones
65

profesiones, marca diferencias respecto de otras épocas, esto se relaciona con nuestra propia cultura
y en cómo nos insertamos en un mundo complejo como el de esta época. Lejos de la profesión libre
de otros tiempos, el comportamiento ético de los profesionistas se ve orientado por los principios de
la organización económica o por la institución para la que trabaja, confiriendo nuevos significados
a su actuación. Esto obliga a conocer tales circunstancias y prepararse cada vez más para estar en
condiciones de establecer las reflexiones éticas necesarias y actuar en consecuencia.

EVALUACIÓN SUMATIVA
Elabora un ensayo con las ideas sobresalientes sobre esta unidad (estableciendo relaciones con otros conocimientos y
saberes que posees), incluye tus reflexiones y los aprendizajes que te deja en el plano de la dimensión ética del ejercicio
de la profesión que estudias. Considera los siguientes aspectos: los cambios socioculturales, la globalización, la socie-
dad del conocimiento, el papel de las universidades y los cambios y modificaciones que han experimentado las carreras
profesionales; relaciona estos aspectos con la dimensión ética y moral que deben atender las profesiones.
El ensayo deberá contener los elementos mínimos que las reglas de redacción marcan: introducción, desarrollo
del tema y conclusiones, más aparte, suficiente coherencia en las ideas. Los trabajos más destacados por su claridad
y aportaciones podrán ser leídos ante el grupo o, si es posible, participar en un concurso para ser publicados en algún
órgano informativo o de difusión de la Institución.

Nota. Para entregar a tu maestro esta Actividad y poner tu nombre, grupo, fecha , carrera y facultad, puedes imprimir su formato
desde la siguiente dirección electrónica, sólo tienes que llenar un breve formulario, obtener tu contraseña, dar clic en UANL
y ubicar el libro Ética, sociedad y profesión, en http://www.recursosacademicosenlinea-gep.com.mx/

Bibliografía
BELL, DANIEL (2001) El advenimiento de la sociedad post-industrial. Alianza Universidad, Madrid.

DURKHEIM, EMILIO (1982) La división del trabajo social. Ediciones Akal, Madrid.

GELLES, J. RICHARD y ANN LEVINE (2000) Sociología. McGraw Hill, México.

HUNTINGTON, SAMUEL P. (1997) El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial. Editorial
Paidós, Barcelona.

PARSONS, TALCOTT (1974) La sociedad. Editorial Trillas, México.

ThDESCO, JUAN CARLOS (2000) Educar en la sociedad del conocimiento. FCE, México.

ToURAINE, ALA IN ( 1999) Crítica de la modernidad. FCE, México.

_ _ _ _ _ (2005) Un nuevo paradigma para comprender el mundo de hoy. Paidós Ed., Barcelona.

WALLERSTEIN, !MANUEL (2005) Análisis de sistemas-mundo. Siglo XXI, México.

www.letraslibres.com/index.php?art=l2137 - 32k
Los proble · as éticos de la
1 Con te ·do temático
Introducción
4.1 Ética y cultura
4.2 Ética y ciencia
4.3 Ética y política
Bibliografía

rornpetenc·a de unidad
En esta unidad el estudiante:
Desarrolla una actitud reflexiva y tolerante respecto de
las ideas, posturas y soluciones diversas que se plan-
tean a los problemas éticos en medio de la creciente
complejidad moral del mundo.

Eleme tos de la comoetencia


En el desarrollo de la competencia,
el estudiante:
• Identifica los campos de debate o tensión que mayor-
mente generan problemas éticos y morales.
• Analiza cómo debe ser una actitud tolerante ante ideas
diferentes.
• Refl exiona sobre Ja moral y valores, a través de diver-
sas lecturas, como fábulas, poesía, textos literarios o
cotidianos.
• Escribe reflexiones sobre algunos aspectos concretos
de Ja cultura, la ciencia y Ja tecnología que requieren
de un análisis desde la ética.
• Elabora esquemas comparativos o de relaciones sobre
los valores éticos y comportamientos morales y/o po-
líticos del ámbito mundial, nacional o local, y discute
las conclusiones.
Unidad
_uevas sociedades 4
• Identifica los fundamentos éticos en diversos códigos
y declaraciones morales, apoyándose en las unidades
anteriores.
Busca definiciones para los conceptos kantianos de
imperativo hipotético e imperativo categórico y los
relaciona con los usos que les damos hoy.

En el desempeño de la competencia el estudiante:


Discute en grupo y elabora una composición sobre
moral y valores, a partir de la lectura de "La zorra y
las uvas".
Describe las contradicciones éticas que se observan en
los diversos ámbitos de la actividad profesional.
Elabora una composición sobre las reflexiones éticas
en la cultura, ciencia y tecnología, a partir de una se-
lección de ideas discutida previamente en equipos de
trabajo.
Plasma en un breve escrito sus conclusiones acerca de
los fundamentos éticos en diversos códigos.
Diseña un esquema para vincular Jos temas éticos,
morales y políticos de las diversas unidades.
Expone en clase los aspectos éticos, morales y políti-
cos a partir de distintos documentos de Bartolomé de
Las Casas.
Ética, sociedad y profesión
68

UNIDAD 3 Los PROBLEMAS ÉTICOS DE LAS NUEVAS SOCIEDADES

NOMBRE DEL ALUMNO: - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - F E C H A : - - - - - - - -

l. Antes de iniciar el estudio de esta unidad responde el siguiente cuestionario de manera objetiva y clara. La
finalidad es registrar tu desempeño previo, al concluir la unidad vuelve a contestar y podrás determinar el grado
de aprendizaje alcanzado. Este cuestionario también te permitirá reflexionar en el contenido que ya conoces y
concentrar tu esfuerza durante el desarrollo de la unidad en las áreas que no dominas.

l. ¿Qué idea sobre lo bueno y lo malo es la que prevalece en la profesión que estudias?

2. ¿Cuándo sabes que actúas bien o mal?

3. ¿Cómo influyen los hábitos y las costumbres en nuestra formación profesional?

4. ¿Qué entiendes por pluralismo ético?, ¿es lo mismo que universalismo ético?

5. ¿Es la actividad científica una acción despojada de valores?

6. ¿Cómo entiendes la expresión "discurso socialmente aceptado"?, ¿qué relación tiene esto con las normas y
valores?

7. ¿Cuál es la diferencia entre normas y valores?

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fesión, en http://www.recursosacademicosenlinea-gep.com.mx/
Unidad 4 Los problemas éticos de las nuevas sociedades
69

Introducción
Las sociedades son sistemas continuamente cambiantes, de manera que las transformaciones son
un modo permanente de existencia y abarcan todos los niveles y procesos, independientemente de la
voluntad de los agentes sociales. Esto quiere decir que por más que haya quienes pretendan impedir
los cambios, éstos siempre se dan y no tiene mucho sentido oponerse a ellos; lo más inteligente, qui-
zá, sería, cuando eso fuese posible, anticipar los procesos de cambio e introducir los elementos que
los hagan más accesibles o que causen menos perjuicios a Jos posibles afectados. En cierto sentido,
todas las sociedades humanas son nuevas, ya que se están renovando constantemente y cualquier
cambio en cualquiera de sus sistemas o subsistemas supone un nuevo conjunto de interacciones;
tanto el nacimiento como la muerte de una persona en una sociedad llevan a nuevas interacciones y
relaciones de intercambio.
Las sociedades actuales presentan dilemas éticos novedosos, muchos de los cuales no estaban
previstos en épocas pasadas, que requieren de una reflexión muy profunda. Las preguntas sobre lo
que podemos y debemos hacer no siempre tienen las mismas respuestas y estas últimas afectan cada
vez a un mayor número de seres humanos. Es cierto que las cuestiones éticas no deben someterse
al imperio del número, pero las consecuencias por una toma de decisiones incorrecta se hacen cada
vez más trágicas o desdichadas. Los códigos realmente vigentes nunca han sido fijos ni eternos y
basta con echar una ojeada a las discusiones actuales sobre el Corán o la Biblia para ver cómo las
interpretaciones de los textos son una fuente constante de conflictos (para no hablar de las disputas
sobre las leyes en México). Pero algo puede ser casi eterno: todas las sociedades han construido una
imagen de lo bueno y lo malo y Ja historia humana está llena de anécdotas sobre la forma como cada
comunidad resolvió a su manera ese dilema, teniendo éxito o fracasando, según los casos.
Jared Diamond (2006) menciona, por ejemplo, cómo los habitantes de Ja isla de Pascua sobre-
explotaron los recursos sin encontrar una solución a los problemas que ello les planteaba y man-
teniendo los mismos viejos hábitos de resolverlos, cuando se les hacía evidente que ese método
fracasaba y que debían buscar otras vías alternativas. También otras muchas sociedades en la historia
han decaído, como los anasazi , 1 los distintos grupos mayas anteriores al siglo rx, los vikingos de la
Groenlandia noruega y otros más. Un análisis de las modalidades equivocadas por las que intentaron
resolver sus aprietos e inconvenientes nos mostrará cómo los fracasos se debieron más a su incapa-
cidad de cambiar sus dilemas éticos que al desconocimiento técnico.
Lo bueno y lo malo no han sido, de todas maneras, categorías absolutas ni totales, sino que
siempre han aparecido como programas jerarquizados, es decir, como una serie de objetivos y nor-
mas a cumplir que poseen distinto valor, de allí que el esfuerzo exigido para su logro sea variable.
La fábula "La zorra y las uvas" atribuida a Esopo y recontada por numerosos autores a lo largo de
la historia occidental, es un ejemplo de cómo un esfuerzo en pos de un objetivo puede adquirir con-
notaciones diferentes en Ja perspectiva subjetiva; la fábula ejemplifica muy bien el dilema que se le
presenta a muchas personas en infinidad de ocasiones y por las cuales se hace virtud a partir de la
necesidad.
Desde el origen, todo grupo humano ha instituido una serie de comportamientos regulares, lla-
mados hábitos o costumbres, que determinan, modelan, explican y justifican cómo debe comportarse
una persona. Suponemos que en los primeros grupos humanos el comportamiento era uno solo para
todos y no había mucha variedad; cuando se introducía una variación era de forma inconsciente para
el grupo. Las formas de transmisión oral facilitaban esta condición; al no haber registros que permi-
tieran comparar la variación, los cambios que se introducían no impactaban en la percepción colec-
tiva. En el actual mundo globalizado, se presenta una serie de fenómenos que tienen consecuencias

1 Pueblo amerindio que desapareció antes de la llegada de los conquistadores españoles.


Ética, sociedad y profesión
70

ACTIVIDAD 1
Realiza un análisis de la fábula "La zorra y las uvas" y relaciónala o compárala con otra
más: "La zorra y el cuervo"; discute el valor o problema ético que subyace en ellas. Pueden
ser útiles las versiones de Félix María Samaniego o lean de la Fontaine.
Usa de guía estas preguntas: ¿por qué la zorra afirma que las uvas no están maduras ?,
¿qué denota esta afirmación: incapacidad o prudencia o algo más ? ¿Qué tipo de mensaje o
moraleja ofrece esta fábula? ¿En cuál de ellas hay un dilema ético tal cual? ¿Qué relación
tienen ambas situaciones y problemas que plantean con lo que tú te propones al estudiar una
profesión o al enfrentar la vida? Escribe tus reflexiones y compártelas en clase.

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por las consideraciones sobre el comportamiento ético. Desde la época de la historia occidental mal
llamada de los "descubrimientos", una cantidad hasta ese momento impensada y por otra parte cada
vez mayor de personas entraron en contacto.
U na de las consecuencias de lo anterior es la aparición del pluralismo ético, es decir la acepta-
ción de que no todos los seres humanos se rigen por las mismas normas y valores y, en consecuencia,
no todos los seres humanos compartimos los mismos juicios sobre la importancia de ciertas accio-
nes. Pero entonces debemos enfocarnos a la discusión sobre la verdad y sobre el conocimiento que
la gente debe tener de las normas. ¿En qué puede basarse entonces la discrepancia y el desacuerdo y
cómo puede zanjarse la discusión?
Epistemológicamente, se ha pretendido que el conocimiento del mundo, en cualquiera de sus
manifestaciones pero especialmente el que es producto de la actividad científica (que nos atañe des-
de la universidad) , es una acción despojada de valores. Esta falacia, que analizaremos más adelante,
en el apartado sobre ética y ciencia, se ha transformado en la acción social en otra contradicción: no
se trata de que pueda haber acciones despojadas de valor, sino que todos los valores valen lo
mismo.

4.1 Ética y cultura


Es en las sociedades modernas donde aparecen cambios y variaciones no sólo entre grupos sino
incluso al interior mismo de los diversos grupos, de manera que la pregunta sobre cómo debo com-
portarme o qué debo hacer admite más posibilidades que en las primeras sociedades humanas.
René Descartes (2004 ), en El discurso del método, escrito en 1637 (s. xvn), señalaba haber
aprendido en sus viajes que no todos los que piensan de forma diferente a nosotros son bárbaros o
salvajes y que, aun cuando pudiera encontrarse entre los habitantes de pueblos extraños y lejanos
a gente con sabiduría, lo mejor era tratar de acomodarse a los modos de conducta de aquellos con
quienes uno convive, porque Descartes estaba convencido que si le preguntábamos a la gente qué
hacía, nos iba a responder de manera diferente a lo que realmente hacía. Pensaba que cualquiera
puede engañarse y creer oro y diamante a Jo que no fuera más que cobre y vidrio. Esto porque hay
siempre una cultura material y una cultura ideal asimiladas en cualquier población; de allí que los
testimonios de los nativos de una población deben tomarse como una expresión más de lo real, pero
no como algo necesariamente verdadero.
Aquí, una de las cosas en juego es la característica objetiva y la posibilidad de conocimiento que
poseen los enunciados normativos (Vega Encabo y Gil Martín, 2008). Para cualquier grupo cultural
Unidad 4 Los problemas éticos de las nuevas sociedades
71

es cierto que los individuos tratan de ajustarse a las normas del grupo, al menos a tratar de que los
demás así lo crean, porque de lo contrario serán tomados como viviendo fuera de la norma o anor-
males, con las consecuencias sociales que ello tiene. Más grave todavía es cuando las consecuencias
no sólo son sociales, sino también jurídicas o de otro tipo y las personas son sometidas a castigos
psíquicos o físicos.
Si hubiéramos llegado a México hace algunos años y preguntáramos cuántas esposas o compa-
ñeras podían tenerse, nos habrían dicho tajantemente que una sola para toda la vida (o hasta que la
muerte los separe, que viene a ser lo mjsmo), pero en realidad nos habríamos encontrado con muchí-
simas excepciones; la composición de la familia ha cambiado, y la idea de que una pareja bisexual
con sus hijos sea el único tipo de familia existente no sólo es imposible desde el punto de vista ético
sino incorrecta como apreciación de la realidad social. En su novela Arráncame la vida, Ángeles
Mastretta muestra cómo los líderes políticos de la primera mitad del siglo pasado compartían hijos
(y otras cosas) frecuentemente con más de una mujer y que eso no sólo no era motivo de castigo sino
que además solía ser visto como algo de lo cual enorgullecerse, es decir era un valor social muy es-
timado. Por supuesto, la novela no es mera fantasía, sino que refleja un mundo real que otras formas
de discurso no mencionan, en especial el discurso socialmente aceptado.
El discurso normativo ético presenta la apariencia de ser una forma de discurso (argumento o
juicio) asertórico (o asertorio), es decir, se expresa o se da por cierto sin posibilidad de cuestionar
sus fundamentos o sus supuestos (sucede con la mayoría de las creencias que posee la gente, que se
afirman o se niegan como verdaderas de hecho). Por otro lado, es imposible que haya una ética de
Robinson Crusoe, porque las reglas y valores éticos son el resultado de las relaciones humanas y más
concretamente de la forma específica que éstas adoptan en una cultura determinada. Las costumbres,
origen de las normas éticas, se producen y circulan socialmente y es porque la sociedad las legaliza
y las respalda que adquieren fuerza.
Jürgen Habermas (1998) distingue entre normas y valores; las primeras se derivan de expectati-
vas interpersonales de comportamiento compartidas de manera general por una comunidad históri-
ca, mientras que los segundos son el resultado de preferencias intersubjetivas de un sistema cultural.
En todo caso, la diferencia está dada por la característica de subjetividad de los valores con relación
a las normas, aun cuando esa subjetividad no sea expresión de una individualidad pura (cosa por otra
parte inexistente). En otras palabras, cada individuo internaliza la norma a su manera, aunque sea
compartida con otros.
Las normas, por su parte, no son objeto de preferencia sino que debemos cumplirlas indepen-
dientemente de nuestra voluntad, mientras que los valores pueden ser adoptados de manera más
libre y no implican ninguna determinación a nuestro comportamiento, de allí la relativa libertad que
tenemos en una sociedad multicultural para adoptar los valores que más nos interesen o convengan
(como podría suceder en la actualidad). Habermas no evalúa esto de manera completa o acabada,
ya que ciertas normas culturales observadas en ciertos grupos étnicos minoritarios no parecen ser
el resultado de una elección voluntaria sino que se imponen por la presión comunitaria y de allí una
posible e interminable discusión sobre el valor que se transforma en norma, y las presiones de los
grupos étnicos para la adopción de cierto comportamiento sancionado o sancionable. En todo caso,
no toma en cuenta que la distinción entre norma y valor puede ser importante para un profesor uni-
versitario, pero no para otros ciudadanos (con los mismos derechos que él). Algunos de los debates
sobre ciertas leyes contemporáneas presentan esta dificultad; por ejemplo, ciertos grupos religiosos
que se oponen al aborto son incapaces de distinguir entre lo que son sus valores grupales y la im-
plantación de una norma a quienes no comparten esos valores.
Las normas implican una aceptación universal impuesta, mientras que no debemos ni podemos
imponer los valores a aquellos conciudadanos que no los comparten. La historia humana está llena
de episodios donde un grupo que adquiere un poder más o menos hegemónico impone sus valores
como normas a los demás. Las interrelaciones entre las normas, en un sistema social dado, son de
coherencia, lo cual no es válido para los valores, que aún en un mismo individuo pueden presentar
contradicciones.
Ética, sociedad y profesión
72

Los valores, por su parte, no requieren de reconocimiento consciente por parte de sus portadores
ni tampoco apelar a ninguna racionalidad, mientras que las normas pueden (y deben) ser objeto de
conocimiento y sustentarse en una racionalidad explicitada de la forma más coherente y manjfiesta
posible. La norma ética es, pues, discutible, mientras que los valores deben ser aceptados o rechaza-
dos sin la necesidad de un debate; de allí la inutilidad de ciertos debates sobre normas jurídicas que
se derivan de la imposición de valores: no puedo hacer pasar una ley que obligue a la gente a asistir a
oficios religiosos, aun cuando ello se ha hecho (y se hace, lamentablemente) en otras épocas o lugares.
Ni tampoco se puede tratar de imponer un valor como si fuese una norma o a partir de una norma.
Georges Devereux ( 1977) presenta una serie de ejemplos donde se demuestra que las normas
éticas adoptadas por muchas comunidades suelen ser inconscientes en su finalidad , es decir que
realizan prácticas que atentan contra criterios básicos que ellos mismos aceptan, pero que no ven
en esas prácticas una violación a sus valores. Esto reintroduce el problema de la universalidad de
valores y universalidad de comportamientos .
Desde cierta perspectiva, el universalismo ético es una postura ética con las mismas virtudes y
defectos que otras de las que son tratadas o refe ridas en este texto, como cinismo, convencionalismo,
consecuencialismo, epicureísmo, estoicismo, existencialismo, pragmatismo y demás. El universalis-
mo acepta como elemento sustancial de la vida humana la existencia de normas y valores válidos
para todos los seres humanos en cualquier circunstancia y momento y los teóricos suelen hablar de
dos corrientes fundamentales:
l. Por un lado, el iusnaturalismo, doctrina que parte de la existencia de una ley natural, fundada
en la misma naturaleza del ser humano y de las cosas.
2. Por otro lado, las éticas dialógicas o consensuales, cuyos fundamentos se derivan de las con-
diciones de la intercomunicación humana.
El iusnaturalismo fracasa porque es difícil establecer una condición de naturaleza sin partir de
la alteración de ella misma por Ja vía de la cultura. En una palabra, parte de nuestra propia condición
de ser social, socializado en una cultura dada en un momento histórico dado . Una de las razones por
las que el iusnaturalismo está en retroceso es que apela a la ontología como base de justificación de
su postura (Taylor, 2006), y hace ya tiempo que la ciencia dejó de buscar las explicaciones de los
fenómenos de la naturaleza en entes esenciales.
En cuanto a Ja ética consensuada, ésta es uno de los objetivos centrales de la obra intelectual de
Jürgen Habermas, especialmente en su teoría de la comunicación humana (Habermas, 1979, 1983,
1989). La idea de una convención aceptada nos puede hacer caer en el relativismo o escepticismo
contextualista. Cuando se hacen manifestaciones populares (de supuesta mayoría) solicitando la
pena de muerte para ciertos crímenes que muestran una gran carga de horror (¿puede medirse el
horror?), suelen presentarse como argumentos opuestos la apelación a una condición universal o a
principios universales. El debate es, otra vez, inadecuado o falso, si se prefiere: ni las mayorías de
opinión ni las condiciones de universalidad pueden soportar ningún juicio ético, sino la racionali-
dad del proceso con relación a las concepciones éticas vigentes y plasmadas en normas específicas.

ACTIVIDAD 2
¿Cuál es la diferencia entre universalismo ético y la llamada ética consensuada ? Elabora un
cuadro comparativo para identificar sus rasgos comunes o diferentes.

