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IDENTIDAD LASALLISTA

ANGIE KATHERINE MURCIA RODRIGUEZ

HNO. CARLOS ANDRÉS FORERO.


DOCENTE

RESEÑA: DIARIO DE ANA FRANK.

UNIVERSIDAD DE LA SALLE
RELACIONES Y NEGOCIOS INTERNACIONALES
BOGOTA D.C.
2016
DIARIO DE ANA FRANK
Una historia que cautiva corazones, lo envuelve de la manera más fascinante a
través de cada página, lo llena a la vez de tristeza donde se muestra la realidad de
Alemania frente a los judíos, donde las familias judías debían ser marcadas con
una estrella de seis puntas, un número en sus manos, apartados de la sociedad,
solo podían ingresar a ciertos lugares, sus vidas estaban demarcadas para no
estar junto a los alemanes.
En este contexto se desarrolla la vida de Ana Frank, una joven que vive con su
papa, su mama y su hermana, con una vida alegre, su personalidad apreciada por
muchos, criticada por otros, debido a su espontaneidad, para decir las cosas,
como toda niña quería tener un diario a quien contarle cada uno de sus sucesos.
Fue el regalo de su padre y poco a poco la vida de Ana y cada escrito que hacía,
era más oscuro, su vida empezó a ser cada vez más difícil desde el primer
anuncio cuando los alemanes empezaron a hacer más restricciones, en el anexo
secreto a lo largo de la historia, se crean rencores, nacen amores, momentos de
inspiración, momentos de conspiración, momentos buenos, malos, pero lo más
importante, juntos.
Pero cada paso no fue imprevisto su padre era un hombre muy audaz y sabía que
su familia dependía de el para estar juntos, unos de sus amigos alemanes decide
ayudarlos ocultándolos en una de las habitaciones traseras, allí compartieron sus
vidas durante un largo tiempo, con otras dos familias que se empezaron a
convertir en parte de la suya, pero como todo hubieron situaciones que sacaban
de la tranquilidad es algunos de los hay Ana pues algunos de los habitantes se
metían en sus cosas, y eso la fastidiaba, así q hubieron muchos conflictos entre
los habitantes del lugar.
Cada día que podía decidía contarle sus aventuras, alegrías y tristezas a su
inseparable diario, en el guardaba cada uno de sus secretos. Sus días
transcurrían en completo silencio y bajo reglas muy exigentes, ya que debían tener
discreción, para no ser vistos ni oídos, vivenciar momentos en que sentían que
serían descubiertos, hasta que ese día realmente llego, fueron sorprendidos por
algunos policías alemanes y llevados a campos de concentración donde eran
llamados delincuentes, allí la vida cada vez era peor, los alimentos eran escasos,
pero su familia aún seguía junta, fueron trasladados durante la historia a otro
campo de concentración, y allí su familia fue separada, los hombres a un lado y
las mujeres del otro las mujeres fueron despojadas de sus vestidos, y su cabello
cortado, los trabajos eran duros, y la comida poca, muchos murieron de hambre, la
madre de Ana y su hermana enfermaron gravemente, y Ana cuidaba de ellas,
Margot su hermana enfermo gravemente y murió una noche en la que le contaba
uno de los cuentos que solía inventar, anteriormente su madre murió enferma y de
hambre, en cuerpo de Ana era muy delgada, que le permitía medio moverse,
hasta que murió. Y a pocos meses Alemania se dio por vencida, y los judíos
fueron liberados el padre de Ana regresa del campo de concentración, junto a su
familia amiga alemana, tratando de descubrir q había sido de la vida de sus hijas y
esposa, pero las noticias no eran muy alentadoras, ya que ninguna de ellas, ni sus
compañeros de escondite salieron con vida de esta situación. El crea una
fundación con el nombre de su hija y muere a sus 91 años.
La historia de Ana Frank nos muestra el grado de violencia que había durante esta
época y la mentalidad de las personas alemanas, el alto grado de discriminación
que había, para destinar solo algunos lugares para el ingreso de judíos.
Podemos observar también la manera abierta de pensar de Ana una mujer
encantadora, luchadora, y con una visión distinta acerca de la vida, donde las
letras se convertían en el instrumento del que salían dulces melodías a los oídos
de quien la quisiera escuchar y enriquecerse con su sabiduría, con sueños y
aspiraciones para su familia querida por mucho excepto por su bla bla bla que se
convirtió en un texto de cua cua cua para su profesor.

A la vez podemos admirar la valentía de su padre para poder crear toda una trama
para poderse mantener juntos y con vida por un tiempo más, la madre una mujer
correcta que comúnmente entraba en discusión con Ana pero le demostraba gran
afecto.
La mujer que se lleva uno de los papeles más importantes dentro de la historia es
la mujer que decide esconder la familia, era almena, pero sabía que todos los
judíos al igual que los alemanes merecían respeto como seres humanos, esta
mujer se juega la vida, y vive en riesgo de ser descubierta y castigada, pero en su
mente solo estaba la idea de hacer lo correcto, más que ser judía o no, su
mentalidad estaba regida por hacer las cosas de la manera correcta, la mujer q
bajo su cuidado tenía el objeto más enriquecedor de la historia de los Frank el
diario de Ana.
Ganaron uno de los premios por este gesto con la familia Frank pero creo q mas q
eso fue la satisfacción por el deber cumplido ellos “fueron del mundo pero no
como el mundo”
BIOGRAFIA ANA FRANK

(Anne Marie Frank; Frankfurt, 1929 - campo de concentración de Bergen-Belsen,


Alemania, 1945) Joven de origen judío que dejó testimonio en un famoso diario de
los dos años que vivió oculta con su familia para escapar al exterminio nazi. Hija
de una familia germana de origen judío, se trasladó con los suyos a los Países
Bajos con la llegada de Hitler al poder en 1933. Durante la Segunda Guerra
Mundial, después de la invasión alemana de Holanda en 1940 y de padecer las
primeras consecuencias de las leyes antisemitas, Ana y su familia consiguieron
escondrijo en unas habitaciones traseras, abandonadas y aisladas, de un edificio
de oficinas de Ámsterdam, donde permanecieron ocultos desde 1942 hasta 1944,
cuando fueron descubiertos por la Gestapo.

Ana llevó un diario de ese período de reclusión, que su padre, único superviviente
de la familia, dio a conocer acabada la guerra, después de que Ana y el resto de la
familia hubieran sido detenidos y confinados en un campo de exterminio, en donde
murieron. El Diario constituye un conmovedor testimonio de ese tiempo de terror y
persecuciones. Albert Hackett y Frances Goodrich lo adaptaron al teatro, y George
Stevens lo llevó al cine en 1959.
El Diario de Ana Frank
En el Diario, Ana Frank imagina que escribe a Kitty, una amiga hipotética, para
contarle las peripecias de su vida en el escondrijo donde vivió desde el 14 de junio
de 1942 al 4 de agosto de 1944, cuando la Gestapo descubrió la "dependencia
secreta" en la que vivían la familia Frank (compuesta por los padres, por Ana y por
su hermana mayor Margot), la familia Van Daan (la madre, el padre y su hijo
Peter) y el dentista Dussel, con la vana esperanza de escapar a la captura de los
nazis.

Ana cuenta la vida en aquellos pocos metros cuadrados del refugio en que la
convivencia de ocho personas, arrancadas de la vida normal, planteaba tantos y
tan delicados problemas, y narra el desarrollo de la existencia cotidiana con tal
sencillez, fuerza y verdad, que ello constituye el primer encanto de estas páginas.
Alejada de sus coetáneos y de los intereses que sonreían a su exuberante
juventud, pero también, aunque a la fuerza, de la barbarie del momento, la autora-
protagonista mira y juzga las cosas con un candor que subyuga.

En las páginas del Diario, a menudo alegres y divertidas, asistimos al desarrollo


intelectual y físico de una muchacha, a la variedad de sus problemas, de sus
estudios y diversiones a pesar de su reclusión, a sus relaciones y a sus juicios
sobre sus familiares y compañeros de aislamiento y sobre los hombres en general.
Los acontecimientos y fases alternas de la guerra y de la política mundial, tal como
lograban llegar a aquel refugio aislado, adquieren un aspecto nuevo y diferente,
con perspectivas insospechadas. Y la vida de una reducida colectividad, obligada
a compartir la buhardilla en condiciones tan dramáticas, se ilumina con episodios
singulares, en los que los hechos triviales de la vida diaria adquieren una
importancia particular, y donde una niña con mirada clara y terriblemente objetiva
se juzga a sí misma y a los adultos, analizándolo todo con gran libertad.

Ana Frank habla de sus aspiraciones a corazón abierto, y también de los peligros,
pero con gran conocimiento y sin perder la esperanza. Dos personajes del exterior
(el señor Kraler, amigo de Otto Frank, y Miep, secretaria de Frank y luego de
Kraler) son como seres que pertenecen a otro planeta y que, como promotores del
ocultamiento de los Frank y favorecedores de los mismos, parecen redimir al resto
de la humanidad de sus culpas de complicidad y de miedo.

El idilio que se inicia entre Ana y Peter tiene la gracia de una flor espontánea en
sus diversas fases y manifestaciones; la descripción de la pubertad tiene una
delicada naturaleza que difícilmente se encuentra en otra parte; el afecto por un
gato parece el símbolo de los vínculos deseados pero imposibles con el mundo
externo; las relaciones con los padres (y en particular, con la madre) se observan
con gran madurez. No hay nada que la induzca a prorrumpir en invectivas y a
juzgar con acritud aquella vida tan injusta y contraria a la naturaleza. "A pesar de
todo, continúo creyendo en la bondad íntima del hombre", afirma Ana en el Diario;
estas palabras constituyen la moral de este libro que, nacido como de una
necesidad personal, tiene la honestidad genuina e inmediata de un desahogo
espontáneo nunca dirigido a la publicación.

Las alusiones a los problemas judíos (que podrían parecer frecuentes en una
persona que vivía en aquellas condiciones especiales pura y simplemente por la
"culpa" de pertenecer al pueblo judío) son muy raras, aunque inspiradas en una
extrema dignidad y firmeza: Ana pertenecía a una de aquellas familias asimiladas
que no habían tenido una profunda cultura hebrea y que sólo muy tarde se dieron
cuenta de todo ello. El libro, además de sus valores humanos y documentales,
revela en la joven autora cualidades literarias nada comunes: el mismo hecho de
fingir una destinataria para sus confidencias es ya un índice de madurez artística.
Traducido a todas las lenguas y llevado también al teatro y al cine, el Diario de
Ana Frank se ha convertido en el paradigma testimonial, más impresionante
incluso que otros documentos detallados, de la opresión sufrida en muchos países
bajo el nazismo y de las condiciones en que millones de personas se vieron
obligadas a vivir con la esperanza de escapar al exterminio.

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