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El humo que arreglo mi vida

Me llamo Carlos Andrés Bernal rodríguez, me dicen Charly o la firma en el bajo mundo,
empezare a hablar acerca de toda mi vida y el humo toxico que me ayudó a organizarla.

Decidí escribir este libro a causa de lo irónica que es la vida, siempre fui una persona que
criticaba bastante este vicio llamado cigarrillo, la verdad no recuerdo exactamente la fecha
en la cual lo probé por primera vez, lo que recuerdo así, a vuelo de pájaro como decimos
nosotros los rolos, es que tuve una atorada severa, a causa de que nunca había hecho
algo similar, de igual manera no lo hice con el mayor gusto ni con la mejor experiencia ya
que era algo que hice por necesidad a causa de mi estrés acumulado, lo cual tenía por
costumbre calmar con golpes, los llamados madrasos y malos tratados a personas que
honestamente no tenían nada que ver, ya que la mayoría de problemas eran
extremadamente personales, redondeando todo lo que dije el cigarrillo en resumidas
cuentas se volvió algo bueno para mi parte moral, aclaro…mas no para mi bienestar, de
igual forma siempre he querido ser una buena persona para los ojos de la sociedad
Facatativeña ya que siempre he resaltado mucho en esta, a causa de quienes son mis
padres, familiares, amigos y demás, así que no era éticamente bueno dañar esa imagen
que tanto les había costado ganar a dichas personas, así que deposite toda mi confianza
en dicho elemento así que empecé a consumirlo cada vez más, más y más, hasta que lo
convertí en algo tan simple como comer un chicle o beber un café, hoy en día llevo
alrededor de 2000 cigarrillos fumados ya que guardo cada una de las cajetillas que
culminan al pasar de las horas, no lo niego, he tratado de remplazar este vicio por cosas
que me gustan, pero realmente no hay nada que me ayude a reemplazarlos, lo he tratado
de dejar con dulces, sexo, y demás cosas pero realmente no hay ninguna que me cause
mayor satisfacción, y felicidad que sentir un vapor agrio y fuerte bajando por mi garganta,
hoy me atrevo a decir que soy un fumador muy bueno, no lo digo con orgullo, pero la vida
me ha enseñado a que debo ser el mejor en lo malo y en lo bueno, recuerdo que hace
alrededor de dos meses un señor me vio fumando y me pregunto cuál era mi edad,
obviamente con toda la sinceridad respondí “querido viejo tengo 15 años” el me respondió
joven y usted por que fuma, luego se retractó y me dijo, si usted fuma solo espero que se
vuelva una mejor persona, si no, deje de fumar, hoy en día lo último que pienso hacer es
dejar mi vicio, lo amo y fumare hasta el día en que yo me muera y como dijo el de la
estrella Antioquia, ese si es un cariño verdadero.

Facatativa. 11/03/20.

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