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tribuna

Oscar Figueroa
Arturo Orellana *

Transantiago: gobernabilidad e institucionalidad


Introducción desde dos puntos de vista. Por una parte, las ca-
pacidades de gestión y organización institucional

A
unque comparten patrones comunes con
sectorial y, por otra, las limitantes en la gestión y
otras áreas metropolitanas de América
la institucionalidad territorial.
Latina, las transformaciones de Santiago
de Chile tienen como rasgo distintivo los
profundos cambios de orden político, económico El contexto metropolitano
y regulatorio que se han ido produciendo desde La velocidad y dinámica de expansión y
finales de la década de los setenta, muchos de los relocalización de las actividades en el Área Metro-
cuales no tienen precedente en otras ciudades de politana de Santiago (AMS) se aceleraron gracias
Latinoamérica. a un aumento del ingreso, que provocó mayores
El transporte urbano, precisamente, ha estado demandas de suelo urbano, crecimiento de la tasa
de manera frecuente en la palestra internacional de motorización privada e incremento de viajes, en
desde el tiempo en que el gobierno militar dic- especial desde fines de los años ’80 y, con plenitud,
taminara la experiencia única en el mundo de a partir de los ’90.
desregulación total del sistema, durante los años El aumento de la renta provocó una mayor de-
’70. Las correcciones introducidas más tarde, en manda por suelo urbano, particularmente durante
democracia, a través de sistemas competitivos de
la década pasada, ya que mientras la población
otorgamiento de concesiones, también crearon un
del Gran Santiago creció en el período intercensal
hito en la experiencia mundial y, especialmente,
1992-2002 a una tasa del 14,8%, la mancha urba-
latinoamericana, por lo innovador y profundo de
na creció un 30,2% llegando la ocupación de suelo
las prácticas adoptadas y por los resultados obte-
urbano a las 64.000 hectáreas (Poduje, 2006). El
nidos. Transantiago fue concebido en medio de la
acceso y uso del automóvil para los viajes cotidia-
misma expectativa nacional e internacional y sus
nos resultó funcional con la expansión de la ciudad
resultados también han dado la vuelta al mundo.
pues independizó más la localización residencial
Sin embargo, en este caso ellos han sorprendido
por lo inesperados y por lo profundamente ne- de las áreas centrales donde se realizaba el empleo.
gativos. En consonancia con este proceso, la vivienda de
los más pobres, implementada por programas
Las causas de los problemas de Transantiago habitacionales del gobierno, utilizó terrenos cada
tienen muchas vertientes. No obstante, en su ori- vez más distantes del centro, pues son más baratos,
gen se encuentran una serie de aspectos vinculados empujando en la misma dirección de la expansión
a la organización institucional y a las soluciones de (Rodríguez y Figueroa, 2005).
gobernabilidad, que desde ya se constituyen como
aspectos limitantes de la gestión, y cuyos efectos se Desde el punto de vista del transporte, estos
verán con posterioridad. De esta manera, esta nota fenómenos generan situaciones que se refuerzan
analiza las variables institucionales de Transantiago actuando como un círculo vicioso. Por una parte,
el aumento de la congestión y las consiguientes
*
Profesores Investigadores, Instituto de Estudios
demoras afectan los costos de operación de los
Urbanos y Territoriales, Pontificia Universidad Católica de autobuses y su demanda; este fenómeno produce
Chile. E-mails: ofiguero@uc.cl, amorella@uc.cl. caídas de la demanda, especialmente graves en las

