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Programa de Historia
Universidad Del Atlántico
30 de Mayo de 2020

La conquista del siglo y las riquezas del mundo europeo


Mucha es la temática que se ha de hablar cuando se mencionan los temas de La Conquista
del Nuevo Mundo y las razas, luego categorizadas como esclavas, que habitaron miles de
años esos lugares antes de la llegada de los llamados “conquistadores”. Temas políticos,
económicos, organizaciones y sociales influyeron sobre las decisiones de esa época, los
cuales condujeron luego a la visión de lo que hoy es el mundo. Los cielos americanos
fueron teñidos del color de una violencia inimaginable desde la llegada de los europeos a
sus territorios, de miles de años de habitad, quienes no esperaban encontrar ante sus ojos
tantas apreciaciones dignas del paraíso que era la “tierra de fuego” del continente
americano, pues “…Cuando Dios hizo el Edén, pensó en América” pronunció la letra de
una canción interpretada por Nino Bravo.
Posterior al descubrimiento o llegada al Nuevo Mundo, iniciando por los colonizadores
ingleses que arribaron desde los países anglos hasta Norteamérica, inició una de las etapas
más largas de impetuosidad en la historia, dando marcha campal al periodo de la
“conquista”, de ahí su nombre oficial, de las colonias originarias ubicadas en dichos
lugares. Esto simbolizó una de las mayores masacres en la línea de tiempo de la
humanidad, puesto que se iniciaron las primeras guerras de resistencia indígena, matanzas
de poblaciones enteras y explotación esclava que hasta el momento no se había visto de tal
manera en esa parte del mundo. Mataron a tanta gente en este periodo que el planeta se
enfrió (1).
El racismo generado por parte de los colonizadores, quienes se categorizaron como
poblaciones “superiores”(2) condujo a la exterminio y arrebato de las tierras y vidas de los
millones de nativos que albergaba ese sitio y consecuentemente encaminó a la explotación
de la raza negra, comprendida como aún más inferior que los pueblos indígenas; ambos
orígenes bautizados en nombre de la religión y la sociopolítica europea como poblaciones
“inferiores” y que hasta siglos después ni siquiera fueron dignos de incluir como un algo de
papel importante en la historia de los Estados Unidos, protagonizada bajo y el yugo la
gloria del hombre blanco europeo. (3) Pág. 20 y 21.
El choque cultural con dichos pueblos lo llevó al hombre blanco, descendiente de raíces
inglesas, a la conclusión de que los habitantes de aquellas tierras eran hombres “salvajes”(4
–Pág. 22) de los bosques o de las montañas que carecían de estrategias sociales,
principalmente organizacionales para establecer sociedades funcionales, siendo a la final
todo lo contrario, ya que con sólo ver las ciudades, y las estructuras sociales y jerárquicas
de los pueblos amerindios era posible analizar y concluir que las poblaciones indígenas
eran el resultado de la adaptación de grupos de personas a un territorio específico donde
satisfacían sus necesidades, muchas veces modificando las desfavorables condiciones
naturales a su favor y estableciendo en su mayoría complejas formas organizacionales,
arquitectónicas, artesanales y comerciales, muy similar y llegado a ser incluso superior en
algunas zonas de América, al estilo de vida de los europeos “civilizados”.
Esta creencia fue arraigada a la sociedad hasta nuestros días, con la diferencia de que esto
es llegado a ser considerado no solamente por el hombre blanco, sino también por las razas
producto del mestizaje.
Al relatarse lo anterior se pensaría que una ególatra creencia social por diferencias de color
de piel u organización sería suficiente motivo de estas poblaciones “superiores” para querer
influir en dichas culturas, cosa que a simple vista fue más allá, pero las razones que
provocaron el avance exponencial del periodo de la conquista y sus consecuencias,
contando el tiempo desde la entrada de los colonizadores europeos y también de la llegada
de las colonias españolas, fueron mucho más allá de querer moldear a las civilizaciones allí
presentes y a su cultura o incluso de una guerra ideológica por el choque de las culturas,
práctica habitual en el antiguo continente. Como en cualquier guerra siempre hay razones
similares que mueven la realidad para querer someter o exterminar a otra comunidad, pero,
¿Cuáles fueron las razones “reales” que conllevaron a la conquista del nuevo mundo
una vez desembarcado en él y a su vez cuáles fueron las razones del sometimiento y
casi exterminio total de las comunidades aborígenes del continente americano y la
explotación de las poblaciones provenientes de áfrica?
Se había hablado de que La Conquista del Nuevo Mundo fue más que una guerra, una
masacre sin precedentes y originar una guerra, una lucha o una batalla puede ocasionarse
hasta por un roce de miradas, aunque en su mayoría una guerra se genera por tres razones:
“Mujeres, Comida y Territorio”, tres cosas diferentes, pero que tiene un solo objetivo en
común, éstas tres semánticas son las razones más primitivas para la “conservación de la
especie”, refiriéndonos a lo “primitivo” no como a un término menospreciativo, sino como
algo ligado a la historia y a nuestros genes. El individuo siempre busca la supervivencia, y
como el humano no puede hacerlo solo busca entrar en un grupo, en ese grupo crea
pensamiento e intereses y cuando estos intereses se ven vulnerados se crea un conflicto;
cuando el conflicto es sometido a una situación que peligra la supervivencia del individuo o
grupo de individuos, se genera una batalla, si hay otro bando que lucha igualmente por
mantener sus intereses y por casualidad se encuentran o quieren alcanzar como logro esa
única cosa que el otro también desea o tiene ya, se genera una guerra. La guerra es algo
ligado a nosotros, a nuestros genes más primíparas y conservado en nuestro cerebro, sin
embargo es imposible concebir la idea de que en una sociedad ya no tan primitiva a sus
instintos solamente aquellas razones simplistas generaron tales actos; sí, violaron, robaron y
vendieron a las mujeres, sí, saquearon sus riquezas y demás, y sí, se robaron los territorios
de las poblaciones exiliándolas luego o sometiéndolas a la esclavitud si no las entregaban al
descanso eterno en nombre de Dios; pero existieron razones más allá para la consolidación
de la masacre americana y el saqueo de todo un continente, las cuales pueden dividirse en
Económicas, políticas y Religiosas.
Las razones económicas, motivadas por la avaricia de aquel entonces fue la primera razón
de la conquista, no por las grandes riquezas en oro, joyas y tierras de los nativos, sino
porque al llegar los colonos provenientes de Inglaterra los demás territorios europeos aun
no conocían el continente de fuego, cosa que facilitó para los migrantes ingleses el proceso
de saqueo de los bienes de las cerca de 2000 comunidades indígenas acentuadas en
Norteamérica en aquel entonces. El deseo de apoderamiento de las prósperas tierras de los
nativos, aún más prosperas que las tierras de Europa, se estableció como el objetivo
predilecto de los hombres blancos, y al percibir erróneamente, y tal vez a propósito, a las
poblaciones indígenas como seres inferiores a ellos, no hubo razones que no estuvieran a
favor de ello, y en vez de tratar de congeniar un poco con aquello “salvajes” la idea más
acertada era eliminarlos y quedarse con sus propiedades (5-Pág 11). Mismas razones se
presentaron al otro lado del continente en la llegada de las expediciones españolas,
agregando

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