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Unidad 4 Los problemas éticos de las nuevas sociedades
73

Pensar, incluso, que las normas vigentes en una sociedad concreta pueden ser la base de una ética
o de una moral excluye la posibilidad de una moralidad crítica, es decir la posibilidad de que una
norma vigente pueda ser cuestionada por varias razones. Esto nos lleva a la posibilidad de la duda o
incertidumbre ante hechos nuevos, como veremos enseguida en el apartado sobre ética científica.

4.2 Ética y ciencia


El ideal básico de la ciencia es el descubrimiento de la verdad, una entidad difusa y confusa. Pero,
cualquier cosa que sea la que busquen los científicos, es admitido por ellos y por los legos que lo
hacen con absoluta libertad, ya que de no ser así no encontrarían la verdad sino lo que los poderes
ajenos o extraños impusieran al científico. Esto ha llevado a una conclusión inadecuada, la existen-
cia de una verdad universal que sería inatacable por parte de los seres humanos (y que ha tenido
como consecuencia perversa el que algunos científicos crean o se crean o sean considerados como
una especie particular de seres humanos, más cercanos a los dioses que al resto de sus congéneres).
Tampoco es correcto hablar de que todos los científicos busquen una "verdad" independiente de su
condición social y política, tal como se verá enseguida. En todo caso, la actividad científica ha es-
tado siempre plagada de mitos , entre los cuales el de la honestidad del científico ha tenido un lugar
preponderante (Moledo, 2008).
Se ha pretendido, por parte de ciertas corrientes de filosofía de la ciencia, que la actividad cientí-
fica y sus productos son una actividad en la que no cuentan (o al menos no deben contar) los valores.
Esto ha tenido discusiones que se han acrecentado desde finales del siglo x1x. En 1904 Max Weber
escribía, al hacerse cargo de la Revista de Sociología alemana, que una ciencia empírica no puede
obligar a determinados valores, pero no se puede prohibir a los científicos que expresen los valores
que defienden; en todo caso, el autor y los lectores deberían tener clara conciencia de los criterios
utilizados para llegar a sustentar determinados juicios de valor, además de que debería indicarse al
investigador como sujeto de voluntad, es decir de sentimientos y no de racionalidad (Weber, 1973).
Nuestra visión es que el juicio de "verdadero" o "falso" no es aplicable a las sentencias cientí-
ficas o de teorías científicas. Vale para los performativos (no para los pseudoperformativos) y las
expresiones deónticas (o deontológicas), pero no para los juicios de realidad, incluidas las expresio-
nes poéticas. Tomemos la metáfora
La mano jironada de un mendigo agrava la tristeza de la tarde (Borges, 1998:58).

¿Qué significaría que se diga que la expresión es verdadera o falsa? Absolutamente nada. La dis-
cusión no tiene sentido; sería como lo que se denominan discusiones bizantinas, que podrán servir
para agilizar nuestra capacidad de debate, pero que no aportan nada a una mayor comprensión del
mundo.
No se trata de que la verdad tenga o no carácter normativo, sino que las expresiones normativas
adquieren carácter de verdad por la aceptación de la comunidad que las adopta. Si se dice "está
prohibido matar a una persona" no importa el carácter de verdad de la expresión en un sentido abso-
luto, sino que quien cometa esa acción recibirá un castigo, por lo cual la gente se abstiene de matar
a alguien, salvo que intuya o sepa que quedará impune porque nadie se enterará (hay otras formas
de acción en que puede quedar impune, por deficiencia de los sistemas jurídicos u otras, pero aquí
interesa el fenómeno del conocimiento o desconocimiento por parte de otros). Que alguien se entere
significa que hay un otro que "sabe" o que "conoce" de la violación de la norma, por lo cual nos
encontramos otra vez con el problema del conocimiento y la verdad.
Anteriormente nos referimos a la imposibilidad de una ética robinsoniana, ahora reafirmamos
ello desde esta perspectiva, es decir, lo que suele llamarse "verdad" en ciencia lo es por ser admitido
por una comunidad científica en un momento histórico dado.
¿Mentía Aristóteles cuando llegaba a la conclusión de que la Tierra estaba en el centro del
universo? Aristóteles nunca descubrió hechos astronómicos nuevos, pero estaba preocupado por
presentar una síntesis del universo, síntesis que expusiera un marco unificado dentro del cual cu-
Ética, sociedad y profesión
74

pieran todos los datos conocidos por los astrónomos de su época (Hanson, 1978). Mucho de lo que
dijo puede ser considerado corno falso a la luz de los datos actuales, pero no puede negarse que
buscaba acomodar los cálculos dentro de una teoría ornnicomprensiva. Ésa fue su empresa científica,
de la misma manera que Newton o Einstein años más tarde realizaran tareas similares. Al dar una
explicación más o menos coherente y ordenada, logró que fuese admitida por muchos años corno
la explicación verdadera del universo, lo cual tampoco significa que los aristótelicos hasta el siglo
xv1 fuesen seres incapaces. Lo que se quiere destacar es este carácter situado de lo que se considera
verdad científica: es para un sujeto epistémico históricamente situado que Ja versión aristotélica se
acepta corno verdadera, mientras que en ese momento había también otras explicaciones (desde
cierta perspectiva tan falsas corno las aristotélicas) que fueron descartadas. A diferencia de los dog-
mas religiosos, las verdades científicas siempre estarán en la posibilidad de ser corregidas; el punto
en discusión, que no abordaremos aquL es qué es lo que permite, en un momento dado, aceptar una
visión o perspectiva para descartar otra.
En 1932 se inició en Ja ciudad de Tuskegee (Alabarna, Estados Unidos), una larga experiencia
(duró cuarenta años, hasta 1972) cuya presentación lleva como título original The Tuskegee Study
of Untreated Syphilis in the Negro Male, estudio para el cual se seleccionó a 399 afroamericanos,
pobres y una mayoría de ellos analfabetos, para ser objeto de una investigación que pretendía evaluar
los efectos físicos y psíquicos de la evolución de la enfermedad (hubo un grupo de control compues-
to por 201 hombres que no presentaban el padecimiento). En ese momento, los tratamientos dispo-
nibles para Ja sífilis, a base de arsénico y mercurio, parecían ser efectivos pero eran muy agresivos
para el paciente; el proyecto se echó a andar y el objetivo de quien fue el iniciador del experimento,
Taliaferro Clark, fue hacer un minucioso estudio de la evolución de este grupo durante los primeros
6-8 meses para después administrarles los medicamentos bajo estricto control. Sin embargo, Talia-
ferro Clark quedó desvinculado del proyecto un año después del inicio de los trabajos y el proceso
siguió por otras vías. El retiro de Clark fue el resultado de disidencias con el grupo de investigadores
que comenzó el estudio, formalmente un grupo creado como parte de la sección de enfermedades ve-
néreas de la oficinas de salud del gobierno de los Estados Unidos (U.S. Public Health Service). Uno
de los reemplazantes de Clark, Rayrnond Vonderlehr, consiguió el consentimiento de los pacientes
para punciones lumbares (con el objetivo de encontrar rastros de neurosífilis), usando corno argu-
mento que era un tratamiento especial gratuito que les aliviaría sus problemas. Vonderlehr también
convenció a Eunice Rivers, una enfermera afroamericana, de la importancia y valor del estudio, y
esta enfermera fue la única persona que permaneció en la investigación por los cuarenta años (que
es una de las tantas paradojas del estudio).
Después de la proclamación del Código de Nurernberg (que mencionamos más adelante) y del
descubrimiento de la penicilina como un medicamento eficaz para el tratamiento de la sífilis, los
pacientes fueron mantenidos sin ningún tipo de atención especial para su mal. El estudio no fue se-
creto; se publicaron, desde 1954, varios reportes de investigación y al principio recibió una generosa
donación de la Rosenwald Fund. Al final del estudio, sólo sobrevivían 74 personas; 28 habían muer-
to como consecuencia directa de la sífilis, 100 a partir de complicaciones derivadas del trastorno.
40 de las viudas estaban infectadas y 19 hijos tenían sífilis congénita. La opinión pública no pareció
tener ningún conocimiento hasta que el 25 de julio de 1972 el periódico The Washington Post publi-
có una nota que se convirtió en noticia de primera plana de The New York Times el día siguiente. El
entonces senador Ted Kennedy impulsó una ley de indemnización por la cual se les repartió nueve
millones de dólares a los sobrevivientes y a sus herederos y se sentaron las bases para lo que luego se
convertiría en el informe Belmont. En 1997, el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, señalaba
que "el gobierno de los Estados Unidos ha cometido un acto vergonzoso( ... ) fue una atrocidad con
nuestro compromiso con la integridad y Ja igualdad de los ciudadanos( ... ) fue algo que no se debió
haber hecho, algo claramente racista y debemos terminar con el silencio".
Por la misma época de este perverso proceso, se desarrolló en Europa un fenómeno político
social que tendría efectos en todo el mundo: el surgimiento del nacionalsocialismo alemán, más
vulgarmente conocido como nazismo.
Unidad 4 Los problemas éticos de las nuevas sociedades
75

Ética
y
cultura

Ética Ética
y y
política ciencia

A partir de la toma del poder por Hitler, en 1933, la tecnología y otras actividades de la ciencia
aplicada fueron puestas al serv icio del sistema político, donde todas las actividades de las institucio-
nes debían contribuir a una causa unificada, la grandeza de la Alemania del Tercer Reich.
La actividad científica, en especial en las ciencias relacionadas con el ser humano, fue puesta
al servicio del impulso de la ideología nazi; en el caso de la física, a la expansión de la producción
en concordancia con los fines militares del régimen, que en la práctica equivalía a apoyar y sostener
al sistema político. La propaganda nazi insistió en presentar al régimen como un modelo de van-
guardia en la modernización del país impulsado por las innovaciones tecnológicas. Sin embargo, la
modernización y la unidad política presentaban numerosas contradicciones: se quemaron libros en
1934, se excluyó a casi todos los científicos de origen judío (la mayoría de los cuales emigraron), la
ciencia básica se estancó y en cuanto a la ciencia aplicada, la compulsión a desarrollarla en función
de las necesidades político-militares produjo mucha ineficiencia y malgasto de recursos (Cornwell,
2005). Proyectos como el del avión de propulsión a chorro, la bomba atómica o la ametralladora le
parecían a Hitler el resultado de la "pseudocienciajudía". Hitler personalmente tenía una compren-
sión limitada del conocimiento científico y sus conocimientos sobre el mundo estaban influidos y
entremezclados con pensamiento mágico, como sus creencias sobre astrología.
Pero la ética científica no se jugaba sólo en los temas y procesos de investigación sino también
en la organización de la ciencia y las actividades de investigación, que son inseparables: la idea de
científicos un poco locos o un tanto neuróticos trabajando en un laboratorio aislado y sin contactos
con el mundo exterior es puramente imaginaria; en la práctica, los científicos (y en la Alemania nazi
mucho más) se mueven dentro de instituciones dentro de las cuales reciben los apoyos financieros
y materiales para sus investigaciones, con relaciones de poder con colegas, superiores e inferiores,
con disputas por la distribución de recursos, con necesidades personales que satisfacer y demás con-
diciones de vida y existencia sometidas a procesos de intercambio de todo tipo con el resto de los
miembros de la sociedad.
La eugenesia, que tuvo un cierto auge en Gran Bretaña y Estados Unidos a fines del siglo XIX,
tomó un ímpetu especial a principios del siglo xx en Alemania (Cornwell, 2005). Un pseudodarwi-
nismo y una mitología que imaginaba una supremacía de los grupos étnicos arios contribuyeron a su
difusión entre la población, justificando los delirios de algunos científicos. A ello se sumó el hecho
de que los investigadores más destacados de la psiquiatría se unieron a la causa del nacionalsocia-
lismo. Uno de ellos. Ernst Rüdin, llegó a proponer que se esterilizara, los esquizofrénicos y a los
maniacodepresivos (entidad que algunos llaman hoy trastorno bipolar).
Sin embargo, no todo era monolítico y por ello es curioso que Heinrich Himmler, el jefe de las
SS y responsable de la política de represión nazi (incluidos los campos de concentración), impulsara
un programa de investigación a partir de sus propias ideas delirantes. Obsesionado por Ja pureza de
lo que él consideraba la "raza aria", reunió a un conjunto de científicos, antropólogos, biólogos, ento-
Ética, sociedad y profesión
76

mólogos y otros para reunir antecedentes en diversas partes del mundo que pudieran mostrar el origen
puro de los arios (una idea sin sentido, pero que motivó diversas investigaciones). Construyó una teoría
de todas las cosas, Welteislehre , que incluía todas las explicaciones para todos los objetos y seres del
mundo y del espacio infinito. A pesar de que en su momento el fisico Philipp Lenard lo ridiculizó pú-
blicamente, sus experimentos no fueron nunca cancelados sino sólo se desarrollaron de manera más
discreta. Con ciertas insuficiencias físicas, ya que tenía un cuerpo enfermizo que le impidió ingresar a
las fuerzas militares, estuvo obsesionado por la salud e intentó prohibir todos los alimentos que eran
perjudiciales para el pueblo alemán. Sus acciones muestran hasta qué punto se puede llegar cuando
un individuo adquiere poder en un cierto ámbito e impulsa sus ideas extravagantes sin controles éticos
institucionales.
Philipp Lenard, quien obtuviera el Premio Nobel de Física en 1905 por sus experimentos con
los rayos catódicos, fue uno de los principales difusores de las relaciones entre ciencia e ideología,
asimilando la física que él consideraba auténtica (la física clásica) a la pureza de la etnia aria y en
contraposición a una ciencia degenerada o falsa que era la creación del judaísmo. Tamaña argucia
fue inmediatamente asimilada por los jerarcas del régimen, que vieron en ello la justificación de su
política a través de la ciencia. Lenard, en realidad, a pesar de sus méritos científicos, era un indivi-
duo de carácter mezquino y envidioso, mostrando que no siempre los científicos poseen esa especie
de superioridad racional que suele atribuírseles. Con rasgos paranoicos, desarrolló inquina contra
otros científicos a quienes consideraba como ladrones de sus ideas, contra los cuales intentó diver-
sas formas de agresión. Paralelamente, debido a una serie de desventuras personales, desarrolló un
profundo odio hacia los judíos, a quienes consideraba responsables de su tragedia. Lenard promovió
en los años 20 del siglo pasado una serie de conferencias en contra de la teoría de la relatividad eins-
teiniana, donde conjuntaba su ideología con su concepción científica. En 1929 publicó Grosse Na-
tutforscher (Grandes investigadores de la naturaleza) en el cual analizaba la biografía de quienes él
consideraba los grandes científicos de la humanidad, subrayando su carácter de arios y alemanes.
El ascenso de Hitler al poder en 1933 tuvo consecuencias trascendentales para el desarrollo de
la ciencia en Alemania, planteándose una serie de cuestiones éticas. Todos los profesores universita-
rios con un rastro de herencia judía fueron separados de sus cargos. El 1O de mayo, la Federación de
Estudiantes Alemanes organizó una quema de libros que abarcó alrededor
de 10 000 títulos, entre los que figuraban los de todos los autores de origen
judío más aquellos que contenían ideas "peligrosas" para el nazismo. Los
puestos dejados vacantes por los expulsados fueron rápidamente ocupados
por muchos jóvenes ambiciosos y desempleados que no tuvieron ningún
dilema ético en ejercer como docentes . Pocos fueron los que manifesta-
ron alguna oposición a ello y cuando en la universidad de Düsseldorf un
maestro se negó a ocupar una plaza de un profesor judío despedido, fue
expulsado.
Alguno, como Max Planck alegó en su oportunidad que se trataba de
proteger la ciencia alemana hasta que llegaran otros tiempos más favora-
bles y que si se resistían, los puestos serían ocupados por mediocres que
harían retroceder la ciencia. Aun cuando en 1947 Planck publicó un relato
sobre una entrevista que habría sostenido con Hitler intercediendo por los
judíos, hasta 1937 siguió trabajando para el sistema científico alemán de
la época. Su papel, con todo, ha sido discutido y contradictorio; en 1944
uno de sus hijos fue implicado en el atentado contra Hitler y brutalmente
asesinado por la Gestapo.
En la actualidad, la ciencia presenta problemas éticos de diverso tipo, al-
gunos similares a los que se dieron en el régimen nazi, pero otros también
de nuevo surgimiento. Entre ellos, las diversas formas de fraude y su detec-
ción y eliminación (asociado a lo que mencionamos sobre cómo aceptar o
rechazar un viejo o un nuevo conocimiento), la elección de los problemas
Unidad 4 Los problemas éticos de las nuevas sociedades
77

ACTIVIDAD 3
Busca aspectos biográficos de Fritz Haber y Lise Maitner y describe las contradicciones
éticas a que se vieron sometidos en su vida y por qué se consideran como tales. Comparte los
resultados de tu investigación y discute grupalmente las conclusiones que se generen.

Nota. Para entregar a tu maestro esta Actividad y poner tu nombre, grupo, fec ha, carrera y facultad, pue-
des imprimir su formato desde la siguiente dirección electrónica, sólo tienes que llenar un breve
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importantes a investigar o la prioridad de uno u otro, las metodologías de evaluación de programas


sociales (incluyendo la utilización de marginados o presos para experimentar con ciertos productos o
programas o poblaciones de países pobres para probar medicinas que serán usadas en países ricos),
la apropiación de un descubrimiento por otro investigador (Newton murió convencido de que Leibniz
le había robado la idea del cálculo infinitesimal), la injerencia de las empresas farmacéuticas en
la interpretación de los resultados de experimentos farmacológicos , las diversas investigaciones
con fines militares, el "invento" de ciertos trastornos o enfermedades para justificar la venta de
un medicamento, la manipulación del diseño de investigaciones, de las técnicas o de las con-
clusiones para complacer a un patrocinador (menos que los graves de fraude, mentira y plagio),
además de otros específicos del campo de la bioética, algunos de los cuales serán mencionados a
continuación. Lo importante, especialmente en el caso de las diversas formas de engaño, es que
tarde o temprano son descubiertos, por la característica de la ciencia de autocorregirse.
En los últimos tiempos, un debate intenso tuvo lugar en Estados Unidos de América cuando
Bush impuso una negativa a la financiación de investigaciones con células madre, en agosto de
2001. Pese a que el Congreso de ese país promovió en dos ocasiones un decreto para el levan-
tamiento de dicha restricción, Bush impuso su capacidad de veto. Recién en marzo de 2009, el
nuevo presidente estadounidense, Barack Obama, levantó esa prohibición (AFP, 2009).
Ésta es, quizá, la última muestra que tenemos de la imposición de criterios ideológicos a la
investigación científica, una continuidad de las políticas nazis que mencionamos. Es aceptable
que, en el extremo, todas las investigaciones suelen tener algún criterio ideológico que las sus-
tenta, pero ese criterio ideológico suele atenerse al supuesto de un progreso en el conocimiento
que permita una mejor condición para los seres humanos, que en el caso de las células madre no
se justificaba o, peor aún, se presentaba en sentido contrario. Las células madre son consideradas
una fuente potencial en el tratamiento de enfermedades, pues poseen la cualidad de poder trans-

ACTIVIDAD 4
Busca información y datos sobre las investigaciones de Hwang Woo- suk acerca de las células
madre y analiza los valores y comportamientos éticos puestos en juego. Escribe tus reflex-
iones al respecto, elabora argumentos sólidos de aprobación o desaprobación sobre el tema;
discute y comparte estas ideas con el grupo.

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Ética, sociedad y profesión
78

formarse en cualquier tipo de tejido celular y por tanto en reemplazar las partes del cuerpo humano
dañadas o perdidas. El punto de debate es que provienen de un embrión al que se debe destruir para
poder extraerlas y desarrollar así los experimentos, y ciertas personas creen que un embrión viable
constituye ya un ser humano, de allí su oposición. Por diversas razones, no profundizaremos aquí
sobre qué es un ser humano, pero ese problema, ontológico, determina en muchos casos y ocasiones
la pertinencia de los juicios éticos.
Los problemas éticos en la ciencia no se agotan en el laboratorio; tienen que ver, y mucho, con
las políticas científicas. Toda política, cualquiera que sea el campo en el que se presente, significa al-
gún modo de opción ética, a pesar de que haya quienes puedan ver esto como demasiado incluyente.
Tómese el área que se quiera: si desarrollamos una política de apoyo a los pobres, nuestra condición
ética implica la ayuda a quienes tienen dificultades en este mundo ; si desarrollamos una política de
inversiones en un sector de la industria, la de la aviación, por ejemplo, es porque damos un valor
especial a esa rama de la industria, y como ya lo expresamos en varias ocasiones en este texto, las
opciones de valor son siempre opciones éticas.
Cuando se dice que la política es involucrar una mayor cantidad de inversión proveniente de
fondos de origen privado en la investigación, se está planteando un problema ético: ¿quién y por qué
debe financiar la investigación científica?Y este problema ético no tiene una solución aislada de otros
dilemas, como el sentido de la investigación, su integración con otras actividades de la sociedad y así
hasta enlazar múltiples aspectos. Aun en el caso de decidir el apoyo a un grupo u otro de investigación
con relación a cierto proyecto, se juegan dilemas éticos, como la imparcialidad en las preferencias
personales con relación a los investigadores que los componen, la responsabilidad que los grupos de
investigadores asumen con relación al uso y los resultados de las investigaciones, y así por lo demás.
Volvamos a la Alemania de los años veinte del siglo xx. El Tratado de Versalles especificaba
que Alemania no podía tener aviación militar y que debía reducir su ejército y su marina; asimismo,
que no podía fabricar tanques de guerra y armas con un calibre superior a 105 mm. También estaba
prohibido que se dedicara a fabricar submarinos.
En 1933, las principales sociedades alemanas de ingenieros se vieron seducidas por las prome-
sas nazis de un rescate de su posición, deteriorada después del fin de la Primera Guerra Mundial.
Importantes empresas alemanas implantaron sedes en otros países y allí desarrollaron lo que tenían
prohibido, o también se aplicaron en artefactos que se utilizaban para uso civil pero proporcionaban
conocimiento tecnológico de aplicación militar, como automóviles o planeadores.
Una de las aplicaciones tecnológicas que no se mencionaban en el Tratado de Versalles era el
desarrollo de la cohetería, quién sabe por qué. Y fue allí donde se perfeccionó uno de los instru-
mentos militares más importantes para la resistencia del ejército alemán durante la Segunda Guerra
Mundial. Wemher von Braun desarrolló las VI y V2 que asolaron a los ingleses en los últimos años
de la contienda (y después fue el principal impulsor de los cohetes estadounidenses al espacio, esti-
mulando el mito de que la ciencia y la tecnología carecen de dilemas éticos).
La tecnología, desde la invención de la agricultura, ha permitido al ser humano el dominio del
mundo, entendido como la realidad circundante a todo grupo humano, incluido el mismo grupo.
El uso de la tecnología ha traído y traerá siempre cuestiones éticas asociadas. Por ejemplo, en la
expansión de nuevas técnicas de cultivo agropecuario en el siglo XIX comenzaron a utilizarse en Ho-
landa residuos industriales orgánicos, entre ellos, los huesos animales, como forma de enriquecer los
suelos. La técnica se introdujo en Gran Bretaña, aumentando la demanda de huesos hasta tal punto
que en la década de 1880 se compraron restos de los cadáveres del campo de batalla de Plevna (act.
Pleven, Bulgaria), citado por Derry y Williams ( 1977). Este comportamiento no parece haber provo-
cado grandes cuestionarnientos éticos en su momento. Asociado a eso, muchos países introdujeron
barreras arancelarias a los productos importados con el objetivo de proteger a sus agricultores y
campesinos, una de las cuestiones éticas de la economía que genera los mayores enfrentamientos.
Para fines del siglo, también, la mayoría de los alimentos que se consumían en los hogares se
preparaban en la casa, sólo las "malas" amas de casa compraban la comida ya hecha (todavía tene-
mos en México quienes dicen que las "malas" amas de casa compran las tortillas en la tortillería). La
Unidad 4 Los problemas éticos de las nuevas sociedades
79

tecnología de tratamiento y conservación de los alimentos, como el enlatado, cambiaron hábitos y costumbres
famjliares haciendo, en su momento, aparecer problemas éticos que hoy nos parecen ridículos. El enlatado y
otras formas de conservación hjcieron necesaria la aprobación de leyes que controlaran los procedimientos,
para asegurar su grado de salubridad; aún así, fue en 1898 cuando en Estados Unidos se prohibió legalmente el
uso de carnes conservadas en formol para alimento de la tropa militar. Pero en general, todo el progreso tecno-
lógico, no sólo en la producción de alimentos, ha favorecido a quienes han usado su mayor capacidad producti-
va para dominar a otros grupos o pueblos, según se trate. Pero ese dominio del mundo debería hacerse sin que
implicara el dominar a otros seres humanos, que deberían siempre ser tratados en condiciones de igualdad.
La vigilancia ética sobre los procesos industriales no puede tener límites: en China, entre fines de 2008 y
principios de 2009 se produjo leche adulterada con melamina que provocó la muerte de varios bebés y afectó a
cientos de miles en todo el mundo; la melamina aumenta artificialmente el contenido de proteína dándole a la le-
che una apariencia de mejor calidad. En el juicio que se siguió a los responsables y por el cual hubo dos condenas
a muerte, se descubrió que la práctica era bastante común en al menos 20 industriales de la leche en ese país (El
Clarín, 2009). Una de las tentaciones de muchos de quienes piensan que la ética es la falacia naturalista, es decir,
de concebir una naturaleza intrínseca a las cosas y a partir de allí elaborar un deber ser; el iusnaturalismo, como
concepción filosófica del derecho, está en retroceso, pero sus ideas se mantienen en ciertas concepciones de la
ética. Como ya lo mencionamos, el problema es ontológico y epistemológico, ya que se trata de establecer qué
es la naturaleza y cómo llegamos a su conocimiento. Por ejemplo, que el ojo tenga una especialización funcional
para ver no quiere decir que deba ver y tampoco que no se podría ver de otra manera; de hecho, el ojo humano
tiene serias limitaciones, algunas que facilitan cierta percepción del mundo y otras que lo dificultan. Si el ojo
humano no fuera imperfecto, no habríamos tenido cine o televisión (o serían técnicamente diferentes a lo que son
en la actualidad); pero además, si el ojo no tuviera ciertas imperfecciones, como la imposibilidad de ver lo micro
o lo macro, la experiencia humana se habría desarrollado en otras direcciones (no tendríamos microbiología, ni
microscopios, nj observatorios astronómicos si no fuera por esas dificultades, por ejemplo).
La naturaleza, tal como la conocemos, es el resultado de la experiencia humana y la mayoría de los logros
de la ciencia se han hecho en contra de la naturaleza (producir alimentos, curar enfermedades, viajar en avión,
por citar sólo tres cosas, se hacen en contra de las leyes naturales: en contra de las tendencias de los vegetales a
seguir un ciclo determinado por las propias fuerzas naturales, en contra de los bacilos y otros agentes patógenos
a ocupar sus espacios naturales, en contra de la ley de la gravedad, una de las leyes de la naturaleza que más
dolores de cabeza ha traído a la humanidad). Los oídos de los perros captan sonidos que no podemos captar los
seres humanos y los propios seres humanos somos capaces de captar en la juventud sonidos que no se pueden
percibir después de cierta edad. Esto último ha permitido que ciertos gobernantes de Inglaterra idearan un
sistema de control (más bien de eliminación) de los jóvenes: produciendo estos sonidos en colonias de adultos
pretendían hacer huir a los jóvenes que se acercaban a su territorio. Piénsese en todas las implicaciones éticas
de un acto como éste.
Hablar de bioética no es lo mismo que hablar de la ética de la naturaleza. Esta última sería un concepto
vacío, si estamos de acuerdo en todo lo dicho aquí; mientras que la bioética alude a la forma en que nos rela-
cionamos con el conjunto de seres vivos. Para Ramón Valls (2003), el término bioética comenzó a utilizarse a
partir de 1970. Sin embargo, distintas organizaciones (como los colegios profesionales de la medicina y la psi-
cología en Estados Unidos) poseían códigos de ejercicio profesional que atendían a problemas éticos. En 1978
apareció en Estados Unidos de América un informe conocido como Informe Belmont, consecuencia un tanto .
tardía de los sucesos de Tuskegee ya mencionados antes. El informe Belmont, a su vez, recogía experiencias
previas, como el Código de Nuremberg y la Declaración de Helsinki.
El Código de Nuremberg fue una de las derivaciones del juicio a los criminales nazis celebrado en esa
ciudad alemana al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Redactado en parte por Leo Alexander, constaba de
diez principios que no fueron legalmente establecidos pero que sirvieron de referencia para las decisiones ju-
diciales y para otros documentos posteriores, como la Declaración de Helsinki. En líneas generales, esos diez
principios establecían:
l. La necesidad de obtener el consentimiento voluntario de los seres humanos que fuesen sujetos de
investigación en el campo de la salud; consentimiento, por supuesto, que sólo podía ser otorgado por
individuos libres, conscientes y con conocimiento adecuado de las prácticas a que serían sometidos.
Ética, sociedad y profesión
80

2.Los experimentos deberían ser hechos cuando no hubieran otras posibilidades metodológi-
cas para hallar resultados, siempre en pro del bienestar de la sociedad.
3. Los experimentos deberían ser diseñados en función de investigaciones previas con anima-
les y anticipar resultados que justificaran la implementación del experimento.
4. Los experimentos deberían evitar todo tipo de sufrimiento físico y mental.
5. No podrían realizarse (los experimentos) cuando se sospechara la posibilidad de muerte de
los sujetos, salvo en los casos que el propio médico o investigador fuera el que se encontra-
ra en esa condición.
6. Los niveles de riesgo nunca deberían exceder los posibles beneficios humanitarios de la
solución buscada.
7. Toda la preparación deberá estar en condiciones de evitar la muerte o cualquier otro tipo de
daño a los sujetos.
8. Los experimentos sólo pueden ser realizados por personas científicamente competentes.
9. En el transcurso de la investigación, los sujetos deben estar en libertad de abandonarlo en
cualquier momento.
10. El científico debe estar en condiciones de terminar con el experimen.to en cualquier mo-
mento si cree que puede provocarse algún tipo de perjuicio para los sujetos.
Algunos años después, la asociación que reúne a los médicos de todo el mundo (WMA, World
Medica! Association) hizo público en la ciudad de Helsinki un documento que se conoce popular-
mente como Declaración de Helsinki, aunque ya había sido publicada con anterioridad en varias
ocasiones y alcanzó su forma casi definitiva en esa ciudad en el año 2000. Está encaminada a regular
la investigación de la práctica clínica médica y una de las variaciones importantes con relación al
Código nurembergiano es la atenuación de lo que se concebía como consentimiento en esta última
regulación.
Los problemas éticos en ciencia no se agotan con las relaciones entre científicos y sus objetos
de estudio, sino que también abarcan las relaciones que los científicos tienen entre sí para producir
el conocimiento; estas relaciones incluyen los problemas de la organización de la investigación y
quiénes tienen derecho a la toma de decisiones (y derecho de veto), 2 la determinación de prioridades
(incluyendo las asignaciones presupuestarias); el uso, adecuado técnicamente, de los instrumentos
de investigación, las interpretaciones de los resultados y los medios de publicidad y comunicación
de los hallazgos.

ACTIVIDAD 5
Revisa los cambios entre las diversas versiones de la Declaración de Helsinki y discute sus
principios y fundamentos éticos. Relaciona esto con los fundamentos y principios de la bioé-
tica. Elabora una matriz con varias columnas que te permita anotar en cada una de ellas las
versiones localizadas y los principios que las sustentan. Plasma tus conclusiones en un es-
crito de dos cuartillas y entrégalo a tu maestro(a) cuando lo pida. Ambas evidencias deberán
integrarse al portafolio.

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2
Derecho de veto es un concepto de la teoría política que alude a los grupos o personas que pueden impedir el avance
de ciertas acciones, como sería el caso de un bloque de diputados de oposición que, aunque minoritarios, pudiera
impedir que se aprobaran ciertas leyes.
Unidad 4 Los problemas éticos de las nuevas sociedades
81

A manera de resumen, sin pretender establecer una consideración absoluta como lo hacen al-
gunos, en el sentido de que la ciencia siempre ha estado repleta de faltas éticas (Judson, 2006), la
práctica científica, por ser una actividad humana, posee todos los elementos de cualquier actividad
humana: envidias, enemistades o amistades personales que están por encima de los objetivos cientí-
ficos específicos, la ocultación o el robo de datos u otros elementos, el uso de formas de arrogancia
del poder para subestimar o descalificar a quienes disienten o se ubican en posiciones críticas, y otras
formas de comportamiento fraudulento.

4. 3 Ética y política
En este caso, como en el de todas las ciencias sociales, no es fácil distinguir entre los planos o ni-
veles de una ética social, de una deontología y de una ética individual, pero toda la acción política,
cualquiera que sea su nivel, tiene aspectos éticos a considerar. Hay política ética, política de la ética
y ética para la política, y en cada caso sus relaciones y consecuencias difieren. El primero que in-
tentó separar la ética de la política como ciencias o actividad del conocimiento humano fue Niccolo
Machiavelli y de allí le adjudicaron el mote de inescrupuloso e inmoral. Lo que no se entendió es,
justamente, que uno es el campo epistemológico y otro la acción humana que no admite la división
de planos; cualquiera de nuestros actos cotidianos es a la vez ético y político (y muchas cosas más).
Sin intentar agotarlos, veremos a continuación los vinculados con la justicia, los derechos humanos
y la economía, en la medida en que esta actividad es siempre el resultado de tomas de decisión en las
que se presentan procesos de las estructuras políticas.
En las discusiones de los clásicos griegos, en especial Platón y Aristóteles, la idea de justicia
ocupó un espacio y un tiempo importantes. Se asociaba a la virtud perfecta, la de buscar el bien
propio y el ajeno como iguales; Platón hace de la justicia el problema central de La, República y en
la ética nicomaquea se asociaba lo justo a la equidad, lo cual no hacía sino trasladar el problema de
un lugar a otro, dado que la equidad que consiste en principio en proporcionar a cada uno lo que le
corresponde, no puede ser determinada ni con arreglo a valores absolutos ni con determinaciones
abstractas despojadas de las condiciones prácticas en que se ejerce.
La ética clásica era una ética político social; se inició con el reconocimiento de la costumbre públi-
ca y posteriormente se otorgó más importancia a la ley y a sus fundamentos racionales y filosóficos.
El problema de la justicia (e injusticia) podría situarse en relación estrecha entre el derecho y
la política (Ricreur, 1999), donde la entrada suele hacerse a menudo a partir de la indignación por
lo injusto. Ricreur se remite a sus recuerdos infantiles donde señala que la indignación que en esa
época de su vida le planteaban las retribuciones desproporcionadas, las promesas traicionadas y los
repartos desiguales del ámbito familiar podrían ser el antecedente del derecho penal, el derecho civil
y mercantil y la idea de justicia distributiva. La justicia, en el derecho, tiene valor porque coloca a
distancia a la venganza en un espacio controlado por la mediación de un tercero. La justicia requiere
de ese tercero porque de lo contrario se ejercería sobre otro que puede ser el prójimo o el amigo, lo
cual termina creando casi siempre, como se sabe, situaciones de injusticia. De manera que la justicia
social es el imaginario que debe mover las acciones de los seres humanos, entendiendo que la con-
dición misma de ser humano sólo se logra porque se es un ser social.
Pero ese ser social presenta dos condiciones: un punto de vista personal y otro que es imperso-
nal, de manera que siempre habrá una perspectiva individual (aunque no surja desde "dentro" del ser
humano sino que se construya con los materiales de su cultura intemalizada) y una perspectiva social
(Nagel, 2006). Desde la perspectiva impersonal, tendremos que resolver exigencias de imparcialidad
y universalidad, mientras que en lo individual las exigencias de nuestro propio interés llevan a en-
frentar, y por lo tanto al conflicto, con los requerimientos y demandas sociales. Los acuerdos sociales
que permitan la legitimidad deben estar sustentados en formas de integración de los elementos de la
identidad personal, por los que un individuo se sienta, en alguna medida, integrante de la comunidad
de la que acepta, al menos inconcientemente, ser parte. No se trata de una imposición hobbesiana,
sino del intercambio de equilibrio precario entre ambas estructuras, la personal y la social. El destino
Ética, sociedad y profesión
82

final de la acción política supone mitigar las desigualdades, pero corno las sociedades democráticas
en el mundo (y menos aún las no democráticas) no han podido alcanzar un punto de equilibrio acep-
tado universalmente por sus integrantes, la ética de la acción política seguirá siendo un objetivo y no
un logro concreto.
Vinculado a la política, el mundo moderno ha visto cómo un área de la actividad humana ha
sido diseminada de problemas éticos: el de las comunicaciones. Tanto en las llamadas comunica-
ciones de masa como en los procesos interpersonales, ciertas condiciones éticas son violadas de
manera constante. Para referirnos sólo a un aspecto de los sistemas de comunicación, las noticias
de la llamada prensa oral y escrita, que son elementos que se construyen a partir de la percepción
selectiva de los periodistas (Charaudeau, 2003), las condiciones del ejercicio ético han suscitado
muchas controversias, algunas de las cuales han llegado hasta la solución por medio del sistema
jurídico. El llamado "amarillisrno", una forma de sensacionalismo que se gestó hacia fines del siglo
XIX en Estados Unidos para aludir a la manipulación informativa desarrollada por William Hearst,
quien en las páginas del Morning Journal de Nueva York dirigió una campaña contra España, que
concluyó con la independencia de Cuba a favor de Estados Unidos. Algunos periódicos en los países
avanzados han creado la figura del "defensor del lector" para responder a las cartas de lectores que
creen encontrar formas de vulneración de derechos personales o colectivos por las noticias o por el
tratamiento que se les da. Por su parte, las figuras de cierta relevancia pública suelen ser acosadas
por reporteros que buscan la nota que les proporcione cierta atracción entre los clientes del medio,
lo cual crea muchas condiciones en las cuales los derechos individuales se encuentran en un punto
límite. También están en el límite las diversas formas de escucha de conversaciones entre personas;
en México está prohibido legalmente la difusión de estas escuchas, pero hemos visto cómo di stintos
medios de comunicación en diferentes ocasiones han violado esas disposiciones y no ha habido
ningún tipo de consecuencias.
A diferencia de la igualdad como búsqueda del sistema político, los derechos han sido creados
para proteger a los individuos de los abusos del sistema social, en cualquiera de sus agentes. No ha
sido una tarea sencilla ni fácil, ya que todavía, incluso en las sociedades democráticas, suele haber
"condiciones de excepción" que justifican el abuso de poder del Estado (el caso reciente más escan-
daloso es la prisión de Guantánamo) (Infante, 2008).
A mediados de los años 70 del siglo pasado, el Departamento de Estado estadounidense comen-
zó la publicación de un reporte anual que evalúa la forma en que se respetan los derechos humanos
en los distintos países del mundo (Poe, Carey y Vázquez, 2001). En especial en los años 80, se hi-
cieron análisis críticos de estos informes, acusando al Departamento de Estado de sesgarlos a favor
de gobiernos "amigos" y en contra de los "enemigos". También a partir del último cuarto del siglo
pasado, los derechos humanos cobraron relevancia en las relaciones internacionales. México había
desarrollado una política de "no intervención", no tanto porque no quisiera inmiscuirse en otros
estados o países, sino para evitar que los demás intervinieran en México. Estados Unidos se había
resistido a ser tratado igualitariamente por razones diferentes: su idea de ser excepcionales los había
convertido en jueces del mundo y un juez no puede ser juzgado (o eso se pretendía). Con la asunción
de Obama como presidente ha cambiado esa posición y pretende el ser tratado como iguales; Esta-
dos Unidos aceptó integrar el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que supervisa a todos los
países, incluido el estadounidense.
Cuando hablamos de derechos humanos, debernos tener conciencia que tanto el concepto corno
sus prácticas han variado históricamente; hay quienes señalan documentos corno el Código de Ha-
mmurabi o el Cilindro de Ciro como antecedentes, pero es difícil sostener que haya en ellos una
consideración de los derechos humanos con validez universal. También la Declaración de los De-
rechos de Gran Bretaña en 1689 daba ciertas seguridades y derechos a los ciudadanos británicos,
pero quedaban excluidos muchos otros habitantes del reino (mujeres, niños, inmigrantes, personas
pobres, etc.) (Jackson, 1998). Antes de esto, Bartolomé de las Casas había elaborado una extensa
obra donde reclamaba la igualdad para los indígenas americanos; al mismo tiempo, la Inquisición
practicaba todo tipo de torturas sin mayores cuestionamientos. En la era moderna, fue la Revolu-
Unidad 4 Los problemas éticos de las nuevas sociedades
83

ción Francesa la primera en institucionalizar derechos políticos amplios para todos los hombres (las
mujeres todavía no contaban), aunque su puesta en práctica fuese un proceso muy gradualista. Por
fin, el 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, en cuyo trámite tuvo un papel muy destacado Eleanor Roosevelt, la en-
tonces viuda del presidente estadounidense y quien actuaba como delegada de Estados Unidos ante
la ONU. A 60 años de ese acontecimiento, prácticamente no hay país en el mundo que no fuese de-
nunciado por violar los derechos humanos, aunque fuera en mínima medida; esto no puede llevarnos
a una conclusión escéptica, sino que debe tomarse como una representación de las dificultades para
respetar al otro, para considerar a cualquier ser humano como igual a uno mismo, sin condiciona-
mientos ni distorsiones de la conciencia. Distintas formas de discriminación y tratamiento desigual
Uurídico, social, cultural y económico) persisten en casi todos los países del mundo. Ciertos grupos
de países, como los africanos, han acordado lo que se conoce como Declaración de Túnez, emitida
el 6 de noviembre de 1993, en la cual se sostiene que no puede establecerse un modelo universal de
derechos humanos, ya que existen realidades culturales históricamente determinadas que justifican
una visión y un tratamiento diferente de los derechos humanos. Unido a esto, en ciertos países desa-
rrollados se han instituido políticas multiculturales, que han justificado la comisión de injusticias en
función de esta idea del respeto a los valores y tradiciones de los pueblos.
Varias organizaciones no gubernamentales que actúan en el ámbito internacional, entre las cua-
les podríamos destacar Amnistía Internacional y Human Rights Watch, desarrollan una labor perma-
nente de defensa de los derechos humanos. Amnistía Internacional fue fundada en 1961 por Peter
Benenson y ha implantado representaciones en una gran cantidad de países, en donde tiene más de
dos millones de miembros que generalmente actúan de manera voluntaria (es decir, sin cobro de re-
tribuciones económicas). Su actual presidenta, Irene Khan, es la primera mujer musulmana y asiáti-
ca elegida para el cargo. La lucha principal de Amnistía se centra en los prisioneros de conciencia, es
decir, en quienes son detenidos o perseguidos por sus creencias religiosas o políticas por parte de los
aparatos estatales, pero no descuida otras formas de violación a los derechos humanos. Por su parte,
Human Rights Watch, que tiene sede en Nueva York, publica un informe anual sobre la situación de
los derechos humanos en el mundo y desarrolla acciones permanentes de denuncia y petición ante
gobiernos de todo el mundo. Así, por ejemplo, ha revisado las acciones de los militares mexicanos
en su lucha contra el narcotráfico, las condiciones de la acción política en Cuba, la represión militar
en Eritrea, las violaciones de sendos bandos en pugna en la República Democrática del Congo, la
tortura practicada por grupos paramilitares en Uganda, el abuso y abandono de los refugiados soma-
líes en Kenia, las amenazas a la libertad de las mujeres en Afganistán, las distintas formas de racismo
en Malasia, las torturas de Hamas en la zona de Gaza, el uso de material bélico prohibido por parte
de Israel, la explotación de los trabajadores migrantes en Rusia, la deportación de indocumentados
en los Estados Unidos y muchas, muchas situaciones más.
Sobre las distintas prácticas de explotación y supresión de los derechos laborales en el mundo,
la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ha señalado que una de las acciones más extendidas
en el mundo es la existencia de prácticas inmorales de reclutamiento por las cuales los empresarios
adelantan dinero a trabajadores de terceros países que luego descuentan de manera arbitraria e injus-
tificada. En Indonesia, por ejemplo, las mujeres que son contratadas como trabajadoras domésticas
en otros países deben pagar hasta 90 por ciento de su salario durante varios meses a las empresas que
les consiguieron el empleo; en India, los trabajadores de hornos de ladrillos son forzados a trabajar
seis días a la semana con jornadas de 16 horas para pagar los préstamos o anticipos que les otorgaron
sus empleadores; en algunos países de América Latina los empleados, especialmente mujeres, son
maltratados de todas las maneras imaginables. En la Europa desarrollada, mujeres de los países peri-
féricos, especialmente Europa del este o Latinoamérica son engañadas mediante promesas de traba-
jo que luego terminan en formas de esclavitud y explotación sexual. En Estados Unidos se descubrió
hace poco una organización que esclavizaba a trabajadores extranjeros, especialmente mexicanos.
La OIT estima que existen en el mundo más de 12 millones de personas que sufren alguna forma de
explotación laboral, incluyendo más de 4 millones en explotación sexual y otras formas de trabajo.
Ética, sociedad y profesión
84

EVALUACIÓN FORMATIVA
Elabora una glosa (amplía tu idea sobre este término en un texto especializado) del articulado de la Declaración Uni-
versal de los Derechos Humanos; es decir, comenta el texto y relaciona los principios establecidos con las posibles
implicaciones éticas. Entrega cuando lo solicite el (la) docente.

