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Introducción

El contrato de prestación de servicios es un contrato de naturaleza civil o comercial,


pero en este artículo hacemos énfasis en el contrato civil, que es más utilizado para la
contratación de personal por parte de las empresas.

En el contrato de prestación de servicios existe una amplia libertad contractual, de


manera que las partes pueden acordar casi cualquier cosa siempre que no se viole ley
alguna, algo que no sucede en el contrato de trabajo por cuando la ley laboral impone unos
derechos mínimos que son irrenunciables por supuesto innegociables.

Características del contrato de servicios.


En el contrato de servicios se caracteriza por tener objeto que se debe desarrollar o
un servicio que se debe prestar, y en el cual el contratista tiene cierta libertad para
ejecutarlo por cuanto no está sometido a la continuada y completa subordinación, aunque se
precisa que la subordinación también es un elemento presente en el contrato de servicios,
pero sin la connotación y sin el alcance que tiene en un contrato de trabajo.
En el contrato de trabajo una persona se compromete a trabajar x cantidad de horas
para realizar determinada tarea, y debe estar subordinada a su empleador quien podrá
imponerle criterios y directrices.
En un contrato de servicios, en teoría, una persona es contratada para que desarrolle
determinada cumpliendo con unas condiciones y unos lineamientos si estar sometida  a la
voluntad del contratante.
Es por ello que una secretaria o una recepcionista no pueden ser vinculadas con un
contrato de servicios, pues ella tendrá que cumplir un horario obligado, y tendrá que estar
sujeta a lo que disponga el empleador.
No es el caso de un contador o un abogado que son asesores o consultores al
servicio de la empresa, pues ellos no requieren cumplir un horario todos días ni deben
permanecer en la empresa una determinada jornada.
Si el contador o el abogado están a completa disposición del empleador desde las 8
de la mañana hasta las 6 de la tarde durante todos los días de la semana, y estos no tienen
independencia ni autonomía, lo más probable es que el contrato de servicio no aplique para
ellos.
Otra de las características del contrato de servicios es que la remuneración no se
llama salario sino de honorarios, y en las partes se denominan contratante y contratista,
pues lo de trabajador y empleador es propio del contrato de trabajo.

¿Qué no es un contrato de servicios?


No es un contrato de servicios aquel en que el contratista queda obligado a cumplir
un horario, queda sometido a la continuada subordinación del contratista, y debe rendirle
cuentas permanentemente.
Lo anterior no impide que el contrato de servicios se incluya un horario, o que el
contratista esté sometido a supervisión por parte del contratante, o a que deba rendir
informes sobre su gestión, pero ello no contravía de lo evidente.

Derechos que tiene el trabajador en un contrato de servicios.


Precisamos que en este caso no hablamos de trabajador sino de contratista, y
respecto a los derechos que tiene el contratista no es otro que el pago de sus honorarios,
más los que se hayan acorado en el respectivo contrato.
Se deja claro que el contrato de servicios no da derecho a nada de lo que es normal
en un contrato de trabajo, como es el pago de horas extras, recargos nocturnos, dominicales
o festivos, ni a prestaciones sociales, ni siquiera a seguridad social, por esta no es
responsabilidad del contratante sino del contratista.
De suerte que lo único que tiene derecho el contratista es a que el contratante le
pague los honorarios a los que se comprometió en el contrato de servicios.

Jornada laboral en el contrato de servicios.


El tema de la jornada laboral en el contrato de servicios es un tema polémico y
delicado, puesto que imponer una jornada laboral a un contratista, puede convertirse en un
indicio de que se está simulando una relación civil para ocultar una relación laboral.
Si bien en algunos casos particulares es correcto acordar una jornada durante la cual el
contratista debe prestar sus servicios, se debe tener especial cuidado para que no se
configure una relación laboral.
Además, tenga en cuenta que si en el futuro un juez declara la existencia de una
relación laboral, la jornada de trabajo establecida en el contrato de servicios será tomada
como referencia para determinar las eventuales horas extras, pues ya convertida en laboral
la relación civil, entonces sí aplica la jornada laboral máxima contemplada por el código
sustantivo del trabajo.

Duración del contrato de servicios.


La duración de un contrato de servicios es la que fijen las partes, pues la ley regula
ese aspecto.
En consecuencia, las partes libremente pueden pactar cuánto tiempo ha de durar el
contrato de servicios.

