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CONDUCTAS
CONDUCTAS
¿Qué es la depresión?
La persona además experimenta una falta de motivación para llevar a cabo las tareas más
simples; puede sentir que ha perdido el interés por cosas que antes le gustaban, que le
hacían sentirse bien. O incluso, puede pensar que es del todo incapaz de hacerlas.
Otros síntomas característicos de la depresión son las alteraciones del sueño. Por ejemplo,
problemas para conciliar el sueño, o despertarse durante la noche y tener problemas para
volver a dormirse, despertarse demasiado pronto de forma súbita y repentina. Si bien, en
algunas ocasiones las personas deprimidas se quejan de exceso de sueño.
La fatiga, el cansancio y la falta de energía son también habituales, incluso el menor trabajo
parece requerir un gran esfuerzo. Además, el apetito y el peso pueden verse alterados.
También puede haber otros síntomas motores, desde la agitación, en que la persona tiene
dificultades para permanecer sentado, hasta el enlentecimiento motor (bajo volumen de la
voz, movimientos corporales lentos, etc.). Muchas personas manifiestan que tienen
dificultades para pensar, mantener la concentración a lo largo de una tarea (p. ej. leer un
libro), o tomar decisiones.
Pánico
¿Qué es el pánico?
Las personas con pánico experimentan una serie de sensaciones que aparecen de forma
inesperada. En la mayoría de casos, la persona siente un miedo repentino sin saber porqué,
nota malestar sin ninguna causa aparente, lo que contribuye a que se asuste más.
Es probable que además el corazón se acelere, se empíeza a sudar, puede aparecer temblor
en las manos, sensación de debilidad, flaqueza; podemos notar una fuerte opresión en el
pecho unida a una sensación de ahogo, de falta de aire, mareos...
Todas estas sensaciones se suelen interpretar de forma muy catastrófica, así podemos creer
que vamos a sufrir un ataque al corazón, que algo grave nos va a ocurrir, o incluso que la
muerte es inminente.
A pesar de que el miedo y las sensaciones que experimentan las personas con pánico son
desagradables e incluso piensan que su problema no tiene solución, existen tratamientos
psicológicos eficaces que resuelven este problema
Fobia social
¿Qué es la fobia social?
Ponerse nervioso al relacionarse con otras personas o cuando uno anticipa que va a tener
que hacer algo delante de otros es algo muy común. La mayoría de las personas ante
situaciones importantes como una presentación oral en público, una entrevista de trabajo, o
una primera cita, es posible que experimenten síntomas físicos de ansiedad como rubor,
palpitaciones, temblores o sudoración; que tengan pensamientos y dudas acerca de su
actuación o de cómo la verán y será vista por los demás; y en algunos momentos, deseen
acabar cuanto antes. Aunque la ansiedad social y la ansiedad ante la evaluación por parte de
otros, son muy comunes, la experiencia de la persona con fobia social es mucho más grave,
perturbadora e incapacitante.
Actualmente, la fobia social se define como un miedo intenso (y, a veces, evitación) a
situaciones en las que la persona teme actuar de modo embarazoso, ridículo o humillante
delante de otros, o a que estos noten sus síntomas de ansiedad. Estas situaciones sociales
varían de persona a persona, pero son frecuentes los miedos a iniciar y mantener
conversaciones con otras, acudir a fiestas, hablar con personas de autoridad, participar en
reuniones o clases, hablar, escribir, comer o beber en público, etc. Cuando se encuentra en
alguna situación de este tipo, la persona con fobia social teme y cree que los demás notarán
su nerviosismo y su ansiedad y la tacharán de débil, insegura, rara o tonta. De hecho, puede
que evite hablar en público por miedo a "quedarme en blanco", que no quiera comer o
beber delante de otros para que no vean "cómo me tiemblan las manos", o se niegue a ser
presentada en una reunión porque "me pondré como un tomate". Los síntomas de ansiedad
pueden ser varios, como palpitaciones, sudoración, molestias en el estómago, temblor,
tensión muscular, rubor, sequedad de boca, bloqueo mental, etc., y la intensidad de los
mismos hace que la persona tema que los demás también se den cuenta de lo nerviosa que
está y de lo mal que lo está pasando lo que, a su vez, es motivo de preocupación y mayor
malestar.
