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LA CRUZ

 © Carlos Padilla, Septiembre 2008

...Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se
salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. 1Corintios 1:18.

La Cruz es sin duda alguna el símbolo del Cristianismo por excelencia, porque en
ella murió el Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo, resucitando al tercer día.
Aquél símbolo de la maldición romana para muerte del reo, el madero de
tormento, se convertiría en símbolo de la vida y la resurrección, en el símbolo de
la obra del Hijo de Dios, del perdón que Dios otorga por el pecado del hombre,
de aquellos que creen en Él. Tal sería la relevancia y la santidad de su significado
que el mismo Pedro lucharía con sus verdugos, cuando le crucificaban, para
morir de otra forma, porque no se consideraba digno de morir como su Señor, y
le crucificaron boca abajo. En el siglo IV Constantino abolió la crucifixión en el
imperio Romano que gobernaba, al convertirse al cristianismo y por piedad
cristiana.

La cruz se ha convertido en símbolo de sanidad espiritual, pero el mundo la ha


convertido en símbolo de sanidad médica: las ambulancias, las farmacias, la cruz
roja, los botiquines, etc. La Cruz es, pues, símbolo de la salvación de Cristo, pero
también la cruz es la vida del cristiano que predica el Evangelio para salvación y
que pone su vida por los hermanos en la fe de Cristo. Los frutos de la Cruz son la
Salvación, el Evangelio y la Iglesia.

LA CRUZ. EL OBJETIVO DE CRISTO EN ESTE MUNDO

La Cruz de Cristo, más que un símbolo, es el objetivo a conquistar en la mayor


guerra de la Historia: las almas para la eternidad. Es en ella que Cristo obtiene la
corona de justicia, la corona del Reino de Dios, la victoria sobre la muerte, el
perdón por el pecado y el cumplimiento de la Ley. Donde abre la puerta, el
camino y la vida a la eternidad para nosotros que no Le merecemos. La
resurrección emana de la Cruz del Calvario. Sin la obra de la Cruz de Cristo no
tendríamos esperanza ni en esta vida ni en la eterna.  

Las consecuencias de la Cruz incluyen: Se rasgó el velo que nos separaba de la presencia de


Dios, del Lugar Santísimo. Mt.27:51. Los sepulcros se abrieron: Mt. 27:52. El centurión
exclamo "verdaderamente este era el Hijo de Dios" Mt.27:54. Su Sangre fue derramada al
pie de la Cruz; un manantial abierto de vida expiatoria para el pecado de aquellos que
reciben a Jesucristo como Su Salvador hoy, cuando predicamos y creen para salvación,
cambiando sus vidas en ese momento, naciendo de nuevo y siendo llenados del Espíritu
Santo. 1Corintios 2:12.

Cristo en la Cruz fue levantado como la serpiente de bronce, que es símbolo de la


Ley de Dios. Juan 3:14. En la cruz, los pies y las manos son clavados,
inmovilizados. Este es el significado de la cruz, quedar imposibilitado para hacer
nuestra voluntad, negarse a uno mismo. Si nuestros pies están clavados en la
cruz, no podemos ir a donde queremos. Del mismo modo, si nuestras manos
están clavadas en la cruz, no podemos hacer lo que queremos, ni protegernos, ni
defendernos; nada, quedamos a la merced de Dios. La anulación total del yo.
¿Tomaremos nuestra cruz para seguir al Maestro, cada día y compartiremos Su
yugo?

La liberación del pecado y de una conciencia que nos acusa por la Ley de Dios,
que es el Ministerio de la Condenación y de la Muerte, nos permite vivir para
Cristo y para nuestro prójimo llevando nuestra cruz como discípulos y también
compartiendo el yugo, cumpliendo así la llamada Ley de Cristo:

...2Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de
Cristo... ...Mirad con cuán grandes letras os escribo de mi propia mano.
12Todos los que quieren agradar en la carne, éstos os obligan a que os
circuncidéis, solamente para no padecer persecución a causa de la cruz de
Cristo. 13Porque ni aun los mismos que se circuncidan guardan la ley; pero
quieren que vosotros os circuncidéis, para gloriarse en vuestra carne. 14Pero
lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por
quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo. 15Porque en Cristo
Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva
creación. 16Y a todos los que anden conforme a esta regla, paz y
misericordia sea a ellos, y al Israel de Dios. Gálatas 6.

