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Leccion 4 PDF
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Personalidad activa
Protección de intereses
Jurisdicción universal
Personalidad pasiva
Justicia supletoria
1. El principio de territorialidad
1.1. Contenido y fundamento
Según este principio, las leyes penales españolas se aplican a los delitos cometidos en territorio
español, con independencia de la nacionalidad del autor o la víctima.
Su fundamento radica en la idea de soberanía estatal que se extiende a todo el territorio nacional,
de manera que el Estado ejerce sobre el mismo todas sus potestades y entre ellas, por supuesto, el
ius puniendi
El castigo en el lugar del delito es el más efectivo de cara al efecto preventivo general de la pena,
pues es la sociedad que ha vivido el delito la que recibe el mensaje que la pena transmite. También
razones prácticas desde el punto de vista procesal recomiendan que éste sea el principio básico y
preferible.
Este principio se recoge en el art. 23.1 LOPJ cuando establece:
‘’En el orden penal corresponderá a la jurisdicción española el conocimiento de las causas por
delitos y faltas cometidos en el territorio español o cometidos a bordo de buques o aeronaves
españoles, sin perjuicio de lo previsto en los tratados internacionales en los que España sea parte’’
Además del concepto jurídico de territorio, para la aplicación del principio de territorialidad resulta
esencial conocer el lugar donde se ha cometido el delito, lo que no resulta siempre obvio.
Problemáticos son los casos en que la acción se realiza en un determinado territorio pero el
resultado del delito se produce en otro territorio distinto (delitos a distancia)
Ej. 4.1.: alguien desde el lado francés de la frontera franco-española, con un arma telescópica dispara
y mata a una persona que se encuentra al otro lado, en territorio español. O alguien desde España escribe y
envía un mail injurioso a una persona que vive en Marruecos. ¿Se puede afirmar en todos estos casos que el
delito se ha cometido en España y que por ello es aplicable la ley española?
Esta última parece la teoría preferible porque evita las posibles lagunas de punibilidad que
cualquiera de las otras dos puede generar.
Ej. 4.2.: Así, si un ciudadano español cometiera un delito en otro país, y luego se refugiara en
España, la falta de un acuerdo de extradición entre ambos países o, incluso existiendo ese acuerdo,
la incorporación al mismo de la regla de no extradición de los nacionales haría que el delincuente
quedara impune si no existiera este principio de personalidad que permite castigar al sujeto en
España por lo realizado en ese otro país.
2.2. Requisitos legales para su aplicación
Este principio está recogido en el art. 23.2 LOPJ, que exige para su aplicación:
1) Que los hechos estén previstos en las leyes penales españolas como delito.
2) Que los criminalmente responsables fueren españoles o extranjeros que hubieren adquirido
la nacionalidad española con posterioridad a la comisión del hecho.
3) Que el hecho de que sea punible en el lugar de ejecución (principio de doble incriminación),
salvo que, en virtud de un Tratado Internacional, no resulte necesario dicho requisito.
4) Que el agraviado o el Ministerio Fiscal interpongan querella ante los tribunales españoles.
5) Que el delincuente no haya sido absuelto, indultado o penado en el extranjero o, en este
último caso, no haya cumplido la condena (ne bis in idem). Si solo la hubiere cumplido en
parte, se le tendrá en cuenta para rebajarle proporcionalmente la que le corresponde.
Requisitos legales:
1. Que el delincuente no haya sido absuelto, indultado o penado en el extranjero o, en este
último caso, no haya cumplido la condena. Si solo la hubiere cumplido en parte, se le tendrá
en cuenta para rebajarla proporcionalmente.
2. Que el agraviado o el Ministerio Fiscal interpongan querella ante los tribunales españoles
Ej. 4.3.: Daniel, de nacionalidad uruguaya, intenta asesinar al rey de España cuando este visita
Argentina en viaje oficial y tras fallar el tiro, huye del país. El Ministerio Fiscal español interpone
querella y se dicta una orden internacional de busca y captura contra Daniel, que es apresado días
después en Chile. Los tribunales españoles serían competentes para enjuiciar el hecho por el
principio de protección de intereses.
Ej. 4.5.: Fátima y Luis, de nacionalidad española, son víctimas de un atentado terrorista, cometido
por el ISIS, cuando se hallaban trabajando como corresponsales de prensa en Libia. Como
consecuencia de la explosión colocada al paso de su autocar, Fátima pierde la visión de un ojo y Luis
la pierna izquierda. Al regresar a España interponen una querella contra Ali, uno de los líderes de la
organización de la organización e inductor del atentado según él mismo reivindica en un video
subido a Internet. En Libia no se persiguen los hechos pues se trata de un Estado fallido con una
administración de justicia prácticamente inexistente. Ali podría ser juzgado en España conforme a la
nueva regulación del art. 34.4 que combina rasgos de la justicia universal y el principio de
personalidad activa.
6. El principio de justicia supletoria
Este principio se prevé en algunos países para extender la propia ley penal y por lo tanto su
jurisdicción a casos en los que no es aplicable ninguno de los principios anteriores, y en los que no
existe ningún punto de conexión con el delito, con fin de evitar la impunidad, bien porque el delito
se cometió en un territorio no sometido a la soberanía de ningún Estado, o bien porque teniendo
en su poder al delincuente no es posible la extradición del mismo al país competente para juzgarlo.
No está previsto de forma expresa en la legislación española, aunque puede resultar aplicable por
lo dispuesto en algunos tratados.
7. La cláusula aut dedere aut iudicare
Algunos convenios internacionales recogen una cláusula por la que se obliga a un Estado bien a
extraditar siempre al sujeto acusado de ciertos delitos, o bien, si no lo extradita, a juzgarlo por el
delito en cuestión. Esta cláusula se conoce como el principio aut dedere aut iudicare (o entregar o
juzgar), y ha sido confundido con frecuencia en la doctrina y en la jurisprudencia con el principio de
jurisdicción universal.
Pero en realidad, no se trata de un principio de aplicación de la ley en el espacio o de
determinación de la jurisdicción, sino de una cláusula de cooperación internacional destinada a
evitar la impunidad.
La reciente reforma del art. 23.4 LOPJ ha introducido expresamente en nuestra legislación la
cláusula aut dedere aut iudicare, otorgando la jurisdicción a los tribunales españoles por ciertos
delitos, cometidos fuera del territorio, por ciudadanos extranjeros que se encontraran en España y
cuya extradición hubiera sido denegada por las autoridades españolas, siempre que así lo
impongan un tratado vigente para España.
Estado requirente: Estado que solicita la entrega del delincuente Extradición ACTIVA
Estado requerido: Estado que lo tiene y se pretende que lo entregue Ext. PASIVA
Según los órganos que intervengan en la extradición en la extradición, la denominamos: