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A la población general

 Identifica pensamientos que puedan generarte malestar.


Pensar constantemente en la enfermedad puede hacer que
aparezcan o se acentúen síntomas que incrementen su malestar
emocional.

 Reconoce tus emociones y acéptelas. Si es necesario,


comparte tu situación con las personas más cercanas para
encontrar la ayuda y el apoyo que necesitas.

 Informa a tus seres queridos de manera realista. En el caso


de menores o personas especialmente vulnerables como
ancianos, no les mientas y proporciónales explicaciones veraces
y adaptadas a su nivel de comprensión.

 COVID-19 afecta a personas de muchos países, en muchas


ubicaciones geográficas. No lo asocies a ninguna etnia o
nacionalidad. Sé empático con aquellos que se vieron
afectados, en y desde cualquier país. Las personas que tienen la
enfermedad no han hecho nada malo.

 No llames a las personas con la enfermedad 'casos de COVID-


19', 'víctimas', 'familias de COVID-19' o 'enfermas'.
Son 'personas que tienen COVID-19', 'personas que están
siendo tratadas contra COVID-19', 'personas que están
recuperándose de COVID-19' y que tras recuperarse de
COVID-19 su vida seguirá con sus trabajos, familias y seres
queridos.

 Evita ver, leer o escuchar noticias que le causen ansiedad o


angustia, evita la sobreinformación y evita hablar
permanentemente del tema. Busca información principalmente
para tomar medidas prácticas para preparar tus planes y
protegerte a ti mismo y a tus seres queridos. Busca información
actualizada en momentos específicos del día una o dos veces. El
flujo repentino y casi constante de noticias sobre un brote puede
hacer que cualquiera se sienta preocupado. Conoce los hechos.
 Contrasta la información que compartes. Si usas redes
sociales para informarte, procura hacerlo con fuentes oficiales.
Reúne información a intervalos regulares, desde la web de la
OMS y las plataformas de las autoridades sanitarias locales,
para ayudarte a distinguir los hechos de los rumores.

 Protégete y apoya a los demás. Ayudar a otros en su


momento de necesidad puede beneficiar tanto a la persona
que recibe el apoyo como a la que lo ayuda.

 Encuentra oportunidades para amplificar las voces, las


historias positivas y las imágenes positivas de la gente local que
ha experimentado el nuevo coronavirus y se ha recuperado o
que ha apoyado a un ser querido a través de la recuperación y
está dispuesta a compartir su experiencia.

A las personas aisladas o en cuarentena

 Mantente conectado y mantén tus conexiones sociales. Incluso


en situaciones de aislamiento, intenta en lo posible mantener
tus rutinas diarias personales. Si las autoridades sanitarias
han recomendado limitar tu contacto social físico para contener
el brote, puedes mantenerte conectado a través del correo
electrónico, las redes sociales, la videoconferencia y el teléfono.

 Durante los momentos de estrés, presta atención a tus propias


necesidades y sentimientos. Realiza actividades saludables
que disfrutes y que te resulten relajantes. Haz ejercicio con
regularidad, mantén rutinas de sueño regulares y come
alimentos saludables. Mantén las cosas en perspectiva.

 Un flujo casi constante de noticias sobre un brote puede hacer


que cualquiera se sienta ansioso o angustiado. Busca
actualizaciones de la información y orientación práctica en
momentos específicos del día entre los profesionales de la
salud y la web de la OMS y evita escuchar o seguir rumores que
te hagan sentir incómodo.

A la población de riesgo
 Sigue las recomendaciones y medidas de prevención que
determinen las autoridades sanitarias.

 Infórmate de forma realista.

 No trivialices tu riesgo para intentar evadir la sensación de


miedo o aprensión a la enfermedad.

 Pero tampoco magnifiques el riesgo real que tienes. Sé


precavido y prudente sin alarmarte.

 Si te recomiendan medidas de aislamiento, ten presente que


es un escenario que puede llevarte a sentir estrés, ansiedad,
soledad, frustración, aburrimiento y/o enfado, junto con
sentimientos de miedo y desesperanza, cuyos efectos pueden
durar o aparecer incluso posteriormente al confinamiento. Trata
de mantenerte ocupado y conectado con sus seres
queridos.