Renovación del contrato de servicios


¿Un contrato de servicios se puede renovar? Por supuesto que sí, siempre que las
partes así lo decidan, y la renovación se hará en las condiciones que las partes hayan
acorado.
La legislación civil no contempla requisitos ni condiciones para renovar un contrato
de servicios, de modo que en él no aplican preavisos, a no ser que las partes hayan pactado
tal cosa.

Terminación del contrato de servicios


La terminación del contrato de servicios depende exclusivamente de lo que las
partes hayan pactado, como la expiración del plazo acordado, el incumplimiento de alguna
de las partes, o por mutuo acuerdo.
Lo bueno del contrato de servicios es que las partes tienen absoluta libertad
contractual de modo que pueden acordar cualquier cosa que no vaya contra ninguna ley.

Liquidación del contrato de servicios


Cuando el contrato de servicios termina por la razón que sea, las partes debe
liquidar los conceptos relacionados con el contrato de servicios, como el saldo adeudado
por el contratante al contratista o lo que este pueda deber al contratante.
Se debe dejar claro que en el contrato de servicios no existe la liquidación como la
conocemos en el contrato de trabajo.
Consulte: El contrato de servicios no da derecho a liquidación.
En consecuencia, el contratista no puede aspirar a que le paguen primas, cesantías ni
nada de lo que es propio del contrato de trabajo.
Si hay incumplimiento es posible que se deban liquidar conceptos como cláusula
penal o indemnizaciones si fuere el caso.

¿Un contratista puede ser despedido?


Un contratista puede ser despedido en cualquier momento puesto que todo contrato
es susceptible ser terminado por cualquiera de las partes, exista o no una justa causa.
Si el contratante “despide” al contratista sin que este haya incumplido el contrato,
quien está incumpliendo es el contratante que decide terminar un contrato sin una causa
objetivo, y en tal caso el contratista puede exigir el pago de la indemnización que haya
acordado en el contrato, o la que pueda probar de acuerdo a las normas civiles si es que
optar por demandar el incumplimiento del contrato.

Seguridad social en el contrato de servicios


En un contrato de prestación de servicios la seguridad social es responsabilidad del
contratista, de suerte el contratista debe afiliarse y pagar la seguridad social por su cuenta.
El contratista debe cotizar a salud como trabajador independiente, según como lo
dispone el artículo 135 de la ley 1753 del 2015.
El contratista debe estar afiliado a salud, pensión y riesgos laborales.
Respecto a los riesgos laborales, el contratante es el responsable de la afiliación pero
el pago de las cotizaciones corre por cuenta del contratista.
Si bien en algunos casos la norma fiscal exime al contratante de esa verificación, es
recomendable hacerla de todas formas, puesto que tener un contratista en la empresa sin
que esté cubierto por la seguridad social, es un riesgo que ninguna empresa debería correr.
¿Cuándo un contrato de servicios pasa a ser un contrato de trabajo?
Un contrato de servicios pasa a ser un contrato de trabajo cuando un juez laboral o
administrativo (para el caso de las entidades estatales) así lo declare mediante sentencia
debidamente ejecutoriada.
Para que un juez declare la existencia de un contrato de trabajo realidad, se requiere
que en el desarrollo de la relación contractual que las partes denominaron como de
servicios se den los tres elementos propios de una relación laboral, y contrario a lo que se
esperaría, la carga de la prueba le corresponde al empleador, es decir, que el trabajador que
demanda no debe probar nada, sino que es el empleador quien debe demostrar que en la
relación civil no se configuran los elementos del contrato de trabajo.

¿Qué pasa cuando el contrato de servicios por declaración judicial pasa a ser de
trabajo?
La consecuencia es que el contratista que en adelante se convierte en empleador,
debe pagar todo lo que dejó de pagar al trabajador desde la fecha en que se reconoce la
existencia del contrato de trabajo, y entre esos conceptos tenemos prestaciones
sociales (Prima de servicios, Cesantías, Intereses sobre cesantías, Dotación), y también
reconocer vacaciones, aportes parafiscales , seguridad social y si el contrato de servicios
hubiera sido terminado, es probable que incluso el juez reconozca un despido injustificado
con la correspondiente obligación de pagar la respectiva indemnización.
Como se puede observar, quien vincule a un trabajador mediante contrato de servicios
debe asegurarse de dos cosas:
1. Redactar correctamente el contrato

