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CAPITULO 1.

~ftístoría de la Pulpa y el Papel

C. E. Libby

INTRODUCCION

La fabricación de pulpa y papel es una de las industrias más 1


antiguas y más grandes del mundo. Es difícil comparar, en '.tama;ño, \
esta industria con otras, debido-a los múltiples usos tanto de fa pulpa \\
como del papel: y a la acumulación; de valores de' los muchos pro-
ductos hechos con estQs materiales básicos.: Al costo de la pulpa usa-
da en la fab:ricáción de papel; débe • adiciornu-se el valor del papel
m~l,lfac:turado, así __como el precio -O.el -producto acabado, el cual
puede ser un libro, una revista, uria c~ja, una bolsa, un-:paquete de
artículos de papel(;);ía, o t,In periódico. ,
En los Estados Ünidos, la industria de la pulpa, papel y carton-
cillo, ocupa el noveno lugar, por su tamaño, eñtre las 142 industrias
manufactureras dél país, de· acuerdo con el Censo Anual de Fabri-
cantes, correspondiente al año de 1956, preparado por -el Dep.arta-
mento de Comerdo :de los''Estados Unidos. Ocupa el tercer lugar
-entte fas industrias de artículos no duraderos, sobrepasada única-
mente por la industria de productos químicos orgánicos y la de refi-
naeión de ,petróleu. Estas clasificaciones están basad.as en-el valor
del pro<lueto;más el"clel proceso ªe manufactura. En 1960, el valor de
las ventas netas, del ,producto manufacturado tuVQ un mont9 de ap:t:Q-
3ámadamente 12 700.púUones de dólares. La :md:µstria del pa~l ()(!upa
el pr:llrier lugar como.generad.ora de fuerza para .su -pXClpio_µso.~.y el
séptinID :como compradora de fuerza de otrqs fuentes. La indqst:J:ia
de la pulpa, papel y cartoncillo, es fuente directa de trabajo para
.wM (J._e µp. rniU9_h Q!1, pertip1tas; E:rtJ:957; e~t~' g(,:l_~re percibió 2 200
millénes.tle dól~és; pot"concepto de pagos y salarios. De la industria \
del pápeldepenC1en directamente la~ industrias iinpI"esqras y: ~to:i;aj;. \
16 CIBNCIA Y TECNOLOGIA SOBRE PULPA Y PAPEL

En 1955, éstas dieron empleo a 812 000 personas cuyos pagos y sa-
larios ascendieron a casi 4 000 millones de dólares. En los Estados
Unidos, 40. estaaos tienen :fábricas de pulpa y/o papel. La amplia dis-
tribución geográficá de est~ eiiípresas ofrece muchas álternativas
por lo que respecta a las zonas de empleo; la industria se ex1iende
desde Maine hasta Florida y hasta la costa norcieste del Pacüico.
Esta industria consumió aproxima,dalllente 40.3 millo:Pe$ de .cue:tdá.S
( 145.9 millones de m 3 ) * de madera ·para pulpa; en 1960.

450

400

350
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!:: 300
~
t.>
250
~
re 200
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~ 150
~

FIG. 1-1 Consumo per capita de papel y. cartoncillo en vario~ países


.; ,~

Se ha dicho que el consumo de papel de un ,país ..fudica -su grado


de civiliZadón (Fig. 1-1 ). Sea o no cierta.esta afirmación, el caso es
que los
Estados Unidos eonsumeri más pape:l~per captta que cual- - ~

quier otro país .. La industria deLpapel tiene -un record ,de :tremendo
crecimiento detrás de ella, y un potencial casi ilimitado para -su
futuro desarrollo. Pocas industrias de tan Jarg9 mstorial se .pueden
jactar de·una rapidez de desatroífo tan sólida en téniñnos :de e t©nelaje
de producción y de consumo de productos (Fig. h2). F.¿p :los últiJnes
50 años, la producción de pulpa y de-·papel ha aumentado dO oA

