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...Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se
salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. 1Corintios 1:18.
La Cruz es sin duda alguna el símbolo del Cristianismo por excelencia, porque en
ella murió el Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo, resucitando al tercer día.
Aquél símbolo de la maldición romana para muerte del reo, el madero de
tormento, se convertiría en símbolo de la vida y la resurrección, en el símbolo de
la obra del Hijo de Dios, del perdón que Dios otorga por el pecado del hombre,
de aquellos que creen en Él. Tal sería la relevancia y la santidad de su significado
que el mismo Pedro lucharía con sus verdugos, cuando le crucificaban, para
morir de otra forma, porque no se consideraba digno de morir como su Señor, y
le crucificaron boca abajo. En el siglo IV Constantino abolió la crucifixión en el
imperio Romano que gobernaba, al convertirse al cristianismo y por piedad
cristiana.
La liberación del pecado y de una conciencia que nos acusa por la Ley de Dios,
que es el Ministerio de la Condenación y de la Muerte, nos permite vivir para
Cristo y para nuestro prójimo llevando nuestra cruz como discípulos y también
compartiendo el yugo, cumpliendo así la llamada Ley de Cristo:
...2Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de
Cristo... ...Mirad con cuán grandes letras os escribo de mi propia mano.
12Todos los que quieren agradar en la carne, éstos os obligan a que os
circuncidéis, solamente para no padecer persecución a causa de la cruz de
Cristo. 13Porque ni aun los mismos que se circuncidan guardan la ley; pero
quieren que vosotros os circuncidéis, para gloriarse en vuestra carne. 14Pero
lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por
quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo. 15Porque en Cristo
Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva
creación. 16Y a todos los que anden conforme a esta regla, paz y
misericordia sea a ellos, y al Israel de Dios. Gálatas 6.
Jesucristo firma con Su sangre el Nuevo Pacto que nos salva, clavando en la Cruz
el acta que nos condenaba. El cristiano firma con la fe en Su obra. ¿Ha firmado
Ud.?. Colosenses 2:14.
Jesucristo paga el pecado del mundo, reconciliándonos con Dios por la fe en el
llamado Ministerio de la Reconciliación de 2Corintios 5:11. Romanos 5:10,
Efesios 2:16.
Jesucristo cumple la profecía sobre Su obra como Mesías sufriente de Isaías 53.
Jesucristo nos otorga la victoria y la vida eterna por la fe. Efesios 2:5.
El fruto es la resurrección de los muertos; los justos para vida eterna y los
injustos al castigo eterno. Mateo 25:31 al 46, Juan 3:36 y 6:54, Romanos 2:7.
Jesucristo abrió de nuevo el paraíso a los hombres. Es nuestro regreso al
principio, al génesis de la vida, a acceder al Árbol de la Vida junto a nuestro
amado Dios y Padre. Jesús es el postrer Adán. Lucas 23:42,43.
...Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombre; y
se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de
paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y
sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y
para siempre. El dedo de Yahweh de los ejércitos hará esto...
La Pasión de Cristo por nosotros y Su gran amor le llevaron a dar Su vida para volverla a
tomar, sentándose a la diestra de Dios Padre. Esa Pasión es el fuego del Espíritu que a su
vez toca nuestro corazón y lo enciende con la llama de la pasión del cristiano por Cristo.
Esa pasión que cambia nuestro corazón, nos lleva a la transformación espiritual que hace
que nuestro corazón y nuestra alma se enamoren de Él. Un horno de fuego espiritual es lo
que se prende en el alma del cristiano; un horno que lentamente va dando forma al nacido
de nuevo en todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, 1Tesalonicenses 5:23, hasta convertirlo en
un templo del Dios Vivo.
La cruz del cristiano trae persecución, trae desprecio de los que no aman a Dios, trae lucha
con el enemigo espiritual que no quiere perder las almas que ahora tiene bajo su poder, a las
que quiere llevar a la muerte eterna del infierno; pero también trae gozo por las almas que
son salvas que compensa con creces la persecución, trae afecto fraternal y amor de Dios
desde los hermanos que se han salvado por la fe en la Cruz, que también compensa con
creces todo el desprecio de otros, y trae victoria, el Reino de Dios en las almas y en la
eternidad, porque el Reino de Dios está entre nosotros. Lucas 17:21.
...Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas!
25Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino
de Dios. 26Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser
salvo? 27Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para
Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios. 28Entonces Pedro comenzó a
decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido. 29Respondió
Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos,
o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del
evangelio, 30que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos,
hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida
eterna. 31Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros. Marcos
10:24.
EXPERIENCIAS CRISTIANAS CON LA CRUZ
La batalla del enemigo espiritual es tal por negar la Cruz que han corrido ríos de
tinta argumentando que no era una cruz, que era un árbol, que era un poste, con
un "patibulum" travesaño, que era "el madero de tormento", en definitiva, todo
tipo de argumentos para negar la forma de aquel instrumento de tormento usado
ampliamente por Roma para ejecutar la pena máxima y que está histórica y
sobradamente documentado. Jesucristo ya en Sus enseñanzas, que podemos leer
en los Evangelios, usaba el símbolo de la cruz para referirse a Su muerte y al
significado alegórico de la carga y muerte espiritual de negarse a uno mismo por
amor a los demás, la persecución que trae anunciar el Reino de Dios en el reino
de este mundo.
Muchos, dentro y fuera del cristianismo argumentan que una simple cruz, sin
imagen, es un ídolo, pero lo que simboliza una cruz no es lo mismo que una
imagen a la que se ora o reza. Lo que no es cierto, y por lo tanto no se debe
enseñar, es que la cruz sea un amuleto. No te harás imagen ni te inclinarás a ella
ni la adorarás, es lo que enseña el Segundo Mandamiento de la Ley de Dios en
Éxodo 20 y en Deuteronomio 5, que Roma eliminó de un plumazo, cambiando
los mandamientos y retocándolos, convirtiéndolos en mandamientos de hombres,
no de Dios. Se trata de no hacer imágenes, y sin duda el cristianismo ha hecho y
hace muchas, a las que llevan en procesión, usan en la oración y peregrinan para
visitarlas y darles culto, las cuales ni ven, ni oyen: Isaías 44:9, y lo cual el diablo
alimenta en su estrategia de apartar al cristiano del centro del Evangelio que es
Cristo vivo.
Para zanjar la cuestión de la cruz como símbolo, lo que está claro es que
cualquiera que ve una cruz de inmediato piensa en Cristo, en la Iglesia y en el
cristianismo. La cruz es una forma de vida, de negación de uno mismo, de vida
por Dios y por el prójimo, lo contrario a la naturaleza del hombre, y que solo
naciendo de nuevo del Espíritu de Dios se puede sentir y desear. Muchos
cristianos alegan haber nacido de nuevo, pero con su forma de tratar a los demás
niegan la cruz, porque no buscan lo de Cristo ni lo de su prójimo, sino lo suyo.
Por lo demás, una simple cruz es y será símbolo del cristianismo y de Cristo.
No es necesario decir que nuestra cruz no nos salva, sino la del Cordero de Dios,
Yahshua el Mesías, y que por lo tanto la salvación no la aporta nuestra ayuda,
nuestro testimonio ni nuestro esfuerzo espiritual, sino la vida del Hijo de Dios
dada y resucitada. Pero Jesús ha dejado para Su esposa, la Iglesia, una parte de la
carga, como dice la Escritura: ...Ahora me gozo en lo que padezco por
vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su
cuerpo, que es la iglesia. Colosenses 1:24.
TEXTOS BÍBLICOS
MATEO 10
...37El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que
ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; 38y el que no toma su
cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. 39El que halla su vida, la
perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.
MATEO 11
MATEO 27
MARCOS 10
...Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende
todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y
ven, sígueme, tomando tu cruz. 22Pero él, afligido por esta palabra, se fue
triste, porque tenía muchas posesiones.
LUCAS 9
LUCAS 24
...5...¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? 6No está aquí, sino que
ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea,
7diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de
hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día. 8Entonces
ellas se acordaron de sus palabras, 9y volviendo del sepulcro, dieron nuevas
de todas estas cosas a los once, y a todos los demás. 10Eran María
Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas,
quienes dijeron estas cosas a los apóstoles.
GÁLATAS 2
...18Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor
me hago. 19Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para
Dios. 20Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive
Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de
Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. 21No desecho la gracia
de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.
EFESIOS 2
COLOSENSES 1
COLOSENSES 2
11
En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al
echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de
Cristo; 12sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también
resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los
muertos. 13Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de
vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los
pecados, 14anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que
nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz , 15y
despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente,
triunfando sobre ellos en la cruz.
APOCALIPSIS 11
CONCLUSIÓN
Los dos ladrones a cada lado en dos cruces son las dos actitudes del hombre ante
el Juicio, resistirse o rendirse y pedir perdón, y Jesús, nuestro "paracletos"
abogado y consolador, no ha enfrentado el juicio desde una silla de abogado sino
desde otra, aunque también sea obra de mano de un carpintero, el
Carpintero eterno; desde La Cruz. En la misma condenación que merecemos la
humanidad, y desde el mismo sufrimiento, ejerce nuestra defensa que no es otra
que la fe en Su obra en la Cruz del Calvario. Esto predicamos llevando nuestra
cruz.
No debemos olvidar que Jesús está sentado a la diestra del poder de Dios, no en
la Cruz del Calvario, que aunque parezca evidente, cada día y cada año son
millones de cristianos que buscan a Cristo en la imagen de la Cruz, en lugar de
buscar y orar a, y con, Cristo vivo. El efecto de la Cruz hace casi 2.000 años es
eterno, y Cristo vive, y está entre nosotros todos los días hasta el fin del mundo.
Mateo 28:20.