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VÍA CRUCIS

EN EL AÑO DE LA FE VIVIDA EN COMUNIDAD.

CAMINO DE FE Y ESPERANZA HACIA EL CENTENARIO DE LA DIÓCESIS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.

Hermanos: Nos reunimos para meditar en el amor de Dios desbordado en su Hijo, la Palabra hecha
carne, que nos ha amado hasta el extremo. Como San Pablo, todos podemos decir: “vivo de la fe en el
Hijo de Dios que me amó y se entregó por mí” (Gálatas 2,20)

Expresemos nuestra fe vivida en comunidad caminado con nuestro Señor hacia el calvario. Oremos por
nuestra diócesis de Santa Rosa de Osos que en el año 2017 cumplirá 100 años de existencia. De igual
manera presentemos al Señor a todos los profesionales, empleados públicos e instituciones educativas
que son los sectores cuya misión especial tiene este año nuestra Iglesia diocesana. Elevemos una
súplica confiada por todos los consagrados y consagradas de nuestra Iglesia universal, para que asocien
su llamado a los misterios redentores de nuestra fe. Agradecemos a Dios su eterno amor y misericordia
para con todos nosotros manifestados en el misterio de la Cruz.

“Año de la fe vivida en comunidad”


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Arrepentidos de nuestras faltas, digamos con fe:
Jesús Mi Señor y Redentor…

I ESTACIÓN: JESUS ES CONDENADO A MUERTE


R: Alabado sea Dios.

V: Te adoramos ¡oh Cristo! Y te bendecimos.

R: Que Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

“Pilato, queriendo dar satisfacción a la gente, les soltó a Barrabás y a Jesús lo entregó para que lo
azotaran y lo crucificaran” Mc 15,15.

SIGNOS DE GRACIA: Te damos gracias, Padre, porque en Cristo tu Hijo nos das el modelo de fidelidad,
entrega y sacrificio sin importar quienes lo oprimen.

SIGNOS DE PECADO: Nuestra Diócesis de Santa Rosa de Osos es una porción viva del pueblo de Dios en
la que encontramos diversas culturas y estilos de vida. Son muchos los lugares Señor en que nuestras
gentes son condenadas a vivir en situaciones tristes a causa de la violencia y la poca tolerancia entre
las personas. Perdón por aquellos que condenan injustamente a nuestros hermanos.

Compromiso: Danos la gracia Señor de ser verdaderos profetas que anunciemos con empeño tu
Palabra y seamos reflejo de tu luz para aquellos que crean división en nuestra sociedad.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria...

V: Señor pequé, ten misericordia…

II ESTACIÓN: JESUS CARGA CON LA CRUZ A CUESTAS


R: Alabado sea Dios.

V: Te adoramos ¡oh Cristo! Y te bendecimos.

R: Que Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

“Llevando a cuestas su cruz, salió para un lugar que llamaban la calavera o Gólgota” Jn 19,17.

SIGNOS DE GRACIA: Este año nuestra diócesis ora por todos los profesionales, empleados públicos e
instituciones educativas. Señor Jesús hoy valoramos en nuestras comunidades la labor de tantos
empleados públicos que se entregan a sus comunidades buscando la justicia y el bien común.

“Año de la fe vivida en comunidad”


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Signos de pecado: Perdona, Señor, cuando aquellos servidores
públicos pierden el fundamento e inspiración de su servicio que
eres Tú y nacen actitudes como el autoritarismo, el individualismo
y el dinero mal utilizado.

Compromiso: Oramos hoy por todos los empleados públicos para que con transparencia manejen los
destinos de sus comunidades, logrando así el progreso y la paz.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria...

V: Señor pequé, ten misericordia…

III ESTACION: Jesús cae por primera vez


R: Alabado sea Dios.

V: Te adoramos ¡oh Cristo! Y te bendecimos.

R: Que Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

“El soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo estimamos leproso,
herido de Dios y humillado” Is 53,4.

Signos de Gracia: Te alabamos y te bendecimos Dios de amor porque nos has regalado el don de la fe
como respuesta a tu acción salvadora en medio de nosotros por medio de tu Hijo Jesucristo en el
Espíritu Santo. Gracias Señor porque este año en nuestra diócesis reflexionamos sobre este regalo de
la fe vivida en comunidad.

Signos de Pecado: A pesar Señor de recibir de ti este regalo de la fe, en muchas ocasiones no
confiamos totalmente a tu acción de amor y dudamos de ti. Perdón amado Padre porque no vivimos
nuestra fe en comunidad al no anunciarte a otros hermanos.

Compromiso: Digamos todos: “¿Tú tienes fe?; pues yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin obras y yo te
probaré por las obras mi fe”. Hagamos vida este pasaje bíblico en nuestra comunidad parroquial.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria...

V: Señor pequé, ten misericordia…

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IV ESTACION: Jesús se encuentra con su
Santísima Madre
R: Alabado sea Dios.

V: Te adoramos ¡oh Cristo! Y te bendecimos.

R: Que Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

“Simeón dijo a María: este está puesto para que todos en Israel caigan y se levantes; será una
bandera discutida, mientras que a ti, una espada te atravesará el corazón” Lc2,34-35.

Signos de gracia: Gracias Padre Bueno porque, por el sacramento del bautismo, nos asocias a tu Iglesia
que es nuestra madre.

Signos de Pecado: Perdónanos Padre porque no hemos vivido nuestra fe con radicalidad en la Iglesia,
nuestra madre, y hemos sido signos de división en ella cuando hablamos mal de tus ministros y de tu
pueblo santo.

Compromiso: Oremos por nuestra madre, la Iglesia, para que siga caminando en la unidad por los
caminos del amor y la santidad de vida.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria...

V: Señor pequé, ten misericordia…

V ESTACION: EL CIRINEO AYUDA A JESUS A LLEVAR LA CRUZ


R: Alabado sea Dios.

V: Te adoramos ¡oh Cristo! Y te bendecimos.

R: Que Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

“Al salir encontraron a un hombre de Cirene que se llamaba Simón y le forzaron a llevar la cruz de
Jesús” Mt 27,32.

Signos de Gracia: Muchas gracias Señor por este año de misión diocesana con los profesionales,
empleados públicos e instituciones educativas bajo el lema ¿Cuál es tu misión como Iglesia?

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Signos de pecado: todos somos cirineos en nuestra Iglesia cuando
ayudamos a Jesús que está en el hermano. Perdón Señor porque
no asumimos con radicalidad nuestra misión de Iglesia al no aportar con nuestros dones y carismas a la
extensión de tu reino de paz, justicia y amor.

Compromiso: En un momento de silencio pensemos en los dones que de Dios hemos recibido y
pidamos la gracia de ponerlos al servicio de nuestra Iglesia.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria...

V: Señor pequé, ten misericordia…

VI ESTACION: LA VERONICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESUS.


R: Alabado sea Dios.

V: Te adoramos ¡oh Cristo! Y te bendecimos.

R: Que Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

“Dios los eligió, destinándolos desde entonces a que reprodujeran los rasgos de su Hijo, de modo
que este fuera el mayor de una multitud de hermanos”. Rom 8,29

Signos de Gracia: te agradecemos Señor por nuestra Diócesis que se prepara para la celebración de su
centenario, al igual, que te agradecemos por el pastoreo de nuestros obispos a lo largo de estos casi
cien años.

Signos de pecado: pedimos perdón ¡Oh Dios! por la violencia intrafamiliar, por la poca fe que se cultiva
en nuestra familia y que nos impide vivir nuestra fe a nivel comunitario.

Compromiso: que con nuestro fe vivida en comunidad, podamos comunicar a todas las familias esa
misma fe recibida de Dios, y así vivir la paz en nuestros hogares.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria...

V: Señor pequé, ten misericordia…

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VII. ESTACION: JESUS CAE POR SEGUNDA VEZ
R: Alabado sea Dios.

V: Te adoramos ¡oh Cristo! Y te bendecimos.

R: Que Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

“Todos errábamos como ovejas, cada uno siguiendo su camino, y el Señor cargó sobre él todos
nuestros crímenes”. Is 53,6

Signos de gracia: Te agradecemos Jesús, porque existen muchas personas que con su experiencia de
fe, expresada a los demás a través de la vivencia comunitaria, reflejan la misericordia de Dios hacia los
que más sufren.

Signos de pecado: Perdón Jesús, porque muchos hermanos nuestros sufren por causa de la injusticia,
del odio y del flagelo del mal.

Compromiso: ayúdanos a compartir con los que tienen menos, y apoyar a nuestros hermanos que
promueven la solidaridad y la caridad.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria...

V: Señor pequé, ten misericordia…

VIII. ESTACION: JESUS CONSUELA A LA MUJERES DE JERUSALEN

R: Alabado sea Dios.

V: Te adoramos ¡oh Cristo! Y te bendecimos.

R: Que Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

“Le seguía un gran gentío del pueblo y muchas mujeres que se golpeaban el pecho y gritaban
lamentándose por Él. Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: Mujeres de Jerusalén, no lloren por mi,
lloren mejor por ustedes y por sus hijos”. Lc 23, 27-28

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Signos de gracia: Te damos gracias Señor por nuestras madres, que
devotamente nos han inculcado la fe y nos han enseñado a vivirla
en comunidad.
Signos de pecado: Perdón Señor, porque muchas mujeres siguen siendo “usadas” por los medios de
comunicación, explotadas y maltratadas por la sociedad.
Compromiso: ayúdanos a promover la dignidad de la mujer, y ver en la mujer la obra de Dios como
compañía en la vida.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria...

V: Señor pequé, ten misericordia…

IX. ESTACIÓN: JESUS CAE POR TERCERA VEZ


R: Alabado sea Dios.

V: Te adoramos ¡oh Cristo! Y te bendecimos.

R: Que Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

“No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestra debilidad, sino uno probado
en todo, igual que nosotros, excluido del pecado” Heb 4, 15

Signos de gracia: Gracias Dios, porque muchas manos se siguen ofreciendo para levantar a los que
están caídos en los hospitales, en las cárceles y en la Iglesia se cuenta con manos amigas, impulsadas
por su fe, que ayudan a los hermanos vulnerables.

Signos de pecado: Perdónanos Señor porque no sentimos el dolor de los demás, porque ignoramos a
todos aquellos que sufren y piden nuestra ayuda.