.... - :~a_- ~~~rda es -~n~ .~edi~-~-- del _:v:,~lµm~~ d~,-1~'°:~:3:,d~~a ~~ ~~~s! Y.-_.<?oU~sf'o~4e __ a
un ·apiláiniento de 4 píes o.22 ·Di) de profundidad,- ~¡.- 4 pies (1;22 m) de alturá, por
·a 'Pies' (2.~ in) de lcui~~.;id, siendo l¡¡_,:pr<[fundidad de .d\cho a~a¡:~~il:~io.-.¡a ,Jon~tiid de
1Q,.__ Jxp~c9s'!_ _Por cops~guiente, el vob1min. de la cuerda es de 12~ pies cúbicos, o _sea,
3:6!1. m~. (Véasela-Pág.-'lÉl-1-}dN.·del-'!'.)- -' '" - - . . -:,t_, l::<--
HISTORIA DE LA PULPA Y EL PAPEL 17

1904 1909 1914 1920 1925 1930 1935 1940 1945 1950 1955 19.61
A&OS

FIG. 1-2 Consumo de papel y cartoncillo en los Estados Unidos

veces aunque la población sólo lo ha hecho al doble. Es interesante


hacer notar que el consumo de papel per ca¡Jita en los Estados Unidos
se ha quintuplicado en_ los últimos 50 años y que no se le ve el fin
a este crecimiento. Predicciones basadas en estimaciones de pobla-
ción y en los nuevos productos y los nuevos usos que constanteménte
se están desarrollando, indican que la producción de papel y car-
toncillo aumentará globalmente entre 60 y 100% en los próximos
25 años.

IDSTORIA ANTIGUA DEL PAPEL

Antes de que el papel se inventara, el hombre esculpía sus ano-


taciones en piedra, las inscribía en lápidas de arcilla o las escribía en
papiro o pergamino. El papiro fue el precursor del papel y se hacía
en Egipto desde épocas tan remotas como el año 2400 A.C. Se pre-
paraba descortezando las fibras gruesas de la plantá de papiro, de-
jándolas entrecruzadas sobre una superficie dura y lisa, y compriL
miéndolas hasta formar una hoja. La superficie se alisaba frotándola
con marfil o con piedra. Todavía existen -muchos manuscritos en
p~piro. El _pergamino se bacía de la piel de los animal~s, y actual-
mente todavía encuentra algunos usos para diplomas y ciertos doc;:u-
m(!ntos públicos.
El descubrimiento del arte de fabricar papel, según -todas las
probabilidades, pertenece a los chinos. No se conoce la fecha exacta
de este descubrimiento, pero la mayoría de los historiadores la re-
18 CIENCIA Y TECNOLOGIA SOBRE PULPA Y PAPEL

fieren aproximadamen~e al año 105 de la Era Cristiana, puesto que


fue en dicho año cuando Ts'ai Lun, a quién usualmente se le acredita,
informó de este evento al Emperador. Parece que los primeros pape-
les se hicieron, hasta cierto punto, a partir de la corteza intérfor de
la morera del papel* y, en mayor escala, a partir del bambú. La
descripción del método de fabricación, que ha llegado hasta nues-
tros días a través de los sepulcros chinos, es por demás interesante,
porque es básicamente el mismo que se emplea actualIDente en' la
elaboración de los papeles hechos a mano, por lo que respecta a Jas
operaciones mecánícas del formado de la hoja. Los tallos de bambú
se cortaban cerca del suelo, se escogían en lotes de acuerdo con su \
edad, y luego se recogían en pequeños atados. Mientras más joven
era la planta de bambú, mejor resultaba la calidad del papel que de
ella se obtenía. Los atados se arrojaban dentro de un recipiente con
cieno y agua, y se enterraban en el fango durante unas dos semanas;
esto se hacía con objeto de ablandarlos. Luego se sacaban, se cor-
taban en trozos de un largo apropiado, y se colocaban deptro de
unos morteros con un poco de agua, para machacarlos con grª11des
piezas de madera hasta convertirlos en pulpa. Esta masa semiflÚida,
después que se le sacaban las partes más gruesas, se pasaba a una
gran cuba con agua, a la cual se le seguía agregando material hasta
que toda la masa adquiría la consistencia suficiente para formar el
papel. Entonces se extraía una hoja con un mqlde o marco de dimen-
siones adecuadas, el cual se construía con pequeñas tiras de bambú,
alisadas y redondeadas como alambres; esto permitía que el ágúa
drenara, dejando una hoja de fibras entrelazadas. A cada lado de la
cuba se colocaba un horno con un remate inclinado de arcilla. Se po-
nía entonces una hoja sobre el horno, quitando el borde del molde (bas-
tidor) y dejando el papel en forma plana sobre el horno, al -cual
se adhería. Luego se quitaba la hoja que se había puesto~pr(lviaµiente
sobre el otro horno y el proceso se _repe_~í11. P2sando ~Qhre :i~s J:iojas,
después de su proceso inicial de manufactura, una ligera c;:ap~ .de
solución de cola de pescado o de alumbre, se obte:qía un papel más
liso. Los papeles finos de escritura se pulían frotándolos con piedras
lisas. La Fig. 1-3 muestra un molde-metálico manual usado en Eu-
ropa en los primeros días de la fabricación del papel.
Los chinos establecieron una fábrica de papel en Samarkanda
en algún tiempo del siglo sexto. El Asia Central, aun desde aquellas
remotas épocas, estaba asolada por las guerras, y los árabes captu-
raron la ciudad de Samarkanda en 704 y aprendieron el arte de
* El texto original dice "pape:i: mulbe:rry tree"; este _árbol es la m¡:¡rera o moral, o sea,
el árbol que produce las moras. perteneciente al género· Morus. (N. del T.)
19

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F1G. 1-3 Molde manual ·europeo para hacer papel

hacer papel. Bajo la protección de los árabes, la industria fioreéló


y Samarkanda fue reconocida por muchos años como el fügar de
origen de la elaboración del papel. En el año 795 D.C., los 'árabes
t- introdujeron este arte en su propio país, llevando obreros chirios -a
Bagdad y estableciendo una fábrica. Esta fábrica operaba como un
monopolio del estado, y su secreto se guardó celosamente durante
500 años. Los árabes introdujeron ciertas mejoras en dicho arte; la
más importante de las cuales fue la sustitución de trapos ·de lino
por fibras de madera. Es probable que éste arte fuera introducid0
en Europa a través de los cruz&dos, quienes visitaron Palestina y
Siria durante el siglo xn y encontraron en estos países orientales·
muchas artes y refinamientos por ellos ignórados;
Los moros en España manufacturaron el primer pápel hecho en
Europa. Ya en el año 1085 tenían una fábrica en Toledo ycposte-
riormente otra, más famosa, en Valencia. Una importante mejora
atribuida a los españoles fue el uso de molinos de agu:;i. par-a acciG-
na_r elementos trituradores, en lugar de la energ:(~ .·manual µs~a
previamente. Hacia esta época, el alambre había reemplazado a. los.
carri:zos de los chinos, para los moldes. ' ·

1:~P·:.
20 CIENCIA Y TECNOLOGIA SOBRE PULPA Y PAPEL

La introducción de la industria del papel en.Francia probable-


mente tuvo lugar no mucho. tiempo después q11.i:~~r1t~~P;;úí1l:,,~~n 1189,
Francia tenía una fábrica en Essonnes;. EJ?: e~f!.'~.P9é:a:;·1g~~;¡-anceses
estaban bastante más adelantados que lós ing~ses en:+cwtfua y en
modo de vivir. Eran activos y sentían grandes 'iriclinacfone~ por la
construcción, las manufacturas y la arquitectura. APi'9vechándose
de sus nuevos conocimientos, prosiguieron el arte de Iá''f'igricación
del papel con tal destreza y entusiasmo, /que pronto estíi:vieron en
posición de surtir, no sólo las necesidades de Francia, sin&0también
las de los países circundantes. La población de los Países "Ja.josfue
estimulada por el ejemplo de Francia, y durante bastanté' tiempo,
los franceses y holandeses fueron los mejores, e indudablemente,
casi los únicos productores de papel en Europa. A los íi'o1andeses
pertenece el honor de haber inventado la pila batidora u.~j°plandesa
en una forma substancialmente igual a la usada h.oy en df¡f Si bien
este invento no vino sino hasta por el año '1750, ello, ng~;Pbstante,
indica que los holandeses se contaban entre los más progresistas
de los antiguos fabricantes de papel. _::~·,_··~·
Italia, al igual que Francia, aprendió de España el aité.áe la ma-
nufactura del papel, por el año 1200. Entre loS> siglos Xfl.i~i xrv, los
fabricantes italianos de papel inventaron el arte de fabricar papel
con marca de agua. La primera marca efectiva de agua fue una
cruz, que apareció por el año 1282. En 1285, dicha cruz estaba
acompañada pºor una letra "B", evidentemente para señalar. al fabri~.
cante del papel. El siglo XIV mostró una gran variedad de marcas
de agua. Se imitaron las marcas que denotaban calidad, hacifil}do
necesario el uso de contramarcas. Las marcas de agua se .us:Ulan,
algunas veces, para indicar el fabricante, el lugar y la calida~; para
designar el tamaño; o para conmemorar algún evento histórico •. Los
fabricantes italianos de papel usaban sus nombres completos a prin•
cipios de 1306. En el siglo xvm, el gobierno francés exigió que se
indicaran el nombre y distrito del fabricante. La práctica de la rµarca
de agua ha ayudado bastante en todas las investigaciones históri-
cas de épocas subsiguientes.
La primera fábrica de papel en Alemania se erigió en 1336, ha-
biéndose introducido el arte de esta manufactura probablemente ·
a través de la frontera alemana con Francia. Una de las . primeras
fábricas se edificó en Nuremberg, y otra en Ravensburg. El invento
de la imprenta por Gutenberg, en Estrasburgo, por el año de 1450,
contribuyó enormemente al avance de la industria alemana del
papel Es muy natural que las artes de fabricar e impriniir ·papel,
y
estando tan íntimamente relacionadas, se deban desarrollar crécer
;
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lll!"'r;c
HISTORIA DE LA PULPA Y EL PAPEL 21