Revista eure (Vol. XXXIII, Nº 100), pp. 165-171. Santiago de Chile, diciembre de 2007
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zonas de expansión, lo que produce disminución buses y los mayores costos tarifarios y sociales del
en las frecuencias del servicio e incita al mayor transporte público, junto con la evidente pérdida
uso del automóvil. de calidad y eficiencia del servicio, ponían en
evidencia que entregar la actividad al mercado
Así, en Santiago los viajes según modos evo- constituía un error de proporciones, ya que el rol
lucionaron desde 1,1 millones de viajes diarios asignador del mercado no sólo no se cumplía con
en automóvil en 1991 hasta 3,9 millones en eficiencia, sino que no se cumplía en absoluto.
2001, mientras los viajes en buses aumentaban
desde 3,6 a 4,3 millones, lo que significaba que Posteriormente, desde 1990, con el retorno a
entre los viajes motorizados la participación del la democracia se practicó una “re-regulación” de
automóvil privado subía desde 19,7% a 40%, los servicios, consistente en la recuperación de un
al mismo tiempo que la de los viajes en bus caía rol activo del Estado y una identificación de los
desde 70,5% a 51,8%. aspectos donde se espera un aporte del mercado y
aquellos donde la regulación pública debe hacerse
Desde el PTUS al Transantiago cargo de las fallas de éste. Se produce, entonces, un
profundo cambio en el cuadro normativo y legal
En Santiago, hasta los años ’70 predominó
para introducir las prácticas de licitación de rutas,
la práctica de una regulación concentrada más
basado en la potestad de la autoridad para limitar el
en tarifas y en limitación de la oferta y menos en
nivel de servicio. La desregulación aplicada a partir flujo por vías que presenten externalidades negati-
de 1979 establece progresivamente la libertad de vas, tales como congestión o contaminación.
ingreso de nuevos operadores en rutas existentes Este proceso comenzó con la creación de un
o nuevas. En 1983 se dicta la libertad tarifaria y, Registro Nacional de Transporte, para empadronar
finalmente, en 1988, se establece la libertad de a los vehículos que realizaban esta actividad. Una
ingreso y salida sin ninguna restricción, y la liber- segunda medida, fue el retiro de vehículos con más
tad absoluta de recorridos, todo ello sin ninguna
de 18 años de antigüedad, para lo cual el Estado
necesidad de autorización previa.
creó un poder comprador y adquirió –a precio
La reacción de la oferta se produjo rápidamen- comercial- 2.600 buses para retirarlos del servicio
te. Desde el año 1980 un proceso regular y sosteni- y convertirlos en chatarra. También se prohibió la
do de crecimiento de la flota de buses indicaba la circulación de minibuses (las llamadas “liebres”)
disposición de los empresarios, existentes o nuevos, dentro del perímetro de Américo Vespucio. Se
a incrementar la oferta en las nuevas condiciones prohibieron, igualmente, los vehículos “hechizos”
definidas. Ello es especialmente evidente en el -es decir, vehículos construidos a partir de partes
año de 1984, cuando la libertad tarifaria alienta y piezas usadas- y la importación de vehículos
las decisiones más intensas de incremento de la usados, estableciéndose la obligatoriedad de que
flota. La superpoblación de vehículos dio origen a los nuevos chasis y carrocerías de buses estuvieran
aumentos intensos de tarifa y al envejecimiento de especialmente diseñados para servicios de trans-
los buses, al mismo tiempo que se verificaba una porte público (Figueroa, 2002).
simplificación hasta casi la anulación del rol del
Estado y ningún efecto evidente en la organización Las licitaciones realizadas ponían a competir a
empresarial del sector, salvo el comportamiento los operadores, bajo forma de concesiones, por el
mancomunado de los operadores para aumentar derecho a frecuencias de paso por algunas vías, las
periódica y homogéneamente las tarifas. que se adjudicaban especialmente en función de
la antigüedad de los buses ofertados, su tamaño y
En este contexto, y hasta el año 1989, las tarifas la tarifa que ofrecían cobrar. Hasta 1994, luego de
del servicio se duplicaron en términos reales, la dos procesos de licitación, otros 2.000 autobuses
antigüedad de los buses aumentó igualmente al habían sido retirados o reemplazados, a costo de los
doble, así como sucedió con la flota. El exceso de propios operadores: de los originales 14.000 buses
circulando a finales de los años 80, se pasaba a una

Plan de Transporte Urbano de Santiago (PTUS). flota en torno a 11.000 vehículos, y la antigüedad

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promedio de los vehículos caía en las zonas bajo que estableció el antiguo Plan de Transporte 1995
concesión desde 11 a 5 años. - 2010. Este Plan se propone, en primer lugar,
revertir las tendencias en el transporte urbano,
Sin embargo, a pesar de los evidentes logros con una política apoyada en tres pilares básicos:
conseguidos durante los años 90 en cuanto a el otorgamiento en la práctica de prioridad al
eficiencia operacional y organizativa, quedaron transporte público, la promoción del uso racional
pendientes algunas tareas respecto al mejoramien- del automóvil y el desarrollo del transporte no
to de la calidad de los servicios ofrecidos y a la dis- motorizado. Estos objetivos deben lograrse a través
minución de externalidades del transporte público
de una modernización del sistema de transporte
de Santiago, ya que sus soluciones exigían cambios
público de la ciudad, que asegure la mantención
más profundos dentro del sistema de transporte.
o eventual aumento de la participación que en
Es así como la red de rutas del transporte público
ese momento tenía el transporte público en los
seguía siendo muy centrípeta, generando flujos y
viajes de la ciudad, mejorando la calidad del
concentraciones en áreas centrales, que aun siendo
servicio para los usuarios y la competitividad del
más bajas que en los años 80, seguían requiriendo
transporte público frente a los modos privados,
importantes reducciones. La longitud de las rutas
promoviendo un transporte sustentable desde las
era excesiva, y la falta de integración entre estas
perspectivas económica, social y ambiental. Al no
rutas exigía que prácticamente sin trasbordo los
ser muy distintos los objetivos del PTUS respecto
usuarios estuvieran en condiciones de llegar a
al Plan de 1995, se hacía evidente que la gestión
cualquier destino desde cualquier origen.
institucional sería uno de los aspectos claves para
Aunque la condición de la flota había mejora- lograr el éxito esperado.
do sustantivamente, la edad de los buses era mayor
que la aconsejable y, sobre todo, el gobierno no El PTUS original se plantea el desarrollo de 12
desarrollaba una infraestructura para el transporte programas, dentro de los cuales se destacan no sólo
público que manifestara los privilegios necesarios la modernización del sistema de transporte público
de este modo de transporte por sobre el automóvil, sino, además, la coordinación e integración de
y que garantizara un rendimiento mayor y más las decisiones de transporte y desarrollo urbano.
estable a las inversiones privadas significativas No obstante, adquiere primera importancia el
que la gestión pública aseguró durante ese perío- programa de desarrollo de una nueva institucio-
do. Igualmente, otro pasivo significativo de esta nalidad, que se propone generar el marco legal y
etapa fue la enorme dificultad para modificar la de operación del Plan, que incluye la creación de
organización institucional y empresarial de los una dirección ejecutiva sustentada con equipos
operadores, que mantenían su informalidad, ato- técnicos y recursos adecuados, como condición
mización y prácticas de regulación profesional que indispensable para lograr los objetivos deseados.
atentaban contra un servicio más eficiente.
Paradójicamente, uno de los aspectos más
Un frustrado intento de Plan que había sido deficitarios en el diseño e implementación del
desarrollado a partir de 1995, puso en evidencia PTUS tiene que ver con este último objetivo.
el problema institucional y práctico para enfrentar Por una parte, el Plan se disocia de la creación de
este diagnóstico, ante lo cual los síntomas detec- Transantiago, que corresponde sólo a uno de los
tados continuaron agravándose. Se hizo evidente 12 programas planteados por el PTUS, y, por otra
aquí la falta de coordinación institucional, la parte, la organización institucional implementada
indefinición de algunas responsabilidades y tareas, dista mucho de ser la más eficiente, alejándose de
así como la falta de seguimiento y control de los las propuestas originales.
compromisos asumidos.
En efecto, para cumplir con las tareas se pro-
En este contexto, surge el PTUS (Plan de mueve una institucionalidad de implementación
Transporte Urbano de Santiago) en el año 2000, del Plan, a través de la creación de una Comisión
como respuesta al diagnóstico antes esbozado y a Asesora Presidencial, donde participan como Di-
la necesidad de cumplir con algunas de las metas rectorio de Transporte de Santiago: el Ministro de

