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DEFINICIÓN Y GENERALIDADES
Se entiende por cuidados prenatales (CPN) (control prenatal, asistencia prenatal, control
prenatal, consulta prenatal) la serie de consultas, entrevistas o visitas programadas de la
embarazada con miembros del equipo de salud, con el objetivo de vigilar la evolución
del embarazo y prestar una adecuada preparación para el parto y la crianza.
Con los CPN se persigue:
• la detección de enfermedades maternas subclínicas;
• la identificación de los factores de riesgo que puedan afectar el desarrollo normal
del embarazo;
• la prevención, diagnóstico temprano y tratamiento de las complicaciones del
embarazo;
• la vigilancia del crecimiento y la vitalidad fetal;
• la disminución de las molestias y síntomas menores asociados al embarazo;
• la preparación psicofísica para el nacimiento, y
• la administración de contenidos educativos para la salud de la gestante y la
familia y para la crianza.
Un CPN eficiente debe cumplir con cuatro requisitos básicos:
• ser precoz,
• ser periódico,
• ser completo y
• ser de amplia cobertura.
Precoz: la primera consulta debe realizarse muy pronto, si es posible durante el primer
trimestre de la gestación. Esto permite la ejecución oportuna de las acciones de
promoción, protección y recuperación de la salud que constituyen la razón fundamental
de los cuidados. Además, así es posible la identificación temprana de los embarazos de
riesgo, lo que aumenta la posibilidad de planificar eficazmente el manejo de cada caso
según las características de la atención que deba prestarse.
Periódico: la frecuencia de las consultas prenatales varía según el grado de riesgo que
presenta la gestante. Las mujeres con embarazos de bajo riesgo requerirán un número
menor de controles (un mínimo de ocho consultas) que las mujeres con embarazos de
riesgo.
Completo: los contenidos mínimos de los cuidados deberán garantizar el cumplimiento
efectivo de las acciones de promoción, protección, recuperación y rehabilitación de la
salud.
De amplia cobertura: cuanto más alto sea el porcentaje de la población con acceso a
los cuidados (lo ideal es que se preste a todas las embarazadas), mayor será el impacto
positivo sobre la morbimortalidad materna y perinatal. En general, para aplicar unos
cuidados prenatales de calidad no se precisan instalaciones costosas, aparatos
complicados, o laboratorios sofisticados. Sí se requiere el uso sistemático de una
historia clínica que recoja y documente la información pertinente y el empleo con
criterio de tecnologías sensibles que anuncien con anticipación la existencia de un
riesgo mayor que el esperado.
El CPN adecuado en cantidad, calidad, contenidos, oportunidad y diferenciado acorde
al riesgo tiene un enorme potencial de contribución a la salud familiar y es un claro
ejemplo de medicina preventiva. Aplicado en forma rutinaria y extensiva, junto con
otras medidas de salud pública, como la atención institucional del nacimiento, el empleo
de criterios de riesgo para determinar referencia y niveles de asistencia, y la atención
inmediata de los recién nacidos, contribuye a evitar muertes, lesiones maternas y
perinatales.
Además de la mejoría en la tasa de mortalidad perinatal y la razón de mortalidad
materna que pueden asociarse con la inclusión del CPN extensivo en los programas
maternoinfantiles, hay posibles efectos adicionales de impacto difíciles de medir, pero
no menos importantes. Despejar las dudas de las gestantes y sus familias, alejar sus
miedos y tabúes (respetando las pautas culturales), lograr un mayor acercamiento y
confianza hacia el sistema de salud, con una actitud más positiva hacia la maternidad y
hacia el espaciamiento de los embarazos, promover hábitos familiares saludables, con
mejor disposición para el control del crecimiento y del desarrollo posterior del niño,
fomentar la lactancia natural y dar a conocer el plan de vacunación son ejemplos de las
múltiples ventajas que tiene un buen programa de cuidados prenatales.
Las barreras para el CPN efectivo son:
a) su costo, cuando no es gratuito para la usuaria, a lo que se deben agregar los gastos de
transporte, y la pérdida de horas laborales para las mujeres y sus familias;
b) la inadecuada capacidad (calidad, tiempo, etc.) del equipo de salud;
c) los problemas en la organización del sistema de salud para brindar los cuidados,
incluida la infraestructura;
d) las barreras de tipo cultural;
e) la inaccesibilidad geográfica;
f) el descreimiento en los beneficios del sistema de salud y en la necesidad de recibir
cuidados, y
g) la falta de promoción en las comunidades y de apropiación de su importancia.
DEFINICIONES
Varias definiciones son pertinentes para el establecimiento de un registro prenatal.
