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Superficies de Riemann

Depto. de Álgebra

2 de agosto de 2013
Copyright c 2012 Jesús Gago Vargas
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Índice general

1. Definiciones básicas 3
1.1. Cartas y atlas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.2. Ejemplos de superficies de Riemann . . . . . . . . . . . . . . . 6
1.2.1. Recta proyectiva compleja . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1.2.2. Toro complejo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
1.2.3. Curvas afines lisas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
1.2.4. Curvas proyectivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
1.3. Orientación y género . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19

2. Morfismos 21
2.1. Conceptos iniciales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
2.2. Teoremas sobre morfismos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
2.3. Funciones meromorfas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
2.4. Desarrollos de Laurent . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
2.5. Funciones meromorfas en P1 (C) . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
2.6. Funciones meromorfas sobre una curva proyectiva . . . . . . . 32
2.7. Funciones meromorfas sobre un toro complejo . . . . . . . . . 33
2.7.1. Resultados previos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
2.7.2. Funciones doblemente periódicas . . . . . . . . . . . . 35
2.7.3. Periodo fundamental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
2.7.4. Función ℘ de Weierstrass . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
2.7.5. Curva elı́ptica asociada a ℘ . . . . . . . . . . . . . . . 47
2.7.6. El discriminante ∆ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
2.8. Propiedades locales de los morfismos . . . . . . . . . . . . . . 50
2.9. Puntos de ramificación de curvas . . . . . . . . . . . . . . . . 53

3. Propiedades globales de los morfismos 55


3.1. Recubrimiento étale . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
3.2. Recubrimiento ramificado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
3.3. Aplicaciones propias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
3.4. Teorema de caracterización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61

iii
Superficies de Riemann

3.5. Triangulación de superficies de Riemann . . . . . . . . . . . . 66


3.6. Fórmula de Hurwitz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74

4. Ejemplos de superficies de Riemann 77


4.1. Pegado de superficies . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
4.2. Superficies de Riemann hiperelı́pticas . . . . . . . . . . . . . . 80
4.3. Acción de un grupo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
4.4. Ramificación de la aplicación cociente . . . . . . . . . . . . . . 93
4.4.1. Caso g(X) = 0 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
4.4.2. Caso g(X) ≥ 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95

5. Equivalencia con curvas algebraicas 99


5.1. Espacio recubridor universal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
5.2. Prolongación de recubrimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . 104
5.2.1. Lemas previos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104
5.2.2. Primer teorema de extensión . . . . . . . . . . . . . . . 106
5.2.3. Segundo teorema de extensión . . . . . . . . . . . . . . 108
5.2.4. Aplicación a curvas algebraicas . . . . . . . . . . . . . 112
5.3. Teorı́a de Galois de recubrimientos . . . . . . . . . . . . . . . 114
5.4. Caracterización de M(X) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121
5.5. Curva asociada a una superficie de Riemann . . . . . . . . . . 126
5.6. Superficie de Riemann de un cuerpo . . . . . . . . . . . . . . . 128

6. Toros complejos 133


6.1. Morfismos entre toros complejos . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
6.1.1. Caracterización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
6.1.2. Parametrización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135
6.2. Isomorfismo con el toro complejo . . . . . . . . . . . . . . . . 138
6.2.1. Ramificación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141

A. Resultados de Análisis Complejo 147


A.1. Teoremas básicos de análisis complejo . . . . . . . . . . . . . . 147
A.2. Teorema de la función inversa e implı́cita. . . . . . . . . . . . 148
A.3. Extensión de funciones holomorfas. . . . . . . . . . . . . . . . 149

B. Resultados generales 151


B.1. Equivalencias de categorı́as . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151
B.2. Definiciones de género . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152

iv Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

C. Función ℘ de Weierstrass 155


C.1. Resultados previos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
C.2. Funciones elı́pticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 158
C.2.1. Funciones doblemente periódicas . . . . . . . . . . . . 158
C.2.2. Periodo fundamental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159
C.3. Función ℘ de Weierstrass . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 164
C.4. Curva elı́ptica asociada a ℘ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169
C.5. El discriminante ∆ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 170
C.6. Isomorfismo con el toro complejo . . . . . . . . . . . . . . . . 171

D. Teorı́a de Galois 175

Depto. de Álgebra v
Superficies de Riemann

vi Depto. de Álgebra
Introducción

Según Gian-Carlo Rota, en “Indiscrete Thoughts”, Solomon Lefschetz


comenzó un curso sobre superficies de Riemann con una serie encadenada de
sentencias en rápida sucesión, sin escribir en la pizarra.
– ’Bien, una superficie de Riemann es un cierto tipo de espacio de Haus-
dorff. Ustedes saben lo que es un espacio de Hausdorff, ¿verdad? También
es compacta, ¿de acuerdo? Asumo que es una variedad. Seguramente saben
lo que es una variedad. Ahora déjenme enunciarles un teorema no trivial: el
teorema de Riemann-Roch.’
Y ası́ hasta que los más fieles estudiantes se dieron de baja del curso.
No es nuestra intención tener ese planteamiento, sino el realizar un viaje
escalonado a los conceptos fundamentales de superficies de Riemann, con el
objetivo de entender los principales teoremas.
Estas notas surgen de un curso impartido en el quinto curso de la licen-
ciatura de Matemáticas de la universidad de Sevilla. Por ello, está a medio
camino entre un curso de grado y un curso de maestrı́a. El contenido responde
a lo que considera el autor deben ser los pilares fundamentales que permitan
una lectura de temas más avanzados, como cohomologı́a o aplicaciones del
teorema de Riemann-Roch.
El curso no pretende ser una lista de enunciados básicos, sino que se impo-
ne la prueba de un resultado de importancia. Seguramente se puede pensar
que en un primer curso de superficies de Riemann es obligatorio llegar al
teorema de Riemann-Roch, como planteaba Lefschetz y aparece en numero-
sos textos actuales. Sin embargo, se ha elegido como objetivo el teorema que
establece la equivalencia entre superficies de Riemann compactas, normaliza-
ción de curvas algebraicas y extensiones finitas del cuerpo de fracciones C(Z).
Como indica McIntosh en su curso sobre superficies de Riemann compactas
(http://www.maths.dept.shef.ac.uk/magic/course.php?id=6), tenemos
tres formas diferentes de tratar la materia:

1. Una aproximación clásica, donde se combina el análisis complejo, la


geometrı́a diferencial y la topologı́a de superficies. Ası́ aparece, por
ejemplo, en [Spr57].

1
Superficies de Riemann

2. Mediante la teorı́a de variedades complejas analı́ticas, que se basa fun-


damentalmente en la teorı́a de haces analı́tica. Lo podemos ver en
[Nar92].

3. A través de la teorı́a de curvas algebraicas, pues existe una fuerte rela-


ción entre superficies de Riemann y curvas proyectivas.

Las dos primeras aproximaciones suelen tener como objetivo la prueba


del teorema de Riemann-Roch. Nosotros nos centramos en la tercera, para
probar dicha equivalencia.
No es posible la adscripción de este tema a una rama especı́fica de las ma-
temáticas. Intervienen de manera fundamental conceptos topológicos (espa-
cios recubridores, homotopı́a, triangulación, caracterı́stica de Euler, género),
analı́ticos (teoremas de variables compleja, estructura analı́tica, funciones
elı́pticas, problema de Dirichlet, funciones armónicas, integración), algebrai-
cos (extensiones de cuerpos, teorı́a de Galois, dominios de Dedekind, anillos
de valoración, cohomologı́a), geométricos (curvas algebraicas, singularidades
y su resolución), de geometrı́a diferencial (métrica riemanniana), o de teorı́a
de números (ramificación de ideales). En este sentido, el lector debe tener la
mente abierta para aprender conceptos que no entran en su posible especia-
lidad.

2 Depto. de Álgebra
Capı́tulo 1

Definiciones básicas

Sea X un espacio topológico. Queremos que X sea, en forma local, co-


mo un abierto del plano complejo. Necesitamos entonces una coordenadas
complejas en cada punto del plano.

1.1. Cartas y atlas


Definición 1.1.1. Una carta compleja, o simplemente carta, sobre X es un
homeomorfismo φ : U → V , donde U ⊂ X es un conjunto abierto de X,
y V ⊂ C es un subconjunto abierto del plano complejo. El abierto U se
denomina dominio de la carta φ.
La carta φ se dice centrada en p ∈ U si φ(p) = 0.
Ejemplo 1.1.2. Sea X = R2 , y U cualquier subconjunto abierto. Definimos
φU (x, y) = x + iy desde U (como subconjunto de R2 ) al plano complejo. Es
una carta compleja en R2 .
Ejemplo 1.1.3. De nuevo, sea X = R2 , y para un abierto U de R2 , definimos
x y
φU (x, y) = p +i p .
1 + x2 + y 2 1 + x2 + y 2

También definen cartas complejas sobre R2 .


Nota 1.1.4. Sea φ : U → V una carta compleja en X. Supongamos que U1 ⊂
U es un subconjunto abierto de U. Entonces la restricción φ|U1 : U1 → φ(U1 )
es una carta compleja en X, que se denomina subcarta de φ.
Ejemplo 1.1.5. Sea φ : U → V una carta compleja en X. Supongamos
que ψ : V → W es una biyección holomorfa entre dos abiertos del plano
complejo. Entonces la composición ψ ◦ φ : U → W es una carta compleja en

3
Superficies de Riemann

X. Si pensamos en φ como una forma de dar coordenadas complejas en X,


esta operación se puede considerar como un cambio de coordenadas.

Definición 1.1.6. Sean φ1 : U1 → V1 y φ2 : U2 → V2 dos cartas complejas


en X. Decimos que φ1 y φ2 son compatibles si U1 ∩ U2 = ∅, o

φ2 ◦ φ−1
1 : φ1 (U1 ∩ U2 ) → φ2 (U1 ∩ U2 )

es holomorfa.

Observemos que la definición es simétrica: si φ2 ◦ φ−1


1 es holomorfa en
−1
φ1 (U1 ∩ U2 ), entonces φ1 ◦ φ2 será holomorfa en φ2 (U1 ∩ U2 ). La función
T = φ2 ◦ φ−1 1 se denomina función de transición entre dos cartas. Es una
biyección en cualquier caso.

Lema 1.1.7. Sea T una función de transición entre dos cartas compatibles.
Entonces la derivada T ′ es no nula en todos los puntos del dominio de T .

Demostración. Sea S la función inversa de T . Entonces S ◦ T es la identidad


sobre el dominio de T , esto es, S(T (z)) = z para todo z. Si derivamos nos
queda S ′ (T (z))T ′ (z) = 1, por lo que T ′ (z) no puede ser cero.

Supongamos que T es la función de transición entre cartas φ y ψ, con


un punto p en su dominio común. Llamemos P z0 = φ(p) y wn0 = ψ(p). Si
−1
escribimos z = (φ ◦ ψ )(w) = T (w) = z0 + n≥1 an (w − w0 ) el desarrollo
en serie de potencia en un entorno de w0 , lo anterior nos dice que a1 6= 0.

Definición 1.1.8. Un atlas complejo, o simplemente atlas, A de X es una


colección A = {φα : Uα → Vα } de S cartas compatibles dos a dos, cuyos
dominios recubren a X, es decir, X = α Uα .

Ejemplo 1.1.9. Si A = {φα : Uα → Vα } es un atlas de X, y Y ⊂ X es


un conjunto abierto, entonces la colección de sub-cartas AY = {φα|Y ∩Uα :
Y ∩ Uα → φα (Y ∩ Uα )} es un atlas de Y .

Definición 1.1.10. Dos atlas A y B son equivalentes si cada carta de uno


es compatible con cada carta del otro.

Es fácil ver que dos atlas son compatibles si y solamente si su unión es un


atlas complejo. Un sencillo argumento, aplicando el lema de Zorn, nos dice
que todo atlas complejo está contenido en un único atlas maximal. Además,
dos atlas son equivalentes si y solamente si están contenidos en el mismo
atlas maximal.

4 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

Definición 1.1.11. Una estructura compleja en X es un atlas complejo ma-


ximal en X, o de forma equivalente, una clase de equivalencia de atlas com-
plejos en X.

Cualquier atlas determina una única estructura compleja. Esta es la forma


habitual en la que se define una estructura compleja: mediante un atlas.

Definición 1.1.12. Una superficie de Riemann es un espacio topológico X


Hausdorff, conexo y segundo numerable, dotado de una estructura compleja.

Habitualmente se añade la condición de conexo, porque las superficies


de Riemann más interesantes son las de este tipo. Sin embargo, trataremos
con conjuntos que no son conexos pero pueden ser dotados de estructura
de superficie de Riemann. Recordemos que las componentes conexas de un
conjunto son abiertos, por lo que heredarán la estructura. Recı́procamente,
si definimos una estructura de superficie de Riemann sobre cada una de
las componentes conexas de un conjunto, como son disjuntas, la unión de
dichas estructuras configura al conjunto total como superficie de Riemann,
aunque no conexa. Por este motivo, nos centraremos fundamentalmente en
los espacios conexos.
La condición de segundo numerable es técnica, para excluir ciertos ejem-
plos patológicos ([Spr57, p.56]). Si la estructura compleja se puede definir
mediante un atlas numerable, entonces se tiene que X es segundo numera-
ble.

Depto. de Álgebra 5
Superficies de Riemann

1.2. Ejemplos de superficies de Riemann


Ejemplo 1.2.1. Sea X = C, considerado topológicamente como R2 , y la
estructura compleja definida por la identidad. Esta superficie de Riemann se
denomina plano complejo.

Ejemplo 1.2.2. Sea X = S 2 la esfera unidad en R3 , definida por

S 2 = {(x, y, w) ∈ R3 | x2 + y 2 + w 2 = 1}.

Consideremos el plano w = 0 como una copia del plano complejo C, iden-


tificando (x, y, 0) con x + iy. Sea φ1 : S 2 − {(0, 0, 1)} → C definida por la
proyección estereográfica desde (0, 0, 1). En concreto,
x y
φ1 (x, y, w) = +i .
1−w 1−w
La inversa de φ1 es
1 
φ−1
1 (z) = 2
2 Re(z), 2 Im(z), |z|2 − 1 .
1 + |z|

Definimos φ2 : S 2 − {(0, 0, −1)} → C como la proyección estereográfica desde


(0, 0, −1), seguida de una conjugación:
x y
φ2 (x, y, w) = −i .
1+w 1+w
La inversa de φ2 es
1 
φ−1
2 (z) = 2 Re(z), −2 Im(z), 1 − |z| 2
.
1 + |z|2

El dominio común es S 2 −{(0, 0, ±1)}, y se aplica biyectivamente tanto por φ1


como por φ2 en C∗ = C−{0}. La composición φ2 ◦φ−1 1 (z) = 1/z es holomorfa
en C∗ . Entonces las cartas son compatibles, y S 2 con esta estructura compleja
se denomina esfera de Riemann.

Nota 1.2.3. Para definir una superficie de Riemann, partimos de un espacio


topológico, segundo numerable, en general conexo, y Hausdorff, y definimos
un atlas complejo en él. En otras palabras, primero necesitamos la topologı́a
y luego imponemos la estructura compleja.
Sin embargo, con frecuencia usamos los datos que definen el atlas para
definir la topologı́a. Consideremos un recubrimiento abierto {Uα } de un espa-
cio topológico dado. Un subconjunto U ⊂ X es abierto de X si y solamente

6 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

si U ∩ Uα es abierto de Uα . De forma más general, si partimos de una familia


de subconjuntos {Uα } que recubren un conjunto X, y tenemos una topologı́a
para cada Uα , entonces se puede definir una topologı́a en X, declarando un
conjunto U abierto de X si y solamente si U ∩ Uα es abierto de Uα para cada
α.
Supongamos
S ahora que tenemos un recubrimiento {Uα } de un conjunto
X (X = α Uα ), y un conjunto de biyecciones φα : Uα → Vα , donde cada
Vα es un abierto de C. Cada Vα tiene su topologı́a como subconjunto de C,
y mediante φα podemos transportar esta topologı́a a Uα (topologı́a inicial):
un conjunto U ⊂ Uα es abierto si y solamente si φα (U) es abierto de Vα (o
abierto de C, que es lo mismo).
Ahora definimos una topologı́a en X: un conjunto U de X es un abierto
si y solamente si U ∩ Uα es abierto en Uα . Este método da una topologı́a
en X en la que cada Uα es un abierto si y solamente si para cada α y β, el
subconjunto Uα ∩ Uβ es abierto de Uα . De la definición de topologı́a en Uα ,
esta condición es equivalente a preguntar si φα (Uα ∩ Uβ ) es abierto en Vα (o
C).
En resumen, tenemos los siguientes puntos para definir una superficie de
Riemann:

Partimos de un conjunto X.

Encontramos una colección numerable de conjuntos {Uα } de X que


recubra a X.

Para cada α, encontramos una aplicación biyectiva φα de Uα en un


abierto Vα del plano complejo.

Verificamos que para cada α y β, φα (Uα ∩ Uβ ) es un abierto en Vα .


En este punto, por lo que hemos comentado, tenemos definida una
topologı́a en X, tal que cada Uα es abierto. Además, por definición,
cada φα es una carta compleja en X.

Verificamos que las cartas son dos a dos compatibles.

Verificamos que X es conexo y Hausdorff.

Depto. de Álgebra 7
Superficies de Riemann

1.2.1. Recta proyectiva compleja


Sea X = P1 (C) la recta proyectiva compleja, esto es, el conjunto de subes-
pacios 1-dimensionales de C, o bien el conjunto cociente (C×C)−{(0, 0)}/ ∼,
definido por la relación de equivalencia (z1 , w1 ) ∼ (z2 , w2 ) si y solamente si
existe λ 6= 0 tal que (z1 , w1 ) = λ(z2 , w2 ). Las clases de equivalencia las nota-
remos, como es habitual, por [z : w].
Usaremos el método que hemos explicado para dotar de estructura de
superficie de Riemann a X. Sean

U0 = {[z : w] | z 6= 0} y U1 = {[z : w] | w 6= 0}.

Observemos que X = U0 ∪ U1 , y definimos

ϕ0 : U0 → C ϕ1 : U1 → C
[z : w] 7→ wz , [z : w] 7→ wz .

Tanto ϕ0 como ϕ1 son biyecciones, y tenemos lo necesario. Observemos que


ϕi (U0 ∩ U1 ) = C∗ , que es abierto de C.
La composición ϕ1 ◦ ϕ−10 (s) = 1/s, y esto implica que las cartas son com-
patibles. Como U0 y U1 son conexos (homeomorfos a C), y tienen intersección
no vacı́a, su unión, que es X, es conexo.
Veamos ahora que X es Hausdorff. Si p y q están ambos en U0 o U1 ,
podemos separarlos por abiertos, pues los Ui son Hausdorff. Podemos suponer
entonces que p ∈ U0 − U1 y q ∈ U1 − U0 . Esto obliga a que p = [1 : 0] y
q = [0 : 1]. Estos puntos se pueden separar mediante ϕ−1 −1
0 (D) y ϕ1 (D),
donde D es el disco abierto unidad de C.
Notemos también que X es la unión de dos conjuntos cerrados ϕ−1 0 (D̄) y
−1
ϕ1 (D̄), donde D̄ es el disco cerrado unidad de C. Como D̄ es compacto, X
es compacto.
Por tanto, la recta proyectiva compleja es una superficie de Riemann
compacta y conexa.

8 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

1.2.2. Toro complejo


Sean ω1 , ω2 ∈ C linealmente independientes sobre R. Definimos el retı́culo

Λ = {m1 ω1 + m2 ω2 | m1 , m2 ∈ Z} = Zω1 + Zω2 .

Un subconjunto ∆ de un espacio topológico es discreto si para cada punto


p ∈ ∆ existe un entorno abierto U de p tal que U ∩ ∆ = {p}. El conjunto Λ
es cerrado y discreto, y es un subgrupo aditivo de C.
Necesitaremos el siguiente lema:

Lema 1.2.4. Sea Λ 6= {0} un subgrupo discreto de C. Entonces existe λ1 ∈


Λ − {0} tal que
0 < |λ1 | = ı́nf{|λ| | λ ∈ Λ − {0}}.

Demostración. Como Λ es discreto, existe ε > 0 tal que B(0, ε) ∩(Λ −{0}) =
∅. Entonces para cualquier λ ∈ Λ, el disco B(λ, ε) no corta a Λ − {λ}, pues si
z ∈ Λ verifica que |z −λ| < ε, se tiene que z −λ es un elemento de Λ (es grupo
aditivo) a distancia menor que ε de cero. Luego cada λ ∈ Λ es el centro de un
disco de radio ε, independiente de λ, que no contiene ningún otro elemento
de Λ. Por tanto, los discos de radio 12 ε, centrados en cada elemento de Λ, son
disjuntos dos a dos.
Ahora escojamos un disco B(0, r), con r suficientemente grande para que
contenga al menos un elemento de Λ − {0}, junto a su disco de radio 12 ε. Este
disco tiene área πr 2 , por lo que contiene un número finito de discos disjuntos
de radio 21 ε (a lo más 4r 2ε−2 ). Ası́, existe un número finito de elementos
de Λ − {0} a distancia menor que r de 0, y de entre ellos escogemos λ1 que
tenga menor módulo. Por supuesto, λ1 no es único, pues −λ1 serı́a igualmente
bueno.

Nota 1.2.5. La condición de subgrupo es fundamental en el resultado anterior.


Consideremos el conjunto S = { n1 | n ∈ N}. Es un conjunto discreto, pero
contiene elementos de módulo tan pequeño como queramos. Observemos que
S no es cerrado.
El conjunto X = C/Λ es un grupo aditivo, y lo dotamos de la topologı́a
cociente, dada por la proyección π : C → C/Λ, donde un conjunto G ⊂ X
es abierto si y solamente si π −1 (G) es abierto de C. Esta definición hace a π
continua, y como C es conexo, también lo es X.
Todo abierto en X es imagen de un abierto en C, ya que si U es abierto
en X, U = π(π −1 (U)), pues π es sobreyectiva. Además, π es una aplicación
abierta, es decir, dado un abierto de C, su imagen es abierto en X. Si V ⊂ C

Depto. de Álgebra 9
Superficies de Riemann

es abierto, entonces para ver que π(V ) es abierto en X debemos probar que
π −1 (π(V )) es abierto en C. Pero se tiene que
[
π −1 (π(V )) = (ω + V ),
ω∈Λ

que es una unión de trasladados de V , y todos son abiertos de C.


Para cada z ∈ C, definimos el paralelogramo cerrado

Pz = {z + λ1 ω1 + λ2 ω2 | λi ∈ [0, 1]}.

Cada punto de C es congruente módulo Λ a un punto de Pz . La proyección


π aplica Pz sobre todo X. Como Pz es compacto, X también lo es. Basta
verlo para P0 . Dado w ∈ C, consideramos las proyecciones w1 , w2 de w sobre
las rectas λω1 y µω2 , respectivamente. Existen enteros k1 , k2 tales que k1 <
w1 /ω1 ≤ k1 + 1, k2 < w2 /ω2 ≤ k2 + 1, y tenemos la congruencia.
Veamos que X es separado. Sean z1 + Λ, z2 + Λ puntos distintos de X.
Entonces z2 − z1 6∈ Λ. Como Λ es un subgrupo discreto de C, existe ε > 0
tal que B(ω, ε) ∩ Λ = {ω} para todo ω ∈ Λ; el valor de ε no depende del
punto ω del retı́culo (1.2.4). A lo más, z2 − z1 pertenece a una única bola
B(ω0 , ε). Tomemos ε′ = 12 |(z2 − z1 ) − ω0 |, y entonces z2 − z1 6∈ B(ω, ε′) para
todo ω ∈ Λ. De aquı́, |z2 − z1 − ω| > ε′ > 0 para todo ω ∈ Λ. Por tanto,

η = ı́nf |z1 − (z2 + ω)| > 0.


ω∈Λ

Sean V1 y V2 discos de radio η/2 centrados en z1 y z2 , respectivamente.


Entonces
(V1 + ω) ∩ V2 = ∅, para todo ω ∈ Λ,
pues si existe z ∈ V1 , ω ∈ Λ, con z + ω ∈ V2 , entonces

|z2 − (z1 + ω)| ≤ |z2 − (z + ω)| + |(z + ω) − (z1 + ω)|


= |z2 − (z + ω)| + |z − z1 |
η η
< + = η,
2 2
que contradice la definición de η. Como π es una aplicación abierta, π(V1 ) y
π(V2 ) son abiertos disjuntos de z1 + Λ y z2 + Λ en C/Λ.
Fijemos el ε > 0 tal que |ω| > 2ε para todo ω ∈ Λ no nulo, y para z0 ∈ C
consideremos el disco abierto D = B(z0 , ε). La elección de ε garantiza que
no hay dos puntos en D cuya diferencia sea un elemento del retı́culo Λ. Es
decir, si z 6= z ′ ∈ D entonces π(z) 6= π(z ′ ).

10 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

Es claro que π|D : D → π(D) es sobreyectiva, continua y abierta. Por la


elección de ε, es inyectiva. Por tanto, π|D es un homeomorfismo entre D y
π(D).
Para cada z0 ∈ C sea Dz0 = B(z0 , ε), y consideremos Φz0 : π(Dz0 ) → Dz0
la inversa de la aplicación π|Dz0 . Tenemos ası́ un recubrimiento abierto de X
y una familia de homeomorfismos Φz0 sobre abiertos de C. Debemos ver la
compatibilidad de las cartas. Sean z1 , z2 dos puntos distintos, y consideremos
las aplicaciones

Φ1 = Φz1 : π(Dz1 ) → Dz1 , Φ2 = Φz2 : π(Dz2 ) → Dz2 .

Sea U = π(Dz1 ) ∩ π(Dz2 ). Si U es vacı́o, no hay nada que probar. Si U es no


vacı́o, sea T (z) = Φ2 (Φ−1
1 (z)) = Φ2 (π(z)), para z ∈ Φ1 (U). Debemos probar
que T es holomorfa en Φ1 (U). Observemos que π(T (z)) = π(z) para todo
z ∈ Φ1 (U). Entonces T (z) − z = ω(z) ∈ Λ para todo z ∈ Φ1 (U). La función
ası́ definida ω : Φ1 (U) → Λ es continua. Como Λ es un conjunto discreto, ω
es localmente constante en Φ1 (U) (es constante en las componentes conexas
de U). Por tanto, de manera local, T (z) = z + ω, para algún ω ∈ Λ, y es
holomorfa.
El conjunto X = C/Λ con esta estructura compleja se denomina toro
complejo, y es ua superficie de Riemann compacta y conexa. Para una de-
mostración similar, vea [JS87, p. 170-171].

Depto. de Álgebra 11
Superficies de Riemann

1.2.3. Curvas afines lisas


Nuestro siguiente ejemplo son las curvas planas afines y lisas. Usaremos
el teorema de la función implı́cita para dos variables (A.2.1).

Definición 1.2.6. Una curva afı́n plana es el lugar geométrico de los ceros
en C2 de un polinomio f (z, w). Un polinomio f (z, w) es no singular en un
punto p del lugar si ∂f /∂z(p) 6= 0 o bien ∂f /∂w(p) 6= 0. La curva afı́n plana
X asociada al polinomio f es no singular en p si f es no singular en p. La
curva X es no singular o lisa si es no singular en cada uno de sus puntos.

Nuestro objetivo es dotar de estructura de superficie de Riemann a una


curva afı́n plana no singular. Las cartas se podrán definir gracias al teorema
de la función implı́cita enunciado anteriormente.
Consideremos entonces una curva afı́n plana lisa X, definida por un po-
linomio f (z, w). X es un subespacio topológico de C2 . Sea p = (z0 , w0 ) ∈ X.
Si ∂f /∂w(p) 6= 0, existe una función holomorfa gp (z) y un entorno U de p
tal que si (z, w) ∈ U entonces w = gp (z). Ası́, la proyección

πz : U → C
(z, w) 7→ z

es un homeomorfismo de U sobre su imagen V , que es un abierto de C.


Tenemos de esta forma una carta compleja definida en X.
Si partimos de ∂f /∂z(p) 6= 0, hacemos una construcción análoga mediante
la proyección πw . Es perfectamente posible que sobre un punto haya definidas
dos cartas.
Como X es lisa, al menos una de estas derivadas parciales es no nula en
cada punto, y los dominios de las cartas complejas recubren X.
Ahora tenemos que comprobar que las cartas son compatibles entre sı́.
Supongamos en primer lugar que ambas cartas se obtienen mediante proyec-
ciones de la forma πz . Entonces, si sus dominios se cortan, la composición de
la inversa de una con la otra es la identidad, que es una función holomorfa.
Lo mismo se tiene si ambas cartas proceden de πw .
Supongamos entonces que una carta es πw y la otra πz . Escojamos un
punto p = (z0 , w0) en su dominio común U; podemos asumir que en un
entorno de p, los puntos de X se escriben en la forma (z, g(z)), para una
función g holomorfa. Entonces en un entorno de z0 dentro de πz (U), la función
inversa de πz actúa como πz−1 (z) = (z, g(z)). De aquı́, la composición πw ◦
πz−1 (z) = g(z) es holomorfa.
Por tanto, dos cartas cualesquiera son compatibles, y tenemos ası́ definido
un atlas complejo en X.

12 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

El espacio X es segundo numerable (ejercicio) y Hausdorff, como subes-


pacio de C2 . Bajo ciertas condiciones podemos verificar que X es conexo. En
un principio, esto no es trivial. Por ejemplo, si el polinomio f que define a
X es el producto de dos factores lineales que definen rectas paralelas, como
f (z, w) = (z + w)(z + w + 1), entonces X es la unión de dos rectas complejas
que no se cortan, y es no singular. Sin embargo, no es conexa.
Por tanto, hay que exigirle algo más al polinomio f . Por ejemplo, que
f sea un polinomio irreducible. Veremos más adelante que si f (z, w) es un
polinomio irreducible, entonces la curva plana que define es conexa ([Gri89,
p.56–66]). Por tanto, si f es irreducible y no singular, X es una superficie de
Riemann conexa.
Una ligera generalización nos hará falta más adelante. Si f (z, w) es un
polinomio irreducible, entonces el conjunto de puntos singulares de la curva C
que define es finito ([Gri89]). Si borramos dichos puntos, el conjunto abierto
resultante C ∗ es una superficie de Riemann, con las mismas cartas que hemos
definido anteriormente. Hablaremos de la parte lisa o regular de la curva afı́n
plana C.
Ninguna curva afı́n plana es compacta: como subconjunto de C2 = R4 , es
un conjunto no acotado, ya que para cualquier z0 existen raı́ces del polinomio
f (z0 , w).

Depto. de Álgebra 13
Superficies de Riemann

1.2.4. Curvas proyectivas


Comencemos recordando unos hechos básicos sobre el plano proyectivo
P2 (C). Es el conjunto de los espacios 1-dimensionales de C3 , o bien, el con-
junto cociente C3 − {0}/ ∼ por la relación de equivalencia

(x, y, z) ∼ (x′ , y ′, z ′ ) ⇔ existe λ 6= 0 | x′ = λx, y ′ = λy, z ′ = λz.

Las clases de equivalencia se notarán por [x : y : z] o [x0 : x1 : x2 ]. El conjunto


P2 (C) hereda una topologı́a de C3 − {0} mediante la proyección.
Los elementos [x : y : z] se denominan coordenadas homogéneas del punto
correspondiente en el plano proyectivo. Las coordenadas homogéneas no son
únicas, y esto nos obligará tener cuidado a la hora de hablar de curvas en
P2 (C). El espacio P2 (C) se puede recubrir mediante tres abiertos

Ui = {[x0 : x1 : x2 ] | xi 6= 0}, i = 0, 1, 2.

Cada abierto Ui es homeomorfo al plano afı́n C2 , mediante las aplicaciones

ϕ0 : U0 → C2 ϕ1 : U1 → C2
[x0 : x1 : x2 ] 7→ ( xx10 , xx20 ), [x0 : x1 : x2 ] 7→ ( xx01 , xx21 ),

ϕ2 : U2 → C2
[x0 : x1 : x2 ] 7→ ( xx20 , xx12 ).

Las inversas son ϕ−1 −2 −1


0 (a, b) = [1 : a : b], ϕ1 (a, b) = [a : 1 : b], ϕ2 (a, b) = [a :
b : 1].
Notemos que el plano proyectivo es un conjunto compacto: puede ser
recubierto por ϕ−1 −1 −1
0 (K) ∪ ϕ1 (K) ∪ ϕ2 (K), donde K = {(a, b) ∈ C | |a| +
2 2

|b|2 ≤ 2}, que es una unión finita de compactos. (Para una prueba a través
de la esfera, vea [Kir92, p.39]).
El espacio proyectivo P2 (C) es Hausdorff ([Kir92, p.40]).
Un polinomio F es homogéneo si cada término tiene el mismo grado. Sea
F (x, y, z) un polinomio homogéneo de grado d. No tiene sentido evaluar el
polinomio F en un punto del plano proyectivo P2 (C): si [x0 : y0 : z0 ] ∈ P2 (C),
entonces F (x0 , y0, z0 ) no está bien definido. En particular,

F (λx0 , λy0 , λz0 ) = λd F (x0 , y0 , z0 ).

Sin embargo, lo anterior muestra que determinar si vale cero o no sı́ tiene
sentido. Por tanto, el lugar geométrico

X = {[x : y : z] ∈ P2 (C) | F (x, y, z) = 0}

14 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

está bien definido, y se denomina curva proyectiva plana asociada al polino-


mio F . Es un cerrado de P2 (C). La intersección Xi = X ∩ Ui , i = 0, 1, 2, es
una curva afı́n en C2 . Por ejemplo, X0 = {(a, b) ∈ C2 | F (1, a, b) = 0} es la
curva afı́n descrita por el polinomio f (a, b) = F (1, a, b).
Vamos a probar que bajo condiciones de no singularidad sobre F , la curva
proyectiva plana X definida por F tiene estructura de superficie de Riemann.
Definición 1.2.7. Un polinomio homogéneo F (x, y, z) es no singular si no
existe solución del sistema
∂F ∂F ∂F
F = = = =0
∂x ∂y ∂z
en el plano proyectivo P2 (C).
Esta condición es equivalente a pedir soluciones no nulas del sistema
anterior en C3 .
Cualquier polinomio homogéneo, en las variables xi , verifica la fórmula
de Euler:
1 X ∂F
F = xi ,
d i ∂xi
donde d es el grado de F . La prueba se deja como ejercicio al lector.
Lema 1.2.8. Supongamos que F (x, y, z) es un polinomio homogéneo de grado
d. Entonces F es no singular si y solamente si cada Xi es una curva plana
afı́n lisa en C2 .
Demostración. Supongamos en primer lugar que alguna de las curvas Xi ,
digamos X0 , es singular. Definimos f (u, v) = F (1, u, v), y X0 está definida
por f = 0 en C2 . Como X0 no es lisa, existe una solución común (u0 , v0 ) del
sistema de ecuaciones
∂f ∂f
f= = = 0.
∂u ∂v
Vamos a probar que [1 : u0 : v0 ] es un punto singular de F . En efecto,
F [1 : u0 : v0 ] = f (1, u0, v0 ) = 0,
∂F ∂f
[1 : u0 : v0 ] = (u0 , v0 ) = 0,
∂y ∂u
∂F ∂f
[1 : u0 : v0 ] = (u0 , v0 ) = 0,
∂z ∂v
∂F ∂F ∂F
[1 : u0 : v0 ] = (dF − u0 − v0 )[1 : u0 : v0 ] = 0,
∂x ∂y ∂z
donde la última igualdad procede de la fórmula de Euler. El recı́proco es
similar.

Depto. de Álgebra 15
Superficies de Riemann

Ahora supongamos que F (x, y, z) es un polinomio homogéneo no singular,


que define una curva proyectiva plana X.
Lema 1.2.9. Un polinomio homogéneo no singular es irreducible.
Demostración. Partimos del resultado de que dos curvas proyectivas C1 y C2
en P2 (C) se cortan en al menos un punto ([Kir92, Thm. 3.8]. Si F = F1 F2
es reducible, consideramos Ci la curva proyectiva asociada a Fi , i = 1, 2. Si
p ∈ C1 ∩ C2 , es fácil ver que se trata de un punto singular.
Cada uno de los abiertos Xi de X son curvas planas afines irreducibles, y
por tanto son superficies de Riemann. Recordemos que las cartas en Xi son
las proyecciones, que en nuestro caso son fáciles de describir. Por ejemplo,
en X0 son las funciones y/x y z/x. En los otros abiertos son los cocientes
correspondientes.
Lo que vamos a probar es que la estructura compleja dada por separado
en cada Xi es compatible. Tomemos un punto p ∈ X, y supongamos que
p ∈ X0 ∩ X1 . Entonces, si p = [x : y : z] tenemos que x 6= 0, y 6= 0. Si
φ0 = y/x es una carta en un entorno de p en X0 , y φ1 = z/y es una carta en
un entorno de p en X1 , tenemos que probar que φ1 ◦ φ−1
0 es holomorfa. Como
−1
φ0 (w) = [1 : w : h(w)] para una función holomorfa h, entonces
φ1 ◦ φ−1
0 (w) = h(w)/w,

que es holomorfa, pues w 6= 0, dado que p ∈ X1 .


Un razonamiento similar se aplica para todas las combinaciones posibles
de cartas, por lo que se tiene la compatibilidad.
Proposición 1.2.10. Sea F (x, y, z) un polinomio homogéneo no singular.
Entonces la curva proyectiva plana X definida por F es una superficie de
Riemann compacta y conexa. Además, en cada punto de X, las cartas son
cocientes de las coordenadas homogéneas.
Demostración. El carácter compacto se tiene por ser un cerrado dentro de un
compacto. La conexión se tiene por [Gri89, Theorem 2.11], pues es la unión
de conexos que se cortan.
Vamos a estudiar lo que ocurre cuando la curva proyectiva X tiene puntos
singulares.
Proposición 1.2.11. Sea F (x, y) ∈ C[x, y] un polinomio irreducible. Enton-
ces existe un conjunto finito de valores x ∈ C tales que las ecuaciones
∂F
F (x, y) = 0 = (x, y)
∂y
tienen una solución común y ∈ C.

16 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

Demostración. Sea F (x, y) = a0 (x)y n + a1 (x)y n−1 + . . . + an (x), con ai (x) ∈


C[x]. Por el algoritmo de división, existen polinomios bi ∈ C[x], i ≥ 0, y
polinomios Aj , Qj ∈ C[x, y], j ≥ 1 tales que

b0 F = A1 ∂F
∂y
+ Q1 , degy Q1 < degy ∂F
∂y
= n − 1,
∂F
b1 ∂y = A2 Q1 + Q2 , degy Q2 < degy Q1 ,
..
.
bk−2 Qk−3 = Ak−1 Qk−2 + Qk−1 , degy Qk−1 < degy Qk−2 ,
bk−1 Qk−2 = Ak Qk−1 + Qk , degy Qk < degy Qk−1 .

Podemos suponer que degy Qk = 0, es decir, que Qk ∈ C[x], porque el proceso


de división acaba. Además se tiene que Qk (x) 6= 0. Si fuera idénticamente
cero, a partir de la última ecuación, tendrı́amos que un factor primo P de
Qk−1 con degy P > 0 dividirı́a a bk−1 Qk−2 , y por tanto a Qk−2 , porque bk−1 ∈
C[x]. De la ecuación

bk−2 Qk−3 = Ak−1 Qk−2 + Qk−1

seguirı́a que P divide a bk−2 Qk−3 , de donde P divide a Qk−3 . Mediante re-
petición de este argumento, P dividirı́a a todos los Qj , j ≥ 1, y por tanto a
F y a ∂F∂y
, que contradice la irreducibilidad de F . Por tanto, Qk ∈ C[x] es no
nulo.
Si ahora a, b ∈ C verifican que
∂F
F (a, b) = 0 = (a, b),
∂y
de las ecuaciones anteriores se sigue que Q1 (a, b) = 0, de donde Q2 (a, b) =
0, . . . , Qk (a, b) = Qk (a) = 0. Como Qk es un polinomio no nulo, tenemos que
∂F
{x ∈ C | existe y ∈ C con F (x, y) = 0 = (x, y)} ⊂ {x ∈ C | Qk (x) = 0}
∂y
es finito.

Corolario 1.2.12. Sea X una curva proyectiva irreducible. Entonces X tie-


ne, a lo más, un número finito de puntos singulares.

Demostración. De la proposición anterior de deduce que la parte afı́n del


conjunto de puntos singulares de X es un conjunto finito, posiblemente vacı́o.
Como la curva X y la recta del infinito en P2 se pueden cortar, a lo más, en
un número finito de puntos, los puntos singulares que pudiera haber en dicha
recta son un número finito, y tenemos el resultado.

Depto. de Álgebra 17
Superficies de Riemann

Teorema 1.2.13. Sea X una curva proyectiva irreducible. Entonces tanto


X como X ∗ = X − Sing(X), el conjunto de puntos lisos de X, son conjuntos
conexos en P2 (C).

Demostración. El carácter conexo de X se tiene, como ya vimos, por [Gri89,


Theorem 2.11], y si a un conjunto conexo le quitamos un número finito de
puntos, obtenemos un conexo.

18 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

1.3. Orientación y género


Cualquier aplicación holomorfa que aplica un abierto U ⊂ C en un abierto
V ⊂ C de la forma w = f (z), con w = u + iv, z = x + iy, es al mismo tiempo
una aplicación lisa de un abierto U ⊂ R2 en el abierto V ⊂ R2 de la forma
u = u(x, y), v = v(x, y). (1.3.1)
Por tanto, toda superficie de Riemann es una 2-variedad real C ∞ , que abrevia-
remos como 2-variedad. Hagamos algunas observaciones sobre la topologı́a en
superficies de Riemann. En variedades, conexión y conexión por caminos son
equivalentes. Por tanto, una superficie de Riemann es conexa por caminos.
La aplicación definida por las ecuaciones (1.3.1) debe satisfacer las ecua-
ciones de Cauchy-Riemann:
 ∂u ∂v
 ∂x = ∂y ,
 ∂u ∂v
∂y
= − ∂x .
Los conceptos de orientación y género se aplican, en general, a variedades
X lisas reales de dimensión n. Un atlas orientado A+ en X es un atlas
consistente con la estructura diferencial de X y que cumple lo siguiente:
para cada carta φ : U → Rn del atlas, fijamos un sistema de coordenadas
en Rn , que dota de orientación a la carta. Entonces, para cartas adyacentes
(U, φ), (V, ψ), esto es, con U ∩ V 6= ∅, la aplicación de cambio de carta ψ ◦ φ−1
tiene un jacobiano positivo:
 
∂yj
det > 0,
∂xi
donde (x1 , . . . , xn ) son coordenadas en U, y y1 , . . . , yn son coordenadas en V .
Una variedad X dotada de un atlas A orientado se denomina variedad
orientada. Cualquier otro atlas A′ define la misma orientación si el atlas
A ∪ A′ es orientado. Si cambiamos el sistema de coordenadas (x1 , . . . , xn )
mediante una transformación lineal de determinante positivo, obtenemos una
carta con la misma orientación.
Una variedad X es orientable si existe un atlas orientado A+ . Tomemos
una carta arbitraria (U, φ) de A+ , y consideremos la carta (U, σ ◦ φ), donde
σ : Rn → Rn está definida por
σ(x1 , . . . , xn ) = (−x1 , . . . , xn ).
El conjunto de cartas (U, σ ◦ φ) es un atlas orientado, notado por A− . La
orientación definida por A− se denomina opuesta a la orientación definida
por A+ .

Depto. de Álgebra 19
Superficies de Riemann

Si X es una superficie de Riemann, con cartas (U, φ), vemos el plano


complejo como R2 , y coordenadas (x, y) que representan al número complejo
z = x + iy. Si fijamos el orden de las coordenadas en el plano, fijamos una
orientación en la carta φ. Consideremos cualquier carta adyacente (V, ψ), con
w = ρ(z) la función holomorfa de cambio de carta. Si escribimos w = u + iv,
entonces
 ∂u ∂u 
∂u ∂v ∂u ∂v
det ∂x ∂v
∂y
∂v = −
∂x ∂y ∂x ∂y ∂y ∂x
 2  2
∂u ∂u
= + > 0.
∂x ∂y

Por tanto, el atlas de la superficie de Riemann define un atlas orientado,


y a esta orientación de la superficie de Riemann la llamamos canónica. Dada
una superficie de Riemann compacta, es entonces una 2-variedad compac-
ta y orientable, y podemos usar el teorema de clasificación: una 2-variedad
compacta y orientable es homeomorfa a una esfera con asas o agujeros; el
número g de asas o agujeros es lo que se denomina género, y es un invariante
topológico básico. Si g = 0, no hay agujeros, y la superficie es una esfera.
Cuando g = 1, la superficie es un toro simple, homeomorfa a S 1 × S 1 . Para
g ≥ 2, la superficie se obtiene pegando g asas a la 2-esfera.
La caracterı́stica de Euler de una 2-variedad compacta y orientable de
género g es el número χ = 2 − 2g. La volveremos a encontrar más adelante
cuando hablemos de triangulaciones.

20 Depto. de Álgebra
Capı́tulo 2

Morfismos

Una vez definida una estructura, el paso siguiente natural es establecer


las aplicaciones entre los objetos. Hay que pedir una compatibilidad entre
dicha aplicación y las cartas que definen a la superficie de Riemann.