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Obras Públicas (Presidente), el Ministro de Vivien- las visiones propias de los ámbitos administrativos
da (Vicepresidente), el Intendente de la Región locales y sectoriales que se encargan de su tutela
Metropolitana, el Subsecretario de Transporte, (Rodríguez y Figueroa, 2005).
el Director Nacional de la Comisión Nacional
de Medio Ambiente (CONAMA), el Secretario En consonancia con lo anterior, la configura-
Ejecutivo de la Secretaría Interministerial de Plani- ción socioespacial resultante para el AMS determi-
ficación de Transporte (SECTRA), y el Presidente na implicancias políticas y sociales que establecen
del Directorio del Metro. Esta Comisión Presi- un desequilibrio en el proceso de acumulación de
dencial posee un coordinador que, además, dirige poder entre municipios. Ello se debe a la ausencia
otro equipo de trabajo denominado Coordinación de un gobierno metropolitano o de una institu-
General de Transporte de Santiago. cionalidad que regule con autonomía suficiente
los excesos de competitividad intermunicipales,
Es así como, desde su origen, Transantiago, básicamente inducidos por la acción del mercado
que deviene en la única tarea del PTUS, arrastra y las políticas centralizadas que operan, por lo
profundos problemas al haber sido constituido general, sin una visión plenamente metropolitana
como una comisión presidencial, lo cual, por de- (Orellana, 2007).
finición, impide una capacidad ejecutiva en este
Es así como la visión metropolitana introdu-
proyecto. Transantiago adolece, así, de una falta
cida desde el diseño de Transantiago no tuvo su
de ejecutividad y rapidez en la toma de decisiones.
correlato en la institucionalidad que finalmente
Los atrasos que se acumulan desde su origen pro-
terminó a cargo de la implementación de este
vienen del carácter de su organización, pues ésta
plan. Se optó por concentrar totalmente en la
no tiene mando ni recursos. El responsable directo
autoridad de los ministerios nacionales la tarea de
de Transantiago (coordinador) es el personaje más
implementación del plan, con nula participación
débil y con menos poder dentro del Directorio,
y poder de decisión de las autoridades regionales
lo cual atenta contra todo concepto de eficiencia.
y locales involucradas territorialmente, un modelo
Se manifiestan aquí las ineficacias naturales de
de gobernabilidad contrario a lo que muchas expe-
las comisiones para fines ejecutivos. Un Comité
riencias internacionales exitosas demuestran.
que está lleno de autoridades con mando real y
contrapuesto y que terminan por coordinar muy Más aún, resulta especialmente contradictorio
poco. La falta de un verdadero mando ejecutivo el modelo de gobernabilidad escogido si se consi-
integral en la toma de decisiones es una de las deran dos aspectos importantes. El primero, dice
características que tendrá consecuencias en todo relación con que Transantiago se estructuró sobre
el proceso de gestión de Transantiago. Como la base de tres dimensiones que se interrelacionan:
última consideración de esta organización, debe intersectorialidad, interterritorialidad y una
notarse que no existe ninguna participación de los gestión público-privada, las que en su conjunto
gobiernos locales o municipales. no se condicen con un modelo de gobernabilidad
estatal, sectorial y centralizada. Y, en segundo
Institucionalidad y gobernabilidad de lugar, del análisis de las bases de Licitación de
Transantiago Vías y AFT, se desprenden un sinnúmero de
normas y procedimientos para la buena marcha
El sistema de transporte y comunicaciones de Transantiago, las cuales pueden ser agrupadas
debe operar en un contexto territorial-funcional en tres grandes tareas: fiscalizar, autorizar y co-
cada vez más complejo. Más allá de la constitución ordinar, donde sólo la primera acción puede ser
de una coordinación de Transantiago, diversas asumida eficaz y eficientemente de forma sectorial
jerarquías de autoridades con incidencia en el y centralizada.
sistema dificultan la interacción y la organización
general, y se superponen en distintas escalas de En virtud de la experiencia de Transantiago,
redes de transporte. Estas redes estructuran los transcurridos más de seis meses desde su puesta
flujos del total de la Región Metropolitana, pero en marcha en febrero de 2007, se hace cada vez
no están necesariamente coordinadas, debido a más evidente la necesidad de que haya un único

