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El sombrero de paja estaba solo en una vitrina hasta que una mujer llamada Mariana lo compró. Aunque al principio el sombrero fue feliz de tener un hogar, Mariana luego lo guardó en un baúl y se marchitó. Un día, el esposo de Mariana encontró el sombrero y lo decoró con flores, haciéndolo feliz de nuevo. Mariana se sintió mal por haberlo descuidado y volvió a usarlo para pasear juntos.
El sombrero de paja estaba solo en una vitrina hasta que una mujer llamada Mariana lo compró. Aunque al principio el sombrero fue feliz de tener un hogar, Mariana luego lo guardó en un baúl y se marchitó. Un día, el esposo de Mariana encontró el sombrero y lo decoró con flores, haciéndolo feliz de nuevo. Mariana se sintió mal por haberlo descuidado y volvió a usarlo para pasear juntos.
El sombrero de paja estaba solo en una vitrina hasta que una mujer llamada Mariana lo compró. Aunque al principio el sombrero fue feliz de tener un hogar, Mariana luego lo guardó en un baúl y se marchitó. Un día, el esposo de Mariana encontró el sombrero y lo decoró con flores, haciéndolo feliz de nuevo. Mariana se sintió mal por haberlo descuidado y volvió a usarlo para pasear juntos.
Había un sombrero de paja que estaba guardado en una caja de
cartón, a veces la dueña lo sacaba para mostrárselo a las señoras que pasaban y otras veces lo dejaba en la vitrina para que lo vieran, el sombrero se entretenía viendo pasar la gente, los autos, pero no era feliz porque quería tener un hogar, amigos y conocer lugares.
Paso el tiempo, y un día una señora llamada Mariana miro hacia
la vitrina y entro a comprar el sombrero, porque era lo que ella quería. El sombrero se puso feliz porque al fin alguien lo cuidaría y tendría un hogar y amigos y conocería muchos lugares. Después de salir tanto con Mariana, una mañana ella observó el sombrero por todas partes y dijo que ya no quería usarlo más y lo guardó en un baúl de cuero, allí estuvo por mucho tiempo, el sobrero se entristeció y la paja se comenzó a marchitar. Un día Ricardo el esposo de Mariana, quiso salir a cortar flores al jardín, pero necesitaba ponerse un sombrero en la cabeza para cubrirse del sol, buscando por aquí y por acá, encontró el sombrero todo empolvado, se lo puso pero no le cayó y lo dejó al lado de unas flores siempre viva que había cortado, el sombrero se puso a conversar con las flores, las cuales le dijeron si pensaba hacer algo y él les dijo que sí, pero, necesitaba la ayuda de ellas, les dijo que se pusieran alrededor de él y lo rodearan, cuando llego Ricardo quedó maravillado al verlo y fue a buscar algo para amarrar las flores junto al sombrero y lo dejo colgado en la percha. Mariana fue a buscar su sombrero nuevo para salir y se encontró con su antiguo sombrero que estaba adornado con hermosas flores y se sintió mal por haberlo guardado en el baúl, lo tomó con suavidad y se lo puso nuevamente para salir a pasear y disfrutar de los lugares que habían compartido juntos.