Aparte del malestar que experimenta la persona, en muchas ocasiones el miedo y/o la
evitación afectan de manera importante a una o varias áreas de su vida: puede que rechace
con frecuencia invitaciones a ir a sitios por miedo a no saber qué decir o que se quede
apartada en un rincón porque cree que va a hacer el ridículo; que rehúse una promoción en
el trabajo porque supone tratar con el público o dar charlas con cierta frecuencia; quizá
obtenga peores calificaciones porque evita presentar trabajos en clase o porque se siente
incapaz de presentarse a exámenes orales, etc.
¿Le da miedo la idea de dar una charla, pronunciar un discurso, hacer un examen oral o
exponer un trabajo ante un grupo de personas? ¿Ha perdido oportunidades de promoción en
el trabajo o de obtener mejores calificaciones en sus estudios por no atreverse a hablar en
público?
Las personas con miedo a hablar en público, cuando tienen que enfrentarse a este tipo de
situaciones, experimentan una gran ansiedad, además, suelen pensar que van a hacerlo mal
y con frecuencia, creen que su actuación ha sido mala. Piensan que los demás se darán
cuenta de que su voz o sus manos están temblando, o creen que en cualquier momento les
puede invadir una extrema ansiedad, o que no podrán articular correctamente las palabras,
etc.
Estrés postraumático
¿Qué es el estrés postraumático?
Algunas personas creen que estas reacciones significan que van a "volverse locas" o a
"perder el control", que son "débiles" o "indignas", o que "se lo merecían". Sin embargo,
como hemos señalado antes, son respuestas NORMALES a sucesos ANORMALES. Esto
no significa que haya que sentarse a esperar a que los síntomas desaparezcan por sí solos.
Cuando la reacción es muy intensa y está causando un serio malestar a la persona o está
interfiriendo en su vida, puede facilitarse el proceso de asimilar la experiencia y reducir los
síntomas mediante el tratamiento psicológico adecuado.
Trastornos de la Personalidad
Los trastornos de la personalidad se caracterizan por un patrón de funcionamiento rígido
e inflexible, como para experimentar dificultades de adaptación al entorno (área social,
familiar, académica o laboral, etc.), lo cual genera en muchas ocasiones importantes
frustraciones tanto para ellos como para los familiares.
Las personas que padecen un trastorno de personalidad (TP) tienen una forma
de percibir y entender la realidad que se desvía notablemente de las expectativas sociales y
culturales. Esta percepción de la realidad, hace que estas personas tiendan a responder a las
demandas externas de una forma más disfuncional experimentando en muchas ocasiones
malestar o sufrimiento.
Ataques de ira
¿Qué son los ataques de ira?
El enfado es una emoción normal en todos los seres humanos. Las personas se sienten
enfadadas cuando perciben que han sido objeto de un desaire o trato injusto, cuando otros
han invadido su terreno personal, cuando se les impide o dificulta la consecución de sus
objetivos, cuando se les lleva la contraria, etc. En definitiva, el enfado aparece cuando la
persona se siente provocada por algo que percibe como una ofensa humillante para sí, los
suyos, o terceras personas. No obstante, si la persona se enfada con cierta facilidad y/o
frecuencia, podría ser vulnerable a tener explosiones de ira.
En una explosión de ira la persona reacciona ante la injusticia u ofensa percibidas de forma
repentina y violenta. Esta violencia puede manifestarse gritando, insultando, arrojando
objetos, golpeando cosas, e incluso, agrediendo físicamente a las personas implicadas.
Aunque las personas pueden enfurecerse contra objetos inanimados, situaciones frustrantes,
o personas anónimas o con las que se tiene una relación casual, lo más frecuente es que se
enfurezcan con las personas más cercanas y con las que más se relacionan, esto es,
cónyuges, padres, hijos, compañeros de trabajo o amigos.
Son muy numerosas las consecuencias nocivas de las explosiones de ira. Uno de los costes
más frecuentes es el daño que causa a las relaciones personales, y precisamente a las
relaciones que tienen más valor para la persona como son la familia y los amigos. Además,
la ira puede afectar a la vida laboral, no sólo en cuanto que afecta a las relaciones
personales con los compañeros, jefes, clientes o empleados, sino también porque puede
bloquear a la persona y limitar su capacidad para tomar decisiones o realizar un buen
trabajo. Por último, "la ira fomenta la ira" y puede provocar una respuesta agresiva por
parte de los demás, lo cual, puede agravar en gran medida la situación. Por otro lado, la
persona puede llegar a perder el control, o ocasionar un accidente (al enfurece con un
conductor que acaba de adelantarle a gran velocidad y emprende una carrera alocada para
"darle una lección"), o sobrellevar problemas con las autoridades y/o de tipo legal (por
ejemplo, en el caso de agresiones físicas).
Autoestima
¿Qué es la baja autoestima?
¿Siente que no vale para nada? ¿Tiene la sensación de que los demás son mejores que
usted? ¿Tiende a disculparse por casi todo lo que hace? ¿Desearía sentir más aprecio hacia
sí mismo?
Uno de los principales factores que diferencian al ser humano de los animales es la
conciencia de sí mismo: la capacidad de establecer la propia identidad y darle un valor. En
otras palabras, cada uno de nosotros tiene la capacidad de definir quienes somos y luego
"decidir" si nos gusta nuestra identidad o no. El problema surge cuando se rechazan partes
de uno mismo. Cuando una persona se juzga a sí misma y concluye que no se gusta, que
globalmente se considera una persona poco válida, decimos que esa persona tiene
problemas de autoestima.
La persona con baja autoestima limita su capacidad para abrirse a los demás, expresar su
sexualidad, ser el centro de atención, tolerar las críticas, pedir ayuda o resolver problemas.
Es probable que tenga dificultades para relacionarse con la gente, entrevistarse para
conseguir un trabajo, intentar algo en lo que pudiera no triunfar, etc. Quizá se autoinculpe o
se empeñe en lograr la perfección a toda costa, o bien se ponga excusas, o incluso puede
llegar a recurrir al alcohol o a las drogas para poder afrontar determinadas situaciones.
La baja autoestima puede estar presente en muchos problemas psicológicos, como por
ejemplo, en la fobia social o en la depresión, (las dificultades en la autoestima suelen tener
una importancia central), y el bajo rendimiento académico y/o profesional también está
asociado a una baja autoestima. Y es que, la opinión que tenga la persona de su rendimiento
influirá en su auto-evaluación y a su vez en su autoestima. Si la persona piensa que no vale
para nada, que no está capacitada, ni puede alcanzar ninguna meta es difícil que se esfuerce
y trabaje para lograrlo. A la inversa, el fenómeno bien conocido de las "profecías
autocumplidas" pone de manifiesto que las opiniones de uno mismo ejercen un importante
efecto en la propia actuación. De hecho, alguien con gran confianza en sí mismo puede
rendir mucho más de lo que sería de esperar, teniendo en cuenta su edad o su capacidad.
2. Trastornos de la Personalidad
Los seres humanos tienen una colección de rasgos de la personalidad que se basan en
nuestras experiencias e influyen en nuestra interacción social, nuestro comportamiento y
forma de pensar. Estos rasgos están profundamente arraigados en nuestra cultura. Las
personas con trastornos de la personalidad tienen rasgos de carácter muy rígidos que
pueden afectar a su capacidad para funcionar en situaciones cotidianas.
* Trastorno límite de personalidad: este trastorno hace que la gente sea inestable e
impulsiva. Temen el abandono y tienen dificultades para mantener relaciones estables.
¿Te acuerdas del compañero de tu colegio que no podía quedarse quieto, siempre estaba
hablando o interrumpiendo, se le olvidaba hacer la tarea y parecía perderlo todo? Lo más
probable es que el niño sufría de trastorno de hiperactividad y déficit de atención (TDAH).
La mayoría de los niños con TDAH superan o aprenden a manejar muchos de los síntomas.
Sin embargo, algunos continúan teniendo este trastorno en su vida adulta, por lo que su
vida personal y profesional resulta difícil de manejar.