2.1. Conceptos iniciales


Definición 2.1.1. Una aplicación F : X → Y es un morfismo en p ∈ X si
existen cartas ϕ1 : U1 → V1 en X con p ∈ U1 y ϕ2 : U2 → V2 en Y con
F (p) ∈ U2 tales que la composición ϕ2 ◦ F ◦ ϕ−11 es holomorfa en ϕ1 (p).
También decimos que F es holomorfa en p.
Si F está definida en un abierto W ⊂ X, decimos que F es un morfismo
u holomorfa en W si lo es en cada punto de W .
Proposición 2.1.2. Sea F : X → Y una aplicación entre superficies de
Riemann.
1. F es holomorfa en p si y solamente si para cada par de cartas φ1 :
U1 → V1 en X con p ∈ U1 y φ2 : U2 → V2 en Y con F (p) ∈ U2 , la
composición
φ2 ◦ F ◦ φ−1
1

es holomorfa en φ1 (p).
2. F es holomorfa en W si y solamenteSsi existen dos colecciones de cartas
(i) (i) (i) (i) (j) (j) (j)
{φ1 : U1 → V1 } en X con W ⊂ i U1 y {φ2 : U2 → V2 } en Y
S (j)
con F (W ) ⊂ j U2 tales que
(j) (i)−1
φ2 ◦ F ◦ φ1
es holomorfa para todo i, j donde esté definida.

21
Superficies de Riemann

3. Si F es holomorfa en p, entonces F es holomorfa en un entorno de p.

Demostración. Sean (U1 , ϕ1 ), (U2 , ϕ2 ) cartas respectivas en p y F (p) tales que


(1) (1)
ϕ2 ◦ F ◦ ϕ−1
1 es holomorfa en ϕ1 (p), y sean (U1 , φ1 ), (U2 , φ2 ) otras cartas
en p y F (p), respectivamente. Entonces, en un entorno de φ1 (p),

φ2 ◦ F ◦ φ−1 −1 −1 −1
1 = (φ2 ◦ ϕ2 ) ◦ (ϕ2 ◦ F ◦ ϕ1 ) ◦ (ϕ1 ◦ φ1 ),

es holomorfa, pues los cambios de cartas son holomorfos. La segunda parte


es corolario de la primera, y la tercera se deduce de las propiedades de las
funciones holomorfas sobre conjuntos abiertos de C.

Definición 2.1.3. Si W ⊂ X es un abierto, definimos

OX (W ) = O(W ) = {f : W → C | f es morfismo }.

Estas funciones se denominan funciones holomorfas en W .

El conjunto anterior tiene estructura de C-álgebra (anillo y C-módulo).

Lema 2.1.4. 1. Si F es morfismo, entonces es continua.

2. La composición de morfismos es un morfismo: si F : X → Y y G : Y →


Z son morfismos de superficies de Riemann, entonces G ◦ F : X → Z
es morfismo.

3. Si F : X → Y es un morfismo y g : W → C es una función holomorfa


en un abierto W ⊂ Y , entonces g ◦ F es una función holomorfa en
F −1 (W ).

Consideremos un morfismo F : X → Y , y W ⊂ Y un abierto. Entonces


F induce un morfismo de C-álgebras F ∗ : OY (W ) → OX (F −1 (W )) mediante
F ∗ (g) = g ◦ F .
F G
Proposición 2.1.5. Si X −→Y −→Z son morfismos, entonces (G ◦ F )∗ =
F ∗ ◦ G∗ .

Definición 2.1.6. Un isomorfismo entre superficies de Riemann es un mor-


fismo F : X → Y biyectivo, con inversa F −1 : Y → X morfismo. Si X = Y
lo denominamos automorfismo.

Ejemplo 2.1.7. La recta proyectiva es isomorfa a S 2 ([Mir95, Lema 3.7])


Por ello, identificamos P1 (C) con C∞ = C ∪ {∞}.

22 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

2.2. Teoremas sobre morfismos


Proposición 2.2.1 (Teorema de la aplicación abierta.). Sea F : X → Y
un morfismo no constante de superficies de Riemann. Entonces F es una
aplicación abierta.

Demostración. Se basa en A.1.2, y seguimos [Con78, p.238]. Sea U un abierto


de X y q = F (p) ∈ F (U). Sea (V2 , ψ) una carta local en q, y (V1 , ϕ) carta
local en p tal que F (V1 ) ⊂ V2 y ψ◦F ◦ϕ−1 holomorfa. Consideremos el abierto
W = U ∩ V1 ; entonces ϕ(W ) es un abierto del plano complejo, y como F es
no constante, se sigue del teorema A.1.2 que ψ(F (W )) = (ψ ◦F ◦ϕ−1 )(ϕ(W ))
es un abierto de C. Pero esto implica que F (W ) = ψ −1 (ψ(F (W ))) es abierto,
y q ∈ F (W ) ⊂ F (U). Por tanto, F (U) es abierto.

U
F (U)

F -

p F (p)

V1
ϕ V2
ψ

C
C

Figura 2.1: Función abierta

Proposición 2.2.2. Sea F : X → Y un morfismo inyectivo entre superficies


de Riemann. Entonces F es un isomorfismo entre X y su imagen F (X).

Demostración. Basta tener en cuenta que una aplicación holomorfa y biyec-


tiva tiene inversa holomorfa, por A.1.1.

Depto. de Álgebra 23
Superficies de Riemann

Teorema 2.2.3 (Teorema de la identidad.). Sean F, G : X → Y morfismos


de superficies de Riemann. Si F = G en un conjunto S ⊂ X con un punto
de acumulación en X, entonces F = G.

Demostración. Se basa en A.1.3, y seguimos [Con78, p.237–238]. Definimos


el conjunto
A = {x ∈ X | F = G en un entorno de x}.
Claramente, A es un conjunto cerrado. Además, A es abierto: si p ∈ A,
entonces existe un entorno U de p donde F y G coinciden, por lo que p ∈
U ⊂ A. Vamos a probar que A es no vacı́o, por lo que entonces A = X. Por
hipótesis, existe un punto p ∈ X tal que para todo entorno U de p existe
un x ∈ U distinto de p para el que F (x) = G(x). Por unicidad del lı́mite, se
sigue que F (p) = G(p) = q. Si (V2 , ψ) es una carta en Y con q ∈ V2 , existe
una carta (V1 , ϕ) en p tal que F (V1 ), G(V1 ) ⊂ V2 , y ψ ◦ F ◦ ϕ−1 , ψ ◦ G ◦ ϕ−1
funciones holomorfas en un disco D alrededor de z0 = ϕ(p). La hipótesis nos
dice que z0 es un punto de acumulación del conjunto

Σ = {z ∈ D | ψ ◦ F ◦ ϕ−1 (z) = ψ ◦ G ◦ ϕ−1 (z)}.

Es más, si F (x) = G(x) entonces ϕ(x) ∈ Σ. Por tanto, por el teorema A.1.3,

ψ ◦ F ◦ ϕ−1 (z) = ψ ◦ G ◦ ϕ−1 (z) para todo z ∈ D,

o bien, F (x) = G(x) para todo x ∈ V1 ∩ ϕ−1 (D). De aquı́, p ∈ A, y es no


vacı́o.

Teorema 2.2.4. Sea X compacta y F : X → Y un morfismo no constante.


Entonces Y es compacta y F es sobreyectiva.

Demostración. Como F es un morfismo, F (X) es abierto en Y , por el teo-


rema de la aplicación abierta. Por otro lado, como X es compacto, F (X)
es compacto. Dado que Y es Hausdorff, los compactos son cerrados, por lo
que F (X) es abierto y cerrado en Y , que es conexo. Entonces F (X) = Y , y
tenemos el resultado.

Teorema 2.2.5 (Carácter discreto de las imágenes inversas.). Sea F : X →


Y un morfismo no constante de superficies de Riemann. Entonces, para cada
q ∈ Y , el conjunto F −1 (q) es un subconjunto discreto de X. En particular,
si X es compacto, F −1 (q) es finito para todo q ∈ Y .

Demostración. Tomemos q ∈ Y , y supongamos que F −1 (q) 6= ∅. Sea (V1 , ψ1 )


carta local centrada en q, y (U1 , φ1 ) carta centrada en p ∈ F −1 (q). Entonces
la función g(z) = (φ1 ◦F ◦ψ1−1)(z) es holomorfa, y g(0) = 0. Como el conjunto

24 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

de ceros de una función holomorfa no constante es discreto ([Apo96, teorema


16.23]), en un entorno de p, dicho punto es la única pre-imagen de q. Por
tanto, F −1 (q) es discreto.
Si X es compacto, F es sobre, y todo punto tiene anti-imagen. Además,
los conjuntos discretos en compactos son finitos.

Teorema 2.2.6 (Módulo máximo). Sea f una función holomorfa en un


abierto conexo V de una superficie de Riemann X. Supongamos que exis-
te p ∈ V tal que |f (x)| ≤ |f (p)| para todo x ∈ V . Entonces f es constante
en V .

Demostración. Basta aplicar el teorema A.1.4 a la composición de f con una


carta en p.

Corolario 2.2.7. Sea X una superficie de Riemann compacta. Entonces


OX (X) son las funciones constantes, es decir, OX (X) = C.

Demostración. Sea F : X → C un morfismo de superficies de Riemann. Si F


es no constante, entonces F es abierta, por lo que F (X) es un abierto de C.
Como F es continua y X compacto, entonces F (X) es compacto. Ası́, F (X)
serı́a un abierto y compacto de C. Como C es conexo, tendrı́a que ser todo
C, que no es compacto.
Nota 2.2.8. Una consecuencia del teorema de la función abierta para funcio-
nes analı́ticas sobre en un abierto de C aparece en [Con78, prop. 7.6, p.99]:
si f : G → Ω es biyectiva y analı́tica, entonces f −1 : Ω → G es analı́tica.
Esto implica que si F : X → Y es un morfismo biyectivo, entonces F −1 es
morfismo. Una justificación más acertada se tiene en [Lan99, Thm. 6.4, p.
82], donde se prueba que si f ′ (z0 ) = 0, la función f no es inyectiva en un
entorno de z0 .

Depto. de Álgebra 25
Superficies de Riemann

2.3. Funciones meromorfas


Definición 2.3.1. Sea X una superficie de Riemann, y F : X → P1 (C) una
aplicación. Decimos que F es meromorfa en p ∈ X si F es un morfismo en
p. La función F es una función meromorfa en X si F es un morfismo en X
tal que F no es constantemente igual a ∞ = (0 : 1).
Esta definición es equivalente a decir que F −1 (∞) es un conjunto discreto.
Llamaremos M(X) al conjunto de funciones meromorfas sobre X.
Nota 2.3.2. Podemos considerar C como un subconjunto de M(X). Si z0 ∈ C
definimos F : X → P1 (C) como F (p) = (1 : z0 ).
Nota 2.3.3. Sea X abierto de C, conexo, y F : X → P1 (C) un morfismo
de superficies de Riemann, no constante e igual a (0 : 1). Si F −1 (∞) = ∅
entonces F (X) ⊂ C y vemos que F es una función holomorfa.
Definición 2.3.4. Sea f : X → C holomorfa en un entorno agujereado de p,
es decir, un conjunto de la forma U − {p}, donde U es un entorno de p.

1. Decimos que f tiene una singularidad evitable en p si y solamente si


existe una carta φ : U → V con p ∈ U tal que f ◦ φ−1 tiene una
singularidad evitable en φ(p).

2. Decimos que f tiene un polo en p si y solamente si existe una carta


φ : U → V con p ∈ U tal que f ◦ φ−1 tiene un polo en φ(p).

3. Decimos que f tiene una singularidad esencial en p si y solamente


si existe una carta φ : U → V con p ∈ U tal que f ◦ φ−1 tiene una
singularidad esencial en φ(p).

Lema 2.3.5. Con la notación anterior, f tiene una singularidad evitable


(respectivamente polo, singularidad esencial) si y solamente si para cada carta
φ : U → V , con p ∈ U, la composición f ◦ φ−1 tiene una singularidad evitable
(respectivamente polo, singularidad esencial).
Lema 2.3.6. 1. Si |f (x)| está acotada en un entorno de p, entonces f
tiene una singularidad evitable. Además, en tal caso existe lı́mx→p f (x),
y si definimos este lı́mite como f (p), entonces f es holomorfa en p.

2. Si |f (x)| tiende a ∞ cuando x se aproxima a p, entonces f tiene un


polo en p.

3. Si |f (x)| no tiene lı́mite cuando x se aproxima a p, entonces f tiene


una singularidad esencial.

26 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

Demostración. Son corolarios de los resultados correspondientes para funcio-


nes complejas. Por ejemplo, la primera parte es un corolario del teorema de
Morera ([Car68, p.82], [Con78, p.103]).

Proposición 2.3.7. Si f tiene singularidades evitables o polos, entonces la


aplicación F : X → P1 (C) definida como

[1 : f (p)] si p no es polo,
F (p) =
[0 : 1] si p es polo.

es una función meromorfa, donde f (p) = lı́mx→p f (x).

Demostración. En las singularidades evitables, existe lı́mx→p f (x), y tiene


sentido la definición. Sea p ∈ X, y φ carta centrada en p. Recordemos que
en P1 (C) tenemos los abiertos

U0 = {[1 : w0 ] | w0 ∈ C}, U1 = {[z0 : 1] | z0 ∈ C}.

Si p no es polo, F (p) ∈ U0 y

ϕ0 ◦ F ◦ φ−1 (z) = ϕ0 [1 : f (φ−1 (z))] = f (φ−1 (z)),

que es holomorfa.
Si p es un polo, entonces F (p) = [0 : 1], y tomamos la carta ϕ1 . Por un
lado, (ϕ1 ◦ F )(p) = 0, y por otro
1
ϕ1 ◦ F ◦ φ−1 (z) = ϕ1 [1 : f (φ−1 (z))] = ,
f (φ−1 (z))

que tiende a cero cuando z → 0.

Proposición 2.3.8. Sea F : X → P1 (C) función meromorfa, y ∆ la imagen


inversa del punto (0 : 1). Entonces la función f : X − ∆ → C definida como
f = ϕ0 ◦ F es holomorfa, y tiene polos en ∆.

Esto establece una correspondencia biyectiva entre las funciones mero-


morfas y las funciones con polos. Una función meromorfa no puede ser escri-
ta globalmente como un cociente de funciones holomorfas, sino solamente de
forma local.
Vamos a dotar a M(X) de una estructura algebraica. Sean f, g ∈ M(X),
y consideremos D = f −1 (∞) ∪ g −1(∞). Es un conjunto discreto y cerrado, y
X − D es abierto. Las aplicaciones

f|X−D : X − D → C, g|X−D : X − D → C

Depto. de Álgebra 27
Superficies de Riemann

son holomorfas. Tenemos entonces que f|X−D , g|X−D ∈ O(X − D), que es una
C-álgebra. Podemos construir f|X−D + g|X−D : X − D → C. El problema es
extender esta aplicación a todo X. Sea p ∈ D y V un entorno abierto de p
tal que V ∩ D = {p}. Consideremos ϕ : V → Ω carta en V centrada en p. Se
trata de estudiar el valor del lı́mite lı́mz→p(f + g) ◦ ϕ−1 (z). Aunque sea un
polo de las dos funciones, la suma será, a lo más, un polo de f + g, nunca
singularidad esencial. Entonces podemos prolongar a una función meromorfa
f + g : X → P1 (C). El producto admite un tratamiento análogo, y tenemos
entonces la siguiente proposición.
Proposición 2.3.9. Si X es una superficie de Riemann, entonces M(X) es
una C-álgebra.
Podemos decir algo más.
Proposición 2.3.10. M(X) es un cuerpo.
Demostración. Se basa en el carácter conexo de X. Sea f : X → P1 (C) una
aplicación meromorfa, y D1 = f −1 (∞), que es un conjunto discreto. Supon-
gamos que f no es constante e igual a cero. Entonces D2 = f −1 (0) también
es discreto y la unión D = D1 ∪ D2 también lo es. Consideremos
f|X−D 1/z
X − D −→ C∗ → C∗ .
Entonces 1/f|X−D es holomorfa. Si p ∈ f −1 (∞) se extiende con valor 0. Si
p ∈ f −1 (0), se extiende con valor ∞.
Si F : X → Y es un morfismo de superficies de Riemann, y W ⊂ Y es un
abierto, se induce un morfismo de C-álgebras F ∗ : M(W ) → M(F −1 (W )),
como F ∗ (g) = g ◦ F .
Nota 2.3.11. Tratamiento de superficies no conexas. En [DD79, 6.3.1], se
establece el concepto de morfismo que no sean constantes e iguales a ∞ sobre
ninguna componente conexa de X. Esto permite hablar del álgebra M(X)
incluso para superficies no conexas. En [DD79, 6.2.10] hay un diccionario,
donde aparece la igualdad
G
M(X1 X2 ) = M(X1 ) × M(X2 ).

Si F : X → B es un recubrimiento ramificado, entonces M(X) es una exten-


sión de M(B) si y solamente si X es conexo. En general, las componentes
conexas de X se corresponden biyectivamente con los ideales maximales de
M(X). en general, en dicho texto se tratan morfismos que no sean constan-
tes sobre ninguna componente conexa de X, como en la proposición [DD79,
prop. 6.1.5].

28 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

2.4. Desarrollos de Laurent


Sea f : X → C una función holomorfa en un entorno agujereado de p ∈ X.
Sea φ : U → V una carta de X con p ∈ U, y z0 = φ(p). Entonces es posible
calcular el desarrollo de Laurent de f ◦ φ−1 en un entorno de z0 :
X
f (φ−1 (z)) = cn (z − z0 )n .
n

Por supuesto, esta serie depende de la elección de la carta φ. La llamaremos


serie de Laurent de f en un entorno de p asociada a φ. No obstante, se puede
usar este desarrollo para averiguar el tipo de singularidad de f en p.

Lema 2.4.1. Con la notación anterior,

f tiene una singularidad evitable en p si y solamente si su serie de


Laurent no tiene términos negativos.

La función f tiene un polo en p si y solamente si su serie de Laurent


tiene un número finito no nulo de términos negativos.

La función f tiene una singularidad esencial en p si y solamente si su


serie de Laurent tiene un número infinito de términos negativos.

Demostración. Basta recordar que el tipo de singularidad no depende de


la carta elegida, y de los teoremas correspondientes para variable compleja
([Con78, p. 109]).
P
Definición 2.4.2. Sea f una función meromorfa en p, con n cn (z − z0 )n
serie de Laurent en un entorno de p. El orden de f en p, notado por ordp (f ),
es
ordp (f ) = mı́n{n | cn 6= 0}.

Hay que probar que la definición no depende de la carta elegida. Sea


ψ : U ′ → V ′ otra carta con p ∈ U ′ , con ψ(p) = w0 . Consideremos el cambio
de carta z = T (w) = φ(ψ −1 (w)). Como T es invertible en w0 , sabemos que
T ′ (w0 ) 6= 0. Si escribimos la serie de potencias para T , nos queda
X
z = T (w) = z0 + an (w − w0 )n ,
n≥1

donde a1 6= 0.

Depto. de Álgebra 29
Superficies de Riemann

Supongamos que cn0 (z − z0 )n0 + (términos de orden superior) es la serie


de Laurent en p asociada a φ, con cn0 6= 0. Entonces el orden de f en esta
serie es n0 . Tenemos que ver la serie de f ◦ ψ −1 .

f (ψ −1 (w)) = (f ◦ φ−1 )(φ ◦ ψ −1 )(w)


= cn0 (a1 (w − w0 ) + . . .)n0 + . . .
= cn0 an1 0 (w − w0 )n0 + . . . ,

y como cn0 an1 0 6= 0, vemos que el orden de f con la nueva carta es también
n0 .

Lema 2.4.3. Supongamos que f es meromorfa en p. Entonces

f es holomorfa en p si y solamente si ordp (f ) ≥ 0. En este caso f (p) =


0 si y solamente si ordp (f ) > 0.

f tiene un polo en p si y solamente si ordp (f ) < 0.

f no tiene ni un cero ni un polo en p si y solamente si ordp (f ) = 0.

Decimos que f tiene un cero de orden n en p si ordp (f ) = n ≥ 1. Análo-


gamente, f tiene un polo de orden n si ordp (f ) = −n < 0.

Lema 2.4.4. Sean f y g funciones meromorfas en un punto p ∈ X. Entonces

1. ordp (f g) = ordp (f ) + ordp (g).

2. ordp (f /g) = ordp (f ) − ordp (g).

3. ordp (1/f ) = − ordp (f ).

4. ord(f ± g) ≥ mı́n{ordp (f ), ordp (g)}.

30 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

2.5. Funciones meromorfas en P1(C)


Lema 2.5.1. Si p(z, w) y q(z, w) son polinomios homogéneos del mismo
grado no nulos, primos entre sı́, entonces r(z, w) = [p(z, w) : q(z, w)] define
un morfismo en P1 (C).
Demostración. Como los polinomios p(z, w) y q(z, w) son homogéneos del
mismo grado, la función r(z, w) está bien definida. Como son primos entre
sı́, no se pueden anular simultáneamente. Analizamos los distintos casos que
se pueden presentar. Sea (z0 : w0 ) ∈ U0 , con lo que la carta en el espacio
origen es ϕ0 . Si p(z0 , w0 ) 6= 0, entonces r(z0 , w0 ) ∈ U0 , y podemos usar como
carta en el espacio destino a ϕ0 . Ası́,
q(1, s)
ϕ0 ◦ r ◦ ϕ−1
0 (s) = ,
p(1, s)
que es una función holomorfa en un entorno de ϕ0 (z0 , w0 ) = w0 /z0 , pues
p(1, s) 6= 0 en un entorno del punto.
Si p(z0 , w0 ) = 0, entonces r(z0 , w0) = (0 : 1), y la carta en el espacio
destino es ϕ1 . Ahora queda
p(1, s)
ϕ1 ◦ r ◦ ϕ−1
0 (s) = ,
q(1, s)
y q(1, s) 6= 0 en un entorno de w0 /z0 . El caso (z0 : w0 ) = (0 : 1) se trata
análogamente, y siempre queda una función racional donde el denominador
no se anula.
Si en el enunciado anterior alguno de los polinomios es nulo, tendrı́amos
la función constante igual a cero o la constante igual a ∞. Esta última la
evitamos en las funciones meromorfas.
Nota 2.5.2. Una función racional de la forma p(s)/q(s) se puede ver como
un morfismo f : C∞ → C∞ , con la asignación f (∞) = lı́ms→∞ p(s) q(s)
. Para
expresarlo en P1 (C), basta considerar f (x1 /x0 ), y separar en [Q(x0 , x1 ) :
P (x0 , x1 )] homogéneos del mismo grado, o como un cociente
P (x0 , x1 )
Q(x0 , x1 )
de polinomios homogéneos del mismo grado.
Todo polinomio homogéneo en z, w factoriza en factores lineales. Enton-
ces, un cociente de polinomios homogéneos del mismo grado se puede expresar
en la forma Y
r(z, w) = (bi z − ai w)ei ,
i

Depto. de Álgebra 31
Superficies de Riemann

donde suponemos que los factores son primos entre sı́. Es fácil ver que, con
esta notación, ord(ai :bi ) (r) = ei cuando consideramos r como función mero-
morfa en P1 . A partir de aquı́, tenemos el recı́proco del resultado anterior.

Proposición 2.5.3. Toda función meromorfa en P1 es un cociente de poli-


nomios homogéneos del mismo grado y primos entre sı́.

Demostración. Sea f una función meromorfa en P1 , no idénticamente nula.


Como P1 es compacto, f tiene un número finito de ceros y polos, que los
escribimos como {(ai : bi )}, y notemos por ei = ord(ai :bi ) (f ). Consideremos
la función racional
Y
r(z, w) = w n (bi z − ai w)ei ,
i

donde n se escoge para que r sea


P un cociente de polinomios homogéneos del
mismo grado, esto es, n = − i ei . El cociente g = f /r no tiene ceros ni
polos, excepto posiblemente en el punto (1 : 0), donde w = 0. Queremos
probar que g es constante.
Si g tiene un polo en (1 : 0), entonces g no tiene ceros. Dicho de otra
forma, 1/g no tiene polos y tiene un cero en el punto (1 : 0). Como P1
es compacto, la función 1/g es constante e igual a cero, lo que nos da una
contradicción, pues 1/g = r/f no es idénticamente nula.
Entonces g no tiene polos, y eso significa que es holomorfa en todo P1 .
Sabemos que, en tal caso, g es constante, pues P1 es compacto.

Mediante el isomorfismo P1 ≃ S 2 , llegamos a que toda función mero-


morfa sobre la esfera de Riemann es una función racional p(z)/q(z). Esto lo
expresamos diciendo que

M(P1 ) ≃ M(S 2 ) ≃ C(z),

el cuerpo de funciones racionales con coeficientes complejos.

2.6. Funciones meromorfas sobre una curva


proyectiva
Miranda, p. 35-36, y cálculo de una función meromorfa concreta en Kir-
wan, p. 168 (dentro de la prueba de la prop. 3.31).

32 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

2.7. Funciones meromorfas sobre un toro com-


plejo
2.7.1. Resultados previos
Recordemos algunas definiciones y resultados de Análisis Complejo. Sea
f : W → C∞ una función meromorfa, con W un subconjunto abierto de C.
Si f tiene un polo en a, la serie de Laurent de f en un entorno de a es de la
forma
X g(z)
f (z) = cn (z − a)n = m
,
n≥−m
(z − a)

con m > 0, y g(z) es una función holomorfa en un entorno abierto de a, y


g(a) = c−m 6= 0. El número m se denomina orden o multiplicidad del polo.
El coeficiente c−1 es el residuo de f (z) en a, y lo notaremos por Resa (f (z)).
Nota 2.7.1. En esta situación, la función

f ′ (z)
f (z)

tiene un polo simple (orden 1) en a, con residuo igual a −m. Análogamente,


si f tiene un cero de orden m en a, esto es, en un entorno de a podemos
escribir
f (z) = (z − a)m g(z),
con g(z) una función holomorfa en un entorno abierto de a, y g(a) 6= 0,
entonces
f ′ (z)
f (z)
tiene un polo simple en a con residuo m.
Los residuos de las funciones meromorfas en los polos están muy rela-
cionados con las integrales de funciones a lo largo de caminos en el plano
complejo C. Recordemos que un camino diferenciable a trozos en un abierto
W de C es una aplicación continua γ : [c, d] → W , que es el ensamblado de
un número finito de caminos diferenciables γ1 , . . . , γt en W . Esto quiere decir
que existen números reales

c = c0 < c1 < . . . < ct = d

y aplicaciones γi : [ci−1 , ci ] → W para 1 ≤ i ≤ t tales que

γ(t) = γi (t) si t ∈ [ci−1 , ci ],

Depto. de Álgebra 33
Superficies de Riemann

y las partes real e imaginaria de de la restricción de γi al abierto (ci−1 , ci )


tienen derivadas continuas que se extienden continuamente al intervalo ce-
rrado [ci−1 , ci ]. El camino γ es cerrado si γ(c) = γ(d) y simple si γ(t) 6= γ(s)
a menos que s = t o bien {s, t} = {c, d}.
Si f : W → C es una función continua, entonces la integral de f a lo largo
de un camino diferenciable a trozos γ : [c, d] → W es, por definición,
Z Z d
f (z)dz = f (γ(t))γ ′ (t)dt,
γ c

donde γ ′ (t) se interpreta como γi′ (t) para t ∈ (ci−1 , ci ).


Un contorno en C es un camino simple y cerrado, que es el ensamblado de
caminos γ1 , . . . , γt , cada uno de los cuales es un segmento recto o un arco de
circunferencia en C. Por el teorema de la curva de Jordan, el complemento
en C de la imagen γ ∗ de un contorno γ tiene dos componentes conexas, una
acotada (interior I(γ) de γ), y otra no acotada (exterior de γ).
El teorema fundamental sobre integrales de funciones holomorfas sobre
caminos en C es
Teorema 2.7.2. Teorema de Cauchy Sea γ un contorno en C y f una
función holomorfa en un abierto de C que contenga a I(γ) ∪ γ ∗ . Entonces
Z
f (z)dz = 0.
γ

Una consecuencia es el teorema de los residuos:


Teorema 2.7.3. Sea γ un contorno en C y f una función meromorfa en un
abierto de C que contenga a I(γ) ∪ γ ∗ , sin polos sobre γ y polos a1 , . . . , at en
el interior de γ. Entonces
Z X t
f (z)dz = ±2πi Resaj (f (z)).
γ j=1

El signo en la igualdad anterior depende del sentido de recorrido de γ.


Existe una especie de recı́proco del teorema de Cauchy:
Teorema 2.7.4. Teorema de Morera Si f : W → C es una función
continua en un abierto W de C y
Z
f (z)dz = 0
γ

para todos los caminos cerrados diferenciables a trozos en subconjuntos con-


vexos de W , entonces f es holomorfa en W .

34 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

Mediante este teorema se puede probar el siguiente resultado, que es muy


útil para construir funciones holomorfas y meromorfas.

Teorema 2.7.5. Sea fn : W → C una sucesión de funciones holomorfas


en un abierto W de C que converge uniformemente a una función f : W →
C. Entonces f es holomorfa en W , y la sucesión de derivadas fn′ converge
uniformemente a f ′ en W .

Y una aplicación directa de este teorema es:

Teorema 2.7.6. Criterio M de Weierstrass. Sea {fn : W → C}n≥1


una sucesión de funciones holomorfas definidas en un conjunto abierto W de
C. Supongamos que existen números reales Mn , n ≥ 1 tales que la serie
X
Mn
n≥1

converge, y
|fn (z)| ≤ Mn para todo z ∈ W.
Entonces la serie X
fn (z)
n≥1

converge uniformemente en W a una función holomorfa f (z) tal que


X
f ′ (z) = fn′ (z).
n≥1

Nota 2.7.7. El resultado correspondiente se sigue verificando para una suce-


sión doble
{fn,m : W → C}n,m≥1
de funciones holomorfas en W .

2.7.2. Funciones doblemente periódicas


Definición 2.7.8. Una función f de variable compleja se llama periódica
con periodo ω 6= 0 si
f (z + ω) = f (z)
para todo z tal que z y z + ω estén en el dominio de f .

Si ω es un periodo entonces nω también es un periodo para todo entero


n. Si ω1 y ω2 son periodos, entonces mω1 + nω2 también es un periodo para
cualesquiera enteros m y n.

Depto. de Álgebra 35
Superficies de Riemann

Definición 2.7.9. Una función f se llama doblemente periódica si tiene dos


periodos ω1 y ω2 cuya razón ω2 /ω1 no es real.

Exigimos que la razón no sea real para evitar casos degenerados. Por
ejemplo si ω1 y ω2 son periodos cuya razón es un número racional es fácil
probar que cada ω1 y ω2 son múltiplos enteros de un mismo periodo. Si
ω2 /ω1 = a/b, donde a y b son primos entre si, entonces existen enteros m y
n tales que mb + na = 1. Sea ω = mω1 + nω2 . Entonces ω es un periodo y se
tiene
  
ω2 a  ω1 ω1
ω = ω1 m + n = ω1 m + n = (mb + na) = ,
ω1 b b b

ası́ ω1 = bω y ω2 = aω. Por tanto ω1 y ω2 son múltiplos enteros de ω.


Si la razón ω2 /ω1 es un número irracional, la situación es un poco más
complicada. Vamos a comprobar que, en este caso, la función f posee periodos
de módulo tan pequeño com queramos. Para ello, necesitamos el teorema de
aproximación de Dirichlet.

Teorema 2.7.10. Sea θ un número real y N un número natural. Entonces


existen enteros k y h tales que 0 < k ≤ N y
1
|kθ − h| < .
N
Demostración. Llamamos [x] a la parte entera de un número real x, y {x} =
x − [x] a su parte fraccionaria. Entonces 0 ≤ {x} < 1 para cualquier número
real x.
Consideremos los N + 1 números

{θ} , {2θ} , . . . , {(N + 1)θ}

del intervalo [0, 1]. Dividimos este intervalo en N partes iguales de la forma
[ k−1
N
, Nk ], para k = 1, 2, . . . , N. Entonces debe haber dos números de la forma
{mθ} en una misma división. Esto es, hay dos enteros N+ <≥ a > b ≥ 1
tales que
1
|{aθ} − {bθ}| < ,
N
o bien
1
|(a − b)θ − ([aθ] − [bθ])| < .
N
Si escribimos k = a − b, que es estrictamente positivo, y menor o igual que
N, y h = [aθ] − [bθ], obtenemos el resultado

36 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

Con este resultado es fácil ver ahora que f tendrá periodos tan pequeños
como se desee. Sea θ = ωω21 , y fijamos ε > 0. Sea N un número natural tal
que N1 < |ωε1 | . Por el teorema anterior, existen enteros k y h tales que

ω1 1 ε
|kθ − h| = k − h <
< ,
ω2 N |ω1 |

de donde |kω2 − hω1 | < ε. El número kω2 − hω1 es un periodo de módulo


menor que el valor ε fijado inicialmente.
Una función con periodos arbitrariamente pequeños es constante en cual-
quier abierto conexo donde la función f es analı́tica. Si f es analı́tica en un
abierto conexo G y z0 ∈ G, entonces

f (z0 + ω) − f (z0 )
f ′ (z0 ) = lı́m .
ω→0 ω
Podemos tomar una sucesión de periodos ωn que sea convergente a 0. Enton-
ces
f (z0 + ωn ) − f (z0 )
f ′ (z0 ) = lı́m
n→∞ ωn
se anula, pues f (z0 + ωn ) = f (z0 ). Luego f ′ se anula en G, y f es constante
en G.

2.7.3. Periodo fundamental


Una función doblemente periódica f tiene al menos dos periodos ω1 y ω2
cuyo cociente no es un número real. Todas las combinaciones de la forma
mω1 + nω2 , m, n ∈ Z siguen siendo periodos, Estamos interesados en obtener
un par de periodos distinguidos de f en el sentido de que todos los demás
periodos de f se expresen como combinación lineal entera de dichos periodos.
Esto motiva la siguiente definición.

Definición 2.7.11. Sea f con periodos ω1 y ω2 cuya razón ω2 /ω1 no es real.


El par (ω1 , ω2 ) se llama fundamental si todo periodo de f es de la forma
mω1 + nω2 , donde m y n son enteros.

Cada par de periodos fundamentales ω1 , ω2 determina una red de parale-


logramos. Estos paralelogramos se llaman paralelogramos periódicos. Al con-
junto de todas las combinaciones mω1 + nω2 con m y n enteros lo denotamos
por Ω(ω1 , ω2), o simplemente por Ω. Cuando el par (ω1 , ω2 ) es fundamental,
cualquier periodo de f lo encontraremos en los nodos de la red. Normalmente
consideraremos únicamente como puntos del paralelogramo los del interior y

Depto. de Álgebra 37
Superficies de Riemann

los de los lados que se cortan en el vértice inferior izquierdo. De manera for-
mal, si ω = mω1 + nω2 es un nodo de la red, el paralelogramo que determina
es
Pω = {λω1 + µω2 | 0 ≤ λ, µ < 1}.

El siguiente teorema nos da un criterio para reconocer un par fundamen-


tal.

Teorema 2.7.12. Si (ω1 , ω2 ) es un par fundamental de f , entonces el triángu-


lo con vértices 0 , ω1 , ω2 no contiene periodos en su interior ni en su frontera.
Recı́procamente, cualquier par de periodos con esta propiedad es fundamental.

Demostración. Supongamos en primer lugar que el par (ω1 , ω2) es fundamen-


tal. Consideremos el paralelogramo P0 , con vértices 0, ω1 , ω2 y ω1 + ω2 . Los
únicos periodos de f en este paralelogramo son los vértices, pues ningún otro
punto de P0 se expresa como combinación lineal entera de ω1 y ω2 . Por tanto,
el triángulo de vértices 0, ω1 y ω2 no tiene periodos en su interior.
Recı́procamente, supongamos que el triángulo de vértices 0, ω1 y ω2 no
contiene periodos en su interior. Sea ω otro periodo de f . Como ω1 y ω2
son R-linealmente independientes, forman una base de C como R-espacio
vectorial, y existen entonces escalares t1 , t2 ∈ R tales que ω = t1 ω1 + t2 ω2 . Si
consideramos la función [·] parte entera, escribimos t1 = [t1 ]+r1 , t2 = [t2 ]+r2,
donde 0 ≤ r1 , r2 ≤ 1. Entonces

ω − [t1 ]ω1 − [t2 ]ω2 = r1 ω1 + r2 ω2 .

Si algún ri es no nulo, entonces r1 ω1 + r2 ω2 es un periodo de f , que además


se encuentra en el paralelogramo de vértices 0, ω1 , ω2 y ω1 + ω2 . Entonces ω
o su simétrico ω1 + ω2 − ω respecto al centro del paralelogramo, que también
es un periodo, se halla en el triángulo de vértices 0, ω1 y ω2 . Esto implica que
ambos valores ri , i = 1, 2 son nulos, y obtenemos ω como combinación lineal
entera de ω1 y ω2 .

Los periodos fundamentales de una función doblemente periódica no son


únicos, pues otro par puede generar el mismo retı́culo.

Definición 2.7.13. Dos pares de números complejos (ω1 , ω2 ) y (ω1′ , ω2′ ), con
razón no real, se dicen equivalentes si generan los mismo periodos, es decir,
Ω(ω1 , ω2 ) = Ω(ω1′ , ω2′ ).

La pregunta natural es si podemos caracterizar pares equivalentes.

38 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

Teorema 2.7.14. Dos pares (ω1 , ω2 ) y (ω1′ , ω2′ ) son equivalentes si y sola-
mente si existe una matriz de enteros 2 × 2,
 
a b
con determinante ad − bc = ±1,
c d
tal que      
ω1′ a b ω1
= = .
ω2′ c d ω2
Dicho de otra forma,

ω1′ = aω1 + bω2 ,


ω2′ = cω1 + dω2 .

Demostración. Si existe tal matriz, es claro que los retı́culos son los mismos,
dado que la matriz es invertible. Recı́procamente, supongamos que ambos pa-
res generan el mismo retı́culo: Entonces ω1′ , ω2′ se expresan como combinación
lineal entera de ω1 y ω2 , y al revés:
ω1′ = α1 ω1 + β1 ω2 , ω1 = γ1 ω1′ + δ1 ω2′ ,
, , α , β , γ , δ ∈ Z, i = 1, 2.
ω2′ = α2 ω1 + β2 ω2 , ω2 = γ2 ω1′ + δ2 ω2′ , i i i i
Unimos ambas expresiones, y en forma matricial nos queda
 ′     ′ 
ω1 α1 β1 γ1 δ1 ω1
′ = .
ω2 α2 β2 γ2 δ2 ω2′
 ′ 
ω1
El vector complejo se traduce como una matriz 2×2 real no singular,
ω2′
por lo que   
α1 β1 γ1 δ1
= I2 ,
α2 β2 γ2 δ2
y estas matrices enteras son no singulares, de donde su determinante es ±1.

Definición 2.7.15. Una función f se dice elı́ptica si tiene las siguientes dos
propiedades:
1. f es doblemente periódica.
2. f es meromorfa.
Las funciones constantes son ejemplos triviales de funciones elı́pticas. En
el desarrollo de este capitulo intentaremos buscar funciones elı́pticas no tri-
viales.

Depto. de Álgebra 39
Superficies de Riemann

Teorema 2.7.16. Una función elı́ptica no constante tiene un periodo fun-


damental.

Si f y g son funciones elı́ptica con periodos ω1 y ω2 entonces su suma,


diferencia, producto y conciente son también funciones elı́pticas con el mismo
periodo. También f ′ es elı́ptica con los mismos periodos.
Como consecuencia de esto, para estudiar propiedades de funciones elı́pti-
cas a veces es suficiente estudiar lo que ocurre en un paralelogramo periódico.

Teorema 2.7.17. Si una función elı́ptica f no tiene polos en un paralelo-


gramo periódico, entonces es constante.

Demostración. Si f no tiene polos en un paralelogramo periódico, entonces


f es continua y ası́ está acotada en la clausura del paralelogramo. Por la
periodicidad, f está acotada en todo el plano complejo. Por tanto, por el
teorema de Liouville, f es constante.

Teorema 2.7.18. Si una función elı́ptica f no tiene ceros en un paralelo-


gramo periódico, entonces es constante.

Demostración. Si f no tiene ceros en un paralelogramo periódico entonces


1/f no tiene polos en ese paralelogramo. Aplicando el teorema anterior se
tiene que 1/f es constante y ası́ f es constante.
A veces no conviene tener ceros o polos en la frontera de un paralelogra-
mo periódico. Puesto que una función menomorfa tiene solamente un número
finito de ceros o polos en una porción limitada del plano, un paralelogramo
periódico puede siempre trasladarse de manera congruente a un paralelogra-
mo que no tenga ceros ni polos en la frontera. A este tipo de paralelogramos
se les da el nombre de celda y sus vértices no tienen por qué ser periodos.

Teorema 2.7.19. La integral cerrada de una función elı́ptica a lo largo de


una curva que limita una celda es cero.

Teorema 2.7.20. La suma de los residuos de una función elı́ptica en sus


polos en cualquier paralelogramo periódico es cero.

Este teorema prueba que cualquier función elı́ptica no constante tiene al


menos dos polos simples o al menos dos polos dobles en cada paralelogramo
periódico.

Teorema 2.7.21. El número de ceros de una función elı́ptica en cualquier


paralelogramo periódico es igual al número de polos, contando multiplicida-
des.

40 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

El número de ceros (o polos) de una función elı́ptica en cualquier para-


lelogramo periódico se llama orden de la función. Toda función elı́ptica no
constante tiene orden mayor o igual que 2.
El siguiente lema será necesario posteriormente para justificar la existen-
cia de unos coeficientes.
Lema 2.7.22. Si α es un número real, la serie
X 1
ωα
ω∈Ω
ω 6= 0
converge absolutamente si y solamente si α > 2.
Demostración. Consideramos el paralelogramo de la figura C.2.2, y sean r y
R la mı́nima y máxima distancia de 0 al borde del paralelogramo. Si ω es
cualquiera de los 8 periodos no nulos que aparecen en el dibujo entonces
r ≤ |ω| ≤ R (para los 8 periodos w).

ω1+ ω2
ω2
ω2− ω1
r R
ω1

− ω2 0

ω1− ω2

− ω2
− ω1− ω2

En los próximos periodos concéntricos a estos 8 (hay 2 · 8 = 16) se tiene


2r ≤ |ω| ≤ 2R (para los 16 nuevos periodos ω).
En los siguientes 24 periodos se tiene
3r ≤ |ω| ≤ 3R (para los 24 nuevos periodos ω),
y ası́ sucesivamente. Entonces tenemos las siguientes desigualdades
1 1 1
α
≤ α
≤ α para los 8 primeros periodos ω,
R |ω| r
1 1 1
α
≤ α
≤ α para los 16 siguientes periodos ω,
2R |ω| 2r

Depto. de Álgebra 41
Superficies de Riemann

P
y ası́ sucesivamente. Por tanto si llamamos S(n) = |ω|−α, tenemos la
siguiente desigualdad
8 2·8 n·8 8 2·8 n·8
α
+ α
+···+ α
≤ S(n) ≤ α + α
+···+ ,
R (2R) (nR) r (2r) (nr)α
o también n n
8 X 1 8 X 1
≤ S(n) ≤ .
Rα k=1 k α−1 r α k=1 k α−1
Esto prueba, usando el criterio de comparación, que la serie converge si y
sólo si α > 2.

2.7.4. Función ℘ de Weierstrass


Sean ω1 y ω2 números complejos no nulos, linealmente independientes
sobre R, es decir, que ω2 /ω1 ∈
6 R. Consideremos el retı́culo Λ = Zω1 + Zω2 .
Lema 2.7.23. Existe un δ > 0 tal que
p
|xω1 + yω2 | ≥ δ x2 + y 2
para cualquier par (x, y) ∈ R2 .
Demostración. La función f : [0, 2π] → R definida como
f (θ) = |ω1 cos(θ) + ω2 sin(θ)|
es continua. Como el intervalo [0, 2π] es compacto, f está acotada inferior-
mente, y alcanza la cota. Además, f (θ) > 0 para todo θ ∈ [0, 2π], pues ω1 y
ω2 son linealmente independientes sobre R. Entonces existe δ > 0 tal que
f (θ) > δ para todo θ ∈ [0, 2π].
De aquı́ se obtiene p
|xω1 + yω2 | ≥ δ x2 + y 2
para todo par (x, y) ∈ R2 .
Teorema 2.7.24. Existe una función meromorfa ℘(z) en C definida como
1 X  1 1

℘(z) = 2 + − ,
z (z − ω)2 ω 2
ω∈Λ−{0}

y cuya derivada es
X 1
℘′ (z) = −2 .
ω∈Λ
(z − ω)3

42 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

Demostración. Observemos que la suma de una función holomorfa y una


función meromorfa en un abierto de C es una función meromorfa. Enton-
ces, por el criterio M de Weierstrass, para probar que ℘(z) es una función
meromorfa bien definida en C, y que su derivada se pude obtener derivando
término a término de la serie, basta probar que para cualquier R > 0 existe
un subconjunto finito ΛR de Λ tal que la serie
X  1 1

2
− 2
ω∈Λ−Λ
(z − ω) ω
R

converge absoluta y uniformemente en el disco


{z ∈ C | |z| ≤ R}.
Sea
ΛR = {ω ∈ Λ | |ω| ≤ 2R}.
Entonces
ΛR ⊂ {nω1 + mω2 | n, m ∈ Z, n2 + m2 ≤ 4R2 δ −2 },
donde δ es el valor del lema anterior. Por tanto, ΛR es finito. Además, si
ω = nω1 + mω2 ∈ Λ − ΛR y |z| ≤ R,
entonces |z| ≤ 12 |ω|, y de aquı́

1 1 ω 2 − (z − ω)2

(z − ω)2 − ω 2 = ω 2(z − ω)2
z(2ω − z)
= | |
(z − ω)2ω 2
5R|ω|/2

|ω|4/4
10R
=
|ω|3
10R
≤ .
δ 3 (n2 + m2 )3/2
El resultado se sigue por la comparación de las series:
X 1 X X 1
2 2 3/2
=
(n + m ) k≥1 máx(|n|,|m|)=k
(n + m2 )3/2
2
(n,m)6=(0,0)
X 1
≤8 < +∞.
k2
k≥1

Depto. de Álgebra 43
Superficies de Riemann

Definición 2.7.25. La función ℘(z) se denomina función ℘ de Weierstrass


asociada al retı́culo Λ.
Lema 2.7.26. ℘(−z) = ℘(z) = ℘(z + ζ) para todo z ∈ C y ζ ∈ Λ.
Demostración. Observemos que si ζ ∈ Λ entonces
X 1
℘′ (z + ζ) = −2 3
.
ω∈Λ
(z + ζ − ω)

Esta serie converge absolutamente, y ω − ζ recorre todo el retı́culo Λ cuando


ω varı́a en Λ. Podemos entonces reordenar los términos de la serie, y sustituir
ω por ω − ζ, y obtenemos
℘′ (z + ζ) = ℘′ (z) para todo z ∈ C.
Esto implica que
℘(z + ζ) = ℘(z) + c(ζ),
donde c(ζ) depende de ζ, pero no de z. Si hacemos el cambio z = − 12 ζ,
obtenemos
1 1
c(ζ) = ℘( ζ) − ℘(− ζ).
2 2
Observemos ahora que
1 X  1 1

℘(−z) = 2 + 2
− 2 ,
z ω∈Λ−0
(−z + ω) ω

y si reordenamos la serie, cambiando ω por −ω, obtenemos


℘(z) = ℘(−z) para todo z ∈ C.
En particular, c(ζ) = ℘( 12 ζ) − ℘(− 12 ζ) = 0, y ası́
℘(z + ζ) = ℘(z) para todo z ∈ C.

Definición 2.7.27. Las funciones de variable compleja que verifican


f (z + ζ) = f (z)
para todo z y z + ζ en el dominio de f , y ζ ∈ Λ, o de forma equivalente
f (z + ω1 ) = f (z) = f (z + ω2 )
para todo z en el dominio de f , se denominan funciones doblemente periódi-
cas, con retı́culo Λ, o con periodos ω1 y ω2 .

44 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

La función ℘ de Weierstrass es una función meromorfa doblemente pe-


riódica sobre C.
Lema 2.7.28. Una función f holomorfa doblemente periódica con retı́culo
Λ sobre C es constante.
Demostración. Como f es holomorfa, es continua, y entonces es acotada
sobre cualquier subconjunto cerrado acotado de C, como el paralelogramo

P = {sω1 + tω2 | s, t ∈ [0, 1]}.

Pero dado cualquier z ∈ C, existe ζ ∈ Λ tal que z + ζ ∈ P , y como f es


doblemente periódica,
f (z + ζ) = f (z).
Entonces f está acotada en C, y por el teorema de Liouville, f es constante.

Teorema 2.7.29. Sea r = mı́n{|ω| | ω 6= 0}. Entonces para 0 < |z| < r se
tiene que
X∞
1
℘(z) = 2 + (2n + 1)G2n+2 z 2n ,
z n=1

donde X 1
Gn = n
para n ≥ 3.
ω6=0
ω

Demostración. Si 0 < |z| < r entonces |z/ω| < 1 y tenemos


!
1 1 1

X  z n
2
= 2 = 2 1+ (n + 1) ,
(z − ω) z
ω2 1 − ω ω n=1
ω

y de aquı́
Xn+1 ∞
1 1
− = zn.
(z − ω)2 ω 2 n=1
ω n+2

Si sumamos sobre todos los valores de ω, encontramos, por convergencia


absoluta,
X∞ X 1 X∞
1 n 1
℘(z) = 2
+ (n + 1) n+2
z = 2
+ Gn+2 z n ,
z n=1 ω6=0
ω z n=1

donde Gn es el indicado en el enunciado. Por el lema C.2.15, está bien de-


finido. Como ℘(z) es una función par, los coeficientes G2n+1 se anulan, y
obtenemos el resultado.

Depto. de Álgebra 45
Superficies de Riemann

Lema 2.7.30. La función ℘(z) satisface la ecuación diferencial

℘′ (z)2 = 4℘(z)3 − g2 ℘(z) − g3 ,

donde
g2 = g2 (Λ) = 60G4 , g3 = g3 (Λ) = 140G6 .
Demostración. Vamos a formar una combinación lineal de potencias de ℘ y
℘′ que elimine el polo en z = 0. Esto proporciona una función elı́ptica sin
polos, por lo que debe ser constante. En un entorno de z = 0, se verifica que
2
℘′ (z) = − + 6G4 z + 20G6 z 3 + . . . ,
z3
una función elı́ptica de orden 3. Su cuadrado tiene orden 6, ya que
2 4 24G4
[℘′ (z)] = 6
− 2 − 80G6 + . . . ,
z z
donde + . . . indica una serie de potencias en z que se anula en z = 0. Ahora
4 36G4
4℘(z)3 = + + 60G6 + . . . ,
z6 z2
y de aquı́
2 60G4
[℘′ (z)] − 4℘(z)3 = − − 140G6 + . . . ,
z2
de donde
2
[℘′ (z)] − 4℘(z)3 + 60G4 ℘(z) = −140G6 + . . . .
El miembro izquierdo no tiene polo en z = 0, por lo que no tiene polos en
ningún paralelogramo de periodos. Entonces tiene que ser constante, e igual
a −140G6 .
Proposición 2.7.31. La función

℘:C−Λ →C

es sobreyectiva. Además, ℘(z) = ℘(z ′ ) si y solamente si z ′ ∈ Λ ± z.


Demostración. Tomemos c ∈ C y sea f (z) = ℘(z) − c. Entonces la función
f ′ (z)/f (z) es meromorfa en C, con polos simples de residuo −m donde f
tenga polos de multiplicidad m, y polos simples de residuo m donde f tenga
ceros de multiplicidad m, y ningún otro polo. Por el teorema de los residuos,
si γ es un contorno en C que no pase por ningún cero o polo de f , entonces
Z ′
1 f (z)
dz = Z − P,
2πi γ f (z)

46 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

donde Z y P son, respectivamente, los números de ceros y polos de f dentro


de γ, contados con la multiplicidad. Tomemos γ el borde del paralelogramo
P (a) = {a + sω1 + tω2 | s, t ∈ [0, 1]},
donde a se ha elegido de forma que el borde de P (a) no pase por ningún
cero o polo de f . En particular, esto significa que existe precisamente un
único valor ζ ∈ Λ en el interior de γ. La función f ′ /f es elı́ptica, con los
mismos periodos que f , y la integral a lo largo del borde de P (a) es cero,
pues las integrales se cancelan a lo largo de los lados paralelos, por la doble
periodicidad. Es decir, Z ′
f (z)
dz = 0.
γ f (z)
Entonces Z = P , y la función f , como ℘, tiene polos de multiplicidad 2 en
todos los puntos del retı́culo ζ ∈ Λ, y ningún otro. Por tanto, P = 2 = Z, y
existe algún w0 ∈ P (a) tal que f (w0) = 0, esto es,
℘(w0 ) = c.
Esto prueba la sobreyectividad de ℘.
Como ℘(z) es par y doblemente periódica, se verifica que
℘(z) = ℘(w0 ) = c para todo z ∈ Λ ± w0 .
Existe un valor w1 ∈ Λ − w0 que pertenece al paralelogramo P (a), y ambos
w0 y w1 son ceros de f en el interior de γ. Por tanto, si w0 6= w1 contarı́an
como los dos ceros de f dentro de γ, y los únicos ceros de f vendrı́an dados
por
z ∈ Λ ± w0 .
Ası́, lo que queda por probar es que si w1 = w0 entonces f tiene un cero
de multiplicidad 2 en w0 , o lo que es lo mismo, f ′ (w0 ) = 0. De esta forma
tendrı́amos contados todos los ceros de f en el interior de γ. Si w0 = w1
entonces Λ + w0 = Λ − w0 , y como ℘′ (z) es una función impar doblemente
periódica,
℘′ (w0 ) = −℘′ (−w0 ) = −℘′ (w0 ).
De aquı́ concluimos que ℘′ (w0 ) = 0, y que f ′ (w0 ) = 0.

2.7.5. Curva elı́ptica asociada a ℘


Definición 2.7.32. Notaremos por e1 , e2 , e3 los valores de la función ℘ en
los semiperiodos:
ω  ω   
1 2 ω1 + ω2
e1 = ℘ , e2 = ℘ , e3 = ℘ .
2 2 2

Depto. de Álgebra 47
Superficies de Riemann

Definición 2.7.33. Sea CΛ la curva proyectiva definida por el polinomio

QΛ (x0 , x1 , x2 ) = x22 x0 − 4x31 + g2 x1 x20 + g3 x30 ,

donde g2 = g2 (Λ), g3 = g3 (Λ).


Lema 2.7.34. Los número e1 , e2 , e3 son distintos dos a dos.
Demostración. Si, por ejemplo, e1 = e2 , aplicamos la proposición C.3.9, y
obtendrı́amos que 12 ω2 = Λ ± 12 ω1 , lo que es imposible. Análogamente para
los otros casos.
Lema 2.7.35. QΛ (x0 , x1 , x2 ) = x22 x0 − 4(x1 − e1 x0 )(x1 − e2 x0 )(x1 − e3 x0 ) y
la curva asociada CΛ es no singular.
Demostración. Como ℘ es una función doblemente periódica y par, su deri-
vada ℘′ es doblemente periódica e impar, con los mismos periodos ω1 y ω2 .
Entonces
1 1 1 1
℘′ ( ω1 ) = ℘′ ( ω1 − ω1 ) = ℘′ (− ω1 ) = −℘′ ( ω1 ),
2 2 2 2
por lo que ℘′ ( 12 ω1 ) = 0 si es finito. Como ℘′ (z) no tiene polos en 12 ω1 , 21 ω2 , 12 (ω1 +
ω2 ), son ceros de ℘′ (z).
Por la ecuación diferencial,

4e3i − g2 ei − g3 = ℘′ (ei )2 = 0,

por lo que e1 , e2 y e3 son las raı́ces del polinomio 4x3 − g2 x − g3 . Entonces

QΛ (x0 , x1 , x2 ) = x21 x0 − 4(x1 − e1 x0 )(x1 − e2 x0 )(x1 − e3 x0 ).

La parte afı́n de la curva CΛ para x0 = 1 es no singular, pues es de la forma


y 2 = h(x), con h polinomio de grado tres con raı́ces distintas. El único punto
que falta es el (0 : 0 : 1), que se prueba fácilmente que es no singular.

2.7.6. El discriminante ∆
El número ∆ = g23 − 27g32 se llama discriminate. Recordamos que en
realidad g2 , g3 y por tanto ∆ son funciones que dependen de ω1 y ω2 , es decir

g2 = g2 (ω1 , ω2), g3 = g3 (ω1 , ω2 ), ∆ = ∆(ω1 , ω2 ).

Es fácil probar que g2 y g3 son funciones homogéneas de grados −4 y −6,


respectivamente, es decir

g2 (λω1 , λω2 ) = λ−4 g2 (ω1 , ω2) y g3 (λω1 , λω2 ) = λ−6 g3 (ω1 , ω2)

48 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

para todo λ 6= 0. Por tanto ∆ es homogéneo de grado −12,

∆(λω1 , λω2 ) = λ−12 ∆(ω1 , ω2).

Llamando λ a 1/ω1 y τ a ω2 /ω1 tenemos

g2 (1, τ ) = ω14 g2 (ω1 , ω2 ), g3 (1, τ ) = ω16 g3 (ω1 , ω2 ),


∆(1, τ ) = ω112 ∆(ω1 , ω2).

De esta forma podemos considerar que g2 , g3 y ∆ son funciones de una


variable compleja. Podemos siempre elegir ω1 y ω2 de tal forma que τ = ω2 /ω1
tenga parte imaginaria positiva y estudiar estas funciones en el semiplano
superior Im(τ ) > 0, que denotaremos por H.
Si τ ∈ H escribiremos g2 (τ ), g3 (τ ) y ∆(τ ) en lugar de g2 (1, τ ), g2 (1, τ ) y
∆(1, τ ), respectivamente. Ahora podemos escribir
+∞
X 1
g2 (τ ) = 60 ,
m,n=−∞
(m + nτ )4
(m,n)6=(0,0)
+∞
X 1
g3 (τ ) = 140 .
m,n=−∞
(m + nτ )6
(m,n)6=(0,0)

∆(τ ) = g2 (τ )3 − 27g3(τ )2 .

El teorema anterior prueba que ∆(τ ) 6= 0 para todo τ ∈ H.

Depto. de Álgebra 49
Superficies de Riemann

2.8. Propiedades locales de los morfismos


Teorema 2.8.1 (Teorema de forma local). Sea F : X → Y un morfismo de
superficies de Riemann en p ∈ X, no constante. Entonces existe un único
entero m ≥ 1 que satisface la siguiente propiedad: para toda carta φ2 : U2 →
V2 centrada en q = F (p), existe una carta φ1 : U1 → V1 centrada en p tal que
φ2 (F (φ−1 m
1 (z))) = z .

Demostración. Fijemos una carta φ2 centrada en q, y escojamos una carta


arbitraria ψ : U → V centrada en p. Entonces la serie de Taylor para la
función T (w) = φ2 (F (ψ −1 (w))) debe ser de la forma

X
T (w) = ci w i ,
i=m

con cm 6= 0, y m ≥ 1, pues T (0) = 0. Podemos escribir T (w) = w m S(w),


donde S(w) es una función holomorfa en w = 0, y S(0) 6= 0. Entonces existe
una función R(w) holomorfa en un entorno de 0 tal que R(w)m = S(w)
(por la existencia de raı́z m-ésima A.2.4), de donde T (w) = (wR(w))m. Sea
η(w) = wR(w). Como η ′ (0) 6= 0, la función η es invertible en un entorno
de cero (teorema de la función implı́cita A.2.3), y holomorfa. Entonces la
composición φ1 = η ◦ ψ es una carta en X centrada en p. Si vemos η como
una nueva coordenada z (z = η(w)), entonces

φ2 (F (φ−1 −1 −1
1 (z))) = φ2 (F (ψ1 (η (z))))
= T (η −1(z))
= T (w)
= (wR(w))m
= zm

La unicidad de m se obtiene al observar que, en un entorno de p, hay exac-


tamente m preimágenes de puntos cercanos a F (p). Entonces este exponente
m queda determinado por las propiedades topológicas de la aplicación en un
entorno de p, y es independiente de las cartas elegidas.
Definición 2.8.2. La multiplicidad de F en p, o ı́ndice de ramificación de
F en p, es el único entero m tal que existen cartas locales en entornos de p
y F (p) donde F tiene la forma z 7→ z m . Lo notaremos por ep (F ).
Ejemplo 2.8.3. Sea φ : U → V una carta local en X, considerada como
función holomorfa. Entonces tiene ı́ndice de ramificación igual a 1 en todo
punto de U.

50 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

Proposición 2.8.4. Sea F : X → Y un morfismo no constante, p ∈ X, q =


F (p) ∈ Y . Son equivalentes:
1. ep (F ) = 1.
2. F es un isomorfismo local en p, es decir, existen U0 entorno abierto de
p y V0 entorno abierto de q tales que F : U0 → V0 es isomorfismo.
Demostración. Sea p ∈ X. Por el teorema de forma local (2.8.1), existen
cartas centradas en p y q tales que el diagrama
F
U / V
≃ ≃
 ψ 
Ω1 / Ω2

con ψ(z) = z d es conmutativo. Además, d = ep (F ). Si F es un isomorfismo


local, entonces al componer con las cartas tenemos que ψ también lo es, por
lo que la única posibilidad es que ep (F ) = 1. Recı́procamente, si ep (F ) = 1,
entonces ψ es un isomorfismo, y F es un isomorfismo local.
Observemos que ep (F ) ≥ 1 siempre. Existe una forma simple de calcular
este ı́ndice sin necesidad de las cartas especiales que ponga a F en forma local
normal, o incluso sin que las cartas estén centradas en el punto y su imagen.
Consideremos una carta local φ en p, y ψ en F (p), y z0 = φ(p), w0 = ψ(F (p)).
Entonces w = h(z) = ψ(F (φ−1 (z))) es holomorfa, y w0 = h(z0 ).
Lema 2.8.5. El ı́ndice de ramificación de F en p es

ep (F ) = 1 + ordz0 (h′ (z)).

En particular, el ı́ndice de ramificación es el exponente del menor término


estrictamente
P∞ positivo del desarrollo en serie de h, esto es, si h(z) = h(z0 ) +
i
i=m ci (z − z0 ) , con m ≥ 1, y cm 6= 0, entonces ep (F ) = m.

Demostración. Vimos en la prueba del teorema de forma local que el ı́ndice


de ramificación era el término de menor grado que aparecı́a en la serie de
potencias de T para F , cuando se usaban cartas centradas en p y F (p). Con
la notación anterior, φ − z0 y ψ − w0 son cartas centradas. Por tanto, como
w − w0 = h(z) − h(z0 ), el ı́ndice de ramificación es el término de menor grado
que aparece en el desarrollo en serie de h(z) − h(z0 ) alrededor de z = z0 . Por
el teorema de Taylor, es uno más que el orden de la derivada de h en z0 .
Los puntos donde ep (F ) > 1 son los ceros de una función holomorfa, la
derivada de h, por lo que forman un conjunto cerrado y discreto.

Depto. de Álgebra 51
Superficies de Riemann

Definición 2.8.6. Sea F : X → Y un morfismo no constante. Un punto


p ∈ X es un punto de ramificación de F si ep (F ) > 1. Un punto y ∈ Y es un
punto rama de F si es la imagen de un punto de ramificación de F .

Por tanto, los puntos de ramificación y los puntos rama de un morfismo


son conjuntos discretos, el primero en X y el segundo en Y .

Lema 2.8.7. Sea F una función meromorfa sobre una superficie de Riemann
X.

1. Si p ∈ X es un cero de F , entonces ep (F ) = ordp (F ).

2. Si p ∈ X es un polo de F , entonces ep (F ) = − ordp (F ).

3. Si p no es ni cero ni polo, entonces ep (F ) = ordp (F − F (p)).

Demostración. Identificamos P1 con C∞ . Si p no es un polo, sea z0 = F (p).


Entonces F − z0 tiene un cero en p, y ep (F ) = ordp (F − F (p)), por el criterio
de la derivada. Si p es un polo, entonces el orden de F en p es negativo, y p
es un cero de 1/F . En tal caso, ep (F ) = − ordp (F ).
Nota 2.8.8. Lo anterior no significa que no haya otros puntos de ramificación,
que no sean ni ceros ni polos. Es más, un cero o un polo de orden igual a 1
no es un punto de ramificación.

52 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

2.9. Puntos de ramificación de curvas


Lema 2.9.1. Sea X una curva afı́n lisa definida por f (x, y) = 0. Sea π :
X → C la primera proyección π(x, y) = x. Entonces p = (x0 , y0) ∈ X es
punto de ramificación de π si y solamente si (∂f /∂y)(p) = 0.
Demostración. Supongamos que (∂f /∂y)(p) 6= 0. Entonces π es una carta
local en p, y ep (π) = 1.
Supongamos entonces que (∂f /∂y)(p) = 0. Como X es lisa en p, se tiene
que (∂f /∂x)(p) 6= 0, y la segunda proyección es una carta local. Por el
teorema de la función implı́cita, en un entorno de p, X es el grafo de una
función holomorfa g(y). De aquı́ f (g(y), y) = 0 en un entorno de y0 . Si
derivamos con respecto a y, vemos que
(∂f /∂x)g ′ (y) + (∂f /∂y)
es nula en un entorno de p. Como el segundo sumando es cero en p, y
(∂f /∂x)(p) 6= 0, se tiene que g ′ (y0 ) = 0. Por el criterio de la derivada
(2.8.5), los puntos de ramificación son los ceros de la derivada de la fun-
ción id ◦π ◦ πy (s) = g(s), por lo que p es punto de ramificación.
Lema 2.9.2. Sea X una curva proyectiva lisa definida por un polinomio
homogéneo F (x, y, z) = 0. Consideremos la aplicación G : X → P1 definida
por G(x : y : z) = (x : z), siempre que (0 : 1 : 0) 6∈ X. Entonces p ∈ X es
punto de ramificación de G si y solamente si (∂F/∂y)(p) = 0.
Demostración. La idea es análoga a la prueba anterior. Necesitamos cartas
en X y en P1 , alrededor de p = (x0 : y0 : z0 ) y G(p) = (x0 : z0 ). Para que G
tenga sentido, debe ocurrir que x0 6= 0 o bien z0 6= 0.
Supongamos en primer lugar que z0 6= 0. Entonces el punto p está en
la curva afı́n dada por X2 = X ∩ U2 , definida por el polinomio f (x, y) =
F (x, y, 1). Podemos escribir p = (x0 : y0 : 1). Las cartas en el punto son
las proyecciones πx : X2 → V1 , si (∂f /∂y)(x0 , y0) 6= 0, y πy : X2 → V2 , si
(∂f /∂x)(x0 , y0 ) 6= 0. En el primer caso, existe una función holomorfa g1 (z)
tal que πx−1 (z) = (z : g(z) : 1), y f (z, g(z)) = 0 en un entorno de x0 . Para el
segundo caso, existe una función holomorfa h1 (z) tal que πy−1 (z) = (h1 (z) :
z : 1), y f (h1 (z), z) = 0 en un entorno de y0 .
Como G(p) = (x0 : z0 ), z0 6= 0, la carta en P1 es ϕ1 (z : w) = z/w. Si
(∂f /∂y)(x0 , y0 ) 6= 0, tenemos que estudiar la función ϕ1 Gπx−1 , que resulta
(ϕ1 ◦ G ◦ πx−1 )(z) = ϕ1 (G(z : g1 (z) : 1)) = ϕ1 (z : 1) = z,
y cuya derivada no se anula en ningún punto. Por tanto, en este caso no hay
puntos de ramificación.

Depto. de Álgebra 53
Superficies de Riemann

Si (∂f /∂y)(x0 , y0 ) = 0, entonces tenemos que estudiar la función ϕ1 Gπy−1 :

(ϕ1 ◦ G ◦ πy−1 )(z) = ϕ1 (F (h1 (z) : z : 1)) = ϕ1 (h1 (z) : 1) = h1 (z).

Como
∂f /∂y
h′1 (z) = − (h1 (z), z),
∂f /∂x
por lo que los puntos de ramificación son los que (∂f /∂y)(x, y) = 0, que es
lo mismo que (∂F/∂y)(p) = 0.
Supongamos ahora que x0 6= 0. Trabajamos entonces en X0 = X ∩ U0 , la
curva afı́n definida por q(y, z) = F (1, y, z). Como antes, las cartas aquı́ son
πy : X0 → V1 si (∂q/∂z)(y0 , z0 ) 6= 0, y πz : X0 → V2 si (∂q/∂y)(y0 , z0 ) 6= 0.
Para el primer caso, existe una función holomorfa g2 (z) tal que πy−1 (z) = (1 :
z : g2 (z)) y q(z, g2 (z)) = 0 en un entorno de y0 , y en el segundo existe una
función holomorfa h2 (z) tal que πz−1 (z) = (1 : h2 (z) : z) y q(h2 (z), z) = 0
en un entorno de z0 . La carta que tomamos en G(p) = (x0 : z0 ) es ϕ0 . Si
(∂q/∂z)(y0 , z0 ) 6= 0, consideramos

(ϕ0 ◦ G ◦ πy−1 )(z) = g1 (z),

cuya derivada es
∂q/∂y
g1′ (z) = − (z, g1 (z)).
∂q/∂z
Se anula cuando ∂q/∂y = 0, que es lo mismo que ∂F/∂y = 0. Si ahora
(∂q/∂y)(y0 , z0 ) 6= 0, la función a estudiar es

(ϕ0 ◦ G ◦ πz−1 )(z) = z,

que no aporta puntos de ramificación.

54 Depto. de Álgebra
Capı́tulo 3

Propiedades globales de los


morfismos

3.1. Recubrimiento étale


Definición 3.1.1. Sean X, Y espacios topológicos y F : X → Y una aplica-
ción continua. Decimos que F es un recubrimiento étale o espacio recubridor
si para todo q ∈ Y existe V entorno abierto de q tal que
G
F −1 (V ) = Ui ,
i∈I

unión disjunta de abiertos Ui de X, con F|Ui : Ui → V homeomorfismo para


todo i.

Sea F : X → Y un recubrimiento étale, q ∈ Y y V entorno abierto de q


como en la definición anterior. Entonces, en cada Ui hay un único pi tal que
F (pi ) = q, y el cardinal de F −1 (q) es igual al cardinal del conjunto de ı́ndices
I (puede ser infinito). Para cualquier q ′ ∈ V se tiene lo mismo, por lo que
card(F −1 (q ′ )) = card(I). Entonces la aplicación que a cada q ∈ Y le asocia
el número card(F −1 (q)) es localmente constante. Tiene sentido la siguiente
definición.

Definición 3.1.2. Sea F : X → Y un recubrimiento étale, con Y conexo.


Entonces el número card(F −1 (q)) es constante, y se denomina grado del re-
cubrimiento étale.

Ejemplo 3.1.3. 1. La identidad id : X → X es un recubrimiento étale


de grado 1.

55
Superficies de Riemann

2. Sea Y un espacio topológico y I un conjunto no vacı́o. Consideramos


el espacio X = I × Y y π : X → Y la proyección. En el conjunto
I consideramos la topologı́a discreta, y en X la topologı́a producto.
Entonces π es un recubrimiento étale. En concreto,
G
π −1 (Y ) = I × Y = {i} × Y.
i∈I

Este recubrimiento se denomina trivial.


3. Sea F : C∗ → C∗ la aplicación definida por F (z) = z d , d ≥ 1. Entonces
F es un recubrimiento étale de grado d. Por el teorema de la función
inversa (F ′ (z) 6= 0 en C∗ ) es un isomorfismo local de superficies de
Riemann. Si q ∈ C∗ , entonces F −1 (q) son las raı́ces d-ésimas de q, que
llamaremos {p1 , . . . , pd }. Existe un entorno U0 de p1 y un entorno V0
de q tal que F|U0 : U0 → V0 es un homeomorfismo. Entonces

F −1 (V0 ) = U0 ∪ ωU0 ∪ . . . ∪ ω d−1 U0 ,

donde ω es una raı́z primitiva d-ésima de la unidad; por ejemplo, ω =


exp(2πi/d). Entonces los conjuntos Uj = ω j U0 , j = 0, 1, . . . , d − 1 son
disjuntos dos a dos, y cada FUj : Uj → V0 es un homeomorfismo.
4. La aplicación exp : C → C∗ es un espacio recubridor. Supongamos
que q ∈ C∗ y p ∈ C con exp(p) = q. Como la aplicación exp es un
homeomorfismo local, existe un entorno abierto U0 de p y un entorno
abierto V0 de q tales que exp|U0 : U0 → V0 es un homeomorfismo.
Entonces

exp−1 (V0 ) = ∪n∈Z Un , donde Un = 2πin + U0 .

Los abiertos Un son disjuntos dos a dos, y cada restricción exp|Un :


Un → V0 es un homeomorfismo.
Lema 3.1.4. Sea Y una superficie de Riemann, X un espacio topológico
Hausdorff y conexo, y F : X → Y un recubrimiento étale (topológico). En-
tonces existe una única estructura de superficie de Riemann en X para la
que F es un morfismo de superficies de Riemann.
Demostración.
F Si p ∈ X, sea q = F (p) y V entorno de q tal que F −1 (V ) =
Ui . Podemos tomar (V, ϕ) carta en q, y consideramos (Ui , ϕ ◦ F|Ui ) carta
en p. Definimos un homeomorfismo sobre un abierto de C, y si (Ui′ , ψ ◦ F|Ui′ )
es otra carta, se tiene que

(ψ ◦ F ) ◦ (ϕ ◦ F )−1 = ϕ ◦ ψ −1 ,

56 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

que es holomorfa. Es fácil ver que estas cartas recubren el espacio X. Tenemos
ası́ un atlas complejo U en X.
Para la unicidad, supongamos que (X, U ′ ) es otro atlas complejo, tal que
la aplicación F : (X, U ′ ) → Y es morfismo. Vamos a probar que la aplicación
idX : (X, U) → (X, U ′ ) es un morfismo. Sea x ∈ X, y una carta en el punto
es de la forma ψ ◦ F|U , donde ψ es una carta de F (x) en Y . Si (U, ψ ′) es
una carta con respecto a U ′ , la hipótesis de que F : (X, U ′ ) → Y es morfismo
implica que ψ ◦ F|U ◦ ψ ′−1 es holomorfa. Entonces ψ1 ◦ id ◦ψ ′−1 = ψ ◦ F|U ◦ ψ ′−1
es holomorfa, y la aplicación id es un morfismo biyectivo.

Depto. de Álgebra 57
Superficies de Riemann

3.2. Recubrimiento ramificado


Definición 3.2.1. Sean X, Y superficies de Riemann y F : X → Y un mor-
fismo. Diremos que F es un recubrimiento ramificado si para todo q ∈ Y se
tiene que

F −1 (q) es finito y no vacı́o.

Existe una aplicación t : V → Σ carta de Y centrada en q tal que


si F −1 (q) = {p1 , . . . , pr } entonces existen cartas si : Ui → Ωi de X
−1
centradas en pFi , con F (V ) igual a la unión disjunta de los entornos
Ui (F −1(V ) = ri=1 Ui ) y el diagrama

F
Ui / V
si t
 ψi 
Ωi / Σ

es conmutativo, donde ψi (z) = z ei para ciertos ei .

Si todos los números ei son iguales a 1, entonces F|Ui es un homeomorfis-


mo, y lo que tenemos es un recubrimiento étale.
Nota 3.2.2. La clave de la definición es la igualdad de F −1 (V ) con la unión
de los abiertos disjuntos. El teorema de estructura local siempre nos permite
construir abiertos para tener la aplicación ψi .

Ejemplo 3.2.3. Sean X = C − {1}, Y = C, y F : X → Y definida por


F (w) = w 2 . Para todo p 6= 0, es un isomorfismo local. En q = 1, tenemos que
F −1 (q) = {−1}, pero si V es un entorno de q suficientemente pequeño, se
verifica que F −1 (V ) = U1 ∪(U2 −{1}), con U1 , U2 disjuntos. Ası́ U1 F −1 (V ),
y nunca tendremos la igualdad.

Ejemplo 3.2.4. Sea F : C → C dada por F (z) = z d , d ≥ 2. Entonces F es


un recubrimiento ramificado.

58 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

3.3. Aplicaciones propias


Definición 3.3.1. Un espacio X es localmente compacto si cada punto de X
tiene una base de entornos compuesta de conjuntos compactos.
Proposición 3.3.2. Un espacio de Hausdorff X es localmente compacto si
y solamente si en cada punto de X existe un entorno compacto.
Demostración. [Wil70, p.130]
Corolario 3.3.3. Un espacio Hausdorff y compacto es localmente compacto.
Ejemplo 3.3.4. Las superficies de Riemann son espacios localmente com-
pactos.
Definición 3.3.5. Sean X, Y espacios localmente compactos y Hausdorff.
Una aplicación F : X → Y continua se dice propia si para todo compacto
K ⊂ Y se tiene que F −1 (K) es compacto en X.
Ejemplo 3.3.6. 1. La identidad es siempre una aplicación propia.
2. La función constante F (x) = y para todo x ∈ X es propia si y solamente
si X es compacto.
3. Sea X = V (xy − 1) ⊂ R2 , y consideremos la proyección π : X →
R, π(x, y) = x. No es una aplicación propia, pues para K = [−1, 1], el
conjunto π −1 (K) no es acotado.
4. Si X es compacto, toda aplicación F : X → Y continua es propia,
pues si K ⊂ Y es compacto, entonces es cerrado. Como F es continua,
F −1 (K) es cerrado en X, y por tanto compacto.
5. Si f : U ⊂ C → V ⊂ C es f (z) = z e , entonces f es propia.
Proposición 3.3.7. Toda aplicación propia es cerrada.
Demostración. Sea A ⊂ X cerrado. Para cada y0 ∈ Y , existe un entorno
K(y0 ) compacto. Entonces
F (A) ∩ K(y0 ) = F (A ∩ F −1 (K(y0 ))).
El conjunto A ∩ F −1 (K(y0 )) es la intersección de un cerrado y un compacto,
por lo que es compacto. Entonces F (A∩F −1 (K(y0 ))) es compacto, contenido
en el compacto K(y0 ), por lo que es un cerrado de K(y0 ). Entonces
F (A) ∩ K(y0 ) = F (A) ∩ K(y0 ) para todo y0 ∈ Y,
y si hacemos la unión de todos estos conjuntos tenemos que F (A) = F (A).

Depto. de Álgebra 59
Superficies de Riemann

El siguiente resultado topológico nos hará falta para el teorema de carac-


terización de recubrimientos ramificados.

Lema 3.3.8. Sea F : X → Y una aplicación continua entre espacios local-


mente compactos. Si F es localmente propia, es decir, si para todo q ∈ Y
existe un entorno V de q tal que F|F −1 (V ) : F −1 (V ) → V es propia, entonces
F es propia.

Demostración. Sea K ⊂ Y compacto. Para cada q ∈ K existe un entorno


abierto Vq tal que F|F −1 (Vq ) : F −1 (Vq ) → Vq es propia. Sea Wq un entorno
compacto de q, con Wq ⊂ Vq , y Uq entorno abierto de q contenido en Wq .
−1
EntoncesS la restricción
S de F a F (Wq ) también es propia. Podemos escribir
K ⊂ q∈K Uq ⊂ q∈K Wq , y extraemos un subrecubrimiento finito K ⊂
Sn Sn S
i=1 Uqi ⊂ i=1 Wqi . De aquı́, F
−1
(K) ⊂ ni=1 F −1 (Wqi ), que es una unión
finita de compactos, por el carácter propio de la restricción. Entonces F −1 (K)
es un cerrado contenido en un compacto, por lo que es compacto.

60 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

3.4. Teorema de caracterización


Teorema 3.4.1. Caracterización de los recubrimientos ramificados. Sean
X, Y superficies de Riemann, y F : X → Y un morfismo no constante. Son
equivalentes:
1. F es un recubrimiento ramificado.
2. Para cada q ∈ Y , el conjunto F −1 (q) es finito y no vacı́o (F es de fibra
finita) y la aplicación que a cada q ∈ Y le asocia el número
X
ep (F )
p∈F −1 (q)

es constante.
3. F es una aplicación propia.
Demostración. 1) ⇒ 2) Por la definición, un recubrimiento ramificado es
sobreyectivo, con fibra finita. Consideremos la aplicación
v: Y → N+ P
q 7→ p∈F −1 (q) ep (F ).

Vamos a probar que v es localmente constante. Dado q ∈ Y , existe una carta


t : V → Σ centrada en q, con F −1 (q) = F
{p1 , . . . , pr } y cartas si : Ui → Ωi
centradas en cada pi tales que F (V ) = ri=1 Ui y el diagrama
−1

F
Ui / V
si t
 ψi 
Ωi / Σ

es conmutativo, donde ψi (z) = z ei para ciertos ei . Tenemos que ei = epi (F )


′ ′
Frı́ndice de ramificación. Sea q ∈ V, q 6= q. La imagen inversa
por definición de

de q está en i=1 Ui . Dentro de U1 , el comportamiento es como el de la
aplicación z 7→ z e1 . Como q ′ 6= q, estamos en Ω1 − {0}, y tenemos entonces
e1 puntos en U1 que se aplican en q ′ , con ı́ndice de ramificación igual a 1.
Lo mismo ocurre en cada Ui . Entonces v(q ′ ) = e1 + . . . + er , por lo que v es
localmente constante. Como Y es conexo, v es constante.
1) ⇒ 3). Aplicaremos el lema 3.3.8. Consideremos el recubrimiento abier-
to de Y dado por los entornos V de cada punto q ∈ Y . La restricción F|F −1 (V )
tiene un comportamiento igual al de z 7→ z ei en cada Ui , que es una aplica-
ción propia. Por tanto, F es localmente propia, y por el lema 3.3.8, es una
aplicación propia.

Depto. de Álgebra 61
Superficies de Riemann

3) ⇒ 1). Supongamos que F es una aplicación propia. Entonces es cerra-


da, y F (X) es un cerrado de Y .
Por otro lado, como F es un morfismo, es una aplicación abierta. Entonces
F (X) es abierto y cerrado en el conexo Y , de donde F (X) = Y .
Sabemos también que F −1 (q) es un conjunto discreto. Como F es propia,
también F −1 (q) es compacto, por lo que es un conjunto finito.
Tomemos un punto q ∈ Y , y llamemos F −1 (q) = {p1 , . . . , pr }. Por el
teorema de forma local de morfismos (teorema 2.8.1), para cualquier carta
t : V ′′ → Σ′′ en Y centrada en q existen cartas si : Ui′′ → Ω′′i en X centradas
en pi tales que, para cada i = 1, . . . , r, el diagrama
F
Ui′′ / V ′′
si t
 ψi

Ω′′i / Σ′′

es conmutativo, con ψi (z) = z ei y ei = eF pi (F ). Podemos suponer que los


entornos Ui son disjuntos. Tenemos que ri=1 Ui′′ ⊂ F −1 (V ′′ ), y debemos
′′

encontrar entornos donde se tenga la igualdad.


Definamos r
\

V = F (Ui′′ ) ⊂ V ′′ .
i=1
Es un abierto, pues F es abierta. Sea
Ui′ = Ui′′ ∩ F −1 (V ′ ) ⊂ Ui′′ .
Son entornos abiertos de cada pi .
Tenemos el diagrama
F
Ui′ / V′
si t
 ψi

Ω′i / Σ′
Sea D1/m = B(0, 1/m) ⊂ Σ′ y llamemos Vm = t−1 (D1/m ). Supongamos que
para todo m ≫ 0 la inclusión
r
G
(Ui′ ∩ F −1 (Vm )) F −1 (Vm )
i=1

es estricta, esto es, para todo m ≫ 0 existe xm ∈ F −1 (Vm ) tal que


r
G
xm 6∈ (Ui′ ∩ F −1 (Vm )).
i=1

62 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

Entonces F (xm ) ∈ Vm = t−1 (D1/m ), y estos conjuntos forman una base de


entornos de q. Por tanto, la sucesión {F (xm )} tiende a q. El conjunto K =
{F (xm ), q} es compacto, y por el carácter propio de F , el conjunto F −1 (K)
es compacto. Este compacto contiene a la sucesión {xm }, de donde existe una
subsucesión {xmn } que converge a un elemento p ∈ X. Por la continuidad de
F , la sucesión {F (xmn )} converge a F (p), pero también converge a q, por lo
que q = F (p). De aquı́, p ∈ F −1 (q) = {p1 , . . . , pr }. Ası́, existe i0 ∈ {1, . . . , r}
tal que p = pi0 ∈ Ui′0 ∩ F −1 (Vm ), y xmn ∈ Ui0 ∩ F −1 (Vm ) para todo n ≫ 0,
que es contradictorio con la elección de los xm .
2) ⇒ 1). Sea q ∈ Y , con F −1 (q) = {p1 , . . . , pr }. Para cada pi existe una
carta si : Ui → Ωi centrada en pi . Podemos suponer que los entornos Ui son
disjuntos dos a dos. También tenemos una carta t : V → Σ centrada en q,
con r
G
Ui ⊂ F −1 (V )
i=1

y el diagrama
F|Ui
Ui / V
si t
 
z ei
Ωi / Σ
es conmutativo. Sea q ′ 6= q. Entonces
X r
X
ep (F ) = ei
p∈F −1 (q ′ ) i=1

−1 ′
y, por tanto, el númeroFrde puntos de F (V ) que se aplican en q es igual
a e1 + . . . + er , y en i=1 Ui hay igual número de puntos. Ası́ tenemos la
igualdad.
Definición 3.4.2. Si F : X → Y es un recubrimiento ramificado, al número
P
p∈F −1 (q) ep (F ) se le denomina grado del recubrimiento.

Corolario 3.4.3. Sean X, Y superficies de Riemann, con X compacta. Si


F : X → Y es un morfismo no constante entonces F es un recubrimiento
ramificado.
Demostración. Si K ⊂ Y es compacto, entonces F −1 (K) es cerrado, que
dentro del compacto X es también compacto.
Nota 3.4.4. En el caso anterior, sabemos que, además, F es sobreyectiva y el
espacio Y es compacto.

