Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ya para 1923, el gobierno mexicano prometió utilizar los impuestos del petróleo
para establecer un fondo de 30 millones de dólares que estarían destinados a la
deuda. El acuerdo fue ratificado por el Congreso Nacional y durante dos años el
gobierno mexicano envió pequeñas remesas de pesos en plata a Nueva York.
Por otro lado, las dificultades con la Iglesia continuaban, en especial cuando el
delegado apostólico del Vaticano, monseñor Ernesto Philipi, acudió a bendecir el
Cerro del Cubilete (en Silao, Guanajuato) donde sería puesto el monumento a
Cristo Rey. El gobierno del general Obregón interpretó aquel acto como un abierto
desafío a la autoridad y un ataque a la Constitución, por lo que sancionó con el
artículo 33 de la Constitución a Philipi, obligándolo a abandonar el país.
En cuanto a Villa, Álvaro Obregón tenía miedo de que con estos acontecimientos
levantara una emboscada en armas durante la rebelión delahuertista, así que
decidió matarlo mediante una emboscada organizada por la policía secreta o por
pistoleros a sueldo de familiares de antiguas víctimas de Villa.
MAXIMATO
El período comprendido entre los años 1928 y 1934 y conocido con el nombre de
Maximato. Se le conoce como así porque durante ese tiempo el poder se
concentró en el Jefe Máximo.
Tres presidentes se suceden en este tiempo: el primero es Emilio Portes Gil, el
segundo, Pascual Ortiz Rubio, presidente constitucional elegido por el PNR para el
período de 1930 a 1934 y que solamente permaneció en la presidencia dos años
Abelardo Rodríguez, que gobernará hasta finalizar el período que correspondía a
Ortiz Rubio.
La crisis política por la que atravesaba la familia revolucionaria, en el poder desde
1926, se hizo más severa a raíz del asesinato de Obregón. Como consecuencia
del asesinato del presidente electo, el Congreso designó como presidente
provisional a Emilio Portes Gil.
Calles manifestó en su informe la idea de constituir un gran partido revolucionario
que incorpore a los miembros de las diferentes facciones revolucionarios,
destinadas a controlar la política general del país pero reconociendo la autonomía
de los partidos locales. La idea del partido como agente institucionalizador había
quedado esbozada aquel primero de septiembre solamente faltaba que fuera
aceptada por todos los hombres fuertes que constituían a la familia revolucionaria.
Así pues calles consiguió que fuera elegido Emilio portes Gil, un joven político que
no había ocupado puesto en alguno de su gabinete y podía considerarse como
obregonista sin que fuera contrario al callizo.