2. Evitar que en la ejecución del contrato se puedan configurar los elementos de una
relación laboral

En cuanto al segundo aspecto, es importante tener en cuenta que no debe existir una
continuada subordinación, sino que el contratista debe gozar de cierta autonomía, lo que no
impide, claro está, que el contratante pueda ejercer control y supervisión del contratista,
pero en eso hay que tener mucho cuidado pues existe una línea muy delgada entre control y
supervisión y subordinación continuada.
En el contrato de servicios se puede pactar un horario que el contratista debe cumplir,
pero si a ello se suman otras circunstancias que acercan la relación contractual a una
laboral, el asunto se vuelve de un delicado manejo para el contratista, pues ese horario
podría convertirse en una prueba a favor de quien alega la existencia del contrato de
trabajo, así que lo del horario debe manejarse con mucha prudencia.

Aspectos adicionales a considerar en el contrato de servicios.


En la contratación por servicios se presentan situaciones particulares que debemos
saber cómo manejar, y algunas de ellas las señalamos a continuación.

Pasar de contrato de servicios a contrato laboral.


Una de las inquietudes que recibimos regularmente de nuestros lectores tiene que
ver con la posibilidad de pasar de un contrato de prestación de servicios a un contrato de
trabajo.
Las partes tienen absoluta libertad y autonomía contractual, de manera que si así lo
desean, pueden mutar de un contrato de servicios a uno de trabajo, observando algunas
recomendaciones.
En primer lugar, es preciso terminar o liquidar el contrato de servicios y luego
firmar un contrato de trabajo.
Lo anterior para evitar que exista una continuidad entre los dos contratos, donde
todo sigue igual menos el tipo de contrato, lo que sería un indicio serio de que el anterior
contrato de servicios se utilizó irregularmente para disfrazar una relación laboral.
No obstante, esta precaución tiene sentido si el contrato de servicios en efecto fue
uno de servicios y no un contrato de trabajo simulado, pues en tal caso el trabajador podría
demandar el reconocimiento de un contrato de trabajo realidad.
En todo caso, cualquiera haya sido la verdadera naturaleza del contrato de servicios,
lo ideal es liquidarlo y firmar luego el contrato de trabajo.
Elementos de protección personal en el contrato de servicios.
El contrato de prestación de servicio no da derecho a que el contratista reciba
dotación en los términos de la ley laboral, lo que no obsta para que le sean suministrados
los elementos de seguridad necesarios.
El contratista tiene la obligación de garantizar la seguridad de sus trabajadores sin
importar su forma de vinculación, y de hecho, sino lo hace, puede ser responsable solidario
de los accidentes que puedan sufrir sus contratistas.
Además, es una exigencia que impone el sistema de riesgos laborales, de manera
que el contratante tendrá que suministrar todos los elementos de seguridad y protección
personal al contratista que se requieran según la actividad a desarrollar.

El contrato de servicios no da derecho al auxilio de transporte.


El auxilio de transporte es un derecho propio del contrato de trabajo que no aplica
en el contrato de prestación de servicios.
Las partes, dentro de su autonomía contractual pueden acordar algún tipo de pago o
reconocimiento por concepto viáticos de auxilio de transporte, pero los efectos serán los
que se acuerden en el respectivo contrato.

Contratos de servicios sucesivos no mutan a un contrato de trabajo.


El hecho de que se firmen varios contratos de servicios sucesivos con el mismo
contratante no da lugar a que se conviertan en un contrato de trabajo.
Esa posibilidad no existe ni en el supuesto de que el contrato de servicios finaliza y
las partes siguen la relación contractual sin renovar el contrato o sin firmar uno nuevo.
El contrato de servicios muta a un contrato de trabajo sólo en dos supuestos:
1. Las partes así lo acuerdan expresamente.

2. Un juez declara la existencia del contrato de trabajo realidad.

3. Modelo o formato de contrato de prestación de servicios


4. CONTRATO DE PRESTACIÓN DE SERVICIOS PROFESIONALES
5. Entre los suscritos, XXXX XXXXX XXXX, mayor de edad, identificado con
cédula de ciudadanía No. xxxxxxxx expedida en XXXXXX, , actuando en nombre
y representación de la sociedad XXXXXXX S.A. “ quien en adelante se
denominará EL CONTRATANTE, por una parte, y por otra, XXXXX XXXXXXX,
mayor de edad, identificado con cédula de ciudadanía No. xxxxxxx expedida
en XXXXXX, CONTADOR PUBLICO, actuando en nombre propio y quien para
los efectos del presente Contrato se denominará EL CONTRATISTA, acuerdan
celebrar el presente contrato de prestación de servicios de revisoría fiscal, el
cual se regirá por las siguientes cláusulas:
6. PRIMERA.-OBJETO: EL CONTRATISTA en su calidad de ejecutor, se obliga
para con el CONTRATANTE a realizar todas las tareas propias a la naturaleza de la
revisoría fiscal de la sociedad XXXXXX S.A...
7. SEGUNDA.- VALOR: El valor del presente contrato será de XXXXXX pesos
mensuales pagaderos el primer día hábil de cada mes.
8. TERCERA.- LUGAR DE TRABAJO: El contratista se obliga para con el
contratante a realizar las labores propias del presente contrato, en el lugar de
domicilio del contratante
9. CUARTA. HORARIO DE TRABAJO: El horario será el que las necesidades
resultantes de la naturaleza de la revisoría fiscal y de este contrato así lo exijan.
10. QUINTA.-DURACIÓN: Este contrato tiene una vigencia por el tiempo de xx
meses y regirá a partir de la fecha en que se firme.
11. De conformidad con lo anterior, las partes suscriben el presente documento en dos
ejemplares del mismo tenor, a los diecinueve (19) días del mes de julio de dos mil
tres (2003).
12. EL CONTRATISTA,
13. _______________________
14. XXXXXXXXXX
15. EL CONTRATANTE,
16. ____________________________
17. XXX XXXX XXXXXXX XXXXXXX
18. El anterior es solo un modelo, que puede ser adaptado a las necesidades y
características propias según el tipo de servicio a prestar.
Contratos servicios bancarios

Definición

Son contratos bancarios aquéllos que sirven al desarrollo de la actividad típicamente


bancaria, siendo lo esencial la pertenencia del contrato al conjunto de operaciones mediante
las cuales las entidades de crédito ejercen, de manera habitual y con ánimo de lucro,
funciones de intermediación en el crédito.
Así, por ejemplo, el contrato por el que un banco alquila a una empresa un local comercial
no tendría el carácter de bancario, a pesar de la intervención de una entidad de crédito.

Características principales del contrato bancario

Las características principales del contrato bancario son las siguientes:

• Es un documento que tiene fuerza de ley entre los contratantes.

• Son acuerdos que rigen todas las operaciones del banco dentro de sus actividades de
intermediación financiera. Es decir, se utilizan al extender créditos o recibir depósitos. Sin
embargo, no es un contrato bancario, por ejemplo, aquel que firma la entidad financiera con
la empresa que le brinda servicios de limpieza.

• No son documentos exclusivos de los bancos, sino que también los emiten las
instituciones del sistema microfinanciero como las cajas de ahorro y las cooperativas de
crédito.

• Son contratos de adhesión, es decir, se distinguen por seguir formatos


preestablecidos por el banco. Así, el usuario cuenta con poco margen de negociación y
normalmente debe aceptar las condiciones impuestas por su contraparte.

• En vista de la posición de ventaja de la entidad financiera, las autoridades


desarrollan normas de protección al consumidor y de transparencia. Así, se obliga a que los
contratos bancarios cumplan ciertos estándares.
• Son acuerdos de naturaleza onerosa y mercantil porque nacen de una relación
comercial, vinculada en este caso a la prestación de un servicio financiero.

• Son documentos bilaterales, entre la entidad financiera y su cliente.


• El contrato puede establecer un vínculo temporal, como en el caso de un préstamo.
Sin embargo, existen acuerdos de duración indeterminada, como la apertura de una cuenta
de ahorro.

Elementos de los contratos bancarios

En todo contrato bancario se pueden distinguir tres elementos, que son los personales, el
objeto y la forma del contrato.

Los elementos personales del contrato son la entidad de crédito que, a través de la sucursal
o agencia, contrata la prestación de determinado servicio financiero relacionado,
generalmente, con la entrega de dinero, y el cliente, en sentido amplio, sea empresario o
consumidor.

En el caso de clientes consumidores se les aplica en su beneficio una normativa protectora


más estricta que cuando el cliente actúa en el ejercicio de una actividad profesional o
empresarial.
La relación del cliente con la entidad de crédito se inicia en la generalidad de los casos con
la apertura de una cuenta a la vista, que servirá de soporte y contabilización para cuantas
relaciones posteriores se inicien entre las partes (abono de intereses de una imposición a
plazo fijo, adeudo de cuotas de amortización de un préstamo, etc.).

El objeto del contrato bancario es la entrega de dinero o la prestación del servicio


financiero por parte de la entidad a cambio de un precio que satisface el cliente, el cual,
según su naturaleza, recibe habitualmente el nombre de comisión o de tipo de interés. En la
práctica bancaria los contratos tienen por objeto prestaciones conectadas directa o
indirectamente con el dinero. Hay alguna excepción, como el contrato de alquiler de cajas
de seguridad, en el que incluso es frecuente recoger la prohibición de introducir dinero en la
caja.

Concretando más, atendiendo a su objeto, el contrato bancario puede ser de tres tipos: de
pasivo, de activo y neutros.

El contrato de pasivo
Es aquél en el que la entidad de crédito recibe del cliente fondos, que la entidad podrá
aplicar a sus fines propios. El cliente, por la entrega de dichos fondos, ostenta un derecho
de crédito frente a la entidad, en virtud del cual podrá reclamar la devolución tanto del
principal como de los intereses generados. La devolución al cliente de los fondos
depositados será inmediata, en el supuesto de los contratos de pasivo a la vista (cuenta
corriente, libreta de ahorros) o diferida, en los casos en que la entrega haya sido para su
devolución transcurrido un plazo determinado (imposición a plazo fijo), salvo que el cliente
acepte satisfacer una penalización por obtener la disponibilidad inmediata del dinero.
Contratos Activos

En el contrato de activo la entidad entrega dinero (contrato de préstamo) u ofrece su


disponibilidad (contrato de crédito en cuenta corriente, o de crédito en tarjeta), obligándose
el cliente a la restitución de los fondos efectivamente recibidos o dispuestos,
respectivamente, y al pago de intereses y comisiones. En ocasiones también se cobra al
cliente una comisión por la mera disponibilidad de los fondos, aunque no haga uso de tal
facultad, como ocurre en las pólizas de crédito en cuenta corriente, que son uno de los
productos más demandados por los empresarios y autónomos para financiación a corto
plazo, a fin de hacer frente a los desfases de tesorería. Los contratos de activo generalmente
están autorizados o intervenidos por un notario (escritura o póliza), para reforzar la garantía
de recuperación de las sumas debidas en caso de impago por el prestatario o acreditado,
pues de esta forma se abre la vía del juicio ejecutivo.

Contrato neutro
El Contrato neutro o de servicios es aquel que tiene por objeto la prestación de un servicio
bancario por la entidad de crédito, siendo remunerado por el cliente mediante el pago de
una comisión. Este tipo de contratos y servicios están hoy en expansión. Como ejemplos
puede hacerse mención del depósito y la administración de valores, la transferencia
bancaria, la cuenta corriente bancaria (en la medida en que sirva para ordenar y recibir
pagos, prevaleciendo los caracteres de la comisión sobre los rasgos del depósito), el alquiler
de cajas de seguridad, etc.
Se observa como tendencia, igualmente, que las entidades bancarias participan activamente
en la comercialización de productos no bancarios, en sentido estricto, como son los fondos
de inversión, planes de pensiones o seguros. Se trata del fenómeno conocido como
“parabancariedad”, en un contexto de auge de la desintermediación.

En principio, la forma de los contratos bancarios es libre. Según el Código de Comercio,


para los contratos bancarios rige el principio de libertad de forma, lo cual debe ser
matizado. Hay contratos que necesariamente, por disposición legal, han de formalizarse por
escrito (crédito al consumo), y otros que han de otorgarse en escritura pública (préstamo
hipotecario).
Hay otros contratos que, si bien la legislación mercantil no exige que reúnan determinada
formalidad, la normativa de transparencia y protección de la clientela requiere que se
formalicen por escrito (apertura de cuenta corriente, libreta de ahorros o emisión de medios
de pago vinculados a dichas cuentas), con determinado contenido, e incluso con
determinada estructura contractual (préstamos hipotecarios para adquisición de vivienda).
.

Conclusión
Bibliografías

https://www.gerencie.com/contrato-de-servicios.html

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