1. Nuligrávida: una mujer que actualmente no está embarazada y nunca ha estado
embarazada.
2. Grávida: una mujer que en la actualidad está embarazada o que ha estado en el
pasado, independientemente del resultado del embarazo. Con el establecimiento del
primer embarazo, se convierte en una primigrávida y, con sucesivos embarazos, una
multigrávida.
3. Nulípara: una mujer que nunca ha completado un embarazo más allá de las 20
semanas de gestación. Es posible que no haya estado embarazada o que haya tenido un
aborto(s) espontáneo o electivo o un embarazo ectópico.
4. Primípara: una mujer que ha parido sólo una vez ya sea uno o varios fetos nacidos
vivos o muertos con una duración estimada de 20 semanas o más. En el pasado, se
usaba un umbral de 500 g de peso al nacer para definir la paridad. Este umbral ahora es
controvertido porque muchos estados todavía usan este peso para diferenciar un feto
muerto de un aborto. Sin embargo, la supervivencia de recién nacidos con peso al nacer
de <500 g ya no es poco frecuente.
5. Multípara: una mujer que ha completado dos o más embarazos hasta las 20 semanas
de gestación o más. La paridad está determinada por el número de embarazos que
alcanzan las 20 semanas. No lo es aumentado a un número mayor si se da a luz más de
un feto en un embarazo determinado. Además, la muerte fetal no disminuye este
número. En algunos lugares, la historia obstétrica se resume mediante una serie de
dígitos conectados por guiones. Éstos se refieren a la cantidad de recién nacidos a
término, bebés prematuros, abortos menores de 20 semanas y niños actualmente vivos.
Por ejemplo, una mujer que es para 2-1-0-3 ha tenido dos partos a término, un parto
prematuro, no tiene abortos, y tiene tres hijos vivos. Debido a que no son
convencionales, es útil especificar el resultado de cualquier embarazo que no termine
normalmente.
6. Embarazo de riesgo: es aquel en que se tiene la certeza o existe mayor probabilidad
de presentar estados patológicos o condiciones anormales concomitantes con la
gestación y el parto, que aumentan los peligros para la salud de la madre y el producto,
o bien, cuando la madre proviene de condiciones socioeconómicas precarias.
uterinas. Así, en un disco que gira sobre otro, al hacer coincidir la flecha roja con el
primer día de la FUM y buscando la fecha correspondiente a la consulta, se encontrará
la edad gestacional en semanas cumplidas. Los valores a comparar están ubicados a la
izquierda de la semana encontrada: los percentiles 90 y 10 de la altura uterina,
percentiles 90 y 25 de ganancia de peso materno y los percentiles 95 y 5 del perímetro
abdominal fetal estimado por ecografía.
Además del cálculo de la edad gestacional (amenorrea), esta cara del gestograma
permite la detección de casos:
• con sospecha de restricción del crecimiento intrauterino (medidas menores que los
valores más bajos de los percentiles respectivos);
• con sospecha de macrosomía (medidas mayores que los valores más altos de los
percentiles correspondientes);
• con sospecha de alteraciones de la duración del embarazo, en menos (prematuridad) o
en más (prolongado cronológicamente), y
• con contractilidad uterina reportada por la mujer mayor que la correspondiente a la
edad gestacional (antes de las 37 semanas).
Si se desconoce la FUM, el reverso del gestograma permite estimar la edad gestacional
con un error conocido a partir de medidas ecográficas embriofetales. Desde la semana
veinte se presentan los valores de los p90 y p10 del peso fetal y del p50 de la talla
correspondiente a cada semana.
Si se ignora la FUM y no existen medidas fetales realizadas por ecografía durante el
embarazo se pueden utilizar los valores de peso, talla y del diámetro biparietal del
recién nacido medido con compás para obtener una aproximación rápida y sencilla de la
duración del embarazo.
Se recuerdan el p95 y el p5 de presión arterial materna sistólica y diastólica con la
madre
sentada (tras un período de reposo), válidos para todo el embarazo.
Los datos del gestograma provienen de investigaciones realizadas por CLAP/SMR en
poblaciones de mujeres latinoamericanas sanas a las que se hizo un seguimiento
longitudinal.
Evaluación clínica
Un examen físico general, cuidadoso, se debe completar en el encuentro prenatal inicial.
El examen pélvico es realizado como parte de esta evaluación. El cuello uterino se
visualiza empleando un espéculo lubricado con agua tibia o gel lubricante a base de
agua.
