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DISENO Y VALORES HUMANOS | 35, B. LA VIDA ES JUEGO El juego es el tesoro de la nifiez y el caldo donde se cuece nuestro futuro. Intentando explorar el aspecto mas puro de este valor, comencé por el camino formal, bus- cando definiciones en el Diccionario de la Real Academia Espafiola y conceptos de psicdlogos y pedagogos. Me inte- resaba el juego y mas precisamente el juego en la nifiez porque intufa, por propia experiencia, que era en esa pri- merisima etapa de nuestras vidas, libre de preconceptos, que se manifestaba nuestro ser mas esencial y libre para crear y hacer. Enseguida, el diccionario me dio las primeras pistas, aun- que bastante cargadas de prejuicios: derivado del latin iocus, es la accién y efecto de jugar o el ejercicio recreativo someti- do a reglas, en el cual se gana 0 se pierde. Definitivamente tenia que ir por otro camino, asi que pres- té atenci6n a la etimologia que sefialaba el diccionario: del latin iocdri, significa ‘hacer algo con alegria y con el solo fin de entretenerse o divertirse’. Esto ya tenia mas sentido. Por lo menos en relaci6n al disefio y su gen creativo. Los maximos custodios de este valor, los psicdlogos y psi- copedagogos, también tienen mucho para decir. Para ellos no hay nada mas propio de la infancia que el juego. Es la actividad por excelencia de la nifiez, el mejor puente al cre- cimiento y un aspecto basico del desarrollo fisico, emocional y cognitivo de un nifio. Es la forma fundamental en la que los chicos aprenden cosas sobre si mismos y acerca de los demas. A través de él, adquieren el primer contacto con el mundo exterior, interiorizan la realidad que los rodea, cono- 36 | EL ALMA DE LOS OBJETOS cen, experimentan y aprenden a compartir. En otras pala- bras, se constituyen como individuos. El juego abre puertas, crea vinculos, estimula, invita a sofiar y aporta mensajes acerca del mundo y la sociedad, Ademas, sostienen psicdlogos y pedagogos, tiene un claro valor social porque contribuye a la formacién de habitos de cooperacién, compafierismo y solidaridad, de enfrentamiento con situaciones vitales y, por lo tanto, a un conocimiento mas realista del mundo. El juego es la condicién necesaria para que un nifio se integre a su familia y a la comunidad -y a la cultura—, porque asi se fortalece el desarrollo de la identidad y la pertenencia. En esa linea, coinciden, es el elemento de transmision de valores por excelencia. Ademas, es sanador, porque dismi- nuye estados de estrés y dolor. Todas estas afirmaciones son enormes verdades que se reafirman en las descripciones o pensamientos de fildsofos, poetas, escritores y cantautores, expresadas de un modo mas calido y emotivo. “La vida, cuando es bella y dichosa, es exactamente eso, un juego. Naturalmente se puede hacer de ella otra cosa: un deber, una lucha 0 una prisién. Pero no es enton- ces cuando se hace mas hermosa”, remataba nada menos que el escritor Hermann Hesse en su novela El juego de los abalorios, mientras Heidegger (1991) se preguntaba: “;Por qué juega el nifio al que Heréclito atribuye el juego del mundo?” Y, obviamente, enseguida daba su bella respues- ta: “Juega porque juega. EI porqué desaparece en el juego. El juego no tiene ‘por qué’. Juega, simplemente, mientras juega”. DISENO Y VALORES HUMANOS | 37 Podemos estar de acuerdo en que el juego es la actividad mas libre y menos especulativa que existe. Tanto para gran- des como para chicos. Una necesidad basica que los adul- tos no deberian perder para si mismos, ya que nos mantie- ne vivos, felices y creativos, ni alterarla en los niflos, porque jugar es su trabajo. En el mar de definiciones, los que escapan a ellas son los budistas, quienes, a su vez, son los que mejor interpretan la importancia y el valor del juego para la vida misma. No hay dudas de que la manera oriental de pensar es absolutamen- te opuesta a la de Occidente, y por eso, muchas veces, sus respuestas son mas contundentes, por lo menos en relacion al disefo De todos los pensadores del 4mbito del budismo, proba- blemente el autor contemporéneo mas respetado e influyen- te sea Daisetz T. Suzuki (2006), maximo introductor del zen en Occidente a través de su vasta y bella bibliografia, y quien mejor sefiala el valor absoluto de la experimentacion, que, para él, es sindnimo de juego y proceso. “El ser humano es una maquina de pensar, pero sus mejores obras las realiza cuando no calcula, ni piensa. Hay que restaurar las cualida- des que