SANGRIENTO ENFRENTAMIENTO ENTRE BORGOÑONES Y SAJONES
Tras una larga y sangrienta lucha en el Rhin que dejó un saldo de un centenar de víctimas fatales, los borgoñones capturan al rey Ludegasto de Dinamarca. Sigfrido, los Borgoñones, y otros guerreros logran derrotar finalmente a los sajones en el Rhin y capturan a Ludegasto rey de los Sajones como prisionero y lo llevan hasta el rey Gunter. Esta sangrienta guerra termino el día de ayer 13 de mayo de 1234. Todo comenzó hace cinco meses con el envío de mensajeros de parte de Ludegero, rey de los Sajones, y Ludegasto, rey de Dinamarca, ante el rey Gunter (rey de los Borgoñones) con la misiva que informaba de la intención de querer recorrer sus tierras. El Rey Gunter Aparentemente manejaba información de que esos reyes lo odiaban y que tenían las intenciones de venir con un ejército a Worms sobre el Rhin. Los reyes enemigos les dieron tan solo doce semanas para preparase y que cuando transcurriera ese tiempo, llevarían a cabo la expedición. El rey de los Borgoñoneses reclutó héroes y amigos de otros reinos figurando entre ellos Sigfrido y Hagen entre otros guerreros más. Hay información que con el paso de algunas semanas, el Rey Gunter ya tenía mil guerreros a disposición de Sigfrido según lo solicitado. La colaboración de Hagen, Ortewein y Dankwart y Sindold fue fundamental. El monarca Gunter dejó que los mensajeros enviados volvieran a sus tierras para comunicarles a sus reyes, que muy pronto las ciudades permanecerán en paz y que sería recomendable abandonar su expedición y que Gunter confiaba en sus guerreros y que estos jamás lo abandonarían. Los mensajeros, cargando costosos presentes y acompañados de escolta, volvieron a Dinamarca a informar a sus reyes lo indicado por el Rey Gunter. . Los reyes enemigos se dedicaron de inmediato a reunir aliados para la expedición. Informaciones preliminares indicaban que habían reunido veinte mil hombres en un comienzo lo que se consideraba una cifra insuficiente. Finalmente lograron reclutar alrededor de cuarenta mil guerreros con los cuales partieron a su expedición al Rhin. Paralelamente, Sigfrido y sus hombres partieron a las tierras enemigas encontrándose cara a cara para dar inicio a la guerra más sangrienta y con más víctimas fatales de la que se tenga noción. Testigos presentes en el campo de batalla, informaron que Sigfrido y Ludegasto se enfrentaron, hiriendo el primero al rey de Dinamarca de gravedad. Los mismos testigos relataron a este medio, que Sigfrido tuvo que pelear con 30 hombres para llevarse al rey Ludegasto prisionero para poder ser llevado frente al Rey Gunter. La filtración de la noticia de que Ludegasto estaba retenido, llegó a todas partes enterándose de esto su hermano el rey Ludegero. Sigfrido, de vuelta en los campos de batalla, llamó a sus guerreros a avanzar para conducirlos donde estaba el ejército de Ludegero. Tras otra sangrienta batalla no le quedaban más de 1000 hombres y doce jefes. A pesar de eso decidió seguir avanzando. Ludegero al tanto de esa información hizo avanzar a su ejército hasta toparse con las tropas de Sigfrido. Comenzó otra batalla donde Sigfrido y doce jefes que llevaba con él, se abrieron paso en las tierras a defender para avanzar hasta la ubicación del rey Ludegero. Testigos informaron que éste estaba dando una gran pelea y que había dejado muchos muertos. Sin embargo, la cantidad de víctimas no llegaba a sobrepasar lo logrado por Sigfrido y sus hombres. Según informaciones de primera fuente, Ludegero vio el escudo con un grabado de la corona y ordenó la rendición. Tras este hecho, los colaboradores de Sigfrido, Gernot y Hagen, dieron la orden de que todos los heridos fueran conducidos en angarillas llevando así alrededor de quinientos prisioneros hacia el Rhin. Con esto hecho y tras enterarse Gunter de estos últimos acontecimientos, la guerra finalmente terminó. Todo el pueblo ha permanecido tranquilo y en paz. Los héroes, amigos y guerreros fueron reconocidos como hombres con gran valor. En especial Sigfrido fue destacado y reconocido por su gran triunfo gracias a su gran labor en esta guerra. Según los últimos recuentos, el Rey Gunter tuvo que lamentar curiosamente la muerte de sólo 60 hombres de los mil que había puesto al mando de Sigfrido desatacando la gran estrategia y habilidad de Sigfrido en este enfrentamiento. El pueblo borgoñón celebró su triunfo con todos los héroes y colaboradores de esta guerra con una gran fiesta que duró siete días seguidos. También le hicieron una ceremonia de conmemoración a los muertos en combate.