 Genera una rutina diaria y aprovecha para hacer aquellas


cosas que te gustan pero que habitualmente por falta de tiempo
no puede realizar (leer libros, ver películas, etc.).

A las personas que tienen COVID-19

 Maneja tus pensamientos intrusivos. No te pongas en lo peor


anticipadamente.

 No te alarmes innecesariamente. Sé realista. La inmensa


mayoría de las personas se están curando.

 Cuando sientas miedo, apóyate en la experiencia que tiene


en situaciones similares. Puede que ahora no lo asocies por
tener percepción de mayor gravedad pero piensa en cuántas
enfermedades has superado en tu vida con éxito.

A los cuidadores de ancianos

 Los ancianos, especialmente los que se encuentran aislados y


los que padecen demencia cognitiva, pueden sentirse más
ansiosos, enfadados, estresados, agitados y retraídos durante el
brote o mientras están en cuarentena. Da apoyo práctico y
emocional a través de redes informales (familias) y
profesionales de la salud.

 Comparte hechos sencillos sobre lo que está pasando y da


información clara sobre cómo reducir el riesgo de infección
en palabras que las personas mayores con/sin discapacidad
cognitiva puedan entender. Repite la información siempre que
sea necesario. Las instrucciones deben comunicarse de forma
clara, concisa, respetuosa y paciente, y también puede ser útil
que la información se muestre por escrito o en imágenes.
Involucra a su familia y a otras redes de apoyo en el suministro
de información y ayudarles a practicar medidas de prevención
como el lavado de manos.

 Anima a las personas mayores con conocimientos, experiencias


y fuerzas a que se ofrezcan como voluntarios en los
esfuerzos de la comunidad para responder al brote de
COVID-19. Por ejemplo, la población de jubilados sanos puede
proporcionar ayuda a otros mayores, vigilar a sus vecinos y
cuidar de niños.

A los cuidadores de niños

 Ayuda a los niños a encontrar formas positivas de expresar


sentimientos perturbadores como el miedo y la tristeza.
Cada niño/a tiene su propia manera de expresar sus emociones.
A veces, participar en una actividad creativa, como jugar y
dibujar, puede facilitar este proceso. Los niños se sienten
aliviados si pueden expresar y comunicar sus sentimientos
perturbadores en un entorno seguro y de apoyo.

 Si se considera seguro para el niño/a, mantén a los niños cerca


de sus padres y su familia y evita separar a los niños y sus
cuidadores en la medida de lo posible. Si es necesario
separar al niño de su cuidador principal, asegúrate de que haya
un cuidado alternativo apropiado y que un trabajador social, o su
equivalente, haga un seguimiento regular del niño. Además, vela
por que durante los períodos de separación se mantenga un
contacto regular con los padres y los cuidadores, por
ejemplo mediante llamadas telefónicas o videoconferencias
programadas dos veces al día u otro tipo de comunicación
apropiada para la edad (por ejemplo, las redes sociales según la
edad del niño).

 Mantén las rutinas familiares en la vida diaria tanto como sea


posible, especialmente si los niños están confinados en
casa. Proporciona a los niños actividades atractivas y
apropiadas para su edad. En la medida de lo posible, alienta a
los niños a seguir jugando y socializando con los demás, aunque
sólo sea dentro de la familia cuando se les aconseje restringir el
contrato social.

 En tiempos de estrés y crisis, es común que los niños busquen


más apego y sean más exigentes con los padres. Habla sobre el
COVID-19 con tus hijos con una información honesta y
apropiada para su edad. Si tus hijos tienen preocupaciones,
abordarlas juntos puede aliviar su ansiedad. Los niños
observarán los comportamientos y las emociones de los adultos
para obtener pistas sobre cómo manejar sus propias emociones
durante los momentos difíciles.

Al personal sanitario

 Para los trabajadores de la salud, sentirse estresado es una


experiencia por la que muchos probablemente estén pasando.
Es muy normal sentirse así en la situación actual. El estrés y los
sentimientos asociados a él no son de ninguna manera un
reflejo de que no puedes hacer tu trabajo o que eres débil.
Controlar el estrés y el bienestar psicosocial durante este tiempo
es tan importante como controlar la salud física.

 Atiende tus necesidades básicas y emplea estrategias útiles para


hacer frente a la situación: asegúrate el descanso y las pausas
durante el trabajo o entre los turnos, come suficiente y
comida sana, realiza actividad física y permanece en contacto
con la familia y los amigos.
 Evita el uso de estrategias poco útiles, como el tabaco, el
alcohol u otras drogas. A largo plazo, estas pueden empeorar
tu bienestar mental y físico.

 Algunos trabajadores pueden ser rechazados por su familia o


comunidad debido al estigma o al miedo. Esto puede hacer
que una situación ya difícil sea mucho más difícil. Si es posible,
mantenerse en contacto con tus seres queridos, incluso a través
de métodos digitales, es una forma de mantener el
contacto. Recurre a tus compañeros, a tu jefe o a otras
personas de confianza para obtener apoyo social. Tus
compañeros pueden estar teniendo experiencias similares a las
tuyas.

 Utiliza formas comprensibles para compartir mensajes con


personas con discapacidades intelectuales, cognitivas y
psicosociales. Deben utilizarse formas de comunicación que no
dependan únicamente de la información escrita.

Señales y herramientas contra el suicidio

En Maldita Ciencia os contamos los principales mitos sobre el


suicidio y explicamos cuáles son las principales señales y
herramientas para luchar contra él.

Algunas de las señales que pueden indicar que alguien está pensando
en acabar con su vida son verbales como los comentarios
negativos sobre uno mismo o sobre su vida como "No valgo para
nada", "Estarías mejor sin mí" o "Estoy cansado de luchar";
comentarios negativos sobre su futuro como "Lo mío no tiene
solución" o "Las cosas no van a mejorar
nunca"; despedidas verbales o escritas como "Quiero que sepas que
en todo este tiempo me has ayudado mucho" y comentarios sobre el
acto suicida o la muerte como "No deseo seguir viviendo", "Nadie me
quiere y es preferible morir" o "Me gustaría desaparecer".

Otros posibles avisos son no verbales, como los cambios repentinos


en la conducta de la persona, tanto un aumento de la irritabilidad y
del consumo de alcohol como un período de calma tras una gran
agitación. Considerar esto como una mejoría puede ser un error ya
que también puede ser una señal de riesgo inminente. También, si
ves lesiones en alguna parte de su cuerpo, si regala objeto
personales muy queridos, cierra sus cuentas en redes sociales,
decide cerrar asuntos pendientes o si prepara un testamento o
seguro de vida.

Si estás pasando por una mala situación personal, padeces alguna


enfermedad mental o tienes pensamientos suicidas, puedes recibir
ayuda de tu médico de cabecera o acudir a Urgencias. También
puedes acudir a una persona de tu confianza, comunicarle lo que te
está sucediendo y buscar la compañía de alguien que te aprecie y con
quien te sientas a gusto.

Otros recursos disponibles son el Teléfono de la Esperanza, con el


que puedes contactar llamando al 91 459 00 55o al 717 003 717 (aquí
tienes el listado completo del teléfono de sus sedes en España y otros
lugares del mundo), y el Teléfono contra el Suicidio, disponible en
el 91 138 53 85.

Y recuerda: el suicidio puede presentarse como una solución


permanente ante un intenso dolor. Pero, aunque no lo parezca, la
desesperanza, el dolor y el vacío son estados temporales, no
permanentes. Aunque ahora sientas que tu abatimiento no va a
terminar, es importante recordar que las crisis no son permanentes.

Os estamos contando todos los bulos por los que nos estáis
preguntando respecto a la COVID-19 en este recopilatorio. Además,
tenemos un especial sobre este tema donde también puedes consultar
consejos de prevención y preguntas y respuestas sobre el brote del
nuevo coronavirus.

Fact-checkers de 41 países nos hemos unido para luchar contra la ola


de desinformación que ha traído consigo el nuevo coronavirus iniciado
en China, puedes leer más sobre los desmentidos en este artículo y en
este otro del IFCN. También puedes compartir este artículo utilizando
el hashtag #CoronavirusFacts.

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