Depto. de Álgebra 63
Superficies de Riemann

Corolario 3.4.5. Sea X una superficie de Riemann compacta. Toda función


meromorfa no constante en X tiene tantos ceros como polos.
Demostración. Sea F : X → P1 (C) el morfismo asociado. Entonces F es un
recubrimiento ramificado, y para q = 0, q ′ = ∞ se verifica que el grado del
recubrimiento es igual a
X X
ep (F ) = ep (F ),
p∈F −1 (q) p∈F −1 (q ′ )

lo que nos indica que el número de ceros, con su multiplicidad, es igual al


número de polos, con su orden.
Lema 3.4.6. Sean X, Y, Z superficies de Riemann, y supongamos que se
tiene el siguiente diagrama conmutativo de recubrimientos ramificados:
H
Z /X .
~~
Q ~~
~~
 ~~~ F
Y
Entonces deg(Q) = deg(H) deg(F ).
Demostración. Ejercicio para el lector.
Nota 3.4.7. Si F : X → Y es un recubrimiento ramificado y V ⊂ Y es un
abierto, entonces F|F −1 (V ) : F −1 (V ) → V es un recubrimiento ramificado.
Proposición 3.4.8. Sea F : X → Y un recubrimiento ramificado y
R = {p ∈ X | ep (F ) > 1}
el conjunto de puntos de ramificación. Entonces F (R) es un conjunto discreto
y cerrado. Además, R es vacı́o si y solamente si F es un recubrimiento étale.
Demostración. Sea q ∈ Y y F −1 (q) = {p1 , . . . , pr }. Por la definición de re-
cubrimiento ramificado, existe t : V → Σ carta Fr centrada en′ q y si ′ : Ui → Ωi
−1
cartas centradas en pi tales que F (V ) = i=1 Ui . Sea q ∈ V, q 6= q. En-
tonces F −1 (q ′ ) está en la unión de los entornos Ui .
En cada entorno Ui , F solamente se ramifica en el punto pi . Por tanto,
si p′ ∈ F −1 (q ′ ) tenemos que ep′ (F ) = 1. Entonces para todo q ∈ Y existe un
entorno abierto V tal que V − {q} ⊂ Y − F (R).
Ası́, si q ∈ F (R) tenemos que V ∩F (R) = {q}, de donde F (R) es discreto.
Además, si q 6∈ F (R), entonces V − {q} ⊂ Y − F (R), lo que implica que
V ⊂ Y − F (R), dado que q 6∈ F (R). Esto significa que F (R) es cerrado.
Si F es un recubrimiento étale, no hay ramificación y R = ∅. Recı́proca-
mente, si no hay ramificación, todas las formas locales son de potencia igual
a 1, y entonces F es un recubrimiento étale.

64 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

Nota 3.4.9. Recordemos que los isomorfismos locales están caracterizados por
la condición ep (F ) = 1 en todos los puntos.

Corolario 3.4.10. Sea F : X → Y morfismo de superficies de Riemann,


no constante, tal que F es un isomorfismo local. Si la aplicación que a cada
q ∈ Y le asigna el número de elementos de F −1 (q) es constante y finito,
entonces F es un recubrimiento étale.

Demostración. Consideremos la aplicación que a cada q ∈ Y le asocia el


número X
ep (F ).
p∈F −1 (q)

Por la hipótesis, ep (F ) = 1, por lo que esta aplicación es constante. Por el


teorema de caracterización 3.4.1, F es un recubrimiento ramificado, y por la
proposición anterior, es un recubrimiento étale.

Depto. de Álgebra 65
Superficies de Riemann

3.5. Triangulación de superficies de Riemann


Sea
∆ = {(x, y) ∈ R2 | x ≥ 0, y ≥ 0, x + y ≤ 1}
el triángulo estándar en R2 con vértices (0, 0), (1, 0) y (0, 1). Su interior es

∆0 = {(x, y) ∈ R2 | x > 0, y > 0, x + y < 1}.

Sea S una superficie compacta, posiblemente con borde. Una triangulación


de S es una descomposición de S en subconjuntos cerrados, cada uno ho-
meomorfo a un triángulo ∆, tales que cada dos triángulos son disjuntos, se
cortan solamente en un vértice o a lo largo de una arista.
Definición 3.5.1. Sea S una superficie compacta, posiblemente con borde.
Supongamos dada una triangulación de S, con v vértices, e aristas y f caras.
Llamamos número de Euler de S respecto a la triangulación a χ(S) = v−e+f .
Teorema 3.5.2. Si X es una superficie de Riemann compacta, entonces es
triangulable.
Demostración. [Rey89, cap. 2, secc. 1], [DD79].
La existencia de una triangulación se puede deducir de la existencia de una
función meromorfa no constante en X, levantando una triangulación de P1 .
El mismo razonamiento se aplicará para la prueba de la fórmula de Hurwitz.
Por ejemplo, según [FK92, p.51], sea F : X → P1 una función meromorfa
no constante. Tomamos una triangulación en P1 formada por ∆1 , . . . , ∆k
tal que la imagen por F de un punto de ramificación sea un vértice de la
triangulación, y F restringida al interior de cada componente de F −1 (∆j )
sea inyectiva. Entonces la triangulación de P1 se levanta a una de X.
Según [JS87, p.197], se parte de una triangulación T de P1 que contenga a
las imágenes de los puntos de ramificación de F . Entonces la imagen inversa
de la triangulación T̃ = F −1 (T ) es triangulación en X, donde los vértices y
aristas de T̃ son los puntos y caminos de X que se aplican por F en ellos.
Deja como ejercicio verificar que:
1. toda arista tiene dos puntos finales, que son vértices;

2. las aristas se cortan únicamente en sus puntos finales;

3. la unión de las aristas A es conexo;

4. las componentes del complemento X − A son homeomorfas a discos


abiertos.

66 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

Hay otras pruebas directas, destinadas a superficies, tal como se comenta


en [Mas72], que a su vez redirecciona a [AS60].
En [Arm87, p.173] se hace referencia al artı́culo clásico de Rado, con un
boceto de la prueba. También da una referencia a [DM68] como una prueba
corta.
Por último, tenemos una prueba en [Jos02, Sect. 2.3.A] basada en métricas
sobre superficies de Riemann.
Vamos a seguir a [Kir92], donde se hace una prueba de cómo se puede
levantar una triangulación de Y a una triangulación de X entre superficies
de Riemann compactas para las que existe Φ : X → Y un recubrimiento
ramificado. En dicha referencia se toma X como una curva C y Y = P1 , y se
evita el uso explı́cito del grupo fundamental, aunque está de manera constan-
te en la prueba. Ası́, no tiene que introducir otro concepto que aumentarı́a
los apéndices en exceso y hace el texto todo lo autocontenido que puede. En
el fondo lo que prueba son los teoremas de levantamiento de caminos sobre
espacios recubridores. Además, construye una triangulación de P1 y luego
demuestra la existencia de una aplicación meromorfa sobre una curva alge-
braica C. Entonces puede levantar la triangulación, y ası́ tiene probada la
existencia de triangulación sobre C y la fórmula de Hurwitz para ese caso.
Definición 3.5.3. [Kir92, p.98] Sea X una superficie de Riemann compacta.
Una triangulación de X está dada por los siguientes datos:
1. un conjunto finito V de puntos llamados vértices;
2. un conjunto finito E de aplicaciones continuas e : [0, 1] → X llamadas
aristas;
3. un conjunto finito F de aplicaciones continuas f : ∆ → X llamadas
caras,
que verifican
V = {e(0), e(1) : e ∈ E}, es decir, los vértices son los puntos finales de
las aristas.
Si e ∈ E, entonces la restricción de e al intervalo abierto (0, 1) es
un homeomorfismo sobre su imagen en X, y esta imagen no contiene
puntos de V o de la imagen de alguna otra arista ẽ ∈ E.
Si f ∈ F , entonces la restricción de f a ∆0 es un homeomorfismo sobre
una componente conexa Kf de X − Γ, donde
[
Γ= e([0, 1])
e∈E

Depto. de Álgebra 67
Superficies de Riemann

es la unión de las imágenes de las aristas. Además, si r : [0, 1] → [0, 1]


y σi : [0, 1] → ∆, para i = 1, 2, 3 se definen como

r(t) = 1 − t, σ1 (t) = (t, 0), σ2 (t) = (1 − t, t), σ3 (t) = (0, 1 − t),

entonces alguna de las aplicaciones f ◦ σi , f ◦ σi ◦ r es una arista eif ∈ E,


para i = 1, 2, 3.

La aplicación f 7→ Kf desde F al conjunto de componentes conexas de


X − Γ es una biyección.

Para cada e ∈ E hay exactamente una cara fe+ ∈ F tal que e = fe+ ◦ σi ,
para algún i ∈ {1, 2, 3}, y exactamente una cara fe− ∈ F tal que e =
fe− ◦ σi ◦ r para algún i ∈ {1, 2, 3}.

Nota 3.5.4. La última condición se refiere a que sea coherentemente orienta-


da. No la usaremos en general.

Definición 3.5.5. El número de Euler χ de una triangulación es

χ = card(V ) − card(E) + card(F ).

Teorema 3.5.6. El número de Euler χ de una triangulación de una superfi-


cie no depende de la triangulación elegida, sino únicamente de la superficie.

Demostración. [Kir92, p.240], [Mas72, p.29].

Nota 3.5.7. Dada una triangulación (V, E, F ) sobre una superficie compacta
M, y p ∈ M que no sea vértice, se puede construir una nueva triangulación
(V ′ , E ′ , F ′) tal que V ∪ {p} ⊂ V ′ .

Lema 3.5.8. 1. Sea π : Y → X una aplicación recubridora, y f : A → X


una aplicación continua, con A simplemente conexo, conexo por arcos
y localmente conexo por arcos. Entonces, dado a ∈ A y y ∈ Y tales que
f (a) = π(y), existe una única aplicación continua F : A → Y tal que
F (a) = y y π ◦ F = f .

2. Además, si f es un homeomorfismo sobre su imagen f (A), entonces F


es un homeomorfismo sobre una componente conexa de π −1 (f (A)).

Demostración. 1. Lo podemos ver en [Kos86, Teorema 21.2], recordando


que simplemente conexo significa que su grupo fundamental es trivial.

68 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

2. Supongamos que f : A → X es un homeomorfismo sobre su imagen.


Como la restricción de una aplicación recubridora π a π −1 (f (A)) es
una aplicación recubridora, podemos suponer que f (A) = X. Como A
es conexo, también lo son entonces X = f (A) y F (A).
Cada x ∈ X tiene un entorno conexo Ux en X tal que π −1 (Ux ) es
unión disjunta de abiertos de Y , cada uno de los cuales es homeomorfo
mediante π a Ux . Como F (f −1 (Ux )) es conexo (f es homeomorfismo)
y está contenido en π −1 (Ux ), entonces tiene que estar dentro de uno
de estos abiertos Vx . Tenemos a Y recubierto con los abiertos π −1 (Ux ).
Vamos a probar que F (A) es abierto y cerrado en Y viendo que es
F (A) ∩ π −1 (Ux ) es abierto y cerrado en la topologı́a relativa. Como
π ◦ F = f y π : Vx → Ux es homeomorfismo, se sigue que

F : f −1 (Ux ) → Vx

es la composición π −1 ◦ f , y de aquı́

F (A) ∩ π −1 (Ux ) = F (f −1(Ux )) = Vx

es abierto y cerrado en π −1 (Ux ). Se tiene entonces que F (A) es abierto


y cerrado en Y , por lo que es una componente conexa de Y .
F es inyectiva, porque π ◦ F es f , que es un homeomorfismo sobre su
imagen. Entonces F : A → F (A) es una biyección continua, cuya inver-
sa es la aplicación continua π : F (A) → A. Ası́, F es un homeomorfismo
sobre su imagen.

Lema 3.5.9. Sea π : Y → X una aplicación continua, y supongamos que


para cada x ∈ X existe un entorno U en X tal que cada componente conexa
de π −1 (U) contiene a lo más un punto de π −1 (x).
Supongamos que Y es compacto, y que V ⊂ X es un abierto tal que
π : π −1 (V ) → V es una proyección recubridora. Si f : [0, 1] → X (f : ∆ → X)
es continua, y f −1 (V ) contiene al intervalo abierto (0, 1) (al triángulo sin
vértices ∆∗ ), entonces dado τ ∈ (0, 1) (τ ∈ ∆∗ ) y un punto y ∈ Y tales que
π(y) = f (τ ), existe una única aplicación continua

F : ∆ = [0, 1] → Y

tal que F (τ ) = y, π ◦ F = f .
Demostración. Por el lema 3.5.8, existe una única aplicación continua

F : ∆∗ = (0, 1) → Y

Depto. de Álgebra 69
Superficies de Riemann

tal que F (τ ) = y y π ◦ F = f|(0,1) (π ◦ F = f|∆∗ ).


Hay que probar que F (t) tiende a un único lı́mite p1 cuando t tiende
a 0 (t tiende a (0, 0)), y lo análogo cuando t tiende a 1 (t tiende a (1, 0)
y t tiende a (0, 1)). De esta forma, F se puede extender de manera única
a una aplicación continua F : [0, 1] → Y asignando F (0) = p1 , F (1) = p2
(F (0, 0) = p1 , F (1, 0) = p2 , F (0, 1) = p3 ).
Por hipótesis, f (0) (f (0, 0)) tiene un entorno U tal que cada componente
conexa de π −1 (U) contiene a lo más un punto de π −1 (f (0)) (π −1 (f (0, 0))).
Para δ suficientemente pequeño, tenemos que f ((0, δ]) ⊂ U (f (B̄(0, δ)∩∆∗ ) ⊂
U), pues f es continua.
Entonces F ((0, δ]) ⊂ π −1 (U) (F (B̄(0, δ) ∩ ∆∗ ) ⊂ π −1 (U)). Como F ((0, δ])
es conexo (F (B̄(0, δ) es conexo), está contenido en una componente conexa
W de π −1 (U).
Sea {tn } una sucesión en (0, δ] que tienda a 0 ({tn } ⊂ B̄(0, δ) ∩ ∆∗ que
tiende a (0, 0)). Como Y es compacto, existe una sub-sucesión {tnk } tal que
F (tnk ) → p1 ∈ Y cuando k → ∞. Entonces

π(p1 ) = lı́m(π ◦ F )(tnk ) = lı́m f (tnk ) = f (0) ∈ U,

de donde p1 ∈ π −1 (U).
Como F (tn ) ⊂ W para todo n, y W es abierto y cerrado en π −1 (U), se
sigue que p1 tiene que ser el único punto de π −1 (f (0)) que está en W . Esto
implica que F (t) → p1 cuando t ∈ [0, δ) tiende a 0 (t ∈ B(0, δ) tiende a
(0, 0)).
Se hace un procedimiento análogo para los otros puntos.
Nota 3.5.10. Observemos que un recubrimiento ramificado verifica las con-
diciones de la aplicación π en el lema anterior.
Teorema 3.5.11. Sea X una superficie de Riemann compacta, y Φ : X → Y
un morfismo de grado d. Sea (V, E, F ) una triangulación sobre Y tal que V
contiene a la imagen de los puntos de ramificación R de Φ. Entonces existe
una triangulación (Ṽ , Ẽ, F̃ ) de X tal que

Ṽ = Φ−1 (V ),
Ẽ = {ẽ : [0, 1] → X | ẽ continua, Φ ◦ ẽ ∈ E},
F̃ = {f˜ : ∆ → X | f˜ continua, Φ ◦ f˜ ∈ F }.

Además,
X
card(Ṽ ) = d card(V )− (ep (Φ)−1), card(Ẽ) = d card(E), card(F̃ ) = d card(F ).
p∈R

70 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

Demostración. Si f ∈ F y p ∈ X, con Φ(p) = f (t) para algún t ∈ ∆∗ =


∆ − {(0, 0), (1, 0), (0, 1)}, existe una única aplicación continua

f˜ : ∆ → X

tal que Φ ◦ f˜ = f y f˜(t) = p, por el lema 3.5.9. Como p no es punto de


ramificación (Φ(p) no es vértice), el conjunto Φ−1 (f (t)) contiene exactamente
d puntos de X. Entonces existen exactamente, por la unicidad, d funciones
continuas f˜ : ∆ → X con Φ ◦ f˜ = f, f˜(t) = pi . Esto hace que card(F̃ ) =
d card(F ).
Se deduce también que

X − Φ−1 (V ) = Φ−1 {f (t) | f ∈ F, t ∈ ∆∗ }


= {f˜(t) | f˜ ∈ F̃ , t ∈ ∆∗ }.

En particular, [
G= f˜(∆)
f˜∈F̃

contiene a X − Φ−1 (V ), y es denso en X, porque Φ−1 (V ) contiene un número


finito de puntos. Como ∆ es compacto, G es unión finita de compactos, y
es también compacto, luego cerrado. Ası́, G es cerrado y denso en X, lo que
significa que G = X. Esto implica que

Φ−1 (V ) = {f˜(t) | f˜ ∈ F̃ , t = (0, 0), (1, 0), (0, 1)}.

Si f˜ ∈ F̃ entonces Φ ◦ f˜ ∈ F , luego Φ ◦ f˜◦ σi ∈ E o bien Φ ◦ f˜◦ σi ◦ r ∈ E para


1 ≤ i ≤ 3. Entonces, si f˜ ∈ F̃ se tiene que f˜ ◦ σi ∈ Ẽ o bien f˜ ◦ σi ◦ r ∈ Ẽ.
Por tanto,

f˜(t) ∈ {ẽ(0), ẽ(1) | ẽ ∈ Ẽ} si t ∈ {(0, 0), (1, 0), (0, 1)}.

Esto nos indica que

Φ−1 (V ) = {ẽ(0), ẽ(1) | ẽ ∈ Ẽ},

pues lo anterior nos asegura que la inclusión, pero además Φ(ẽ(0)) = e(0) ∈
V, Φ(ẽ(1)) = e(1) ∈ V para todo ẽ ∈ Ẽ.
Por el lema 3.5.9, si e ∈ E y p ∈ X, con Φ(p) = e(t) para algún t ∈ (0, 1),
existe una única aplicación continua

ẽ : [0, 1] → X tal que Φ ◦ ẽ = e, ẽ(t) = p.

Depto. de Álgebra 71
Superficies de Riemann

Además, por el lema 3.5.8, la restricción de ẽ al intervalo abierto (0, 1) es un


homeomorfismo sobre su imagen en X. Se tiene ası́ la segunda condición de
triangulación. Además,

Φ−1 {e(t) | e ∈ E, t ∈ (0, 1)} = {ẽ(t) | ẽ ∈ Ẽ, t ∈ (0, 1)}.

Por tanto, si
[
Γ= e([0, 1]) = V ∪ {e(t) | e(t) | e ∈ E, t ∈ (0, 1)}
e∈E

entonces
Φ−1 (Γ) = Φ−1 (V ) ∪ {ẽ | ẽ ∈ Ẽ, t ∈ (0, 1)} = Γ̃,
donde [
Γ̃ = ẽ([0, 1]).
ẽ∈Ẽ

Además, si t ∈ (0, 1) (intervalo abierto) y e ∈ E, entonces Φ−1 {e(t)} contiene


exactamente d puntos de X, pues e(t) no pertenece a Φ(R). Por tanto, hay
exactamente d aplicaciones ẽ : [0, 1] → X tales que Φ ◦ ẽ = e. Entonces

card(Ẽ) = d card(E).

Por el lema 3.5.8, si f˜ ∈ F̃ es una cara, entonces la restricción de f˜ a ∆0


es un homeomorfismo sobre su imagen, que es una componente conexa de
Φ−1 (f (∆0 )), donde f = Φ ◦ f˜. Como f (∆0 ) es una componente conexa de
Y − Γ, se sigue que f˜(∆0 ) es una componente conexa de

Φ−1 (Y − Γ) = X − Φ−1 (Γ) = X − Γ̃.

Con esto se tiene la primera parte de la tercera condición de triangulación.


La aplicación f˜ 7→ Kf˜ de F̃ en las componentes conexas de X − Γ̃ es
una biyección, pues cada componente conexa Kf se levanta a d componentes
conexas Kf˜.
Sea v ∈ V un vértice. El número de pre-imágenes de v en X es card(Φ−1 (v)),
que lo podemos escribir como
X
card(Φ−1 (v)) = 1
p∈Φ−1 (v)
X
= deg(Φ) + (1 − ep (Φ)).
p∈Φ−1 (v)

72 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

Entonces el número total de pre-imágenes de vértices de Y , que es el número


card(Ṽ ) de vértices de X, es
X X
card(Ṽ ) = (deg(Φ) + (1 − ep (Φ)))
vértices v∈V p∈Φ−1 (v)
X X
= deg(Φ) card(V ) − (ep (Φ) − 1)
vértices v∈V p∈Φ−1 (v)
X
= deg(Φ) card(V ) − (ep (Φ) − 1).
vértices p∈Ṽ

Depto. de Álgebra 73
Superficies de Riemann

3.6. Fórmula de Hurwitz


Corolario 3.6.1. Fórmula de Hurwitz. Sea Φ : X → Y un morfismo no
constante entre superficies de Riemann compactas. Entonces
X
2g(X) − 2 = deg(Φ)(2g(Y ) − 2) + (ep (Φ) − 1).
p∈X

Demostración. Como X es compacto, el conjunto de puntos de ramificación


es finito, por lo que la suma es una suma finita. Sea g(X) el género de la
superficie X, y g(Y ) el género de Y . Consideramos una triangulación como
la del teorema anterior 3.5.11. Entonces

2g(X) − 2 = −χ(X)
= − card(Ṽ ) + card(Ẽ) − card(F̃ )
X
= − deg(Φ) card(V ) + (ep (Φ) − 1)
vértices p∈X

+ deg(Φ) card(E) − deg(Φ) card(F )


X
= − deg(Φ)χ(Y ) + (ep (Φ) − 1)
vértices p∈X
X
= deg(Φ)(2g(Y ) − 2) + (ep (Φ) − 1),
p∈X

donde la última igualdad se tiene porque todo punto de ramificación de Φ es


un vértice.

Esta misma prueba es la que aparece en [BK86, p.613], pero obviando los
resultados sobre existencia de la triangulación y su levantamiento. También
es interesante la comparación con [Mir95, p.52]

Ejemplo 3.6.2. Vamos a dar una fórmula para el género topológico de


una curva proyectiva lisa definida por un polinomio homogéneo de grado
d ([Pal05, cap. 9, p.12], [Kir92, secc. 4.19, p. 104]). Sea p un polinomio ho-
mogéneo no singular de grado d en C3 y X la curva proyectiva en P2 definida
por el polinomio p. Vamos a probar que

(d − 1)(d − 2)
g(X) =
2
mediante la aplicación de la fórmula de Hurwitz a una proyección. Escogemos
un sistema de referencia (z0 : z1 : z2 ) en P2 tal que la recta r : z0 = z1 = 0

74 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

no corte a la superficie X = {z ∈ C3 | p(z) = 0, z 6= 0}. La aplicación


π : X → C2 − {0}, π(z) = (z0 , z1 ) está bien definida, y da lugar al morfismo
ρ : Y → P1 , ρ(x0 : x1 : x2 ) = (x0 : x1 ). El grado de ρ es igual a d. Los puntos
de ramificación de ρ son los puntos p = (α0 : α1 : α2 ) tales que

∂p
p(α0 , α1 , α2 ) = (α0 , α1 , α2 ) = 0.
∂z2
Mediante un cambio de sistema de referencia adicional, podemos conseguir
que los puntos de ramificación tengan ı́ndice igual a 2 ([Kir92, Lema 4.8,
p. 97], pues se trata de que el punto (0 : 0 : 1) no pertenezca a ninguna
tangente a X en sus puntos de inflexión (que son un númeo finito). Entonces
el número de puntos de ramificación es igual a d(d − 1) ([Kir92, Lema 4.7, p.
97], y aplicamos la fórmula de Hurwitz:

2g(X) − 2 = deg(ρ)(2g(P1) − 2) + d(d − 1)


= −2d + d2 − d = d2 − 3d,

de donde
1
g(X) = (d − 1)(d − 2).
2

Depto. de Álgebra 75
Superficies de Riemann

76 Depto. de Álgebra
Capı́tulo 4

Ejemplos de superficies de
Riemann

4.1. Pegado de superficies


Sean X, Y espacios topológicos, con abiertos U ⊂ X y V ⊂ Y no vacı́os,
y supongamos` que existe un homeomorfismo φ : U → V . Formamos la unión
disjunta
` X Y = (X` × {1}) ∪ (Y × {2}). Tenemos las inclusiones iX : X →
X Y, iY : Y ` → X Y definidas por iX (x) = (x, 1), iY (y) = (y, 2). Los
abiertos de X Y son los subconjuntos cuyas preimágenes por iX , iY son
abiertos respectivos de X, Y . `
Consideremos el espacio
` cociente (X Y )/[u ≃ φ(u) para u ∈ U]. Tene-
mos una partición de X Y formada por

conjuntos de un elemento {x} para x ∈ X − U,

conjuntos de un elemento {y} para y ∈ Y − V ,

pares {u, φ(u)} para u ∈ U.


S `
Este cociente, que llamaremos Z, se suele notar como X φ Y o como X Y /φ,
y se llama el pegado del espacio
` X y el espacio Y a lo largo de U y V mediante
φ . La proyección π : X Y → Z es continua, y un ` subconjunto W ⊂ Z es
−1
abierto si y solamente si π (W ) es abierto de X Y .

Lema 4.1.1. Las aplicaciones jX = π ◦ iX , jY = π ◦ iY son inmersiones, y


aplicaciones abiertas.

Demostración. Si π(iX (x)) = π(iX (x′ )), distinguimos los casos x ∈ X −


U, x ∈ U. En el primero, π(iX (x)) = {x}, y entonces π(iX (x′ )) tiene que

77
Superficies de Riemann

ser también un conjunto de un elemento, luego x = x′ . El segundo caso es


análogo.
Si A ⊂ X es un abierto, tenemos que probar que (π ◦ iX )(A) ` es abierto
que π −1 (π(iX (A))) es abierto de X Y . Es fácil
de Z, o lo que es lo mismo, `
ver que π −1 (π(iX (A))) = A φ(A), y tenemos el resultado.

Lema 4.1.2. Si X y Y son espacios conexos, entonces Z es conexo.


`
Demostración. Sea A ⊂ X Y /φ abierto y cerrado no vacı́o. Entonces
−1 −1 −1
jX (A) es abierto y cerrado en X, por lo que jX (A) = ∅ o bien jX (A) = X.
−1 −1
Si jX (A) = ∅, entonces jY (A) ⊂ Y − V . Como A es no vacı́o, resulta que
jY−1 (A) es un abierto, cerrado, no vacı́o de Y , por lo que se tiene entonces
que verificar que jY−1 (A) = Y , lo que obliga a que V = ∅.
−1
Si jX (A) = X, entonces jY−1 (A) es abierto y cerrado de Y . Si es vacı́o,
−1
entonces, como en el caso anterior, jX (A) ⊂ X −U, y esto implica que U = ∅.
−1
Si es el total, entonces las condiciones jX (A) = X, jY−1 (A) = Y implican que
A = Z.
Nuestro interés es estudiar lo que ocurre cuando X y Y son superficies
de Riemann.

Proposición 4.1.3. Sea X, Y superficies de Riemann, con U ⊂ X y V ⊂ Y


abiertos no vacı́os tales que existe un isomorfismo φ : U → V . Si`Z es
Hausdorff, existe una estructura de superficie de Riemann en Z = X Y /φ
tal que las inclusiones jX , jY son morfismos.

Demostración. Consideremos las inclusiones

jX : X → Z, jY : Y → Z.

Para cada carta ψ : Uα → ψ(Uα ) en X, consideremos el abierto jX (Uα ) en


Z, y definimos un homeomorfismo
−1
ψ ◦ jX : jX (Uα ) → ψ(Uα ).

Hacemos lo análogo para cartas (ϕ, Vβ ) en Y . Vamos a ver que estas cartas
son compatibles.
Supongamos que jX (Uα ) ∩ jY (Vβ ) 6= ∅. Entonces
−1
jX (jX (Uα ) ∩ jY (Vβ )) ⊂ Uα , jY−1 (jX (Uα ) ∩ jY (Vβ )) ⊂ Vβ ,

y
−1
(ψ ◦ jX ◦ (ϕ ◦ jY )−1 )(s) = (ψ ◦ jX
−1
◦ jY ◦ ϕ−1 )(s) = (ψ ◦ φ−1 ◦ ϕ−1 )(s),

78 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

que es holomorfa, por ser φ−1 morfismo.


Como X, Y son conexas, Z también lo es, y con la hipótesis de Hausdorff,
tenemos que Z es superficie de Riemann. Además, las inclusiones jX , jY son
−1
morfismos. Sea p ∈ X, y (U, ψ) una carta en p, por lo que (jX (U), ψ ◦ jX )
es carta en jX (p). Entonces
−1
(ψ ◦ jX ◦ jX ◦ ψ −1 )(s) = s

es holomorfa.

Ejemplo 4.1.4. La esfera de Riemann C∞ se puede obtener como el pegado


de X =`Y = C a lo largo de U = V = C∗ , mediante φ(z) = 1/z. Sea
Z = X Y /φ. En este espacio, hablando de una manera informal, podemos
distinguir tres tipos de puntos: el 0 de X, que notaremos por 0X , los pares
(z, 1/z), con z 6= 0, y el punto 0Y . El espacio Z es Hausdorff. Definimos
F : Z → P1 (C) como F (z) = (1 : z), si z ∈ X, y F (0Y ) = (0 : 1). Recordemos
que las cartas en X y en Y son la identidad en C. Si p = z ∈ X, una carta
−1
en p es jX ,y
−1 −1
ϕ0 ◦ F ◦ (jX ) (s) = s,
que es una función holomorfa. Para p = 0Y , tenemos que

ϕ1 ◦ F ◦ (jY−1 )−1 (s) = ϕ1 ◦ F (sY ),

y vemos sY como punto de Y . Como F está definido para puntos de X,


φ−1
hacemos la identificación sY → sX = 1/sY , y obtenemos

ϕ1 ◦ F (1/s) = ϕ1 (1 : 1/s) = s,

que también es holomorfa. Claramente, es biyectiva, por lo que es isomorfis-


mo.

Nota 4.1.5. El pegado de X = Y = C a lo largo de U =`V = C∗ mediante


el isomorfismo φ(z) = z da lugar a un espacio Z = X Y /φ que no es
Hausdorff: los puntos 0X y 0Y no se pueden separar.

Depto. de Álgebra 79
Superficies de Riemann

4.2. Superficies de Riemann hiperelı́pticas


Sea h(x) un polinomio de grado 2g + 1 o 2g + 2, con raı́ces distintas.
Formamos la curva plana afı́n X dada por la ecuación y 2 = h(x). Sea

U = {(x, y) ∈ X | x 6= 0},

que es un abierto de X. Sea k(z) = z 2g+2 h(1/z). Observemos que k(z) es


un polinomio en z, y que también tiene raı́ces distintas como h(x). Vamos a
estudiar el grado de k(z) y sus raı́ces.

1. Supongamos que el grado de h(x) es 2g + 2.

a) Si h(x) no tiene la raı́z cero, entonces las raı́ces de k(z) son las
inversas de las raı́ces ri de h(x), y es de grado 2g + 2.
b) Si h(x) tiene la raı́z cero, entonces k(z) es de grado 2g + 1, y sus
raı́ces son las inversas de las raı́ces no nulas de h(x).

En ambos casos, k(z) no tiene la raı́z cero.

2. Supongamos que el grado de h(x) es 2g + 1.

a) Si h(x) no tiene la raı́z cero, entonces las raı́ces de k(z) son las
inversas de las raı́ces de h, más el cero, y es de grado 2g + 2.
b) Si h(x) tiene la raı́z cero, entonces k(z) es de grado 2g + 1, y sus
raı́ces son las inversas de la raı́ces no nulas de h(z), más el cero.

En ambos casos, k(z) tiene la raı́z cero.

Consideremos la curva plana afı́n Y definida por la ecuación w 2 = k(z),


y sea
V = {(z, w) ∈ Y | z 6= 0}.
Definimos la aplicación φ : U → V por
 
1 y
φ(x, y) = (z, w) = , .
x xg+1
Claramente es biyectiva, con inversa
 
−1 1 w
φ (z, w) = , .
z z g+1
S
Formamos el espacio pegado Z = X φ Y , y vamos a probar que es una
superficie de Riemann, que llamaremos superficie de Riemann hiperelı́ptica

80 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

asociada a la curva X, o curva hiperelı́ptica . En primer lugar, veamos que


φ es un morfismo. Llamemos F (x, y) = y 2 − h(x), G(z, w) = w 2 − k(z). Sea
p = (x0 , y0) ∈ U, con x0 6= 0. Si y0 6= 0, entonces ∂F/∂y(p) 6= 0, y πx es
carta en U. Como φ(p) = (z0 , w0 ) verifica que w0 6= 0, la carta en φ(p) es πz .
Entonces
1
(πz ◦ φ ◦ πx−1 )(s) = (πz ◦ φ)(s, r(s)) = ,
s
que es holomorfa en πx (U).
Si y0 = 0, entonces πy es la carta en U, y πw es la carta en φ(p). En tal
caso
s
(πw ◦ φ ◦ πy−1 )(s) = (πz ◦ φ)(t(s), s)) = ,
t(s)g+1
que es holomorfa en πy (U), pues t(s) 6= 0 (recordemos que t(0) = 1/x0 6= 0).
Además, Z es Hausdorff. El único caso a estudiar es cuando p ∈ X − U y
q ∈ Y − V . Entonces p = (0, α) y q = (0, β), y el abierto Up = {(x, y) ∈ X |
|x| < 1} no corta a Vq = {(z, w) ∈ Y | |z| < 1}. En efecto, si (x0 , y0) ∈ Up ,
con x0 = 0, entonces es un punto que está en X y no puede estar en Y .
Si x0 6= 0, entonces se identifica con (1/x0 , λ), y k1/x0 k > 1, por lo que no
está en Vq .

Lema 4.2.1. Z es una superficie de Riemann compacta tal que la aplicación


π : Z → P1 definida por

(1 : x) si (x, y) ∈ X,
π(x, y) =
(0 : 1) si (x, y) ∈ Y − V,

es un morfismo de grado 2, y el género de Z es g.

Demostración. El carácter compacto de Z se deduce a partir de la igualdad

Z = {(x, y) ∈ X | kxk ≤ 1} ∪ {(z, w) ∈ Y | kzk ≤ 1}.

Sea p = (x0 , y0 ) ∈ X. Si y0 6= 0, la carta en X de p es πx , y la carta en Z es


−1 −1
πx ◦ jX . Análogamente, si y0 = 0, la carta en Z de p es πy ◦ jX . En ambos
casos, la carta en π(p) = (1 : x0 ) es ϕ0 . Entonces
−1 −1
h1 (s) = ϕ0 ◦ π ◦ (πx ◦ jX ) (s) = ϕ0 (1 : s) = s,
−1 −1
h2 (s) = ϕ0 ◦ π ◦ (πy ◦ jX ) (s) = ϕ0 (r(s), s) = r(s),

donde s2 = h(r(s)), y r(s) una función holomorfa.


Sea ahora (0, β) ∈ Y − V , y β 2 = k(0). Distinguimos dos casos:

Depto. de Álgebra 81
Superficies de Riemann

deg(h) = 2g + 2. Entonces existen β1 , β2 6= 0 tales que βi2 = k(0), pues


0 no es raı́z de k(z). La carta en p es πz ◦ jY−1 , la carta en π(p) es ϕ1 , y

h3 (s) = ϕ1 ◦ π ◦ (πz ◦ jY−1 )(s)


= ϕ1 ◦ π ◦ jY (s, t(s)), donde t(s)2 = k(s),
= ϕ1 ◦ π(1/s, t(s)/sg+1) = s.

deg(h) = 2g + 1. En este caso, k(0) = 0, y tenemos que considerar un


solo punto (0, 0). La carta en p es πw ◦ jY−1 , y

h4 (s) = ϕ1 ◦ π ◦ (πw ◦ jY−1 )(s)


= ϕ1 ◦ π ◦ jy (u(s), s), con s2 = k(u(s)),
= ϕ1 ◦ π(1/u(s), s/u(s)g+1) = u(s),

que es holomorfa en πw ◦ jY−1 (p) = 0.

La imagen inversa de un punto arbitrario de P1 consta de dos puntos, por


lo que el grado es 2. Ası́, los puntos de ramificación tendrán un ı́ndice igual
a dos. Calculemos dichos puntos. Para ello, necesitamos las funciones hi que
hemos calculado anteriormente para los diferentes casos. En particular,

Puntos p = (x0 , y0 ) ∈ X, con y0 6= 0. La función a estudiar es h1 (s) = s,


cuya derivada no se anula. Por tanto, estos puntos no son de ramifica-
ción.
−1
Puntos p = (x0 , 0) ∈ X, y πy ◦ jX (p) = 0. Se corresponden con las
raı́ces de h(x). La función a estudiar es la derivada de h2 (s) = r(s), con
s2 = h(r(s)) en s = 0. Entonces 2s = h′ (r(s))r ′ (s). Como h(r(0)) = 0,
entonces h′ (r(0)) 6= 0, y se sigue que r ′ (0) = 0. Por tanto, estos puntos
son de ramificación. Hay tantos como el grado de h.

Puntos p = (0, β1 ), (0, β2) ∈ Y , para deg(h) = 2g + 2. A partir de h3 ,


es inmediato que no son de ramificación.

Punto p = (0, 0) ∈ Y , para deg(h) = 2g + 1. Hay que estudiar la


derivada de la función h4 (s) = u(s) en s0 = πw ◦ jY−1 (p) = 0. Como
k(u(0)) = 0, k ′ (u(0)) 6= 0, tenemos que 2s = k ′ (u(s))u′(s), por lo que
u′(0) = 0, y es punto de ramificación.

En conclusión, de manera independiente al grado de h, obtenemos 2g +


2 puntos de ramificación, con ı́ndice igual a 2. Si aplicamos la fórmula de

82 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

Hurwitz, nos queda


X
2g(Z) − 2 = deg(π)(2g(P1) − 2) + (ep (π) − 1)
p∈R

= 2(−2) + 2g + 2 = 2g − 2,

de donde g(Z) = g.
Nota 4.2.2. Una forma clásica de definir las superficies hiperelı́pticas la en-
contramos en [Pal05, RS1, Example 4]. Es interesante la comparación con el
desarrollo anterior.

Depto. de Álgebra 83
Superficies de Riemann

4.3. Acción de un grupo


Sea G un grupo y X una superficie de Riemann. Supondremos que G es
un grupo finito, aunque algunos resultados son también válidos para el caso
infinito.
Una acción de G sobre X es una aplicación G × X → X, que notaremos
por (g, p) 7→ g · p, que verifica:
1. (gh) · p = g · (h · p), para g, h ∈ G y p ∈ X,
2. e · p = p para p ∈ X y e ∈ G el elemento neutro.
Técnicamente, esta es una acción por la izquierda.
Fijado g ∈ G, la aplicación ϕg (p) = g · p es una biyección, de inversa ϕg−1 .
La órbita de un punto p ∈ X es el conjunto G · p = {g · p | g ∈ G} ⊂ X. Si
A ⊂ X es un subconjunto, notaremos por G · A = {g · a | g ∈ G}, el conjunto
de órbitas de puntos de A.
El estabilizador de un punto p ∈ X es el subgrupo Gp = {g ∈ G | g · p =
p} ⊂ G.
Lema 4.3.1. Gg·p = gGp g −1.
Demostración. Sea h ∈ Gg·p . Entonces h·(g·p) = g·p, de donde (g −1hg)·p = p
y g −1 hg = r, con r ∈ Gp . Entonces h = grg −1, con r ∈ Gp . El recı́proco es
igual.
Lema 4.3.2. |G · p||Gp | = |G|.
Demostración. Consideremos las clases laterales (G : Gp ). Sabemos que el
cardinal card(G : Gp ) = |G|/|Gp|. Es fácil ver que la aplicación φ : G · p →
G : Gp dada por φ(g · p) = gGp es biyectiva, y tenemos el resultado.
El núcleo de una acción es el subgrupo K = {g ∈ G | g·p = p para todo p ∈
X}. Es inmediato ver que \
K= Gp ,
p∈X

y que es un subgrupo normal de G.


Proposición 4.3.3. El grupo cociente G/K actúa sobre X con núcleo trivial,
y tiene las mismas órbitas que la acción de G sobre X.
Demostración. La acción de G/K se define como gK · p = g · p. No depende
del representante g elegido, por la definición de K. Su núcleo es trivial, pues
si gK ·p = p para todo p ∈ X, entonces g ·p = p para todo p, de donde g ∈ K.
Además, es evidente que la órbita G/K · p = {g · p | g ∈ G} = G · p.

84 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

Definición 4.3.4. Decimos que una acción es efectiva si tiene núcleo trivial.

Por la proposición anterior, podemos suponer que las acciones son efecti-
vas. Observemos que si la acción del grupo G es efectiva, entonces si para dos
elementos g, h ∈ G se tiene la igualdad de las aplicaciones ϕg = ϕh , entonces
(h−1 g) · p = p para todo punto p ∈ X, de donde g = h.
La acción es continua, respectivamente holomorfa, si para cada g ∈ G, la
biyección ϕg (p) = g·p es una aplicación continua, respectivamente holomorfa.
En el caso holomorfo tenemos un automorfismo de X.

Definición 4.3.5. El espacio cociente X/G es el espacio formado por las


órbitas.

Tenemos una aplicación π : X → X/G definida por π(p) = G · p. Induci-


mos la topologı́a final en X/G, que hace a π continua: U ⊂ X/G es abierto
si y solamente si π −1 (U) es abierto de X.

Lema 4.3.6. Si la acción es continua, entonces π es una aplicación abierta.

Demostración. Sea A ⊂ X un abierto. Hay que probar que π −1 (π(A)) es


abierto de X. No es difı́cil ver que
[
π −1 (π(A)) = ϕ−1
g (A),
g∈G

que es una unión de abiertos.


Nuestro objetivo es dar a X/G una estructura compleja de forma que π
sea un morfismo de superficies de Riemann.
Para definiciones de grupos topológicos y grupos discretos, ver [JS87,
p.60–62] (algunos resultados en [Wil70, 13G]).

Proposición 4.3.7. Sea G un grupo finito con acción holomorfa y efectiva


sobre una superficie de Riemann X. Entonces los puntos de X con estabili-
zadores no triviales forman un conjunto discreto.

Demostración. Supongamos que existe una sucesión {pn } que converge a un


punto p, tal que cada pi tiene un elemento gi 6= e que lo estabiliza. Como G
es finito, podemos pasar a una subsucesión y suponer que todos los pi son
fijados por el mismo elemento no trivial g. Si la acción es continua, también
deja fijo al punto lı́mite p. Sin embargo, como la acción es holomorfa, tiene
que ser la identidad, esto es, ϕg = id = ϕe . Como la acción es efectiva,
llegamos a que g = e. Por tanto, los puntos con estabilizador no trivial no
pueden acumular y forman un conjunto discreto.

Depto. de Álgebra 85
Superficies de Riemann

Proposición 4.3.8. Sea G un grupo finito con acción holomorfa y efectiva


sobre una superficie de Riemann X. Fijamos un punto p ∈ X. Entonces
existe un entorno abierto U de p tal que:
1. U es invariante por la acción del estabilizador Gp , esto es, g · u ∈ U
para todo g ∈ Gp y u ∈ U.

2. U ∩ (g · U) = ∅ para todo g 6∈ Gp .

3. La aplicación natural inducida α : U/Gp → X/G por la que a cada


q ∈ U lo envı́a en su órbita G·q es un homeomorfismo sobre un conjunto
abierto de X/G.

4. Ningún punto de U, excepto p, es fijo por la acción de Gp :

Si q 6= p, q ∈ U, entonces g · q 6= q para todo g ∈ Gp − {e}.

Demostración. Sea G−Gp = {g1 , . . . , gn } los elementos de G que no dejan fijo


a p. Como X es Hausdorff, para cada i = 1, . . . , n existen entornos abiertos
Vi (p) y Wi (gi · p) con Vi ∩ Wi = ∅. Observemos que gi−1 · Wi es un entorno
abierto de p, para cada i. Sea Ri = Vi ∩ (gi−1 · Wi ), y consideremos
n
\ \
R= Ri y U = g · R.
i=1 g∈Gp

Entonces
U es un entorno abierto de p, pues es la intersección finita de entornos
abiertos de p,

g · U = U para g ∈ Gp , pues lo que se obtiene es la intersección de los


mismos abiertos, pero en diferente orden.
Con esto tenemos la primera parte. Para la segunda, observemos que

Ri ∩ (gi · Ri ) ⊂ Vi ∩ Wi = ∅,

de donde

R ∩ (gi · R) = ∅ y U ∩ (gi · U) = ∅, para todo i = 1, . . . , n.

Finalmente, consideremos la aplicación α : U/Gp → X/G.


El conjunto U/Gp tiene sentido por 1): el conjunto U permanece inva-
riante por la acción de Gp .

86 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

La aplicación α(Gp · q) = G · q está bien definida. Si Gp · q1 = Gp · q2 ,


con q1 , q2 ∈ U, entonces q1 = h · q2 , para h ∈ Gp , y G · q1 = G · (hq2 ) =
(Gh) · q2 = G · q2 .

La aplicación α es inyectiva. Supongamos que G · q1 = G · q2 . Tenemos


que

G · q1 = {g · q1 | g ∈ Gp } ∪ {h · q1 | h 6∈ Gp } = Gp · q1 ∪ (G − Gp ) · q1 ,

y son conjuntos disjuntos por 1) y 2), con el primero contenido en U, y


el segundo con ningún elemento en U. Lo mismo para G · q2 . Entonces
los primeros conjuntos son iguales, esto es, Gp · q1 = Gp · q2 .

La aplicación α es continua y abierta. Consideremos el siguiente dia-


grama:
πU
UC / U/Gp
CC
CC
C α
π|U CCC
! 
X/G

Entonces α◦πU = π|U . Como πU es sobreyectiva, se tiene que α−1 (W ) =


−1
πU (π|U (W )) y α(V ) = π|U (πU−1 (V )). Como πU y π|U son continuas y
abiertas, también lo es α. Por tanto, es un homeomorfismo sobre su
imagen.

Lo último que nos queda es verificar que todo punto de U, distinto de p, no


permanece fijo por la acción de los elementos de Gp − {e}. Basta para ello
reducir U para que no tenga en su interior puntos con estabilizador no trivial,
salvo p, que forman un conjunto discreto.

La proposición anterior nos indica cómo definir las cartas en X/G: defi-
nimos cartas en U/Gp y las transportamos a X/G mediante α.
Escojamos un punto p̄ ∈ X/G, y supongamos que p̄ es la órbita de un
punto p ∈ X.

Caso 1: |Gp | = 1, esto es, el estabilizador de p es trivial. La proposición


4.3.8 implica que existe un entorno U(p) tal que π|U : U → W ⊂ X/G
es un homeomorfismo sobre un entorno W de p̄. Mediante un ajuste
de tamaño, podemos suponer que U es el dominio de una carta φ :
U → Ω en X. Entonces tomamos como carta en X/G la composición
−1
ψ = φ ◦ π|U : W → Ω. Tanto φ como π|U son homeomorfismos, luego
ψ es carta en X/G.

Depto. de Álgebra 87
Superficies de Riemann

Caso 2: |Gp | = m ≥ 2. Por la proposición 4.3.8, escogemos un entorno


U(p), que es invariante por Gp , tal que la aplicación α : U/Gp →
W ⊂ X/G es un homeomorfismo sobre un entorno W de p̄. Además, la
aplicación πU : U → U/Gp es exactamente m a 1 en todo punto distinto
de p. En efecto, si g1 · q = g2 · q, con g1 , g2 ∈ Gp , entonces g2−1 g1 ∈ Gp
dejarı́a fijo a q, y la proposición nos dice que eso solamente le ocurre a
p.
Buscamos una aplicación φ : W → C que nos sirva como carta alrededor
de p̄. Supongamos que la tenemos construida. Entonces, en el diagrama
π
U α φ
U −→U/G p −→W −→C,

tendrı́amos la aplicación h = φ ◦ α ◦ πU : U → C, que es una aplica-


ción Gp -invariante. Sea ϕ una carta en X centrada en p, con U como
dominio, y consideremos la aplicación h : U → C definida por
Y
h(q) = ϕ(g · q).
g∈Gp

Observemos que

• h está bien definida, pues el entorno U es Gp -invariante.


• h es holomorfa, pues es producto de funciones holomorfas. Por
tanto, también es abierta.
Q
• h(ϕ−1 (z)) = g∈Gp ϕ(g · ϕ−1 (z)), y cada aplicación ψg (z) = ϕ(g ·
ϕ−1 (z)) es una biyección, de ı́ndice de ramificación igual a 1 en el
punto z = 0. Entonces el ı́ndice de ramificación de la aplicación h
en el punto p es igual a m, pues el orden del producto es la suma
de los órdenes. Además, en un entorno de p, la aplicación h es m
a 1.
• h es Gp -invariante: h(g · q) = h(q) para g ∈ Gp , pues se reordenan
los factores.

Entonces tiene sentido considerar h̄ : U/Gp → C definida como

h̄(Gp · q) = h(q), o lo que es lo mismo, h = h̄ ◦ πU .

Como h y πU son continuas y abiertas, h̄ es continua y abierta.


Además, h̄ es inyectiva. Si h̄(Gp ·q1 ) = h̄(Gp ·q2 ), entonces, por definición
h(q1 ) = h(q2 ), con q1 , q2 ∈ U. Sea h(q1 ) = z1 ∈ C. Entonces h−1 (z1 ) =

88 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

{g · q1 | g ∈ Gp }, porque card(h−1 (z1 )) = m y h(g · q1 ) = h(q1 ) para


todo g ∈ Gp . Entonces las órbitas Gp · q1 y Gp · q2 coinciden.
Como h̄ es inyectiva, continua, y abierta, es un homeomorfismo sobre
su imagen. Si la componemos con la inversa de α nos queda la carta φ
sobre W . Además, h̄ es holomorfa, pues, al igual que h se expresa como
producto de funciones holomorfas.
α−1 /
W GG U/Gp
GG
GG
G h̄
φ GG# 
Ω⊂C
Observemos que el primer caso de multiplicidad 1 es un caso especial del
segundo: si m = 1, entonces h(ϕ−1 (z)) = z, y recuperamos las cartas origi-
nales.
Teorema 4.3.9. Sea G un grupo finito con acción efectiva y holomorfa sobre
X. Entonces la construcción anterior de cartas complejas sobre X/G dota de
estructura de superficie de Riemann a X/G. Además, la aplicación cociente
π : X → X/G es un morfismo de grado |G| (caso compacto), y ep (π) = |Gp |.
Demostración. Las cartas cubren a X/G. Hay que verificar que son compa-
tibles. Como los puntos con estabilizadores no triviales forman un conjunto
discreto, podemos suponer que dos cartas construidas en el caso m ≥ 2 no
se cortan.
1. Consideremos dos cartas del tipo m = 1. Las cartas son de la forma
−1
ϕi = φi ◦ π|U , i = 1, 2, con φi , i = 1, 2 cartas en X, y
ϕ2 ◦ ϕ−1 −1
1 = φ2 ◦ φ2 ,

que es holomorfa.
2. Supongamos ahora que φ1 : Ū1 → Ω1 es una carta del caso m = 1
y φ2 : Ū2 → Ω2 es una carta del caso m ≥ 2, para puntos respectivos
p1 , p2 . Sean U1 y U2 los abiertos de X usados para construir estas cartas.
Puede ocurrir que U1 y U2 no se corten, pero en tal caso consideramos
un trasladado de U1 que corte a U2 . Sean ϕ1 , ϕ2 cartas locales de X en
−1
U1 y U2 , respectivamente. Por un lado tenemos que φ1 = ϕ1 ◦ π|U 1
,y
por otro consideremos el diagrama
π U2 α
U2 / U2 /Gp2 / Ū2
GG
GG
ϕ2 GG
G φ2
 h̄ GG# 
Σ2 Ω2 ,

Depto. de Álgebra 89
Superficies de Riemann

y la carta local en Ū2 es h̄ ◦ α−1 . Entonces


φ−1 −1 −1
1 (z) = π|U1 (ϕ1 (z)) = G · ϕ1 (z),
Y
φ2 (G · q) = h̄(α−1 (G · q)) = h̄(Gp · q) = h(q) = ϕ2 (g · q),
g∈Gp2

y
(φ2 ◦ φ−1 −1
1 )(z) = φ2 (G · ϕ1 (z))
Y
= ϕ2 (g · ϕ−1
1 (z))
g∈Gp2
Y
= (ϕ2 ◦ ϕg ◦ ϕ−1
1 )(z),
g∈Gp2

que es un producto de funciones holomorfas, dado que la acción es


holomorfa.
Como G es finito y X es Hausdorff, también lo es X/G: sean G · q1 6= G ·
q2 órbitas distintas. Ya que se componen de un número finito de puntos,
podemos separar los puntos de G · q1 de los puntos de G · q2 . De π abierta, se
deduce que las imágenes de estos entornos no se cortan en X/G (ver [Kos86,
p.60]).
X/G también es conexo, pues π : X → X/G es sobreyectiva y continua,
y X conexo.
No es difı́cil ver que π es morfismo: con la construcción anterior, φ1 ◦ π ◦
ϕ2 = h ◦ ϕ−1
−1
2 , que es holomorfa. Además, ep (π) es la multiplicidad de h, por
lo que ep (π) = m = |Gp |. Si X es compacto, tiene sentido hablar de deg(π),
y el número de anti-imágenes de G · p, contando multiplicidades, es |G|.
Nota 4.3.10. Es bien conocida la propiedad universal de la aplicación π : X →
X/G para espacios topológicos: una aplicación f : X/G → Z es continua si y
solamente si f ◦ π : X → Z es continua. Se tiene un resultado análogo para
superficies de Riemann. Sea G un grupo finito con acción holomorfa efectiva
sobre una superficie de Riemann X, y consideremos una aplicación continua
f : X/G → Z entre superficies de Riemann. Entonces f es morfismo si y
solamente si f ◦ π : X → Z es morfismo.
Es claro que si f es morfismo, entonces f ◦π es morfismo. Para el recı́proco
tenemos que recordar las formas de las cartas en la superficie de Riemann
X/G. Sea G · p un punto de X/G y q = f (G · p). Sea ψ carta de q en Z.
El estabilizador de p es trivial. En este caso, la carta de G · p en el
−1
cociente es de la forma φ = ϕ ◦ π|U , donde ϕ es carta de p en X.
Entonces
ψ ◦ f ◦ φ−1 = ψ ◦ f ◦ π|U ◦ ϕ−1

90 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

es holomorfa, pues f ◦ π es morfismo.

El estabilizador de p no es trivial. La carta en G · p es de la forma


φ = h̄ ◦ α−1 . Recordemos que h̄ es holomorfa y biyectiva, por lo que
h̄−1 es una función
Q holomorfa. Si notamos h̄−1 (s) = Gp · q(s) ∈ U,
entonces s = g∈Gp ϕ(g · q(s)), donde ϕ es carta de p en X. Entonces

ψ ◦ f ◦ φ−1 (s) = ψ ◦ f ◦ π(q(s)), pues α ◦ h̄−1 (s) = G · q(s) = π(q(s)).

Basta entonces
Q probar que la aplicación que a cada s le asigna q(s),
con s = g∈Gp ϕ(g · q(s)) es un morfismo de un abierto de C en U; pero
esta aplicación no es más que h̄−1 , de donde tenemos el resultado.

Vamos a ver ahora una forma especial que pueden tener las cartas en una
superficie X/G. Es una versión del teorema de forma normal de cartas locales
para este tipo de superficies de Riemann. Comenzamos con un resultado
previo.

Proposición 4.3.11. Sea G un grupo con acción holomorfa y efectiva sobre


una superficie de Riemann, y fijemos p ∈ X. Supongamos que Gp es finito.
Entonces Gp es un grupo cı́clico. En particular, si G es finito, todos los
subgrupos estabilizadores son subgrupos cı́clicos.

Demostración. Sea ϕ una carta local centrada en p. Para cualquier g ∈ Gp ,


consideremos el automorfismo ϕg , y el desarrollo en serie
X
ϕ ◦ ϕg ◦ ϕ−1 (z) = an z n .
n≥0

Como ϕg (p) = p, vemos que a0 = 0. Además, a1 6= 0, pues ϕg es automorfis-


mo. Tenemos ası́ definida una aplicación a1 : Gp → C∗ . Si g, h ∈ Gp , entonces
ϕgh = ϕg ◦ ϕh , de donde el desarrollo en serie queda
!n
X X
ϕ ◦ (ϕg ◦ ϕh ) ◦ ϕ−1 (z) = an (g) am (h)z m
n≥1 m≥1

= a1 (g)a1 (h)z + términos de orden superior,

de donde a1 (gh) = a1 (g)a1 (h). Hemos probado que la aplicación a1 es un


homomorfismo de grupos. Veamos que, además, es inyectivo. Sea g ∈ Gp un
elemento del núcleo de a1 . Entonces

ϕ ◦ ϕg ◦ ϕ−1 (z) = z + términos de orden superior.

Depto. de Álgebra 91
Superficies de Riemann

Debemos probar que esta función es la identidad, esto es, que no hay términos
de orden superior. Supongamos que no es el caso, y sea m ≥ 2 el exponente
del primer término no nulo de esa parte de la serie. Entonces

ϕ ◦ ϕg ◦ ϕ−1 (z) = z + az m mód z m+1 , con a 6= 0.

Por inducción se tiene que

ϕ ◦ (ϕg )k ◦ ϕ−1 (z) = z + kaz m mód z m+1 .

Pero suponemos que Gp es finito, por lo que existe k tal que g k = e, de donde
ϕkg = id. Por tanto, para algún k, el término ka es nulo, lo que implica que
a = 0. En conclusión, ϕg = id, y g = e.
Ası́, Gp es isomorfo a un subgrupo finito de C∗ , pero estos grupos son
cı́clicos. Por tanto, Gp es cı́clico.

Corolario 4.3.12. Sea G un grupo finito con acción holomorfa y efectiva


sobre una superficie de Riemann X. Sea p ∈ X un punto con estabilizador
no trivial de orden m, y sea h ∈ Gp un generador (recordemos que es cı́clico).
Entonces existe una carta local ϕ de X centrada en p tal que ϕ ◦ ϕh = λϕ,
donde λ es una raı́z primitiva m-ésima de la unidad.

Demostración. Por el teorema de forma local, existe una carta ψ en X/G


centrada en π(p), y una carta ϕ centrada en p tal que

(ψ ◦ π ◦ ϕ−1 )(z) = z m .

Si w0 6= 0, y z0m = w0 , entonces las pre-imágenes por ψ ◦ π ◦ ϕ−1 son los


elementos z0 , εz0 , . . . , εm−1 z0 , donde ε es una raı́z primitiva m-ésima de la
unidad. Entonces,

(ψ ◦ π ◦ ϕ−1 )(εk z0 ) = w0 , k = 0, 1, . . . , m − 1.

Por otro lado, sea p0 = ϕ(z0 ). Entonces su órbita contiene los puntos

p0 , h · p0 , . . . , hm−1 · p0 ,

y (ψ ◦ π ◦ ϕkh )(p0 ) = w0 , por lo que los puntos hk · p0 se corresponden biyecti-


vamente con los puntos ϕ−1 (εjk z0 ). Se concluye que (ϕ ◦ ϕh )(p0 ) = λz0 , con
λ raı́z primitiva m-ésima de la unidad.

92 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

4.4. Ramificación de la aplicación cociente


Sea G un grupo finito, con acción holomorfa y efectiva sobre una superficie
de Riemann compacta X. Consideremos Y = X/G, y la proyección π : X →
Y . Dado y ∈ Y un punto rama de la proyección π, sean x1 , . . . , xs los puntos
de X que se aplican en y:

π −1 (y) = {x1 , . . . , xs }.

Sabemos que alguno de los xi es un punto de ramificación. Pero en es-


te caso podemos decir mucho más. Todos los xi están en la misma órbita
(G · x1 = {x1 , . . . , xs }), por lo que sus grupos estabilizadores Gxi son subgru-
pos conjugados. En particular, todos estos estabilizadores tienen el mismo
número de elementos: |Gxi | = r. Además, el número s de puntos de la órbita
es el ı́ndice del subgrupo estabilizador (recordemos que |Gp | · |G · p| = |G|),
y s = |G|/r. En las condiciones anteriores, tenemos que exi = |Gxi | = r,
es decir, todos los puntos de la órbita son puntos de ramificación con ı́ndice
igual a r.
Vamos a aplicar la fórmula de Hurwitz, pues lo anterior nos permite dar
una expresión sencilla. Sean y1 , . . . , yk los puntos rama de π. Para cada xij ∈
π −1 (yi ), es punto de ramificación, y exij (π) = ri , con card π −1 (yi ) = |G|/ri .
Entonces

2g(X) − 2 = deg(π)(2g(X/G) − 2) + R
k
X
|G|
= |G|(2g(X/G) − 2) + (ri − 1)
i=1
ri
X k  !
1
= |G| 2g(X/G) − 2 + 1− .
i=1
r i

Lema 4.4.1. Sean k enteros r1 , r2 , . . . , rk , con ri ≥ 2, y consideremos la


Pk  1

suma S = i=1 1 − ri .


 k = 1, cualquier r1 .

k = 2, cualesquiera r1 , r2 .
1. S < 2 ⇔ k, {ri } =

 k = 3, {2, 2, r3}.

k = 3, {2, 3, 3}, {2, 3, 4}, {2, 3, 5}.

k = 3, {2, 3, 6}, {2, 4, 4}, {3, 3, 3}.
2. S = 2 ⇔ k, {ri } =
k = 4, {2, 2, 2, 2}.
1
3. S > 2 ⇒ S ≥ 2 + 42
, que se alcanza en k = 3, {ri } = {2, 3, 7}.

Depto. de Álgebra 93
Superficies de Riemann

4.4.1. Caso g(X) = 0


Sea X una superficie de Riemann de género g = 0, y G un grupo finito,
con acción holomorfa y efectiva. Entonces g(X/G) = 0 y

Xk  !
1
−2 = |G| −2 + 1− .
i=1
ri

Pk  1

Llamemos S = i=1 1 − ri
, y obtenemos la expresión −2 = |G|(−2 + S).
Si G 6= {e} es un grupo no trivial, entonces S 6= 0, de donde hay ramificación,
es decir, k ≥ 1. Además, S < 2. Veamos las condiciones del lema anterior.

Si k = 1, y cualquier r ≥ 2, entonces
1
0<S =1− < 1, de donde − 2 < −2 + S < −1.
r
Pero entonces la expresión −2 = |G|(−2 + S) implica que |G| no es
entero. Por tanto, este caso no se puede tener.

Si k = 2, y cualesquiera r1 , r2 , entonces
1 1 2
+ = .
r1 r2 |G|

Recordemos que ri es el orden de un subgrupo de G, de donde ri ≤ |G|.


Entonces r1 = r2 = |G|. Existen entonces dos puntos x1 , x2 ∈ X fijos
por la acción del grupo G, y los estabilizadores verifican Gx1 = Gx2 =
G. Además, G es cı́clico. Por ejemplo, sea φ(z) = ωz, donde ω es una
raı́z primitiva r-ésima de la unidad. Entonces G = hφi es un grupo de
orden r, y los puntos de ramificación de la aplicación cociente son 0 y
∞. En cierta manera, este ejemplo es el único posible ([DD79, Ejercicio
3]).

Si k = 3, existen ejemplos para todas las posibilidades.

• {ri } = {2, 2, r}. Entonces |G| = 2r, y se consigue con la acción del
grupo diédrico. En concreto, si φ1 (z) = exp(2πi/r)z, φ2 (z) = 1/z,
entonces G = hφ1 , φ2i es isomorfo al grupo diédrico D2r de orden
2r, y da lugar a tres puntos rama. Además, bajo estas condiciones
se puede probar que G es isomorfo a un grupo diédrico ([DD79,
p.169]). En efecto, sea y3 ∈ X/G correspondiente a r3 = r. En-
tonces y3 = G · x es una órbita con G/|r| = 2 elementos. Sean

94 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

x′ , x′′ ∈ y3 . Entonces Gx′ es un grupo cı́clico de orden r, e ı́ndi-


ce 2. Por tanto, Gx′ es un subgrupo normal de G. Como Gx′′ es
conjugado de Gx′ , tiene que ser el mismo, es decir, Gx′ = Gx′′ ,
que llamaremos H. Sea σ ∈ G − H. Entonces G = 1 · H ∪ σ · H
(ı́ndice 2), por lo que x′ no permanece invariante por σ. Dado que
la órbita G · x′ = {x′ , x′′ }, la única posibilidad es que σ(x′ ) = x′′ , y
σ(x′′ ) = x′ . Por otro lado, como σ es un automorfismo de C∞ , es
una transformación de Möbius, y tiene, al menos, un punto fijo x1 .
Entonces G · x1 6= y3 . Podemos suponer entonces que G · x1 = y1 ,
correspondiente a r1 = 2. Esto implica que Gx1 es un grupo cı́clico
de orden 2, de donde σ es un automorfismo de orden 2. Hemos
demostrado que G es un grupo de 2r elementos, con un subgrupo
H normal cı́clico de orden r, y todo elemento σ ∈ G − H tiene
orden 2. Si H = hφ, entonces el elemento σ ◦ φ es de orden 2, esto
es,
σ ◦ φ ◦ σ ◦ φ = id ⇒ σ ◦ φ = φ−1 ◦ σ,
que es la relación que verifica el grupo diédrico D2r = hx, y | xr =
1, y 2 = 1, yx = x−1 yi. Tenemos ası́ el isomorfismo.
• {ri } = {2, 3, 3}. Entonces |G| = 12, y se consigue con la acción
del grupo A4 , visto como el conjunto de rotaciones del tetraedro.
• {ri } = {2, 3, 4}. Entonces |G| = 24, y se corresponde con S4 , bajo
el punto de vista de las rotaciones del cubo/octaedro.
• {ri } = {2, 3, 5}. Entonces |G| = 60, correspondiente a S5 , visto
como el grupo de rotaciones del dodecaedro/icosaedro.

4.4.2. Caso g(X) ≥ 2


Uno de los resultados más sorprendentes en la teorı́a de superficies de
Riemann es que el grupo de automorfismos de una superficie de Riemann
compacta X de género g ≥ 2 es finito. No vamos a demostrar tal resultado
aquı́, pero damos una cota del tamaño del grupo.
Teorema 4.4.2 (Teorema de Hurwitz). Sea G un grupo finito que actúa de
manera holomorfa y efectiva sobre una superficie de Riemann compacta X
con g(X) = g ≥ 2. Entonces
|G| ≤ 84(g − 1).
Demostración. Sabemos que
k 
X 
1
2g(X) − 2 = |G| (2g(X/G) − 2 + S) , donde S = 1− .
i=1
ri

Depto. de Álgebra 95
Superficies de Riemann

Si g(X/G) ≥ 1, puede ocurrir que:

• S = 0, por lo que π no tiene ramificación, y g(X/G) ≥ 2: no puede


ser igual a 1, porque entonces 2g(X) − 2 = 0. Ası́,

|G| ≤ g − 1.

• S 6= 0, de donde S ≥ 1/2. Entonces

2g(X/G) − 2 + S ≥ 1/2

implica que

2g − 2 = |G|(2g(X/G) − 2 + S) ≥ |G|/2 de donde |G| ≤ 4(g − 1).

Si g(X/G) = 0, entonces

2 ≤ 2g − 2 = |G|(−2 + S), de donde S > 2.

Entonces S − 2 ≥ 1/42, y

|G|(−2 + S) ≥ |G|/42 ⇒ |G| ≤ 84(g − 1).

El grupo de automorfismos de una superficie de Riemann compacta X


actúa de manera holomorfa y efectiva sobre ella, por lo que si g(X) ≥ 2 se
tiene el resultado
| Aut(X)| ≤ 84(g − 1).
Definición 4.4.3. Un grupo de automorfismos de una superficie de Riemann
compacta X, con g(X) ≥ 2 de orden 84(g−1) se denomina grupo de Hurwitz.
Teorema 4.4.4. 1. No existen grupos de Hurwitz de orden 84.

2. Para g = 3 existe un grupo de Hurwitz.


Demostración. 1. Sea X una superficie de Riemann de género g = 2, con
|Aut(X)| = 84. Por el primer teorema de Sylow, existe un subgrupo
de Aut(X) con 7 elementos, que tiene que ser cı́clico, lo que implica la
existencia de un automorfismo de orden 7. Sea f : X → X un automor-
fismo de orden 7, y G = hf i. Entonces la proyección π : X → X/G es
un morfismo de grado 7, y supongamos que tiene s puntos de ramifi-
cación. Recordemos que dichos puntos son los que tienen un subgrupo
estabilizador no trivial, y el ı́ndice de ramificación es igual al orden del

96 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

subgrupo. Como 7 es primo, los subgrupos no triviales tienen orden 7.


Por la fórmula de Hurwitz,
s
X
2g − 2 = 7(2g(X/G) − 2) + (7 − 1) = 14g(X/G) − 14 + 6s.
i=1

Como g = 2, las posibilidades para g(X/G) son 0, 1, 2, y entonces

2 = 14g(X/G) − 14 + 6s ⇒ 7g(X/G) + 3s = 8.

Si g(X/G) = 0 entonces 3s = 8, que no es posible.


Si g(X/G) = 1 entonces 7 + 3s = 8, que no es posible.
Si g(X/G) = 2 entonces 14 + 3s = 8, que tampoco.

Por tanto, no existe tal automorfismo f .

2. [JS87, p.266]

La cota se alcanza para infinitos valores de g, y no se alcanza para infinitos


valores de g (ejercicios 5W, X, Y en [JS87]). Los valores concretos para los que
se alcanza la cota son desconocidos. Los primeros valores son g = 3, 7, 14, 17.
Más cuestiones interesantes sobre este asunto se pueden ver en

http://en.wikipedia.org/wiki/Hurwitz%27s_automorphisms_theorem

http://rigtriv.wordpress.com/2008/08/01/hurwitzs-theorem-on-automorphisms/

http://www.neverendingbooks.org/index.php/what-does-the-monster-see.html

Nota 4.4.5. El caso g(X) = 1 lo trataremos más adelante, al describir los


morfismos entre toros complejos (6.2.1).

Depto. de Álgebra 97
Superficies de Riemann

98 Depto. de Álgebra
Capı́tulo 5

Equivalencia con curvas


algebraicas

5.1. Espacio recubridor universal


Definición 5.1.1. Sean X, Y espacios topológicos conexos y p : X → Y una
aplicación recubridora. Decimos que p es el recubrimiento universal de Y si
para toda aplicación recubridora q : Z → Y , con Z conexo, y cada elección
de puntos x0 ∈ X, z0 ∈ Z con p(x0 ) = q(z0 ), existe una única aplicación
continua f : X → Z tal que p = q ◦ f y f (x0 ) = z0 .

Z ∋ z0
ss9
f ss
sss q
ss
s p 
x0 ∈ X /Y

Un espacio topológico conexo Y tiene, salvo homeomorfismo, un único


recubrimiento universal. Supongamos que q : Z → Y es también un recubri-
miento universal. Entonces existe una aplicación g : Z → X tal que p ◦ g = q
y g(z0 ) = x0 . Las composiciones g ◦ f : X → X y f ◦ g : Z → Z son continuas,
y (g ◦ f )(x0 ) = x0 , (f ◦ g)(z0 ) = z0 . Además, p = p ◦ (g ◦ f ), q = q ◦ (f ◦ g),
y por la unicidad aplicada a p con idX , y a q con idZ , tenemos que g ◦ f =
idX , f ◦ g = idZ , y f : X → Z es un homeomorfismo.

Teorema 5.1.2. Sean X, Y superficies de Riemann, con X simplemente


p
conexa y X → Y una aplicación recubridora. Entonces p es el recubrimiento
universal de Y

Demostración. [For81, Thm. I.5.2].

99
Superficies de Riemann

Ejemplo 5.1.3. Dado un toro complejo C/Λ, la proyección π : C → C/Λ


es el espacio recubridor universal, pues π es aplicación recubridora y C es
simplemente conexa.
Teorema 5.1.4. Sea X una superficie de Riemann. Entonces existe una
superficie de Riemann X̃ simplemente conexa y una aplicación recubridora
p
X̃ → X.
Demostración. [For81, Thm. I.5.3], [For81, Thm. I.4.6].
Nota 5.1.5. Además, la estructura analı́tica de X̃ es única ([JS87, Thm.
4.19.5], 3.1.4).
Definición 5.1.6. Sean X, Y espacios topológicos, y p : X → Y una apli-
cación recubridora. Un automorfismo de p, también llamado transformación
recubridora, es un homeomorfismo H : X → X tal que p ◦ H = p.
p
7X
H /Y

Con la composición de aplicaciones, el conjunto de automorfismos de p


forman un grupo que notaremos por Aut(X|Y ) (Deck(X|Y ) en [For81]). Si
p
hay posibilidad de confusión escribiremos Aut(X → Y ).
Teorema 5.1.7. Supongamos que X es una superficie de Riemann y sea
p : X̃ → X su recubrimiento universal. Entonces para cada par de puntos
y0 , y1 ∈ X̃ tales que p(y0 ) = p(y1), existe un automorfismo H : X̃ → X̃ de p
tal que H(y0) = y1 .
(
H X̃ H(y0) = y1
p

X p(y0 ) = p(y1 )
Demostración. Por la definición de recubrimiento universal, aplicado al dia-
grama

p
p 
X̃ / X,
existe una aplicación continua H : X̃ → X̃ tal que p ◦ H = p y H(y0) = y1 .
Tenemos que probar que H es homeomorfismo. Como antes, sabemos que
existe G : X̃ → X̃ con p ◦ G = p y G(y1 ) = G(y0 ). Entonces H ◦ G y G ◦ H
son continuas, y
p ◦ G ◦ H = p, p ◦ H ◦ G = p.

100 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

Como (G ◦ H)(y0 ) = y0 , (H ◦ G)(y1 ) = y1 , ambas composiciones son la


identidad en X̃. Por tanto, H es un automorfismo de de p.
Nota 5.1.8. Por el teorema de levantamiento de caminos ([For81, Thm.I.4.8]),
existe a lo más un automorfismo H : X̃ → X̃ con H(y0) = y1 .

Ejemplo 5.1.9. 1. La aplicación exp : C → C∗ es el recubrimiento uni-



versal de C , pues C es simplemente conexo. Para n ∈ Z, sea τn : C → C
la traslación τn (z) = z + 2πin. Entonces exp(τn (z)) = exp(z) para todo
z ∈ C, de donde τn es un automorfismo de exp. Si σ es un automor-
fismo de exp, entonces exp(σ(0)) = exp(0) = 1, y existe n ∈ Z tal que
σ(0) = 2πin. Como τn (0) = 2πin, se deduce, por la nota anterior, que
σ = τn . En conclusión,
exp
Aut(C → C∗ ) = {τn | n ∈ Z}.

2. Sea H = {z ∈ C | Re(z) < 0} el semi-plano izquierdo, y D∗ el disco


punteado. Entonces exp : H → D∗ es el recubrimiento universal de D∗ .
Como antes, se puede probar que
exp
Aut(H → D∗ ) = {τn | n ∈ Z} ≃ Z.

Definición 5.1.10. Sean X, Y espacios topológicos, p : X → Y una aplica-


ción recubridora y G ⊂ Aut(X|Y ) un subgrupo. Dos puntos x, x′ se dicen
equivalentes módulo G si existe σ ∈ G tal que σ(x) = x′ .

Teorema 5.1.11. Sean X, Y superficies de Riemann, q : Z → X una apli-


cación recubridora, y p : X̃ → X el recubrimiento universal. Sea f : X̃ → Z
una aplicación continua tal que q ◦ f = p, que existe por la definición de
recubrimiento universal.

f ~~
~~~ p
~
~ ~q
~ 
Z / X.

Entonces f es una aplicación recubridora y existe G ⊂ Aut(X̃|X) subgrupo


tal que dos puntos x, x′ ∈ X̃ se aplican en el mismo punto por f si son
equivalentes módulo G.

Demostración. [For81, Thm.I.5.9]

Depto. de Álgebra 101


Superficies de Riemann

Teorema 5.1.12. (Teorema [For81, Thm. I.5.10]) Sea X una superficie de


Riemann y f : X → D∗ un recubrimiento étale. Entonces se tiene una de las
siguientes situaciones:

1. Si el recubrimiento es de grado infinito, entonces existe un isomorfismo


ϕ : X → H en el semiplano izquierdo tal que el diagrama siguiente es
conmutativo:
ϕ
X BB /H
BB
BB exp
B
f B 
D∗

2. Si el recubrimiento es de grado d finito, entonces existe un isomorfismo


ϕ : X → D∗ tal que el diagrama siguiente es conmutativo:
ϕ
X BB / D∗
BB
BB
B pd
f B 
D∗

donde pd (z) = z d .

Demostración. Como exp : H → D∗ es el espacio recubridor universal, existe


un morfismo ψ : H → X tal que exp = f ◦ ψ. La aplicación ψ es sobreyectiva,
pues exp lo es. Sea G ⊂ Aut(H|D∗) el subgrupo asociado a ψ dado por el
teorema anterior. Tenemos que ψ(z) = ψ(z ′ ) si y solamente si z ∼ z ′ con
respecto a G.
Si G = {id}, entonces ψ es inyectiva, por lo que es isomorfismo, y tenemos
el primer caso.
Si G 6= {id}, entonces G = {τnd | n ∈ Z} para un cierto d, donde τnd (z) =
z + 2πind son las traslaciones (los subgrupos de Z son de la forma dZ). Sea
g : H → D∗ el recubrimiento étale definido por g(z) = exp(z/d). Entonces
g(z) = g(z ′ ) si y solamente si z−z ′ ∈ G, por lo que g(z) = g(z ′ ) si y solamente
si ψ(z) = ψ(z ′ ). Definimos ϕ : X → D∗ como ϕ(x) = exp(z/d), donde ψ(z) =
x. Si para otro z ′ se verifica que ψ(z ′ ) = x = ψ(z), entonces g(z) = g(z ′ ), y
tenemos que ϕ está bien definida. La aplicación ϕ es sobreyectiva, porque exp
lo es. Si ϕ(x) = ϕ(x′ ), sean z, z ′ ∈ H tales que ψ(z) = x, ψ(z ′ ) = x′ . Como
exp(z/d) = exp(z ′ /d), entonces ψ(z) = ψ(z ′ ), y tenemos la inyectividad de ϕ.
Por último, ϕ es morfismo, pues exp y ψ lo son (son isomorfismos locales). En
conclusión, ϕ es un isomorfismo, y pd ◦ ϕ ◦ ψ = f ◦ ψ. Como ψ es sobreyectiva,
pd = ϕ ◦ f (compare con [Mir95, Ejemplo 4.2, p. 86]).

102 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

Corolario 5.1.13. Sea X una superficie de Riemann, y f : X → D un re-


cubrimiento ramificado que es étale sobre D∗ . Entonces existe un número
natural d ≥ 1 y un isomorfismo ϕ : X → D tal que el diagrama
ϕ
X@ /D
@@
@@ pd
@
f @@ 
D

es conmutativo, donde pd (z) = z d .

Demostración. Sea X ∗ = f −1 (D∗ ). Entonces f|X ∗ : X ∗ → D∗ es un recubri-


miento étale de grado finito. Por el teorema anterior, tenemos un diagrama
conmutativo
ϕ
X ∗C / D∗
CC
CC
C pd
f CC! 
D∗
con ϕ un isomorfismo. Vamos a ver que f −1 (0) contiene un único punto.
Sea f −1 (0) = {b1 , . . . , bn }. Entonces podemos encontrar entornos Vi de bi ,
disjuntos dos a dos, y un disco D(r) = {z ∈ C | |z| < r}, con 0 < r < 1, tal
que
f −1 (D(r)) ⊂ V1 ∪ . . . ∪ Vn .
Sea D ∗ (r) = D(r)−{0}
√ el disco agujereado. Como f −1 (D ∗ (r)) es homeomorfo
−1
a pd (D (r)) = D ( r), se tiene que f (D ∗ (r)) es también conexo. Pero
∗ ∗ d −1

esto no puede ocurrir si n ≥ 2. Por tanto, f −1 (0) es un único punto b ∈ X.


Definimos ahora ϕ(b) = 0, que continúa la aplicación ϕ : X ∗ → D∗ a un
isomorfismo ϕ : X → D que hace el diagrama conmutativo.

Depto. de Álgebra 103


Superficies de Riemann

5.2. Prolongación de recubrimientos


5.2.1. Lemas previos
Lema 5.2.1. Sea H : X → Y una aplicación que es, localmente, un morfismo
de superficies de Riemann, es decir, existe {Ui } un recubrimiento abierto de
X tal que H|Ui : Ui → Y es un morfismo de superficies de Riemann. Entonces
H es un morfismo de superficies de Riemann.

Demostración. Consideremos p ∈ X y q = H(p), con cartas respectivas


(U, φ) y (V, ψ). Existe i0 tal que p ∈ Ui0 , y entonces ψ ◦ H ◦ φ−1 es holomorfa
en φ(p), pues ψ ◦ H|U ∩Ui0 ◦ φ−1|U ∩Ui lo es.
0

Lema 5.2.2. Sea H : X → Y una aplicación continua entre superficies de


Riemann, y D un conjunto cerrado y discreto tal que H|X−D : X − D →
Y es un morfismo de superficies de Riemann. Entonces H es morfismo de
superficies de Riemann.

Demostración. Basta probarlo localmente en los puntos de D. Sea p ∈ D y


q = H(p) ∈ Y . Tomemos (V, ψ) carta de Y centrada en q y (U, ϕ) carta de
X centrada en p tal que U ⊂ H −1 (V ). Podemos suponer que U ∩ D = {p}.
En el diagrama
H
p∈U / V ∋q
ϕ ψ
 
0 ∈ Ω1 Ω2 ∋ 0
la aplicación H|U −{p} es morfismo, por hipótesis, e induce una aplicación
h = ψ ◦ H ◦ ϕ−1 : Ω1 → Ω2 , con h(0) = 0. La aplicación h es continua
y h|Ω1 −{0} holomorfa. Entonces h es holomorfa, y en consecuencia H|U es
morfismo.

Proposición 5.2.3. Sean X, Y y S superficies de Riemann, con F : X → S


y G : Y → S recubrimientos ramificados. Sea H : X → Y aplicación continua
que hace conmutativo el diagrama

