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LEER, ESCRIBIR Y PUBLICAR
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Partes de un artículo científico: cada cosa
en su sitio
ELISEO PLASENCIA*
Un artículo científico, dice Day1, es un informe
escrito y publicado que describe resultados origina-
les de investigación. Matiza que debe ser una publi-
cación primaria, o publicación válida que es aquella
que es una primera divulgación y contiene informa-
ción suficiente para que los colegas del autor pue-
dan: a) evaluar las observaciones, b) repetir los
experimentos, y c) evaluar los procesos intelectuales.
Además debe ser difundida en una forma permanente
y disponible para la comunidad científica. Se admite
que al referirse a «los colegas del autor» se alude al
arbitraje previo a la publicación1.
Por lo tanto, un artículo científico es un tipo espe-
cial de documento que requiere exactamente las
mismas características de pensamiento que para el
resto de la ciencia: lógica, claridad y precisión. Una
parte de ello es su composición en unas partes
claramente distintas: introducción, método, resulta-
dos y discusión. Este es un orden eminentemente
lógico y permite una progresión narrativa adecuada
a prácticamente todos los trabajos científicos, con
mínimas variaciones en algunos casos.
Así en tesinas, trabajos de investigación de progra-
mas de doctorado, tesis doctorales y, quizá, algún
trabajo similar, los apartados habituales son: intro-
ducción, revisión de literatura, objetivos, material y
método (pacientes y método o métodos es equiva-
lente), resultados, discusión y conclusiones. No su-
pone una diferencia sustancial esta composición un
tanto extendida puesto que refleja el mismo orden
Dirección para correspondencia:
F. de Medicina y Odontología. Universidad de Valencia
Clínica Odontológica
Gascó Oliag, 1
46010 Valencia
Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor, no podrá reproducirse ni fotocopiarse ninguna parte de esta publicación   © Publicaciones Permanyer 2010
REDACTOR: ELISEO PLASENCIA
de progresión narrativa y de pensamiento. Está mo-
tivada por la otra intencionalidad de este tipo de
trabajos aparte de la de comunicar los resultados de
una investigación: la de demostrar ante un tribunal
que se han aprendido las reglas y modos de trabajo
del mundo de la investigación en todas sus partes.
Entre estas reglas, que igualmente hay que seguir en
el artículo científico, está el que cada cosa, cada
contenido, esté en su sitio.
Este es el tema de este trabajo, comentar brevemen-
te cuáles deben ser los contenidos de cada apartado
de un artículo científico.
LA INTRODUCCIÓN
Lo fundamental de la introducción es situar al lec-
tor, explicarle cuál es el problema, cómo y por qué
elegimos la forma de resolverlo y qué se sabe sobre
el asunto. Esto último, qué se sabe y qué no se sabe
sobre el asunto, es el contenido de ese apartado, a
veces separado, llamado revisión de la literatura,
que es amplio en las tesis, hay que demostrar que
sabemos hacerla, y apenas existente en artículos en
algunas revistas especializadas en las que se da por
sentado que los lectores o conocen lo suficiente, o
tienen medios para ello si su interés lo exige y que
no es cosa de utilizar espacio en algo que no sea
comunicación de nuevos hallazgos.
*Profesor Titular. Ortodoncia
Facultad de Medicina y Odontología
Universidad de Valencia
Tipos de presentación científica
Debemos consultar las instrucciones de la revista a
la que planeemos enviar el trabajo para saber qué
tipo de introducción acepta y si la revisión de la
literatura es un elemento aparte.
Day sugiere que en la introducción se deben men-
cionar ya los principales resultados y conclusiones;
un artículo científico no es una novela policíaca o
de suspense. Uds. pueden esperar encontrar quién
no esté de acuerdo con esto.
Al margen de las exigencias de la publicación a la
que enviemos el original, no debemos olvidar a
quién nos dirigimos. En la introducción debemos
proporcionar antecedentes suficientes como para
que el lector pueda comprender nuestro trabajo sin
necesidad de consultar otras publicaciones sobre el
tema. Esto depende del nivel de los lectores.
La norma cardinal es definir el problema. Luego hay
que orientar al lector con el examen de la literatura
pertinente y explicar con claridad cómo se trató de
resolver el problema o hacer una aportación a su
solución. Esto significa que también se deben dar
algunos detalles sobre el método en lo referente a
sus fundamentos conceptuales y el modo en que lo
hacen apropiado para la solución pretendida.
Si se van a emplear abreviaturas, la introducción es
un buen lugar para especificar cuáles son y su
significado. Lo mismo si se han de emplear términos
especializados.
En general la introducción se escribe en presente
aunque las referencias a trabajos anteriores, nues-
tros o de otros, debe redactarse en pasado.
MATERIALES Y MÉTODOS
La finalidad principal de esta sección es explicar el
diseño experimental y describir detalladamente
cómo se hizo el trabajo. De modo que el trabajo
pueda ser repetido por otro investigador competen-
te. El método científico exige que los resultados
obtenidos puedan ser reproducidos y en el proceso
de arbitraje este es un aspecto que se analiza
cuidadosamente.
Cuando entre los materiales hay productos comer-
ciales, si es posible debemos preferir el nombre
genérico al comercial, el nombre puede ser distinto
en distintas partes del mundo, pero pueden citarse
nombres comerciales y entonces habrá que indicar
el del fabricante.