Compromiso: Ayúdanos a promover, movidos por la fe, la vivencia de las obras de misericordia.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria...

V: Señor pequé, ten misericordia…

X ESTACION: JESUS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS


R: Alabado sea Dios.

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V: Te adoramos ¡oh Cristo! Y te bendecimos.

R: Que Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

“Se repartieron sus ropas, echándolas a suerte” Lc 23, 34

Signos de gracia: Te damos gracias Señor por el centenario de nuestra Diócesis que estamos próximos
a celebrar, por la fe que nos das y que nos permites vivirla en comunidad; por los consagrados y
consagradas; y por todos los profesionales, empleados públicos e instituciones educativas que hay en
nuestro territorio diocesano.

Signos de pecado: te pedimos perdón por callar y ser indolentes ante la situación de muchos de
nuestros campesinos que son despojados de sus tierras.

Compromiso: nos comprometemos en la defensa de la dignidad de los más débiles, colaborando a


construir el Reino de Dios entre nosotros.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria...

V: Señor pequé, ten misericordia…

XI ESTACION: JESUS ES CRUCIFICADO


R: Alabado sea Dios.

V: Te adoramos ¡oh Cristo! Y te bendecimos.

R: Que Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

“Cuando llegaron al lugar llamado la calavera, lo crucificaron allí y a los malhechores, uno a su
derecha y otro a su izquierda” Lc 23,33

Signos de Gracia: Nuestra diócesis es privilegiada, desde sus inicios ha contado con comunidades
religiosas femeninas y masculinas que han predicado el evangelio de Jesucristo, y se han esforzado,
han donado sus vidas como Jesús para predicar su Reino entre nosotros.

Signos de pecado: Te pedimos perdón por vivir nuestra fe personalmente como si solos nos fuésemos
a salvar, te pedimos perdón Señor, porque a veces crucificamos a los demás con nuestros comentarios,
te pedimos perdón Señor, porque a pesar de ser tan creyentes te seguimos crucificando con nuestro
pecado.

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Compromiso: ayúdanos a vivir nuestra fe en comunidad, nos
comprometemos a anunciar las maravillas que Dios ha hecho en
nuestra vida, y queremos también comprometernos a encomendar en nuestra oración a tantos y
tantas consagrados que se esfuerzan por mostrarnos tu gracia y tu amor.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria...

V: Señor pequé, ten misericordia…

XII ESTACION: JESUS MUERE EN LA CRUZ


R: Alabado sea Dios.

V: Te adoramos ¡oh Cristo! Y te bendecimos.

R: Que Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

“A eso del medio día la cortina del santuario se rasgó por medio. Jesús gritó muy fuerte: Padre en
tus manos encomiendo mi espíritu. Y dicho esto, expiró Lc 23, 44-45)

Signos de gracia: gracias Padre por el gran amor que nos tienes dando tu vida por nuestra salvación

Signos de Pecado: perdón Señor por toda la sangre de aquellos cuya muerte ha quedado en la
impunidad, perdón Señor porque matamos a nuestro hermano constantemente con nuestros
comentarios y nuestras críticas.

Compromiso: Nos comprometemos a promover y defender la vida desde la concepción hasta la


muerte natural.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria...

V: Señor pequé, ten misericordia…

XIII ESTACION: JESUS COLOCADO EN LOS BRAZOS DE SU SANTISIMA MADRE


R: Alabado sea Dios.

V: Te adoramos ¡oh Cristo! Y te bendecimos.

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R: Que Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

“José de Arimatea le pidió a Pilato que le dejara quitar el cuerpo.


Pilato se lo autorizó. Él fue y quito el cuerpo de Jesús” Jn 19,38

Signos de Gracia: Te damos gracias Señor por tantas mujeres que anuncian sin desfallecer tu Palabra,
por tantas mujeres que te siguen sin importar sus consecuencias, por las consagradas, por las madres,
por las hermanas, por las hijas, por todas las mujeres Señor que están siempre anunciando tu obra en
el mundo.

Signos de pecado: te pedimos perdón por tantas mujeres que sufren el dolor de perder a sus hijos por
la violencia, el secuestro y la desaparición forzosa para que en Cristo se esclarezcan todas estas
realidades y se transformen en esperanza de vida.

Compromiso: Colocar en los brazos de la Santísima Virgen María nuestros sufrimientos, nuestras
preocupaciones y las de todas las mujeres que sufren.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria...

V: Señor pequé, ten misericordia…

XIV ESTACION: JESUS COLOCADO EN EL SEPULCRO


R: Alabado sea Dios.

V: Te adoramos ¡oh Cristo! Y te bendecimos.

R: Que Por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

“José de Arimatea se llevó el cuerpo de Jesús y lo envolvió en una sábana limpia; después lo puso en
el sepulcro nuevo excavado para él mismo en la roca”. Mt 27, 59-60

Signos de gracia: Agradecemos inmensamente Señor tu llamado que nos seduce y nos hace renovar
nuestra vida, abandonando los vicios y apegos que quieren desvirtuar nuestra condición de hermanos
tuyos. Agradecemos Señor, porque siempre llamas a hombres y mujeres a consagrarse y a donar sus
vidas por amor a Ti y por nuestro bien.