7 EVENTOS QUE OCURREN EN LA CRUZ DEL CALVARIO

Jesucristo firma con Su sangre el Nuevo Pacto que nos salva, clavando en la Cruz
el acta que nos condenaba. El cristiano firma con la fe en Su obra. ¿Ha firmado
Ud.?. Colosenses 2:14.
Jesucristo paga el pecado del mundo, reconciliándonos con Dios por la fe en el
llamado Ministerio de la Reconciliación de 2Corintios 5:11. Romanos 5:10,
Efesios 2:16.

Jesucristo cumple la profecía sobre Su obra como Mesías sufriente de Isaías 53.

Jesucristo muestra el amor de Dios por el hombre pecador. Juan 15:13.

Jesucristo derrota al Diablo, y a la muerte, resucitando tras Su muerte. Juan


16:33, 1Corintios 15:54,55.

Jesucristo nos otorga la victoria y la vida eterna por la fe. Efesios 2:5.

Jesucristo, como maestro, nos muestra el Camino para aprender a negarnos a


nosotros mismos y a morir por Cristo y por la Iglesia, llevando la cruz. Lucas
9:23.

El fruto es la resurrección de los muertos; los justos para vida eterna y los
injustos al castigo eterno. Mateo 25:31 al 46, Juan 3:36 y 6:54, Romanos 2:7.
Jesucristo abrió de nuevo el paraíso a los hombres. Es nuestro regreso al
principio, al génesis de la vida, a acceder al Árbol de la Vida junto a nuestro
amado Dios y Padre. Jesús es el postrer Adán.  Lucas 23:42,43.

5 PUNTOS DE LA CRUZ EN LA PROFECÍA DE ISAÍAS 9:6

El Señor Jesucristo va a la Cruz para ganar el Reino. Como Príncipe, es el Heredero. En


Isaías 9:6 se nos muestra al Hijo de Dios como Príncipe de Paz, pero también se nos
muestra como Dios fuerte y Padre Eterno. Es en la Cruz que el Hijo obtiene el derecho de
llevar al trono del Reino a aquellos que creen en la obra redentora de la Cruz, por el Nuevo
Pacto en Su Sangre.

...Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombre; y
se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de
paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y
sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y
para siempre. El dedo de Yahweh de los ejércitos hará esto...

En la Cruz de Cristo encontramos estas 5 cualidades del Hijo de Dios


de este Texto profético de Isaías:
1.- La base de la cruz que es lo primero que vemos de abajo arriba,
porque somos el estrado de Sus pies. Su fundamento, la base del
Evangelio de la salvación, es de Dios la gran obra: Admirable.
2.- La derecha del Crucificado es símbolo de poder y consejo: Consejero.
3.- La Cabeza es Dios Padre: Dios Fuerte.
4.- El centro, es el Corazón de eterna misericordia de Dios Padre, cuando entrega a Su
Unigénito por nosotros: Padre Eterno.
5.- La izquierda es la debilidad, la antesala de la paz que simboliza el principado, que es la
antesala del Reino: Príncipe de Paz.
 
Del mismo modo que la Cruz tiene 5 partes, nuestra mano tiene 5 dedos que nos servirán en
la oración en el enfoque de llevar nuestra cruz:
1.- La cruz por Cristo.
2.- La cruz por nuestros seres queridos que son de Cristo.
3.- La cruz por nuestros hermanos en la fe.
4.- La cruz por nuestro prójimo para que conozca el Evangelio de Salvación.
5.- La cruz de la persecución, a veces como iglesia y otras en nuestra soledad cuando somos
perseguidos por anunciar, luchar y defender la obra de Cristo en la Cruz, un honor; y si
estamos haciéndonos este planteamiento, significa que hemos nacido de nuevo, y hemos
aceptado en nosotros la Cruz de Cristo, la obra de Salvación.
 
LA CRUZ DE CRISTO Y LA CRUZ DEL CRISTIANO

La cruz es el principio y el fin del sacerdocio Cristiano. La cruz es morir al yo, la cruz es el


Señor y ellos. A ningún discípulo de Jesucristo se nos escapa que hay dos cruces: la del
Señor y la nuestra. La cruz del cristiano, como la de Cristo, es una forma de vida. El centro
de la Cruz de Cristo es el amor del Padre por nosotros, entregando a Su Hijo, y el amor del
Hijo entregándose por nosotros por amor a nosotros y al Padre. El centro de la cruz del
cristiano es, como no podía ser de otro modo, por su origen el amor al Señor Quién nos
amó hasta la muerte, y muerte de Cruz, y es el amor al prójimo, porque este es el mensaje
que salvará las almas de los que a Él se entregan por la fe en Su Cruz, para la eternidad.

La Cruz es el lugar eterno del sufrimiento y la muerte expiatoria de nuestro Señor,


conquistando la victoria sobre el pecado y sobre la muerte eterna de los que creemos en Su
obra de Salvación, resucitando y obteniendo la vida eterna para Su Esposa, la Iglesia, la
Novia y Princesa del Hijo de Dios. Las bodas del Cordero de Apocalipsis 19:9.

La Pasión de Cristo por nosotros y Su gran amor le llevaron a dar Su vida para volverla a
tomar, sentándose a la diestra de Dios Padre. Esa Pasión es el fuego del Espíritu que a su
vez toca nuestro corazón y lo enciende con la llama de la pasión del cristiano por Cristo.
Esa pasión que cambia nuestro corazón, nos lleva a la transformación espiritual que hace
que nuestro corazón y nuestra alma se enamoren de Él. Un horno de fuego espiritual es lo
que se prende en el alma del cristiano; un horno que lentamente va dando forma al nacido
de nuevo en todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, 1Tesalonicenses 5:23, hasta convertirlo en
un templo del Dios Vivo.

La cruz del cristiano trae persecución, trae desprecio de los que no aman a Dios, trae lucha
con el enemigo espiritual que no quiere perder las almas que ahora tiene bajo su poder, a las
que quiere llevar a la muerte eterna del infierno; pero también trae gozo por las almas que
son salvas que compensa con creces la persecución, trae afecto fraternal y amor de Dios
desde los hermanos que se han salvado por la fe en la Cruz, que también compensa con
creces todo el desprecio de otros, y trae victoria, el Reino de Dios en las almas y en la
eternidad, porque el Reino de Dios está entre nosotros. Lucas 17:21.

Si has decidido tomar tu cruz, ten en cuenta lo siguiente:

...Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas!
25Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino
de Dios. 26Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser
salvo? 27Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para
Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios. 28Entonces Pedro comenzó a
decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido. 29Respondió
Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos,
o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del
evangelio, 30que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos,
hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida
eterna. 31Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros. Marcos
10:24.

La cruz del cristiano es anunciar el Evangelio y sus consecuencias, ser discípulo y la


persecución que conlleva, es poner tu vida al servicio de Dios y de la Iglesia, como
ministerio de vida, poner tu vida por los hermanos; además de aceptar tu misión en la gran
comisión: salvar almas por medio de la predicación de la Cruz de Cristo y hacerles parte de
Su Cuerpo por el que ha dado Su vida, habitando los hermanos juntos en armonía. Salmo
133.

 
EXPERIENCIAS CRISTIANAS CON LA CRUZ

En Simón de Cirene vemos el mayor exponente de las Escrituras de aquel que tiene la


oportunidad de llevar la Cruz de Jesucristo, al lado Suyo, una experiencia que transforma a
los discípulos y que se refleja en la cruz del cristiano.

En Sodoma y en Egipto, ...donde también nuestro Señor fue crucificado... Fue, pues, el


Señor crucificado además de en Jerusalén en estas dos ciudades. ¿Acaso fue crucificado
Cristo en tres ciudades?. No, como todos sabemos solo hizo falta una, pero Jerusalén es a la
vez Sodoma y Egipto, en el sentido de que la Cruz de Cristo abarca las tres ciudades
espirituales por las que pasa el hombre espiritual. Salimos de Egipto -el mundo-, pasamos
por Sodoma -bien por falta de fe, "Lot", bien para sacar a Lot, "Abraham"- y llegamos a
Jerusalén, la religión y la Ley de Dios. De las tres nos tiene que redimir el Señor: de la
esclavitud, de la duda y de la auto-justificación por nuestras obras, a la espera de la nueva
Jerusalén celestial, la libertad espiritual en Cristo.
El ladrón que reniega está en Egipto, el ladrón que se arrepiente está en Sodoma y Jesús
está en Jerusalén, en la terrenal, al mismo tiempo que en la celestial, haciendo la obra
espiritual eterna de salvarnos. Cristo, pues, lucha en la Cruz en el lugar de la religión
terrenal, venciendo en la Jerusalén terrenal, que repercute en la Jerusalén celestial, que es
eterna, para salvación de las almas. La Cruz anunciada produce las dos reacciones de los
dos ladrones: o se arrepienten o se revelan. La Cruz. Tres cruces; tres lugares; tres
bendiciones. Una salvación.

12 ESTUDIOS BÍBLICOS VINCULADOS A LA CRUZ

Amor de Dios que emana de la Cruz.

El Corazón sufriente de Dios desde la Cruz.

La Iglesia empieza en la Cruz, esta es su historia.

El Carpintero que hizo la Cruz espiritual.

Simón de Cirene lleva la Cruz.

El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo en la Cruz; ¡Conócele!.

La Cruz fue el precio a pagar por la Esposa, la Iglesia.

La Cruz se convertiría en la Pascua.

La Profecía queda cumplida en la Cruz.

La culminación del Sacerdocio eterno de Melquisedec en la Cruz.

La Cruz en Jerusalén, en Sión.

INRI en la Cruz de Jesucristo. "Iesus Nazarenvs Rex Ivdaeorvm" JESÚS


NAZARENO REY DE LOS JUDÍOS.

EL CARÁCTER DE DIOS Y LA CRUZ

Si bien Dios es el Dios de la Cruz, también es Dios el Dios de la risa, ¡sí


hermanos!. El Señor es Dios de Isaac que significa risa, gozo del Espíritu. Dios
de Abraham (la fe), Dios de Isaac (la risa o el gozo) y Dios de Jacob que es Israel
(el que lucha con Dios para obtener Su bendición). Dios de la fe, Dios del gozo y
Dios del guerrero espiritual. Significa lo mismo que nos muestra Jesús en Sí
mismo: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. El camino es salir de Egipto de
la mano del Señor, la fe de Abraham. La Verdad es tener la fe de Abraham para
entregar a Isaac. El gozo, entregarle a Dios nuestro gozo, santificarlo para Él,
gozarnos en la Cruz de Cristo. Y no entrar en Sodoma, el mundo de la religión a
nuestro gusto tradicional o nacional de hombres; el mundo de los deleites y del
amor al dinero y a nuestros propios proyectos, antes que los del Señor, y sacar a
los hermanos de allí. Y finalmente la Vida viene por la lucha espiritual, la que
batalla Cristo en la Cruz. De Su ejemplo, nosotros, como Él, llevamos nuestra
cruz, personal e intransferible. Abraham, Isaac e Israel: El Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo, junto con la Fe, el Gozo, y la Intercesión.

El gozo o complacencia de Dios es Cristo que lo cumplió en la Cruz: ...Tu eres


Mi Hijo amado, en ti tengo complacencia... Lucas 3:22.

LA CRUZ COMO SÍMBOLO

La batalla del enemigo espiritual es tal por negar la Cruz que han corrido ríos de
tinta argumentando que no era una cruz, que era un árbol, que era un poste, con
un "patibulum" travesaño, que era "el madero de tormento", en definitiva, todo
tipo de argumentos para negar la forma de aquel instrumento de tormento usado
ampliamente por Roma para ejecutar la pena máxima y que está histórica y
sobradamente documentado. Jesucristo ya en Sus enseñanzas, que podemos leer
en los Evangelios, usaba el símbolo de la cruz para referirse a Su muerte y al
significado alegórico de la carga y muerte espiritual de negarse a uno mismo por
amor a los demás, la persecución que trae anunciar el Reino de Dios en el reino
de este mundo.

Muchos, dentro y fuera del cristianismo argumentan que una simple cruz, sin
imagen, es un ídolo, pero lo que simboliza una cruz no es lo mismo que una
imagen a la que se ora o reza. Lo que no es cierto, y por lo tanto no se debe
enseñar, es que la cruz sea un amuleto. No te harás imagen ni te inclinarás a ella
ni la adorarás, es lo que enseña el Segundo Mandamiento de la Ley de Dios en
Éxodo 20 y en Deuteronomio 5, que Roma eliminó de un plumazo, cambiando
los mandamientos y retocándolos, convirtiéndolos en mandamientos de hombres,
no de Dios. Se trata de no hacer imágenes, y sin duda el cristianismo ha hecho y
hace muchas,  a las que llevan en procesión, usan en la oración y peregrinan para
visitarlas y darles culto, las cuales ni ven, ni oyen: Isaías 44:9, y lo cual el diablo
alimenta en su estrategia de apartar al cristiano del centro del Evangelio que es
Cristo vivo.

