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Ficha de lectura

La escritura como una forma de reivindicar el


saber de los maestros. Peña, B. L. (2001). La escritura como una
forma de reivindicar el saber de los maestros.
Colombia Recuperado de: url pendiente

Bernardo peña basado en los resultados que le dejan la sistematización de la experiencias de


talleres de escritura para maestros, plantea temas para la reflexión para quienes como
maestros se inclinan por la escritura académica. Este propone a la escritura del maestro como
herramienta para condensar la experiencia en la enseñanza y ejercicio privilegiado en la
construcción del conocimiento pedagógico.

Peña propone que los maestros asuman un papel determinante en la transformación


educativa, dejando de ser mediadores entre la teoría prefabricada por expertos y la propia
práctica educativa. Asegura que cada vez más las investigaciones demuestran que la
experiencia de los educadores, contiene elementos muy importantes del quehacer pedagógico,
pues se admite hoy que los maestros son también portadores de teoría, que además puede
contribuir a construir el cuerpo del conocimiento sobre la enseñanza.

Se habla entonces de una necesidad de complementar el cuerpo de conocimientos de los que


se dedican a la investigación educativa con la voz y perspectiva del ejercicio cotidiano del
maestro en el aula, mediante la condensación escrita de la experiencia vívida de este, no solo
como registro perenne de su actividad sino como mecanismo para la exploración de las
propias ideas. De ahí que el autor proponga como medida necesaria el fomento de la
producción escrita de los educadores como medio para potenciar la experiencia pedagógica.

No obstante, se señala también que el proceso de estimulación de escritura académica solo


puede lograrse de los maestros, si se consigue desde el estímulo al educador para poner en
palabras lo que íntimamente da sentido a su ejercicio docente, no como una exigencia externa
sino como algo que se convierte en una actitud interior del maestro por expresar mediante la
escritura, su mundo de significados y de reconstruir su experiencia pedagógica para
repensarla y mejorarla.

Se trata acá de que el ejercicio de escribir sea parte de la vida diaria del maestro, de que este
llegue además, a ser capaz de abstraerse de su ejercicio, para relatar los hechos en
profundidad reflexiva pero por supuesto con responsabilidad y objetividad, evitando al
máximo el riesgo de la falsedad a la hora de relatar la experiencia, de manera que su saber
pueda ser adecuadamente comunicado a otros y sea en consecuencia, de verdadera utilidad
pedagógica.

Lo planteado acá surge de la premisa de que la escritura hace personas más reflexivas ya que
el lenguaje escrito se constituye en un elemento que permanece ahí para ser siempre
examinado, revalorado o reconstruido, y que permite revisar constantemente las estructuras
del pensamiento para posibilitar la reflexión crítica y la mejora constante de cualquier
práctica. Así se puede afirmar que gracias a la escritura académica, el maestro se hace más
consciente sobre el sentido de su oficio y “sobre las razones profundas que subyacen en sus
prácticas pedagógicas”. (Peña Borrero, 2011, p.11).

Hipótesis, tesis, ideas centrales del texto:


- La escritura académica es un ejercicio que cualifica el quehacer pedagógico.
- Fomentar la escritura académica en los docentes contribuye a incrementar y
fortalecer el conocimiento pedagógico.
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- Escribir con fines académicos es una labor ardua pero posible y de gran utilidad
personal y profesional.
- Los docentes de aula son también teóricos pedagógicos.
- La escritura académica de los docentes fomenta la revisión crítica de sus saberes y
prácticas.

Palabras y expresiones clave;


- Escritura académica.
- Sistematización de las experiencias académicas.
- Construcción de teoría pedagógica.
- Cualificación de la práctica docente.
- Estimulación de la escritura en el maestro.
Observaciones personales e interpretación:

Sin lugar a dudas escribir profunda y reflexivamente sobre el propio ejercicio docente debe
adoptarse como una enorme oportunidad de crecer personal y profesionalmente. Es
lamentable que los que nos dedicamos al ejercicio docente no asumamos esta tarea como
parte de nuestro hacer cotidiano e incluso no tengamos las habilidades necesarias para poner
en palabras la riqueza que proviene de nuestras experiencias de aula.

Considero muy importante fomentar este tipo de talleres formativos dirigido al mejoramiento
de la práctica docente. Cada institución debería comprometerse a propiciar para los docentes,
este tipo de formación. Concuerdo cuando el autor dice que los docentes de aula aunque no
son expertos teóricos, sin embargo tienen un caudal de experiencia que les faculta para
arrojarse a hacer teoría pedagógica, seguramente las escuelas serían lugares mejores si la
teoría pedagógica estuviera enriquecida con el acervo teórico de la práctica docente cotidiana.

Considero que el enfoque de no hacer de la escritura académica una carga o una obligación
en los docentes y de considerarla una actitud personal e íntima de creación y expresión
personal, es el camino adecuado para estimular al maestro a producir lo que de él se espera.
Fecha de consulta: 08 de febrero de 2020

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