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2018 SÍNTESIS 6º Clase
2018 SÍNTESIS 6º Clase
2018 - SÍNTESIS Clase Teórica nº 6: Los ámbitos de circulación y dispositivos de difusión del
arte contemporáneo: los museos. Las relaciones entre el museo físico y el museo virtual
Museos
Los museos, tal como los conocemos hoy, son en realidad un fenómeno reciente. En el pasado
fueron, casi con exclusividad, centros de almacenamiento de objetos y conocimientos, lugares de
reunión de estudiosos, filósofos e historiadores, ámbitos de construcción de clasificaciones y
categorías.
En la actualidad, los museos de arte cumplen además otras funciones. Se espera de ellos que abran
su patrimonio a un público amplio, a través de exhibiciones razonadas, programas educativos,
actividades de divulgación, producción editorial y/o teórica. La tradicional misión del museo,
basada en la adquisición, conservación y exhibición de obras, ya no agota su existencia. Su
importancia en la construcción y promoción del conocimiento sobre el arte los ha dotado de un
marcado protagonismo, transformándolos en núcleos de desarrollo intelectual desde los que se
precisa y define la práctica artística.
La relación de los museos con la producción artística contemporánea se presenta, en este contexto,
como especialmente problemática, y esto por una serie de motivos.
Por una parte, debido a la relación de los museos con el mercado y la historia: la exhibición de
obras de arte en estas instituciones les otorga un valor que puede traducirse en rédito de mercado, al
tiempo que las inviste de cierta relevancia histórica, en la medida en que las integra al discurso
histórico-estético propio del museo, a sus programas públicos, a sus memorias, a sus archivos y a su
documentación.
Del lado del arte contemporáneo, las tensiones suelen ser más virulentas. Muchas obras se resisten a
ingresar en la lógica categorial de los museos, otras sólo cobran vida al margen de esas
instituciones, otras se conciben como efímeras o se realizan en materiales de difícil conservación.
La aparición de los “nuevos medios” desafía la departamentalización habitual de estos espacios, que
se enfrentan a la necesidad permanente de reflexionar sobre sus objetivos, su misión y su posición
ante la siempre cambiante producción artística actual.
Por todas estas razones, el museo contemporáneo es el ámbito ideal para pensar la forma en que se
construyen, proyectan y negocian los conceptos que circulan en torno a la creación artística, las
categorías que delimitan sus principales líneas de acción e incluso las palabras con que se la
nombra.
Asimismo, es el sitio ineludible a la hora de formular interrogantes sobre los propios límites de la
práctica museística. En virtud de su ejercicio tradicional, cabría preguntarse cómo ingresan a la
historia del arte formulada a través de sus actividades, las obras efímeras o perecederas, las
“alternativas” o las “inclasificables”, pero también, cómo lo hacen las ideas y los pensamientos de
los artistas, sus proyectos o el contexto en el que produjeron su obra.
En este sentido, el museo no escapa al permanente cuestionamiento que los mismos artistas
formulan en torno a la práctica artística contemporánea, en una época en la que los medios tienden a
multiplicarse, la circulación de las obras trasciende los espacios habituales de exhibición, los límites
entre disciplinas se desdibujan o el arte extiende sus preocupaciones al terreno político, social y
cultural más amplio.”
Características
Óscar Navarro y Christina Tsagaraki en Museos en la crisis: una visión desde la museología crítica
afirman:
“Cuando se habla de crisis de los museos en Latinoamérica, se habla de presupuestos cada más
pequeños, de falta de capacitación, de políticas de Administración pública que obliga a los museos a
poner sus ganancias en la caja común del Estado sin la posibilidad de reinvertir en su desarrollo
museístico.
La museología crítica defiende que el conocimiento producido y expuesto en los museos está
cultural, social, política y económicamente determinado, y por consiguiente refleja un momento
específico de la sociedad que lo produce. De esta manera, si se desea entender y administrar dichas
instituciones, se debe ser consciente del marco socio-político y económico en que se desenvuelven.
Creemos que el primer paso para que los museos como institución y como producción social salgan
de la crisis ha de ser la capacitación de todas las personas involucradas.
Estas Instituciones demandan urgentemente un personal profesional calificado que conozca la
riqueza e importancia del patrimonio en custodia, de manera que dirijan, administren, conserven y
usen el mismo, de forma equilibrada y sostenible, ubican do sus programas y actividades en
concordancia con las necesidades de las comunidades. Por lo tanto, la capacitación de este personal
debe cubrir no sólo los aspectos básicos de la museología, sino también, una formación que le
permita potenciar e insertar a su institución dentro del proceso de conformación de una sociedad
sostenible.
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Los museos deben ser instrumentos de cambio que promuevan la participación social y política de
los miembros de la comunidad. No debemos olvidar que los museos son lugares de los cuales puede
emerger el cambio social mediante la creación de una con ciencia social acerca de la situación
histórica de la comunidad en la que están inmersos y del mundo en general.”
Centro Georges Pompidou Paris Francia (1977)( Centro Nacional de Arte y Cultura) diseñado
por los arquitectos Renzo Piano y Richard Rogers. Posee unas 76.000 obras de arte, una de las
colecciones de arte moderno y contemporáneo más completas del mundo junto con la Tate Modern
de Londres y el MoMA de Nueva York. Entre los artistas representados: Picasso, Joan Miró,
Brancusi, Modigliani, Matisse, Francis Bacon, Jean Dubuffet, etc. Fue construido sobre el espacio
que anteriormente ocupaba el mercado de Les Halles, durante el mandato del presidente francés
Georges Pompidou, el cual falleció antes de que se terminara el edificio.
Tate Modern Londres Fachada e interior (2000) Tate Modern. El Museo Nacional Británico
de Arte Moderno, más conocido como Tate Modern, es uno de los museos de arte moderno más
visitado.
En sus colecciones se incluyen obras de carácter internacional que abarcan desde el año 1900 hasta
la actualidad. Está emplazado en la reformada Central Eléctrica de Bankside. Este
emplazamiento se inauguró el 11 de mayo del 2000 después de cuatro años de obras y encaja
perfectamente con la temática del museo.
Debido al rápido crecimiento experimentado por la colección del museo, en el año 2006 se planteó
la ampliación de la superficie.
La colección permanente del Tate Modern, situada entre la tercera y la quinta planta del edificio, es
una de las más completas del mundo ya que contiene obras de la mayoría de los artistas más
relevantes del siglo XX, como Pablo Picasso, Andy Warhol, Salvador Dalí o Mark Rothko.
Las exposiciones temporales se encuentran repartidas entre la cuarta planta y el atrio principal del
museo, un enorme espacio en el que antiguamente se encontraban las turbinas de la central
eléctrica.
Tate Modern. Londres. Sala con Instalación. Rayo iluminando un venado en su fulgor.
Joseph Beuys
Tate Modern. Londres. Sala con Instalación. Meschac Gaba (artista africano. 1961). Sala de
Matrimonio
MNBA (Museo Nacional de Bellas Artes Buenos Aires) 1895
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Es un museo de arte argentino con sedes en la Ciudad de Buenos Aires y en la ciudad de Neuquén.
Este museo tiene el mayor patrimonio artístico del país y es uno de los principales de
Latinoamérica. Fue inaugurado en 1895 y su primera sede funcionó en las galerías del Bon Marché,
donde en la actualidad se encuentran las Galerías Pacífico. Abrió sus puertas al público un año
después, 1896, bajo la dirección de Eduardo Schiaffino.
Desde ese momento el patrimonio del museo comenzó a aumentar de peso, tanto por las compras
como por las donaciones. En 1909 el museo había multiplicado su acervo por veinte, por lo que
tuvo que ser mudado a un nuevo edificio. El edificio elegido fue el Pabellón Argentino, una
estructura de hierro, alambre y vidrio construida en la Plaza San Martín para representar a la
Argentina en la Exposición Universal de París (1889). El MNBA funcionó en ese edificio hasta
1932, cuando comenzó a ser trasladado a la Casa de Bombas, su actual ubicación. Este edificio
había sido cedido a la Comisión Nacional de Bellas Artes en 1931 por la Municipalidad de Buenos
Aires y se denominaba así porque en él inicialmente se ubicaban las estaciones de bombeo y
depósitos de agua potable para la ciudad. Las reformas de este edificio fueron encargadas al
arquitecto Alejandro Bustillo, quien proyectó salas espaciosas y bien iluminadas, y concibió un
itinerario espacial ordenado con el menor cansancio de atención o movilidad del visitante, algo
adoptado de los museos europeos. La fachada del edificio fue intensamente reformada, perdiendo su
estilo italianizante original en pos del neoclásico, favorito de Bustillo .La mudanza a esta nueva
sede comenzó en septiembre de 1932, y el museo fue reinaugurado el 23 de mayo de 1933, acto que
contó con la presencia del Presidente Agustín P. Justo. A partir de ese momento la nueva sede
edilicia del MNBA sufrió varias modificaciones, la primera reforma importante fue en 1960,
cuando se construyó un pabellón para la exhibición de las muestras temporarias, en el marco de la
Exposición Nacional del Sesquicentenario. En 1980 se inauguró la sala más amplia del museo, con
1.536 m2, que actualmente alberga la colección de Arte Argentino del siglo XX. En 1984 fueron
concluidas las obras del segundo piso, que incluyeron diferentes departamentos técnicos y
administrativos y las dos terrazas de esculturas. Actualmente el museo cuenta con 34 salas de
exhibición, 24 ubicadas en la planta baja (2.000 m2), 8 en el primero (2.200 m2) y 2 en el
segundo (410 m2). En la planta baja puede encontrarse una biblioteca especializada en arte, con un
patrimonio de 150.000 volúmenes; mientras que en el primer piso fue construido un auditorio de
320 m2, donde se realizan diferentes actividades artísticas. El patrimonio del museo alcanza en la
actualidad 12.713 obras, (que comprenden pinturas, esculturas, tapices, grabados, dibujos y
objetos) de las cuales se exhiben menos de 700.
El Museo Nacional de Bellas Artes, con el apoyo de American Express, ha diseñado una nueva
propuesta museográfica, en las veinticuatro salas de planta baja.
En el nuevo siglo, los edificios de los museos han adquirido un papel relevante, no son sólo
espacios de conservación patrimonial y de exhibiciones, sino hitos urbanos que modifican los
perfiles y la vida cultural de las ciudades. Por ello, esta es la primera etapa del ambicioso proyecto
de reforma y ampliación arquitectónica del MNBA. La planta baja recupera sus ejes principales,
potenciando la visión y el placer de recorrer las diversas salas. La caja estática de exhibición de
obras se transforma ahora en un espacio de mayor amplitud y movimiento continuo, y permite una
nueva experiencia en el visitante.
Es también el inicio de cambios en los criterios museográficos: el público encontrará un museo del
presente, para disponer las obras de arte del pasado con los requerimientos técnicos necesarios para
la mejor observación y conservación. El punto de mayor visibilidad es la propuesta cromática con
nuevas relaciones entre las obras que permiten un redescubrimiento del patrimonio. Algunas de las
salas cuentan con nuevos guiones, que suman piezas largamente guardadas en la reserva. De esta
manera se inician los cambios de la exposición permanente, que manifestarán la riqueza y
complejidad de la colección, además de cumplir con los legados de los donantes que la fortalecieron
en su centenaria historia.
La propuesta radical es la presencia del arte argentino del siglo XIX en la planta baja, compartiendo
el recorrido con sus contemporáneos europeos. Así se abre la posibilidad ingresar a las salas por el
arte argentino republicano, y no sólo por el arte europeo. Era una deuda pendiente con nuestra
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tradición cultural. Esta modificación en el guión implica la del concepto de museo, que desde su
particularidad pueda establecer nuevas lecturas, una voz propia desde la heterogeneidad de su
patrimonio. Un museo que conozca sus colecciones y genere los espacios para potenciarlas.
Esta renovación es resultado de los deseos y esfuerzos de las personas que trabajan en el mueso
cotidianamente y de la comunidad que apoya los desafíos que implica impulsarlo como un espacio
dinámico, abierto; convocante de un público activo y masivo, que goce intelectual y estéticamente;
que reconozca al MNBA como un referente de su tiempo.
Este museo reúne la mejor colección de arte argentino e internacional del país. Las salas de arte
argentino del museo sufrieron un nuevo montaje en abril de 2005.
Pueden verse cuadros centrales de arte argentino del siglo XIX como “Sin pan y sin trabajo”, de
Ernesto de la Cárcova, “Le lever de la bonne”, de Eduardo Sívori, “Reposo”, de Eduardo
Schiaffino, o “La vuelta del malón” de Angel Della Valle y es en este museo donde puede
encontrarse el mejor repertorio del arte perteneciente a la colección Di Tella
(hoy patrimonio del museo) (Picasso, Pollock, Henri Moore, Burri, Tapies, Rothko, Dubuffet). A
esto se suman las obras de artistas de siglos y artistas anteriores (impresionistas, expresionistas,
escuela de parís, etc). Recientemente ingresó la donación de la colección Maria Luisa Memberg
conformada por 27 obras de arte rioplatense de los años veinte, que por primera vez se expone en
buenas condiciones museográficas(Pablo Suárez, Guillermo Kuitca, Alfredo Prior, Marcia Scuhartz,
Luis Felipe Noé…)
Dos aspectos cabe destacar como marcas del rediseño de las salas. En primer lugar, la acumulación
de las obras, que por momento puede resultar agobiante. El compactamiento debe ser leído como el
gesto de subir el depósito a las salas, de abrir la colección al público, de proponer soluciones
atractivas, de diferenciar y subrayar la propuesta de cada sección. Responde a la necesidad de dar
cuenta, en la versión más abarcativa posible, de un patrimonio que durante muchos años se mantuvo
alejado de la mirada del público.
El montaje también responde a la decisión de que los criterios pedagógicos jueguen junto a los
estéticos. La decisión de diferenciar cada tramo con un color permite identificar distintos núcleos
temáticos e históricos. Esto aparece subrayado, por la inclusión en algunas secciones, de material
documental, como los cuadernos de notas de Cándido López, un peinetón junto a los dibujos
caricaturescos que Bacle realiza sobre la moda en Buenos Aires durante el siglo XIX o catálogos de
los primeros salones nacionales.
En segundo lugar, es destacable el hecho de que el guión no reproduzca el relato tradicional del arte
argentino, sino que se establezca considerando aquello que durante los últimos quince años se
escribió y se publicó, es decir desde la perspectiva de una historia del arte que revisa. Así, episodios
que hasta ahora no habían sido pensados como corpus de exhibición, como los premios del Salón
Nacional se disponen en una sección del recorrido.
El nuevo montaje del museo permite ver, en forma permanente, piezas que fueron de la colección
Jorge Romero Brest (como Luis Wells o el colchón de Marta Minujín) y también acceder al
material documental filmográfico sobre algunas acciones de los años sesenta. En una de las
secciones más destacables del recorrido, se exhiben en una sala oscurecida, en condiciones acordes
a sus requerimientos, tres obras cinéticas, expresión central del arte argentino y latinoamericano de
los años sesenta que, a excepción del Malba, no se presentaban hasta ahora en ningún museo de la
ciudad. Las obras de Kosice, Le Parc y Vardánega marcan uno de los puntos culminantes del nuevo
montaje.
El recorrido concluye con los años ochenta (Suárez, Prior, Pierri, Kuitca, Wells, Noé) y con una
sala sobre conceptualismo, en la que se exhibe la paradigmática caja con papas de Víctor Grippo,
junto a obras de Luis Fernando Benedit, León Ferrari, Edgardo Vigo y Nicolás García Uriburu,
entre otros.
Por otra parte la Fundación Antorchas durante años dispuso de fondos necesarios para la
adquisición de piezas.
El 12 de septiembre de 2004 fue inaugurada una sede del MNBA en la ciudad de Neuquén.
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MALBA (Museo de Arte latinoamericano de Buenos Aires) Fundación Costantini fue fundado
en septiembre de 2001 con el objetivo de coleccionar, preservar, estudiar y difundir el arte
latinoamericano desde principios del siglo XX hasta la actualidad. Es una institución privada sin
fines de lucro que conserva y exhibe un patrimonio de aproximadamente 400 obras de los
principales artistas modernos y contemporáneos de la región. Combina un calendario de
exposiciones temporarias, con la exhibición estable de su colección institucional, y funciona
simultáneamente como un espacio plural de producción de actividades culturales y educativas.
Ofrece ciclos de cine, literatura y diseño y lleva adelante una tarea de educativa a través de
programas destinados a diferentes tipos de públicos. En mayo de 2007, el Malba fue declarado Sitio
de Interés Cultural por parte de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En
noviembre de 2008, recibió el Premio Konex de Platino como Mejor entidad cultural de la última
década.
Desde 1990, la Colección Costantini estuvo abierta a la visita de especialistas y estudiosos tanto
locales como internacionales y para el préstamo de obras a exposiciones de arte latinoamericano
realizadas en diversos países de América y Europa. En 1996 se presentó públicamente en conjunto
por primera vez en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, exposición que luego fue
inaugurada en el Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo. Entre 1998 y 1999, un
conjunto importante de sus piezas más relevantes fue exhibido en el Museu de Arte Moderna de São
Paulo, el Museu de Arte Moderna de Rio de Janeiro y en Fundación "La Caixa" en Madrid.
Simultáneamente, la Colección presentó entre 1997 y 2000 cuatro ediciones sucesivas del Premio
Costantini en el Museo Nacional de Bellas Artes, concurso que contribuyó a estimular la
producción artística argentina, al mismo tiempo que incorporó a la colección obras de artistas de
las últimas generaciones a través de un primer premio adquisición. A fines del año 1998 surgió la
posibilidad de comprar un terreno estratégicamente ubicado en el tramado urbano y cultural de la
ciudad para la construcción de un museo. Se organizó entonces una convocatoria internacional
abierta por la Unión Internacional de Arquitectos en el marco de la Bienal Internacional de
Arquitectura de Buenos Aires. Se presentaron 450 propuestas de 45 diferentes países. La selección
quedó en manos de un jurado internacional de arquitectos y el primer premio fue otorgado a tres
jóvenes arquitectos argentinos cordobeses: Gastón Atelman, Martín Fourcade y Alfredo Tapia
(Estudio AFT). El proyecto se desarrolló con el propósito de integrar el edificio a la ciudad y
generar un entorno propicio para disfrutar de las obras de arte, cumpliendo con normas
internacionales de exhibición y conservación. El programa arquitectónico quedó constituido por un
hall de entrada, salas de exhibiciones permanentes y temporarias, terrazas de esculturas, un
auditorio, restaurante, tienda, áreas de oficinas, talleres de conservación y de mantenimiento,
depósito general, sala de máquinas y central de inteligencia. Las salas principales pueden ser
compartimentadas en diferentes galerías y se adecuan a los distintos formatos que demanda la
exhibición de la colección permanente y de las muestras temporales. Están concebidas como
arquitectura sin distracciones visuales, "cajas blancas" socavadas estratégicamente para permitir la
entrada de luz natural tamizada y para generar un ámbito adecuado de apreciación de las obras de
arte. Cada una de ellas posee las condiciones técnicas y tecnológicas necesarias para garantizar la
integridad y la conservación de las obras exhibidas, de acuerdo con las premisas internacionales de
seguridad y calidad. Los grandes prismas revestidos de piedra caliza, los planos vidriados, la
configuración de las diferentes salas y de los espacios vitales del museo conforman una arquitectura
de eficiente neutralidad y hacen del museo un referente para la cultura de la ciudad de Buenos
Aires. Su concepción arquitectónica implica una forma específica de comunicación entre la ciudad,
sus habitantes y el arte.
Malba es un espacio cultural dinámico y participativo en el que se presentan exposiciones
temporarias de diversa índole (en muchas ocasiones junto a otros museos alrededor del mundo,
colecciones internacionales y fundaciones afines) y muestras de arte contemporáneo argentino y
latinoamericano. Además, cuenta con un importante programa de cine y con una cinemateca que
crece mensualmente a través de la adquisición y el rescate de films esenciales de la historia del cine.
El museo también tiene un área de Literatura a través del cual realiza encuentros con escritores,
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cursos, seminarios, charlas literarias y presentaciones de libros. El área de Educación y Acción
Cultural incluye programas para niños, visitas guiadas y diversas actividades realizadas junto con
organizaciones de la sociedad civil, y apunta a ofrecer a todos los sectores de la comunidad la
posibilidad de disfrutar, estudiar y conocer algunos de los principales artistas y movimientos del
arte del último siglo.
Carta del fundador.
Estoy embarcado en un proyecto a largo plazo que comenzó en el otoño de 1970 con la compra de
mis dos primeras obras, y que debería prolongarse a través del tiempo, trascendiendo mi muerte,
en manos de la comunidad. Este proyecto ha crecido gradualmente: al comienzo, dos cuadros
adquiridos en una galería de Acassuso que ya no existe; luego otros más y, con el correr de los
años, el nacimiento de una colección. Con ella, se fortaleció en mí la conciencia de coleccionista y
de la función social que el proyecto podía adquirir: construiría una colección de arte
latinoamericano para ayudar a promover y a difundir nuestros valores culturales en la Argentina y
en el exterior. Este propósito comenzó a hacerse realidad en el año 1996, cuando la colección fue
solicitada, por primera vez, para ser exhibida en su totalidad por el Museo Nacional de Bellas
Artes de Buenos Aires. Luego le siguieron otras exhibiciones en Uruguay, Brasil y España, que
acompañaron a la continua incorporación de obras. Con el tiempo se fue fortaleciendo la idea de
un proyecto con finalidad pública y social. Por fin, en el año 1998, gracias a la posibilidad de
comprar un terreno estratégicamente ubicado, surgió la idea de crear un museo de arte
latinoamericano. A la adquisición del predio le siguió la organización de un concurso
internacional para la elección del proyecto, luego la construcción del edificio y, por último, la
inauguración de Malba. La existencia de Malba tiene para mí profundos significados. Es, ante
todo, el hogar de las más de doscientas obras anteriormente diseminadas alrededor del mundo. A
partir de ahora, todas compartirán un mismo hogar en mi país, en Buenos Aires. Juntas, en una
unidad fortalecida, bregarán por las artes y por la identidad americana. Por otro lado, es también
en Malba donde vuelco mis mayores esfuerzos y mi energía detrás de un ideal de sociedad más
solidaria y armónica. En las obras de esta colección hay pedazos de nuestra historia
latinoamericana: hay sufrimiento y alegría, como en Frida Kahlo; hay religión y ordenamiento
racional, como en Joaquín Torres García; hay el deseo de una identidad propiamente nuestra,
como en Abaporu de Tarsila do Amaral; hay ideología y sensibilidad social, como en Antonio
Berni o en David Alfaro Siqueiros.Finalmente, creo que para que un museo tenga sentido, esa
"casa" debe ser la casa de todos, es decir, debe ser un espacio cultural público, abierto y
participativo. Por eso, el protagonista principal de Malba es el público. Y el museo será el puente
tendido entre el público y los artistas, los críticos, los coleccionistas y todos los que conforman el
mundo del arte. Estoy seguro de que con el esfuerzo de todos, este proyecto que nació hace algunas
décadas perdurará en el tiempo para el bien de la comunidad y del arte latinoamericano. Eduardo
F. Costantini.
Probablemente el Malba esté planificando consolidar una colección de arte argentino desde los años
noventa en adelante que funcione como un equivalente del Macro de Rosario en Buenos Aires. El
Malba será el único museo de Buenos Aires en el que puedan verse algunos ejemplos del arte
argentino más reciente.
No pasa inadvertida la positiva relación entre la oferta cultural de los museos y el turismo. Los
museos argentinos también buscan inscribirse en el recorrido de los turistas que visitan el país.
Tener en cuenta el papel de los museos en el orden de los atractivos turísticos de la ciudad es una
razón más para trabajar en la coordinación de políticas institucionales que permitan que los
programas y las colecciones se complementen sin por ello dejar de competir.
Existe una tendencia hacia el establecimiento de nuevos museos en distintas partes del país.
Entre 2000 y 2003 se fundaron dos nuevos museos en la Argentina, que fueron inaugurados ambos,
durante 2004. El primero en Neuquén MNBA – NEUQUÉN, desplazó parte del patrimonio del
MNBA a un nuevo edificio construido en dicha ciudad. El segundo, el MACRO, (Museo de Arte
Contemporáneo de Rosario) funciona desde fines de 2004 en el edificio de los antiguos Silos Davis
recuperado por la Municipalidad de Rosario.
El edificio fue proyectado por Ermete de Lorenzi (1900 – 1971), uno de los arquitectos rossarinos
más importantes del siglo XX.
El Museo Nacional de Bellas Artes de Neuquén fue inaugurado el 12 setiembre de 2004, para el
centenario de Neuquén. El nuevo edificio fue un proyecto del arquitecto Mario Roberto Álvarez,
coautor junto con Horacio Torcello y Asociados, que habían ganado el concurso de ideas. Recibió
el premio Bienal de Arquitectura al mejor edificio institucional en gran escala. Produjo un gran
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impacto urbano. El exterior del museo se caracteriza por la definición de líneas puras que
conforman planos, que se alzan netos sobre una superficie de agua.
Posee una superficie de 2.500 m2 y al no ser un edificio reciclado, sino construido especialmente
para albergar al museo, está dotado de una amplia funcionalidad. El museo cuenta con cuatro salas,
tres para albergar la muestra permanente de 215 obras y la restante para las exhibiciones
temporales, y un auditorio para 400 personas que es utilizado para diversas actividades culturales.
El museo se define como una unidad espacial integrada al parque por explanadas y
circunvalaciones, que funcionan como vías de acceso. El salón principal rodea el patio de
esculturas. Este salón es, espacial y funcionalmente, independiente del hall de acceso, en el que se
encuentran la cafetería – restaurante, la librería y la entrada a un auditorio para 300 personas que
cuenta con tecnología actualizada. La sala de exposiciones se desarrolla buscando el máximo
perímetro y utiliza divisores móviles con ruedas, que permiten el rediseño de las salas.
El acervo de esta institución se estableció sobre la base de más de 200 obras del patrimonio
nacional, cedidas por el MNBA a la Secretaría de Cultura de la Nación, órgano administrativo de
las obras en préstamo. Esta colección, que abarca desde el Renacimiento hasta el impresionismo
francés y desde los precursores del arte argentino hasta los artistas más contemporáneos (colección
valuada en 15 millones de dólares9 se dispone en el sector de la izquierda PLANO. El ala de la
derecha se destina a exposiciones temporarias. Este museo encarna la federalización del patrimonio.
Recordemos que en la colección se encuentra la obra “orquesta típica” de Berni.
Cabe destacar que esta materialización suma a la belleza natural de la zona, su belleza cultural. Uno
de los objetivos fue el atraer al turismo que va hacia la cordillera. El museo está a solo 200 metros
de la ruta que va al sur. En la difusión de las actividades que se desarrollan en este museo se
enfatizan la importante asistencia del público regional y turistas y el nivel y exclusividad de las
muestras que se organizan.
El MACRO está ubicado en un lugar privilegiado frente al río Paraná, el nuevo espacio es un anexo
del Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino Está dotado de diez pisos con salas de
exposiciones, bar, restaurante y área de servicios. Contiene una colección de unas 300 obras, que
presenta un amplio panorama sobre el arte argentino de las últimas décadas. Fue necesario hacer un
corte que cronológicamente se fijó en los 60, años en los que se produjeron rupturas tanto artísticas
como políticas y sociales, pero igualmente esto se tomó con cierta flexibilidad. Se estableció a partir
de una colección formada durante el período 2000 – 2003.
Se inauguró el 16 de noviembre de 2004. Quien llevó adelante la actividad de reunir las obras de la
colección fue Fernando Farina, director del Museo Juan B. Castagnino, quien fue elegido para
recibir la donación de la Fundación Antorchas de 27 obras que, inicialmente habían seleccionadas
para el Museo de Bahía Blanca.
Fundación Antorchas (1985 – 2005) tuvo como propósito mejorar el patrimonio cultural de la
comunidad. En veinte años invirtió 100 millones de dólares en la financiación de 12.000 proyectos.
Esta institución apoyó la publicación de libros, , programas de capacitación de personal de los
museos del interior del país, la realización de seminarios y clínicas para la formación de jóvenes
artistas de distintas provincias del país. Contribuyó a la conservación de bienes culturales y a la
consolidación de las colecciones de numerosos museos, así como la investigación y la educación
artística.
Entre las obras seleccionadas algunas pertenecen a los años 60 (Le Parc, Polesello, Berni, registros
documentales de obras efímeras como Tucumán Ardeentre otros). En el núcleo de la colección
predominan las obras de los años 90, en sus inscripciones más políticas (Sacco o Maresca) o en
aquellas ligadas a los que se identifica como la estética del Rojas (Maier, , Schiliro, Pombo).
La colección partió de las obras inicialmente cedidas por Antorchas pero contó luego con el aporte
de la Fundación Museo Castagnino, de empresas privadas y de la donación de artistas y familiares.
Se pensó en reciclar el interior de los silos a fin de convertirlos en grandes salas de exposición, sin
embargo, es probable que este proyecto, por las dificultades que involucra no se concluya. En su
lugar se planifica construir un nuevo edificio anexo al museo Municipal Castagnino, del cual
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depende el Macro, a fin de colocar allí su colección y dejar los silos como emblema y las torres
como espacio para exposiciones de artistas emergentes.
MUSEO DE ARTE CONTEMPORÁNEO DE BAHÍA BLANCA Fue inaugurada la nueva sede
el 11 de abril de 2004. El anteproyecto fue realizado por los arquitectos Luis Caporossi y Andrés
Duprat. El edificio cuenta con una sala de exposiciones adecuada para la exhibición de obras de arte
contemporáneo, un auditorio, cafetería y depósitos. El museo se promociona como el primero del
interior dedicado exclusivamente al arte de este período.
Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti: El Museo nació en la década del ‘20, luego
de que el Círculo de Bellas Artes de La Plata, integrado por artistas y gente de la cultura,
promoviera un movimiento que se concretaría en la creación de un museo de artes plásticas, en la
joven ciudad capital de la provincia. Es así que -en febrero de 1922- fue creado por el Poder
Ejecutivo el Museo Provincial de Bellas Artes.
En 1930 se designó director al pintor platense Emilio Pettoruti, fue un período de diecisiete años de
intensa labor que jerarquizó el nivel de la institución y amplió significativamente la colección del
museo. Gracias a su gestión el Museo se reinstalo en el Pasaje Dardo Rocha, reabriendo sus puertas
el 6 de agosto de 1932, año del Cincuentenario de la fundación de la ciudad de La Plata.
En 1959, la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires sancionó la Ley Nº 6.141 por la cual se
expropió el edificio del Cine Güemes, en avenida 51 entre 5 y 6, destinado al funcionamiento del
Museo Provincial de Bellas Artes. Una vez acondicionado, fue reinaugurado bajo la Dirección
interina de Salvador Stringa.
En la actualidad, la colección está integrada por más de 3.200 obras, entre pinturas, esculturas,
grabados, dibujos, tapices y otras técnicas de las artes visuales, que se exhiben en forma rotativa. Se
trata, en esencia, de una colección de arte argentino contemporáneo, que permite apreciar, a través
del libre juego de los contrastes, la diversidad de orientaciones y tendencias que caracterizaron el
desarrollo del arte en la Argentina.
Museo de Arte Contemporáneo Latinoamericano (MACLA) La Plata (Argentina): El proyecto
fundamental Museo de Arte Contemporáneo Latinoamericano (MACLA) es la creación de un
centro de estudios, consulta e investigación de las artes visuales. Su objetivo es el de generar un
espacio donde artistas, investigadores, estudiantes y público en general tengan la posibilidad de
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conocer, reconocer, consultar y valorar a las artes plásticas latinoamericanas contemporáneas
específicamente. La filosofía del MACLA apunta no solo al presente, sino fundamentalmente a su
proyección futura: tratar en lo posible de establecer las líneas de conducta cultural que valoricen
esencialmente al artista por sobre las pautas establecidas desde un mercado foráneo: críticas,
halagos o historiales de éxitos puntuales. Es verdad que nos proponemos una difícil tarea, pero no
imposible: que los artistas tengan un lugar en el mundo del arte, conforme a sus méritos de
valoración artística intrínseca y no el de meros hacedores dependientes de intereses que
excepcionalmente coinciden en profundidad con el arte y su historia. Los artistas son los verdaderos
creadores de este museo. De su consejo, conocimiento y justa valoración de la creación artística
depende que el fondo de arte cada día crezca en proporción geométrica, en armonía visual y
transparencia creativa. Con un equipo integrado por jóvenes profesionales el MACLA comenzó a
conformar su patrimonio junto a las generaciones de artistas plásticos adultos mayores. Hoy
continua arraigando sus raíces en lo profundo de la sociedad e indagando en "Aquellos artistas que
están pero no se ven". Entre los años 1992 y 1994, el profesor y artista plástico César López
Osornio, desarrolló en España la muestra "Confluencias", la primer que reunía a artistas
latinoamericanos residentes en Europa, en exilios voluntarios o forzosos. El interés y éxito
suscitado por esta exposición hizo retomar una idea surgida en 1978 en el Primer Encuentro de
Artistas Plásticos y Críticos Iberoamericanos, desarrollado en Caracas, Venezuela. Allí, varios
artistas plásticos reconocieron que en cierto modo el arte latinoamericano carecía de un auténtico
museo, que nucleara y mostrara con idoneidad al mundo su producción, sin estar supeditado a las
principales capitales del mundo. Frente a esta idea, todos los artistas de la muestra "Confluencias"
aceptaron donar sus obras para la concreción del tan ansiado museo. La posibilidad de trasladar ese
importante patrimonio pictórico a la Argentina, decidió a su organizador a concretar el sueño de
organizar un espacio dedicado al arte contemporáneo en La Plata. Para esa decisión convergieron
los aportes de personalidades de la ciudad como el arquitecto Daniel Almeida Curt, el consenso
general del Consejo Deliberante y la comunidad artística quien vislumbraron la oportunidad de
conformar un museo de arte latinoamericano en el edificio del Pasaje Dardo Rocha. A través de
López Osornio se concretó la donación del Patrimonio para el MACLA, que fue requerido a los
artistas de trayectoria más extensa, quienes se transformaron en cofundadores del mismo.
Finalmente el 10 de septiembre de 1999 se realizó la inauguración del museo. Actualmente el
patrimonio del MACLA está compuesto por alrededor de unas 600 obras.
Museo de Arte Contemporáneo Mar del Plata (MAR) Fachada
Se inauguró en diciembre de 2013 con la Muestra “El espíritu Pop”, curada por Rodrigo Alonso.
Recorre la producción pop argentina de la década de 1960. Adentro, grandes firmas como Alberto
Greco, Jorge de la Vega, Rómulo Macció, Antonio Seguí, Edgardo Giménez, Delia Cancela y
Antonio Berni, entre otros maestros. Afuera, un lobo marino gigante de alfajores realizado por
Marta Minujín. El lobo marino es el mito popular por excelencia de esta ciudad. Igual que los
alfajores.Tiene diez metros de altura y está recubierto por ocho mil paquetes de alfajores inflados
con aire. A principios de abril los paquetes se repartirán para que sean canjeados por alfajores de
verdad en locales de todo el país. Después, el lobo se cubrirá con tierra y pasto verde. Mantendrá su
forma, pero cambiará, en parte, el concepto.
En el hall de entrada se puede apreciar una instalación de Edgardo Giménez, de 10 metros de
altura y conformada por un body painting de Moria Casán rodeada de 4 aviones.
Entre las casi 120 obras en exposición, no podemos dejar de mencionar: “El pago de la deuda
externa argentina con maíz”, de Marta Minujín; “Rompecabezas” de Jorge de la Vega; “Pareja
de soldados del espacio” de Juan Stoppani. Alfredo Rodríguez Arias se encuentra con “Los
nadadores”. Le siguen obras como “El Abrazo” de Pablo Menicucci y “La mujercita”. También
“Love and Life” y Boleto para viajar de Delia Cancela y Pablo Mesejean. Destaca además “Los
neuróticos”, escenografía de película homónima por Edgardo Giménez; “El nubarrón (Vamos al
pan de azúcar?)” de Antonio Seguí, quien comparte espacio con Luis Wells y su arte geométrico.
Otro artista: Nelson Blanco.
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Rodrigo Alonso comenta: “El problema no es si se muestra obra difícil, el problema es cómo se
comunica, cómo el espectador se acerca a este tipo de producciones. Si uno tiene en cuenta ciertos
dispositivos didácticos para que el público no se sienta solo e incomprendido se pueden hacer
muestras de cualquier cosa. El museo tiene, ante todo, un objetivo didáctico”.
El museo tiene 7000 metros cuadrados cubiertos. Hay tres salas de exposición IMÁGENES DE
LAS SALAS: una de 20 x 30, las otras dos de 20 x 20. Las tres tienen 9 metros de altura y están
preparadas para recibir obra contemporánea, de gran formato y en gramática multimedia. Hay
proyectores digitales, luces y sonido inteligente y tamaño de sobra para hacer montajes
monumentales. Además, un auditorio con capacidad para 200 espectadores, talleres de
restauración, área de preservación, biblioteca, cafetería, tienda y un parque de esculturas que se
extiende en las dos hectáreas de superficie total del predio.
Las salas pueden reducir su volumen. Las parrillas de luces se elevan a tope o descienden hasta 2,5
metros de altura de acuerdo a las necesidades. También tienen la posibilidad de aprovechar la luz
natural o de cerrarse herméticamente para muestras audiovisuales o instalaciones. Es el primer
espacio de estas características en la ciudad.
Está ubicado frente al mar, delimitado por la calles Florisbelo Acosta, López de Gomara, Dardo
Rocha y la avenida Félix Camet (a metros de Av. Constitución). Se llamó a concurso público de
anteproyectos en el 2010. Se presentaron cerca de 200 propuestas. El estudio ganador fue
Monoblock, integrado por los profesionales Marcos Amadeo, Fernando Cynowiec, Juan Granara,
Adrián Russo y Alexis Schänter.
Desde el Centro de Artes Visuales del Instituto Torcuato Di Tella (década del 60), dirigido por
Jorge Romero Brest, se irradiaron nuevas maneras de ver y de hacer arte en la Argentina que
posibilitaron el desarrollo de dos vertientes: una esteticista (a veces incluía cierta crítica social) y la
otra que vinculó arte y política.
Las obras del Pop están caracterizadas por una pintura plana y por objetos pintados, con una
imaginería proveniente de la publicidad, por los brillos del esmalte y los vibrantes colores
industriales, por las imágenes distorsionadas. “El espíritu del Pop” pone en escena producciones de
casi 40 artistas y ocupa las tres inmensas salas de techos altísimos y los sitios de circulación del
MAR.
Entidades culturales
Se entiende como Entidad Cultural aquella persona jurídica de carácter gubernamental, privado o
mixto, que posibilita el desarrollo cultural realizando diferentes actividades, tales como:
Ámbitos virtuales de circulación. Los museos y otros espacios culturales virtuales. El arte en
la red.
Arte en la red
Desde hace tiempo, Internet ha producido sus propias formas de difusión de las producciones
artísticas. La creación artística contemporánea emplea soportes de difusión diferentes al espacio
físico de las exposiciones.
A partir de la primera generación de computadoras, los desarrollos en cuanto a la mayor capacidad
de almacenamiento, transmisión y procesamiento de datos han permitido que la obra tradicional
pueda ser reproducida y enviada a, prácticamente cualquier parte. Para quienes acceden a una
computadora, la red mundial ha comenzado una divulgación del arte a gran escala. En este caso, ya
no hace falta comprar costosos libros para echar una ojeada a la historia del arte o desplazarse a
museos y galerías en otros países, para contemplar las más recientes obras de arte contemporáneo.
Muchos usuarios que no tienen equipos propios, pueden conectarse desde cibercafés. También ha
permitido que numerosos artistas den a conocer sus obras, en algunos casos prácticamente
momentos después de terminarlas, a través de páginas personales, museos y galerías virtuales.
a. Folleto electrónico que busca sólo una primera presencia de la institución en la red y que
exclusivamente proporciona la información mínima para desplazarse al museo real. Por lo
tanto, la web no se usa como complemento de la institución real, sino que tan sólo es un
medio de marketing en la red.
b. Proyección del espacio físico. Se trata de aquella web que proporciona muchos contenidos
sobre las colecciones del museo y de sus actividades. En este tipo de webs ya se piensa en
un visitante virtual. Se transfiere el catálogo de piezas de museo real a un sistema apoyado
en las nuevas tecnologías. Fundamentalmente reproducen un "catálogo virtual" del museo,
donde se pueden ver piezas, datos, imágenes, biografías y otra información que nos ayuda a
obtener una información bastante completa sobre la colección del museo. Pero también nos
brinda datos sobre la historia del museo, sobre el edificio que lo alberga, sus horarios de
visita, etc.
c. "Verdaderamente interactivos”. Se trata de aquella web que proporciona herramientas a los
visitantes con el fin de realizar un recorrido virtual en forma activa para conocer las
colecciones y actividades del museo. El espacio web es totalmente complementario del
espacio real buscando educar al posible visitante y prepararlo para una visita presencial.
Estos sitios buscan la participación activa de los internautas creando lugares de interacción
como foros, chats y comunidades virtuales.
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Ejemplos de Museos informativo Folletos electrónicos
1. MACLA - Museo de Arte Contemporáneo Latinoamericano - La Plata : Una de las
características principales en la conformación del fondo de arte del MACLA es que las obras
que lo componen no han sido solicitadas siguiendo una relación histórica, ya que en su
esencia es un museo contemporáneo. Tampoco sigue el concepto coleccionista, el gusto
personal, buscando lo más representativo de cada período. Su patrimonio comienza en los
años ´50 aproximadamente, especialmente junto a esos artistas que revolucionaron la
plástica de la mano de la geometría, el arte concreto, aunque sin dejar de lado los impulsores
de la figuración. El proyecto fundamental del MACLA es la creación de un centro de
estudios, consulta e investigación de las artes visuales. Su objetivo es el de generar un
espacio donde artistas, investigadores, estudiantes y público en general tengan la posibilidad
de conocer, reconocer, consultar y valorar a las artes plásticas latinoamericanas
contemporáneas específicamente. Su patrimonio no solo apunta al presente, sino
fundamentalmente a su proyección futura: tratar en lo posible de establecer las líneas de
conducta cultural que valoricen esencialmente al artista por sobre las pautas establecidas
desde un mercado foráneo: críticas, halagos o historiales de éxitos puntuales.