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encargado de todos los modos de transporte en cada Además, Transantiago es diseñado con el ob-
ciudad. Para Monzon (2005), junto con establecer las jetivo de reducir la flota de autobuses, pero con
competencias que deben coordinarse abarcando las la condición de mantener las tarifas. Bajo esas
infraestructuras viarias (calles y carreteras urbanas) y condiciones, no es posible pensar que la necesidad
su gestión (regulación y control semafórico, carriles de mayores inversiones en el sistema, para mejorar
reservados y prioridades al transporte público, gestión la calidad de la prestación del servicio, se pueda
del aparcamiento, etc.), también se deben coordinar resolver con tarifas equivalentes a las anteriores.
los servicios entre modos de transporte público: Algún tipo de trade off debe producirse, pues de
buses, metros, ferrocarriles y tranvías, incluso consi- otra manera no es posible entender la situación.
derando las ciclovías y la movilidad peatonal.
Ahora, si bien se consiguió mantener las tarifas
El modelo de gobernabilidad del transporte del sistema, se hizo a costa de aumentar los costos
para Santiago en cuanto a institucionalidad, atri- personales de los viajeros en cuanto a comodidad,
buciones y servicios presenta diferencias significa- puntualidad y tiempos de viaje, reflejando un grave
tivas con la experiencia internacional en general. problema de diseño. En este sentido, la definición
de la nueva red implicó una caída en la calidad del
Desde este punto de vista, las deficiencias que ha
servicio para los usuarios (trasbordos, congestión
tenido su implementación hasta la fecha, resultan
en los buses, etc.) y el alto riesgo de no dejar
en gran medida de limitantes institucionales que
opciones a los usuarios. En definitiva, se priorizó
debilitan la gobernabilidad sobre el sistema de
el financiamiento sobre la calidad del sistema,
transporte de pasajeros. A ello se suman otros
generando que todas las limitaciones del servicio
aspectos centrales, tales como las carencias de fueran asumidas por la ciudadanía, a través de un
infraestructura vial y de estaciones para buses, mayor esfuerzo e incertidumbre en sus viajes.
la falta de un reconocimiento de la necesidad de
una política de subsidios permanente, la falta de A esto se agregan la reducción de las infraes-
capacidad de operadores con lógicas gremiales de tructuras originalmente concebidas, en cuanto a
gestión y, sobre todo, la persistencia de algunos paraderos y estaciones, y una inadecuada progra-
criterios de desregulación del transporte que no mación de las obras en los corredores troncales,
son funcionales con esta propuesta. programados para estar operativos luego del inicio
del sistema. Todo como consecuencia de la deci-
Las dimensiones institucionales de la sión de minimizar la inversión pública.
gestión Por lo pronto, dichas inversiones resultan
El primer aspecto que se debe considerar proporcionalmente muy inferiores a lo que destina
al analizar la gestión de Transantiago tiene que el sector público en otras experiencias similares.
ver con el carácter regresivo de las decisiones Es así como, los proyectos de Bogotá o Curitiba
de inversión. Entre las modalidades de aporte contemplan inversiones públicas del orden del
directo o apalancamiento de recursos, el sistema 30 a 40% del total del proyecto. Para el caso de
de autobuses ha sido el menos favorecido por el Santiago, la cifra no alcanza el 10%, lo cual es
Estado, mientras que los recursos para autopistas revelador de la debilitada injerencia pública y de
muchas limitaciones en las inversiones dentro del
y metro han sido los más cuantiosos. Es así como
sistema. Por lo demás, desde el proyecto original
Santiago ha concentrado inversiones para auto-
se contemplaban obras financiadas por los usuarios
pistas por un valor de casi US$ 2.000 millones,
de transporte público, como la conexión entre las
contra otros US$ 2.000 para el metro (utilizado
calles Departamental, Suiza y Las Rejas, un proyec-
entre población de altos ingresos en un 6,5%
to para uso de los automovilistas, financiado por
contra 8,5% de ingresos medios y sólo 4,9% de
los pagos de los usuarios de buses, más pobres.
ingresos bajos), mientras que en Transantiago se
han invertido menos de US$ 800 millones, de La información fluyó poco o nada desde Tran-
los cuales el Estado no ha llegado a los US$ 100 santiago. No se realizó ninguna tarea de difusión
millones de inversión. y jamás existió la participación. Transantiago se

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desarrolló casi en secreto; nunca se dio a conocer articulados en 2005. Así, se adelanta no sólo
exactamente lo que se hacía. Los pobladores el deterioro de dichos buses, sino también
afectados con expropiaciones sólo lo supieron a el déficit operacional del sistema, el que
última hora. Los usuarios del futuro sistema nunca ha debido compensarse con la solicitud de
fueron informados. No se realizaron campañas ni recursos adicionales.
sistemas de información. El Sistema de Difusión
a los Usuarios fue adjudicado a última hora, mos- c) También, en el marco de los atrasos y
trando que la participación de la gente nunca fue las postergaciones, se decidió entregar al
una variable de interés en Transantiago. Administrador Financiero del Transporte
(AFT) la concesión del sistema de control
En la prisa de implementación del proyecto, de operación de los buses, dos funciones
cuyos atrasos se originan desde su inicio, se come- radicalmente diferentes, ya que requieren de
ten tres errores principales: especialidades que no se relacionan en nin-
gún aspecto (salvo la de usar computadores
a) Los pliegos de licitación contienen errores y tener un centro de operaciones). Sin duda,
de concepto que aumentan el riesgo de los esta es la causa principal del fracaso tanto del
postulantes. Principalmente, se trata de AFT como de la capacidad de seguimiento
una inacabada definición del sistema del y de gestión de la operación de los buses,
administrador financiero, y de la falta de despojando a Transantiago de sus principales
definiciones recíprocas entre los sistemas antenas de sensibilidad y de reacción frente
troncales y los alimentadores (planeados a las exigencias del servicio.
originalmente para ser licitados en mo-
mentos diferentes). A pesar de ello, por las
Conclusiones
premuras del tiempo, se llama a licitación
antes de tener todo el diseño definido. Para Las conclusiones respecto de esta experiencia
intentar aminorar el riesgo, se crea la figura tienen al menos dos vertientes en lo que respecta
de garantía de ingresos para el operador, a institucionalidad y gobernanza. La primera, es
solución que será un aspecto esencial en la que ningún gobierno puede relativizar su respon-
reversión de los intereses de los operadores sabilidad cuando se trata de cumplir misiones de
ganadores de las concesiones. servicio público. Incluso, si éstas se encomiendan
al sector privado. En cualquier caso, el gobierno
En última instancia, las bases de licitación es responsable absoluto de que se ejecuten adecua-
y futuros contratos alentaron como mejor damente dichas misiones.
negocio para los operadores la quiebra del
sistema o su operación defectuosa, por De no ser así, no se puede invocar la inocencia
encima del cumplimiento de los objetivos del Estado frente a las fallas y culpas del operador
de otorgar un buen servicio. Esto llevó a privado, pues esto es manifestación de defectos
que las empresas más serias hicieran ofertas de concepto o de control, y es responsabilidad
más costosas (como mecanismo de limitar del Estado solucionar dicha situación. Se debe
o anular el riesgo intrínseco en las bases) entender que, generalmente, el no cumplimiento
mientras que las más especulativas hicieron del operador privado se debe a defectos en los
ofertas riesgosas y más competitivas, con la contratos, que crean incentivos para transgredir-
intención de ganar a través de la probable los y para distorsionar el objeto principal de la
futura renegociación de los contratos o el actividad. Así, un contrato defectuoso es siempre
pago de garantías, ante el fracaso del sistema. responsabilidad del regulador.
Obviamente, ganaron las segundas.
La segunda conclusión se refiere a la definición
b) Para contrarrestar los atrasos, el gobierno del carácter de una autoridad de transporte. La
de Ricardo Lagos, anterior al de Michelle debilidad de Transantiago no sólo se evidencia
Bachelet, decidió “inaugurar” Transantiago en su falta de poder para operar y en su falta de
introduciendo la operación de los buses definición para hacer cumplir objetivos como

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contraparte reguladora, sino, también, a que des- Monzón, A. (2005). Gestión del transporte metro-
de un principio renuncia a cubrir el conjunto de politano. En E. Rojas, J. R. Cuadrado-Roura
sistemas de transporte de la ciudad y, por ende, & J. M. Fernández Güell (Eds.), Gobernar las
el conjunto de territorios contenidos en ella. Una metrópolis (pp. 409-472). Washington: BID.
auto-negación de esta naturaleza es bastante pre- Orellana, A. (2007). La gobernabilidad metro-
sagiadora de los que se podía esperar… politana: nuevos escenarios para el desarrollo
urbano y territorial del área metropolitana
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(Eds.), Santiago de Chile. Movilidad espacial y
Figueroa, O. (2002). Las empresas de transporte reconfiguración metropolitana (pp. 189-204).
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Santiago de Chile, Buenos Aires, Recife. Bogotá: Rodríguez, C. & Figueroa, O. (2005, octubre).
Ministerio de Transportes-Instituto SER de Redes e infraestructura de transporte en la con-
Investigación. formación de la nueva área metropolitana de
Galetovic, A. & Poduje, I. (2006). ¿Quién es Santiago. Ponencia presentada en el XIII Con-
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dónde estamos y hacia dónde vamos, (pp. 3-23). y urbano (CLATPU), Lima, Perú.
Santiago: Centro de Estudios Públicos.

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