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Universidad Nacional de La Matanza
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Contrato de Franchising
El Contrato de Franquicia
El origen:
Concepto:
Gastaldi y Centanaro dicen: “En particular –como una suerte de concepto
descriptivo- podemos decir que este contrato coloca a las partes en una situación de
interdependencia, pues el dador del franchising, llamado Franchisor (franquiciante)
otorga al tomador o Franchisee (franquiciado) una serie de facultades para la
comercialización de determinados bienes y servicios, entre las que se incluye la
transferencia del know how, utilización de marcas (insignias, leyendas, etc.),
pertenecía a una red comercial con presencia en el mercado de reconocido
prestigio, mediante las que el franquiciado promoverá dicha comercialización,
contando con la asistencia técnica y colaboración permanente del franquiciante –
pero también bajo su control- sin que ellos perjudique la autonomía e independencia
jurídico funcional de las partes. A cambio, el franquiciante obtendrá una
compensación que puede consistir en un canon periódico, una participación en las
ganancias, en el producido o mediante cualquier estipulación.
La Asociación Internacional de Franquicia Comercial sostiene que “una
operación de franquicia es una relación contractual entre un franquiciante y un
franquiciado, en la cual el franquiciante ofrece o es obligado a mantener un interés
permanente en el negocio del franquiciado en aspectos tales como el know how, y la
asistencia técnica. El franquiciado opera bajo un método procedimiento que
pertenece o que es controlado por el franquiciante y en el cual el franquiciado ha
hecho o hará una inversión sustancial en su propio negocio con sus propios
recursos.
Martorell ha caracterizado al franchising como aquel que vincula al
franquiciante – que es aquel que tiene la marca y el know how de comercialización
de un determinado bien servicio, y cede contractualmente los derechos de reventa y
uso (proveyendo, en forma concomitante, asistencia en la organización,
gerenciamiento y administración del negocio a sus co-contratantes)- con el
franquiciado. Este es quien adquiere contractualmente el derecho de comerciar el
bien o servicio objeto de la operación de un mercado exclusivo, utilizando los
beneficios de la marca y apoyo para gerenciar el negocio instalado.
En conclusión, el FRANCHISING es un tipo de contrato de comercialización o
distribución en sentido amplio mediante el cual una empresa conocida y prestigiosa
en el mercado (franquiciante) transfiere su know how (método operativo), otorga un
derecho de uso de la marca que ejerce y proporciona una asistencia técnica
permanente a otra empresa jurídicamente independiente (franquiciado),que a su vez
se obliga a someterse al control estricto del franquiciante y a pagar como
contraprestación una suma fija inicial, una regalía mensual acorde a sus ventas o
ganancias y un derecho de uso de la marca. La función de este contrato es constituir
un medio por el cual el titular de una marca conocida de bienes o servicios llega al
público consumidor a través de una cadena de establecimientos comerciales que
fabrican y expenden el producto o servicio siguiendo sus instrucciones.
El Franchising
Según Lorenzetti:
Según Hocksman:
Existe el riesgo de que el franquiciante se vea comprendido en los supuestos
de solidaridad laboral que establecen los artículos 30 y 31 de la Ley de Contrato
Laboral, 20.744. Existe un doble propósito por el cual se plasma en la ley un sistema
de solidaridad: expulsar las posibilidades de fraude laboral e impedir una situación
de insolvencia tal por parte del empleador directo que conlleve a la imposibilidad del
cobro del crédito. De este modo se erige en una herramienta eficaz y ansiadamente
esperada la solidaridad que recae en cabeza de un número potencialmente mayor
de obligados frente al crédito laboral.
Por otro lado el articulo 31 de la ley 20.744, establece que: “siempre que una
o mas empresas aunque tuviesen cada una de ellas personalidad jurídica propia,
estuviesen bajo la dirección, control o administración de otras, o de tal modo
relacionadas que constituyan un conjunto económico de carácter permanente, serán
a los fines de las obligaciones contraídas por cada uno de ellas con sus trabajados y
con los organismos de seguridad social, solidariamente responsables, cuando hayan
mediados maniobras fraudulentas o conducción temerarias”. Resulta claro que en la
franquicia no hay una conformación de un conjunto económico en los términos de
los que habla el artículo 31, sino que la relación carece de sus características
definitorias: no hay aquí patrimonio Omán ni hay distribuciones de capitales. En el
franchising, las partes siguen manteniendo su independencia y cada una debe
responder solo por sus propias obligaciones laborales.
Según Marzorati:
Con respecto a la interpretación de los artículos 30 y 31 de la ley 20.744 y su
ampliación solidaria de la responsabilidad laboral entre franquiciante y franquiciado
se destaca que el hecho de que positivamente exista entre franquiciante y
franquiciado una relación de control no implica que se pierda la independencia del
segundo, quien manteniendo la calidad de empresario independiente es quien toma
a su cargo los riesgos del negocio, incluyendo los inherentes a las cuestiones
laborales. Lo que sucede es que esta relación de coordinación, tipificante y
necesaria en la franquicia, puede llegar a transformarse, luego de una alteración en
los limites de lo que todo control presupone, en una verdadera subordinación, hasta
el extremo de que el franquiciado se convierta en un empleado del franquiciado. Sin
embargo, comparte la opinión de que entre franquiciante y franquiciado no existe
relación laboral.
Solo con el cumplimiento de todos los controles exigidos por la ley incluyendo
la exhibición de las constancias documentales que acrediten los cumplimientos del
contratista, el principal puede exonerarse la responsabilidad solidaria.
17/06/2008
El juez se convenció de que existió entre las partes de este juicio una
relación de trabajo subordinado, por lo tanto el despido dispuesto por la actora
contra Dieta Club SA (actual Favenix SA) por falta de registración de la relación de
trabajo, resultó ajustada a derecho y constituye suficiente injuria, en los términos del
art. 242 de la LCT, la hacen acreedora a la liquidación reclamada en la demanda.
Por ello se revoca la sentencia apelada y en su mérito se condena a la Favenix SA a
abonar a la actora la suma de $16.907,31. De la misma manera resuelve el segundo
juez de la cámara y el tercero se abstiene a votar en virtud del Art. 125 de la ley
18.345.
28/02/2007
En el contrato de franquicia las dos partes son independientes una de otra, los
franquiciados actúan en su propio nombre y a su propio riesgo, y el franquiciante no
ejerce ningún control sobre los dependientes de aquél y que en el contrato típico de
franquicia, el franquiciante no tiene como actividad propia la efectiva venta del
producto o prestación del servicio, sino la instalación de la marca, el desarrollo de
las técnicas operativas y de mercado, el establecimiento de prácticas uniformes y la
vigilancia de su cumplimiento, que queda a cargo de los franquiciados, se considera
en este caso que la figura fue utilizada en fraude de los derechos de los trabajadores
del franquiciante. De esta manera, la actividad desempeñada por Fernández (la
actora o demandante) es una de las que se señalan como propias de la actividad
normal y específica de Actuel S.R.L- dictado de cursos de capacitación en
cosmetología y en medicina estética, es decir que la actora realizo para el
franquiciante tareas que no hacían al contrato de franquicia pues, de este surge que
el objeto del mismo es el uso de la marca, del material didáctico y de los programas
de enseñanza. El dictado de cursos hace a la actividad normal y específica del
franquiciante razón por la cual, la figura de solidaridad en los términos del Art. 30
LCT se impone al caso, se revoca en este aspecto en la Cámara laboral lo decidido
anteriormente y se condena en forma solidaria a la codemandada Actuel S.R.L con
costas. Al no hacer sido la principal empleadora de la actora, Actuel S.R.L no
responderá por la condena a la entrega del certificado del Art. 80 LCT, ni por la
indemnización prevista en esta norma.
Para que nazca la solidaridad del art. 30, LCT, es menester que una
empresa contrate o subcontrate servicios que complementen o completen su
actividad normal, debiendo existir una unidad técnica de ejecución entre la empresa
y el contratista, de acuerdo a la implícita remisión que hace la norma al art. 6 de la
LCT.
Por su parte, Franquicias Argentinas S.A. dijo que es la titulas del derecho
de explotación de la marca Solo Empandas; su actividad consiste en la explotación
de la marca a terceros interesados e instalar locales de venta al público y el know
how, método para administrar y manejar el negocio.
El juez a quo condenó a las tres sociedades por entender, que si bien
Emparte SRL asumió el rol de EMPLEADOR DEL ACCIONANTE, las otras dos
codemandadas resultabas SOLIDARIAMENTE responsables por hallarse reunidos
los extremos previstos por el artículo 30 de la LCT.
Es criterio de esta Sala que cuando existe un CONTRATO DE FRANQUICIA
no resultan aplicables (en principio) las disposiciones del citado artículo 30 toda vez
que las partes son INDEPENDIENTES una de otra, los franquiciados actúan en su
propio nombre y a su propio riesgo y el franquiciante no ejerce ningún control sobre
los dependientes de aquel. En el contrato de franquicia, el franquiciante no tiene
como actividad propia la efectiva venta del producto o la prestación del servicio, sino
la instalación de la marca, el desarrollo de la técnica operativa y de marcado, el
establecimiento de prácticas uniformes y la vigilancia de su cumplimiento quedan a
cargo de los franquiciados.
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