Signos de pecado: perdónanos Señor por las personas que viven sumergidas en el sepulcro del pecado,
por los que no aceptan tu mensaje y por los que no quieren admitirte como el Creador.

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Compromiso: Anunciar sin desfallecer tu gran misericordia y tu
gran amor, prepararnos debida y adecuadamente para la
celebración del centenario de la diócesis en el 2017 y vivir la fe en comunidad.

ORACIÓN FINAL: por el Papa Francisco, Por nuestra Diócesis de Santa Rosa de Osos que se prepara
para la celebración de sus cien años, por los sacerdotes, religiosas y religiosos, por los laicos
comprometidos, por toda la Iglesia. Padre Nuestro… Ave María y Gloria…

Creo en Dios Padre Todopoderoso… y la bendición de Dios Todopoderoso…

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Vía Lucis
El “Vía Lucis” (En latín El Camino de la Luz) Así
como en el Tiempo de preparación para
la Pascua, la Cuaresma, rezamos el Vía Crucis, en el
Tiempo de Pascua, tiempo de plenitud y de realización,
hablamos y celebramos el Camino de la Luz: para
celebrar la realidad de la Persona de Jesús tal como
ahora está: resucitado corporalmente y repleto de luz,
gloria y esplendor.

Para ello nada más hermoso y gratificante que recrear las


escenas bíblicas de Jesús Resucitado en estaciones
luminosas, y gloriosas:

OREMOS: Señor Jesús, con tu Resurrección triunfaste


sobre la muerte y vives para siempre comunicándonos la
vida, la alegría, la esperanza firme. Tú que fortaleciste la
fe de tus discípulos enseñándolos a amar con obras, fortalece también nuestro
espíritu vacilante para que nos entreguemos de lleno a Ti, queremos compartir
contigo y con tu Madre Santísima la alegría de tu resurrección gloriosa. Tú que
nos has abierto el camino hacia el Padre, haz que iluminados por el Espíritu
Santo, gocemos un día de la gloria eterna. Amén.

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén

Todos: Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro
gozo. Dad gracias al señor porque es bueno, porque es eterna su
misericordia. ¡aleluya, aleluya!

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PRIMERA ESTACIÓN
JESÚS, RESUCITADO CONQUISTA LA
VIDA VERDADERA
Bendito Sea nuestro Señor Jesucristo.

V. Te adoramos o Jesucristo y te bendecimos. Rta. Que con tu resurrección nos rescataste del pecado
y de la muerte.

“El Ángel se dirigió a las mujeres y les dijo: «Vosotras no temáis, pues sé que buscáis a
Jesús, el Crucificado; no está aquí, ha resucitado, como lo había dicho. Venid, ved el lugar
donde estaba.”

Mt 28, 5-6

Las mujeres son las primeras en reaccionar ante la muerte de Jesús, y obran con diligencia,
su cariño es tan auténtico que no reparan en respetos humanos. Cuando embalsamaron el
cuerpo de Jesús lo tuvieron que hacer tan rápidamente que no pudieron terminar ese piadoso
servicio al Maestro. Son valientes y generosas, han echado fuera el sueño y la pereza y antes
de despuntar el día, se encaminan hacia el sepulcro para acabar su trabajo. Hay dificultades
para llegar a él: los soldados, la pesada piedra, pero ellas no se asustan porque saben poner
todo en manos de Dios.
Oración: Señor queremos alejar de nuestra vida todo temor que en muchas ocasiones no
deja que nos acerquemos con total confianza a ti. El ejemplo de aquellas mujeres lo queremos
asumir para ser verdaderos testigos de tu amor en medio de todas las gentes.

Padre nuestro…

Todos: Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo. Dad gracias
al señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. ¡aleluya, aleluya!

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SEGUNDA ESTACIÓN

SU SEPULCRO VACÍO MUESTRA QUE


JESÚS HA VENCIDO A LA MUERTE
Bendito Sea nuestro Señor Jesucristo.

V. Te adoramos o Jesucristo y te bendecimos. Rta. Que con tu resurrección nos rescataste del pecado
y de la muerte.

“Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó.”
Jn 20, 8

Cuando todo parece que está acabado, cuando la muerte parece haber dicho la última palabra, hay
que proclamar llenos de gozo que Cristo vive porque ha resucitado. Esta es la gran verdad que da
consistencia a nuestra fe, que llena de alegría nuestra vida. Es la gran noticia que se comunica a todos
los que quieren acogerla. Cristo, que ha querido redimirnos dejándose clavar en un madero,
entregándose plenamente por amor, ha vencido a la muerte y su resurrección gloriosa nos ha abierto
el camino hacia el Padre.
Oración: Señor a ejemplo del leproso que curaste, hoy queremos comunicar a todos la alegría de
encontrar tu sepulcro vacío. Queremos que nuestra vida sea un auténtico testimonio de tu resurrección
y así poderlo comunicar a todos los hermanos que desean saber de ti.

Padre nuestro.

Todos: Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo. Dad gracias al señor
porque es bueno, porque es eterna su misericordia. ¡aleluya, aleluya!

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TERCERA ESTACIÓN

JESÚS RESUCITADO SE APARECE A


MARÍA MAGDALENA
Bendito Sea nuestro Señor Jesucristo.

V. Te adoramos o Jesucristo y te bendecimos. Rta. Que con tu resurrección nos rescataste del pecado
y de la muerte.

“Se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. Le dice Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras?
¿A quién buscas?» Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú lo has
llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré.» Jesús le dice: «María.» Ella se vuelve y le dice
en hebreo: «Rabbuní» – que quiere decir: «Maestro». Le dice Jesús: «No me toques, que todavía no
he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi
Dios y vuestro Dios.» Fue María Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al Señor y que había
dicho estas palabras.” Jn 20, 14-18

La Magdalena ama a Jesús con un amor limpio y grande, hecho de fortaleza y eficacia. Ha buscado al
Maestro y el Señor reconoce su cariño profundo y pronuncia su nombre. Cristo nos llama por nuestros
nombres, porque nos ama a cada uno personalmente, oculto muchas veces bajo la apariencia del
hortelano, de tantos hombres y mujeres que pasan, sin que nos demos cuenta, a nuestro lado. María
Magdalena se va a convertir en la primera mensajera de la resurrección: recibe el dulce encargo de
anunciar a los Apóstoles que el Señor ha resucitado.
Oración: La tristeza por fin se ha disipado, tú Señor verdaderamente estás vivo. Inunda con tu luz de
vida las oscuridades de nuestra existencia. Que nuestra diócesis de Santa Rosa de Osos siga siendo
en estos casi 100 años de existencia, un reflejo de la alegría cristiana por tu resurrección.

Padre nuestro.

Todos: Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo. Dad gracias al señor
porque es bueno, porque es eterna su misericordia. ¡aleluya, aleluya!

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CUARTA ESTACIÓN
JESÚS SE APARECE EN EL CAMINO A
EMAÚS

Bendito Sea nuestro Señor Jesucristo.

V. Te adoramos o Jesucristo y te bendecimos. Rta. Que con tu resurrección nos rescataste del pecado
y de la muerte.

“Y sucedió que, mientras ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos;
pero sus ojos estaban retenidos para que no le conocieran… El les dijo: « ¡Oh insensatos y tardos de
corazón para creer todo lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y
entrara así en su gloria?» Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó
lo que había sobre él en todas las Escrituras.” Lc 24, 15, 25-27

Como discípulos de Emaús Jesús sale a nuestro encuentro para animarnos en la esperanza y
hacernos arder el corazón. Los de Emaús se iban tristes y desesperanzados: como tantos hombres y
mujeres que ven con perplejidad cómo las cosas no salen según habían previsto. No acaban de
confiar en el Señor. Sin embargo Cristo "se viste de caminante" para iluminar sus pasos
decepcionados, para recuperar su esperanza. Y mientras les explica las Escrituras, su corazón, sin
terminar de entender, se llena de luz, "arde" de fe, alegría y amor.

Oración: Padre de amor, nunca nos dejas solos en el caminar de la vida. Te haces cercano a todos
nosotros para que comprendamos tu amor por cada de nosotros. Abre de nuestros ojos para que
seamos testigos radicales de tu amor por todos nosotros. Sigue caminando con nuestra Iglesia
Diocesana de Santa Rosa y sigamos contemplándote vivo en tu Palabra y la Eucaristía.

Padre nuestro.

Todos: Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo. Dad gracias al señor
porque es bueno, porque es eterna su misericordia. ¡aleluya, aleluya!

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QUINTA ESTACIÓN
RECONOCEN A JESÚS RESUCITADO AL
PARTIR EL PAN

Bendito Sea nuestro Señor Jesucristo.

V. Te adoramos o Jesucristo y te bendecimos. Rta. Que con tu resurrección nos rescataste del pecado
y de la muerte.

“Pero ellos le forzaron diciéndole: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado.»
Y entró a quedarse con ellos. Y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan,
pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron,
pero él desapareció de su lado. Se dijeron uno a otro: « ¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro
de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?» (Lc 24: 29-32).

La eucaristía es el regalo en el que Dios se manifiesta. La fracción del pan nos anima a todos como
creyentes a dar cada día lo mejor de nosotros mismos y así ser testigos de Jesús en nuestras vidas.
Hasta que, puestos a la mesa, Jesús parte el pan y se les abren la mente y el corazón. Y descubren
que era el Señor. Nosotros comprendemos con ellos que Jesús nos va acompañando en nuestro
camino diario para encaminarnos a la Eucaristía: para escuchar su Palabra y compartir el Pan.

Oración: Señor queremos amar más el sacramento sublime de la Eucaristía. Ella nos da las fuerzas
necesarias para continuar nuestro caminar. Queremos comunicar a todos que tú nos acompañas
siempre y que nos explicas las Escrituras y partes el pan para todos nosotros. Queremos vivir la
espiritualidad de comunión, expresando nuestra fe en ti a toda la comunidad, para que ellos también
crean en ti que eres la resurrección y la vida.

Padre nuestro.

Todos: Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo. Dad gracias al señor
porque es bueno, porque es eterna su misericordia. ¡aleluya, aleluya!

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SEXTA ESTACIÓN
JESÚS RESUCITADO SE APARECE A LOS
DISCÍPULOS EN JERUSALÉN
Bendito Sea nuestro Señor Jesucristo.

V. Te adoramos o Jesucristo y te bendecimos. Rta. Que con tu resurrección nos rescataste del pecado
y de la muerte.

“Pero él les dijo: « ¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? Mirad mis
manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como veis
que yo tengo.» Y, diciendo esto, los mostró las manos y los pies.” (Lc 24: 38-40).

Cristo resucitado es el mismo Jesús que nació en Belén y trabajó durante años en Nazaret, el mismo
que recorrió los caminos de Palestina predicando y haciendo milagros, el mismo que lavó los pies a
sus discípulos y se entregó a sus enemigos para morir en la Cruz. Jesucristo, el Señor que es
verdadero Dios y hombre verdadero. Pero los apóstoles apenas pueden creerlo: están asustados,
temerosos de correr su misma suerte. Es entonces cuando se presenta en medio de ellos, y les
muestra sus llagas como trofeo, la señal de su victoria sobre la muerte y el pecado. Con ellas nos ha
rescatado. Han sido el precio de nuestra redención. No es un fantasma. Es verdaderamente el mismo
Jesús que los eligió como amigos, y ahora come con ellos. El Señor, que se ha encarnado por
nosotros, nos quiere mostrar, aún más explícitamente, que la materia no es algo malo, sino que ha
sido transformada porque Jesús la ha asumido.

Oración: Dios Todopoderoso que te manifiestas al mundo entero, permítenos vivir nuestra fe en
comunidad, y así ser fieles testigos de Ti ante el mundo entero, concédenos por tu gracia, prepararnos
adecuadamente para la celebración del centenario de nuestra Diócesis siendo animadores de la
evangelización en nuestro territorio.

Padre nuestro.

Todos: Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo. Dad gracias al señor
porque es bueno, porque es eterna su misericordia. ¡Aleluya, aleluya!

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SÉPTIMA ESTACIÓN
JESÚS RESUCITADO DA SU PAZ A LOS
DISCÍPULOS Y EL PODER DE PERDONAR
PECADOS

Bendito Sea nuestro Señor Jesucristo.

V. Te adoramos o Jesucristo y te bendecimos. Rta. Que con tu resurrección nos rescataste del pecado
y de la muerte.

“Se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros.»… Los discípulos se alegraron
de ver al Señor. Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os
envío.» Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los
pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.» (Jn 20: 19b, 20b-
23).

Los apóstoles no han terminado de entender lo que ha ocurrido en estos días, pero eso no importa
ahora, porque Cristo está otra vez junto a ellos. Vuelven a vivir la intimidad del amor, la cercanía del
Maestro. Las puertas están cerradas por el miedo, y Él les va a ayudar a abrir de par en par su
corazón para acoger a todo hombre. Durante la Última Cena les dio el poder de renovar su entrega por
amor: el poder de celebrar el sacrificio de la Eucaristía. En estos momentos, les hace partícipes de la
misericordia de Dios: el poder de perdonar los pecados. Los apóstoles, y con ellos todos los
sacerdotes, han acogido este regalo precioso que Dios otorga al hombre: la capacidad de volver a la
amistad con Dios después de haberlo abandonado por el pecado, la reconciliación.

Oración: Señor Jesús que concedes la paz al mundo entero, permítenos que a través de nuestra fe
vivida en comunidad seamos testigos de paz y amor al mundo entero.

Padre nuestro.

“Año de la fe vivida en comunidad”


Hacia el centenario de la Diócesis
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Todos: Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y
nuestro gozo. Dad gracias al señor porque es bueno, porque es
eterna su misericordia. ¡aleluya, aleluya!

OCTAVA ESTACIÓN
JESÚS RESUCITADO REFUERZA LA FE DE TOMÁS

Bendito Sea nuestro Señor Jesucristo.

V. Te adoramos o Jesucristo y te bendecimos. Rta. Que con tu resurrección nos rescataste del pecado
y de la muerte.

“Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros
discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.» Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal
de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no
creeré.» Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó
Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: «La paz con vosotros.» Luego dice a Tomás:
«Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino
creyente.» Tomás le contestó: «Señor mío y Dios mío.» Jesús le dice: «Porque me has visto has
creído. Dichosos los que no han visto y han creído.»(Jn 20: 24-29).

Tomás no se deja convencer por las palabras, por el testimonio de los demás apóstoles, y busca los
hechos: ver y tocar. Jesús, que conoce tan íntimamente nuestro corazón, busca recuperar esa
confianza que parece perdida. La fe es una gracia de Dios que nos lleva reconocerlo como Señor, que
mueve nuestro corazón hacia Él, que nos abre los ojos del espíritu. La fe supera nuestras capacidades
pero no es irracional, ni algo que se imponga contra nuestra libertad: es más bien una luz que ilumina
nuestra existencia y nos ayuda y fortalece para reconocer la verdad y aprender a amarla. ¡Qué
importante es estar pegados a Cristo, aunque no lo sintamos cerca, aunque no lo toquemos, aunque
no lo veamos!

Oración: Oh Dios aumenta nuestra fe, haznos testigos de Ti ante los demás, que no nos quedemos en
nosotros mismos, sino que con tu ayuda podamos vivir nuestra fe en comunidad, preparándonos
también para la celebración de nuestro centenario Diocesano.

Padre nuestro.