Imágenes, iconos, cruces especiales; ahí ya se desvirtúa el tema. Algunas ramas


de la cristiandad enseñan a orar a ciertos cristos, unos más poderosos que otros,
igual que hacen con María y el resto de los santos, etc. Jamás el Señor o ellos
enseñaron esto. Pero cuando hablamos de una simple cruz como símbolo no
hablamos de un ídolo, a no ser que el creyente le atribuya poderes, lo cual vuelve
a caer en la idolatría. Hay famosas cruces como la de Jerusalén, la de
los templarios, la de Caravaca, la egipcia, y un largo etc. que son solo eso,
amuletos a los que sus portadores atribuyen poderes, algo que a Cristo no agrada
desde luego. Cristo ya nos hablaba de la Cruz antes de ser crucificado, en su
significado más espiritual.

Para zanjar la cuestión de la cruz como símbolo, lo que está claro es que
cualquiera que ve una cruz de inmediato piensa en Cristo, en la Iglesia y en el
cristianismo. La cruz es una forma de vida, de negación de uno mismo, de vida
por Dios y por el prójimo, lo contrario a la naturaleza del hombre, y que solo
naciendo de nuevo del Espíritu de Dios se puede sentir y desear. Muchos
cristianos alegan haber nacido de nuevo, pero con su forma de tratar a los demás
niegan la cruz, porque no buscan lo de Cristo ni lo de su prójimo, sino lo suyo.
Por lo demás, una simple cruz es y será símbolo del cristianismo y de Cristo.

CUATRO VISIONES DE LA CRUZ EN SIMÓN DE CIRENE

La primera es ante la imposición de llevar la cruz de Jesús hasta el Calvario, qué


reacción tenemos cuando tenemos que llevar el evangelio a los demás, y cuando
nos piden ayuda. La segunda es la actitud del malhechor que injuria a Cristo, por
soberbia, por incredulidad. La tercera es la actitud del otro malhechor
reprendiéndole y pidiendo que Jesús se acordara de él cuando viniera Jesús en Su
reino, y recibió por respuesta que hoy mismo estaría con Él en el paraíso. Estos
dos hombres son las dos actitudes del hombre ante el Día del Juicio: una, la de
despreciar la salvación por la sola fe, y la otra la de reconocerse pecador,
arrepentirse y clamar misericordia. La cuarta es ante la Cruz de Cristo que da su
vida por nosotros y nuestra relación personal con nuestro Salvador desde el
momento de entender que Él ha muerto en nuestro lugar, que deberíamos ser
nosotros, y no Él, los que estuviéramos en aquella Cruz. Todas ellas comienzan
en una calle, en Jerusalén, hace casi dos mil años, cuando el Hijo de Dios fue
cargado con una cruz que llevaría junto a un hombre, que nos representa a todos,
Simón de Cirene.
La carga de la cruz es el yugo de Cristo, el cual nos invita a llevar con Él, del
cual nos describe el mismo Señor su ligereza y facilidad de llevar debido al poder
más grande que nos da Dios: el amor de Cristo. El yugo es una pieza de madera,
que como todos sabemos sirve para que dos bueyes de carga tiren juntos. Pues
bien, ese yugo es la misma cruz puesta en horizontal donde las dos partes que
servirían para clavar las manos del Mesías, fueron puestas sobre los hombros de
cada uno de los dos hombres, Jesús y Simón, cuando éste fue obligado a ayudar a
Jesús a llevar Su cruz. Aquella obligación se convertiría para Él en un privilegio.

No es necesario decir que nuestra cruz no nos salva, sino la del Cordero de Dios,
Yahshua el Mesías, y que por lo tanto la salvación no la aporta nuestra ayuda,
nuestro testimonio ni nuestro esfuerzo espiritual, sino la vida del Hijo de Dios
dada y resucitada. Pero Jesús ha dejado para Su esposa, la Iglesia, una parte de la
carga, como dice la Escritura: ...Ahora me gozo en lo que padezco por
vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su
cuerpo, que es la iglesia. Colosenses 1:24.