posefamos cuando éramos nifios y, a través del arte de olvidarse-de-uno-mismo, volver a ser como nifios”, revela de la manera més perfecta en uno de sus libros fundantes, éQué es el zen? Este es un concepto crucial que sostendra cada vez que hable de la importancia de tener una mente de principiante, ingenua y libre de prejuicios como la de un nifio, en cada acto de nuestras vidas. Asi, retomando esta idea en el prélogo de su libro Zen en el arte del tiro con arco, en el cual habla sobre desarrollar 381 EL ALMA DE LOS OBJETOS todo tipo de arte, sobre hacer sin artificio, sin especulacio- nes, solo por el puro disfrute, Herrigel (2005) sostiene: Cuando esto se logra, entonces el ser humano piensa pero, al mismo tiempo, ya no piensa: ahora piensa sin pensar. Si piensa, lo hace igual que la lluvia cae del cielo, piensa igual que las olas surcan el mar, igual que las estrellas brillan en el firmamento, piensa del mismo modo que los prados flo- recen mecidos por la suave brisa de primavera. De hecho, ahora él es la lluvia, el mar, las estrellas, los prados. El zen propone mirar dentro de nuestra propia natura- leza y, en ese detenerse, ese suspender la mente, ya sea mediante la respiraci6n o la meditacion activa -desde hacer origami hasta barrer el piso-, se obtiene el sator/, que es nada mas y nada menos que ese momento de iluminacién, un “darse cuenta” y despertar a una visidn nueva y reno- vada de nuestra realidad concreta; algo que necesita ser sentido, experimentado, y que permite descubrir y conocer a través de una inteligencia que llega del cuerpo y de los sentidos. El satori no es otra cosa que la intuicién creativa. El cuerpo fluyendo como la expresién mas pura de nuestra alma. Por eso, para Suzuki, el arte y el disefio se asemejan en todo al zen: “En ambos, la creatividad y la originalidad se ejercen y afirman con libertad absoluta”. Ambas precisan del proceso no especulativo, libre de intenciones, y de bajar la ansiedad y la impaciencia. ;Cémo se logra esto? Simplemen- te haciendo, trabajando con las manos y con todo el cuer- po en los més infinitos oficios. El carpintero que martilla, el herrero que golpea, la tejedora que hila en la rueca, todos DISENO Y VALORES HUMANOS 1 39 meditan. Esa danza metédica y continua de su cuerpo y su espiritu trabajando al compas de su herramienta lo hace posible. Entonces, las personas hablan de estar como escin- didas del mundo, en un tiempo sin tiempo, y de lo terapéu- ticas que son sus tareas. Un ejemplo valido también puede ser la nueva reivindicacién que se esta viviendo del universo craft, que hace que hombres y mujeres de todas las eda- des se vuelquen de manera cada vez mas masiva a produ- cir objetos con sus propias manos por el simple placer que encuentran en el hacer. EI inconsciente psicoldgico, retoma Suzuki, se halla situa- do quizds en el extremo més distante y alejado de nuestro campo de consciencia, pero, por eso mismo, no se halla fuera de este. Por su parte, la no-mente pertenece a una categoria completamente diferente: la no-mente es lo que compone, confecciona y da fundamento tanto a la conscien- cia como al inconsciente; esta en ellos, con ellos, pero es algo mas que la suma de ambos, se halla a un nivel mucho mas profundo, basico y primordial. Por esto, la no-mente es una reserva y una fuente inagotable de posibilidades. Cuando uno accede a sus beneficios, la consciencia gana en capacidad, tanto en su dimension ética y estética, como intelectual y emocionalmente. En el silencio del hacer se abre un didlogo interno. Cuan- do la concentraci6n es profunda, y se acalla la mente mien- tras se moviliza el cuerpo, la informacién se multiplica, otro tipo de inteligencia se despliega y asi llegamos a una verdad absoluta que pueden comprobar todos los que trabajan en un oficio con las manos: de la quietud nace la inspiracién y del movimiento surge la creatividad. 