Nota. Para entregar a tu maestro esta Actividad y poner tu nombre, grupo, fecha, carrera y facultad, puedes imprimir su formato
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En la construcción de las teorías de explicación e interpretación de las actividades económicas,


distintos pensadores se han guiado por ciertas ideas-fuerza, tomadas como objetivos o metas a alcan-
zar y diseñando a partir de allí, prospectivamente, las acciones o tareas específicas de la actividad
económica, convirtiéndose estas últimas en normas a seguir, es decir, en imperativos que tienen pre-
tensiones de ser categóricos, pero que muchas veces sus autores los presentan como si fueran hipo-
téticos. La idea de que, por ejemplo, para fomentar Ja inversión se debe impulsar el ahorro privado
tiene Ja connotación de plantearse como una posibilidad, pero quienes la enuncian tratan de promover
leyes y decretos que impongan esa dirección. El problema ético fundamental del funcionamiento de
Ja econorrúa es que la gente se comporta económicamente siguiendo lo que cree es beneficioso para
sus propios intereses, sin preocuparse por las consecuencias morales de ese comportamiento. Pero ya
Adam Smith se había percatado que una econorrúa de mercado sin restricciones lleva a que el privi-
legio de Jos intereses privados se coloque por encima de los beneficios y del bienestar de la sociedad.
Los economistas modernos denomjnan a estos desajustes como "fallos del mercado" (Stiglitz, 2006),
los cuales parecen producirse cada vez que algún agente individual (persona o empresa) no paga los
costos y el resultado es que tenemos poco de investigación y mucho de contaminación, por ejemplo.
El ambiente es justamente un elemento en que la diferencia entre los costos privados y sociales di-
fieren enormemente, con las consecuencias éticas inevitables: salvo que Ja sociedad civil presione y
el Estado aplique normas y regulaciones, las empresas suelen no pagar casi ningún costo; más bien
están dispuestas a deteriorar el ambiente si eso les trae disminución de costos de producción. En los
últimos tiempos, algunas empresas han adoptado el esquema de responsabilidad social para señalar
esta preocupación por los efectos no deseados de su acción sobre el resto de la sociedad.
El Premio Nobel de Econorrúa, Joseph Stiglitz (2002, 2006) ha señalado las consecuencias que
ha traído Ja globalización a los procesos económicos mundiales, la mayoría de los cuales reflejan
o contienen aspectos éticos. Eliminar el hambre en el mundo, por ejemplo, no es sólo un problema
técnico de la producción y distribución de alimentos, sino también de Ja consideración ética que hace
del hambre una injusticia y una contradicción con el proceso civilizatorio. El acceso a los medica-
mentos en los países en vías de desarrollo y su sistema asociado de propiedad intelectual presentan
dilemas éticos que no suelen resolverse de manera justa y equitativa. En los Andes ecuatorianos,
por ejemplo, algunas empresas se han apoderado de ciertos saberes tradicionales (las plantas de
uso medicinal) y las han devuelto en medicinas costosas para las cuales han obtenido patentes pro-
teccionistas; una forma de piratería y robo que cuenta con apoyo institucional. Considera que hay
dos reformas urgentes a promover: lograr acuerdos internacionales que reconozcan los saberes de
las culturas tradicionales y castiguen las distintas formas de biopiratería y, por otro lado, acuerdos
internacionales que promuevan el reconocimiento y una convención sobre Ja biodiversidad. Los
problemas medioambientales, que son también una cuestión de valores, han sido tratados de manera
Unidad 4 Los problemas éticos de las nuevas sociedades
85

diferencial según los intereses involucrados, generalmente favoreciendo los de las empresas por
encima de los otros grupos. El mayor reto que la globalización nos impone es lograr que sea más
democrática y que pueda colocar los valores universales por encima de los intereses empresariales.
Para Bernardo Kliksberg (2004), la economía latinoamericana presenta una serie de desafíos
éticos: la pobreza que afecta a los niños hace que casi 200 mil niños latinoamericanos mueran al año
por enfermedades derivadas de la pobreza y que son prevenibles; otro tanto sucede con la educación,
ya que hay un porcentaje muy elevado de niños pobres que quedan afuera del sistema educativo por
causas relacionadas con su condición socioeconómica, como la desnutrición, el tener que trabajar
para contribuir a los ingresos familiares o el provenir de familias desarticuladas por la pobreza.
Otro aspecto de vinculación entre economía y ética es la corrupción. Se calcula que más del 5
por ciento del producto interno bruto mundial está vinculado a prácticas corruptas, pero esa corrup-
ción es mayor cuanta más desigualdad económica haya en la sociedad, y las sociedades latinoame-
ricanas figuran entre las más desiguales del mundo, elemento por sí solo gravemente inmoral. El
círculo perverso de que a mayor desigualdad mayor corrupción, podría ser revertido en el mediano
plazo mediante políticas concretas que combatan la desigualdad. No es disminuyendo la activi-
dad del gobierno a través del Estado como se podrá combatir la corrupción sino, por el contrario,
reforzando los mecanismos estatales de control de las actividades socioeconómicas y dotando a
los sistemas gubernamentales de control ciudadano a través de mecanismos de transparencia, entre
otros. La desigualdad y la pobreza se acentúan en las zonas rurales, donde las carencias de todo tipo
se hacen más graves. La solución a todos los problemas de la desigualdad pasaría por un acento en
las políticas públicas, que mediante distintos tipos de instrumentos (legislación, sistema fiscal, etc.)
pueda revertir las tendencias actuales de la distribución de la riqueza.
La ética económica no es independiente de la ética política o social, dado que las instituciones
sociales generan relaciones de intercambio que se entrecruzan con el resto de las instituciones y
afectan y son afectadas por ellas.
Algunos autores (Amsperger y Van Parijs, 2002) han señalado que, a su juicio, sólo hay cuatro
concepciones importantes de la ética económica a tomar en cuenta: utilitarismo, marxismo, liberta-
rismo e igualitarismo liberal. El utilitarismo se basa en un principio aparentemente simple, la idea
de que una sociedad justa coincide con una sociedad en la que los seres humanos que la integran son
felices. La ética en sí misma no parece haber sido una preocupación prioritaria en el pensamiento de
Karl Marx, aunque toda su obra tiene indudables conexiones con elementos éticos; esta dimensión
se refuerza porque el marxi smo no sólo habla de cómo es la sociedad sino cómo debe ser. El modelo
marxista pretende un deber ser donde quede abolida toda forma de explotación de los seres huma-
nos , lo cual supone precisiones que no haremos aquí. El libertarismo pretende asegurar la dignidad
humana fundamental que se aloja en la capacidad del ser humano para tomar decisiones en un marco
de libertades sin restricciones; la capacidad del ser humano para tomar este tipo de decisiones parte
de asegurar los derechos de propiedad de todo individuo. Por último, el igualitarismo liberal, la teo-
ría desarrollada por John Rawls (1995, 1999), que intenta combinar los ideales de justicia y libertad;
se trata de asegurar a cada ciudadano todo lo necesario para la consecución de una vida buena de
acuerdo con sus propios ideales. La teoría de Rawls ha estado en el centro del debate sobre la ética
política en los últimos tiempos, en una discusión que se extiende a los representantes de las tradicio-
nes utilitarista, marxista y libertaria y a los movimientos feministas , multiculturales y ecologistas.
Jesús Rodríguez Zepeda (2003) ha hecho una lectura crítica de la obra rawlsiana; para él, la
obra de Rawls constituye una referencia inevitable en las discusiones sobre los objetivos que debe
perseguir la política en las sociedades democráticas modernas, siempre complejas. Esa política debe
asegurar el reparto de los bienes en condiciones de equidad, lo cual supone que la justicia no pue-
de asumir una imparcialidad absoluta. El problema de la imparcialidad de la justicia es uno de los
puntos en el que parecen centrarse las discusiones y contradicciones de las teorías rawlsianas, y para
Rodríguez Zepeda la limitación más grande no estaría allí sino en la concepción relativamente res-
tringida que Rawls posee de la política y de la dinámica de las instituciones, que hacen del proceso
democrático una compleja estructura de permanente negociación y conflicto político.
Ética, sociedad y profesión
86

ACTIVIDAD 6
Amplía las ideas respecto de las concepciones sobre la ética económica; anótalas en el cua-
dro y observa las diferencias, semejanzas o relaciones que las cuatro posturas guardan entre
sí. Escribe un comentario personal sobre las implicaciones éticas que se derivan de cada una
de ellas.

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Pero en la acción concreta específica nos encontramos con acciones que responden a concepcio-
nes implícitas de la ética, tanto en Ja política como en la economía.
Chicago, la ciudad del norte de Estados Unidos, ha sido residencia de algunos de los grupos
de delincuencia organizada más poderosos de ese país. Alfonso Capone (mejor conocido como Al)
se había convertido en el "dueño" del hampa en los años 20 del siglo pasado, manejando negocios
multimillonarios provenientes de la extorsión, el robo y el contrabando; fue condenado a prisión por
evasión de impuestos, dado que no fue posible probarle otros delitos, pero su figura ha sido tema
de innumerables obras de cine y otras formas de expresión artística, lo cual hizo célebres a él y a la
ciudad. Pero no sólo los delincuentes comunes han actuado en Chicago: en 1973, el gobernador Otto
Kerner fue condenado a prisión por haber recibido sobornos por parte de una empresa que obtuvo
concesiones para la construcción de autopistas que permitían Ja llegada a circuitos de carreras; lo
interesante es que se descubrió porque la empresaria, Marge Lindheimer Everett descontó la suma
de su declaración de impuestos, creyendo que era un procedimiento legal hacerlo así (Alandete,
2008). En 1980, el fiscal general de Illinois fue condenado por haber proporcionado datos falsos en
su declaración de impuestos. En 1988, un grupo especial del FBI debió instalarse en la ciudad para
investigar una red de corrupción que incluía a 17 jueces, 48 abogados, ocho agentes policiales y un
miembro del Congreso. 87 personas fueron declaradas culpables de diversos delitos, como aceptar
sobornos de personas acusadas de compra de votos, obstrucción de !ajusticia y narcotráfico. En el
año 2006, el ex gobernador del estado fue condenado a seis años y medio de prisión por diversos
delitos de corrupción. Finalmente, en diciembre de 2008, el gobernador en funciones, Rod Blago-
jevich, fue detenido por vender el puesto de senador que había quedado vacante por la asunción de
Barak Obama como presidente de Estados Unidos (Peregil, 2008). Ésta no es la primera vez que
Blagojevich aparecía en actos de corrupción; uno de sus proveedores de donaciones, Antoin Rezko
había sido condenado algunos meses antes por fraude y otros cargos delictivos dentro del sistema
político (Saulny, 2008). Estos hechos y otros similares no deben llevarnos a conclusiones fáciles
como "todos los políticos son corruptos" o "en todas partes hay corrupción y no debemos quejamos
por lo que pasa en México" sino que debemos ver que cuando las instituciones funcionan, los polí-
ticos corruptos y sus cómplices son castigados, aunque signifique un esfuerzo y un gasto de energía
para el sistema político.
Porque si se trata de encontrar corrupción en el sistema político, China puede ser un ejemplo
donde la corrupción se extiende por todos los ámbitos. El gobierno chino promulgó a principios del
año 2008 una lista de acciones prohibidas que incluyen recibir sobornos, difundir rumores en contra
de los rivales políticos, recibir regalos u otras formas de sobornos, encubrir actividades ilegales,
favorecer a los allegados con puestos públicos, utilizar diversas formas de intimidación y organizar
festejos para conseguir apoyos (Reinoso, 2008). La lista puede no llamamos la atención, pero en
los últimos años varios funcionarios fueron condenados a diferentes penas, incluso prisión perpetua.
Pero también en Cuba, con un rígido sistema de control burocrático de sus funcionarios , aparecen
Unidad 4 Los problemas éticos de las nuevas sociedades
87

actos de corrupción de todo tipo; entre enero de 2003 y octubre del mismo año, las fuerzas policiales
cubanas descubrieron 181 talleres ilegales (de productos que se vendían en las "tiendas de dólares" 3
hoy desaparecidas), 525 fábricas clandestinas y 315 locales que servían de depósito (Vicent, 2004).
En Bolivia, la empresa Yacimientos Petroleros Fiscales Bolivianos (YPFB), nacionalizada por
el presidente Evo Morales en 2006, ha tenido ya seis presidentes en tres años y cuatro de ellos han
debido dejar el cargo con acusaciones de corrupción y otras acciones de falta de ética (Rico, 2009).
El sistema económico muestra graves fallas éticas desde hace tiempo. Hacia fines del siglo
pasado, comenzó a difundirse una economía del engaño que ha culminado en la actual crisis finan-
ciera mundial (Estefanía, 2002). El caso Enron -la empresa multinacional de energía, instalada en
Texas-, que se hizo público en diciembre de 2001, mostraba cómo la ocultación y destrucción de in-
formación , la ruina de los empleados, la creación de sociedades fingidas que servían de instrumento
para manejar balances deficitarios y las relaciones con los ocupantes del más alto nivel del sistema
político (en concreto, el presidente Bush) formaban una red estructural del sistema económico; en
2001, los altos directivos de Enron se llevaron a su bolsa casi 750 millones de dólares en sueldos y
bonificaciones de distinto tipo y el 2 de diciembre del mismo año la empresa suspendió pagos y 4
500 empleados quedaron en la calle recibiendo en conjunto una indemnización de 43 millones de
dólares. Pero si ése fue un primer caso que se hizo famoso, hubo otros parecidos que le siguieron
y que comprenden empresas como Xerox, Johnson and Johnson, Kmart, Lucent, WorldCom y mu-
chas otras. Aparecieron diferentes formas de "contabilidad creativa", por las cuales las acciones de
control y supervisión entre los diferentes componentes de la estructura organizacional de la empresa
usaron o fueron víctimas de datos falsos y otras formas de corrupción.
En el año 2002, los profesores de la Universidad de Texas en Austin, Bill Black y James Gal-
braith (2002), señalaban la necesidad de crear un sistema de control a las distintas formas de de-
lincuencia empresarial, como el fraude financiero, la ocultación de pérdidas reales, la creación de
ingresos ficticios y las distintas modalidades de ventas fraudulentas . Si se les hubiera hecho caso,
probablemente no habríamos llegado a la situación actual, pero Ronald Reagan y los dos Bush,
favoreciendo a sus amigos, contribuyeron a agravar la situación al no tomar acciones correctivas
oportunas y adecuadas.
Otro caso complejo es el de la empresa multinacional de origen alemán Siemens, un conglo-
merado que produce equipos de telecomunicaciones, de transporte y materiales para los sistemas
eléctricos, entre otras cosas. Desde el año 2005, la empresa fue denunciada por la ONU debido a
irregularidades en el programa "petróleo por alimentos" en Irak (Ester! y Crawford, 2007) y de allí
aparecieron una serie de violaciones que se habían cometido desde varios años atrás. Por ejemplo,
entre 1998 y 2004, Siemens pagó 2.6 millones de dólares al entonces presidente de Argentina, Carlos
Menem, y a su ministro de Interior (Gobernación) y director de la oficina de migraciones, y prometió
otros 30 millones más para conseguir un contrato para la elaboración del documento nacional de
identidad de ese país. Pero también se pagaron cinco millones de dólares en Bangladesh y más de
12 millones en Nigeria para obtener contratos de telefonía celular; en Israel, se pagaron 20 millones
de dólares para lograr construir plantas de generación de energía eléctrica; en Irak, Saddam Hussein
y sus colaboradores recibieron alrededor de 1 700 millones de dólares para facilitar las actividades
de la empresa; en China, 55 millones de dólares para la provisión de equipos médicos (Schubert y
Miller, 2008). La lista de países habla por sí sola: se trata de diferentes tipos de régimen político y
organización estatal con diversas ideologías.
En Afganistán, todo parece tener un precio: ser jefe de la policía en un estado puede costar alrede-
dor de 100 000 dólares, transportar combustible por todo el país unos 6 000 dólares por camión, recu-

3
Las "tiendas de dólares" cubanas eran tiendas que sólo vendían en dólares (destinadas para proporcionar a los turistas
ciertos productos difíciles de conseguir en el mercado cubano, como perfumes, plumas para escribir o desodorantes o
cosas similares que puede necesitar un turista), pero como lo fundamental era tener dólares también podían comprar
los cubanos que recibían dinero de sus parientes en el extranjero o que los conseguían en el mercado negro a cambio
de otros servicios, como la prostitución, por ejemplo.
Ética, sociedad y profesión
88

perar la propia vivienda abandonada al huir en la guerra civil y ahora ocupada por un extraño, unos 25
000 dólares, y así sucesivamente (Filkins, 2009). De estas variadas formas de corrupción no han estado
exentos los funcionarios de la CIA estadounidense: para conseguir que los jefes tribales les proporcio-
nen información sobre el movimiento de los talibanes, los han provisto de pastillas de viagra (además
de otros recursos, como materiales escolares, herramientas y atención sanitaria a sus pobladores); eso
tiene una parte ética adicional, ya que cuando se les dan armas, a veces esas armas terminan en manos
de los talibanes y por tanto estas formas tienen mayor efectividad (Warrick, 2008).
Quisiéramos terminar esta sección con una nota de optimismo: en Sierra Leona, uno de los
países más pobres del mundo (si no es el que más), un misionero madrileño, José María Caballero,
ha estado trabajando con éxito en la recuperación de los niños que fueron robados de sus aldeas e
incorporados a las tropas del gobierno o a las guerrillas clandestinas para guerrear (Alameda, 2002).
Eso muestra que, a veces, pequeños esfuerzos pueden cambiar las condiciones de personas que son
explotadas por intereses políticos y económicos. Si muchas personas en el mundo optaran por una
actitud y un comportamiento ético en su vida personal, seguramente podríamos vivir en un mundo
mejor.

Resumen
Las sociedades actuales presentan dilemas éticos novedosos, muchos de los cuales no estaban pre-
vistos en épocas pasadas, que requieren de una reflexión muy profunda. Las preguntas sobre lo que
podemos y debemos hacer no siempre tienen las mismas respuestas y estas últimas afectan cada vez
a un mayor número de seres humanos. Desde el origen, todo grupo humano ha instituido una serie
de comportamientos regulares, llamados hábitos o costumbres, que determinan , modelan, explican
y justifican como debe comportarse una persona. En el actual mundo globalizado, se presentan una
serie de fenómenos que tienen consecuencias, por las consideraciones sobre el comportamiento éti-
co; una de ellas es la aparición del pluralismo ético, es decir la aceptación de que no todos los seres
humanos se rigen por las mismas normas y valores y, en consecuencia, no todos los seres humanos
compartimos los mismos juicios sobre la importancia de ciertas acciones. Los valores, por su parte,
no requieren de reconocimiento consciente por parte de sus portadores ni tampoco apelar a ninguna
racionalidad, mientras que las normas pueden (y deben) ser objeto de conocimiento y sustentarse
en una racionalidad explicitada de la forma más coherente y manifiesta posible. La norma ética es,
pues, discutible, mientras que los valores deben ser aceptados o rechazados sin la necesidad de un
debate. Estas ideas están presentes para clarificar u oscurecer, a veces, los diversos ámbitos de la
actividad humana que presentan dilemas éticos, especialmente la ciencia y la tecnología, así como
también la política.
Unidad 4 Los problemas éticos de las nuevas sociedades
89

EVALUACIÓN SUMATIVA
1. Diseña un esquema o gráfico que permita vincular los temas de este apartado con los tratados anteriormente. Re-
cuerda que los temas de reflexión son la ética, el comportamiento moral, los cambios culturales y su impacto en
las profesiones, así como los conflictos y/o dilemas que todo ello plantea a los profesionistas de hoy. El tipo radial
puede ser útil si se establecen flujos entre los elementos o dimensiones que se han analizado.

2. Observa tu entorno o espacios cercanos y señala específicamente qué aspectos del comportamiento ético todavía
serían motivo de preocupación en estos tiempos y, sin embargo, no lo son en otros espacios de los que tú tienes
noticias.
3. Busca documentos de Bartolomé de las Casas, destaca cuál es su contribución a la teoría y práctica de los derechos
humanos; haz una síntesis y discútelos en grupos. Presenta las conclusiones en un foro con Ja participación de todo
el salón.
4. Busca definiciones para los conceptos kantianos de imperativo hipotético e imperativo categórico, aporta ejemplos
y distínguelos con la mayor claridad posible, y a partir de allí, clasifica afirmaciones científicas (tomadas de Jos
libros de texto) de la propia ciencia.
5. Busca definiciones para: deóntico y preformativo, así como cualesquiera otro término(s) relacionado con el tema;
discútelas en clase.

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Ética, sociedad y profesión
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Bibliografía
AFP (2009), "Levanta Obama veto a uso de células madre", El Norte, año LXXI, nª 25657, 7 marzo de 2009.

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Unidad 4 Los problemas éticos de las nuevas sociedades
91

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Las éti~as aplicadas en
Eti ca profesional
lr::1-a ºA emático
1 , Introducción
5.1 Ética y contexto social
5.2 Ética general y éticas aplicadas
5.3 Las profesiones y su compromiso ético
5.4 Elementos significativos de la ética profesional
5.5 Códigos éticos profesionales
5.6 Ética y ciudadanía: el civismo como una fuente de
convivencia social
Bibliografía

n nidad
En esta unidad el estudiante:
Plantea soluciones a los dilemas éticos de la realidad
actual, a través de los nuevos enfoques que ofrecen las
éticas aplicadas en general y la ética profesional en
particular, para promover el desarrollo de una ética
ciudadana responsable.

p p os P la en pPtencia
En el desarrollo de la competencia,
el estudiante:
Reconoce lo bueno o justo, a través de los hallazgos de
las teorías que complementan significados y resuelven
conflictos éticos.
Identifica las éticas aplicadas a través de diversas co-
misiones de ética o grupo de expertos, de su localidad
o de otras latitudes.
Distingue las recomendaciones éticas establecidas
para el ámbito de la profesión.
Elabora esquemas para abordar la solución de con-
flictos éticos en el campo de la profesión, ofreciendo
orientaciones y recomendaciones pertinentes.
Unidad
la sociedad actual. 5
y universidad
Re(lexiona sobre la profesión, a través de los princi-
pios que se sustentan en diversos códigos de ética.
• Expresa en sus prácticas académicas y/o profesionales
la comprensión de Jos saberes ético profesionales y los
muestra con respeto y pertinencia en la convivencia
social.

F ºdenc·as de apre di7.tlje


En el desempeño de la competencia el estudiante:
• Sintetiza en un breve escrito el campo de acción y la
ética aplicada por tres comisiones de ética o grupo de
expertos.
• Elabora un breve ensayo sobre su profesión, conside-
rando Ja ética aplicada, las orientaciones y las reco-
mendaciones de comisiones de ética.
• Plantea soluciones a dilemas éticos y morales, por me-
dio de nuevos enfoques que incorporen los principios
y fundamentos de las éticas aplicadas.
• Debate en armonía y con actitud tolerante respecto de
los comportamientos cívicos necesarios para restituir
o fortalecer el tejido social.
Ética, sociedad y profesión
9-t

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EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA
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UNIDAD 5 LAS ÉTICAS APLICADAS EN LA SOCIEDAD ACTUAL.


ÉTICA PROFESIONAL Y UNIVERSIDAD

NOMBRE DEL ALUMNO: - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - FECHA: - - - - - - - -

l. Antes de iniciar el estudio de esta unidad responde el siguiente cuestionario de manera objetiva y clara. La
finalidad es registrar tu desempeño previo, al concluir la unidad vuelve a contestar y podrás determinar el grado
de aprendizaje alcanzado. Este cuestionario también te permitirá reflexionar en el contenido que ya conoces y
concentrar tu esfuerza durante el desarrollo de la unidad en las áreas que no dominas.

l. ¿Piensas que el ejercicio de una profesión es algo que sólo tiene que ver con las decisiones de los profesionistas?

2. ¿Consideras que la globalización, la tecnología y el capitalismo mundial son los culpables de todos los males
sociales?

3. ¿Qué pueden hacer la escuela o la universidad en la mejora social?

4. ¿A qué se deben las frecuentes alusiones a la ética y especialmente a la ética profesional cuando se trata de los
profesionistas?

5. ¿Puede la reflexión ética ayudar en algo?

6. ¿Qué aporta la ética profesional hoy en día?

7. ¿Son suficientes los códigos éticos para promover actitudes y conductas responsables, justas, solidarias ... ?

8. ¿Cuál es el compromiso de los profesionistas con la sociedad?

Nota. Puedes imprimir el formato de esta Evaluación diagnóstica desde la siguiente dirección electrónica, sólo tienes
que llenar un breve formulario, obtener tu contraseña, dar clic en UANL y ubicar el libro Ética, sociedad y pro-
fesión, en http://www.recursosacadernicosenlinea-gep.com.mx/
Unidad 5 Las éticas aplicadas en la sociedad actual. Ética profesional y universidad
95

Introducción
En este capítulo se aborda el tema de las éticas aplicadas y la ética de las profesiones; se destaca la
importancia de la reflexión ética en el contexto de una sociedad compleja y plural, como en la que
vivimos hoy. Las éticas aplicadas, se identifican como un conjunto de conocimientos producto de la
reflexión ética que están en desarrollo para atender problemas específicos generados en la sociedad;
si la ética general aspira a regular el comportamiento humano, las éticas aplicadas buscan regular
conductas generadas en campos específicos de la actividad social. Entre otras, se consideran éticas
aplicadas, la bioética, la genÉtica, la ética comercial y de la empresa, la ética ecológica, la ética pro-
fesional, etcétera. En el caso de esta última, se destacan sus principios y posibilidades de aplicación
de forma consciente y responsable en la consecución de los servicios o fines profesionales. Hablar
de ética, moral, valores o posturas axiológicas en la sociedad y en las profesiones, no es fácil, pero el
empeño se justifica, porque se espera que, en última instancia, todo ello transite hacia la aceptación
de una ética cívica que posibilite la mejora de la convivencia social.

,
5. 1 Eti ca y contexto social
Hay aspectos que hoy en día están presentes en casi todos los espacios y en todas las actividades huma-
nas; conforman un marco en el que realizan sus actividades las personas y por ende los profesionistas.
Todos se relacionan con temas ya conocidos: el nuevo estatus del conocimiento (e información), la
importancia de las tecnologías -sobre todo las de la comunicación e información-, la globali-
zación o mundialjzación de las relaciones comerciales y culturales, así como la conformación
de redes globales de diverso tipo. El cambio se proyecta en las percepciones que se tienen sobre ¿Identificas cambios
el mundo y las cosas que en él suceden, y en las valoraciones que acerca de todo eso se hace. que se hayan dado en
tu entorno y tengan
En las instituciones como las universidades, también hay cambios en función de estos aspectos,
consecuencias negativas
por eso es que las instituciones de educación superior buscan darle a la formación profesional para las personas? ¿Cuáles?
la orientación que contribuya a satisfacer las necesidades que la sociedad demanda. ¿Esto es generalizado o
Aunque se vive en una sociedad del conocimjento o de la información, es fácil darse es sólo tu percepción?
cuenta que, ni información ni conocimiento están a la mano de todos. Primero, porque no todo ¿Cómo contribuye el estado
el conocimiento que está disponible es utilizable; y, además, porque, aunque esté disponible, general de cosas en el país
no todas las personas pueden hacer uso de él porque no poseen las condiciones que posibiliten a las relaciones entre las
personas? ¿Qué tanto afecta
su acceso. Las nuevas condiciones que las tecnologías y su uso han generado ameritan tam-
esto a los profesionistas en
bién otra forma de observarlas, de valorarlas y obligan, con frecuencia, a tomar decisiones que su ejercicio particular?
no solamente atañen a quienes las toman sino que con frecuencia involucran a otras personas
y tienen implicaciones diversas, entre las que destacan las de tipo ético. Esto ha contribuido al
desarrollo de un campo ético y social que se preocupa por analizar las consecuencias e implicaciones
en el ámbito de las relaciones humanas de todos estos cambios y situaciones nuevas que se presentan
actualmente y que no habían sido abordados por los filósofos, por lo menos como lo requerían.
En las condiciones actuales, el contexto sociocultural es complejo y con ello las relaciones hu-
manas también ; hay una multiplicidad de cosas que se presentan a la vez, hay que tomar decisiones,
elegir y resolver muchas situaciones que antes no contaban o no formaban parte de nuestro ámbito de
preocupación. Además del incremento de las relaciones e intercambio entre países, hay otro tipo de
problemas que tocan a los profesionistas, como el tema de la pobreza, la desigualdad, la corrupción,
el deterioro del medio ambiente, el incremento de la violencia y de las redes delincuenciales, la mi-
gración, la multiculturalidad, la pluralidad ideológica, entre otros. Las consecuencias que se derivan
de estas situaciones, han promovido otras orientaciones en el pensamiento.
En la tradición occidental, las primeras reflexiones más influyentes sobre el bien, las cosas
valiosas, la ética, la moral , se deben a Aristóteles. La filosofía práctica o moral, que atiende las rela-
Ética, sociedad y profesión
96

ciones del pensamiento filosófico con la actividad humana y sus consecuencias, ha estado presente a
lo largo del tiempo; y aunque las ideas en este tema se van nutriendo, con frecuencia se han quedado
en el plano teórico y se relacionan poco con la realidad de su momento. Actualmente, el tema de
la ética está mucho más presente y explícito que en otras épocas y no exclusivamente en manos de
los filósofos; las nuevas condiciones generan y posibilitan a la vez una reflexión ética que se espera
contribuya o proporcione respuestas para la mejora de la convivencia humana, sujeta a riesgos y
eventualidades no conocidas en otros tiempos.
Proponer una ética para este mundo donde conviven personas y realidades de diversa naturaleza e
intención es difícil; ninguna ética, por sí sola, podría hacerlo (Cortina, Hortal, 2002), por eso se han ido
buscando respuestas desde diversos campos que promueven la reflexión y actuación éticas de acuerdo
a nuevas coordenadas, aplicable precisamente a campos específicos y bajo principios consensuados
y que, por ende, pueden cambiar o adaptarse. Así es como surgen las éticas aplicadas -aunque hay
discrepancias sobre esta denominación-, un campo nuevo pero alimentado por la filosofía y la ética
general, que abre espacios para reflexiones más específicas y particulares, según las circunstancias o
situaciones que se quieran resolver. A ellas pertenece la ética profesional, que al igual que las otras,
son éticas cívicas que aspiran al establecimiento y/o reconocimiento de ciertos principios generales,
básicos o mínimos que regulen la actividad humana en el campo de que se trate. Formar parte de una
comunidad ética, desarrollar las competencias éticas básicas, han de ser propósitos importantes para
todos, especialmente para los profesionistas y universitarios en general. El reto de la educación es re-
plantearse las premisas bajo las cuales se desarrolla la formación, en el entendido de que ésta no sólo
tiene que ver con las capacidades o competencias profesionales, sino que debe ser un espacio propicio
para el desarrollo integral del individuo y fortalecer los aspectos humanos que permitan la compren-
sión del mundo, generen dinámicas democráticas, equitativas y justas, a efecto de propiciar la cohesión
social tan necesaria para el equilibrio de las sociedades.
Al respecto dice Luis Villoro (2000), que en el campo de la filosofía, el siglo xx1 se inicia con
una creciente importancia en torno a las reflexiones sobre ética: "Una de las razones de este reno-
vado interés es la conciencia de la presencia de cuestiones morales en el desarrollo actual de las
variadas disciplinas." La ética trata de regular, de orientar el comportamiento humano en tanto que
conducta intencional; vista de esta forma, no es un conocimiento nuevo. Pero hoy en día el nuevo
interés por la ética no atañe solamente al problema de los fundamentos de normas y valores morales,
no se limita a la discusión de teorías generales, también concierne a sus múltiples aplicaciones en
diferentes campos de Ja cultura.
Este interés se justifica además, porque en todas las ciencias, tanto humanas como naturales, se
plantean problemas de frontera entre saberes sobre hechos y conocimientos de normas y valores. En
todas ellas se suscitan problemas específicos sobre actitudes y comportamientos humanos que para
su esclarecimiento requieren conceptos de ética (Luis Villoro, 2000).
La filosofía es un campo consolidado desde hace tiempo, a ella pertenece la ética, disciplina,
que siempre ha realizado reflexiones sobre el obrar ético, aunque con un enfoque más general, ahora
Jo hace de forma más específica, dando lugar a estas ramificaciones.

5.2 Ética general y éticas aplicadas


La ética, como una rama de la filosofía, se considera una ciencia normativa, porque se ocupa de las
normas (principios, pautas) de la conducta humana. En la ética general esos principios o normas
tienen un carácter precisamente general y abstracto; en teoría han de poder aplicarse a todo tipo de
actividad que realicen las personas. El cristianismo regula la conducta humana introduciendo una
concepción religiosa de lo bueno, en función de una autoridad (divina); con la reforma protestante
aparece la responsabilidad individual y empieza a perfilarse una ética más secular, que se fortalecerá
a lo largo de los tiempos siguientes. Con Ja aparición de las ciencias sociales empíricas (finales del
siglo x1x), que también se ocupan de la conducta humana, especialmente la psicología, se generan
algunas discrepancias sobre cómo aplicar principios generales a campos específicos de la actividad
Unidad 5 Las éticas aplicadas en la sociedad actual. Ética profesional y universidad
97

humana. Las ciencias sociales no aceptan necesariamente esos principios como absolutos, intentan
investigar las condiciones culturales que contribuyen a su formación , para determinar su posible
aplicación.
A lo largo del siglo xx se incorporan nuevas reflexiones, pero es hasta los años sesenta y setenta 1
-<:uando entre los filósofos empieza a imponerse la necesidad de aplicar a la vida cotidiana lo gana-
do en el proceso de fundamentación de lo moral- que aparece el diseño de una ética aplicada a las
diferentes esferas de la vida social, que dará lugar a las distintas "éticas aplicadas". Esto lo explica
también Ana Escribar Wicks, de la Universidad de Chile, 2 quien destaca el desfase producido entre
la normativa moral, por un lado y la capacidad humana de actuar, por el otro; puntualiza también
que este desfase ha generado malestar en la sociedad especialmente porque la acción del hombre
tiene ahora consecuencias nunca antes imaginadas por las que debe de responsabilizarse, pero para
las que no hay respuesta moral a la mano. Es decir, ahora hay nuevas cosas y nuevas actividades de
las cuales hay que hacerse cargo.
No todos los filósofos aceptan abocarse al estudio de estos nuevos objetos (de la reflexión ética
o filo sófica), como son: las biotecnologías, las distintas dimensiones de las organizaciones empre-
sariales, la actividad económica, el desarrollo de los pueblos, el ejercicio de las profesiones, las
consecuencias de las nuevas tecnologías, la estructura de los medios de comunicación, la revolución
informática, la construcción de la paz en el nuevo contexto; no obstante, las éticas aplicadas van ga-
nado espacios propios, ya que la realidad reclama respuestas que exigen un trabajo multidisciplinar,
cooperativo, no solamente filosófico .

Filosofía
Ética general

La reflexión y el lenguaje
Filosófico apoyan a ...

Las éticas aplicadas

1 1

Limitan su ámbito Las respuestas se producen No se contruyen desde


de prescripción desde diversas instancias: una sola teoría; las comosiones
a las cuestiones exigibles Comisiones, expertos, se trabaja en función
por una ética cívica opinión pública de los problemas

1
Adela Cortina, Op. cit., p. 13.
2
La ética aplicada, sus condiciones de posibilidad y exigencias a las que responde, en www.filosofia.uchile.cl/publi-
caciones/revfiloso/60/pdf/anaescribar Consultado el 14 de agosto de 2007, 12:25 pm.
Ética, sociedad y profesión
98

Generalidades y rasgos específicos de las éticas aplicadas


Adela Cortina (2003) explica que las éticas aplicadas nacieron, no por imperativo filosófico, sino
más bien, por imperativo de una realidad social que las necesitaba en sociedades moralmente plu-
ralistas (p. 14); se reconoce que en este tipo de sociedades no es posible abordar las cuestiones
morales desde un único código moral, porque en el seno de estas sociedades conviven distintos
códigos, distintas "éticas". Al asumir esto como una realidad se va buscando respuestas a diversas
problemáticas, lo que fue orientando Ja conformación de las éticas aplicadas, que son alternativas
prácticas en este camino.
En el campo de las éticas aplicadas, las respuestas a las problemáticas actuales ya no se generan
o se buscan solamente desde la filosofía, sino que se producen desde diversas instancias, como son
las comisiones éticas, los llamados expertos y la opinión pública. Se explican brevemente a conti-
nuación.
1. Las comisiones éticas son grupos que se integran específicamente con ciertos objetivos, pue-
den estar más o menos institucionalizadas. Empezaron a surgir principalmente en Europa y
en Estados Unidos para resolver situaciones particulares, pero son distintas de las comisiones
jurídicas. Estas comisiones suelen hacer frente a cuestiones biomédicas, problemas relacio-
nados con el uso de las tecnologías, temas referidos al buen gobierno de las empresas, las
actuaciones de los medios de comunicación o el comportamiento de los políticos y las ad-
ministraciones públicas (Cortina, 2003); su tarea no es diseñar normativas legales, sino más
bien ha consistido en elaborar documentos conteniendo recomendaciones y orientaciones
éticas, sobre todo en los casos en que no hay legislación aplicable, o cuando ésta es insufi-
ciente.
2. Una segunda instancia social a la que se apela y que justifica la demanda de una ética
Es frecuente observar que, aplicada, son los llamados expertos de las distintas esferas sociales, quienes además co-
cuando se suceden eventos laboran de manera importante en la elaboración y consolidación de estos campos. Los
lamentables o violentos que expertos no conforman necesariamente un grupo definido, sino que provienen de diversas
sorprenden o consternan a
disciplinas y aportan su conocimiento para contribuir a la solución de conflictos.
la sociedad y que merecen
consideraciones específicas, 3. La opinión pública es la tercera instancia importante que, en función de los flujos de
aparezcan en los medios información de las cosas que le atañen, puede estar en condiciones de participar de forma
masivos de comunicación
activa y responsable. Esto se da con mayor fluidez y efectividad en los países cuyo desa-
diversos personajes
aportando su opinión; de
rrollo democrático y educativo es mayor. En la medida en que los ciudadanos se vuelven
cierta forma, esto contribuye cada vez más conscientes de sus derechos, exigen que se les respeten en los distintos
también a alimentar la campos y que las diferentes actividades estén a su servicio, puesto que son ellos los que
opinión pública. dan sentido a la existencia de la comunidad. De esta forma, muchos temas que tienen
implicaciones éticas se ventilan públicamente y las soluciones son producto de mayores
consensos.
Estas instancias según su espacio de acción (las nuevas tecnologías, los adelantos médicos, Jos
medios de comunicación, etc.) han ido conformando estas nuevas vertientes que derivan en diversas
éticas que se denominan aplicadas, porque se abocan a la solución de problemas específicos surgi-
dos en cada medio en particular. Pero además, justamente porque en sociedades plural is tas donde no
existe una sola voz autorizada para declarar qué es lo moralmente correcto e incorrecto, lo aprendido
en las distintas tradiciones éticas constituye un bagaje importante para encontrar las respuestas que
se requieren. Las éticas aplicadas no se deslindan en lo esencial de la ética general; constituyen una
forma de saber y de actuar específica, que se sustenta en la filosofía, pero se aboca a campos parti-
culares de interés que requieren soluciones específicas.
Este tipo de saber es dinámico y adaptable, está tejiéndose por imperativo de la realidad y es en
Ja evoluci ón de Ja realidad donde se va haciendo, y en donde se descubre a la vez en qué consiste y
cuáles son sus tareas en un mundo global. Ante algunos efectos no deseados de la globalización (des-
igualdad, pobreza, injusticias), muchas voces se han levantado para exigir que se oriente conforme
Unidad 5 Las éticas aplicadas en la sociedad actual. Ética profesional y universidad
99

ACTIVIDAD 1
¿Conoces alguna comisión ética o grupo que aborde la solución de conflictos de este orden
en el ámbito de la profesión que estudias?

