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2. INTRODUCCION
Un estilista profesional debe ser capaz de crear su propio estilo, un estilo particular que lo
defina. La peluquería es un arte y sin creatividad, no existiría nunca. Será vital pues,
encontrar vías de inspiración, ya sea mediante la observación, las redes sociales, las revistas
profesionales de peluquería, las pasarelas o las ferias y congresos de belleza.
3. RESULTADO DE APRENDIZAJE
4. ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
El trato con el público implica que tu humor siempre debe estar balanceado. Es importante que
los clientes perciban tu disposición para comprender exactamente qué quieren hacerse en la
cabeza, así como tu energía para convertir la experiencia de la peluquería en un momento de
cuidado y realización personal. En todo negocio funciona de la misma manera: si el cliente se
sintió a gusto, volverá.
4. Apelar a la flexibilidad
El cabello es importante para la imagen personal pero muchas veces los clientes deberán
posponer las citas por cuestiones laborales o familiares a las que darán prioridad. Manifestá tu
comprensión y ofrece otra posibilidad para reagendarse. Es preferible tener un poco de
paciencia que perder al cliente, ya que hay muchas peluquerías que brindan excelentes
servicios y para mantener la competitividad, deberás resaltar por tu trabajo pero también
generar un vínculo con los clientes.
5. Aprender a escuchar
Muchas personas van a la peluquería no solo para cambiar su cabello, sino para participar de
reuniones sociales. Es una parte inherente del oficio aunque debes ser capaz de concentrarte
en tu trabajo sin desatender lo que el cliente está compartiendo contigo. Se requiere de una
gran habilidad para fragmentar la mente en distintos puntos de atención, pero deberás
aprenderlo si quieres mantener la clientela.
Quienes asisten a una peluquería frecuentemente buscan realizar cambios totales de aspectos
como pasar del pelo muy largo al corto, teñirse de un color extremo o convertir sus rulos en
una cabellera lacia. Los cambios profundos de apariencia frecuentemente se asocian a un
deseo de modificar algún aspecto de la vida, por eso tu trabajo tiene implicaciones
psicológicas sobre la auto-concepción y la percepción del resto. Por lo tanto, serás un muro de
contención para ciertos clientes y en algunos casos, la llave hacia el intento de una nueva
vida.
Una vez que el cliente explicó que quiere hacerse en la cabeza, tendrás que saber cómo
utilizar la información teniendo en cuenta aquellos aspectos que no mencionó pero son
inherentes a su pedido. Los conocimientos serán tu fuente de consulta permanente para
comprender todas las implicaciones que conllevan un color, un corte, un peinado o un cambio
de textura.
8. Personalizar el trabajo
Un corte de pelo excéntrico puede verse increíble en una cantante famosa pero no siempre
quedará del mimo modo en todos los clientes. Es fundamental observar el cabello de la
persona, la forma del rostro, sus rasgos, la tez, la contextura física e incluso la
personalidad para determinar si realmente ese corte la hará tan feliz como imagina. Tu trabajo
es encontrar las características únicas del cliente para adaptar su pedido a aquello que le
sentará bien.
Ser peluquero requiere la capacidad de visualizar lo que se quiere producir en una masa
informe. Deberás tener claro el resultado antes comenzar a trabajar, observando con
detenimiento la forma actual del cabello para llevarlo hasta la escultura que te imaginas.
Además de las técnicas básicas empeladas por los coloristas, es imprescindible que manejes
las mezclas de colores, las gamas de colores fríos o cálidos, los contrastes, las sombras y las
luces, para crear un fantástico efecto final. Tendrás que desarrollar la habilidad de aplicar tinta
con un cepillo al cual controles completamente, sentando la dirección y logrando suaves
transiciones entre tonalidades.
Si bien algunos peluqueros prefieren mantenerse en los estilos clásicos o aquellos que
dominan a la perfección, la creatividad es una cualidad indispensable para quienes trabajan
sobre la imagen personal. La innovación no se asocia únicamente a los peinados, cortes o
colores extravagantes, sino que puedes incluir una nueva técnica en un corte comúnmente
elegido por los clientes y transfórmalo en una pequeña obra de arte que se distinga del resto.
Los peluqueros están expuestos a un alto nivel de presión por tratar con la imagen y la
autoestima de las personas. El éxito está directamente vinculado con la satisfacción del
cliente, por lo cual un mínimo error técnico podría cambiar por completo la idea original y
terminar en un problema. Lo principal es no perder la calma: una mente fría piensa mejores
soluciones cuando se enfrenta con clientes desconformes. Incluso aunque hayas seguido las
instrucciones al pie de la letra, la frustración de no verse como imaginó puede caer contra vos,
por eso es importante que estés tranquilo y no te desanimes, sino que adoptes una actitud
proactiva.
Es cierto que las equivocaciones en este oficio pueden alterar más al cliente que en otros
ámbitos, porque el pelo se asocia a la autoestima de la persona y al concepto que posee
sobre sí misma. Sin embargo, todos cometemos errores de modo que en algún momento
dejarás un cabello más largo, más corto, más rojo o menos rubio de lo que esperaba tu cliente.
En estos casos lo importante es comprender el error, analizar por qué sucedió para aprender
de él. La peluquería requiere una mente ágil en la búsqueda de soluciones que puedan
aplicarse en el menor tiempo posible, lo que sólo sucederá si posees conocimientos
cualificados.
14. Ser perfeccionista
Cuando termines cada trabajo, revisa absolutamente todos los detalles que conforman el
resultado final para asegurarte de que ningún mechón de pelo está fuera de lugar, posee un
largo inapropiado respecto a la globalidad de corte o su color no alcanzó el tono que debía. Un
trabajo perfectamente ejecutado es tu única garantía para continuar con el negocio, ya que los
clientes son tu respaldo y tienes que priorizar su felicidad para asegurar la tuya.
Busca una imprenta y un diseñador que pueda bajar a tierra las ideas que tienes para realizar
las tarjetas del negocio, en las cuales figure el nombre de tu peluquería, dirección, horarios y
todas las vías de contacto, incluyendo redes sociales. Siempre puedes conocer potenciales
clientes a quienes entregar tu tarjeta y generarás una impresión más profesional que anotando
el número en un papel o enviando un mensaje de WhatsApp con la dirección.
Saca fotos del “antes y después” del cliente para subirlas en todas las redes sociales de tu
negocio, que sí o sí debes crear para popularizar tu trabajo y captar una mayor cantidad de
clientes. Facebook, Twitter y en especial Instagram, serán aliados fundamentales a la hora de
divulgar tu trabajo. La peluquería es un oficio que se mide por sus resultados visuales, así que
aprovecha las herramientas digitales disponibles y promover tu marca personal en la red.
También podes utilizarlas para comercializar servicios, como ofrecer descuentos,
promociones, etcétera.
Son los mejores sitios para encontrarse con colegas dispuestos a conversar sobre las últimas
tendencias o técnicas y conseguir descuentos en productos de venta exclusiva a
profesionales. Ampliarás tu red de contactos, abastecerás a tu negocio y por qué no,
conocerás a clientes del mundo de la publicidad o el modelaje que precisan contratar un
servicio permanente.
5. CRITERIOS DE EVALUACION: