Está en la página 1de 7

Sed pacientes y orad

5:7 Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el
labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba
la lluvia temprana y la tardía.
5:8 Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del
Señor se acerca.
5:9 Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el
juez está delante de la puerta.
5:10 Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que
hablaron en nombre del Señor.
5:11 He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia
de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.
5:12 Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por
ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en
condenación.

5:13 ¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración.


¿Está alguno alegre? Cante alabanzas.
5:14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los
ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite
en el nombre del Señor.
5:15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo
levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán
perdonados.
5:16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La
oración eficaz del justo puede mucho.
5:17 Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que
no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.
5:18 Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.
5:19 Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver,
5:20 sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y
cubrirá multitud de pecados.
MISION DE LOS 12 DISCIPULOS
6.1. Salió de allí y vino a su patria, y sus discípulos le siguen.

6.2. Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba
maravillada, y decía: ¿De dónde le viene esto? y ¿qué sabiduría es ésta que le ha sido dada?
¿Y esos milagros hechos por sus manos?

6.3. ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, Joset, Judas y
Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros? Y se escandalizaban a causa de él.

6.4. Jesús les dijo: Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de
prestigio.

6.5. Y no podía hacer allí ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes
curó imponiéndoles las manos.

6.6. Y se maravilló de su falta de fe. Y recorría los pueblos del contorno enseñando.

6.7. Y llama a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los
espíritus inmundos.

6.8. Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni
calderilla en la faja;

6.9. sino: Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas.

6.10. Y les dijo: Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí.

6.11. Si algún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de


la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos.

6.12. Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran;

6.13. expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y


los curaban
MISION DE LOS 12 DISCIPULOS

6.1. Salió de allí y vino a su patria, y sus discípulos le siguen.

6.2. Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba
maravillada, y decía: ¿De dónde le viene esto? y ¿qué sabiduría es ésta que le ha sido dada?
¿Y esos milagros hechos por sus manos?

6.3. ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, Joset, Judas y
Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros? Y se escandalizaban a causa de él.

6.4. Jesús les dijo: Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de
prestigio.

6.5. Y no podía hacer allí ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes
curó imponiéndoles las manos.

6.6. Y se maravilló de su falta de fe. Y recorría los pueblos del contorno enseñando.

6.7. Y llama a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los
espíritus inmundos.

6.8. Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni
calderilla en la faja;

6.9. sino: Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas.

6.10. Y les dijo: Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí.

6.11. Si algún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de


la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos.

6.12. Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran;


6.13. expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y
los curaban

También podría gustarte