más rápidamente en forma paralela. Probablemente el invento de la


prensa de impresión se deba anotar como la contribución más im-
pQ;rtaµte .de Alemania al progreso de la ·iiidustria papelera, puesto
91<1~ ninguna invención dio nunca mayor ímpetu al crecimiento de
esta industria.
Inglaterra no hizo papel antes del reinado· de Enrique VII (por
el año de 1500), importando de Francia, España o Alehiarua, todo el
papel que usaba. La primera fábrica de papel, en este país, fue
erigida en 1498 por John Tate, hijo de un Alcalde de Londres~ Evi-
dentemente su fábrica no floreció, porque poco se oyó de· ella: La
siguiente que se pus<i:~n movimiento estaba situada en Dartford y
era propiedad de .. un alemán llamado Spielman; · quien llevó ~e. Ale-
mania bastantes conocimientos sobre el proceso de fabricar papel.
A pesar del hecho de que Spielman hacía sólo papeles corrientes, sus
r
esfuerzos fueron tan apreciados que fue hecho caballero.por la Reina
r
Isabel. A partir de 1678', la fabricación de papel comenzó a::estable-
cerse firmemente en Inglaterra, y el número de fábricas aumentó con
rapidez.
Por los años de 1800, hasta los cuales se ha seguido aqµí el des-
arrollo del arte de la fabricación de papel, todo el papel que se ~l~bc>­
rapa era hecho a mano; es decir, el depósito del material .fibroso. a
pzj'tir de su estado acuoso, se llevaba a cabo sobre un molde d,e ala:m.,-
bre o colador manipulado por el operario. No se :requería poca .J¡abili-
dad para la operación; pero, puesto que el marco o molde pÓd~ ~r
agitado en todas direcciones, el resultado, si el proceso se efectÜ~ba
con destreza, era un papel en el cual las fibras unidas se entrecru-
zaban en todos los ángulos. Es a esta circunstancia'a la que el pápel
hecho a mano debe muchas de sus propiedades superiores, porque
en el papel fabricado a máquina, el movimiento obliga a las fibras
a orientarse en una dirección. Sin embargo, el papel hecho a mano
no puede elaborarse más que en hojas de tamaño estrictamente }i;;
mítado. Rollos de papel de unos 6 a 8 km de largo, tales como los
que se emplean para los periódicos de hoy en día, eran inconcebibles
par el antiguo fabricante de papel. Basados en los. desarrollqs de
las máquinas impresoras, hacia fines del siglo XVIII se hicieron
esfuerzos para super~ las limitaciones de tamaño irilpuestas por el
uso de un molde manual y para proyectar una máquina que pm-
dujera el papel .en hojas o rollos de longitud prácticamente Uú::rillí:icfa.
El primero de estos intentos se hizo en Francia . .En. 1798, Lotiis
Robert, un ayudante de impresor, inventó una máquina que haría el
papel en longitudes de 12 a 15 metros. Estando en dificUltades fr:
nancieras, Robert vendió su patente a St. Leger Didot, dueño de una
22 CIENCIA Y TECNOLOGIA SOBRE PULPA Y PAPEL

fábrica francesa. Didot, buscando la capitalización de la patente en


Inglaterra, entró en contacto con Henry y Sealy Fourdrinier, dos
prósperos comerciantes en papel, de Londres, quienes vieron con
simpatía la idea de la máquina de papel. Ellos emplearon a un hábil
y competente ingeniero, Bryan Donkin, y, después de mucho expe-
rimentar y gastar dinero, lanzaron ·e iristaláron, en 1804, una má-
quina de papel verdaderamente práctica. Los hermanos Fourdrinier,
quienes sufragaron el costo de las experimentaciones y gastaron toda
su fortuna particular en la aventura, cayeron en bancarrota y mu-
rieron en la pobreza.
El invento de la máquina fourdrinier fue, sin duda, el mayor
acontec~miento individual en la historia de la fabricación del papel.
Sin él, no hubiera habido oportunidad para el desarrollo de la ma-
quinaria y de la técnica distintivas de los siglos XIX y xx. En 1809
la máquina de cilindros fue originalmente perfeccionada en Ingla-
terra por John Dickinson, en Hertfordshire: Este sistema también
ha sufrido desarrollos y modificaciones y, debido a la naturaleza
compacta de la cuba del formador, se han podido combinar con
éxito unidades múltiples en máquinas diseñadas para la manufactura
de papeles y cartoncillos multicapas. Aunque la máquina de cilin-
dros es capaz de elaborar algunos cartoncillos para los cuales no se
puede emplear la máquina fourdrinier, está limitada en su velocidad
de operación y., en consecuencia, nunca ha alcanzado la popularidad
y el uso tan extendido de la máquina fourdrinier.

LA FABRICACION DE PAPEL EN LOS ESTADOS UNIDOS

La primera fábrica de papel en América se estableció en Wis-


sahickon Creek, algunas veces llamada Paper Mill Run, en Filadelfia,
en el año de 1690* (Fig. 1-4 ). Los propietarios fueron William
Rittenhouse, un fabricante holandés de papel, y William Bradfotd,
* "'En 1580. o antes, existió un molino de papel en México, ya que en la 'Relación
del Pueblo de Culhuacán desta Nueva España' de fecha 17 de enero de ese año y escrita
por el Corregidor Gonzalo Gallegos, se dice: ' .... en el Monasterio de dicho pueblo ay
una fuente (manantial) que haze un estanque grande y junto al dicho pueblo otra
fuente que llaman de la estrella~ el agua de la cual se lleva a México porque es de la
mejor que ay en todo este rreyn.o; ay en el dicho pueblo un molino y batán en que
haze papel . ... • No se tienen mayores datos respecto al año en que este molino inició sus
operaciones. ni cuándo dejó de hacerlo, pero dada la fecha de la 'Relación'. es seguro
que empezó a trabajar antes de 1580. Se puede afirmar que fue el primer molino de
papel de todo el Continente Americano, y que antecede. en más de 100 años, al primero
que operó en Germantown, Pennsylvania, establecido por Rittenhouse en 1690º. Extractado
del trabajo "El papel en la época colonial de México", por el Ing. Hans Lenz, publicado
en la Revista ATCP (Organo de la Asociación Mexicana de Técnicos de las Industrias de
la Celulosa y del Papel, A. C.). Vol. V, No. 4, Julio-Agosto, 1965, Págs. 284 a 289. (N. del T.)
HISTORIA DE LA PULPA Y EL PAPEL 23

FIG. 1-4 La primera fábrica de papel en América (1690 a 1710)

un impresor de Filadelfia. En esta primera fábrica americana, el


papel se hacía de trapos de lino, y es probable que se produjeran
unos 40 kg por día. Parece que esta fábrica tuvo éxito en un prin-
cipio, hasta que fue arrastrada por una inundación 10 años más
tarde. Pronto se construyeron otras fábricas en las colonias, siendo
la más famosa de las primeras, la edificada en 1 729 por Thomas
Willcox, en Chester Creek. Esta fábrica ha quedado hasta la actua-
lidad como propiedad de los descendientes de Willcox. Producía un
papel de bastante calidad, parte del cual se usaba para los billetes
de banco de los Estados Unidos, de bancos particulares, y de muchos
gobiernos extranjeros.
En el estado de Nueva York, se presentó en la legislatura en el
año de 1724, una iniciativa de ley, demandando que William Brad-
ford, de Filadelfia, con exclusión de cualquier otra persona, se en-
cargase de erigir una fábrica y de hacer el papel en el estado, durante
un periodo de 15 años. La iniciativa fue rechazada. Pasaron casi 50
años antes de que una fábrica pudiese realmente establecerse en
Nueva York. Esto aconteció en Long Island, bajo el patrocinio de otro
impresor llamado Gaine, quien comenzó a operar una fábrica en 1786.
Massachusetts pareció interesarse más en la fabricación de papel
que Nueva York, porque en 1728, se otorgó una patente a Daniel
Henchman y a otros cuatro socios de él para la fabricación exclusiva
de papel por un lapso de 19 años. Su fábrica estaba en Milton, sobre
el río Neponset, a 11 o 13 km de Boston, y se les exigió hacer cuando
menos 500 resmas de papel al año. Los dueños tuvieron dificultades
en encontrar personas capaces de operar la fábrica, y la propiedad
cambió de manos varias veces. Actualmente pertenece a la empresa
~
~I
24 CIENCIA Y TECNOLOGIA SOBRE PULPA Y PAPEL

Tileson & Hollingsworth, que fabrica papel en las proxinúdades de


Hyde Park.
La producción de papel en las primeras fábricas coloniales no
mantuvo el mismo ritmo que la demanda. Inglaterra frustraba a toda
costa el establecimiento de nuevas fábricas, porque los fabricantes
británicos consideraban a las colonias como un mercado exclusivo
para sus artículos. Cuando la revolución estalló en 1775, .la situación
se hizo aún más grave. La demanda de papel para todos los usos
aumentó enormemente, pero la producción disminuyó con la
misma rapidez, debido a que la mayoría de los papeleros experimen-
tados se alistaron en los ejércitos británico o americano. Por esta
época había menos de 20 fábricas en las ocho colonias. El tiempo
de la guerra fue, por consiguiente, de gran escasez de papel. Algunos
estados, principalmente Nueva York, eximieron del servicio militar
a los papeleros experimentados. Conforme la guerra avanzaba, la
falta de papel causaba grandes dificultades. Inclusive los gobiernos
federal y estatales algunas veces no podían obtener papel para surtir
sus necesidades. Debido a esto no se pudo imprimir el boletín de la
segunda sesión del Congreso del Estado de Nueva York, en 1781. La
fábrica de papel más cercana a Albany, N. Y., estaba en Bennington,
Vt. El producto, con frecuencia, se llevaba de la fábrica a lomo de
caballo, y aunque era muy burdo y sin blanquear, en comparación
con el papel B.e hoy en día, era tan valioso que cada hoja rota o
rasgado se pegaba con engrudo. Este trabajo se hacía tan minucio-
samente que en las viejas copias de The Register, que se conservan
en el Instituto de Albany, los remiendos sólo se pueden ver mante-
niendo el papel contra la luz.
Cuando el ejército americano entró en Filadelfia en 1778, había
una gran escasez de papel para cartuchos. En vista de que las pe-
ticiones y las requisas no aportaron la cantidad deseada, se envió
una partida de soldados a buscarlo. Encontraron, en el desván de una
casa en la que Benjamín Franklin había trabajado tiempo antes
sus prensas de impresión, unos 2 500 ejemplares de un discurso
sobre la guerra defensiva. Pronto las decomisaron y las convirtieron
en material de guerra ofensiva, como cajas para cartuchos de mos-
quetón para las tropas, en la batalla de Monmouth. Estos incidentes
ilustran la carencia causada por el escaso abastecimiento de papel
y la importancia que éste había alcanzado en la vida de los colonos.
Un capítulo curioso y por demás interesante en esta historia de
los albores de la fabricación de papel en América, es el que se refiere
al persistente y no siempre exitoso esfuerzo que se libraba para que
las materias primas mantuvieran las fábricas en operación. El trapo
~:{:1':··