H
X /Y ,
~~
~
F ~~~
 ~~~ G
S

esto es, F = G ◦ H. Entonces H es un morfismo de superficies de Riemann


que, además, es un recubrimiento ramificado.

104 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

Demostración. Sea D = {p ∈ X | ep (F ) > 1}. Es un conjunto discreto y


cerrado, y consideremos X0 = X − D. El lema 5.2.2 anterior nos indica que
basta probar que H|X0 es morfismo. Sea p ∈ X0 y q = H(p). Tenemos que
ep (F ) = 1. Por hipótesis, r = F (p) = G(q). Por definición de recubrimiento
ramificado, existe t1 : W → Ω1 carta de S centrada en r, tal que si F −1 (r) =
(1) (1)
{p = p1 , p2 , F
. . . , pr1 }, existen si : Ui → Ωi cartas de X centradas en pi con
F −1 (W ) = ri=1 1
Ui , y el diagrama
F
Ui / W
(1)
si t1
 (1) 
(1) ψi
Ωi / Ω1
(1)
es conmutativo, donde ψi (z) = z. Análogamente se tiene para el recubri-
miento ramificado G, lo que nos proporciona una carta t2 : W → Ω2 centrada
(2) (2)
en r, con G−1 (r) = {qF= q1 , q2 , . . . , qr2 }, y cartas si : Vi → Ωi centradas
r
en qi , con G−1 (W ) = i=1 Vi , y el diagrama
2

G
Vi / W
(2)
si t2
 (2) 
(2) ψi
Ωi / Ω2
(2) (2)
es conmutativo, donde ψi (z) = z ei .
−1
Cada Ui es conexo, y la imagen por F H es un
F conexo. Como F (W ) =
−1 −1
H (G (W )), la aplicación H aplica Ui en Vi . Dado que H(U1 ) es co-
nexo, tiene que estar contenido en alguno de los Vi . Recordemos que H(p1) =
q1 ∈ V1 , y como p1 ∈ U1 , se sigue que H(U1 ) ⊂ V1 . Además, si p′ ∈ U1 − {p},
entonces H(p′) 6= q, pues si H(p′ ) = H(p), entonces F (p′) = G(H(p′ )) =
G(H(p)) = F (p), pero en U1 la aplicación F es biyectiva. Podemos entonces
considerar el diagrama
H
U1 − {p} / V1 − {q}
qq
F qqqqq
 x qq G
q
W − {r}
que, al traducirlo a cartas, nos queda
(1) / Ω(1) − {0}
h
Ω1 − {0} 2
p pppp
id ppp (2)
 wppp (2)
ψ1 (z)=ze
1
Ω − {0}

Depto. de Álgebra 105


Superficies de Riemann

(1)
(consideramos Ω = Ω1 ∩ Ω2 y reajustamos Ωi , i = 1, 2).
(2)
Para abreviar la notación, llamemos e = e1 . Entonces h(z)e = z para
(1)
todo z ∈ Ω1 −{0}, y h(0) = 0. Consideremos la ecuación implı́cita J(z, w) =
z−w e . Para un punto (z0 , w0 ), con z0 6= 0, existe una única función holomorfa
g(z) tal que w = g(z) en un entorno de z0 . Entonces esta función tiene que
(1)
ser h, con lo que hemos probado que h es holomorfa en Ω1 − {0}. Además,
lı́mz→0 |h(z)| = 0, h es continua en 0 y, por tanto, holomorfa. Entonces H es
morfismo en U1 − {p}, y por tanto en U1 . Además, H es no constante. Falta
verificar que es propia. Si K ⊂ Y es un compacto, entonces H −1 (K), que es
cerrado, está contenido en F −1 (G(K)), que es compacto. Por tanto, H −1 (K)
es compacto.

5.2.2. Primer teorema de extensión


Definición 5.2.4. Sea S una superficie de Riemann, y consideremos recu-
brimientos ramificados Gi : Xi → S, i = 1, 2. Un morfismo de recubrimientos
de G1 en G2 es un morfismo H : X1 → X2 tal que G2 ◦ H = G1 .

H
X1 / X2
{{
G1
{
{{
 }{{{ G2
S

Sea ahora D ⊂ S un conjunto discreto y cerrado, y tomemos un recubri-


miento ramificado G : X → S tal que G(RG ) ⊂ D, donde RG es el conjunto
de puntos de ramificación del morfismo G. Entonces podemos construir las
superficies de Riemann Ŝ = S − D y X̂ = X − G−1 (D), y considerar la
restricción Ĝ = G|X̂ : X̂ → Ŝ. Es claro que Ĝ es un recubrimiento étale de
grado finito.
Consideremos ahora Gi : Xi → S, i = 1, 2 recubrimientos ramificados
con Gi (RGi ) ⊂ D, y construimos las superficies de Riemann X ci = Xi −
−1
Gi (D), i = 1, 2, Ŝ = S − D con los recubrimientos étale de grado finito
ci : X
G ci → Ŝ, i = 1, 2. Si H : X1 → X2 es un morfismo de recubrimientos de
G1 en G2 , entonces G2 ◦ H = G1 , por lo que

G−1
1 (D) = H
−1
(G−1
2 (D))

c1 = X − G−1
X 1 (D) = X1 − H
−1
(G−1
2 (D)) = H
−1
(X2 − G−1
2 (D)) = H
−1 c
(X2 ),

106 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

c1 → X
y tiene sentido considerar Ĥ = H|Xc1 : X c2 . Además, verifica que
c2 ◦ Ĥ = G
G c1 .
X2 , c2
X
= ?
H || Ĥ 
||| G2  c2
|  G
||G  c 
1 G1
X1 /S c1
X / Ŝ.

Por tanto, un morfismo de recubrimientos H entre G1 y G2 da lugar a un


c1 y G
morfismo de recubrimientos Ĥ entre las restricciones G c2 .

Teorema 5.2.5. Sean Gi : Xi → S recubrimientos ramificados con Gi (RGi ) ⊂


D para i = 1, 2.
1. Sea H un morfismo de recubrimientos entre G1 y G2 . Entonces H
está determinado por su restricción Ĥ.
2. Dado f : X c1 → X c2 un morfismo de recubrimientos entre G
c1 y G
c2 , existe
H : X1 → X2 un morfismo de recubrimientos entre G1 y G2 tal que su
restricción Ĥ es igual a f .
Por el primer apartado, dicho morfismo H es único.
Demostración. El morfismo H está determinada por su restricción Ĥ, porque
la clausura de X̂ es X: si dos aplicaciones continuas coinciden en un denso,
son iguales en todo el espacio.
Sea q ∈ D, y (W, ψ) una carta de S centrada en q tal que W ∩ S =
{q}.Entonces
m1
G m2
G
−1 −1
G1 (W ) = Ui , G2 (W ) = Vj ,
i=1 j=1

y G−1
1 (q) = {p1 , . . . , pm1 }, G2−1 (q)
= {q1 , . . . , qm2 }. La aplicación f está defi-
nida en cada Ui − {pi }, y
G G
f: (Ui − {pi }) → (Vj − {qj }),

por la conmutatividad del diagrama. Para definir la función H buscada hay


que dar los valores de H(pi ) para que sea una función continua, y por la
proposición 5.2.3 tendremos que será un morfismo.
Cada Ui −{pi } es conexo, de donde f (Ui −{pi }) es conexo. Entonces tiene
que estar contenido en algún Vji − {qji }. Puede ocurrir que dos puntos pi1 y
pi2 se apliquen en el mismo punto.
Definimos 
f (p) si p ∈ Ui − {pi },
H(p) =
qji si p = pi .

Depto. de Álgebra 107


Superficies de Riemann

Entonces el diagrama

f
Ui − {pi } / Vj
i
− {qji }
NNN
NNN
NN G2
G1 NNN' 
W − {q}

pasa, mediante cartas centradas en cada punto, a


Ω1 − {0} / Ω2 − {0}
MMM
MMM
M zr
z e MMM& 
Σ − {0}

y la extensión H̃ verifica H̃(0) = 0, que es continua.


c2 ◦ f =
Por último, hay que probar que G2 ◦ H = G1 . Pero (G2 ◦ H)|Xc1 = G
c1 , de donde G2 ◦ H y G1 coinciden en un denso. Por continuidad, coinciden
G
en todo X1 .

5.2.3. Segundo teorema de extensión


Lema 5.2.6. ([Gir70, Lema 5.2.5]) Sea S una superficie de Riemann, D ⊂ S
un subconjunto cerrado y discreto. Llamemos Ŝ = S − D, y sea g : X0 → Ŝ
un recubrimiento étale de grado finito n. Fijado s ∈ D, existe una carta
ψ : U → D centrada en s, un entero r ≥ 1 y cartas ϕi : Vi → D∗ , 1 ≤ i ≤ r
en X0 tales que:
Fr
1. g −1(ψ −1 (D∗ )) = i=1 Vi .

2. Para todo i ∈ {1, . . . , r} existe un entero ei ≥ 1 tal que


r
X
(ψ ◦ g)(x) = (ϕi (x))ei , para todo x ∈ Vi , tales que ei = n.
i=1

g
Vi ⊂ X0 / Ŝ ⊂S ⊃U ∋s
ϕi ψ
 
D∗ D

108 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

Demostración. Como D es un conjunto discreto, podemos elegir una carta


ψ : U → D centrada en s tal que U ∩ D = {s}. Entonces la restricción de g
a la imagen inversa de ψ −1 (D∗ ) = U − {s} = U ∗ ⊂ S0 es un recubrimiento
étale de grado n de D∗ :

ψ −1 (D∗ ) ⊂ Ŝ y
g : g −1 (ψ −1 (D∗ )) → ψ −1 (D∗ ) es recubrimiento étale de grado n.

Este grado n no depende del punto s. Sean V1 , . . . , Vr , r ≥ 1 las compo-


nentes conexas (r sı́ depende del punto s) de g−1(ψ −1 (D∗ )). Son un número
finito, porque g es una aplicación recubridora de grado finito. Para cada
i ∈ {1, . . . , r} tenemos que
g|Vi ψ
Vi / U∗ / D∗ , f = ψ ◦ g|Vi

es un recubrimiento étale de D∗ . Por el lema 5.1.12, existe un entero ei ≥ 1


y ϕi : Vi → D∗ isomorfismo tal que

(ψ ◦ g)(x) = (ϕi (x))ei , para todo x ∈ Vi .


Pr
Como g es un recubrimiento étale de grado n, se verifica que i=1 ei = n.
Teorema 5.2.7. ([Gir70, Nota 5.2.2]) Sea S superficie de Riemann, D ⊂ S
un conjunto cerrado y discreto, y definimos Ŝ = S − D. Sea g : X0 → Ŝ un
recubrimiento étale de grado n. Entonces existe una superficie de Riemann
X y G : X → S recubrimiento ramificado con G(RG ) ⊂ D tal que

X ←֓ X0
G g
 
S ⊃ Ŝ,

donde X0 = G−1 (Ŝ) = X − G−1 (D) y g = G|X0 .


Demostración. Se basa en el lema anterior. Fijamos s ∈ D, y obtenemos los
ϕi
isomorfismos ϕi . Para cada i, efectuamos el pegado de X0 y D a través de Vi ≃
D∗ . De manera informal, consiste en añadir a X0 un punto que notaremos por
0i . Este espacio es Hausdorff, pues solamente hay que considerar la separación
entre un punto de X0 y el punto 0i . Los entornos de 0i son los entornos
Dρ = B(0, ρ) del 0 en el disco D, o bien sus imágenes isomorfas ϕ−1 i (Dρ ) en
Vi . Consideremos entonces un punto x ∈ X0 y el punto 0i . Si x 6∈ Vi , no hay
nada que probar. Si x ∈ Vi , entonces el punto ϕi (x) está en D∗ , y lo podemos
separar de 0.

Depto. de Álgebra 109


Superficies de Riemann

Definimos F
G : X0 D/ϕi → Ŝ ∪ {s}
G(0i ) = s,
G(x) = g(x) si x ∈ X0 .
Recordemos las inmersiones jX0 y jD en el espacio pegado, y un entorno W
−1
de 0i verifica que jX 0
(W ) es un abierto contenido en Vi , y jD−1 (W ) es un
abierto de 0 dentro del disco D. Tenemos que estudiar la continuidad de G
en s. Sea U un entorno de s contenido en la definición de la carta ψ, con
ψ(U) = B(0, ρ) para cierto ρ < 1. Entonces

G−1 (U) = {0i } ∪ {x ∈ Vi | G(x) ∈ U},

y ψ(p(x)) = (ϕi (x))ei , de donde ϕi (x)ei ∈ B(0, ρ). Esto significa que G−1 (U)
es igual a B(0, ρ1/ei ), que es un entorno de 0i .
En consecuencia, G es un morfismo, y el ı́ndice de ramificación de 0i es
igual a ei . Hacemos este pegado para todos los i asociados al punto s. De
nuevo, el espacio es Hausdorff, porque los Vi son disjuntos dos a dos, y G
es un recubrimiento ramificado, porque es morfismo y la suma de los ı́ndices
de ramificación es constante e igual a n. Repetimos la operación para todos
los punto s ∈ ∆, pero tomando las cartas (Us , ψs ) disjuntas dos a dos. Esto
garantiza que el espacio completo, tras todos los pegados, es Hausdorff, y por
tanto superficie de Riemann. El morfismo G es un recubrimiento ramificado
porque es de fibra finita, y la suma de los ı́ndices de ramificación permanece
constante.

Nota 5.2.8. Ahora veremos que la superficie X construida en el teorema


anterior es única salvo isomorfismo. Consideremos el diagrama

Xo X0
G
 
SO o X′
G′

con (X ′ , G′ ) en las condiciones de (X, p) del teorema anterior, es decir,

G′ (RG′ ) ⊂ D, X0 = G′−1 (Ŝ) = X ′ − G′−1 (D), G′|X0 = g.

Entonces X0 = X − G−1 (D) = X ′ − G′−1 (D), g = G|X0 = G′|X0 . Si aplicamos

110 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

el teorema 5.2.5 al diagrama


X0
idX0 }}>
}} g
}}} 
} g
X0 / Ŝ

existe H : X → X ′ morfismo de recubrimientos entre G y G′ tal que H|X0 =


idX0 . Ası́, G′ ◦ H = G. En el otro sentido, existe H ′ : X ′ → X morfismo de
recubrimientos entre G′ y G tal que H|X ′
0
= idX0 , y G ◦ H = G′ . Por tanto,
′ ′
G ◦ (H ◦ H) = G, y el morfismo H ◦ H se restringe en X0 a la aplicación
identidad idX0 . Por la unicidad establecida por el teorema 5.2.5 al diagrama
XA
AA
A idX
G AAA
 A
So G
X

se tiene que H ′ ◦ H = idX . Por simetrı́a, también H ◦ H ′ = idX ′ , y tenemos


que H es un isomorfismo entre X y X ′ .
Corolario 5.2.9. Sea S superficie de Riemann, D ⊂ S un conjunto cerrado
y discreto, y definimos Ŝ = S − D. Sea G : X0 → Ŝ un recubrimiento rami-
ficado, y R su conjunto de puntos de ramificación. Supongamos que G(RG )
es cerrado y discreto en S. Entonces existe una superficie de Riemann X y
un recubrimiento ramificado G′ : X → S Z = X − G′−1 (D) y G′|Z = G.

Demostración. Sea D1 = G(RG ) ⊂ Ŝ. Es discreto y cerrado en S, por lo que


D ∪ D1 es discreto y cerrado en S. Sea Ŝ ′ = Ŝ − D1 = S − (D ∪ D1 ). La
restricción de G a Ẑ = Z −G−1 (D∪D1 ) es un recubrimiento étale Ĝ : Ẑ → Ŝ ′ .
Por el teorema 5.2.7, existe una superficie de Riemann X y un recubrimiento
ramificado G′ : X → S tal que G′|Ẑ = G|Ẑ . Debemos probar que la superficie
de Riemann X es una extensión de Z. Consideremos la restricción de G′ a
X −G′−1 (D). Es un recubrimiento ramificado G′ : X −G′−1 (D) → S −D = Ŝ.
En el diagrama
Ẑ / X − G′−1 (D)

G′
 
G
Z / Ŝ
tenemos dos recubrimiento ramificados G y G′ sobre Ŝ que prolongan al
recubrimiento étale Ĝ : Ẑ → Ŝ ′ , pues
G′|Ẑ = G|Ẑ .

Depto. de Álgebra 111


Superficies de Riemann

Por la nota 5.2.8, las superficies X − G′−1 (D) y Z son isomorfas, de donde
existe una inmersión de Z en X.

5.2.4. Aplicación a curvas algebraicas


Ejemplo 5.2.10. Sea C la curva definida por el polinomio X 2 −Y 2 . Tiene un
punto singular en p = (0, 0), y consideramos X = C − {p}, que es superficie
de Riemann. Sea π : X → C∗ la primera proyección, que es un recubrimiento
étale de grado 2.

card π −1 (x) = {(x, x), (x, −x)}, luego deg(π) = 2.

La aplicación π es propia. Dado un compacto en C∗ , está contenido en una


corona Σr,R = {z ∈ C∗ | r < |z| < R}. Entonces π −1 (Σr,R ) es un compacto.
Por tanto, π es un recubrimiento ramificado. Como el cardinal π −1 (x) es
constante, es de tipo étale. Lo que hemos probado en los teoremas anteriores
es que existe una superficie de Riemann X̃ y un morfismo π̃ : X̃ → C que
extiende al anterior.

Ejemplo 5.2.11. Consideremos la curva algebraica definida por F (X, Y ) =


Y 2 −X 2 +X 3 . El conjunto de puntos singulares es {(0, 0)}. Eliminamos el pun-
to (1, 0), donde la derivada con respecto a Y se anula. Entonces C − {0, 1} =
P1 (C) − {0, 1, ∞}, y πX es un recubrimiento étale sobre este conjunto. Se
prolonga a un recubrimiento ramificado de todo P1 (C), y X0 se prolonga a
una superficie de Riemann. Este proceso da lugar a lo que se conoce como
desingularización o normalización de la curva.

Proposición 5.2.12. Sea F ∈ C[x, y] un polinomio irreducible, de la forma

F (x, y) = an (x)y n + · · · + a1 (x)y + a0 (x), an (x) 6= 0.

Consideremos la curva C = {(x, y) ∈ C2 | F (x, y) = 0}, y formemos los


conjuntos

∂F
S0 = {x ∈ C | an (x) = 0}, S1 = {x ∈ C | existe y ∈ C con F (x, y) = 0 = }.
∂y

Si π : C → C es la proyección π(x, y) = x, entonces la restricción

π : π −1 (C − (S0 ∪ S1 )) → C − (S0 ∪ S1 )

es un recubrimiento étale de grado n.

112 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

Demostración. La aplicación π es un morfismo de superficies de Riemann, no


constante, por el teorema de la función implı́cita, tal como vimos al definir
las cartas sobre una curva afı́n. Como eliminamos los puntos donde se anula
la derivada parcial respecto a la variable y, π es un isomorfismo local (es una
carta). En todos estos puntos, ep (π) = 1. Para cada x0 ∈ C − (S0 ∪ S1 ), el
número de elementos de π −1 (x0 ) es constante y finito, pues an (x0 ) 6= 0, y el
polinomio a resolver tiene n soluciones. Por tanto, por el corolario 3.4.10, la
restricción de π es un recubrimiento étale de grado n.
El teorema 5.2.9 de la sección anterior nos indica cómo modificamos C
sobre los puntos S0 ∪ S1 y el punto del infinito de P1 para definir un recu-
brimiento ramificado sobre P1 . Observemos que, en tal caso, la superficie de
Riemann construida C ′ es compacta, pues π ′ es propia, y C ′ = π ′−1 (P1 ). Esto
es lo que se conoce como normalización de la curva C o desingularización.
Es interesante compararlo con la exposición de [Gri89, Cap. II].

Depto. de Álgebra 113


Superficies de Riemann

5.3. Teorı́a de Galois de recubrimientos


Sea F : X → Y un recubrimiento ramificado entre superficies de Rie-
mann, y consideremos R el conjunto de puntos de ramificación de F , que es
cerrado y discreto. Entonces D = F (R) también es cerrado y discreto, por
la proposición 3.4.8. Sea Ŷ = Y − D, y X̂ = X − F −1 (D). Consideremos el
diagrama
X̂ = X − F −1 (D) /X

F̂ F
 
Ŷ = Y − D / Y
en donde la aplicación F̂ es un recubrimiento étale. Tenemos dos grupos
de automorfismos asociados a este diagrama: Aut(X̂|Ŷ ) y Aut(X|Y ). Un
elemento H ∈ Aut(X|Y ) es un morfismo de recubrimientos de F en F , y
podemos considerar entonces su restricción Ĥ, que e sun morfismo de recu-
brimientos de F̂ en F̂ . La pregunta natural es si hay una correspondencia
entre automorfismos.
Teorema 5.3.1. Sean X, Y superficies de Riemann, y F : X → Y un re-
cubrimiento ramificado. Entonces, con la notación anterior, | Aut(X|Y )| =
| Aut(X̂|Ŷ )|, y deg(F ) = deg(F̂ ).
Demostración. Si H ∈ Aut(X|Y ), existe H ′ : X → X con H ◦ H ′ =
idX , H ′ ◦ H = idX , y H ′ también es un morfismo de recubrimientos de F
c′ . Si x ∈ X̂ ⊂ X, entonces
en F . Consideremos las restricciones Ĥ y H
c′ )(x) = H(H ′(x)) = x y (H
(Ĥ ◦ H c′ ◦ Ĥ)(x) = x,

por lo que la restricción Ĥ es un automorfismo de X̂.


Recı́procamente, sea h ∈ Aut(X̂|Ŷ ), con h′ su inverso. Existen H, H ′ :
X → X morfismos de recubrimientos de F en F tales que sus restricciones
verifican Ĥ = h, Hc′ = h′ . Vamos a probar que H es un automorfismo. La
restricción de H ◦ H ′ a X̂ es igual a idX̂ , pues h ◦ h′ = idX̂ . Entonces H ◦ H ′
es un morfismo de recubrimientos de F en F cuya restricción es la identidad
en X̂. Por el teorema 5.2.5, tiene que coincidir con idX . De forma similar, se
tiene que H ◦ H ′ = idX . Por tanto, H ∈ Aut(X|Y ).
Entonces la aplicación restricción de Aut(X|Y ) en Aut(X̂|Ŷ ) es una bi-
yección. Además, deg(F ) es igual al grado de F̂ , pues es la restricción a un
recubrimiento étale.
Definición 5.3.2. Sean X, Y superficies de Riemann. Un recubrimiento ra-
mificado F : X → Y es de Galois o galoisiano cuando | Aut(X|Y )| = deg(F ),

114 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

donde Aut(X|Y ) es el conjunto de automorfismos H : X → X tales que


F ◦ H = F.
El conjunto Aut(X|Y ) tiene estructura de grupo. El teorema anterior
indica que basta definirlo para recubrimientos étale.
Ejemplo 5.3.3. Consideremos el morfismo F : P1 → P1 definido por F (z :
w) = [z d : w d ], d ≥ 1. La parte no ramificada de F se restringe a C∗ , y si
H : C∗ → C∗ procede de un automorfismo de P1 , tiene la forma H(z) =
az + b, a 6= 0. La condición F ◦ H = F implica que ad = 1, b = 0. Entonces
Aut(X|Y ) = {ωz | ω d = 1}, que es isomorfo al grupo cı́clico de d elementos.
Como deg(F ) = d, tenemos que F es de Galois.
Proposición 5.3.4. Sean X, Y superficies de Riemann, y F : X → Y un
recubrimiento ramificado. Entonces | Aut(X|Y )| ≤ deg(F ).
Demostración. Podemos suponer, por el teorema 5.3.1, que F : X → Y es
un recubrimiento étale. Sea entonces q0 ∈ Y y F −1 (q0 ) = {p1 , . . . , pm }, con
m = deg(F ). A cada automorfismo H ∈ Aut(X|Y ) le asociamos el punto
H(p1 ). Como F ◦ H = F , se tiene que F (H(p1 )) = F (p1 ) = q0 , de donde
H(p1 ) ∈ {p1 , . . . , pm }. Si probamos que la aplicación
Φ: Aut(X|Y ) → {p1 , . . . , pm }
H 7→ H(p1 )
es inyectiva, tendremos el resultado. Sean H, H ′ ∈ Aut(X|Y ) con H(p1 ) =
H ′ (p1 ). Entonces H1 = H −1 ◦ H ′ ∈ Aut(X|Y ), y H1 (p1 ) = p1 . Consideremos
el conjunto A = {p ∈ X | H1 (p) = p}. Es un cerrado de X, y no vacı́o.
Vamos a probar que es abierto.

−1
Tomemos Fmp ∈ A y q = F (p) ∈ Y . Existe V entorno abierto de q tal que
F (V ) = i=1 Ui , con F|Ui : Ui → V un isomorfismo (F es étale). Como
F ◦ H1 = F , se verifica que H1 (F −1 (V )) ⊂ F −1 (V ), por lo que podemos
restringir el morfismo H1 a F −1 (V ), que se aplica en F −1 (V ).
Entonces p ∈ Ui0 para algún i0 ∈ {1, . . . , m}. Podemos suponer V conexo,
y cada Ui también. Mediante H1 , el punto p se aplica en algún Uk . Como
H1 (p) = p, se sigue que H1 envı́a Ui0 en Ui0 . Tenemos el diagrama
H1
Ui0 / Ui
0
{{
F|Ui {{
0 {{
} { F|Ui0
 {
V
y F|Ui0 ◦H1|Ui0 = F|Ui0 . Como F|Ui0 es isomorfismo, se tiene que H1|Ui0 = idUi0 ,
y el abierto Ui0 está entonces contenido en A. Como X es conexo, concluimos
que A = X, y H1 = idX , de donde H = H ′ .

Depto. de Álgebra 115


Superficies de Riemann

Corolario 5.3.5. Sean X, Y superficies de Riemann, y F : X → Y un recu-


brimiento étale. Entonces F es de Galois si y solamente si Aut(X|Y ) actúa
transitivamente sobre las fibras de F .

Demostración. En la prueba de la proposición anterior tenemos que si F


es de Galois, entonces su acción es transitiva, es decir, dado cualquier pi ∈
{p1 , . . . , pm } = F −1 (q), existe H ∈ Aut(X|Y ) tal que H(p1) = pi . Recı́pro-
camente, si la acción es transitiva, la aplicación Φ de la proposición anterior
es sobreyectiva, y entonces | Aut(X|Y )| = deg(F ).

Nota 5.3.6. Si X es una superficie no conexa, entonces el número de


elementos de Aut(X|Y ) no está acotado
Fn por el grado. Por ejemplo, con-
sideremos la unión disjunta X = i=1 Y , y F : X → Y el recubrimiento
étale trivial. Entonces deg(F ) = n, pero Aut(X|Y ) ≃ Sn . En este caso,
sin embargo, el grupo Aut(X|Y ) actúa de forma transitiva sobre las
fibras.

Si F : X → Y es un recubrimiento étale, con X no conexa, tal que


Aut(X|Y ) actúa de forma transitiva sobre las fibras de F , entonces la
restricción de F a cada componente conexa de X es un recubrimiento
de Galois. En efecto, sea Fi la restricción de F a una componente
conexa Xi de X. Entonces Fi es un recubrimiento étale, y tomemos dos
puntos p, p′ ∈ Fi−1 (y). Por la acción transitiva de Aut(X|Y ), existe un
automorfismo H : X → X tal que F ◦ H = F y H(p) = p′ . Como
p, p′ ∈ Xi , esto significa que H tiene que aplicar la componente conexa
Xi en ella misma, es decir, Hi = H|Xi es un automorfismo de Xi , que
es el buscado.

Si p : Z → Y es una aplicación recubridora, con Y conexa, entonces la


restricción de p a cualquier componente conexa de Z es una aplicación
recubridora.

Proposición 5.3.7. Sean X, Y superficies de Riemann, y F : X → Y un


recubrimiento ramificado. Entonces existe Z̃ superficie de Riemann, y recu-
brimiento ramificados de Galois Q : Z̃ → Y, H : Z̃ → X tales que F ◦H = Q.
Se dice en tal caso que F es cociente de un recubrimiento de Galois.


H 

 Q
  
F /
X Y

116 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

Demostración. En primer lugar, vamos a reducir el problema al caso étale.


En F : X → Y consideramos la restricción F̂ : X̂ → Ŷ sin ramificación.
Supongamos que hemos probado el resultado en este caso, y obtenemos Ĥ :
X̂ → Ŷ y Q̂ : Ẑ → X̂ recubrimientos étale tales que F̂ ◦ Ĥ = Q̂. Por extensión
de Ĥ, existe una superficie de Riemann Z̃ y un recubrimiento ramificado
H : Z̃ → X. Entonces el morfismo Q = F ◦ H es una extensión de Q̂, y
es ramificado, porque es composición de recubrimientos ramificados. Tanto
H como Q son de Galois, pues | Aut(Z̃|X)| = | Aut(Ẑ|X̂)| y | Aut(Z̃|Y )| =
| Aut(Ẑ|Ŷ )|.
Por tanto, sea n = deg(F ), con F : X → Y un recubrimiento étale.
Definamos

Z = {(p1 , . . . , pn ) ∈ X n | si i 6= j entonces pi 6= pj y F (pi ) = F (pj )}.

El conjunto Z es un subespacio topológico de X n , que además es Hausdorff.


No es conexo, en general. Definimos

Q: Z → Y,
Q(p1 , . . . , pn ) 7→ F (p1 ).

Es una aplicación continua y sobreyectiva. Nuestro objetivo es dotar de es-


tructura de superficie de Riemann al conjunto Z, en cada componente conexa.
Aserto: El par (Z, Q) es un espacio recubridor. En efecto,Fsea q ∈ Y .
Entonces existe un entorno abierto V en Y tal que F −1 (V ) = ni=1 Ui , con
cada Ui isomorfo a V mediante la restricción de F a Ui . Sea (p1 , . . . , pn ) ∈
Q−1 (q) ⊂ Z y tomemos una permutación σ ∈ Sn . Definimos

Wσ = {(α1 , . . . , αn ) ∈ Z | αi ∈ Uσ(i) },

que es un abierto de Z, pues


n
Y
Wσ = Z ∩ Uσ(i) .
i=1

Los conjuntos Wσ son disjuntos dos a dos.

Además,
Q−1 (q) = {(pσ(1) , . . . , pσ(n) | σ ∈ Sn },
por lo que card Q−1 (q) = n!.

Por otro lado, G


Q−1 (V ) = Wσ .
σ∈Sn

Depto. de Álgebra 117


Superficies de Riemann

Si (r1 , . . . , rn ) ∈ Q−1 (V ), entonces


Fn y = Q(r1 , . . . , rn ) = F (r1 ) ∈ V . Se
sigue que r1 ∈ F (V ) = j=1 Uj . Como ri 6= ri′ para i 6= i′ , tenemos
−1

que F −1 (y) = {r1 , . . . , rn }. Dado que F|Uj es homeomorfismo, no puede


haber dos rj distintos en el mismo Uj , esto es, cada rj se aplica en un
cierto entorno Uσ(j) , y encontramos la permutación.
Por último, Q|Wσ : Wσ → V es un homeomorfismo, pues podemos
encontrar la inversa
(Q|Wσ )−1 : V → Wσ
−1 −1 −1
y 7→ (Fσ(1) (y), Fσ(2) (y), . . . , Fσ(n) (y)),

donde Fi = F|Ui .
Por tanto, Q es una aplicación recubridora de grado n!. Esto dota de estruc-
tura de superficie de Riemann a cada componente conexa de Z, por el lema
3.1.4, y Q es un morfismo. Ahora vamos a ver que Aut(Z|X) actúa de forma
transitiva sobre las fibras. Sean p, p′ ∈ Q−1 (y). Entonces
Q(p) = F (p1 ) = y = F (p′1 ) = Q(p′ ).
Esto significa que p y p′ contienen las mismas componentes, salvo una per-
mutación. Podemos escribir que existe τ ∈ Sn tal que
p′ = (p′1 , . . . , p′n ) = (pτ (1) , . . . , pτ (n) ).
Definimos la aplicación G : Z → Z como G(z) = (zτ (1) , . . . , zτ (n) ). Es biyec-
tiva. Si probamos que G es un morfismo, entonces G es un automorfismo que
intercambia las fibras, por lo que tendremos que Aut(Z|X) actúa de forma
transitiva.
Sea entonces z ∈ Z, con Q(z) = F (z1 ) ∈ Y . Tomemos (V, ϕ) carta en
F (z1 ). Recordemos que la estructura de superficie F de Riemann (aunque no sea
conexo) sobre Z está dada por Q−1 (V ) = σ∈Sn Wσ . Por una reordenación
adecuada, una carta en z es (Wσ0 , ϕ ◦ Q|Wσ0 ), donde σ0 es la permutación
identidad.
Si G(z) = z ′ , entonces las componentes de z ′ son una permutación de las
componentes de z, y z ′ = (zτ (1) , . . . , zτ (n) ). Como Q(z ′ ) = F (z1 ), la carta en
z ′ es de la forma (Wτ , ϕ ◦ Q|Wτ ). Es una sencilla comprobación que
ϕ ◦ Q|Wτ ◦ G ◦ Q−1 −1
|Wσ ◦ ϕ (s) = s.
0

En efecto, si y(s) = ϕ−1 (s), entonces Q−1


|Wσ0 (y(s)) = z(s), donde Q(z(s)) =
F (z1 (s)) = y(s), y
G(z(s)) = (zτ (1) (s), . . . , zτ (n) (s)), Q|Wτ (zτ (1) (s), . . . , zτ (n) (s)) = F (zτ (1) (s) = y(s).

118 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

Por tanto, ϕ(y(s)) = s. En consecuencia, esta aplicación es holomorfa, y G


es un automorfismo de Z.
Por la nota 5.3.6, la restricción de Q a una componente conexa Z̃ de Z
es un morfismo de Galois.
Ahora definimos H : Z → X como la proyección sobre la primera com-
ponente. Veamos en primer lugar que H es un morfismo de superficies de
Riemann, con respecto a la estructura compleja que hemos definido sobre Z.
Dado z ∈ Z, una carta en el punto será de la forma (W, ϕ ◦ Q|W , donde

(V, ϕ) es una carta de Y en el punto y = F (z1 ) = F (zi ),


S
F −1 )(V ) = ni=1 Ui , F|Ui : Ui → V homeomorfismo,
Q
W = Z ∩ ni=1 Ui .

Sea (U1 , ψ) carta en z1 . Si s ∈ ϕ(V ), entonces

ψ ◦ H ◦ (ϕ ◦ Q|W )−1 (s) = (ψ ◦ H)(z1 (s), . . . , zn (s)) donde F (zi (s)) = ϕ−1 (s)
= ψ(z1 (s)) = ψ ◦ FU−1 1
◦ ϕ−1 )(s), que es holomorfa.

Snx ∈ X,
Ahora comprobamos que H es una aplicación recubridora. Dado
−1
sea y = F (x), y existe un entorno V de y tal que F (V ) = i=1 Ui , y
Fi = F|Ui : Ui → V es homeomorfismo. Entonces

[ n
Y
−1
H (Ui ) = Wτ , Wτ = Z ∩ (U1 × Uτ (i) , τ permutación de {2, . . . , n}.
τ i=2

Podemos identificar τ con las permutaciones de Sn que dejan invariante el


primer elemento. Entonces H|Wτ : Wτ → U1 es un homeomorfismo, pues
−1
H|Wτ : U1 → Wτ
x 7→ (x, Fτ−1 −1
(2) (y), . . . , Fτ (n) (y)).

Por último, el grupo Aut(Z|X) actúa de forma transitiva sobre la fibre dada
por H, de forma completamente análoga a como se ha hecho con Q. Por tanto,
la restricción de H a cualquier componente conexa Z̃ de Z es un morfismo
étale de Galois.
Para acabar, es evidente que F ◦ H = Q.

Nota 5.3.8. Podemos comparar este último razonamiento con [DD79, prop.
6.1.6], donde trata las superficies de Riemann con varias componentes cone-
xas.

Depto. de Álgebra 119


Superficies de Riemann

Corolario 5.3.9. Sean X, Y superficies de Riemann compactas y F : X →


Y un recubrimiento ramificado. Entonces existe Z̃ superficie de Riemann
compacta y recubrimientos de Galois Q : Z̃ → Y y H : Z̃ → X tales que
F ◦ H = Q.

Demostración. Como X es compacta, y Z es cerrado en X n , entonces Z es


compacta. El resto sigue de la anterior proposición.
Nota 5.3.10. La primera de las anteriores proposiciones se puede cambiar por
la existencia del espacio recubridor universal de Y , y la proposición [For81,
prop. I.5.9]. En el teorema [For81, I.5.6] se prueba que el espacio recubridor
universal es Galois. Sin embargo, la segunda no, pues el espacio recubridor
universal no es compacto en general, y no son de grado finito, como es el caso
de π : C → C/Λ, con C/Λ un toro complejo.

120 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

5.4. Caracterización de M(X)


Necesitamos el siguiente resultado.

Teorema 5.4.1. Teorema de separación de Riemann. Sea X una superficie


de Riemann compacta, y p ∈ X. Entonces existe una función ϕ : X → P1
meromorfa tal que ϕ−1 (∞) = p.

Nota 5.4.2. El resultado anterior se puede ver en [FK92, Spr57, Gun66]. En


[For81, p.116] hay una prueba algebraica basada en la definición de género
como dimensión de un grupo de cohomologı́a, y se expresa diciendo que el
cuerpo de funciones meromorfas de una superficie de Riemann separa puntos.
En [Mir95, VI.1.1] se define una curva algebraica como una superficie de
Riemann cuyo cuerpo de funciones meromorfas separa puntos y tangentes.
Ası́, en el teorema [Mir95, VI.1.9], enuncia que toda superficie de Riemann
compacta es una curva algebraica, en el sentido anterior. Posteriormente,
usará Riemann-Roch para probarlo.
Vamos a notar por SRCC a la categorı́a de las superficies de Riemann
compactas. Los morfismos en esta categorı́a son los morfismos de superficies
de Riemann, que por ser compactas, son recubrimientos ramificados.
Notaremos por CK la categorı́a cuyos objeto son las extensiones de C
finitamente generadas, y con grado de trascendencia igual a 1. Los morfismos
son los morfismos de cuerpos que dejan a C invariante.
Nuestro objetivo es probar que estas categorı́as son equivalentes, a través
del funtor F que a cada superficie de Riemann X compacta y conexa le asocia
su cuerpo de funciones meromorfas M(X).
A lo largo de esta sección trataremos con superficies de Riemann com-
pactas.

Proposición 5.4.3. Sean X, Y superficies de Riemann compactas. La apli-


cación que a cada recubrimiento ramificado F : X → Y le asocia el homo-
morfismo de cuerpos F ∗ : M(Y ) → M(X) es inyectiva.

Demostración. Sean F, G : X → Y recubrimientos ramificados, y F ∗ , G∗ :


M(Y ) → M(X) los homomorfismos de cuerpos asociados. Si F 6= G, en-
tonces existe p ∈ X tal que F (p) 6= G(p). Por el teorema de separación de
Riemann, existe ϕ ∈ M(Y ) que tiene un polo en F (p), y G(p) no es polo de
ϕ. Entonces

(ϕ ◦ F )(p) = ϕ(F (p)) = ∞, (ϕ ◦ G)(p) = ϕ(G(p)) 6= ∞,

de donde ϕ ◦ F 6= ϕ ◦ G, esto es, F ∗ (ϕ) 6= G∗ (ϕ).

Depto. de Álgebra 121


Superficies de Riemann

Proposición 5.4.4. Sea F : X → Y un morfismo de Galois entre superficies


de Riemann compactas, y G = Aut(X|Y ). Entonces X/G es isomorfa a Y .

Demostración. La acción de un elemento de G sobre un punto de X está de-


finida por H · p = H(p). Esta acción es holomorfa (evidente), y efectiva.
Consideremos el diagrama
F
X /Y
=
zz
π zzz
z
 zz F̄
X/G
donde F̄ (G · p) = F (p). Esta aplicación está bien definida, porque

G · p = {H(p) | H : X → X automorfismo, F ◦ H = F }, y F (H(p)) = F (p).

La aplicación F̄ es continua y morfismo, porque F̄ ◦π = F es continua y mor-


fismo. Como X/G es compacto, F̄ es un recubrimiento ramificado. Recorde-
mos que π es un recubrimiento ramificado de grado deg(π) = | Aut(X|Y )| =
deg(F ), por lo que deg(F̄ ) = 1. Entonces F̄ es isomorfismo.
Dado F : X → Y morfismo, tenemos el morfismo inyectivo F ∗ : M(Y ) ֒→
M(X), y tiene sentido considerar el grupo de Galois

Gal(M(X)|F ∗(M(Y )) = Aut(M(X)|F ∗(M(Y )))


= {H ∗ : M(X) → M(X) autom. | H ∗ ◦ F ∗ = F ∗ },

es decir, los automorfismos de M(X) que son la identidad sobre F ∗ (M(Y )).

H H∗
X ≃
/X M(X) o ≃ M(X)
} O 9
}}
} tt
F F∗
tt
}} F t
tt ∗
tt F
 ~}}
Y M(Y )

Recordemos que una extensión de cuerpos K|L se dice de Galois si | Aut(K|L)| =


[K : L]. Si K|L es de Galois, el grupo de automorfismos Aut(K|L)| se deno-
mina el grupo de Galois de K|L.

Proposición 5.4.5. La aplicación Φ : Aut(X|Y ) → Aut(M(X)|F ∗(M(Y ))),


definida por Φ(H) = (H ∗ )−1 es un homomorfismo de grupos inyectivo.

Demostración. Por un lado tenemos que Φ(H1 ◦ H2 ) = ((H1 ◦ H2 )∗ )−1 =


(H2∗ ◦ H1∗ )−1 ) = (H1∗ )−1 ◦ (H2∗)−1 . Además, si (H ∗ )−1 = idM(X) , entonces
H ∗ = idM(X) y por la proposición 5.4.3, H = idX .

122 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

Proposición 5.4.6. Sea F : X → Y un morfismo de Galois entre superficies


de Riemann compactas de grado n. Entonces
M(X) es una extensión de Galois de F ∗ (M(Y )),
[M(X) : F ∗ (M(Y ))] = n, y
Aut(M(X)|F ∗(M(Y ))) ≃ Aut(X|Y ).
Demostración. Sea G = Aut(X|Y ), el grupo de automorfismos H de X tales
que F ◦ H = F . Notemos por
(M(X))G = {ϕ ∈ M(X) | H ∗ (ϕ) = ϕ para todo H ∈ G},
es decir, el cuerpo fijo por la acción del grupo G. Vamos a probar que
M(X)G = F ∗ (M(Y )).
Si ψ ∈ M(Y ), entonces F ∗ (ψ) = ψ ◦ F ∈ M(X), y para H ∈ G, se tiene
que ψ ◦ F ◦ H = ψ ◦ F , esto es, F ∗ (ψ) ∈ M(X)G .
Sea ahora ϕ ∈ M(X)G . Esto significa que ϕ : X → P1 es un morfismo
con ϕ ◦ H = ϕ, para todo H ∈ G. Por la invariancia de ϕ por la acción de
G, tiene sentido considerar ϕ̄ : X/G → P1 definida por ϕ̄(p̄) = ϕ(p). Esta
aplicación es morfismo, pues ϕ̄ ◦ π = ϕ. Tenemos el diagrama
ϕ
X / P1
z=
ϕ̄ zzz
π zz
 zz

X/G ≃
/Y

y definimos ψ = ϕ̄ ◦ F̄ −1 . Entonces
F ∗ (ψ) = ψ ◦ F = ϕ,
pues
(ψ ◦ F )(p) = (ϕ̄ ◦ F̄ −1 )(F (p)) = ϕ̄(p̄) = ϕ(p) para todo p ∈ X.
Por el teorema de Artin ([DF04, Thm. 9, p.550], [DF04, corolario 11, p.552],
D.0.8), como F ∗ (M(Y )) es el cuerpo fijo por la acción de un grupo, la ex-
tensión M(X) de F ∗ (M(Y )) es finita y de Galois, con
[M(X) : F ∗ (M(Y ))] = |G| = deg(F ), pues F es de Galois.
Además, la aplicación Φ de la proposición 5.4.5 es biyectiva (igual número
de elementos), y
Aut(M(X)|F ∗(M(Y ))) ≃ Aut(X|Y ).

Depto. de Álgebra 123


Superficies de Riemann

Teorema 5.4.7. Sea F : X → Y un morfismo entre superficies de Riemann


compactas, con n = deg(F ). Entonces

[M(X) : F ∗ (M(Y ))] = n.

Demostración. Por el teorema 5.3.9, existe Z̃ superficie de Riemann compac-


ta, y recubrimientos de Galois Q : Z̃ → Y y H : Z̃ → X tales que F ◦H = Q.
Entonces tenemos los diagramas

H H∗
Z̃ /X M(Z̃) o M(X)
 O :

 uu
Q Q∗ uu
 u
uu ∗
 F
  uu F
Y M(Y )

con Q, H recubrimientos de Galois. Entonces, por la proposición anterior,

[M(Z̃) : Q∗ (M(Y ))] = deg(Q) = deg(F ) deg(H),


h i
M(Z̃) : Q∗ (M(Y )) = [M(Z̃) : H ∗ (M(X))][M(X) : F ∗ (M(Y ))] =
= deg(H)[M(X) : F ∗ (M(Y ))],

y deg(F ) = [M(X) : F ∗ (M(Y ))], como querı́amos probar.

Nota 5.4.8. Se debe tener especial cuidado con la notación. El morfismo


entre cuerpos F ∗ : M(Y ) → M(X) es inyectivo, y permite identificar, como
cuerpos, a M(Y ) y a F ∗ (M(Y ). Consideremos el siguiente ejemplo para
tener cuidado con dicha identificación. El morfismo F : P1 → P1 definido por
F (z) = z d es de grado d, por lo que

[M(P1 ) : F ∗ (M(P1 ))] = d.

Recordemos que M(P1 ) = C(T ), donde la indeterminada T representa la


función identidad. Podemos escribir F ∗ (M(P1)) = C(T d ), por lo que [C(T ) :
C(T d )] = d. Recordemos que esta extensión es como C(T d )-espacios vecto-
riales. Sin embargo, como cuerpos, C(T ) y C(T d ) son isomorfos, a partir del
morfismo de anillos Φ : C(T ) → C(T d ), Φ(T ) = T d (o por la identificación
de C(T ) con F ∗ (C(T )). Por tanto, no podemos escribir [C(T ) : C(T d )] =
[C(T ) : C(T )], pues llegamos a un absurdo.
Otra forma de escribir la extensión es a partir del polinomio mı́nimo de T
sobre C(T d ), que es W d −T d . Este polinomio es irreducible en C(T d )[W ], por
lo que la extensión es isomorfa a C(T d )[W ]/hW d − T d i, como C(T d )-espacio
vectorial.

124 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

Corolario 5.4.9. Si X es una superficie de Riemann compacta, entonces


M(X) es una extensión finitamente generada de C(T ), extensión de C de
grado de trascendencia 1, de la forma C(f )[g], donde f, g : X → P1 .

Demostración. Por el teorema de separación de Riemann, existe f : X → P1


no trivial. Entonces C ֒→ M(X), con f 6∈ C. Como C es algebraicamente
cerrado, f es trascendente sobre C, y C(f ) es una extensión pura de grado de
trascendencia igual a 1. Recordemos que M(P1 ) = C(T ), donde T representa
la función identidad id : P1 → P1 . Entonces la inclusión f ∗ : M(P1 ) ֒→
M(X) indica C(f ) = f ∗ (M(P1 )) ≃ C(T ), y de [M(X) : C(f )] = deg(f )
deducimos que M(X) es una extensión finitamente generada de C(f ) ≃ C(T )
(como cuerpos).

Ejemplo 5.4.10. Consideremos la curva hiperelı́ptica Z asociada a la curva


y 2 = h(x). Recordemos que el morfismo π : Z → P1 asociado a la proyección
sobre la primera componente es de grado 2. Por ello, [M(Z) : π ∗ (M(P1))] =
2. Además, podemos escribir M(Z) = C(π)[ρ], donde ρ es la proyección sobre
la segunda componente.

Depto. de Álgebra 125


Superficies de Riemann

5.5. Curva asociada a una superficie de Rie-


mann
Sea Y superficie de Riemann compacta, y K = M(Y ). Por el teorema de
separación de Riemann, existe f : Y → P1 no constante sobre Y , de grado n.
Definimos entonces
f ∗ : M(P1 ) → M(Y ), con [M(Y ) : f ∗ (M(P1 ))] = n.
Sabemos que M(P1 ) = C(T ), donde T representa la función identidad en la
recta proyectiva compleja, y f ∗ (M(P1 )) = C(f ). Por el teorema del elemento
primitivo aplicado a la extensión de cuerpos anterior, existe g : Y → P1 que
verifica M(Y ) = C(f )[g], y un polinomio irreducible
P (W ) = W n + bn−1 (f )W n + · · · + bn (f ), con bi (f ) ∈ C(f )
tal que P (g) = 0. Si ponemos un denominador común, podemos escribir
Q(Z, W )
P (W ) = , donde Q(Z, W ) ∈ C[Z, W ], G(Z) ∈ C[Z].
G(Z)
Por el lema de Gauss, Q(Z, W ) es irreducible en C[Z, W ], y Q(f, g) = 0.
Escribamos
Q(Z, W ) = an (Z)W n + an−1 (Z)W n−1 + . . . + a0 (Z) ∈ C[Z, W ].
Esto nos da una pista para la construcción de una superficie de Riemann
C̃ tal que su cuerpo de funciones meromorfas sea uno de la forma C(f )[g],
extensión algebraica de C(f ). El paso inicial es definir una curva asociada a la
superficie de Riemann Y , que tendrá como ecuación la dada por el polinomio
mı́nimo Q(Z, W ).
Consideremos la curva afı́n C = V (Q(Z, W )), y tomemos la proyección
π0 : C → C, definida por π0 (x, y) = x. Sabemos que, en general, C no es una
superficie de Riemann, pues no hay garantı́a de que C sea lisa. Como Q(T, W )
es irreducible, C es conexa. Sea Sing(C) el conjunto de puntos singulares
(que es finito). Entonces C − Sing(C) sı́ es una superficie de Riemann, y
π0 : C − Sing(C) → C es un morfismo. Buscamos un subconjunto de C −