Nota. Para entregar a tu maestro esta Actividad y poner tu nombre, grupo, fecha, carrera y facultad , pue-
des imprimir su formato desde la siguiente dirección electrónica, sólo tienes que llenar un breve
formulario, obtener tu contraseña, dar clic en UANL y ubicar el libro Ética, sociedad y profesión,
en http://www.recursosacademicosenlinea-gep.com.mx/

a la ética, pero en el entendido de que ninguna ética ha de ser la hegemónica, ninguna de ellas es la
moral o la ética aceptada por toda la humanidad, por lo que se hacen necesarios los consensos. La
ética o Ja moral no son sólo cosas subjetivas, sino más bien intersubjetivas, y es desde estas nuevas
realidades sociales, como la existencia y progreso de las éticas aplicadas, entre otras, donde se evi-
dencia que existe la intersubjetividad moral, que Ja vamos descubriendo.
Los problemas que presenta esta multiplicación de las llamadas éticas aplicadas son diversos.
Cada una tiene su fecha de nacimiento, peculiar historia y bibliografía autorizada; la panorámica es
bastante diversificada. En las bibliografías se repiten los nombres de los clásicos de la filosofía, pero
los clásicos modernos difieren completamente de una bibliografía a otra. En todo caso, vale la pena
insi stir en que este tipo de saber es todo menos estático y definitivo, está tejiéndose por imperativo
de la realidad y es en la evolución de la realidad donde se va haciendo, y en donde se puede descubrir
a la vez en qué consiste y cuáles son sus tareas en un mundo global. La reflexión ética, la moral, no
es solamente subjetiva, es también intersubjetiva: es desde realidades sociales, como la existencia y
progreso de las éticas aplicadas, entre otras, donde se va haciendo patente que esa intersubjetividad
moral existe.
Peculiaridad de la nueva "ética aplicada" frente a la moral y a las teorías éticas tradicio-
nales. Para comprender lo di stintivo de las éticas aplicadas en relación con otras expresiones usadas
en filosofía y en la práctica, señala A. Cortina (2003) que hay que considerar cuatro rasgos:
1. A diferencia de las distintas morales de la vida cotidiana, la ética aplicada recurre expresa-
mente a la reflexión y al lenguaje filosófico como elemento imprescindible. No es entonces,
moral cotidiana, sino aplicación a los problemas cotidianos de lo ganado en los procesos
éticos de fundamentación filosófica . En la elaboración de las éticas aplicadas, los filósofos
desarrollan la triple capacidad de llevar a cabo razonamientos prácticos, aplicar un cuerpo de
conocimientos que procede de las tradiciones filosóficas, y comprometerse a utilizar esta do-
ble capacitación para valorar la fuerza o la debilidad de los argumentos y posiciones morales.
El ético no aporta una especie de "verdad moral", sino un estilo argumentativo y un bagaje
de conocimientos éticos.
2. La ética aplicada limita su ámbito de prescripción a las cuestiones exigibles por una ética
cívica, y no se entromete en los proyectos personales de vida plena (no da normas morales
para la felicidad, por ejemplo) ... es la expresión de la ética cívica en las distintas esferas de
la vida social.
3. Aunque las éticas tradicionales contienen una dimensión de aplicación (cuestiones casuís-
ticas), hay una diferencia esencial entre la parte aplicada de una teoría filosófica y las éti-
cas aplicadas actuales, nacidas en el último tercio del siglo xx. Las éticas aplicadas no las
elaboran los filósofos en solitario, sino la mayor parte de las veces son los expertos de los
diferentes campos, junto con éticos, juristas, teólogos y afectados, quienes aportan al debate
sus convicciones e intereses. El lugar habitual lo constituyen los comüés, comisiones y cum-
bres, y los resultados se recogen en publicaciones académicas diversas, que tienen capacidad
Ética, sociedad y profesión
100

normativa para quienes participan en una actividad determinada o para los miembros de un
cuerpo profesional (estos documentos pretenden tener fuerza prescriptiva).

4. Las éticas aplicadas no se construyen desde una sola teoría. Cuando las comisiones o los
expertos trabajan en ellas convienen en que problemas diferentes requieren el concurso de
teorías diferentes para resolverlos, por la sencilla razón de que la realidad es multilateral;
sin embargo, cada teoría suele centrar su atención en alguna o algunas de sus dimensiones,
siendo bastante menos fecunda para abordar otras. El ético que trabaje en ética aplicada
-recomienda A. Cortina- ha de conocer a fondo las distintas teorías éticas y tener el discer-
nimiento suficiente como para aplicar la que resulte más fecunda para ayudar en la toma de
decisiones.

Éticas aplicadas y ética cívica


El propósito de la ética general es regular el comportamiento humano, porque hacerlo es importante
para la convivencia en sociedad, ésta es en buena medida su razón final. La ética orienta las acciones
en sociedad, y por ende, en nuestra relación con los otros. Es posible observar cómo nuestro compor-
tamiento y el de los otros conforman una intrincada red de relaciones, en las que se puede saber qué
hacer y cómo conducirnos gracias a estructuras y pautas de conducta que hemos adquirido en los nú-
cleos sociales (familias) de los que hemos surgido; no obstante, estas pautas y estructuras no siempre
nos permiten encontrar respuestas ante situaciones nuevas. La ética busca aclarar en qué consiste lo
moral, trata de fundamentarlo e intenta aplicar los principios éticos descubiertos en la vida cotidiana.
La moral forma parte del vivir de los seres humanos, sean o no expertos en ética, mientras que ésta
última requiere un aprendizaje. La ética, como producto de la reflexión, puede aventurar orientacio-
nes para la vida cotidiana, pero, en definitiva, las decisiones serán siempre personales, porque cada
persona es dueña de su propio juicio y no hay representantes morales.
A diferencia de las distintas morales de la vida cotidiana, la ética aplicada recurre a la reflexión
y al lenguaje filosófico; porque cuenta con la reflexión filosófica, no es moral cotidiana, sino aplica-
ción a los problemas cotidianos de lo ganado en los procesos éticos de fundamentación. Es el caso
de la ética profesional, considerada una ética deontológica (en la orientación kantiana), dado que es
una ética del deber, de la obligación y se ocupa de definir las normas que se han de obedecer.
Vale además reiterar que las éticas aplicadas no son elaboradas sólo por los filósofos, sino que
juristas, teólogos y todos los afectados pueden participar; tampoco se construyen desde una sola
teoría, porque un solo modelo es insuficiente para orientar las decisiones de los mundos político y
económico, médico, ecológico o, simplemente, la convivencia ciudadana.
La ética aplicada limita su ámbito de prescripción a las cuestiones exigibles por una ética cívica,
y no se entromete en los proyectos personales de vida plena (no da normas morales para la felicidad,
por ejemplo), es la expresión de la ética cívica en las distintas esferas de la vida social. La ética cí-
vica es concebida (en los siglos XVI y xvn) como la que posibilita "la convivencia entre ciudadanos
que profesan distintas morales religiosas o ateas, siempre que compartan unos mínimos axiológicos
y normativos ..." 3
Una ética cívica, una moral mínima ciudadana es fundamental en las sociedades pluralistas y
democráticas, en las que se aspira a alcanzar una conciencia moral compartida de valores como la li-
bertad, la tendencia a la igualdad y la solidaridad, como el respeto a los derechos humanos de primera
y segunda generación y, hasta de la tercera. Esto puede hacerse en los distintos ámbitos sociales.
La ética aplicada se ocupa de reflexionar sobre la presencia de principios (los de la ética profe-
sional se comentan más adelante) y orientaciones morales en los distintos ámbitos de la vida social
y constituye de algún modo la aplicación de la moral cívica a cada uno de esos ámbitos.

3
A. Cortina, Etica discursiva y Educación en valores, Universidad de Valencia, España. Documento electrónico,
consultado 15 de agosto de 2007.
Unidad S Las éticas aplicadas en la sociedad actual. Ética profesional y universidad
101

Dado que el tema es amplio, ha de quedarse permanentemente abierto, a efecto de incorporar,


tanto las diversas reflexiones y elaboraciones que producen los expertos, como las que se generan
desde la universidad y otras instancias como producto de las investigaciones y el intercambio de
ideas. La reflexión ética es fundamental, hacerla posibilita la elaboración de propuestas de solución
a los diversos problemas que plantea la realidad cotidiana en sus diferentes espacios, tanto los profe-
sionales, como los generales del trabajo y aún todos aquellos donde se generen relaciones humanas
y sociales que tengan implicaciones o involucren a segmentos específicos de la sociedad.
"La estructura de la ética aplicada -escribe A. Cortina (1993, p. 174)- no es deductiva ni induc-
tiva, sino que goza de la circularidad propia de una hermeneútica crítica ...".

5. 3 Las profesiones y su compromiso ético 4


El desarrollo de las profesiones pasa por diversos procesos; generalmente la consolidación de un
modelo ideal de profesional responde histórica y socialmente al predominio de un determinado
ejercicio de la práctica profesional. Las prácticas profesionales son prácticas sociales y por ende
involucran a las personas; su desarrollo está en función de otorgar un servicio o una actividad que la
sociedad considera útil y que permanece y se institucionaliza en el tiempo.
Las diversas consideraciones que se han realizado sobre los rasgos que integran a la profesión
(Weber, Durkheim, Parsons, entre otros), incorporan como elemento indispensable la realización de
la actividad profesional en el marco de principios o reglas éticas aceptadas por la sociedad donde
se desempeña. Los rasgos más apreciados del ser profesional son, según Freidson y Elliot, lograr
una posición que permita legislar sobre las normas de ejercicio e ingreso de la profesión; realizar
acciones que tiendan a la superación permanente del grupo profesional; contar con un cuerpo de
conocimientos propios y participar en los mecanismos para su enseñanza; la adopción de un código
ético, y desarrollar una noción de servicio.
En la misma línea, destaca esta otra caracterización de J. Martín-Moreno y A. de Miguel (en
Augusto Hortal, 2002). Los autores resaltan que toda profesión es: ocupación técnica a plena de-
dicación dentro del esquema de división del trabajo de una sociedad moderna o en trance de serlo.
Funciona bajo la idea de servicio a la sociedad en general y bajo el principio de autonomía o de li-
bertad en relación con el cliente. Se organiza de manera colegiada o corporativa. Posee compromiso
vocacional que sublima otros intereses y también un código de ética en que se expresa y se da forma
a estos rasgos y compromisos.
Igualmente, y según informaciones producidas por algunos investigadores mexicanos que tam-
bién han realizado estudios sobre las profesiones (Pacheco y Díaz Barriga, 1997; Díaz Barriga, 1995;
Valle, 1998; Fernández, 2007) se reconoce que la profesión posee ciertos rasgos que le son propios:
se trata en primer lugar de una actividad que presta un servicio específico a la sociedad de una forma
institucionalizada; favorece la organización de colegios o agrupaciones que defienden la profesión y
tienen cierta influencia sobre la formación profesional; se sustenta en un conocimiento especializado,
un ámbito de competencia específica u ocupacional; posee atributos de servicio, vocación, altruismo
y elevadas normas éticas (o código ético); y, su ejercicio conlleva o posee (o aspira a poseer) cierto
poder y prestigio (Chávez, 2008, en Hirsch y López).
Como puede observarse, la dimensión o componente ético de las profesiones es un elemento
ineludible, la sociedad espera que todo profesional no solamente haga lo que se supone que sabe
hacer, sino que lo haga bien y en función de ciertos principios éticos, tales como responsabilidad,
respeto a la autonomía del cliente-usuario o sujeto que solicita el servicio, etcétera.

4
Para ampliar información sobre las profesiones, puede consultarse otro texto de esta misma colección: Benavides,
Infante y Chávez (2009) Contexto social de la profesión, México, Grupo Editorial Patria.
Ética, sociedad y profesión
102

Ejercicio profesional y contexto sociocultural


Aunque nunca dejó de hacerse, la reflexión sobre la ética ha cobrado nuevos bríos en la universidad;
de hecho ya algunas instituciones del nivel superior han incorporado formalmente su estudio para
todas las carreras, algo que no se hizo por lo menos en casi tres décadas. En los tiempos actuales
trata, además, de fortalecer a las profesiones con un elemento indispensable que oriente sus prácticas
profesionales, pero también de contribuir a mejorar las relaciones en la sociedad, en orden a con-
cretar los principios básicos de una ética cívica aceptada por todos aquellos que deseen colaborar en
la construcción y mejora de la vida colectiva precisamente por todos. Por esto es que hace falta que
desde la universidad se incremente la reflexión de manera formal e institucionalizada. El desafío para
la escuela hoy es desarrollar en las personas la aptitud para construir una capacidad compleja, una
identidad que contenga la pertenencia a múltiples ámbitos: local, nacional, internacional, político,
religioso, artístico, económico, familiar, etc.; que se exprese además en un diálogo comprensivo.
Se trata de desarrollar este sentido plural de pe1tenencia que combine la adhesión y la solidaridad
local con la apertura a las diferencias, lo que justifica la introducción en forma masiva en las institu-
ciones educativas, la posibilidad de realizar experiencias (democráticas y pluralistas) que fortalezcan
este sentido de formación . Éste es un reto para cualquier programa de formación integral y precisa-
mente un espacio para lo ético, porque las universidades están llamadas a contribuir en la construc-
ción de la nueva sociedad; la insistencia no apunta necesariamente al establecimiento de cursos para
enseñar ética o valores, sino más bien a Ja apertura o fortalecimiento de espacios para Ja reflexión, la
puesta en común y los consensos.
En todo caso, hará falta definir diseños institucionales apropiados y elaborar las herramientas
técnicas y metodológicas más eficaces para que estos objetivos superen la fase puramente retórica
(que es la parte más difícil) y se transformen en metas concretas de aprendizaje. Como se sabe,
ésta es la aspiración de lo que hoy se denomina formación integral; se busca que contribuya a crear
oportunidades y espacios propicios para la convivencia, las relaciones cara a cara, el diálogo directo
y el intercambio con personas reales, donde los instrumentos técnicos sean lo que son y no fines en
sí mismos; éstos siempre han sido propósitos de la educación humanista, pero no se puede negar
que en los tiempos más recientes se fueron desvirtuando. Por ello no es gratuito ni oficioso que in-
telectuales y estudiosos se preocupen por retomar decididamente el fortalecimiento de la ética; lo ha
dicho, entre otros, Edgar Morin (1999), cuando afirma que es necesario educar para la comprensión
humana; es la mejor forma de propiciar la deseada formación integral y con-
cretar una ética cívica.
¿Quién es un buen profesional? ¿Qué es la ética profesional? ¿Funciona
igual para todas las profesiones? ¿Qué aspectos guían el actuar ético en la pro-
fesión? ¿Cómo se vinculan los valores cotidianos con los valores profesionales
o la ética profesional? Para nadie es desconocido que en el mundo actual el ejer-
cicio de las profesiones se desarrolla de forma muy diferente a como se hacía
en otras épocas, esto plantea retos no solamente para los propios profesiona-
les, sino también para las universidades que son las encargadas de la formación
profesional. La ética profesional ahora se hace más presente y está además, de
manera explícita, en los llamados códigos éticos (aunque estos no garanticen un
actuar ético) que guían las prácticas de casi todas las profesiones.

La responsabilidad profesional, sus contextos


y mediatizaciones
No obstante lo antes dicho, frente a la propuesta de una ética de las profesiones, se han desatado
algunas reservas (Hortal, 2002), una de ellas radica en que las pretensiones de tener una responsa-
bilidad autónoma por parte de los profesionales no se corresponde con la situación cada vez más
mediatizada en que se lleva a cabo el trabajo profesional en esta época. Esto es, aunque los estudio-
Unidad 5 Las éticas aplicadas en la sociedad actual. Ética profesional y universidad
103

sos se esfuerzan por hacer propuestas realistas, practicables, cada profesión tiene sus propios
contextos y cada ética profesional habrá de tomarlos en cuenta. Así, es posible observar que De esta forma ¿Qué
todas las profesiones se ven mediatizadas o influidas (determinadas, quizá, en algunos casos) margen queda para
por tres dimensiones del ámbito social: la dimensión técnica, la dimensión económica y la la responsabilidad
individual? ¿Acaso no es la
mediación organizativa o institucional.
responsabilidad como tal,
El aumento de la complejidad y tecnificación del trabajo hace que los profesionistas cosa de otros tiempos y de
parezcan más bien servidores de una maquinaria que sujetos que actúan autónomamente; otros contextos diferentes
están inmersos en un sistema, como las empresas, organismos e instituciones que les asignan a los actuales? ¿Qué idea
funciones , tareas y competencias, por lo que piensan que no tienen otra cosa que hacer, así se tiene al respecto en la
que haciéndolo cumplen con "su deber", lo que podría suponer que deben desentenderse de profesión que estudias?
lo que no les está explícitamente encomendado. Como asalariados -es decir, personas con-
tratadas para desempeñar funciones que también otros pueden desempeñar en su lugar- su
trabajo está acotado por las condiciones económicas, ya sea que la empresa sea pública o privada.
La distinción tradicional entre profesiones liberales y oficios serviles, que confería precisa-
mente a las primeras un estatus destacado porque a ellas se dedicaban quienes eran libres, y porque
tenían que ver con el cultivo de la inteligencia y el espíritu, principalmente, se fue difuminando hace
ya tiempo. En esa concepción se daba por sentado que el profesional liberal hace lo que quiere y en
la medida en que se identifica con los fines de su quehacer profesional ; sólo sus colegas, los iguales
e igualmente comprometidos con la profesión están en condiciones de enjuiciar su buen hacer o
sus malas prácticas profesionales. La ética profesional propia les investía con una cierta dignidad
estamental o de clase, que comportaba a la vez privilegios y obligaciones semejantes a los de la
aristocracia: "nobleza obliga". En las profesiones modernas ya no se trataba de nobleza de cuna, de
posesiones o de hazañas bélicas, sino de la nobleza del conocimiento y del buen hacer de médicos,
jueces, clérigos, militares.
En ese esquema y contexto, afirma Hortal (2002), se observa que el trabajador por cuenta ajena,
a semejanza del esclavo, no sería responsable de los fines, éstos le vienen dados, se los marca el que
lo contrata; él a lo sumo es responsable de los medios y de que los fines sean realmente alcanzados.
En las circunstancias en que el trabajador no trabaja sólo con su cabeza, decidiendo personalmente y
con criterio propio, se aleja cada vez más del modelo de las artes y profesiones liberales y en cambio
se acerca a lo que a lo largo de varias épocas se consideraron oficios y trabajos serviles.
Lo que se observa hoy, es que los límites entre el trabajo intelectual y el manual se han difumi-
nado; es decir, hay profesionales que trabajan con las manos y son autónomos, mientras que muchas
de las profesiones liberales se han burocratizado y con ello también quienes las practican, estando
entonces más próximas a ser piezas sustituibles. Según el carácter elegido o forzado de la propia
profesión, también hay cosas que han cambiado. No es infrecuente observar que, por ejemplo, los
ingenieros al poco tiempo de terminar su formación dejan de ejercer de ingenieros y se convierten en
gestores; los psicólogos en jefes de personal, los médicos en gerentes de hospital, los farmacéuticos
en representantes de laboratorios.
Actualmente, son muchos los profesionistas (cuando no la mayoría) que se ven obligados a des-
empeñar las funciones que les tienen asignadas las empresas y organismos para los que trabajan. El
profesionista, en estas condiciones, aplica hoy técnicas y procedimientos rutinarios y estereotipados,
con lo que el trabajo profesional se ha hecho también rutinario y estereotipado, alejándose de la idea
original de ofrecer un servicio individualizado para cada caso concreto o cliente que lo solicite.
Técnica, tecnología y profesiones. Las profesiones forman parte de un mundo cada vez más
tecnificado, encontrándose ellas mismas tecnificadas (unas más y otras menos). Dado que la técnica
configura casi todos los aspectos de la vida actual, ningún ejercicio profesional está a la altura de las
posibilidades y exigencias que hoy se le plantean sin los medios técnicos que utiliza cotidianamente.
La técnica como una habilidad entrenada para hacer algo o desempeñarse en un oficio, es un
hecho concreto y no nuevo. Lo nuevo es este mundo configurado por la construcción y utilización
de aparatos; entonces es más apropiado hablar de tecnificación. Ésta es una situación más reciente,
que de hecho puede ubicarse a partir de la Revolución Industrial, cuando la técnica produce cambios
Ética, sociedad y profesión
104

notables en la forma de ejercer las profesiones. La tecnificación, al ampliar las posibilidades


Así, la cirugía estética se profesionales, acarrea una primera y básica consecuencia ética para los profesionales: ser
propone hacer de la belleza competentes técnicamente. Aunque ésta es una condición necesaria hoy en día y según el
un problema técnico. ámbito de desempeño, no es suficiente para ser moralmente responsable en el ejercicio pro-
La psicoterapia tiende a
fesional.
pensarse en nuestra sociedad
como una especie de
Es innegable que un profesionista tiene que estar al día en la forma de plantear los proble-
ingeniería o management mas de su profesión y en las soluciones que aporta; para ello requiere capacitarse continua-
del psiquismo; hay técnicas mente en la utilización de las técnicas que se van renovando. Puede decirse que el profesio-
de marketing para generar nista de hoy tiene que ser un buen técnico para ser un buen profesional.
necesidades, técnicas de La tecnificación del mundo actual trae consigo variadas consecuencias para el ejercicio de
modificación de conducta las profesiones. Por un lado, con frecuencia, suele invertir la jerarquía entre medios y fines,
y hasta se invita a aprender
privilegiando sólo aquellas tareas y metas para las que hay técnicas elaboradas y desarrolladas
"cómo ganar amigos''.
(cancelando otras, quizá más importantes). Y, por otra parte, igualmente hace que la posibili-
dad se convierta en necesidad; es decir, parece que si algo es posible, ya sólo hace falta que
alguien lo desee, para que sea un hecho. Esto alcanza a sectores de la vida profesional que
Se espera que el abogado antes parecían ajenos a la tecnificación.
aplique sus conocimientos Ante el predominio de la mentalidad técnica se inhiben las capacidades de respuesta y
y habilidades en hacer que a responsabilidad éticas de los sujetos. El sujeto ético en el mundo tecnificado tiende con
su cliente o a su empresa le
frecuencia a desaparecer en la insignificancia, quedando marginado a la esfera privada; es
den la razón los tribunales,
aunque no la tenga. decir, la técnica puede inhibir cualquier iniciativa personal que no consista en acoplarse a los
mecanismos que funcionan automáticamente. Así, por ejemplo, se llega a echar la culpa a la
máquina o al "sistema" del mal funcionamiento de las instituciones y personas. El ejercicio
profesional, al tecnificarse, hace que se diluyan los aspectos éticos de la profesión. La mayoría de
quienes intervienen en procesos tecnificados complejos no se sienten responsables de lo que en ellos
se hace; en todo caso, cada uno sólo es responsable de su parte, ya que los fines y los medi~s están
institucionalmente separados; incluso, toda vacilación, toda resistencia y toda forma de salirse del
papel asignado es disfuncional.
Suscitar cuestiones éticas resulta disfuncional para el sistema, por eso el que se afana en plan-
tear los temas éticos tiende a ser sustituido por otro que se limite a cumplir con "su" cometido.
En la práctica profesional se observa, salvo los brotes de tipo agresivo y escasas formas de in-
conformismo marginal, que impera el conformismo. La participación en los procesos tecnológicos
se vive como inevitable; se produce una generalizada sensación de impotencia.
Es cierto que la técnica entra en la escena de las profesiones para potenciarlas y para facilitar su
ejercicio, pero con frecuencia termina siendo una amenaza para la ética profesional. Obviamente que
la solución no está en huir de la técnica, sino que hay que hacerla conciliar con la ética; entonces,
hay que empezar a precaverse frente a la tentación tecnocrática, colocándola en su justa dimensión
y dejando de creer que para todo problema humano hay una solución técnica y un grupo de expertos
capaces de proporcionarla. Sin duda que el entorno complejo demanda actuar con realismo y efica-
cia; para ello se requiere de la colaboración de los técnicos, pero no se debe olvidar que no siempre
son ellos los más interesados en acometer ciertas tareas.
La crítica al enfoque tecnocrático no es sólo porque considere a los técnicos los protagonistas
de los procesos sociales, sino sobre todo, porque hay la tendencia a reducir los problemas éticos a
problemas técnicos. Enunciando "factores" y proponiendo intervenciones con base en correlaciones
detectadas entre ellos, no es posible salir del círculo tecnocrático. Esos factores existen y hay que
tenerlos en cuenta a la hora de actuar éticamente, pero no hay que esperar soluciones exclusivamente
técnicas de los problemas éticos.
Los límites y condicionamientos económicos del trabajo profesional. Hoy, la mayoría de
los profesionales ejercen su profesión como asalariados, como trabajadores por cuenta ajena. Esto
marca una diferencia con respecto al estatus de los profesionales en la primera época de la Revo-
lución Industrial; aquel colectivo independiente y diferenciado, tanto de la clase alta que vivía de
sus rentas como de la clase baja o asalariada. Aunque los profesionales vivían de su trabajo, su
Unidad 5 Las éticas aplicadas en la sociedad actual. Ética profesional y universidad
105

retribución no era considerada como un sueldo, sino como "honorarios"; eran propietarios de sus
medios de producción pero, en cuanto profesionales, no tenían a nadie a sueldo. En los últimos de-
cenios, observamos la progresiva desaparición del profesional autónomo; sin embargo, a pesar de
esto, paradójicamente ha aumentado el poder profesional, debido no sólo al aumento del número de
profesiones y de profesionales, sino también al grado creciente de profesionalización del trabajo y
de las actividades retribuidas.
Hoy los profesionales, por lo general, ejercen su profesión pero como contratados por alguna
empresa o como funcionarios de un organismo público; así, trabajar por cuenta ajena mediatiza Ja
responsabilidad profesional tanto en términos económicos como en términos organizativos. La forma
en que influyen o determinan al profesionista los condicionamientos económicos, se expresan de dos
maneras: la primera afecta al mismo profesional que tiene en el trabajo su medio de vida; la segunda
vertiente afecta a la misma actividad profesional.
El profesional, al ser un trabajador por cuenta ajena, no es dueño de marcar sus finalidades;
las tareas le vienen asignadas; por ellas le pagan y él no puede inventárselas ni organizárselas a su
arbitrio. A esto se agrega la clara dependencia que tiene, al igual que su familia, respecto del salario
que percibe. En condiciones de escasez de empleos o de crisis económica, como las que vivimos en
nuestro país, aumenta esta dependencia e influencia sobre el trabajo profesional.
Tanto el profesional autónomo como el que trabaja para otros puede verse condicionado en
términos de excelencia profesional, por las disponibilidades económicas que ponen límites a la
viabilidad de las actuaciones profesionales. Ya sea que trabaje por su cuenta o en una empresa u
organismo público, con frecuencia se encontrará que no todo lo deseable es factible. Hay recursos
para unas cosas, faltarán para otras. El altruismo es posible, pero siempre limitado a los recursos de
que se disponga; los profesionales de algo tienen que vivir y siempre requerirán algún tipo de finan-
ciamiento para realizar su labor, para seguir ayudando, para desarrollar innovación, para adquirir
instrumental y equipos o simplemente para mantener a su familia. La financiación privada y pública
ha dado entrada a los profesionales en el entramado económico social-liberal y ha conducido a una
generalización, calidad y relativa eficiencia de los servicios profesionales.
El profesional tiene pues que aprender a trabajar con recursos limitados y dentro de unos már-
genes que garanticen la viabilidad económica. El profesional necesita de la empresa y la empresa
necesita del profesional; en esa interdependencia el empresario puede exigir modos de trabajar o de
perseguir unos fines y descuidar otros que vayan o puedan ir en detrimento del buen hacer profesio-
nal. Pero el profesional será quien, dentro de cierta lealtad -por supuesto, no absoluta ni incondicio-
nal- para con la empresa en la que trabaja y de la que vive, ponga condiciones para que el ejercicio
profesional sea lo que debe ser y no descuide facetas "menos rentables", pero exigibles en términos
de responsabilidad social. La desnuda búsqueda de intereses particulares necesita articularse y defen-
derse en el ámbito compartido en término de valores que todos están en condiciones de apreciar.
No sólo el empresario, también los otros asalariados y el mismo profesional pueden contribuir y
de hecho contribuyen frecuentemente a que se invierta la jerarquía entre bienes extrínsecos e intrín-
secos. Cierto que hay una mercantilización de la sociedad y una mercantilización de las profesiones.
Las instituciones y las empresas no tienen empacho en anunciar las bondades de determinados
productos farmacéuticos, los servicios jurídicos para encontrar la fórmula de no pagar las multas
de tráfico, anunciar y ofrecer dietas y curas de adelgazamiento, remedios para Ja calvicie, cirugía
estética al gusto. Todo avalado por el prestigio profesional.
"Pero lo que es, no es nunca el último criterio de lo que debe ser" (Hortal, 2003, p. 69). Ante
el economicismo reinante, también los profesionales están bajo su influencia. Pero son precisa-
mente los profesionales quienes tienen que destacar lo intrínseco, una y otra vez. Ése es al menos
su compromiso central con la profesión que profesan; nada les desprestigiaría más que reconocer
abiertamente que los bienes intrínsecos sólo son para ellos un pretexto para alcanzar mayores cotas
de ingresos, prestigio, poder o estatus.
Naturalmente eso se hace mejor con otros que solo. No todo lo puede hacer el profesional ais-
lado. Ni todo se puede hacer en el instante que se quiere hacer.
Ética, sociedad y profesión
106

En el llamado capitalismo flexible, la falta de estabilidad laboral representa una amenaza para
el profesionalismo, pues obliga a trabajar en lo que sea y como sea; de alguna forma esto destruye
las posibilidades de una ética de mayor compromiso con los otros, o de aquella que estaba dispuesta
a postergar las satisfacciones inmediatas en aras de logros de más largo alcance.
No obstante, todo profesional que quiera y pueda hacer valer su profesionalidad hará valer su
compromiso personal con los valores intrínsecos de su profesión. Es decir, aún considerando todas
estas situaciones complicadas, todo trabajador que vaya profesionalizando su trabajo, introduciendo
innovaciones, comprometiéndose con el buen hacer profesional, conjuntándose con el equipo en el
que trabaja, se hará, progresivamente, más imprescindible y a la vez mejor profesional.
El marco institucional y organizativo del ejercicio profesional. Toda actividad social rele-
vante está sometida a la ley de la habituación y tipificación, lo que conduce a que se constituya en un
conjunto de comportamientos institucionalizados que, además, están disponibles para ser llevados
a cabo por los agentes sociales que se dedican a esas actividades, quienes desempeñarán los corres-
pondientes "roles". En este marco, las actividades y quienes las realizan resultan comprensibles
para quienes los observan y para quienes aspiren a actuar dentro de él. Cada nuevo profesionista se
encuentra, pues, con una profesión ya tipificada, habitualizada, institucionalizada, en Ja que se va a
desempeñar conforme el rol establecido; Jo que se hace y se valora en ese grupo y en esa profesión
se va constituyendo en su modo de actuar y de hablar. Para ello ha pasado por un proceso de socia-
lización previo, a través del cual va interiorizando pautas y esquemas que le permitirán, finalmente,
ser capaz de hacer lo que se hace en ese oficio o profesión.
Los procesos de socialización nunca son completos o finales ; los individuos, en este caso, los
nuevos profesionistas, siempre tendrán espacio o márgenes de actuación que permitan introducir
mejoras a las prácticas ya conocidas o institucionalizadas. Las prácticas profesionales mantienen un
constante debate respecto de lo que se ha de hacer o las formas de alcanzar los bienes intrínsecos
correspondientes a Ja profesión. Ningún profesional ejerce·su profesión sin ningún tipo de cortapi-
sas o límites. Hay un medio social y una cultura compartida, que son el marco para el ejercicio de
la responsabilidad profesional, que se ejerce precisamente con arreglo a criterios, pautas, valores,
expectativas que tienen una historia previa en ese medio.
La responsabilidad de los profesionistas no se agota en la actuación individual o autónoma;
aun cuando el profesional trabaja en una empresa privada o es funcionario público posee un grado
importante de responsabilidad, ya que igualmente puede y debe contribuir a proporcionar bienes y
servicios, a respetar y hacer que se respete a las personas y a cumplir Jos deberes de justicia que
está llamado a cubrir en el ejercicio de su profesión. Sin embargo, es importante también que las
propias organizaciones contribuyan a una ética de las organizaciones, porque de ello dependerá que
el profesionista encuentre facilidades o dificultades a la hora de asumir sus responsabilidades de
profesional. La mediatización o influencia institucional que se proyecta sobre el profesionista es
diferente si trabaja para una empresa privada o en un organismo público.
La cultura moral de las organizaciones puede dificultar o favorecer la actuación responsable de los
profesionistas que trabajan en ellas; Jo que no significa que necesariamente siempre es el profesionista
el que desea actuar éticamente y la organización se lo impide, puede suceder a Ja inversa. En todo caso,
vale contar con estas cuatro posibilidades extremas y sus posibles combinaciones (Hortal, 2002):
1. Habrá empresas y organismos corruptos que terminen por corromper a los profesionistas que
empezaron queriendo ser honestos;
2. Habrá profesionistas deshonestos y corruptos que generen, mantengan y promuevan una
cultura de corrupción allí donde trabajan;
3. Habrá empresas y organismos que tengan una cultura moral aceptable, que faciliten y pro-
muevan actuaciones morales aceptables en los profesionistas que trabajan en ellas; y
4. Habrá profesionistas que además de honestos, sean competentes, hábiles y prudentes, y con-
tribuyan a mejorar la cultura moral de las organizaciones en las que trabajan, aunque eso
difícilmente va a ocurrir si se trata de un único individuo.
Unidad S Las éticas aplicadas en la sociedad actual. Ética profesional y universidad
107

EVAUJACIÓN FORMATIVA
¿Cuáles crees que son las circunstancias que delimitan el trabajo de los profesionistas en la empresa privada? ¿Piensas
que es posible lograr actuaciones éticamente responsables que atiendan tanto la lealtad a la empresa privada como el
compromiso con los bienes intrínsecos de la profesión? ¿Sabes cómo se establecen y regulan las actividades de los
profesionistas o empleados en el sector público? ¿Quién es el responsable de otorgar un servicio público de calidad, el
empleado o la institución? ¿Es más responsable el profesionista que trabaja para una empresa privada que aquel que lo
hace para un organismo público?

Nota. Para entregar a tu maestro esta Actividad y poner tu nombre, grupo, fecha, carrera y facultad, puedes imprimir su formato
desde la siguiente dirección electrónica, sólo tienes que llenar un breve formulario, obtener tu contraseña, dar clic en UANL
y ubicar el libro Ética, sociedad y profesión, en http://www.recursosacademicosenlinea-gep.com.mx/

ACTIVIDAD 2
Seguramente has visto en las áreas de estacionamiento de diversos lugares o edificios un
anuncio como este: "La empresa no se hace responsable por el robo de vehículos o artículos
de valor". ¿Qué opinas al respecto?, ¿de quién es entonces la responsabilidad? Discute el
tema en equipo y escribe las ideas y conclusiones que se generen al respecto.

Nota. Para entregar a tu maestro esta Actividad y poner tu nombre, grupo, fecha, carrera y facultad, pue-
des imprimir su formato desde la siguiente dirección electrónica, sólo tienes que llenar un breve
formulario, obtener tu contraseña, dar clic en UANL y ubicar el libro Ética, sociedad y profesión,
en http://www.recursosacademicosenlinea-gep.com.mx/

5.4 Elementos significativos


de la ética profesional
Entre la ética general que trata de los aspectos éticos que son válidos para todos en todo momento
y circunstancia, y las actuaciones puntuales que lleva a cabo cada persona en situaciones concretas,
está esa zona intermedia de lo que vienen llamándose hace ya tiempo, éticas aplicadas o éticas espe-
ciales tales como la ética económica, la ética política, la ética sexual, ética de la educación, etc. Este
apartado se basa en buena medida en las propuestas que sobre el tema hace Augusto Hortal (2002).
Esta sencilla esquematización puede ser útil para apreciar la relación y/o diferencias.

La ética general reflexiona sobre lo que es la ética y Las éticas aplicadas tratan de especificar los crite-
sobre lo que exige o recomienda siempre y en toda rios que pueden orientar un ámbito particular de las
circunstancia: actividades humanas.
¿Qué debemos hacer? ¿Cómo es bueno que actu- Para el ámbito del ejercicio de una profesión deter-
emos en orden a llevar y promover una vida que minada o de las profesiones en general, es la ética
merezca ser llamada buena? profesional la que orienta el desarrollo de esa ac-
tividad.
Ética, sociedad y profesión
108

La ética de las profesiones es una de las éticas aplicadas, y deriva sus bases de la ética general,
fundamental o básica, de la que se dieron ya algunos elementos al inicio del texto. El profesional se
juega en el ejercicio de su profesión no sólo su ser de buen o mal profesional, sino también su ser
ético; no termina de ser considerada persona éticamente aceptable quien en todos los ámbitos actua-
se bien y cumpliese con sus deberes, menos en el ejercicio de sus responsabilidades profesionales.
Cada profesión tiene su propia historia, tiene sus peculiaridades que la hace diferente de otras
profesiones, varía también según las culturas en las que se ha ido ejerciendo y, con frecuencia, buena
parte de esos cambios son debidos a la influencia de los cambios tecnológicos, sociales y culturales.
Los médicos, por ejemplo, tienen que curar o al menos tratar de aliviar los males de hipertensión;
pero en una época en que son mayores los recursos terapéuticos está fuera de lugar el uso de las
sangrías y sanguijuelas de otros tiempos. Los arquitectos tienen que hacer casas que no se caigan,
digamos que ése ha sido su propósito siempre; pero ahora saben bien, que no tienen que emplear los
mismos recursos en terrenos de frecuentes movimientos sísmicos que en aquellos donde éstos no se
han registrado desde hace varios siglos.
Cada profesión consiste en un conjunto de actividades a las que de forma regular se dedica un
colectivo de personas, preparadas y facultadas para llevarlas a cabo, en orden de proporcionar de-
terminado tipo de bienes y servicios. Eso puede estar más claro en unas profesiones que en otras, en
unas culturas que en otras, en unas fases de la historia que en otras (Benavides y otros, 2009); esto
según el desarrollo de cada profesión, de fácil observación en todas las sociedades.
Pero, en qué consiste ser un buen profesional y cuáles son los criterios por los que se juzga qué
actuaciones profesionales son buenas y cuáles son inaceptables; es algo que tienen que debatir y plan-
tearse ante todo Jos mismos profesionales -aunque no sólo ellos. Sin embargo, como las profesiones
tienen rasgos en común, esto muy bien permite el establecimiento y estudio de ciertos principios apli-
cables a todos los ámbitos, aunque Ja forma de aplicarlos pueda variar en cada una y según las facetas
del asunto implicado que haya que considerar.
La ética que Hortal propone se apoya más en una ética de principios, no sólo de normas y
deberes o de bienes o fines y adopta en buena medida los cuatro principios que aporta la bioética5
en atención a que este campo posee antecedentes favorables en Ja práctica y aplicación de dichos
principios. Estos principios son:
• Principio de beneficencia
• Principio de autonomía
• Principio de justicia
• Principio de no maleficencia

¿Cómo surgen estos principios?


En esta época, donde la ciencia tiene una preeminencia notoria, con frecuencia se pretenden justificar
las actuaciones profesionales apelando solamente a los hechos (lo que se ve, lo objetivo). Pero, para
orientar las acciones y decisiones que hay que tomar en tomo a lo ético, necesitamos situar
esos hechos y esas posibilidades en relación con algún principio valorativo que nos diga que
Los principios éticos
unas acciones, metas o resultados son mejores que otras, que es preferible promover y cuidar
son aquellos imperativos
la salud que dejar que las enfermedades sigan su curso; es decir, los hechos por sí solos no pro-
de tipo general que nos
orientan acerca de qué hay porcionan criterios de actuación. En todo caso la serie de situaciones y relaciones que aporten
de bueno y realizable en los datos son útiles para conocer el estado de las cosas y valorar sus posibilidades; pero para
unas acciones y de malo y la acción se necesitan principios valorativos.
evitable en otras. Al hablar de ética profesional es porque hay actuaciones profesionales buenas y malas;
unas son éticamente recomendables y otras reprobables, no sólo desde el punto de vista

5 Victoria Camps y Salvador Giner (2008), Manual de Civismo, 6ª. edición actualizada, Ed. Ariel, Barcelona.
Unidad 5 Las éticas aplicadas en la sociedad actual. Ética profesional y universidad
109

técnico o de la eficacia, sino también desde el punto de vista ético. Para que una persona actúe éti-
camente en el ejercicio de su profesión, será necesario que haga muchas cosas, seguramente, pero
casi siempre buscamos criterios que nos permitan discriminar entre actuaciones aceptables y otras
que no los son. ¿Dónde o cómo encontrar esos criterios? Bien, pues a ello se debe que haya ciertos
criterios superiores o principios, ellos nos orientan acerca de lo que, en términos éticos, es deseable
o aceptable y lo que no lo es. Esos criterios son los principios éticos.
Entre principios y normas éticas suelen hacerse distinciones y aunque no siempre queda muy
clara la diferencia, aquí se aportan algunas ideas. Los principios se distinguen de las normas por ser
aquéllos más genéricos que éstas. Los principios ponen ante los ojos los grandes temas y valores
del vivir y del actuar; las normas aplican los principios a situaciones más o menos concretas, más o
menos genéricas. Las normas suelen hacer referencia a algún tipo de circunstancia, aunque sea en
términos genéricos. Pero también los principios se hacen inteligibles cuando adquieren concreción
normativa y hacen referencia a las situaciones en las que se invocan y aplican.
En términos generales un principio enuncia un valor o meta valiosa (o un contravalor o un resul-
tado que merece ser evitado); las normas, intentando realizar el principio bajo el que se subsumen,
dicen cómo debe aplicarse un principio en determinadas situaciones.
Tanto las normas como los principios son universales aun cuando el ámbito de aplicación de
los principios sea más amplio y general que las normas específicas que caen bajo dicho principio.
"Todos los seres humanos nacen iguales en dignidad y derechos" es un principio universal6 o una
expresión de valor que implica un principio orientador de la acción en términos universales; en cam-
bio, "todo testigo de Jehová adulto que rechaza una transfusión debe ser respetado", es una norma
o principio igualmente universal, aunque su ámbito de aplicación sea más restringido. Por tanto, y
según Jo explica Hortal (2002), "todo ser humano" y "todo profesional" o "todo juez" son conceptos
universales, pero el primero es más general que los otros dos y además los incluye, el segundo es
más general que el tercero y menos que el primero, puesto que todo juez es un profesional, pero no
todo profesional es juez, etcétera.
El siguiente ejemplo ayuda también a la comprensión. Un principio como "no engañar" en el con-
texto moderno podría traducirse por no firmar cheques sin fondos, no ser espía o no manipular la opi-
nión pública. En otros contextos esas acciones no existen y resultan incomprensibles; la acción tiene
sentido en el contexto de unas prácticas y de unas instituciones. Al adoptar máximas de un tipo moral
apropiado no adoptamos un conjunto de normas morales, sino más bien ciertas directrices para la
vida: para llevar un determinado tipo de vida o ser determinado tipo de profesional o de persona.

¿Quién es un buen profesional? Aquel que hace buenas actuaciones profesionales. Y, ¿qué
es una buena actuación profesional? O ¿qué es una mala práctica profesional?