401 EL ALMA DE LOS OBJETOS El problema es que, en lineas generales, este tipo parti- cular de inteligencia, nunca fue muy valorada en el mundo contemporaneo. En una magistral charla Ted, el educador e investigador sobre el fendmeno de la creatividad nacido en Liverpool, Ken Robinson (2015) habl6 sobre por qué las escuelas reprimen la creatividad. Sostiene que es determinante la necesidad de incorporar clases de arte y manualidades a la curricula esco- lar; pero advierte que hay saberes de primera, segunda y ter- cera categoria: Todos los sistemas educativos del mundo tienen la misma jerarquia de materias. Arriba estan las matematicas y len- guas, luego las humanidades y abajo estan las artes. Y en casi todos los sistemas, ademas, hay jerarquias dentro de las artes. Arte y musica normalmente tienen un estatus mas alto en las escuelas que danza y teatro. El problema radica, segtin él, en que nuestros sistemas educativos se basan en la idea de habilidad académica. Y hay un motivo, remata Robinson (2015): Cuando todo el sistema fue inventado, en el mundo, no habia sistemas educativos antes del siglo XIX. Todos surgie- ron para llenar las necesidades de la industrializacion. Asi que la jerarqufa se basa en dos ideas. Namero uno, que las materias mas Utiles para el trabajo son mas importantes. Asi que probablemente nos alejaron gentilmente de las cosas que nos gustaban cuando nifo, con el argumento de que nunca fbamos a encontrar un trabajo haciendo musica o arte. Y la segunda idea es la habilidad académica, que ha llegado a dominar nuestra visién de la inteligencia. ;La con- DISENO Y VALORES HUMANOS | 41 secuencia? Muchas personas talentosas y creativas piensan que no lo son porque aquello para lo que eran buenos en la escuela no era valorado o incluso era estigmatizado. Y pienso que no podemos darnos el lujo de seguir por este camino. Debemos cambiar radicalmente nuestra idea de la inteligencia. Ademas, suma tres datos mas que jugosos sobre la inte- ligencia. Primero, que es diversa. Pensamos sobre el mundo de todas las maneras en que lo experimentamos. Visualmen- te, en sonidos, pensamos kinestésicamente. Pensamos en términos abstractos, en movimiento. Segundo, la inteligencia es dinamica, interactiva. El cerebro no esta dividido en com- partimientos. Por Ultimo, la inteligencia es Unica. Por todo esto, se impone repensar los principios funda- mentales bajo los que estamos educando a nuestros hijos, como calificamos 0 categorizamos sus acciones o entreteni- mientos y de qué modo experimentamos el tiempo de juego, de exploracion en nosotros mismos. Hacer un experimento de quimica 0 recitar un poema de memoria esta bien, mien- tras que bailar sin parar o cantar a viva voz no seria tan tras- cendente. Por eso, de nuevo, para hablar del proceso de disefio se impone recurrir al juego en la nifiez. Los nifios se arriesgan. Prueban, se equivocan. Y mientras tanto disfrutan del proce- so. “La creacién de algo nuevo no se logra con el intelecto, sino por el instinto Iddico que actua desde una necesidad interior. La mente creativa juega con los objetos que ama”, decia a su tiempo Carl Gustav Jung (2012) en E/ libro rojo. Silenciemos aunque sea por un instante las expectati- vas. Esa voz del interior ligada a nuestro ego que nos exige 42 1 EL ALMA DE LOS OBJETOS ser siempre los mejores, los mas brillantes. Pero, funda- mentalmente, que no podemos fallar, equivocarnos nj iry volver varios pasos para atrés cuando, en realidad, es en el ensayo y error donde esta el quiebre, la luz, la ganancia, Donde verdaderamente se aprende. Donde mas genuina- mente uno incorpora nuevos saberes. Esas puertas que se abren y esos limites que se traspasan. Experimentar impli- ca disfrutar el presente, que, en definitiva, es lo Unico que tenemos. Experimentar implica tiempo y juego. O, mejor dicho, tiempo para el juego, “tiempo de jugar -como decia Maria Elena Walsh-, que es el mejor”. “Por favor, me lo da suelto y no enjaulado adentro de un despertador”, conti- nuaba su cancién. Parar, mirar, observar, manipular, oler, sentir, tocar. Como una vez planteé: * Juguemos con lo minimo, que es lo maximo: la imagi- naci6n. Juguemos con lo que tenemos: chapita, bolita, piolin... Juguemos con los otros, que son nosotros. Juguemos en comunion con el planeta, que la natura- leza sea la fuente. Juguemos con el cuerpo, que la inteligencia pasara de las manos a la cabeza. * Juguemos sin juzgar, que eso es lo mejor que tiene el juego. * Juguemos con lo que queremos ser. Y si no sabemos, inventemos. Juguemos y celebremos. Rituales, costumbres, heren- cias. No hay nada mas festivo que el juego. DISENO Y VALORES HUMANOS | 43 Juguemos por el placer de jugar. Sin el debe 0 un para qué. Libremente. Juguemos con alegria. Matandonos de risa hasta que la panza duela. Juguemos por la paz, la no violencia, la amistad. Juguemos ahora y siempre. Que nunca falta el impulso y la necesidad de jugar. Juguemos, amemos, exploremos, observemos, imagi- nemos, expresémonos, disefiemos, sofiemos... que la vida es eso, un juego.

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