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la cabeza es la parte del cuerpo que contiene los órganos de los sentidos especiales, las partes
del sistema nervioso vinculadas a ellos y las partes iniciales de los sistemas digestivo y
respiratorio. La cabeza está formada por estructuras esqueléticas y no esqueléticas. La cabeza
humana se divide en dos partes, el cráneoy la cara. Ambas están formadas por un esqueleto
(armazón constituido por huesos, cartílagos, dientes y articulaciones) y estructuras no
esqueléticas. Las estructuras no esqueléticas son blandas y comprenden, además de masas de
tejido conjuntivo, órganos de composición y función muy diversa (encéfalo, piel, mucosa,
músculos, nervios, vasos sanguíneos y linfáticos, glándulas, etc
1. Los ojos.
2.La nariz , que no sólo está constituida por la nariz externa, sino también por un conjunto de
cavidades internas por donde fluye aire en la respiración. La nariz representa el extremo
superior del sistema respiratorio, contiene el órgano del olfato y, al igual que la cavidad bucal,
forma parte del sistema fonador.
3. La parte inicial del sistema digestivo, que comprende la cavidad bucal y estructuras
exobucales (huesos, músculos, nervios, etc) que intervienen cuando masticamos, tragamos y
hablamos.
4. La parte superior o cefálica de la faringe. La faringe es una víscera blanda situada detrás de
la cavidad bucal y la nariz que es compartida por los sistemas digestivo, respiratorio y fonador.
La cabeza y la columna forman una palanca de primer género (fig. 2-2). El punto de apoyo se
encuentra en la articulación de la cabeza con la columna, la resistencia está representada por
la parte anterior de la cabeza y la potencia principalmente por los músculos posteriores del
cuello, que mantienen el equilibrio de la cabeza. Si la cabeza se mueve hacia adelante, el
centro de gravedad se desplaza en el mismo sentido y se alarga el brazo de palanca sobre el
que actúa el peso de la cabeza, por lo que los músculos cervicales posteriores deben aumentar
su actividad. Si la cabeza se mueve hacia atrás, el centro de gravedad se desplaza hacia atrás y
llega un momento en que deben aumentar su actividad los músculos que mueven la cabeza
hacia adelante, es decir, los antagonistas de los músculos cervicales posteriores.
Posición neutra de la cabeza. El cuerpo y sus partes pueden adoptar posiciones, es decir,
mantenerse estáticos. Hay posiciones que se adoptan por breves periodos y cuyo
mantenimiento generaría incomodidad. Otras posiciones, en cambio, nos resultan cómodas y
son las que adoptamos habitualmente. Estas posiciones habituales son denominadas posturas.
Hay buenas y malas posturas. Una buena postura es aquella que ocasiona menores cargas para
los huesos y las articulaciones y se mantiene con la mínima tensión posible de los músculos, los
ligamentos y otras estructuras fibrosas. Las malas posturas no cumplen con estos requisitios y,
en muchas personas, pueden terminar provocando lesiones y dolor. La postura de una persona
puede evaluarse mirándola de costado o de frente. De costado, y con la persona de pie, una
buena postura es aquella en la que puede trazarse una línea vertical imaginaria que une la
parte más alta del cráneo (vértice del cráneo) con el arco de la planta del pie pasando por el
oído, el hombro y la cadera.
De frente, la cabeza debe estar erguida y derecha y los hombros y caderas a la misma altura.
Mucho más preciso es el término posición o postura natural de la cabeza. La posición natural
de la cabeza es aquella en que la persona, estando relajada y de pie, mantiene el eje visual
horizontal, paralelo a la superficie en la que apoya los pies. La posición natural no implica
necesariamente una buena postura de la cabeza.
Movimientos básicos de la cabeza. El motivo principal para mover la cabeza es orientar los
órganos sensoriales con el fin de lograr la máxima recepción de estímulos auditivos, olfativos y,
sobre todo, visuales. Quizá durante la mayor parte del tiempo basta que la cabeza esté erguida
o en otras posiciones fijas para que los ojos, los oídos y la nariz nos mantengan
adecuadamente informados del ambiente.
La cabeza puede moverse con cierta independencia del tronco gracias al cuello. El cuello —que
contiene la región superior o cervical de la columna vertebral— tiene la doble función de
conectar a la cabeza con el tronco y de permitirle moverse sin necesidad de que el tronco
siempre la acompañe. Los movimientos habituales de nuestra cabeza pueden reducirse a
cuatro movimientos básicos: flexión, extensión, inclinación lateral y rotación. Los mismos
términos se emplean para los movimientos de la región cervical de la columna vertebral
debido a que los movimientos de la cabeza están asociados a movimientos de la columna.
Los movimientos de la cabeza son producidos por la actividad de músculos que se insertan en
la parte pósteroinferior de la misma, en los alrededores de la unión con la columna, y desde
allí descienden al cuello para terminar en las vértebras, en el esternón o en la cintura
escapular.