Se clasifican como un grupo de síntomas y de conductas que se observan en niños que han sido
diagnosticados con este trastorno. Consiste en que los niños y jóvenes afectados se aíslan y crean
un mundo interno a donde muy poca gente puede acceder. Existen variantes del trastorno y
diversos grados del mismo: hay niños completamente aislados del mundo y otros que entran en
contacto con la realidad en algunas oportunidades. En otra variante, la persona tiene una
conducta indiferente en lo social, teniendo episodios de aislamiento. Cabe señalar que no existe
ninguna prueba o examen que pueda realizarse para el diagnóstico del trastorno del espectro
autista; sólo ha sido catalogado por neurólogos que han encontrado variaciones en la actividad
cerebral.
Las investigaciones recientes han indicado que, aunque los exámenes cerebrales de niños y
adultos con trastorno de déficit de atención son completamente normales, en el aspecto cognitivo
se ha comprobado la existencia de actividad cerebral desordenada, los niños con hiperactividad
tienen dificultad para concentrarse en una sola cosa; constantemente se distraen, generado una
gran cantidad de conductas inquietas llamadas trastorno de déficit de atención con hiperactividad.
Se trata de un niños con conductas de negación y oposición a normas y a órdenes de los adultos.
no se adaptan con facilidad a las reglas de la escuela ni a ningún lugar donde van, tienden a tener
conflictos con otros niños y conductas agresivas con otras personas, proponen retos a las demás
personas y niños, nunca están de acuerdo con las reglas y desobedecen con mucha frecuencia, aun
cuando el trastorno psicológico esta descrito, no hay pruebas ni exámenes que puedan hacerse
para determinar si existe o no, solo se ha relacionado con otros trastornos, frecuentemente en
déficit de atención con o sin hiperactividad y des espectro autista.
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reconocerlo
Trastornos de Ansiedad
Trastornos de la alimentación
Seguramente has oído hablar sobre la anorexia y la bulimia, son condiciones o conductas que no
permiten a las personas alimentarse debido a que emocionalmente siempre se sienten gordas, por
lo que no comen casi nada o nada para permanecer en “línea”. El extremo de la anorexia es la
bulimia, condición en la que la persona comienza a comer en exceso y luego se provoca en vómito
para no engordar, esto significa que este trastorno puede estar combinado con trastornos
obsesivos.
Trastorno bipolar
Es un trastorno con un conjunto de síntomas que pueden llevar a la persona a tener un estado de
ánimo cambiante repentino, en un momento, están muy contentos y a los pocos minutos
deprimidos, es un estado emocional que contrapone una conducta con otra en pocos minutos o
pocas horas, en otras palabras existen conductas contradictorias. No hay formas de detectar
mediante pruebas o exámenes el trastorno bipolar. Para diagnosticar este trastorno se basan en la
historia clínica y normalmente puede diagnosticarse después de los 25 años de edad.
Cuando los problemas de sueño se producen con frecuencia y de manera persistente, pueden
repercutir de manera negativa en nuestra vida, tanto en el descanso como en el funcionamiento
cotidiano.Los trastornos de sueños, aunque no lo creas están relacionados con los trastornos de
ansiedad, entre los que podemos mencionar insomnio, dificultad para dormir, apneas de sueño,
despertar y no poder volver a dormirse, despertarse asustado sin razón, son síntomas ligados a los
trastornos del sueño. Resulta muy importante controlar la ansiedad, no hay nada peor que tener
cansancio o sueño y no poder dormir, algunos exámenes y pruebas médicas existen para manejar
el sueño.
Trastornos de pánico
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Trastornos de la personalidad
Son trastornos que se relacionan con la personalidad y entre los más comunes que encontramos,
podemos mencionarte: el trastorno de la personalidad límite y el trastorno de la personalidad
antisocial, generalmente son personas con personalidad agresiva e impulsiva, son de pocos amigos
y tienen tendencia a delinquir sin llegar a tener remordimiento alguno. Los trastornos de la
personalidad son un conjunto de rasgos presentes ligados a muchos otros trastornos, por lo que
estos trastornos suelen relacionare con el déficit de atención y trastornos obsesivos compulsivos.