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Los materiales deben describirse con todo detalle en
todos los aspectos que puedan afectar a los resulta-
dos o la credibilidad de los mismos.
Algo parecido ocurre con el método. Debemos
describirlo con suficiente precisión como para que
el experimento pueda ser repetido. En general, se
debe seguir el orden cronológico de los pasos segui-
dos en la realización del trabajo. En el caso de
emplear un método ya empleado puede bastar indi-
car la cita de la publicación en que se describió
detalladamente.
Pueden ser de ayuda cuadros, gráficos y esquemas
que ayuden a la comprensión de lo contenido en
esta sección.
Un error puede ser incluir resultados de la experien-
cia. Los únicos resultados aceptables son los del
estudio del error del método, o métodos, de medi-
ción. Este es su lugar.
El tiempo gramatical apropiado, que se emplea en la
mayor parte de esta sección, es el pasado.
RESULTADOS
Es el meollo del trabajo. La principal dificultad suele
ser elegir los datos pertinentes y descartar los inne-
cesarios. Para ello es necesario haberlos «digerido»,
haberlos comprendido en profundidad.
La sección suele tener dos componentes1, una espe-
cie de descripción amplia de los experimentos, sin
repetir detalles, y la presentación de los datos. Para
esto último hay que decidir un orden lógico (prime-
ro los resultados descriptivos y después los analíti-
cos, por ejemplo) y el modo de presentación que
apoye al texto (tablas, gráficos, etc.).
Debemos esforzarnos en ser claros y concisos. No
debemos repetir datos o emplear tablas y gráficos
con contenidos iguales o redundantes. Es aconseja-
ble elegir el modo de presentación que contenga un
máximo de información con un mínimo empleo de
espacio y tinta.
Hay que evitar dos errores. Uno es describir en
resultados datos como la composición de la muestra
o su distribución en grupos de edad o sexos que
corresponden a la sección de material. Otro incluir
la interpretación de los resultados que debe reser-
varse para la discusión.
La exposición de resultados se redacta, normalmen-
te, en pretérito.

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DISCUSIÓN
Suele ser la sección más difícil de escribir y también
de definir. En esencia es la parte del trabajo donde
interpretamos los resultados que hemos obtenido,
los relacionamos con los de otros autores u otros
trabajos, valoramos su significado y trascendencia y
las posibles aplicaciones, prácticas o no, que se
deriven de ellos.
No debe ser una repetición de los resultados aun-
que, en general, se sigue el mismo esquema que en
la sección de resultados. Es la parte que tenemos
que comenzar con la duda de la verosimilitud de
nuestros hallazgos. Como si nos preguntásemos
dónde nos habremos equivocado. A cada conclu-
sión tenemos que buscarle el respaldo que la hace
creíble.
Para Day1 los componentes de una buena discusión
comprenden la presentación de los principios, rela-
ciones y generalizaciones que los resultados indi-
can, señalar las excepciones y los aspectos no
resueltos, mostrar la concordancia o discordancia
de los resultados e interpretaciones con trabajos
anteriores, exponer las consecuencias teóricas y
aplicaciones del trabajo, formular conclusiones con
claridad y resumir las pruebas que respaldan cada
conclusión.
Para Huth2, el inicio de la discusión debe ser la
respuesta a la pregunta principal de la investigación.
Después sigue un análisis de si las evidencias pro-
pias o de otros autores apoyan o contradicen esta
respuesta que proponemos. Nada queda automáti-
camente probado porque sea el resultado de un
experimento. Evidentemente no solo debemos citar
lo que apoye nuestra interpretación de lo hallado,
sino también lo que la contradiga. Todo debe for-
mar parte del argumento lógico.
No es conveniente alargarnos demasiado en especu-
laciones y consideraciones pero tampoco es bueno
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ser excesivamente parcos. En el término medio está
la virtud.
El último párrafo debe contener las conclusiones.
Como un veredicto final de lo argumentado antes.
En algunas revistas se pide que las conclusiones
constituyan una sección aparte que toma el lugar de
ese último párrafo.
Los tiempos verbales oscilan entre el presente y el
pasado continuamente. Los trabajos de otros suelen
describirse en presente y nuestros propios resultados
en pasado.
NOTA FINAL
El artículo de investigación se basa en los principios
del razonamiento crítico. La secuencia narrativa es
la misma que la de realización de la investigación.
No planteamos una pregunta, buscamos un modo
de contestarla, recogimos unos resultados y deduji-
mos de ellos una respuesta. Este es el orden y debe
comprender todos los argumentos y razones que nos
llevan a pensar que esa es la respuesta válida.
Como decíamos antes, en el caso de tesis, tesinas,
etc., no es solo esto lo que se pretende sino también
demostrar que hemos aprendido y dominamos los
modos de hacer de la comunidad científica de la
que queremos formar parte tras superar esas prue-
bas. Esto hace que haya algunas diferencias pero
son más de forma que diferencias sustanciales.
BIBLIOGRAFÍA
1. Day RA. Cómo escribir y publicar trabajos científicos.
Washington: Organización Panamericana de la Salud:
1990: 214 pp.
2. Huth EJ. Cómo escribir y publicar trabajos en ciencias de la
salud. Barcelona: Eds. Cientificas y Técnicas: 1992: 262 pp.