La hiperemia pasiva roja-azulada del cuello uterino es característica, pero no por sí
misma diagnóstica, del embarazo. Las glándulas cervicales dilatadas y ocluidas que
sobresalen debajo de la mucosa ectocervical —quistes de nabot— pueden ser
prominentes. El cuello uterino normalmente no está dilatado, excepto en el orificio
externo. Identificar anomalías citológicas, una prueba de Papanicolaou. Especímenes
para la identificación de Chlamydia trachomatis y Neisseria gonorrhoeae se obtienen
también cuando están indicados.
El examen bimanual se completa mediante palpación, prestando especial atención a la
consistencia, la longitud y la dilatación del cuello uterino; al tamaño uterino y anexial; a
la constitución ósea de la pelvis, y a cualquier anomalía vaginal o perineal. Luego en el
embarazo, a menudo también se puede determinar la presentación fetal. Las lesiones del
cuello uterino, la vagina o la vulva también se evalúan si es necesario por colposcopia,
biopsia, cultivo o examen de campo-oscuro. Se visualiza la región perianal y se realiza
un examen rectal digital según lo requerido si hay quejas de dolor rectal, sangrado o
masa.
Evaluación de edad gestacional
La evaluación ecográfica del primer trimestre se correlaciona mejor con la historia
menstrual. Dicho esto, la edad gestacional también se puede estimar con considerable
precisión mediante el examen clínico del tamaño uterino, cuidadosamente realizado, que
se combina con el conocimiento de la última menstruación. El tamaño uterino,
aproximadamente similar a una pequeña naranja, se correlaciona con una gestación de 6
semanas; una naranja grande, con un embarazo de 8 semanas y una toronja, con uno de
12 semanas.
Pruebas de laboratorio
Las células son muy susceptibles al déficit de folatos en periodos de gran actividad
metabólica, como es el de la embriogénesis.
Hace décadas que se conoce la relación entre el déficit de ácido fólico y los DTN. Los
DTN son la anomalía congénita más frecuente tras las cardiopatías congénitas. Se
producen como consecuencia de un fallo en la fusión del tubo neural durante la
embriogénesis.
Mediante el análisis de estudios epidemiológicos se pudo asociar este defecto con dietas
pobres, sobre todo en ingesta de verduras y fruta fresca.
El ensayo clave fue el llevado a cabo en gestantes de alto riesgo con un hijo previo
afectado de DTN, que demostró que el suplemento con 5 mg de ácido fólico disminuía
la recurrencia del defecto en un 72%. Los niveles debían estar elevados durante el
período de la concepción y hasta 30 días posteriores, que es cuando finaliza el cierre del
tubo neural.
HIERRO
YODO
SUMPLEMENTOS VITAMINICOS
Como es difícil evaluar los efectos de todos y cada uno de estos micronutrientes, una
buena opción sería la administración de un preparado múltiple, que además resulta una
forma coste- efectiva de lograr varios beneficios.
En 1999, la UNICEF, la ONU y la OMS coincidieron en la composición de los
comprimidos de micronutrientes múltiples para las gestantes, que incluía una cantidad
diaria recomendada de vitamina A, vitamina B1, vitamina B2 , niacina, vitamina B6 ,
vitamina B12 , ácido fólico, vitamina C, vitamina D, vitamina E, cobre, selenio y yodo,
además de 30 mg de hierro y 15 mg de zinc.
Pero algunos autores han cuestionado la efectividad de estos suplementos múltiples
debido a las posibles interacciones entre los mismos.
Así pues podríamos sopesar las ventajas e inconvenientes:
Ventajas:
- Menor incidencia de defectos del tubo neural, retraso mental y anemias (nivel de
evidencia 1a)
- Menor morbilidad materna, tasa de abortos, partos pretérmino, CIR y bajo peso
- Menor incidencia de otras anomalías morfológicas: cardíacas, vasculares y urinarias
Inconvenientes:
- Posibilidad de sobredosificación. (dosis altas de vitamina A durante el embarazo tienen
efecto teratogénico. El exceso de vitamina E en los adultos altera la función de los
leucocitos, aumenta el sangrado e inhibe la síntesis de prostaglandinas y la agregación
plaquetaria).
- Existen interacciones entre ellos: zinc-cobre; hierro-zinc (Se sabe que las dosis altas de
hierro afectan la absorción de zinc. Las dosis altas de zinc reducen los niveles de hierro
y cobre. El calcio tiene efecto depresor sobre la absorción del hierro. La vitamina C es
un importante factor favorecedor para la absorción del hierro de la dieta, pero los
suplementos con vitamina C a largo plazo pueden deteriorar la absorción del cobre y
contrarrestar así el efecto positivo sobre la absorción del hierro.)
Como conclusión: Según las últimas revisiones, no hay evidencia de que sean mejores
los suplementos con micronutrientes múltiples en vez de suplementar con hierro y ácido
fólico solamente.