“Año de la fe vivida en comunidad”


Hacia el centenario de la Diócesis
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Todos: Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y
nuestro gozo. Dad gracias al señor porque es bueno, porque es
eterna su misericordia. ¡aleluya, aleluya!

NOVENA ESTACIÓN
JESÚS SE APARECE EN EL MAR DE TIBERÍADES
Bendito Sea nuestro Señor Jesucristo.

V. Te adoramos o Jesucristo y te bendecimos. Rta. Que con tu resurrección nos rescataste del pecado
y de la muerte.

“Les dice Jesús: «Traed algunos de los peces que acabáis de pescar.» Subió Simón Pedro y sacó la
red a tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aun siendo tantos, no se rompió la red.
Jesús les dice: «Venid y comed.» Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: « ¿Quién eres
tú?», sabiendo que era el Señor.” (Jn 21: 10-12) .

En los momentos de incertidumbre, los apóstoles se unen en el trabajo con Pedro. La barca de Pedro,
el pescador de Galilea, es imagen de la Iglesia, cuyos miembros, a lo largo de la historia están
llamados a poner por obra el mandato del Señor: "seréis pescadores de hombres". Pero no vale
únicamente el esfuerzo humano, hay que contar con el Señor, fiándonos de su palabra, y echar las
redes. En las circunstancias difíciles, cuando parece que humanamente se ha puesto todo por nuestra
parte, es el momento de la confianza en Dios, de la fidelidad a la Iglesia, a su doctrina. El apostolado,
la extensión del Reino, es fruto de la gracia de Dios y del esfuerzo y docilidad del hombre. Pero hay
que saber descubrir a Jesús en la orilla, con esa mirada que afina el amor. Y Él nos premiará con
frutos abundantes.

Oración: Padre Eterno te damos gracias por los casi Cien años de la creación de nuestra Diócesis de
Santa Rosa de Osos, por los pastores que nos has regalado durante este tiempo, te pedimos Señor
que acrecientes nuestra fe y nuestra participación en la tarea evangelizadora de nuestra Iglesia
Particular.

Padre nuestro.

“Año de la fe vivida en comunidad”


Hacia el centenario de la Diócesis
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Todos: Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y
nuestro gozo. Dad gracias al señor porque es bueno, porque es
eterna su misericordia. ¡aleluya, aleluya!

DÉCIMA ESTACIÓN

JESÚS PERDONA A PEDRO Y LE MANDA APACENTAR A SUS


OVEJAS

Bendito Sea nuestro Señor Jesucristo.

V. Te adoramos o Jesucristo y te bendecimos. Rta. Que con tu resurrección nos rescataste del pecado
y de la muerte.

Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?»…
Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: « ¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo
sabes todo; tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas…Sígueme.» (Jn 21: 15,
17b, 19b).

Pedro, el impulsivo, el fogoso, queda a solas con el Señor. Y se siente avergonzado porque le ha
fallado cuando más lo necesitaba. Pero Jesús no le reprocha su cobardía: el amor es más grande que
todas nuestras miserias. Le lleva por el camino de renovar el amor, de recomenzar, porque nunca hay
nada perdido. Las tres preguntas de Jesús son la mejor prueba de que Él sí es fiel a sus promesas, de
que nunca abandona a los suyos: siempre está abierta, de par en par, la puerta de la esperanza para
quien sabe amar. La respuesta de Cristo, Buen Pastor, es ponerle a él y a sus Sucesores al frente de
la naciente Iglesia, para pastorear al Pueblo de Dios con la solicitud de un padre, de un maestro, de un
hermano, de un servidor. Así, Pedro, el primer Papa, y luego sus sucesores son "el Siervo de los
siervos de Dios".

Oración: Dios Omnipotente concédenos la gracia de vivir nuestra fe acorde con nuestra vida, que
seamos capaces de vivir nuestra fe en comunidad y que no nos quedemos en una vivencia de nuestra
fe meramente individual, y así empezar a formar en nuestra realidad ese Reino nuevo que nos
anuncias a través de tu Palabra.

“Año de la fe vivida en comunidad”


Hacia el centenario de la Diócesis
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Padre nuestro.

Todos: Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y


nuestro gozo. Dad gracias al señor porque es bueno, porque es
eterna su misericordia. ¡aleluya, aleluya!

UNDÉCIMA ESTACIÓN
JESÚS RESUCITADO ENVÍA A LOS DISCÍPULOS

Bendito Sea nuestro Señor Jesucristo.

V. Te adoramos o Jesucristo y te bendecimos. Rta. Que con tu resurrección nos rescataste del pecado
y de la muerte.

“Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con
vosotros todos los días hasta el fin del mundo.»(Mt 28: 19-20).
Los últimos días de Jesús en la tierra junto a sus discípulos debieron quedar muy grabados en sus
mentes y en sus corazones. La intimidad de la amistad se ha ido concretando con la cercanía del
resucitado, que les ha ayudado a saborear estos últimos instantes con Él. Pero el Señor pone en su
horizonte toda la tarea que tienen por delante: "Id al mundo entero...". Ese es su testamento: hay que
ponerse en camino para llevar a todos el mensaje que han visto y oído. Están por delante las tres
grandes tareas de todo apóstol, de todo cristiano: predicar, hablar de Dios para que la gente crea;
bautizar, hacer que las personas lleguen a ser hijos de Dios, que celebren los sacramentos; y vivir
según el Evangelio, para parecerse cada día más a Jesús, el Maestro, el Señor.