Llevar la cruz de Cristo significa llevar Su testimonio, predicar el Evangelio,


hacer sacrificio de alabanza, fruto de labios que confiesan su nombre, Hebreos
13:15, ser la sal de la tierra y la luz del mundo, proclamar Su obra entre los
hombres, hablar en los lugares y circunstancias en los que nadie habla de Dios
sino de las vanidades, del lucro y de la carne, defender por amor de ellos la
salvación del alma y el arrepentimiento, publicar un tipo de conversación que no
le gusta a la mente humana, porque la condena, porque le anuncia su caducidad y
necedad. Además, la cruz de Cristo implica llevar el sufrimiento que Él lleva
viendo las almas perderse porque Le aborrecen a Él y a nosotros, por ver a la
humanidad destruirse, a las personas dañándose mutuamente, por dominar, por
envidias, por poder, por prevalecer, por odiar; todo lo contrario al amor de Dios,
todo eso ha sido clavado en la Cruz en aquellos que Le aceptan como Salvador,
cambiando sus corazones. La Cruz de Cristo implica que seremos aborrecidos,
perseguidos, algunos matados, y toda esta tribulación es para la gloria del Señor,
algo distinto al evangelio del bienestar, la prosperidad económica y las
bendiciones que hoy buscan las multitudes en algunas iglesias-espectáculo. Los
Cristianos somos llamados a llevar nuestra propia cruz por amor de Cristo, y por
amor de los hermanos, lo vemos en Gálatas 6:2 y el 1Juan 3:16 y 17, este es
nuestro Sacerdocio de Melquisedec, sacerdote para siempre, nuestro Señor
Jesucristo.

DEFINICIÓN DE CRUZ DEL DICCIONARIO ESPIRITUAL DE LA BIBLIA


DE JESUCRISTO.NET
Cruz: La de Cristo es exclusivamente de Él para que al morir en ella venciese a
la muerte y nos diera la vida. Nuestra muerte vino por nuestro pecado, que Cristo
expía como Cordero de Dios. También es la carga que lleva por otros de
intercesión diaria, como sacerdote eterno Melquisedec. El pueblo de Dios es
invitado a llevar cada uno su propia cruz, la de estar dispuesto a ser aborrecido
por el mundo por dar testimonio de Cristo, lo cual nos puede llevar incluso a la
cruz; a otros hermanos les llevó, y a otros al circo u otras persecuciones,
¿estamos dispuestos?. Nuestras circunstancias espirituales por causa de la fe, y
también es que uno le ofrezca a Dios su alma como sacrificio vivo por un
hermano, para que éste a cambio reciba la presencia de Dios, está llevando su
cruz, las cargas del otro: no hay mayor amor que este. Toma cada día tu propia
cruz por Cristo y por la Iglesia.

Mateo 10:38, 16:24, Juan 19:17, 1Corintios 1:18, Efesios 2:16.

TEXTOS BÍBLICOS

MATEO 10

...37El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que
ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; 38y el que no toma su
cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. 39El que halla su vida, la
perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.

MATEO 11

...29Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y


humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi
yugo es fácil, y ligera mi carga.

MATEO 27

...32Cuando salían, hallaron a un hombre de Cirene que se llamaba Simón; a


éste obligaron a que llevase la cruz. 33Y cuando llegaron a un lugar llamado
Gólgota, que significa: Lugar de la Calavera...

MARCOS 10

...Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende
todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y
ven, sígueme, tomando tu cruz. 22Pero él, afligido por esta palabra, se fue
triste, porque tenía muchas posesiones.

LUCAS 9

...23Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a si mismo, tome su cruz


cada día y sígame.

LUCAS 24

...5...¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? 6No está aquí, sino que
ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea,
7diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de
hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día. 8Entonces
ellas se acordaron de sus palabras, 9y volviendo del sepulcro, dieron nuevas
de todas estas cosas a los once, y a todos los demás. 10Eran María
Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas,
quienes dijeron estas cosas a los apóstoles.