Sing(C) donde π0 sea un recubrimiento étale. Para ello, tenemos que eliminar
los puntos donde la derivada parcial respecto a W se anule, pues ahı́ π0
ramifica. Estos puntos vienen definidos por los ceros comunes de Q y de
∂Q/∂W , también conocido como discriminante respecto de W , y viene dado
por un polinomio D(W ). Además, debemos quitar los puntos que eliminen
el término lı́der del polinomio Q(Z, W ). Esto es lo que ya habı́amos visto en
la proposición 5.2.12, que recordamos aquı́.

126 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

Proposición 5.5.1. Sea F ∈ C[x, y] un polinomio irreducible, de la forma

F (x, y) = an (x)y n + · · · + a1 (x)y + a0 (x), an (x) 6= 0.

Consideremos la curva C = {(x, y) ∈ C2 | F (x, y) = 0}, y formemos los


conjuntos
∂F
S0 = {x ∈ C | an (x) = 0}, S1 = {x ∈ C | existe y ∈ C con F (x, y) = 0 = }.
∂y

Si π : C → C es la proyección π(x, y) = x, entonces la restricción

π : π −1 (C − (S0 ∪ S1 )) → C − (S0 ∪ S1 )

es un recubrimiento étale de grado n.

Sea S0 = C∞ − ({a ∈ C | an (a) = 0} ∪ {a ∈ C | D(a) = 0} ∪ {∞}).


Entonces la aplicación
π0 : π0−1 (S0 ) → S0
es un recubrimiento étale de grado n. Es claro que C0 = π −1 (S0 ) ⊂ C −
Sing(C) es un abierto de C − Sing(C), por lo que es superficie de Riemann.

Lema 5.5.2. Para todo p ∈ Y0 = f −1 (S0 ) se tiene que g(p) ∈ C, esto es, g
no tiene polos en Y0 .

Demostración. Si p fuera polo de g, entonces 1/g(p) = 0. De la relación


algebraica,
an (f )g n + . . . + a1 (f )g + a0 (f ) = 0,
se sigue que
1 1
an (f ) + . . . + a1 (f ) + a0 (f ) = 0,
g n−1 gn
y al evaluar en el punto p obtenemos que an (f (p)) = 0, lo que es falso en
Y0 .

Proposición 5.5.3. Sea Y0 = f −1 (S0 ), que es abierto de Y , y f0 = f|Y0 .


Entonces la aplicación m0 : Y0 → C0 definida por m0 (p) = (f (p), g(p)) es un
isomorfismo de superficies de Riemann, que hace conmutativo el diagrama
m0
Y0 ∼
/ C0
}}
f0 }}
}}} π0
 }
~
S0

Depto. de Álgebra 127


Superficies de Riemann

Demostración. Por el lema anterior, m0 está bien definida (recordemos que


también se tiene f (p) ∈ S0 ⊂ C). Por otro lado,

an (f (p))g(p)n + . . . + a1 (f (p))g(p) + a0 (p) = 0,

por lo que m0 (p) ∈ C0 . Por construcción, el diagrama


m0
Y0 / C0
}}
f0 }}
}} π
~} 0
 }
S0

es conmutativo. Además, f0 y π0 son morfismos, por lo que m0 también lo es.


El grado de π0 es n, por la construcción, y f es un recubrimiento ramificado
de grado
[M(Y ) : f ∗ (M(P1 ))] = n, de donde deg(f0 ) = n.
Por la fórmula del grado, deg(m0 ) = 1, y esto significa que m0 es isomorfismo.

5.6. Superficie de Riemann de un cuerpo


El primer objetivo es demostrar que si dos superficies de Riemann com-
pacta tienen cuerpos de funciones meromorfas isomorfos, entonces las super-
ficies son isomorfas.

Teorema 5.6.1. Sean X e Y superficies de Riemann compactas.

1. Si F, G : X → Y son morfismos distintos, entonces los morfismos de


cuerpos inducidos F ∗ , G∗ : M(Y ) → M(X) son diferentes.

2. Si ϕ : M(Y ) → M(X) es un morfismo de cuerpos, entonces existes


F : X → Y tal que F ∗ = ϕ.

Demostración. 1. Es la proposición 5.4.3.

2. Consideremos entonces X, Y superficies de Riemann con M(X) =


C(f )[g] extensión finita de C(f ), donde f, g : Y → P1 son funciones
meromorfas, y g es algebraico sobre C(f ), con Q(f, g) = 0 la rela-
ción polinomial. Sea ϕ : M(Y ) → M(X) un morfismo (inyectivo)
de cuerpos, y f ′ = ϕ(f ). Como f es no constante, dado que f 6∈ C,
tenemos que ϕ(f ) 6∈ C, o lo que es lo mismo, f ′ : X → P1 no es

128 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

constante. Análogamente obtenemos g ′ = ϕ(g) ∈ M(X). Nuestro ob-


jetivo es definir un morfismo F : X → Y tal que F ∗ = ϕ, esto es, que
F ∗ (f ) = f ′ , F ∗ (g) = g ′ .
Por el teorema anterior, podemos encontrar un diagrama conmutativo
m0
Y0 ∼
/ C0
}}
f0 }}
}}} π0
~
 }
S0
donde m0 es isomorfismo de un abierto de Y sobre un abierto denso de
una curva, y S0 es un subconjunto de P1 .
Sea X0 = (f ′ )−1 (S0 ), y definimos la aplicación
λ0 : X0 → C0
p 7→ (f ′ (p), g ′(p)).
Notemos que
Q(f ′ , g ′ ) = Q(ϕ(f ), ϕ(g)) = ϕ(Q(f, g)) = 0,
por lo que la imagen de λ0 está en C. Recordemos que S0 se obtenı́a
de P1 quitando los puntos ∞, las primeras coordenadas de los puntos
singulares (caracterizados por el discriminante), y los puntos que anulen
el término lı́der del polinomio Q. Por ejemplo, si (f ′(p), g ′ (p)) fuera
punto singular, entonces
∂Q ′ ∂Q ′
Q(f ′ (p), g ′(p)) = 0, (f (p), g ′(p)) = 0, (f (p), g ′(p)) = 0,
∂x ∂y
de donde
∂Q ′ ∂Q ′
ϕ(Q(f (p), g(p))) = 0, ϕ( (f (p), g ′(p))) = 0, ϕ( (f (p), g ′(p))) = 0,
∂x ∂y
y como ϕ es inyectivo, (f (p), g(p)) serı́a punto singular. Análogo para
los restantes.
Dado que Q(f ′ , g ′) = 0 y X0 = (f ′ )−1 (S0 ), la función g ′ no puede tener
polos en X0 , y entonces λ0 es un morfismo. Definimos F0 : X0 → Y0
como F0 = m−1 0 ◦ λ0 . Consideremos los diagramas

m0 λ0
Y0 A / C0 o X0
AA |
AA π0 ||
||
f0 AA | ′
 ~|| f0
S0

Depto. de Álgebra 129


Superficies de Riemann

que son conmutativos, por lo que


F0
Y0 o X0
}
f0
}}
}}} ′
 ~}} f0
S0
es conmutativo, y es un morfismo de recubrimientos. Por el teorema de
prolongación, F0 se prolonga de forma única a un diagrama
F
Y o X
}}
f }}}
}
 ~}} f ′
P1
con f ◦ F = f ′ . Queremos probar que F ∗ = ϕ. Ya tenemos que F ∗ (f ) =
f ′ , y nos falta que g ′ = F ∗ (g). Sea π ′ : C0 → C la proyección sobre la
segunda componente. Entonces el diagrama
X0 @@ g′
F0
} @@ |X0
}}
}}} λ0 @@
@@
~}}m  ′
Y0
0
/ C0 π / C

es conmutativo, y como g|Y0 = π ′ ◦ m0 , tenemos que g|Y0 ◦ F0 = g|X



0
.
Por densidad, F ∗ (g) = g ′ .

Corolario 5.6.2. Sean X, Y superficies de Riemann compactas, con cuer-


pos de funciones meromorfas isomorfos M(X) ≃ M(Y ). Entonces X es
isomorfa a Y .
Demostración. Sea ϕ : M(Y ) → M(X) un isomorfismo de cuerpos, y ψ =
ϕ−1 . Entonces existen F : X → Y, G : Y → X morfismos de superficies de
Riemann tales que F ∗ = ϕ, G∗ = ψ. Ya que tenemos que
(F ◦ G)∗ = ψ ◦ ϕ = idM(Y ) ,
se deduce que F ◦ G = idY . Análogamente, G ◦ F = idX , por lo que F es un
isomorfismo.
Lema 5.6.3. [Gir70, Lema 6.8.2] Sea f una función meromorfa en el disco
D, y g0 una función holomorfa en D∗ . Supongamos que existe una relación
de la forma
a0 (f )g0n + · · · + an (f ) = 0,
donde cada ai es una función meromorfa en D. Entonces g0 se extiende a
una función meromorfa en D.

130 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

Demostración. Si f es una función meromorfa, podemos suponer, multipli-


cando por una potencia adecuada de la variable, que f es holomorfa. Si
escogemos cartas adecuadas, podemos incluso poner que f = z e . Entonces

a0 (z e )g0n + · · · + an (z e ) = 0,
e
con cada ai holomorfa. Sea r ∈ N tal que a0z(zr ) tiende a un lı́mite finito no
nulo cuando z → 0. Si z r g0 no está acotada en un entorno de z = 0, existe
una sucesión {zk } que tiende a cero y zkr g0 (zk ) tiende a infinito. Entonces

a0 (zke ) a1 (zke ) an (zke )


+ + · · · + → e′ 6= 0,
zkr zkr g0 (zk ) zkr g0 (zk )n

cuando k → ∞, lo que es absurdo. Entonces g0 se puede definir de forma


meromorfa en 0.

Teorema 5.6.4. Sea K un cuerpo de la forma C(ξ)[η], extensión algebraica


finita de C(ξ), con ξ ∈ K − C trascendente. Entonces existe una superficie
de Riemann compacta tal que M(X) ≃ K.

Demostración. Sea Q(Z, W ) ∈ C[Z, W ] el polinomio asociado al polinomio


mı́nimo de η sobre C(ξ), y n = [K : C(ξ)] el grado de la extensión. Formamos
C0 la superficie de Riemann asociada a V (Q), y π0 el recubrimiento étale
π0 : C0 → S0 asociado a la proyección sobre la primera componente. Entonces
deg π0 = n, y por el teorema de extensión, existe X superficie de Riemann
compacta y π ′ : X → P1 que extiende a π0 , con deg π ′ = n. Además, M(X) es
una extensión finita de C(π ′ ) de grado n. Queremos probar que M(X) ≃ K.
Consideremos la proyección π1 : C0 → C sobre la segunda componente,
que es un recubrimiento ramificado. Como Q(π0 , π1 ) = 0, π1 se prolonga a una
función meromorfa π ′′ : X → P1 , por el lema anterior, pues se prolonga de
forma meromorfa a los puntos que añadimos a C0 para construir X (compare
con [DD79, apdo. 6.2.8]).
Si π0′ (p) = ∞, estudiamos lo que ocurre en 0 en la relación Q(1/z, w) = 0,
que se transforma en un polinomio G(z, w) = 0. En cualquier caso, obtenemos
a lo más un polo para π ′′ en p.
Tenemos entonces

C(π ′ ) ⊂ C(π ′ )[π ′′ ] ⊂ M(X),

y [M(X) : C(π ′ )] = n = [C(π ′ )[π ′′ ] : C(π ′ )], por lo que son iguales. Como
C(π ′ )[π ′′ ] ≃ C(ξ)[η], pues verifican el mismo polinomio mı́nimo, tenemos el
resultado.

Depto. de Álgebra 131


Superficies de Riemann

Proposición 5.6.5. Sea X = C/Λ un toro complejo y definimos las funcio-


nes f, g : X → P1 dadas por
 
(1 : ℘(u)) si u 6∈ Λ, (1 : ℘′ (u)) si u 6∈ Λ,
f (u + Λ) = , g(u + Λ) = .
(0 : 1) si u ∈ Λ. (0 : 1) si u ∈ Λ.

Entonces f y g son funciones meromorfas, con deg(f ) = 2, y M(X) =


C(f )[g].

Demostración. Como el grado de f es igual a 2, tenemos que [M(X) :


f ∗ (C(Z))] = 2, y f ∗ (C(Z)) = C(f ). Como gyf verifican una ecuación de
la forma g 2 = h(f ), con h(Z) un polinomio irreducible de grado 3, se tie-
ne que [C(f )[g] : C(f )] = 2, y de C(f ) ⊂ C(f )[g] ⊂ M(X), tenemos la
igualdad.

Corolario 5.6.6. Sea X = C/Λ un toro complejo, y CΛ la curva proyectiva


definida por x0 x22 = 4x31 − g2 x1 x20 − g3 x30 , donde g2 , g3 son los invariantes
asociados al retı́culo Λ. Entonces X es isomorfa a CΛ .

Demostración. La parte afı́n de CΛ está parametrizada por x = ℘(u), y =


℘′ (u), con u + Λ ∈ X. Entonces M(CΛ ) = C(x)[y] ≃ C(f )[g], de donde
X ≃ CΛ .

132 Depto. de Álgebra


Capı́tulo 6

Toros complejos

6.1. Morfismos entre toros complejos


6.1.1. Caracterización
Sean Λ1 y Λ2 retı́culos en C, que definen a los toros complejos X = C/Λ1
y Y = C/Λ2 . Sea ahora F : X → Y un morfismo. La fórmula de Hurwitz nos
dice que F es no ramificado (luego étale), y F : X → Y es una aplicación
recubridora en el sentido topológico. Por tanto, también lo es la composición
F ◦ π : C → X → Y . Como el dominio es simplemente conexo, tiene que
ser isomorfo, como espacio recubridor, al espacio recubridor universal de Y ,
que es π : C → Y . Existe entonces un único homeomorfismo G : C → C y un
diagrama conmutativo
G
C / C .
π1 π2
 
F
X / Y
La aplicación G también es un morfismo, porque las otras aplicaciones del
diagrama son morfismos étale. Por tanto, G es un isomorfismo, y tiene que ser
de la forma G(z) = γz + β, con γ 6= 0. Sea ω ∈ Λ1 . Entonces π1 (ω) = 0 + Λ1 ,
y

F (π1 (ω)) = F (0 + Λ1 ) = π2 (G(0)) = β + Λ2 ,


F (π1 (ω)) = π2 (G(ω)) = γω + β + Λ2 .

Entonces γω + β + Λ2 = β + Λ2 , de donde γω ∈ Λ2 . En consecuencia, si


F es un morfismo, existe γ ∈ C∗ tal que γΛ1 ⊂ Λ2 , y este γ es único, por
F F
la unicidad de G. Si C/Λ1 →1 C/Λ2 →2 C/Λ3 son morfismos con constantes

133
Superficies de Riemann

asociadas γ1 , γ2 ∈ C∗ , entonces F2 ◦ F1 es un morfismo de constante asociada


γ2 γ1 .
Si F es un isomorfismo, entonces sea γ ′ la constante no nula asociada a
−1
F . Como la identidad tiene constante asociada igual a 1, se deduce que
γγ ′ = 1. Entonces, si F es isomorfismo tenemos que γΛ1 ⊂ Λ2 , γ ′ Λ2 ⊂ Λ1 , de
donde γγ ′ Λ2 ⊂ γΛ1 ⊂ Λ2 , esto es, γΛ1 = Λ2 .
Recı́procamente, si γΛ1 = Λ2 , consideremos la aplicación H(z) = γ −1 (z −
β), que induce una aplicación F ′ : C/Λ2 → C/Λ1, que es la inversa de F .

Proposición 6.1.1. Sean X = C/Λ1 , Y = C/Λ2 dos toros complejos. En-


tonces un morfismo F : X → Y está inducido por una aplicación lineal
G : C → C de la forma G(z) = γz + β, donde γ ∈ C es tal que γΛ1 ⊂ Λ2 . La
constante β se pude tomar igual a cero si y solamente si F (0 + Λ1) = 0 + Λ2 .
En este caso, F es un morfismo de grupos. El morfismo F es isomorfismo si
y solamente si γΛ1 = Λ2 . En general, F es un recubrimiento étale de grado
igual al orden del grupo cociente Λ2 /γΛ1 .

Demostración. F es un recubrimiento étale, porque π1 , π2 y G lo son. En-


tonces deg(F ) = card F −1 (0 + Λ2 ). Consideremos la aplicación

Φ: F −1 (0 + Λ2 ) → Λ2 /γΛ1
z + Λ1 7→ γz + β + γΛ1 .

Está bien definida y es biyectiva, con lo que tenemos el resultado.

Corolario 6.1.2. Aut(X|Y ) ≃ Λ2 /γΛ1 y F es de Galois.

Demostración. Sea H : X → X un automorfismo tal que F ◦ H = F .


Entonces H está inducido por una aplicación h : C → C de la forma h(z) =
λz + a, y
γz + Λ2 = γ(λz + a) + Λ2 para todo z ∈ C.

Pero esto significa que γ(1 − λ)z − γa ∈ Λ2 , para todo z ∈ C, y Λ2 es un


conjunto discreto. La única posibilidad es que λ = 1, por lo que γa ∈ Λ2 .
Consideremos entonces la aplicación

Ψ: Aut(X|Y ) → Λ2 /γΛ1
H 7→ γa + γΛ1 .

Es un homomorfismo de grupos biyectivo, y esto implica que | Aut(X|Y )| =


deg(F ), por lo que F es de Galois.

134 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

6.1.2. Parametrización
Vamos a estudiar un poco más los isomorfismos entre toros complejos. Sea
F : X → Y un isomorfismo entre toros complejos. La condición γΛ1 = Λ2
se puede escribir en forma matricial de la forma siguiente. Si Λ1 = Zω1 +
Zω2 , Λ2 = Zω1′ + Zω2′ , la relación γΛ1 ⊂ Λ2 es equivalente a que existan
a1 , a2 , b1 , b2 ∈ Z tales que

γω1 = a1 ω1′ + a2 ω2′ ,


γω2 = b1 ω1′ + b2 ω2′ ,

que es lo mismo que


    
ω1 a1 a2 ω1′
γ = .
ω2 b1 b2 ω2′

Como F es isomorfismo, entonces existen a′1 , a′2 , b′1 , b′2 ∈ Z tales que
   ′  
1 ω1′ a1 a′2 ω1
= .
γ ω2′ b′1 b′2 ω2

En resumen, si ω = (ω1 , ω2 )t , ω ′ = (ω1′ , ω2′ )t , entonces


1
γω = Aω ′ , ω ′ = A′ ω.
γ
Como ω1 , ω2 son linealmente independientes como vectores en R2 , esto sig-
nifica que A′ = A−1 , por lo que det(A) = ±1. Si intercambiamos ω1 por ω2 ,
podemos suponer que det(A) = 1, esto es, que A ∈ SL2 (Z).
Dado un toro complejo X, vamos a estudiar su grupo de automorfismos.
Si F : X → X es un automorfismo, entonces existe γ ∈ C∗ tal que γΛ1 = Λ1 ,
o bien, existe A matriz de determinante ±1 tal que Aω = γω. Entonces γ
es autovalor de A, y por tanto |γ|2 = | det(A)| = 1. Además, γ es raı́z de la
unidad. Consideremos la sucesión {γ k ω1 } ⊂ Λ1 . Si todos sus elementos fueran
distintos, entonces serı́a un conjunto acotado infinito dentro de un conjunto
discreto, lo cual no es posible. Entonces tiene que repetirse en algún k0 , de
donde existe k tal que γ k = 1.
Si F1 y F2 son dos automorfismos definidos por

F1 (z + Λ1 ) = γ1 z + β1 + Λ1 , F2 (z + Λ1 ) = γ2 z + β2 + Λ1

y F1 = F2 , entonces γ1 z + β1 + Λ1 = γ2 z + β2 + Λ1 para todo z ∈ C. Si z = 0,


entonces β1 + Λ1 = β2 + Λ1 , de donde

(γ1 − γ2 )z ∈ Λ1 para todo z ∈ C.

Depto. de Álgebra 135


Superficies de Riemann

Como Λ1 es discreto, se tiene que γ1 = γ2 . En consecuencia,


Aut(X) = {z + Λ1 7→ γz + β, γΛ1 = Λ1 , β ∈ C/Λ1 }.
Vamos a determinar los valores de γ que verifican lo anterior. Siempre pode-
mos tener γ = ±1, y todos los toros complejos tienen estos automorfismos.
Supongamos que γ no es real, y sea λ de módulo mı́nimo en Λ1 − 0. En-
tonces γλ también será de módulo mı́nimo, linealmente independiente sobre
R con γ, por lo que Λ1 = Zλ + Zγλ.
Como γ 2 λ está también en Λ1 , podemos escribir γ 2 λ = mγλ + nλ para
ciertos enteros m, n. Si dividimos por λ, observamos que γ verifica la ecuación
cuadrática z 2 − mz − n = 0. Las únicas raı́ces de la unidad que satisfacen
ecuaciones cuadráticas son las raı́ces cúbicas, cuartas y sextas. Las cúbicas
las podemos incluir en éstas últimas. Por tanto, podemos suponer que γ = i
o bien que γ = exp(πi/3).
En el primer caso, Λ1 es un retı́culo cuadrado, con generadores ortogonales
λ y iλ de la misma longitud. En el segundo caso, Λ1 es un retı́culo hexagonal,
con generadores de la misma longitud separados por un ángulo π/3.
Nota 6.1.3. Esta parte es la propuesta como ejercicio en [JS87, ej. 4Q, 3G,
3H].
Proposición 6.1.4. Sea X = C/Λ1 un toro complejo. Entonces el grupo de
automorfismos de X es de la forma:
1. si Λ1 es un retı́culo cuadrado,
Aut(X) = {z 7→ γz + β, γ 4 = 1, β ∈ X},

2. si Λ1 es un retı́culo hexagonal,
Aut(X) = {z 7→ γz + β, γ 6 = 1, β ∈ X},

3. en otro caso,
Aut(X) = {z 7→ γz + β, γ = ±1, β ∈ X}
.
Si notamos por Aut0 (X) a los automorfismos de X que dejan fijo a 0 + Λ,
tenemos que
Aut0 (X) ≃ Z/4Z si Λ es cuadrado;
Aut0 (X) ≃ Z/6Z si Λ es hexagonal;
Aut0 (X) ≃ Z/2Z en otro caso.

136 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

En particular, el toro complejo definido mediante un retı́culo cuadrado


no es isomorfo al definido por un retı́culo hexagonal. Por tanto, existen toros
complejos que no son isomorfos, a pesar que desde el punto de vista topológico
son homeomorfos como superficies de género 1.
Vamos a expresar las clases de isomorfı́a de otra forma. El toro complejo
C/Λ, con Λ = Zω1 + Zω2 es isomorfo a un toro Xτ definido por el retı́culo
Λτ = Z1 + Zτ , donde Im(τ ) > 0. Basta considerar como factor γ = 1/ω1 ,
que aplica Λ en el retı́culo generado por 1 y ω2 /ω1 . Si este cociente está en el
semi-plano superior H, este valor es τ . En otro caso, tomamos τ = −ω2 /ω1 .
Ahora plantemos el problema de cuándo Xτ y Xτ′ son isomorfos. Como
hemos visto, tiene que existir γ ∈ C tal que γΛτ = Λτ ′ . Esto es equivalente a
que γ y γτ generen Λτ ′ . Para que estén en Λτ ′ , tienen que existir a, b, c, d ∈ Z
tales que
γ = c + dτ ′ , γτ = a + bτ ′ .
Si eliminamos γ de estas ecuaciones, nos queda que
a + bτ ′
τ= .
c + dτ ′
Además, para que γ y γτ generen Λτ ′ tiene que ocurrir que ad − bc = ±1 (la
relación sea invertible). Como las partes imaginarias de τ y τ ′ son positivas,
tiene que ser ad − bc = 1. Podemos concluir entonces que Xτ y Xτ′ son
isomorfos si y solamente si existe una matriz
 
a b
∈ SL2 (Z)
c d
a+bτ ′
tal que τ = c+dτ ′.

El grupo SL2 (Z) actúa sobre el semi-plano H mediante la correspondencia


a + bτ
τ 7→ ,
c + dτ
y las clases de isomorfı́a del toro complejo están en correspondencia biyectiva
con los puntos del espacio de órbitas H/ SL2 (Z).
El conjunto de las transformaciones de Möbius de la forma
a + bτ ′
τ= ,
c + dτ ′
con ad − bc = 1 se denomina grupo modular.
Este espacio de órbitas es isomorfo a C a través de la función modular J
[Apo90].
Por último, la proposición 6.1.4 se puede expresar de la siguiente forma:

Depto. de Álgebra 137


Superficies de Riemann

Proposición 6.1.5. Consideremos el toro complejo Xτ , y sea j raı́z cúbica


primitiva de la unidad. Entonces
1. Si τ 6∈ Q(i), Q(j), entonces

Aut(Xτ ) = {z 7→ γz + β, γ = ±1, β ∈ Xτ }.

2. Si τ ∈ Q(i), entonces

Aut(Xτ ) = {z 7→ γz + β, γ 4 = 1, β ∈ Xτ }.

3. Si τ ∈ Q(j), entonces

Aut(Xτ ) = {z 7→ γz + β, γ 6 = 1, β ∈ Xτ }.

Como se comenta en [Pal05, RS9, p. 2], el espacio de moduli para género


1 es de dimensión 1.

6.2. Isomorfismo con el toro complejo


A partir del retı́culo Λ podemos construir el toro complejo asociado X =
C/Λ. Observemos que la función ℘ : X → P1 es una función meromorfa sobre
el toro complejo; está bien definida por el carácter elı́ptico de la función ℘.
Vamos a probar que existe una estrecha relación entre toro X y la curva CΛ .

Proposición 6.2.1. La aplicación u : C/Λ → CΛ definida como



(1 : ℘(z) : ℘′ (z)) si z 6∈ Λ,
u(z + Λ) =
(0 : 0 : 1) si z ∈ Λ

es un homeomorfismo.
Demostración. Probaremos que u es una biyección, y que tanto u como u−1
son aplicaciones continuas.
Verifiquemos que u es inyectiva. Supongamos que z, w ∈ C − Λ, y u(z) =
u(w). Entonces ℘(z) = ℘(w) y ℘′ (z) = ℘′ (w), y por la proposición C.3.9,
sabemos que
z ∈ Λ ± w.
Queremos probar que z ∈ Λ + w. Supongamos que z ∈ Λ − w. Como ℘′ es
impar y elı́ptica, tenemos que

℘′ (z) = −℘′ (w).

138 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

Pero como ℘′ (z) = ℘′ (w), se tiene que ℘′ (z) = ℘′ (w) = 0. Por la ecuación
diferencial, un cero de ℘′ tiene que ser alguno de los ei , es decir,

℘(w) = ei para algún i = 1, 2, 3.

Entonces
1
w ∈ Λ,
2
y esto implica que
Λ − w = Λ + w.
Por tanto, z ∈ Λ + w, y hemos probado la inyectividad.
Veamos ahora que u es sobreyectiva, y para ello consideremos un punto
(a0 : a1 : a2 ) ∈ CΛ . Si a0 = 0, la condición de ser un punto de CΛ obliga a
que a1 = 0, y por tanto es el punto (0 : 0 : 1), que está en la imagen de u.
Supongamos entonces que a0 = 1. Por la proposición C.3.9, existe z ∈ C
tal que
℘(z) = a1 .
Esto implica, por (1 : a1 : a2 ) ∈ CΛ y la ecuación diferencial, que

℘′ (z)2 = 4℘(z)3 − g2 ℘(z) − g3 = 4a31 − g2 a1 − g3 = a22 ,

de donde ℘′ (z) = ±a2 . Como ℘′ es una función impar, tenemos que

u(Λ + z) = (1 : a1 : a2 ) o bien u(Λ − z) = (1 : a1 : a2 ).

Esto prueba que u es sobreyectiva.


Como ℘ y ℘′ son holomorfas en C − Λ, es claro que u es continua excepto
posiblemente en Λ + 0. Como ℘ y ℘′ tienen polos de multiplicidad 2 y 3 en
0, respectivamente, podemos escribir
1 1
℘(z) = 2
g(z), ℘′ (z) = 3 h(z),
z z
donde g y h son funciones holomorfas en 0, y g(0) 6= 0, h(0) 6= 0. Entonces,
para z en un entorno suficientemente pequeño de 0, se verifica que

u(z + Λ) = (1 : ℘(z) : ℘′ (z)) = (z 3 : zg(z) : h(z)),

y esta expresión tiende a (0 : 0 : 1) cuando z tiende a 0. Por tanto, u es


continua en 0 + Λ.
Tenemos ası́ que u es una aplicación biyectiva y continua entre un espacio
compacto y un espacio Hausdorff. Entonces u es cerrada, y es un homeomor-
fismo.

Depto. de Álgebra 139


Superficies de Riemann

Ahora damos un paso más. Hemos visto que estos conjuntos son, desde
el punto de vista topológico, iguales. Queremos compararlos ahora como su-
perficies de Riemann, para lo que necesitamos las cartas definidas en cada
uno de ellos.

Proposición 6.2.2. El homeomorfismo u : C/Λ → CΛ definido como



(1 : ℘(z) : ℘′ (z)) si z 6∈ Λ,
u(z + Λ) =
(0 : 0 : 1) si z ∈ Λ

es holomorfa, y es entonces un isomorfismo.

Demostración. Debemos verificar que si w + Λ ∈ C/Λ es un punto del toro


complejo, entonces

ψβ ◦ u ◦ φ−1 −1
α : φα (Uα ∩ u (Wβ )) → Yβ

es una función compleja holomorfa, para cartas φα : Uα → Vα en C/Λ y


ψβ : Wβ → Yβ en la curva CΛ , tales que w + Λ ∈ Uα y u(w + Λ) ∈ Wβ .
Recordemos que φα es la inversa de la proyección

π : Vα → Uα = π(Vα ),

donde Vα es un disco suficientemente pequeño en C (no contenga puntos que


vaya a la misma clase de equivalencia). Entonces φ−1α = π : Vα → Uα .

Si w 6∈ Λ, entonces u(w + Λ) = (1 : ℘(w) : ℘ (w)), y la carta ψβ en la
curva CΛ puede ser

π01 (x0 , x1 , x2 ) = x1 /x0 o bien π02 (x0 , x1 , x2 ) = x2 /x0 .

Ası́, ψβ ◦ u ◦ φ−1 ′
α es la restricción de ℘ o ℘ , y ambas son holomorfas en un
entorno de w.
Si w ∈ Λ, entonces u(w + Λ) = (0 : 0 : 1). La curva afı́n asociada para
x2 6= 0 está definida por Q2 : x0 = x31 − g2 x1 x20 − g3 x30 , y

∂Q2
(0 : 0 : 1) 6= 0.
∂x0

Entonces la carta en la curva afı́n es πx1 , que se traduce en la curva proyectiva


como π21 (x0 , x1 , x2 ) = x1 /x2 . Entonces

−1 ℘(z)/℘′ (z) si z 6∈ Λ,
ψβ ◦ u ◦ φα =
0 si z ∈ Λ.

140 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

Se trata de ver que esta función es holomorfa en 0. Por la doble periodicidad,


será holomorfa en cualquier punto de Λ. En un entorno de 0 podemos escribir
1 1
℘(z) = 2
g(z), ℘′ (z) = 3 h(z),
z z
donde g y h son funciones holomorfas en 0, y g(0) 6= 0, h(0) 6= 0. Entonces

℘(z) g(z)

=z ,
℘ (z) h(z)

que tiende a 0 cuando z → 0. Por tanto, es holomorfa.

Teorema 6.2.3. Sean Λ y Λ̃ retı́culos en el plano complejo C, y consideremos


los toros complejos respectivos X = C/Λ y X̃ = C/Λ̃, y C y C̃ cúbicas no
singulares proyectivas definidas por las ecuaciones

C : x22 x0 = 4x31 − g2 x1 x20 − g3 x30 , C̃ : x22 x0 = 4x31 − g̃2 x1 x20 − g̃3 x30 .

Son equivalentes:

1. X y X̃ son isomorfos.

2. Λ = aΛ̃ para algún a ∈ C − {0}.

3. J(Λ) = J(Λ̃), donde

g2 (Λ)3
J(Λ) = .
g2 (Λ)3 − 27g3 (Λ)2

6.2.1. Ramificación
El problema que estudiamos aquı́ es el estudio de la ramificación de la
aplicación cociente π : X → X/G cuando X es un toro complejo, y G un
grupo finito de automorfismos de X. En principio, podemos tener g(X/G) =
1, 0.

Caso g(X/G) = 1. Lo que tenemos es un morfismo entre toros, por lo


que no hay ramificación, esto es, k = 0. Tenemos un ejemplo con un
toro cualquiera X = C/Λ, y a ∈ C − Λ tal que existe un entero n ≥ 2
con na ∈ Λ. Consideramos φ(z + Λ) = z + a + Λ, que es una traslación,
y el grupo G = hφi, que es finito. La proyección π : X → X/G no tiene
ramificación (si z + ma + Λ = z + Λ, para m ≤ |G|, entonces ma ∈ Λ,
lo que implica que m = |G|, y obtenemos la identidad.

Depto. de Álgebra 141


Superficies de Riemann

Caso g(X/G) = 0. La fórmula de Hurwitz queda

Xk  ! X k  
1 1
0 = |G| −2 + 1− ⇒ 1− = 2.
i=1
ri i=1
ri

Por el lema 4.4.1, para g(X/G) = 0 tenemos las siguientes posibilidades:

k = 3, {ri } = {2, 3, 6}, {2, 4, 4}, {3, 3, 3}.

k = 4, {ri } = {2, 2, 2, 2}.

Vamos a comprobar que cada uno se da con algún ejemplo.

1. Sea X = C/Λ un toro complejo, y consideremos el automorfismo de X


dado por σ(z + Λ) = −z + Λ. El grupo G2 = hσi tiene dos elementos, y
calculamos los puntos de ramificación de la proyección π : X → X/G2.
Buscamos los puntos p ∈ X con estabilizador Gp no trivial, que tiene
que coincidir con G2 . Por tanto, tenemos que calcular los puntos dobles
de σ, y resolver σ(z + Λ) = z + Λ. Entonces
1 1 1 1
2z ∈ Λ = Zω1 + Zω2 ⇒ z = 0, ω1 , ω2 , ω1 + ω2 .
2 2 2 2
Obtenemos cuatro puntos de ramificación, todos con ı́ndice igual a 2.
Por la fórmula de Hurwitz, no queda que g(X/G2) = 0. La órbita de
cada uno de estos puntos contiene un solo elemento:

G2 · (0 + Λ) = {0 + Λ}, G2 · ( 12 ω1 + Λ) = { 12 ω1 + Λ},
G2 · ( 12 ω2 + Λ) = { 12 ω2 + Λ}, G2 · ( 12 ω1 + 12 ω2 + Λ) = { 12 ω1 + 12 ω2 + Λ}.

Tenemos ası́ cuatro puntos rama, y sobre cada uno de ellos se aplica un
único punto de ramificación de ı́ndice 2. Este es el caso k = 4, {ri } =
(2, 2, 2, 2).

2. Sea X = C/Λ, donde Λ = Z · 1 + Z · i, y consideremos el automorfismo


de X definido como φ(z + Λ) = iz + Λ. El grupo G4 = hφi tiene cuatro
elementos, y consideramos la proyección π : X → X/G4 . Los puntos de
ramificación de π son los que tienen un estabilizador no trivial, que se
corresponden con los puntos dobles de φ y φ2 .

a) Si φ(z + Λ) = z + Λ, entonces
m1 − m2 m1 + m2
(i − 1)z = m1 + m2 i ⇒ z = +i .
2 2
142 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

Si m1 y m2 son de la misma paridad, entonces obtenemos el punto


0 + Λ, y y3 = G4 · (0 + Λ) = {0 + Λ}. En otro caso, obtenemos el
punto 21 + i 12 + Λ, con órbita y2 = G4 · ( 12 + i 21 + Λ) = { 12 + i 12 + Λ}.
Tenemos ası́ dos puntos de ramificación, cada uno de ellos con
ı́ndice igual a 4.
b) Si φ2 (z + Λ) = z + Λ, entonces
1 1
2z = m1 + m2 i ⇒ z = m1 + i m2 .
2 2
Como es lógico, los puntos dobles de φ se obtienen aquı́ también,
y los nuevos son
1 1
+ Λ, i + Λ,
2 2
con órbitas coincidentes:
1 1 1 1
G4 · ( + Λ) = { + Λ, i + Λ} = G4 · ( i + Λ} = y1 .
2 2 2 2

En resumen, tenemos tres puntos rama y1 , y2 , y3 (caso k = 3), y los


puntos de ramificación correspondientes tienen ı́ndices 2, 4, 4.

3. Sea X = C/Λ, con Λ = Z · 1 + Z · τ , y τ = exp(πi/3). Sea φ3 el


automorfismo de X dado por φ(z + Λ) = ωz + Λ, y ω = exp(2πi/3).
El grupo G3 = hφ3 i tiene orden 3. Los puntos de ramificación de la
proyección π : X → X/G3 se corresponden con los puntos dobles de
φ3 .

φ3 (z + Λ) = z + Λ ⇒ ωz + Λ = z + Λ
⇒ (−1 + ω)z = m1 + m2 τ
1 τ
⇒z= m1 + m2 .
−1 + ω −1 + ω
La expresión anterior la queremos expresar en la forma α + βτ , con
α, β ∈ Q, de forma que podamos conseguir restricciones numéricas
sobre m1 y m2 . Si desarrollamos en parte real e imaginaria, e igualamos,
nos queda el sistema
 1 
−√ m
2 1
= α + 21√β, α = −m13+m2 ,
√ ⇒
− 63 m1 − 33 m2 = 2
3
β. β = −m1 −2m 3
2
.

El resto módulo 3 de −m1 + m2 y el de −m1 − 2m2 es el mismo, por


lo que tenemos lo siguiente:

Depto. de Álgebra 143


Superficies de Riemann

−m1 +m2 ≡ 0 mód 3. Entonces el punto es p0 = 0+Λ, y ep0 (π) =


3, con G3 · p0 = {p0 } = y1 .
−m1 + m2 ≡ 1 mód 3. Entonces el punto es p1 = 13 + 31 τ + Λ, y
ep1 (π) = 3, con G3 · p1 = {p1 } = y2 (comprueba en el dibujo que
p1 = ωp1 = ω 2 p1 ).
−m1 + m2 ≡ 2 mód 3. Entonces el punto es p2 = 23 + 32 τ + Λ, y
ep2 (π) = 3, con G3 · p2 = {p2 } = y3 (comprueba en el dibujo que
p2 = ωp2 = ω 2 p2 ).
Estamos en el caso k = 3, {ri } = {3, 3, 3}.
4. Sea X = C/Λ, con Λ = Z · 1 + Z · τ , y τ = exp(πi/3). Sea φ6 el
automorfismo de X dado por φ(z + Λ) = τ z + Λ. El grupo G6 = hφ6 i
tiene orden 6. Los puntos de ramificación de la proyección π : X →
X/G3 se corresponden con los puntos dobles de φ26 y los puntos dobles
de φ36 . Los puntos dobles de φ6 son los puntos dobles comunes a φ26 y
φ36 .
Como φ26 = φ3 , ya sabemos del apartado anterior sus puntos dobles:
1 1 2 2
p0 = 0 + Λ, p1 = + τ + Λ, p2 = + τ + Λ.
3 3 3 3
Es fácil ver que
G6 · p0 = {p0 } = y1 , G6 · p1 = {p1 , p2 } = G6 · p2 = y2 ,
y ep0 (π) = 6, ep1 (π) = 3, ep2 (π) = 3 (orden del subgrupo estabilizador
o cociente de |G6 | con el cardinal de la órbita).
También se verifica que φ36 (z + Λ) = −z + Λ, y los puntos dobles de
esta aplicación son
1 1 1 1
q0 = 0 + Λ, q1 = + Λ, q2 = τ + Λ, q3 = + τ + Λ.
2 2 2 2
Además,
G6 · q1 = {q1 , q2 , q3 } = G6 · q2 = G6 · q3 = y3 ,
por lo que eq1 (π) = eq2 (π) = eq3 (π) = 2.
Este caso representa a k = 3, {ri } = {2, 3, 6}.
Nota 6.2.4. Falta probar una especie de recı́proco, que aparece en [DD79,
ejercicio 6.7.1(e)]. Sea X un toro complejo, y G un grupo finito de automor-
fismos de X. Consideremos G′ el subgrupo de G formado por las traslaciones,
y construimos X ′ = X/G′ . Entonces:

144 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

X ′ es un toro complejo.

π : X → X/G′ es un recubrimiento no ramificado.

Si G′ 6= G, entonces la superficie de Riemann X ′ con la relación de


equivalencia dada por G (aclara esto) es isomorfa a una de las dadas
por k = 3, 4.

Depto. de Álgebra 145


Superficies de Riemann

146 Depto. de Álgebra


Apéndice A

Resultados de Análisis
Complejo

A.1. Teoremas básicos de análisis complejo


Teorema A.1.1. [Con78, p.39, prop. 2.20] Sean G y Ω abiertos de C. Su-
pongamos que f : G → C y g : Ω → C son funciones continuas tales que
f (G) ⊂ Ω, y g(f (z)) = z para todo z ∈ G. Si g es diferenciable y g ′(z) 6= 0,
entonces f es diferenciable y

1
f ′ (z) = .
g ′ (f (z))

Si g es analı́tica, entonces f es analı́tica.

Teorema A.1.2. [Apo96, prop. 16.30] Si f es holomorfa y no constante en


un abierto y conexo S, entonces f es una aplicación abierta.

Teorema A.1.3. [Apo96, teorema 16.25] Supongamos que f es holomorfa


en un abierto conexo S de C. Sea T un subconjunto de S que tiene un punto
de acumulación en S. Si f (z) = 0 para todo z ∈ T , entonces f (z) = 0 para
todo z ∈ S.

Teorema A.1.4. [Apo96, teorema 16.27] Sea f una función holomorfa no


constante en un abierto conexo S. Entonces |f | no tiene un máximo local en
S.

147
Superficies de Riemann

A.2. Teorema de la función inversa e implı́ci-


ta.
Teorema A.2.1. [Car68, p.159] Sean fj (x1 , . . . , xn , z1 , . . . , zp ), j = 1, . . . , n
funciones holomorfas en el entorno de un punto (a,
 c) = (a1 , . . . , an , c1 , . . . , cp ).
∂f
Supongamos que el determinante funcional det ∂xjj es distinto de cero en
el punto (a, c). Entonces pueden resolverse las ecuaciones

yj = fj (x1 , . . . , xn , z1 , . . . , zp ) = f (x, z), j = 1, . . . , n

cuando x ∈ U, entorno de a, z ∈ V entorno de c, y ∈ W entorno de


b = (b1 , . . . , bn ), bj = fj (a, c), de la siguiente forma

xj = gj (y1 , . . . , yn , z1 , . . . , zp ),

donde las gj son funciones holomorfas en el entorno del punto (b, c).

Corolario A.2.2. [Car68, p. 26] Sea f una función holomorfa en cero tal
que f (0) = 0 y f ′ (0) 6= 0. Entonces existe g función holomorfa en 0 tal que
g(0) = 0 y g ◦ f = id en un entorno de cero.

Corolario A.2.3. [Mar78, p. 495] Si F (z, w) es una función analı́tica de dos


variables en el entorno |z − z0 | < r, |w − w0 | < ρ y satisface las condiciones
∂F
F (z0 , w0 ) = 0, (z0 , w0 ) 6= 0,
∂w
entonces, en cierto entorno |z − z0 | < r ′ < r, |w − w0 | < ρ′ < ρ del punto
(z0 , w0 ), la ecuación F (z, w) = 0 tiene para cada z una raı́z g(z), y sólo
una. Esta función g es uniforme y analı́tica en el cı́rculo |z − z0 | < r ′ y
representa una función implı́cita, determinada por la ecuación F (z, g(z)) = 0
y la condición complementaria g(z0 ) = w0 .

Corolario A.2.4. Existencia de raı́z d-ésima. Sea f (z) una función holo-
morfa en un entorno de z0 , tal que f (z0 ) 6= 0. Dado m ∈ Z, m ≥ 1 existe un
entorno V de z0 y una función holomorfa g(z) en V tal que f (z) = g(z)m
para todo z ∈ V .

Demostración. Sea F (z, w) = w m − f (z) y w0 una raı́z m-ésima de f (z0 ).


Entonces
∂F
(z0 , w0 ) = mw0m−1 6= 0,
∂w
por lo que tenemos el teorema.

148 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

A.3. Extensión de funciones holomorfas.


Consideremos una función holomorfa f definida en el disco perforado
0 < |z| < ρ. Nos preguntamos si esta función se puede prolongar a una
función holomorfa en todo el disco |z| < ρ, incluido el centro.

Proposición A.3.1. [Car68, p.99] Para que la prolongación sea posible es


necesario y suficiente que la función f (z) esté acotada en el entorno de cero.

Definición A.3.2. Sea f (z) una función holomorfa en el disco perforado


0 < |z| < ρ. Se dice que 0 es un punto singular aislado de f si la función f
no puede prolongarse a una función holomorfa en el disco completo.

Una condición necesaria y suficiente para que 0 sea un punto singular


aislado es que los coeficientes an del desarrollo de Laurent no sean todos
nulos para n < 0. Hay dos casos posibles:

1. Hay un número finito de enteros n < 0 tales que an 6= 0. Se dice


entonces que 0 es un polo de la función f .

2. Existen infinitos enteros n < 0 tales que an 6= 0. Se dice que 0 es un


punto singular esencial de f .

Proposición A.3.3 (Teorema de Casorati-Weierstrass). [Lan99, p.168, Thm.


3.2] Si 0 es una singularidad esencial aislada de una función holomorfa f (z)
en el disco perforado 0 < |z| < ρ entonces, para todo ǫ > 0, la imagen por f
del disco perforado 0 < |z| < ǫ es denso en C.

Demostración. Supongamos que existe un disco de centro a y radio r > 0


que sea exterior a la imagen por f del disco perforado 0 < |z| < ǫ. Entonces

|f (z) − a| ≥ r para 0 < |z| < ǫ.

La función
1
g(z) =
f (z) − a
es holomorfa y acotada en el disco perforado 0 < |z| < ǫ. Por la proposición
anterior, esta función se prolonga a una función holomorfa en el disco |z| < ǫ.
1
Entonces g(z) es meromorfa en el disco |z| < ǫ y

1
f (z) = a +
g(z)
tendrı́a a 0 como polo.

Depto. de Álgebra 149


Superficies de Riemann

Teorema A.3.4. [Car68, p. 42] Sea f una función analı́tica en un abierto


conexo Ω, y x0 ∈ Ω. Son equivalentes:

1. f (n) (x0 ) = 0 para todo entero n ≥ 0.

2. f es idénticamente nula en un entorno de x0 .

3. f es idénticamente nula en todo Ω.

150 Depto. de Álgebra


Apéndice B

Resultados generales

B.1. Equivalencias de categorı́as


Teorema B.1.1. [Rey89, p.8–9] Existe una equivalencia de categorı́as entre:

1. Superficies de Riemann compactas + funciones meromorfas no cons-


tantes.

2. Cuerpos de funciones de una variable (extensiones de tipo finito y grado


de trascendencia 1 sobre C) + morfismos no nulos de C-álgebras.

3. Curvas algebraicas sobre C + morfismos racionales no constantes.

4. Curvas algebraicas planas sobre C + morfismos racionales no cons-


tantes.

5. Curvas proyectivas lisas sobre C + morfismos no constantes (los mor-


fismos racionales son automáticamente regulares).

Explicitamos brevemente los funtores.

SR compactas → Cuerpos de funciones. X 7→ M(X) cuerpo de las


funciones meromorfas.

Cuerpos de funciones → SR compactas. K 7→ v(K){ valoraciones de K}


con la estructura analı́tica o algebraica: un punto de X se corresponde
con la valoración ordx sobre M(X).

Cuerpos de funciones → curvas proyectivas lisas. Igual que el anterior.

Curvas algebraicas → Curvas proyectivas lisas. Normalización y com-


pleción de una curva algebraica.

151
Superficies de Riemann

Curvas proyectivas lisas → SR compactas. Estructura analı́tica de una


variedad algebraica (ceros de polinomios, que son funciones analı́ticas)
+ criterio jacobiano.

Cuerpos de funciones → Curvas planas. Escribamos K = C(x, y) (teo-


rema del elemento primitivo), donde x, y tienen una relación algebraica.
El polinomio P = Irr(x, y) define una curva plana.

Curvas algebraicas → Cuerpos de funciones. C 7→ k(C) cuerpos de


funciones racionales.

Curvas planas → SR compactas. Normalización analı́tica local.

Curvas planas → Curvas algebraicas. Inclusión.

Curvas proyectivas lisas → Curvas algebraicas. Inclusión.

B.2. Definiciones de género


Consideramos superficies de Riemann compactas. [Rey89, p.14–17]

1. (Topológico) En términos de la homologı́a (simplicial o singular), el


género g de la superficie de Riemann X es
1
g= dim H1 (X, Z).
2

2. (Topológico) La superficie X es homeomorfa a un toro con g agujeros.

3. (Topológico) En términos de conexión, g es el número maximal de ciclos


(arcos cerrados) disjuntos que pueden quitarse de X.

4. Dada una triangulación de X con v vértices, e lados y f caras, entonces

2 − 2g = v − e + f.

5. (Recubrimientos) Sea f : X → P1 (C) una función meromorfa sobre


X, que es un recubrimiento. Sea n = deg(f ), y para cada p ∈ X
consideramos ep (f ) el ı́ndice de ramificación de f en p. entonces

1X
g = 1−n+ (ep (f ) − 1).
2 p∈X

152 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

6. (Recubrimientos) Sea Y el espacio recubridor universal de X. Si Y ≃


P1 (C) (resp. C), entonces X es de género 0 (resp. 1). En otro caso,
X es el cociente del semi-plano de Poincaré con un grupo fuchsiano.
Notemos por F un dominio fundamental. entonces
Z Z
1 dxdy
g =1+ 2
.
4π F y

7. (Cuerpos de funciones) Supongamos que X está definida por un cuerpo


de funciones de 1 variable, extensión de C de tipo finito y grado de
trascendencia 1. Notemos por ΩK/C el cociente del K-espacio vectorial
engendrado por los sı́mbolos df, f ∈ K con el subespacio engendrado
por las relaciones clásicas de derivación:

d(f + f ′ ) − df − df ′ , d(f f ′) − f df ′ − f ′ df y dc,

con f, f ′ ∈ K, c ∈ C. Si v : K ∗ → Z es una valoración de K, todo