“Año de la fe vivida en comunidad”


Hacia el centenario de la Diócesis
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Oración: Gracias te damos Señor porque no nos dejaste solos,
nos enviaste al Espíritu Santo, haz que en este ya casi centenario
de nuestra diócesis podamos reconocer las maravillas que realizas
en nosotros.

Padre nuestro

Todos: Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo. Dad gracias al señor
porque es bueno, porque es eterna su misericordia. ¡aleluya, aleluya!

DUODÉCIMA ESTACIÓN
LA ASCENSIÓN DE JESÚS
Bendito Sea nuestro Señor Jesucristo.

V. Te adoramos o Jesucristo y te bendecimos. Rta. Que con tu resurrección nos rescataste del pecado
y de la muerte.

“Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios.
Ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con
las señales que la acompañaban.” (Mc 16: 19-20).

Todos se han reunido para la despedida del Maestro. Sienten el dolor de la separación, pero el Señor
les ha llenado de esperanza. Una esperanza firme: "Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin
del mundo". Por eso los ángeles les sacan de esos primeros instantes de desconcierto, de "mirar al
cielo". Es el momento de ponerse a trabajar, de emplearse a fondo para llevar el mensaje de alegría, la
Buena Noticia, hasta los confines del mundo, porque contamos con la compañía de Jesús, que no nos
abandona. Y no podemos perder un instante, porque el tiempo no es nuestro, sino de Dios, para
quemarlo en su servicio.

Jesucristo ha querido ir por delante de nosotros, para que vivamos con la ardiente esperanza de
acompañarlo un día en su Reino. Y está sentado a la derecha del Padre, hasta que vuelva al final de
los tiempos.

“Año de la fe vivida en comunidad”


Hacia el centenario de la Diócesis
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Oración: Subiste Señor al cielo, nos revelaste tu gloria, haz que
nuestra vida, nuestro pensamiento y nuestra testimonio sea acorde
con la fe en comunidad que vivimos este año en nuestra diócesis,
tu eres Maestro de comunidad, que nosotros reflejemos este don en nuestros
corazones.

Padre nuestro.

Todos: Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo. Dad gracias al señor
porque es bueno, porque es eterna su misericordia. ¡aleluya, aleluya!

DECIMOTERCERA ESTACIÓN
MARÍA Y LOS DISCÍPULOS ESPERAN EN ORACIÓN LA VENIDA
DEL ESPÍRITU SANTO

Bendito Sea nuestro Señor Jesucristo.

V. Te adoramos o Jesucristo y te bendecimos. Rta. Que con tu resurrección nos rescataste del pecado
y de la muerte.

“Y cuando llegaron subieron a la estancia superior, donde vivían, Todos [los Apóstoles] perseveraban
en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y
de sus hermanos.” (Hch.1: 13a, 14).

Jesús, el Hijo de Dios, está ya en el cielo, pero ha prometido a sus amigos que no quedarán solos. Y
fiel a la promesa, el Padre, por la oración de Jesús, envía al Espíritu Santo, la Tercera Persona de la
Santísima Trinidad. Muy pegados a la Virgen, Madre de la Iglesia, se preparan para recibir el don de la
promesa que es el Espíritu Santo.

“Año de la fe vivida en comunidad”


Hacia el centenario de la Diócesis
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Oración: No podemos dejar de orar, no podemos dejar de
agradecerte por tu bondad para con nosotros, no podemos dejar
de pedirte tu Espíritu Santo que nos asista en todos los trabajo y
circunstancias de nuestra vida.

Padre nuestro.

Todos: Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo. Dad gracias al señor
porque es bueno, porque es eterna su misericordia. ¡aleluya, aleluya!

DECIMOCUARTA ESTACIÓN
LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO

Bendito Sea nuestro Señor Jesucristo.

V. Te adoramos o Jesucristo y te bendecimos. Rta. Que con tu resurrección nos rescataste del pecado
y de la muerte.

“De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa
en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se
posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en
otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.” (Hch. 2: 2-4). Padre nuestro.

María y los apóstoles reciben el Espíritu Santo. Él es el que llena de luz la mente y de fuego el corazón
de los discípulos para darles la fuerza y el impulso para predicar el Reino de Dios. Queda inaugurado
el "tiempo de la Iglesia". A partir de este momento la Iglesia, que somos todos los bautizados, está en
peregrinación por este mundo. El Espíritu Santo la guía a lo largo de la historia de la humanidad, pero
también a lo largo de la propia historia personal de cada uno, hasta que un día participemos del gozo
junto a Dios en el cielo.

“Año de la fe vivida en comunidad”


Hacia el centenario de la Diócesis
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Oración: Gracias te damos Señor Dios Omnipotente, ahora
sentimos tu compañía, sentimos que tu Espíritu penetra hasta lo
más íntimo de nuestro ser y que nos va iluminando lo que
debemos hacer día a día.

Padre nuestro…

Todos: Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo. Dad gracias al señor
porque es bueno, porque es eterna su misericordia. ¡aleluya, aleluya!

“Año de la fe vivida en comunidad”


Hacia el centenario de la Diócesis
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