JUAN 19 - ISAÍAS 53

...17Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en


hebreo, Gólgota; 18y allí le crucificaron... ... 28Después de esto, sabiendo
Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se
cumpliese: Tengo sed. 29Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces
ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la
acercaron a la boca. 30Cuando Jesús hubo tomado el vinagre,
dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el
espíritu.  31Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a
fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel
día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilatos que se les
quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí.  32Vinieron, pues, los
soldados, y quebraron las piernas al primero, y asimismo al otro que había
sido crucificado con él.  33Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya
muerto, no le quebraron las piernas.  34Pero uno de los soldados le abrió el
costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua.   35Y el que lo vio da
testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que
vosotros también creáis. 36Porque estas cosas sucedieron para que se
cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo. 37Y también otra
Escritura dice: Mirarán al que traspasaron.

GÁLATAS 2
...18Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor
me hago. 19Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para
Dios. 20Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive
Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de
Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. 21No desecho la gracia
de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.

EFESIOS 2

...14Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la


pared intermedia de separación, 15aboliendo en su carne las enemistades, la
ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo
de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, 16y mediante la cruz
reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las
enemistades. 17Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que
estabais lejos, y a los que estaban cerca; 18porque por medio de él los unos y
los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.

COLOSENSES 1

...15El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.


16Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las
que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean
principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. 17Y
él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; 18y él es la
cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de
entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; 19por cuanto
agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, 20y por medio de él
reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que
están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz... ...Ahora
me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta
de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia.

COLOSENSES 2
11
En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al
echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de
Cristo; 12sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también
resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los
muertos. 13Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de
vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los
pecados, 14anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que
nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz , 15y
despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente,
triunfando sobre ellos en la cruz.

APOCALIPSIS 11

...8Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad que en sentido


espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue
crucificado.

CONCLUSIÓN

El símbolo de la Cruz es tal que la humanidad lo reconoce desde hace 2.000


años. Cristo cambió el significado de la cruz romana, por el de la Cruz de Cristo,
el de muerte maldita e indigna por el de muerte expiatoria y de bendición, el de
muerte despreciable por el de vida de entre los muertos. La Cruz de Cristo.

Los dos ladrones a cada lado en dos cruces son las dos actitudes del hombre ante
el Juicio, resistirse o rendirse y pedir perdón, y Jesús, nuestro "paracletos"
abogado y consolador, no ha enfrentado el juicio desde una silla de abogado sino
desde otra, aunque también sea obra de mano de un carpintero, el
Carpintero eterno; desde La Cruz. En la misma condenación que merecemos la
humanidad, y desde el mismo sufrimiento, ejerce nuestra defensa que no es otra
que la fe en Su obra en la Cruz del Calvario. Esto predicamos llevando nuestra
cruz.

No debemos olvidar que Jesús está sentado a la diestra del poder de Dios, no en
la Cruz del Calvario, que aunque parezca evidente, cada día y cada año son
millones de cristianos que buscan a Cristo en la imagen de la Cruz, en lugar de
buscar y orar a, y con, Cristo vivo. El efecto de la Cruz hace casi 2.000 años es
eterno, y Cristo vive, y está entre nosotros todos los días hasta el fin del mundo.
Mateo 28:20.

La Cruz de Cristo es el Evangelio que predicamos, que es locura para el mundo.


Cristo lo protagoniza y nosotros lo anunciamos. La Cruz es el cumplimiento de la
justicia de Dios. Cristo la cumplió, y nosotros la recibimos por la fe, lo cual
anunciamos como la buena noticia. El yugo es nuestro ministerio entre los
hermanos reflejado en Gálatas 6:2 pero la cruz es nuestra misión en la tierra, para
alcanzar nuestro objetivo que son las almas. Nuestra herramienta y parte de la
espada del Espíritu, la Biblia, la Palabra de Dios. La cruz es, pues, persecución
por justicia para salvación, por amor al prójimo. El centro del mensaje del
Evangelio es lo que ocurre en la Cruz del Calvario por la obra del Hijo de Dios,
muriendo y resucitando, pagando por nuestros pecados, y esta Obra está
cumplida; ¡Anúnciala, predica el Evangelio y salva las almas para Cristo!. ...Elí,
Elí, Lama Sabactani... Hecho está... Amén, Señor Jesús, tuyo es el Reino, el
poder y la gloria por los siglos de los siglos. Amén. El Señor viene.

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