2. Museo de arte contemporáneo de Niteroi – Brasil: En este museo, creado en 1996, se
exponen obras de artistas contemporáneos brasileños y está en un lugar excepcional, desde
el que se domina una gran vista de la bahía con la ciudad de Río al fondo. Proyectado por el
arquitecto Oscar Niemeyer (creador del proyecto de la ciudad capital Brasilia), en el mirador
Boa Viagem, es el símbolo máximo de la efervescencia de la cultura local. Emblemático,
por ubicación y autoría. El Museo confirió identidad a Niterói, una ciudad dormitorio a
cinco kilómetros de Río de Janeiro. Tiene la característica de una vista de 360 grados, desde
donde se ve tanto Río como Niteroi y sus playas.
3. Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona MACBA - España . Aspira a construir una
memoria crítica del arte desde la segunda mitad del siglo XX, alcanzando a un tiempo dos
objetivos: por un lado, contrarrestar discursos y fuerzas hegemónicas que tienden a mitificar
lo local-nacional y a instrumentalizar las instituciones culturales como agentes activos de la
terciarización económica de las ciudades; por otro, plantear alternativas a las insuficiencias
de los modelos dominantes de museo, que se basan, en general, en el mito universalista de la
obra original o bien en una concepción del museo como espectáculo. Partiendo de una
concepción según la cual no existe un “público”, sino “públicos” constituidos por grupos
específicos diferenciados, el museo deja de ser un mero productor de exposiciones y pasa a
ser un proveedor de servicios de diferentes tipos para los diferentes sujetos. La exposición
es, así, un medio para un tipo de experiencia que se sitúa al mismo nivel que los talleres, las
conferencias, los programas de audiovisuales, las publicaciones, etc. Todas estas
experiencias se articulan en torno a una serie de líneas discursivas que les dan coherencia
temática.
Ejemplos de museos con proyección del espacio físico.
4. Museo Guggenheim de arte moderno y contemporáneo - Bilbao España: La colección
del Museo Guggenheim Bilbao constituye ya una entidad propia cuyas obras de arte
moderno y contemporáneo complementan y ponen de relieve las colecciones mencionadas.
Actualmente los fondos del museo cuentan con obras de algunos de los artistas más
significativos del arte de la segunda mitad de nuestro siglo como Eduardo Chillida, Yves
Klein, Willem de Kooning, Robert Motherwell, Robert Rauschenberg, James Rosenquist,
Clyfford Still, Antoni Tàpies y Andy Warhol, entre otros. La obra de Mark Rothko, Sín
título, 1952 marca la fecha de inicio de la colección. Un rasgo característico de la colección
lo dan las obras que artistas contemporáneos europeos y estadounidenses como Francesco
Clemente, Jenny Holzer, Sol LeWitt, Fujiko Nakaya y Richard Serra han realizado por
encargo para espacios determinados del edificio diseñado por Frank Gehry. Con este tipo de
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proyectos artísticos, que son cada vez más frecuentes en el arte contemporáneo, se fomenta
el diálogo entre el arte y la propia institución, potenciando los nuevos espacios
arquitectónicos que pierden su condición tradicional de espacios neutros. El arte europeo de
las últimas décadas también ocupa un lugar preeminente dentro de la colección. Los fondos
reflejan la pluralidad de medios, técnica y material que definen el arte actual. Una
instalación de Christian Boltanski o un fotomontaje de Gilbert & George coexisten con
obras que utilizan medios más tradicionales como las pinturas de Jean-Michel Basquiat, de
Enzo Cucchi, o de Julian Schnabel. En el caso de algunos artistas como Anselm Kiefer, la
colección reunirá una nutrida selección de obras que permita apreciar su trayectoria artística.
Con ello el Museo quiere convertirse en un punto de referencia para el estudio en
profundidad de ciertos artistas representativos de la segunda mitad del siglo XX
Una visita por el Museo virtual nos permite realizar una serie de acciones instructivas que superan
los límites de la simple reproducción fotográfica. En la pantalla del monitor de la computadora se
puede avanzar por una galería donde se despliegan las obras expuestas, acercarnos a una en
particular, ampliar un detalle, y si fuera preciso guardar esa imagen y hacer una copia en papel
ilustración para nuestro uso personal, además de obtener información sobre la obra y el autor. En
algunos casos se puede participar también en una visita guiada, virtual, acompañada, de voz y
sonido.
Algunas diferencias entre una visita real y una visita virtual.
Ante todo se trata de visitas a dos museos diferentes. Dicho de otra manera, las reproducciones
fotográficas o digitales no son obras originales sino réplicas, más o menos logradas, en soportes
diferentes. Hojear un álbum de reproducciones o recorrer un sitio en la web, son acciones
significativamente diferentes de caminar por un museo. La diferencia es obvia desde todos los
puntos de vista pero debe subrayarse que el museo imaginario no sustituye al real, sino que es una
expansión particular de este último, con funciones específicas para la apreciación artística y la
investigación histórica.
Se ha abierto una nueva puerta, que no existía antes, para entrar al museo. Pero quien entra es un
visitante especial, un visitante virtual. Es una visita diferente. Inclusive muchos de estos visitantes
no son humanos, sino programas que ingresan para buscar información. En el futuro estos agentes o
robots podrán informar a "su dueño" cuando haya determinada exposición u obra digna de ser
visitada. Hoy son millones las personas que utilizan esta puerta digital para recorrer el museo, son
visitantes remotos.
Este es un nuevo público de los museos. De la misma manera que hay rampas para que las personas
discapacitadas ingresen y se movilicen sin problemas en el Museo real también es necesario crear
su equivalente en el Museo virtual. En la actualidad se han desarrollado algunos sistemas para hacer
más accesibles los sitios digitales a los usuarios de internet. Es recomendable pues que los Museos
Virtuales tomen en cuenta esta nueva necesidad de eliminar también las barreras en una visita
virtual.