elemento ω ∈ ΩK/C se escribe como ω = fv dtv , con fv , tv ∈ K y v(tv ) =
1. Los elementos ω ∈ ΩK/C tales que v(fv ) ≥ 0 para toda valoración v
forman un C-espacio vectorial notado por Ω[K]. Entonces

g = dimC Ω[K].

8. (Geometrı́a analı́tica) Sea ω una diferencial meromorfa sobre X. No-


tamos por deg(ω) el número de ceros menos el número de polos de ω,
contando multiplicidades. Entonces

deg(ω) = 2g − 2.

9. (Geometrı́a analı́tica) El género es el número de diferenciales holomor-


fas sobre X linealmente independientes sobre C.

10. (Geometrı́a analı́tica) Para casi todo punto p ∈ X (todos salvo un


número finito),

g = 1 + max(ordp (ω) | ω diferencial holomorfa sobre X).

11. (Geometrı́a analı́tica) Sea O el haz de funciones holomorfas sobre X.


Entonces
g = dimC H 1 (X, O).

Depto. de Álgebra 153


Superficies de Riemann

12. (Geometrı́a algebraica) Representamos X como una curva algebraica


de grado d con n puntos dobles singulares y ninguna otra singularidad.
Entonces
1
g = (d − 1)(d − 2) − n.
2
13. Sea d el grado de la curva X en su prolongación canónica (al menos
cuando X no es hiperelı́ptica). Entonces
d
g =1+ .
2
14. (Geometrı́a algebraica) Sea ∆ el divisor diagonal en X ×X. El ı́ndice de
intersección I(∆, ∆) es el número de puntos de intersección de ∆ con un
divisor linealmente equivalente a ∆ y que corta a ∆ transversalmente.
Entonces
I(∆, ∆)
g =1+ .
2
15. (Geometrı́a algebraica) Sea X definida en Pn (C) por un ideal homogéneo
I de C[X0 , . . . , Xn ]. Notamos por h(d) = dimC C[X0 , . . . , Xn ]d /Id (par-
tes d-homogéneas). Para d ≫ 0, h(d) = PX (d), donde PX es el polino-
mio de Hilbert de X. Entonces
g = 1 − PX (0).

16. (Geometrı́a algebraica) A la curva X se le asocia un morfismo X →


J(X) en una variedad abeliana ( la jacobiana de X), tal que todo
morfismo racional X → A en una variedad abeliana se factoriza:X →
J(X) → A. Entonces
g = dim J(X).
17. (Geometrı́a riemanniana) Supongamos dada sobre X una métrica rie-
manniana. Se puede definir entonces una curvatura K y un elemento
de área dA. Entonces
Z Z
1
g =1− KdA.
4π X

18. (Deformaciones) Si X ≃ P1 entonces g = 0. Si X es un toro, entonces


g = 1. En otro caso,
1
g = (m + 3),
3
con m el número de parámetros de una deformación completa de X
(dimensión del espacio de moduli).

154 Depto. de Álgebra


Apéndice C

Función ℘ de Weierstrass

C.1. Resultados previos


Recordemos algunas definiciones y resultados de Análisis Complejo. Sea
f : W → C∞ una función meromorfa, con W un subconjunto abierto de C.
Si f tiene un polo en a, la serie de Laurent de f en un entorno de a es de la
forma
X g(z)
f (z) = cn (z − a)n = m
,
n≥−m
(z − a)

con m > 0, y g(z) es una función holomorfa en un entorno abierto de a, y


g(a) = c−m 6= 0. El número m se denomina orden o multiplicidad del polo.
El coeficiente c−1 es el residuo de f (z) en a, y lo notaremos por Resa (f (z)).
Nota C.1.1. En esta situación, la función
f ′ (z)
f (z)
tiene un polo simple (orden 1) en a, con residuo igual a −m. Análogamente,
si f tiene un cero de orden m en a, esto es, en un entorno de a podemos
escribir
f (z) = (z − a)m g(z),
con g(z) una función holomorfa en un entorno abierto de a, y g(a) 6= 0,
entonces
f ′ (z)
f (z)
tiene un polo simple en a con residuo m.
Los residuos de las funciones meromorfas en los polos están muy rela-
cionados con las integrales de funciones a lo largo de caminos en el plano

155
Superficies de Riemann

complejo C. Recordemos que un camino diferenciable a trozos en un abierto


W de C es una aplicación continua γ : [c, d] → W , que es el ensamblado de
un número finito de caminos diferenciables γ1 , . . . , γt en W . Esto quiere decir
que existen números reales

c = c0 < c1 < . . . < ct = d

y aplicaciones γi : [ci−1 , ci ] → W para 1 ≤ i ≤ t tales que

γ(t) = γi (t) si t ∈ [ci−1 , ci ],

y las partes real e imaginaria de de la restricción de γi al abierto (ci−1 , ci )


tienen derivadas continuas que se extienden continuamente al intervalo ce-
rrado [ci−1 , ci ]. El camino γ es cerrado si γ(c) = γ(d) y simple si γ(t) 6= γ(s)
a menos que s = t o {s, t} = {c, d}.
Si f : W → C es una función continua, entonces la integral de f a lo
largo de un camino diferenciable a trozos γ : [c, d] → W es, por definición,
Z Z d
f (z)dz = f (γ(t))γ ′ (t)dt,
γ c

donde γ ′ (t) se interpreta como γi′ (t) para t ∈ (ci−1 , ci ).


Un contorno en C es un camino simple y cerrado, que es el ensamblado de
caminos γ1 , . . . , γt , cada uno de los cuales es un segmento recto o un arco de
circunferencia en C. Por el teorema de la curva de Jordan, el complemento
en C de la imagen γ ∗ de un contorno γ tiene dos componentes conexas, una
acotada (interior I(γ) de γ), y otra no acotada (exterior de γ).
El teorema fundamental sobre integrales de funciones holomorfas sobre
caminos en C es
Teorema C.1.2. Teorema de Cauchy Sea γ un contorno en C y f una
función holomorfa en un abierto de C que contenga a I(γ) ∪ γ ∗ . Entonces
Z
f (z)dz = 0.
γ

Una consecuencia es el teorema de los residuos:


Teorema C.1.3. Sea γ un contorno en C y f una función meromorfa en
un abierto de C que contenga a I(γ) ∪ γ ∗ , sin polos sobre γ y polos a1 , . . . , at
en el interior de γ. Entonces
Z X t
f (z)dz = ±2πi Resaj (f (z)).
γ j=1

156 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

El signo en la igualdad anterior depende del sentido de recorrido de γ.


Existe una especie de recı́proco del teorema de Cauchy:

Teorema C.1.4. Teorema de Morera Si f : W → C es una función


continua en un abierto W de C y
Z
f (z)dz = 0
γ

para todos los caminos cerrados diferenciables a trozos en subconjuntos con-


vexos de W , entonces f es holomorfa en W .

Mediante este teorema se puede probar el siguiente resultado, que es muy


útil para construir funciones holomorfas y meromorfas.

Teorema C.1.5. Sea fn : W → C una sucesión de funciones holomorfas


en un abierto W de C que converge uniformemente a una función f : W →
C. Entonces f es holomorfa en W , y la sucesión de derivadas fn′ converge
uniformemente a f ′ en W .

Y una aplicación directa de este teorema es:

Teorema C.1.6. Criterio M de Weierstrass. Sea {fn : W → C}n≥1 una


sucesión de funciones holomorfas definidas en un conjunto abierto W de C.
Supongamos que existen números reales Mn , n ≥ 1 tales que la serie
X
Mn
n≥1

converge, y
|fn (z)| ≤ Mn para todo z ∈ W.
Entonces la serie X
fn (z)
n≥1

converge uniformemente en W a una función holomorfa f (z) tal que


X
f ′ (z) = fn′ (z).
n≥1

Nota C.1.7. El resultado correspondiente se sigue verificando para una suce-


sión doble
{fn,m : W → C}n,m≥1
de funciones holomorfas en W .

Depto. de Álgebra 157


Superficies de Riemann

C.2. Funciones elı́pticas


C.2.1. Funciones doblemente periódicas
Definición C.2.1. Una función f de variable compleja se llama periódica
con periodo ω 6= 0 si
f (z + ω) = f (z)
para todo z tal que z y z + ω estén en el dominio de f .

Si ω es un periodo entonces nω también es un periodo para todo entero


n. Si ω1 y ω2 son periodos, entonces mω1 + nω2 también es un periodo para
cualesquiera enteros m y n.

Definición C.2.2. Una función f se llama doblemente periódica si tiene dos


periodos ω1 y ω2 cuya razón ω2 /ω1 no es real.

Exigimos que la razón no sea real para evitar casos degenerados. Por
ejemplo si ω1 y ω2 son periodos cuya razón es un número racional es fácil
probar que cada ω1 y ω2 son múltiplos enteros de un mismo periodo. Si
ω2 /ω1 = a/b, donde a y b son primos entre si, entonces existen enteros m y
n tales que mb + na = 1. Sea ω = mω1 + nω2 . Entonces ω es un periodo y se
tiene
  
ω2 a  ω1 ω1
ω = ω1 m + n = ω1 m + n = (mb + na) = ,
ω1 b b b

ası́ ω1 = bω y ω2 = aω. Por tanto ω1 y ω2 son múltiplos enteros de ω.


Si la razón ω2 /ω1 es un número irracional, la situación es un poco más
complicada. Vamos a comprobar que, en este caso, la función f posee periodos
de módulo tan pequeño com queramos. Para ello, necesitamos el teorema de
aproximación de Dirichlet.

Teorema C.2.3. Sea θ un número real y N un número natural. Entonces


existen enteros k y h tales que 0 < k ≤ N y
1
|kθ − h| < .
N
Demostración. Llamamos [x] a la parte entera de un número real x, y {x} =
x − [x] a su parte fraccionaria. Entonces 0 ≤ {x} < 1 para cualquier número
real x.
Consideremos los N + 1 números

{θ} , {2θ} , . . . , {(N + 1)θ}

158 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

del intervalo [0, 1]. Dividimos este intervalo en N partes iguales de la forma
[ k−1
N
, Nk ], para k = 1, 2, . . . , N. Entonces debe haber dos números de la forma
{mθ} en una misma división. Esto es, hay dos enteros N+ <≥ a > b ≥ 1
tales que
1
|{aθ} − {bθ}| < ,
N
o bien
1
|(a − b)θ − ([aθ] − [bθ])| < .
N
Si escribimos k = a − b, que es estrictamente positivo, y menor o igual que
N, y h = [aθ] − [bθ], obtenemos el resultado
Con este resultado es fácil ver ahora que f tendrá periodos tan pequeños
como se desee. Sea θ = ωω21 , y fijamos ε > 0. Sea N un número natural tal
que N1 < |ωε1 | . Por el teorema anterior, existen enteros k y h tales que

ω1 1 ε
|kθ − h| = k − h < < ,
ω2 N |ω1 |
de donde |kω2 − hω1 | < ε. El número kω2 − hω1 es un periodo de módulo
menor que el valor ε fijado inicialmente.
Una función con periodos arbitrariamente pequeños es constante en cual-
quier abierto conexo donde la función f es analı́tica. Si f es analı́tica en un
abierto conexo G y z0 ∈ G, entonces
f (z0 + ω) − f (z0 )
f ′ (z0 ) = lı́m .
ω→0 ω
Podemos tomar una sucesión de periodos ωn que sea convergente a 0. Enton-
ces
f (z0 + ωn ) − f (z0 )
f ′ (z0 ) = lı́m
n→∞ ωn

se anula, pues f (z0 + ωn ) = f (z0 ). Luego f se anula en G, y f es constante
en G.

C.2.2. Periodo fundamental


Una función doblemente periódica f tiene al menos dos periodos ω1 y ω2
cuyo cociente no es un número real. Todas las combinaciones de la forma
mω1 + nω2 , m, n ∈ Z siguen siendo periodos, Estamos interesados en obtener
un par de periodos distinguidos de f en el sentido de que todos los demás
periodos de f se expresen como combinación lineal entera de dichos periodos.
Esto motiva la siguiente definición.

Depto. de Álgebra 159


Superficies de Riemann

Definición C.2.4. Sea f con periodos ω1 y ω2 cuya razón ω2 /ω1 no es real.


El par (ω1 , ω2 ) se llama fundamental si todo periodo de f es de la forma
mω1 + nω2 , donde m y n son enteros.

Cada par de periodos fundamentales ω1 , ω2 determina una red de parale-


logramos. Estos paralelogramos se llaman paralelogramos periódicos. Al con-
junto de todas las combinaciones mω1 + nω2 con m y n enteros lo denotamos
por Ω(ω1 , ω2 ), o simplemente por Ω. Cuando el par (ω1 , ω2 ) es fundamental,
cualquier periodo de f lo encontraremos en los nodos de la red. Normalmente
consideraremos únicamente como puntos del paralelogramo los del interior y
los de los lados que se cortan en el vértice inferior izquierdo. De manera for-
mal, si ω = mω1 + nω2 es un nodo de la red, el paralelogramo que determina
es
Pω = {λω1 + µω2 | 0 ≤ λ, µ < 1}.
El siguiente teorema nos da un criterio para reconocer un par fundamen-
tal.

Teorema C.2.5. Si (ω1 , ω2 ) es un par fundamental de f , entonces el triángu-


lo con vértices 0 , ω1 , ω2 no contiene periodos en su interior ni en su frontera.
Recı́procamente, cualquier par de periodos con esta propiedad es fundamental.

Demostración. Supongamos en primer lugar que el par (ω1 , ω2) es fundamen-


tal. Consideremos el paralelogramo P0 , con vértices 0, ω1 , ω2 y ω1 + ω2 . Los
únicos periodos de f en este paralelogramo son los vértices, pues ningún otro
punto de P0 se expresa como combinación lineal entera de ω1 y ω2 . Por tanto,
el triángulo de vértices 0, ω1 y ω2 no tiene periodos en su interior.
Recı́procamente, supongamos que el triángulo de vértices 0, ω1 y ω2 no
contiene periodos en su interior. Sea ω otro periodo de f . Como ω1 y ω2
son R-linealmente independientes, forman una base de C como R-espacio
vectorial, y existen entonces escalares t1 , t2 ∈ R tales que ω = t1 ω1 + t2 ω2 . Si
consideramos la función [·] parte entera, escribimos t1 = [t1 ]+r1 , t2 = [t2 ]+r2,
donde 0 ≤ r1 , r2 ≤ 1. Entonces

ω − [t1 ]ω1 − [t2 ]ω2 = r1 ω1 + r2 ω2 .

Si algún ri es no nulo, entonces r1 ω1 + r2 ω2 es un periodo de f , que además


se encuentra en el paralelogramo de vértices 0, ω1 , ω2 y ω1 + ω2 . Entonces ω
o su simétrico ω1 + ω2 − ω respecto al centro del paralelogramo, que también
es un periodo, se halla en el triángulo de vértices 0, ω1 y ω2 . Esto implica que
ambos valores ri , i = 1, 2 son nulos, y obtenemos ω como combinación lineal
entera de ω1 y ω2 .

160 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

Los periodos fundamentales de una función doblemente periódica no son


únicos, pues otro par puede generar el mismo retı́culo.

Definición C.2.6. Dos pares de números complejos (ω1 , ω2) y (ω1′ , ω2′ ), con
razón no real, se dicen equivalentes si generan los mismo periodos, es decir,
Ω(ω1 , ω2) = Ω(ω1′ , ω2′ ).

La pregunta natural es si podemos caracterizar pares equivalentes.

Teorema C.2.7. Dos pares (ω1 , ω2 ) y (ω1′ , ω2′ ) son equivalentes si y solamen-
te si existe una matriz de enteros 2 × 2,
 
a b
con determinante ad − bc = ±1,
c d

tal que      
ω1′ a b ω1
= = .
ω2′ c d ω2
Dicho de otra forma,

ω1′ = aω1 + bω2 ,


ω2′ = cω1 + dω2 .

Demostración. Si existe tal matriz, es claro que los retı́culos son los mismos,
dado que la matriz es invertible. Recı́procamente, supongamos que ambos pa-
res generan el mismo retı́culo: Entonces ω1′ , ω2′ se expresan como combinación
lineal entera de ω1 y ω2 , y al revés:

ω1′ = α1 ω1 + β1 ω2 , ω1 = γ1 ω1′ + δ1 ω2′ ,


, , α , β , γ , δ ∈ Z, i = 1, 2.
ω2′ = α2 ω1 + β2 ω2 , ω2 = γ2 ω1′ + δ2 ω2′ , i i i i

Unimos ambas expresiones, y en forma matricial nos queda


 ′     ′ 
ω1 α1 β1 γ1 δ1 ω1
= .
ω2′ α2 β2 γ2 δ2 ω2′
 ′ 
ω1
El vector complejo se traduce como una matriz 2×2 real no singular,
ω2′
por lo que   
α1 β1 γ1 δ1
= I2 ,
α2 β2 γ2 δ2
y estas matrices enteras son no singulares, de donde su determinante es ±1.

Depto. de Álgebra 161


Superficies de Riemann

Definición C.2.8. Una función f se dice elı́ptica si tiene las siguientes dos
propiedades:

1. f es doblemente periódica.

2. f es meromorfa.

Las funciones constantes son ejemplos triviales de funciones elı́pticas. En


el desarrollo de este capitulo intentaremos buscar funciones elı́pticas no tri-
viales.

Teorema C.2.9. Una función elı́ptica no constante tiene un periodo funda-


mental.

Si f y g son funciones elı́ptica con periodos ω1 y ω2 entonces su suma,


diferencia, producto y conciente son también funciones elı́pticas con el mismo
periodo. También f ′ es elı́ptica con los mismos periodos.
Como consecuencia de esto, para estudiar propiedades de funciones elı́pti-
cas a veces es suficiente estudiar lo que ocurre en un paralelogramo periódico.

Teorema C.2.10. Si una función elı́ptica f no tiene polos en un paralelo-


gramo periódico, entonces es constante.

Demostración. Si f no tiene polos en un paralelogramo periódico, entonces


f es continua y ası́ está acotada en la clausura del paralelogramo. Por la
periodicidad, f está acotada en todo el plano complejo. Por tanto, por el
teorema de Liouville, f es constante.

Teorema C.2.11. Si una función elı́ptica f no tiene ceros en un paralelo-


gramo periódico, entonces es constante.

Demostración. Si f no tiene ceros en un paralelogramo periódico entonces


1/f no tiene polos en ese paralelogramo. Aplicando el teorema anterior se
tiene que 1/f es constante y ası́ f es constante.

A veces no conviene tener ceros o polos en la frontera de un paralelogra-


mo periódico. Puesto que una función menomorfa tiene solamente un número
finito de ceros o polos en una porción limitada del plano, un paralelogramo
periódico puede siempre trasladarse de manera congruente a un paralelogra-
mo que no tenga ceros ni polos en la frontera. A este tipo de paralelogramos
se les da el nombre de celda y sus vértices no tienen por qué ser periodos.

Teorema C.2.12. La integral cerrada de una función elı́ptica a lo largo de


una curva que limita una celda es cero.

162 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

Teorema C.2.13. La suma de los residuos de una función elı́ptica en sus


polos en cualquier paralelogramo periódico es cero.

Este teorema prueba que cualquier función elı́ptica no constante tiene al


menos dos polos simples o al menos dos polos dobles en cada paralelogramo
periódico.

Teorema C.2.14. El número de ceros de una función elı́ptica en cualquier


paralelogramo periódico es igual al número de polos, contando multiplicida-
des.

El número de ceros (o polos) de una función elı́ptica en cualquier para-


lelogramo periódico se llama orden de la función. Toda función elı́ptica no
constante tiene orden mayor o igual que 2.
El siguiente lema será necesario posteriormente para justificar la existen-
cia de unos coeficientes.

Lema C.2.15. Si α es un número real, la serie


X 1
ωα
ω∈Ω
ω 6= 0

converge absolutamente si y solamente si α > 2.

Demostración. Consideramos el paralelogramo de la figura C.2.2, y sean r y


R la mı́nima y máxima distancia de 0 al borde del paralelogramo. Si ω es
cualquiera de los 8 periodos no nulos que aparecen en el dibujo entonces

r ≤ |ω| ≤ R (para los 8 periodos w).

ω1+ ω2
ω2
ω2− ω1
r R
ω1

− ω2 0

ω1− ω2

− ω2
− ω1− ω2

Depto. de Álgebra 163


Superficies de Riemann

En los próximos periodos concéntricos a estos 8 (hay 2 · 8 = 16) se tiene

2r ≤ |ω| ≤ 2R (para los 16 nuevos periodos ω).

En los siguientes 24 periodos se tiene

3r ≤ |ω| ≤ 3R (para los 24 nuevos periodos ω),

y ası́ sucesivamente. Entonces tenemos las siguientes desigualdades

1 1 1
α
≤ α
≤ α para los 8 primeros periodos ω,
R |ω| r
1 1 1
α
≤ α
≤ α para los 16 siguientes periodos ω,
2R |ω| 2r
P −α
y ası́ sucesivamente. Por tanto si llamamos S(n) = |ω| , tenemos la
siguiente desigualdad

8 2·8 n·8 8 2·8 n·8


α
+ α
+···+ α
≤ S(n) ≤ α + α
+···+ ,
R (2R) (nR) r (2r) (nr)α

o también
n n
8 X 1 8 X 1
≤ S(n) ≤ α .
Rα k=1 k α−1 r k=1 k α−1

Esto prueba, usando el criterio de comparación, que la serie converge si y


sólo si α > 2.

C.3. Función ℘ de Weierstrass


Sean ω1 y ω2 números complejos no nulos, linealmente independientes
sobre R, es decir, que ω2 /ω1 ∈
6 R. Consideremos el retı́culo Λ = Zω1 + Zω2 .

Lema C.3.1. Existe un δ > 0 tal que


p
|xω1 + yω2 | ≥ δ x2 + y 2

para cualquier par (x, y) ∈ R2 .

Demostración. La función f : [0, 2π] → R definida como

f (θ) = |ω1 cos(θ) + ω2 sin(θ)|

164 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

es continua. Como el intervalo [0, 2π] es compacto, f está acotada inferior-


mente, y alcanza la cota. Además, f (θ) > 0 para todo θ ∈ [0, 2π], pues ω1 y
ω2 son linealmente independientes sobre R. Entonces existe δ > 0 tal que

f (θ) > δ para todo θ ∈ [0, 2π].

De aquı́ se obtiene p
|xω1 + yω2| ≥ δ x2 + y 2
para todo par (x, y) ∈ R2 .

Teorema C.3.2. Existe una función meromorfa ℘(z) en C definida como

1 X  1 1

℘(z) = 2 + − ,
z (z − ω)2 ω 2
ω∈Λ−{0}

y cuya derivada es
X 1
℘′ (z) = −2 .
ω∈Λ
(z − ω)3

Demostración. Observemos que la suma de una función holomorfa y una


función meromorfa en un abierto de C es una función meromorfa. Enton-
ces, por el criterio M de Weierstrass, para probar que ℘(z) es una función
meromorfa bien definida en C, y que su derivada se pude obtener derivando
término a término de la serie, basta probar que para cualquier R > 0 existe
un subconjunto finito ΛR de Λ tal que la serie
X  1 1

2
− 2
ω∈Λ−Λ
(z − ω) ω
R

converge absoluta y uniformemente en el disco

{z ∈ C | |z| ≤ R}.

Sea
ΛR = {ω ∈ Λ | |ω| ≤ 2R}.
Entonces

ΛR ⊂ {nω1 + mω2 | n, m ∈ Z, n2 + m2 ≤ 4R2 δ −2 },

donde δ es el valor del lema anterior. Por tanto, ΛR es finito. Además, si

ω = nω1 + mω2 ∈ Λ − ΛR y |z| ≤ R,

Depto. de Álgebra 165


Superficies de Riemann

entonces |z| ≤ 12 |ω|, y de aquı́


2
1 1 ω − (z − ω)2

(z − ω)2 − ω 2 = ω 2 (z − ω)2
z(2ω − z)
= | |
(z − ω)2 ω 2
5R|ω|/2

|ω|4/4
10R
=
|ω|3
10R
≤ 3 2 .
δ (n + m2 )3/2
El resultado se sigue por la comparación de las series:
X 1 X X 1
2 2 3/2
=
(n + m ) k≥1
(n + m2 )3/2
2
(n,m)6=(0,0) máx(|n|,|m|)=k
X 1
≤ 8 2
< +∞.
k≥1
k

Definición C.3.3. La función ℘(z) se denomina función ℘ de Weierstrass


asociada al retı́culo Λ.
Lema C.3.4. ℘(−z) = ℘(z) = ℘(z + ζ) para todo z ∈ C y ζ ∈ Λ.
Demostración. Observemos que si ζ ∈ Λ entonces
X 1
℘′ (z + ζ) = −2 3
.
ω∈Λ
(z + ζ − ω)

Esta serie converge absolutamente, y ω − ζ recorre todo el retı́culo Λ cuando


ω varı́a en Λ. Podemos entonces reordenar los términos de la serie, y sustituir
ω por ω − ζ, y obtenemos
℘′ (z + ζ) = ℘′ (z) para todo z ∈ C.
Esto implica que
℘(z + ζ) = ℘(z) + c(ζ),
donde c(ζ) depende de ζ, pero no de z. Si hacemos el cambio z = − 12 ζ,
obtenemos
1 1
c(ζ) = ℘( ζ) − ℘(− ζ).
2 2
166 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

Observemos ahora que

1 X  1 1

℘(−z) = 2 + − ,
z ω∈Λ−0
(−z + ω)2 ω 2

y si reordenamos la serie, cambiando ω por −ω, obtenemos

℘(z) = ℘(−z) para todo z ∈ C.

En particular, c(ζ) = ℘( 21 ζ) − ℘(− 12 ζ) = 0, y ası́

℘(z + ζ) = ℘(z) para todo z ∈ C.

Definición C.3.5. Las funciones de variable compleja que verifican

f (z + ζ) = f (z)

para todo z y z + ζ en el dominio de f , y ζ ∈ Λ, o de forma equivalente

f (z + ω1 ) = f (z) = f (z + ω2 )

para todo z en el dominio de f , se denominan funciones doblemente periódi-


cas, con retı́culo Λ, o con periodos ω1 y ω2 .

La función ℘ de Weierstrass es una función meromorfa doblemente pe-


riódica sobre C.

Lema C.3.6. Una función f holomorfa doblemente periódica con retı́culo Λ


sobre C es constante.

Demostración. Como f es holomorfa, es continua, y entonces es acotada


sobre cualquier subconjunto cerrado acotado de C, como el paralelogramo

P = {sω1 + tω2 | s, t ∈ [0, 1]}.

Pero dado cualquier z ∈ C, existe ζ ∈ Λ tal que z + ζ ∈ P , y como f es


doblemente periódica,
f (z + ζ) = f (z).
Entonces f está acotada en C, y por el teorema de Liouville, f es constante.

Depto. de Álgebra 167


Superficies de Riemann

Teorema C.3.7. Sea r = mı́n{|ω| | ω 6= 0}. Entonces para 0 < |z| < r se
tiene que
X ∞
1
℘(z) = 2 + (2n + 1)G2n+2 z 2n ,
z n=1

donde X 1
Gn = para n ≥ 3.
ωn
ω6=0

Demostración. Si 0 < |z| < r entonces |z/ω| < 1 y tenemos


!
1 1 1

X  z n
2
= 2 = 2 1+ (n + 1) ,
(z − ω) z
ω2 1 − ω ω n=1
ω

y de aquı́
Xn+1 ∞
1 1
− = zn .
(z − ω)2 ω 2 n=1
ω n+2

Si sumamos sobre todos los valores de ω, encontramos, por convergencia


absoluta,

X X 1 X∞
1 n 1
℘(z) = + (n + 1) z = + Gn+2 z n ,
z 2 n=1 ω6=0
ω n+2 z 2
n=1

donde Gn es el indicado en el enunciado. Por el lema C.2.15, está bien de-


finido. Como ℘(z) es una función par, los coeficientes G2n+1 se anulan, y
obtenemos el resultado.
Lema C.3.8. La función ℘(z) satisface la ecuación diferencial

℘′ (z)2 = 4℘(z)3 − g2 ℘(z) − g3 ,

donde
g2 = g2 (Λ) = 60G4 , g3 = g3 (Λ) = 140G6 .
Demostración. Vamos a formar una combinación lineal de potencias de ℘ y
℘′ que elimine el polo en z = 0. Esto proporciona una función elı́ptica sin
polos, por lo que debe ser constante. En un entorno de z = 0, se verifica que
2
℘′ (z) = − + 6G4 z + 20G6 z 3 + . . . ,
z3
una función elı́ptica de orden 3. Su cuadrado tiene orden 6, ya que
2 4 24G4
[℘′ (z)] = 6
− 2 − 80G6 + . . . ,
z z
168 Depto. de Álgebra
Superficies de Riemann

donde + . . . indica una serie de potencias en z que se anula en z = 0. Ahora

4 36G4
4℘(z)3 = + + 60G6 + . . . ,
z6 z2
y de aquı́
2 60G4
[℘′ (z)] − 4℘(z)3 = − − 140G6 + . . . ,
z2
de donde
2
[℘′ (z)] − 4℘(z)3 + 60G4 ℘(z) = −140G6 + . . . .
El miembro izquierdo no tiene polo en z = 0, por lo que no tiene polos en
ningún paralelogramo de periodos. Entonces tiene que ser constante, e igual
a −140G6 .

Proposición C.3.9. La función

℘:C−Λ→C

es sobreyectiva. Además, ℘(z) = ℘(z ′ ) si y solamente si z ′ ∈ Λ ± z.

Demostración. Tomemos c ∈ C y sea f (z) = ℘(z) − c. Entonces la función


f ′ (z)/f (z) es meromorfa en C, con polos simples de residuo −m donde f
tenga polos de multiplicidad m, y polos simples de residuo m donde f tenga
ceros de multiplicidad m, y ningún otro polo. Por el teorema de los residuos,
si γ es un contorno en C que no pase por ningún cero o polo de f , entonces
Z ′
1 f (z)
dz = Z − P,
2πi γ f (z)

donde Z y P son, respectivamente, los números de ceros y polos de f dentro


de γ, contados con la multiplicidad. Tomemos γ el borde del paralelogramo

P (a) = {a + sω1 + tω2 | s, t ∈ [0, 1]},

donde a se ha elegido de forma que el borde de P (a) no pase por ningún


cero o polo de f . En particular, esto significa que existe precisamente un
único valor ζ ∈ Λ en el interior de γ. La función f ′ /f es elı́ptica, con los
mismos periodos que f , y la integral a lo largo del borde de P (a) es cero,
pues las integrales se cancelan a lo largo de los lados paralelos, por la doble
periodicidad. Es decir, Z ′
f (z)
dz = 0.
γ f (z)

Depto. de Álgebra 169


Superficies de Riemann

Entonces Z = P , y la función f , como ℘, tiene polos de multiplicidad 2 en


todos los puntos del retı́culo ζ ∈ Λ, y ningún otro. Por tanto, P = 2 = Z, y
existe algún w0 ∈ P (a) tal que f (w0 ) = 0, esto es,

℘(w0 ) = c.

Esto prueba la sobreyectividad de ℘.


Como ℘(z) es par y doblemente periódica, se verifica que

℘(z) = ℘(w0 ) = c para todo z ∈ Λ ± w0 .

Existe un valor w1 ∈ Λ − w0 que pertenece al paralelogramo P (a), y ambos


w0 y w1 son ceros de f en el interior de γ. Por tanto, si w0 6= w1 contarı́an
como los dos ceros de f dentro de γ, y los únicos ceros de f vendrı́an dados
por
z ∈ Λ ± w0 .
Ası́, lo que queda por probar es que si w1 = w0 entonces f tiene un cero
de multiplicidad 2 en w0 , o lo que es lo mismo, f ′ (w0 ) = 0. De esta forma
tendrı́amos contados todos los ceros de f en el interior de γ. Si w0 = w1
entonces Λ + w0 = Λ − w0 , y como ℘′ (z) es una función impar doblemente
periódica,
℘′ (w0 ) = −℘′ (−w0 ) = −℘′ (w0 ).
De aquı́ concluimos que ℘′ (w0 ) = 0, y que f ′ (w0 ) = 0.

C.4. Curva elı́ptica asociada a ℘


Definición C.4.1. Notaremos por e1 , e2 , e3 los valores de la función ℘ en los
semiperiodos:
ω  ω   
1 2 ω1 + ω2
e1 = ℘ , e2 = ℘ , e3 = ℘ .
2 2 2
Definición C.4.2. Sea CΛ la curva proyectiva definida por el polinomio

QΛ (x0 , x1 , x2 ) = x22 x0 − 4x31 + g2 x1 x20 + g3 x30 ,

donde g2 = g2 (Λ), g3 = g3 (Λ).


Lema C.4.3. Los número e1 , e2 , e3 son distintos dos a dos.
Demostración. Si, por ejemplo, e1 = e2 , aplicamos la proposición C.3.9, y
obtendrı́amos que 12 ω2 = Λ ± 12 ω1 , lo que es imposible. Análogamente para
los otros casos.

170 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

Lema C.4.4. QΛ (x0 , x1 , x2 ) = x22 x0 − 4(x1 − e1 x0 )(x1 − e2 x0 )(x1 − e3 x0 ) y


la curva asociada CΛ es no singular.
Demostración. Como ℘ es una función doblemente periódica y par, su deri-
vada ℘′ es doblemente periódica e impar, con los mismos periodos ω1 y ω2 .
Entonces
1 1 1 1
℘′ ( ω1 ) = ℘′ ( ω1 − ω1 ) = ℘′ (− ω1 ) = −℘′ ( ω1 ),
2 2 2 2
por lo que ℘′ ( 12 ω1 ) = 0 si es finito. Como ℘′ (z) no tiene polos en 12 ω1 , 12 ω2 , 12 (ω1 +
ω2 ), son ceros de ℘′ (z).
Por la ecuación diferencial,

4e3i − g2 ei − g3 = ℘′ (ei )2 = 0,

por lo que e1 , e2 y e3 son las raı́ces del polinomio 4x3 − g2 x − g3 . Entonces

QΛ (x0 , x1 , x2 ) = x21 x0 − 4(x1 − e1 x0 )(x1 − e2 x0 )(x1 − e3 x0 ).

La parte afı́n de la curva CΛ para x0 = 1 es no singular, pues es de la forma


y 2 = h(x), con h polinomio de grado tres con raı́ces distintas. El único punto
que falta es el (0 : 0 : 1), que se prueba fácilmente que es no singular.

C.5. El discriminante ∆
El número ∆ = g23 − 27g32 se llama discriminate. Recordamos que en
realidad g2 , g3 y por tanto ∆ son funciones que dependen de ω1 y ω2 , es decir

g2 = g2 (ω1 , ω2 ), g3 = g3 (ω1 , ω2 ), ∆ = ∆(ω1 , ω2 ).

Es fácil probar que g2 y g3 son funciones homogéneas de grados −4 y −6,


respectivamente, es decir

g2 (λω1 , λω2 ) = λ−4 g2 (ω1 , ω2 ) y g3 (λω1 , λω2 ) = λ−6 g3 (ω1 , ω2 )

para todo λ 6= 0. Por tanto ∆ es homogéneo de grado −12,

∆(λω1 , λω2 ) = λ−12 ∆(ω1 , ω2).

Llamando λ a 1/ω1 y τ a ω2 /ω1 tenemos

g2 (1, τ ) = ω14 g2 (ω1 , ω2 ), g3 (1, τ ) = ω16g3 (ω1 , ω2 ),


∆(1, τ ) = ω112 ∆(ω1 , ω2 ).

Depto. de Álgebra 171


Superficies de Riemann

De esta forma podemos considerar que g2 , g3 y ∆ son funciones de una


variable compleja. Podemos siempre elegir ω1 y ω2 de tal forma que τ = ω2 /ω1
tenga parte imaginaria positiva y estudiar estas funciones en el semiplano
superior Im(τ ) > 0, que denotaremos por H.
Si τ ∈ H escribiremos g2 (τ ), g3 (τ ) y ∆(τ ) en lugar de g2 (1, τ ), g2 (1, τ ) y
∆(1, τ ), respectivamente. Ahora podemos escribir
+∞
X 1
g2 (τ ) = 60 ,
(m + nτ )4
m, n = −∞
(m, n) 6= (0, 0)
+∞
X 1
g3 (τ ) = 140 .
(m + nτ )6
m, n = −∞
(m, n) 6= (0, 0)

∆(τ ) = g2 (τ )3 − 27g3 (τ )2 .

El teorema anterior prueba que ∆(τ ) 6= 0 para todo τ ∈ H.

C.6. Isomorfismo con el toro complejo


A partir del retı́culo Λ podemos construir el toro complejo asociado X =
C/Λ. Observemos que la función ℘ : X → P1 es una función meromorfa sobre
el toro complejo; está bien definida por el carácter elı́ptico de la función ℘.
Vamos a probar que existe una estrecha relación entre toro X y la curva CΛ .

Proposición C.6.1. La aplicación u : C/Λ → CΛ definida como



(1 : ℘(z) : ℘′ (z)) si z 6∈ Λ,
u(z + Λ) =
(0 : 0 : 1) si z ∈ Λ

es un homeomorfismo.

Demostración. Probaremos que u es una biyección, y que tanto u como u−1


son aplicaciones continuas.
Verifiquemos que u es inyectiva. Supongamos que z, w ∈ C − Λ, y u(z) =
u(w). Entonces ℘(z) = ℘(w) y ℘′ (z) = ℘′ (w), y por la proposición C.3.9,
sabemos que
z ∈ Λ ± w.

172 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

Queremos probar que z ∈ Λ + w. Supongamos que z ∈ Λ − w. Como ℘′ es


impar y elı́ptica, tenemos que

℘′ (z) = −℘′ (w).

Pero como ℘′ (z) = ℘′ (w), se tiene que ℘′ (z) = ℘′ (w) = 0. Por la ecuación
diferencial, un cero de ℘′ tiene que ser alguno de los ei , es decir,

℘(w) = ei para algún i = 1, 2, 3.

Entonces
1
w ∈ Λ,
2
y esto implica que
Λ − w = Λ + w.
Por tanto, z ∈ Λ + w, y hemos probado la inyectividad.
Veamos ahora que u es sobreyectiva, y para ello consideremos un punto
(a0 : a1 : a2 ) ∈ CΛ . Si a0 = 0, la condición de ser un punto de CΛ obliga a
que a1 = 0, y por tanto es el punto (0 : 0 : 1), que está en la imagen de u.
Supongamos entonces que a0 = 1. Por la proposición C.3.9, existe z ∈ C
tal que
℘(z) = a1 .
Esto implica, por (1 : a1 : a2 ) ∈ CΛ y la ecuación diferencial, que

℘′ (z)2 = 4℘(z)3 − g2 ℘(z) − g3 = 4a31 − g2 a1 − g3 = a22 ,

de donde ℘′ (z) = ±a2 . Como ℘′ es una función impar, tenemos que

u(Λ + z) = (1 : a1 : a2 ) o bien u(Λ − z) = (1 : a1 : a2 ).

Esto prueba que u es sobreyectiva.


Como ℘ y ℘′ son holomorfas en C − Λ, es claro que u es continua excepto
posiblemente en Λ + 0. Como ℘ y ℘′ tienen polos de multiplicidad 2 y 3 en
0, respectivamente, podemos escribir
1 1
℘(z) = 2
g(z), ℘′ (z) = 3 h(z),
z z
donde g y h son funciones holomorfas en 0, y g(0) 6= 0, h(0) 6= 0. Entonces,
para z en un entorno suficientemente pequeño de 0, se verifica que

u(z + Λ) = (1 : ℘(z) : ℘′ (z)) = (z 3 : zg(z) : h(z)),

Depto. de Álgebra 173


Superficies de Riemann

y esta expresión tiende a (0 : 0 : 1) cuando z tiende a 0. Por tanto, u es


continua en 0 + Λ.
Tenemos ası́ que u es una aplicación biyectiva y continua entre un espacio
compacto y un espacio Hausdorff. Entonces u es cerrada, y es un homeomor-
fismo.

Ahora damos un paso más. Hemos visto que estos conjuntos son, desde
el punto de vista topológico, iguales. Queremos compararlos ahora como su-
perficies de Riemann, para lo que necesitamos las cartas definidas en cada
uno de ellos.

Proposición C.6.2. El homeomorfismo u : C/Λ → CΛ definido como



(1 : ℘(z) : ℘′ (z)) si z 6∈ Λ,
u(z + Λ) =
(0 : 0 : 1) si z ∈ Λ

es holomorfa, y es entonces un isomorfismo.

Demostración. Debemos verificar que si w + Λ ∈ C/Λ es un punto del toro


complejo, entonces

ψβ ◦ u ◦ φ−1 −1
α : φα (Uα ∩ u (Wβ )) → Yβ

es una función compleja holomorfa, para cartas φα : Uα → Vα en C/Λ y


ψβ : Wβ → Yβ en la curva CΛ , tales que w + Λ ∈ Uα y u(w + Λ) ∈ Wβ .
Recordemos que φα es la inversa de la proyección

π : Vα → Uα = π(Vα ),

donde Vα es un disco suficientemente pequeño en C (no contenga puntos que


vaya a la misma clase de equivalencia). Entonces φ−1
α = π : Vα → Uα .
Si w 6∈ Λ, entonces u(w + Λ) = (1 : ℘(w) : ℘′ (w)), y la carta ψβ en la
curva CΛ puede ser

π01 (x0 , x1 , x2 ) = x1 /x0 o bien π02 (x0 , x1 , x2 ) = x2 /x0 .

Ası́, ψβ ◦ u ◦ φ−1 ′
α es la restricción de ℘ o ℘ , y ambas son holomorfas en un
entorno de w.
Si w ∈ Λ, entonces u(w + Λ) = (0 : 0 : 1). La curva afı́n asociada para
x2 6= 0 está definida por Q2 : x0 = x31 − g2 x1 x20 − g3 x30 , y

∂Q2
(0 : 0 : 1) 6= 0.
∂x0

174 Depto. de Álgebra


Superficies de Riemann

Entonces la carta en la curva afı́n es πx1 , que se traduce en la curva proyectiva


como π21 (x0 , x1 , x2 ) = x1 /x2 . Entonces

−1 ℘(z)/℘′ (z) si z 6∈ Λ,
ψβ ◦ u ◦ φα =
0 si z ∈ Λ.

Se trata de ver que esta función es holomorfa en 0. Por la doble periodicidad,


será holomorfa en cualquier punto de Λ. En un entorno de 0 podemos escribir
1 1
℘(z) = 2
g(z), ℘′ (z) = 3 h(z),
z z
donde g y h son funciones holomorfas en 0, y g(0) 6= 0, h(0) 6= 0. Entonces

℘(z) g(z)

=z ,
℘ (z) h(z)

que tiende a 0 cuando z → 0. Por tanto, es holomorfa.

Depto. de Álgebra 175


Superficies de Riemann

176 Depto. de Álgebra


Apéndice D

Teorı́a de Galois

Exponemos las definiciones y resultados fundamentales usados en el texto.


Sea K un cuerpo.

1. A cada cuerpo L ⊂ K le hacemos corresponder el subgrupo de Aut(K)


formado por los automorfismos de K que son la identidad restringidos
a L.

2. Dado un subconjunto C de Aut(K), consideramos el conjunto de ele-


mentos de K que permanecen fijos por la acción de los automorfismos
de C.

Vamos a estudiar primero la segunda relación.

Definición D.0.3. Si K es un cuerpo y C ⊂ Aut(K) un subconjunto, re-


presentamos por K C al conjunto de puntos fijos por C, es decir

K C = {x ∈ K | σ(x) = x, ∀σ ∈ C}.

Nota D.0.4. Es evidente que K C es un subcuerpo de K y que si C1 ⊂ C2


entonces K C1 ⊃ K C2 .

Proposición D.0.5. Si K es un cuerpo y C ⊂ Aut(K) es un subconjunto


finito, entonces
[K : K C ] ≥ #C.

Definición D.0.6. Si K|L es una extensión, representamos por Gal(K|L)


al conjunto de automorfismos de K que dejan fijos a todos los elementos de
L.

Nota D.0.7. Los siguientes hechos son muy fáciles:

177
Superficies de Riemann

1. Gal(K|L) es un subgrupo del grupo Aut(K), que llamaremos grupo de


Galois de la extensión.

2. K Gal(K|L) ⊃ L.

3. Si K|L1 |L2 , entonces Gal(K|L1 ) ⊂ Gal(K|L2 ) es un subgrupo.

4. Si C ⊂ Aut(K) es un subconjunto entonces Gal(K|K C ) ⊃ C.

Vamos a mejorar la proposición anterior, estableciendo una igualdad don-


de se tenı́a sólo una desigualdad. Además, hemos definido dos construc-
ciones: un grupo Gal(K|L) a partir de una extensión K|L y una exten-
sión K|K G a partir de un grupo G. La nota anterior, punto 2, indica que,
en general, no es una construcción la inversa de la otra, ya que ’exten-
sión’→’grupo’→’extensión’ no es la identidad. Sin embargo el teorema si-
guiente demuestra que en el sentido ’grupo’→’extensión’→’grupo’ sı́ se ob-
tiene la identidad.

Teorema D.0.8. (Artin). Si K es un cuerpo y G ⊂ Aut(K) es un subgrupo


finito, entonces:
[K : K G ] = |G|.

Corolario D.0.9. Sea K|L una extensión finita. Entonces

| Gal(K|L)| ≤ [K : L]

y la igualdad se tiene si y solamente si L es el cuerpo fijo de Gal(K|L).

Corolario D.0.10. Sea G un subgrupo finito de Aut(K). Entonces

G = Gal(K|K G ),

es decir, todo automorfismo de K que deje fijo a K G está en G.

Corolario D.0.11. Si G1 y G2 son subgrupos finitos de Aut(K), entonces


K G1 = K G2 implica que G1 = G2 .

Definición D.0.12. Una extensión K|L se dice normal o de Galois si es


finita y
K Gal(K|L) = L.

178 Depto. de Álgebra


Índice alfabético

Aut(X, Y ), 100 desingularización, 113


OX , 22 discreto, 9
imagen inversa, 24
abierta
teorema de la aplicación, 23 equivalencia módulo un grupo, 101
acción esencial
continua, 85 singularidad, 26
efectiva, 85 esfera de Riemann, 6
holomorfa, 85 espacio localmente compacto, 59
acción de un grupo, 84 espacio recubridor, 55
aplicación recubridora estabilizador, 84
isomorfismo, 100 estructura compleja, 5
universal, 99 evitable
singularidad, 26
atlas, 4
equivalentes, 4 fórmula de Euler, 15
fórmula de Hurwitz, 74
caracterı́stica de Euler, 20 función de transición, 4
carta, 3 función holomorfa, 22
centrada, 3 función meromorfa, 26
compatible, 4 cuerpo, 28
dominio, 3 desarrollo de Laurent, 29
subcarta, 3 recta proyectiva, 31
conexa
superficie no, 28 género, 19, 20
curva grado
afı́n lisa, 12 recubrimiento, 63
afı́n plana, 12 grupo de automorfismos, 100
parte lisa, 13
hiperelı́ptica
proyectiva plana, 14
superficie, 81
curva hiperelı́ptica, 81 Hurwitz
curva proyectiva fórmula, 74
no singular, 16
cartas, 16 identidad

179
Superficies de Riemann

teorema de la, 24 ramificado, 58


ı́ndice de ramificación, 50 caracterización, 61
cálculo, 51 recubrimiento de Galois, 114
isomorfismo, 22 recubrimiento universal, 99
C∗ , 101
Laurent D∗ , 101
desarrollo, 29 existencia, 100
módulo máximo singularidad, 26
teorema, 25 esencial, 26
morfismo, 21 evitable, 26
morfismo de recubrimientos, 106 polo, 26
multiplicidad, 50 superficie de Riemann
número de Euler, 66 definición, 5
normalización, 113 superficie hiperelı́ptica, 81

órbita, 84 teorema de forma local, 50


orden toro complejo, 9
de un cero, 30 transformación recubridora, 100
de un polo, 30 triangulación, 66
propiedades, 30
orden de un punto, 29
orientación, 19

pegado de superficies, 77
plano complejo, 6
polinomio
no singular, 15
polo
singularidad, 26
propia
aplicación, 59
localmente, 60
punto de ramificación, 52
curvas, 53
punto rama, 52

recta proyectiva compleja, 8


pegado, 79
recubrimiento
étale, 55
grado, 55, 63

180 Depto. de Álgebra


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