Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Zimmermann, Construcción Del Estado.
Zimmermann, Construcción Del Estado.
Los profundos cambios que se dieron en la estructura estatal tienen una fuerte
ligazón con el crecimiento económico que vivió el país en último cuarto del siglo XIX,
relacionado con las transformaciones vividas en la sociedad. Pero la estructura
misma del estado fue poco estudiada, salvo como adyacente al renovado estudio de
la historia política (que observa una historia social de la política, política como
fenómeno cultural e integrar categorías importantes como estado y nación y las ideas
de la representación política). En resumen, el estado ya no era visto como
epifenómeno de intereses materiales, sino que tenía autonomía de la política en
general.
Hay dos corrientes historiográficas que aportaron nuevos temas a la historia del
estado argentino:
Zimmermann, Construcción del Estado.
Esto nos pinta un panorama distinto de la conformación nacional: por un lado las
realidades locales imponen condiciones y son un elemento necesario para la victoria
de los “unificadores”, los del centro, que al final vencen; por otro cada situación
provincial nos hace afirmar que caracterizó esa interacción. En suma, esto no implica
descartar la mirada del centro e imponer un enfoque localista. “Es integrar el
contexto nacional con la dinámica y la tradición local “
II: El foco que desplaza los aspectos “racional-normativos” de las instituciones para
basarse en las motivaciones “relacionales” que operan en las situaciones locales.
Miguez observó en la frontera de Bs. As. como las instituciones militares y judiciales
en realidad se basaban más en relaciones personales (lealtad de familia, clientelar,
política) que en la norma, responsabilidades y reglamento que imponía la
administración de un estado moderno. En efecto, lo que definía las prácticas
institucionales de esos funcionarios no eran las normas formales sino las relaciones y
compromisos personales.
Con esa mirada tenemos dos derivaciones: por un lado esa “mediación /tejido
social informal” matizaba el impacto de las nuevas prácticas en el orden social
establecido; por otro generaba una identidad colectiva que trascendía las formas de
identidad de clase. Esto, en conclusión, pone en duda la imagen de un estado que
emerge y avanza comiéndose todo, cuando en la primera red interpersonal ya la
norma se trasviste a intereses informales. La imagen de “aparato” en el siglo XIX
confunde más que aclara.
federales dependía de la colaboración de los rebeldes o las fuerzas locales (lo que a
algunos le valió juicios políticos).
II: nacimiento de elites técnicas impulsadas por situaciones históricas particulares del
estado, como los higienistas por las epidemias o criminalistas por la presencia del
delito.
Los temas fueron la medicina social y la higiene pública; economistas como una
elite técnica; criminología e instituciones judiciales y penitenciarias; regulación de
relaciones laborales y censos; ingenieros y su participación en la obra pública,
caminos y ferrocarriles1. Los estudios van cubriendo los cambios que se producen
debido a la democratización electoral, la crisis del 30 y la llegada del peronismo.
Conclusión:
Estos temas responden a la pregunta de ¿Cuáles son los orígenes del estado que
tenemos? ¿Qué podemos aprender sobre el proceso, que contribuya al entendimiento
del estado que hoy tenemos? Los dos temas troncales: los conflictos entre el estado
1
Mercedes Ferrari, “Identificación. Implementación de tecnologías y construcción de archivos en la
Policía de la Capital. Buenos Aires, 1880-1905”; Hernán Otero, El mosaico argentino. Modelos y
representación del espacio y la población, siglos XIX y XX , y Estadística y Nación. Una historia
conceptual del pensamiento censal de la Argentina moderna, 1869- 1914; Hernán González Bollo, “La
estadística pública y la expansión del estado argentino: una historia social y política de una burocracia
especializada, 1869-1947”;Anahí Ballent, “Kilómetro cero: la construcción del universo simbólico del
camino en la Argentina de los años treinta”; y Las huellas de la política. Vivienda, ciudad, peronismo
en Buenos Aires. 1943-1955; Silvana A. Palermo, “Elite técnica y estado liberal: la creación de una
administración moderna en los Ferrocarriles del Estado (1870-1910)”; Andrés M. Regalsky y Elena
Salerno, “En los comienzos del Estado empresario: la inversión pública en ferrocarriles y obras
sanitarias entre 1900 y 1928”
“Prof. C.S.Segretti”; Elena Salerno, Los comienzos del estado empresario. La administración General
de los Ferrocarriles del Estado (1910-1928); Diego Armus, Avatares de la medicalización en América
Latina. 1870-1970; Susana, Belmartino, La atención médica argentina en el siglo XX. Instituciones y
procesos; Ricardo González Leandri, Curar, Persuadir, Gobernar. La construcción histórica de la
profesión médica en Buenos Aires, 1852-1886; Plotkin, Intelectuales y expertos; R. Salvatore,
“Criminología positivista, reforma de prisiones y la cuestión social/obrera en Argentina”, en: Suriano
(ed.), La cuestión social en la Argentina, 1870-1943,: L. Caimari, Apenas un delincuente. Crimen,
castigo y cultura en argentina.
Zimmermann, Construcción del Estado.
Acaso ese “cruce de línea” hizo que la sociedad mire mucho más seguido al Estado
a la hora de buscar un culpable o solucionador de problemas? Recordemos que esos
herederos del Estado liberal, fue el que más impuso condiciones a la sociedad. Eso
supone otro tipo de experiencias para los habitantes. ¿Un lugar de desorden puede
exigir la intervención estatal?
Roberto Folino, nos decía sobre el funeral público de Ruggierito “no llevaba un cadáver: se
llevaba a sí misma. Parecía un enterramiento, pero era una batalla. Esa gente estaba peleando
entre lágrimas. Y elevó a la categoría de leyenda definitiva de Buenos Aires a quien como
pocos resumía la burla al orden dado, a las categorías, a las leyes de los poderosos. Aquél día
la ley fue ironía, porque el pueblo buscaba infusamente una nueva ley.
Zimmermann, Construcción del Estado.
Hay una hipótesis planteada por Sylvia Saítta sobre la construcción literaria de la
Metrópoli que implica la ampliación de sus límites y la incorporación de nuevos referentes
que encuentran en el mundo del delito y la criminalidad nuevos tópicos y géneros que ponen
en discurso una ciudad que se percibe como peligrosa y difícil de conocer. El modelo de
cronista desplegado por Crítica se ubica como un puente entre los bajos fondos y la ciudad
geográficamente decente.
El “Gran Buenos Aires” será el espacio desde el que “el nuevo delito” planeará la irrupción en
las respetables calles de la ciudad para luego regresar a un suburbio “de difícil gestión estatal
y siempre dudoso cumplimiento de la ley”
Bajo la intendencia de Alberto Barceló que se prolonga desde 1924 hasta 1943 el
diario La Opinión será el órgano oficial de prensa del partido conservador en
Zimmermann, Construcción del Estado.
La ambivalente relación entre el interés de los lectores, radioescuchas y espectadores por los
tópicos delictivos y la institución policial se torna compleja si nos detenemos en las sagas
publicadas en la Revista Policial y en el paradigmático lugar que Ronda Policial y Magazine
Policial ocuparon para el público de las décadas del veinte y del treinta. Las polémicas
declaraciones del reporter comisario inspector Esteban Habiague indican la limitación del
terreno de las representaciones y la singular importancia de su contrapunto con archivos
policiales de registro cotidiano.