Dar respuesta a estas preguntas está en función de las diferentes profesiones, del contexto so-
ciocultural y las circunstancias en que se desarrollan las actuaciones profesionales. Los principios
de la ética profesional orientan la práctica profesional que quiere ser ética. Veremos de qué manera,
desglosando las diversas dimensiones que comporta la actuación profesional:
Toda profesión consiste en un conjunto de actuaciones que se proponen realizar un determinado
tipo de bienes y servicios; así, el primer criterio para juzgar las actuaciones profesionales será si se
logra y cómo se logra realizar esos bienes y proporcionar esos servicios. Pues bien, a ello subyace el
llamado principio de beneficencia.
Como toda actuación profesional tiene como destinatario a otras personas, una buena actuación
profesional se proyecta en tratar a las personas como tales, respetando su dignidad, su autonomía y
derechos; éste es el segundo gran criterio o principio para juzgar las actuaciones profesionales (de

6
La bioética es la rama de la ética que aspira a proveer los principios orientadores de la conducta humana en el campo
biomédico. Etimológicamente proviene del griego bios y ethos: "ética de la vida"; por tanto, es la ética aplicada a la
vida humana y no humana (animales, naturaleza).
Ética, sociedad y profesión
110

hecho todas las relaciones sociales): desarrollada de esta manera este tipo de actuación se basa en el
principio de autonomía. Son las personas las que se ponen en el centro de la actuación profesio-
nal.
Por otra parte, las actuaciones profesionales se llevan a cabo en un ámbito social con demandas
múltiples que hay que jerarquizar y recursos más o menos limitados que hay que administrar con
criterios de justicia; aquí está precisamente, el principio de justicia.
Ahora bien, cuando todo ello no fuese posible llevarlo a cabo en positivo (por limitaciones di-
versas) habrá que empezar por no hacer daño, no perjudicar a nadie que pueda quedar implicado o
afectado por una actuación profesional; a esto se denomina principio de no maleficencia.
El carácter primario o la primacía de unos principios sobre otros depende de los contextos so-
ciales y de las metas que se marquen los individuos y los grupos (Hortal, 2002). En la vida práctica
es el telos (el fin) el que proporciona el principio, el primer principio del razonamiento práctico. (Es
decir, en principio, todos tenemos un fin, hacemos las cosas porque deseamos algo, aun y cuando ese
fin no aparezca muy claro inicialmente.) La justificación de los principios remite a los fines inscritos
en el dinamismo de los deseos humanos. En qué medida eso fines formulan metas irrenunciables del
vivir humano o en qué medida incorporan además elementos teleológicos de la cultura en la que son
invocados es algo que tiene que quedar abierto a la discusión en cada caso.
A lo largo de la historia, en condiciones de relativa estabilidad cultural (en sociedades pequeñas
o cerradas), de fijeza cultural y de valoraciones también estables, los principios éticos se entendían
como axiomas, evidentes en sí, con contenido normativo, a partir de los cuales más o menos se
deducían las aplicaciones concretas. Con el tiempo los principios se invocan como accesibles a una
intuición; para evitar problematizaciones procedentes de las concreciones y aplicaciones se reclama
para ellos una mera validez primafacie (a primera vista o de "salida"; decimos a veces, "en primera
instancia"), es decir mientras no entren en colisión -conflicto- con otros principios o su aplicación
literal no traiga consecuencias inaceptables.
Los principios cuanto más universales, más formales son, y por lo mismo estarán más vacíos
de contenido normativo y serán menos capaces de orientar la acción en circunstancias concretas.
Por el contrario, cuanto más orientadores y aplicables -por tener contenidos normativos precisos-,
más dependientes serán de las situaciones sociales y de las valoraciones culturales para las que son
formulados y en las que son puestos en práctica, "aplicados". Los principios sin los contextos, casos
y circunstancias que los concretan, tienden a ser vacíos de la misma manera que los contextos, casos
y circunstancias sin los principios tienden a ser ciegos.
Los principios universales y las actuaciones individuales (reales o hipotéticas) se relacionan en
un círculo hermenéutico (que requiere interpretación, diálogo, interacción); terminamos de saber
qué significan los principios éticos cuando sabemos cómo se traducen, "aplican" o ponen en práctica
en determinadas circunstancias. Pero a la vez terminamos de saber y de entender las situaciones que
vivimos y en las que tenemos que actuar cuando sabemos relacionar dichas situaciones con determi-
nados principios y no con otros.
Esto que vale para los principios de la ética general, vale igualmente para los principios espe-
cíficos de las éticas especiales, llamadas éticas aplicadas, entre ellas las éticas profesionales. Hay
principios comunes a todas las esferas del vivir humano; pero también hay principios específicos
para los campos específicos de aplicación, dotados de una textura normativa específica.

Los valores de la ética profesional


Las discusiones clásicas en ética suelen enfrentar, por un lado, la ética orientada a fines (o de los
principios y/o normas, de influencia kantiana) y, por el otro, Ja ética de la confrontación (de las
consecuencias, de la responsabilidad, de influencia weberiana). No obstante, las posiciones actua-
les tienden más a la búsqueda de la articulación, de la complementación de ambas. Así lo señala
Exteberria (2002), al aceptar, siguiendo a Weber, que "la política de la responsabilidad centrada en
las consecuencias debe articularse con la política de la convicción centrada en Jos principios, en el
Unidad 5 Las éticas aplicadas en la sociedad actual. Ética profesional y universidad
111

sentido de que éstos marcan límites intraspasables por aquella en el uso de los medios, y aquella
marca ciertas exigencias de cara a las consecuencias que piden que se tomen los principios con fle-
xibilidad" (p. 169).

La persona como sujeto moral que realiza la ética


Entre los diversos planteamientos que se realizan en tomo a las grandes preguntas de la ética (como
qué significa ser bueno o qué supone una sociedad justa), se propone hoy (Etxeberria, 2002), más
que elegir alguno de ellos, intentar una articulación fundamentada, producto de una relación dialé-
ctica que crea sentido mediante la integración crítica creativa de los hallazgos que, provenientes de
las diversas teorías, contribuyan a complementar significados y resolver tensiones en la realización
de la ética.
La ética, en todo caso, es un saber práctico que como tal no pide quedarse en teoría, pide ser
realizado y quienes la realizamos somos los humanos concretos. De tal forma, las cuestiones más
relacionadas propiamente con ese "sujeto moral" que somos, ese sujeto que a través de su acción
concreta las propuestas de la moralidad -según Exteberria- son tres: la conciencia moral, la respon-
sabilidad y la sabiduría práctica o la prudencia.
La conciencia moral es el ámbito donde se realiza el proceso de deliberación y decisión de los
sujetos que desemboca en la acción moral; respecto de la conciencia moral, se reconoce que no se
puede explicar sin principios que guíen su acción, pero que dichos principios no siempre pueden
aplicarse sistemática y rigurosamente, existen los llamados casos de conciencia que, con frecuencia,
exigen una acción, producto de la interpretación de cada caso particular.
La responsabilidad (junto con la conciencia moral y la prudencia) es una de las cuestiones más
relacionadas propiamente con el "sujeto moral" que somos, ese sujeto que a través de su acción
concreta las propuestas de la moralidad (Etxeberria, 2002).
En el concepto de responsabilidad puede sintetizarse de algún modo lo que se nos pide a la hora
de realizar la ética como sujetos morales, lo que nos pide nuestra conciencia. La responsabilidad
implica hacerse garante, asumir algo, comprometerse a algo ante alguien o ante la ley: esto significa
que la responsabilidad nos pone en relación con los otros, pero antes que eso, remite a la propia
individualidad, a lo que somos. Sólo cabe ser responsable ante los demás, si existe responsabilidad
ante uno mismo de uno mismo (p.177). Soy responsable de lo que "estoy llamado a ser" y en el caso
de la ética profesional, hace referencia a la vocación. Este primer modo de responsabilidad implica
situarme yo y mis circunstancias en un horizonte moral y desde ahí decidir, responder.
Ahora bien, una de las preguntas clave en este tema es ¿de qué soy responsable, de qué tengo
que responder? En primera instancia, debo responder de mi proyecto global de vida; en un segundo
plano debo responder de aquello que me puede ser imputado. Desde la ética de las profesiones, este
segundo modo de responder equivale a responder de la acción o de la obra bien hecha; es decir, si
soy un profesionista, deberé realizar la obra correspondiente de modo profesional, como corres-
ponde a las normas y práctica de la profesión (lo que puede ser premiable); pero también hay que
responder de las consecuencias de una acción ilegítima, sobre todo cuando se accede con facilidad a
la aceptación de cualquier acción como medio para un fin bueno. Pero, además, en el ejercicio de la
profesión no solamente somos moralmente responsables por las consecuencias de nuestras acciones
sino también de nuestras omisiones, de aquellas en las que pudiendo hacer lo debido no lo hemos
hecho, permitiendo de ese modo que se generen cosas malas.
Como puede observarse, el planteamiento anterior hace que la responsabilidad gire en tomo al
sujeto individual, pero, dado que muchas de nuestras acciones como profesionistas las realizamos al
interior de las instituciones y bajo ciertos condicionamientos, ¿hasta dónde soy responsable de las
exigencias que me imponen las circunstancias y el contexto? Independientemente de que no se pue-
de olvidar que en última instancia se es moralmente responsable a nivel personal, es decir, siempre
hay una cuota que nos alcanza, es importante señalar que el marco institucional hace que aparezcan
elementos alrededor de la responsabilidad que la acotan; es el caso cuando se coacciona la iniciativa
112
í Ética, sociedad y profesión

ACTIVIDAD 3
Las siguientes también son preguntas clave sobre la responsabilidad, ¿ante quién somos res-
ponsables? y ¿en virtud de qué somos responsables? Busca respuestas sobre estos plantea-
mientos en otros materiales que revisen posturas de ética y ética profesional. Escríbelas para
discutirlas posteriormente en forma colaborativa.

Nota. Para entregar a tu maestro esta Actividad y poner tu nombre, grupo, fecha, carrera y facultad, pue-
des imprimir su formato desde la siguiente dirección electrónica, sólo tienes que llenar un breve
fm;mulario, obtener tu contraseña, dar clic en UANL y ubicar el libro Ética, sociedad y profesión,
en http://www.recursosacademicosenlinea-gep.com.mx/

personal, el de la corresponsabilidad, que puede disminuir o aumentar la responsabilidad personal y


de ciertas conexiones con la dinámica política de la sociedad.

5.5 Códigos éticos profesionales


Los códigos de conducta o códigos éticos pretenden regular la conducta de las personas en contextos
sociales específicos; son prescripciones muy puntuales de lo que hay que hacer o que establecen
cómo conducirse en determinadas situaciones._Su vinculación es más cercana a una ética de normas,
pero no prescinden de los principios (están implícitos o detrás de estas normas). En el campo de
las profesiones, la obligación de un obrar ético responsable en el despliegue de las actividades de
las llamadas profesiones clásicas, se encuentra desde las caracterizaciones de Weber, Durkheim y
Parsons, especialmente. Los códigos éticos hacen explícitos los lineamientos bajo los cuales debe
conducirse un profesionista; es decir, la tradición en el ejercicio profesional marcaba ciertas reglas
que se asumían por el colectivo que se dedicaba a esa actividad y a la vez, por todo aquel que, al
ejercer la profesión, se integraba a ese grupo. La reconfiguración de las profesiones, producto de los
cambios en la sociedad y en el mundo laboral, fueron dando otra orientación a las prácticas profesio-
nales; de tal forma que buena o mala prácticas, han estado en función de elementos
o factores no contemplados en el origen de cada una.
Las reglas contenidas en los códigos profesionales, más que mínimas, son máxi-
mas a cumplir. Mostrar una conducta ética responsable en el ejercicio de la profe-
sión es un rasgo esencial de todo buen profesional; aunque como ya se comentó,
sabemos que con frecuencia la responsabilidad profesional se acota en función de
marcos externos que socavan el obrar libre y autónomo del profesionista. No obs-
tante, eso no debe ser razón suficiente que impida un desempeño que atienda a los
principios elementales.
Aunque los códigos no garantizan la existencia de un obrar profesional responsa-
ble, su establecimiento orienta las prácticas y su incumplimiento puede dar margen
a sanciones, e incluso, a la configuración de ilícitos. En nuestro medio, un buen
número de profesiones poseen un código ético, y en los últimos años, esta práctica
se ha extendido a empresas e instituciones diversas, públicas y privadas. Puede de-
cirse que el primer código ético que buscaba regular una profesión es el conocido
como Juramento de Hipócrates, cuyo origen se sitúa entre los antiguos griegos. En
algunas universidades los médicos que recién egresan se comprometen a cumplir-
lo; sin embargo, puede observarse con claridad que en las condiciones en que se
realiza actualmente la práctica médica, varios de sus postulados son imposibles de
cumplir.
Unidad 5 Las éticas aplicadas en la sociedad actual. Ética profesional y universidad
113

• "JURO POR APOLO médico y por Asclepio y por Higía y por Panacea y todos los dioses y diosas,
poniéndoles por testigos, que cumpliré, según mi capacidad y mi criterio, este juramento y declaración
escrita:

• TRATARÉ al que me haya enseñado este arte como a mis progenitores, y compartiré mi vida con él, y le
haré partícipe, si me lo pide, y de todo cuanto le fuere necesario, y consideraré a sus descendientes como
a hermanos varones, y les enseñaré este arte, si desean aprenderlo, sin remuneración ni contrato.

• Y HARÉ partícipes de los preceptos y de las lecciones orales y de todo otro medio de aprendizaje no
sólo a mis hijos, sino también a los de quien me haya enseñado y a los discípulos inscritos y ligados por
juramento según la norma.

• Y ME SERVIRÉ, según mi capacidad y mi criterio, del régimen que tienda al beneficio de los enfermos,
pero me abstendré de cuanto lleve consigo perjuicio o afán de dañar.

• Y NO DARÉ ninguna droga letal a nadie, aunque me la pidan, ni sugeriré un tal uso, y del mismo modo,
tampoco a ninguna mujer daré pesario abortivo, sino que, a lo largo de mi vida, ejerceré mi arte pura y
santamente.

• Y NO CASTRARÉ ni siquiera (por tallar) a los calculosos, antes bien, dejaré esta actividad a los artesa-
nos de ella.

• Y CADA VEZ QUE entre en una casa, no lo haré sino para bien de los enfermos, absteniéndome de mala
acción o corrupción voluntaria, pero esp~cialmente de trato erótico con cuerpos femeninos o masculinos,
lfüres o serviles.

• Y SI EN MI PRÁCTICA médica, o aun fuera de ella, viviese u oyere, con respeto a la vida de otros
hombres, algo que jamás deba ser revelado al exterior, me callaré considerando como secreto todo lo
de este tipo. Así pues, si observo este juramento sin quebrantarlo, séame dado gozar de mi vida y de mi
arte y ser honrado para siempre entre los hombres; más, si lo quebranto y cometo perjurio, sucédame lo
contrario."

Hoy en día se considera a Jos códigos de ética como documentos construidos mediante Ja parti-
cipación y consenso en tomo a los valores propios de cada profesión, actividad social o cultura orga-
nizacional ; permiten definir el papel de las personas o de Ja organización, los aportes y compromisos
que deben o pueden asumir.

5.6 Ética y ciudadanía: el Civismo como una


fuente de convivencia social
El desarrollo y el fortalecimiento de esquemas éticos y morales contribuye a que las personas tengan
también una disposición para reflexionar y discutir de manera equilibrada y mediante alternativas
pacíficas las cosas que preocupan en una sociedad a Jos ciudadanos, implica saber escuchar a los de-
más, respetar la libertad y la autonomía de las personas, solidarizarse con las causas sociales, aceptar
las diferencias, tomar decisiones responsables, participar en democracia y muchas otras cosas más.
El comportamiento de los ciudadanos debe responder tanto a sus principios y esquemas internos de
convivencia social, como a aquellos que una sociedad ha sancionado mediante los procesos estable-
cidos y que contemplan un determinado grado de obligatoriedad, como las leyes. El civismo aporta
elementos para ello y la ética, así como la ética profesional, son condiciones que posibilitan que las
actitudes cívicas se fortalezcan o se desarrollen si fuere el caso. Hay una urgencia real de contribuir
de forma específica a la formación y/o construcción de una verdadera ciudadanía. De esta forma,
cerramos este texto con un tema de suyo importante, basando las ideas fundamentales en los trabajos
de Victoria Camps y Salvador Giner, Manual de civismo.
Ética, sociedad y profesión
114

Por ética cívica se puede entender el conjunto de los mínimos de justicia que existen en las
concepciones morales de una sociedad pluralista, con respecto a los cuales ninguna sociedad quiere
retroceder, al menos verbalmente. Se consideran valores mínimos de una ética cívica:

• La libertad, entendida como:


º Autonomía moral.
º Autonomía política.

• La igualdad, entendida como:


0 Eliminación de la dominación.
0 Garantía del mínimo material social y cultural para que cada persona pueda desarrollar
una vida digna: ingresos económicos dignos, educación, vivienda, asistencia sanitaria,
etcétera.
º Igualdad de oportunidades de ocupar cargos y empleos, disminuyendo las desigualdades
naturales y sociales de nacimiento.
0 Procuración de que todas las personas tengan un razonable nivel de autoestima.

• La solidaridad, que exige dos tipos de acción:


º Apoyar al débil para que alcance la mayor autonomía y autoestima posible.
0 Explotar al máximo los nuevos talentos en provecho de la sociedad.

• La tolerancia o respeto activo de aquellas concepciones de felicidad que no compartimos.

• Una actitud dialógica para resolver los problemas, utilización del diálogo como único recur-
so para solucionar los conflictos, especialmente los conflictos sociales humanos.

Vale en este caso la insistencia, sobre algo repetido insistentemente, pero no por ello de forma
suficiente: las sociedades actuales, caracterizadas por su conformación diversa, plural, incluso com-
plej a, demandan también formas diferentes de relacionamos que contribuyan a construir una mejor
vida para todos. Tarea por cierto no fácil ni exclusiva de la escuela, por mucho que pueda contribuir.
La sociedad requiere del fortaleci miento de las relaciones entre los grupos y entre las personas, en
términos tales que se posibilite el tránsito hacia una convivencia pacífica, armónica y justa. Ésta es
la tarea de una ética cívica o para la ciudadanía.
Revisa el siguiente texto de Camps Victoria y Salvador Giner, Manual de civismo (Ariel, Bar-
celona).

La diversidad, la pluralidad, son hechos concretos, palpables, cuyo reconocimiento no siempre en-
cuentra concreción en otras dimensiones de la complejidad sociocultural. Aunque aspiramos a ser
liberales y demócratas, hay un orden económico que nos domina y dirige, pero no puede ser éste lo
único que dé valor y sentido a la vida. Una democracia precisa de ciudadanos, personas que quieran
colaborar en la construcción y mejora de la vida colectiva. Sin ciudadanos activos y responsables no
hay democracia auténtica.
Por eso es importante hoy hablar de civismo. El civismo viene a ser aquella ética mínima que
debería suscribir cualquier ciudadano liberal y demócrata. Mínima para que pueda ser aceptada por
todos, sea cual sea su religión, procedencia o ideología. Ética, porque sin normas morales es imposible
convivir en paz y respetando la libertad de todos.
El sentido literal de civismo alude al modo de vivir en la ciudad o al modo de vida propio del
ciudadano. Independientemente del país al que se pertenece o de las diferencias individuales o de
cualquier otro tipo, la ciudadanía ha de tener un sentido común y universal.
Unidad 5 Las éticas aplicadas en la sociedad actual. Ética profesional y universidad
115

Resumen
Las éticas aplicadas son un conjunto de conocimientos producto de la reflexión ética, que están en
desarrollo para atender problemas específicos generados en la sociedad; si la ética general aspira
a regular el comportamiento humano, las éticas aplicadas buscan regular conductas generadas en
campos específicos de la actividad social. Son éticas aplicadas, la bioética, la genética, la ética co-
mercial y de la empresa, la ética ecológica, la ética profesional, etcétera. En el caso de esta última,
se destacan sus principios y posibilidades de aplicación de forma consciente y responsable en la
consecución de los servicios o fines profesionales. En cuanto a la ética de las profesiones es una de
las éticas aplicadas, y deriva sus bases de la ética general. El profesional se juega en el ejercicio de
su profesión no sólo el ser buen o mal profesional, sino también su ser ético; no termina de ser con-
siderado una persona éticamente aceptable quien en todos los ámbitos actuase bien y cumpliese con
sus deberes, menos en el ejercicio de sus responsabilidades profesionales. Ser un buen profesional y
determinar los criterios por los que se juzga qué actuaciones profesionales son buenas y cuáles son
inaceptables, es algo que tienen que debatir y plantearse, ante todo, los mismos profesionales. La
ética profesional se apoya en estos principios: de beneficencia, de autonomía, de justicia y de noma-
leficencia. Por otro lado, hay reglas contenidas en los códigos profesionales, consideradas máximas
a cumplir; no garantizan la existencia de un obrar profesional responsable, pero su establecimiento
orienta las prácticas y su incumplimiento puede dar margen a sanciones e incluso a la configuración
de ilícitos.

EVALUACIÓN FORMATIVA
¿Cuáles son las ventajas de que la profesión cuente con un código de ética? ¿Qué limitaciones observas en los códigos
profesionales? ¿Sabes si la profesión que estudias cuenta con un código ético? ¿Cuáles son los principios éticos que
enuncia? ¿A qué tipo de situaciones aluden? ¿Conoces otros códigos éticos?

Nota. Para entregar a tu maestro esta Actividad y poner tu nombre, grupo, fecha, carrera y facultad, puedes imprimir su formato
desde la siguiente dirección electrónica, sólo tienes que llenar un breve formulario, obtener tu contraseña, dar clic en UANL
y ubicar el libro Ética, sociedad y profesión, en http://www.recursosacademicosenlinea-gep.com.mx/

Producto integrador
Con base en el texto Manual de Civismo, de Victoria Camps y Salvador Giner (2008, Ariel. Barce-
lona), reflexiona y realiza discusiones críticas y razonables sobre esta propuesta cívica. Elabora un
tríptico que concentre los principales aspectos contenidos en él y distribúyelos entre los estudiantes
de tu escuela o facultad.
Ética, sociedad y profesión
116

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Artículo publicado en el sitio web de ÉTNOR con autorización expresa de El País, S.L., http://www.etnor.org
URL original: http://www.elpais.es/articulo.html ?xref= l 9980220elpepiopi_S&type=Tes&anchor=elpepi
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actual, con la firme convicción de su
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~para parciciparQ)ll respon-
sabilidad en beneficio de nuestro país.

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Dr. JaW Áncer Rodríguez


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