1
HISTORIA DE LA PULPA Y EL PAPEL 25

constituía, en aquel entonces, la materia prima básica para la in-


dustria. Se habían hecho experimentos con otros materiales, pero
nada .se había descubierto como un sustituto fácilmente disponible.
y aun el trapo, no era abundante, y por más de 100 años la exis-
tencia misma de la industria estaba constantemente amenazada por
esta escasez. La población del país no era grande, y estaba dispersa.
La ropa no se desechaba sino hasta después de un uso muy prolon-
gado y cuidadoso, porque los colonos eran pobres y las condiciones
climatológicas eran severas.
Después del término de la guerra, la fabricación de papel se rea-
nudó con renovada energía, y el uso de este material aumentó rápi-
damente. El censo de 1810 indicó que en el país existían unas 180
fábricas. La mayor parte de ellas eran pequeñas, pero unas cuantas
destacaban claramente, ya que eran grandes en tamaño o eran fun-
dadoras de centros manufactureros regionales y, como tales, exigían
especial atención. Varias de estas fábricas estaban localizadas en
Massachusetts, y resultaron ser el principio de esa sección, ahora
conocida como distrito de Holyoke, el cual era el mayor centro
fabricante de papel en los Estados Unidos, y que es internacional-
mente célebre. Entre las primeras fábricas localizadas en este distrito
estaba la de Zenas Crane, quien, en 1801, estableció una fábrica
en Dalton, Mass., en el centro de Berkshire Hills, sobre el río Housa-
tonic. Las fábricas Crane aún están localizadas en Dalton, en donde
elaboran todo el papel moneda de los Estados Unidos, así como
papeles de escritura de la más alta calidad, por los que esta región
es famosa.
~ j •

El proceso original de fabricar papel a mano no había sufrido


grandes mejoras sino hasta bien entrado el siglo XIX. Las fábricas
americanas usaron primero el elemento de molienda impulsado con
agua para preparar su trapo para la cuba. La invención de la holan-
desa les permitió hacer un cambio defintivo en sus métodos de ma-
nufactura. Utilizando esta máquina pudieron aumentar grandemente
su producción y mejorar la calidad de sus papeles. El invento de la
fourdrinier fue otro paso hacia adelante, y la primera de estas má-
quinas hizo su aparición en los Estados Unidos en 1827, habiendo
sido importada por Henry Barclay e instalada en una fábrica, en
Saugerties, N. Y.

PROCESOS DE FABRICACION DE PULPA

La historia de la fabricación de papel en Europa y en los Estados


Unidos está llena con registros de especulaciones y experimentacio-
26 CIENCIA Y TECNOLOGIA SOBRE PULPA Y PAPEL

nes persistentes, con el propósito de eludir las limitaciones impuestas


por depender exclusivamente del trapo. Se tienen registros acerca de
que más de 500 diferentes materiales se han probado como fuente
de materia prima para esta industria. La paja fue el primer material
nuevo que complementó al trapo en cualquier cantidad. Se usó pri-
meramente como materia prima para papeles de escritura, pero
pronto se encontró que se adaptaba bastante mejor para papeles de
envoltura, y cartón para pastas de libros. En la Fig. 1-5 se muestra
el desarrollo en la producción de los principales tipos de pulpa, en
los Estados Unidos.

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1899 1904 1909 1914 1920 1925 1930 1935 1940 1945 1950 1955 1960
Af:IOS

FIG. 1-5 Desarrollo de la producción de pulpa en los Estados Unidos

El proceso para pasta mecánica


El primer proceso para obtener pulpa a partir de madera, se in-
ventó en 1844, en Alemania. Este se conoce como proceso de pasta
mecánica o pasta de madera. Un alemán, Keller, observó que los
nidos de las avispas estaban compuestos por pequeñas fibras de made-
ra que, entretejidas, formaban un cuerpo burdo de papel. Por suges-
tión de Keller, un fabricante de papel y maquinista práctico, llamado
Voelter, construyó una máquina e inventó un proceso para conver-
tir, por molienda, la madera en pulpa, mismo que ahora se conoce
como proceso Keller-Voelter. En 1867, éste se introdujo en los Estados
Unidos y tuvo un éxito inmediato. Los derechos americanos de pa-
tente para este proceso fueron comprados por los hermanos Pagens-
techer, quienes edificaron una fábrica en Curtisville, Mass., e insta-
HISTORIA DE LA PULPA Y EL PAPEL 27

laron los primeros molinos en este país. La pasta mecánica se vendió


inicialmente a 0.08 dólares por libra, pero pronto bajó a 0.05 y fi-
nalmente hasta 0.01. Fue un factor primordial en el abatinñento
del precio del papel para periódico, de 0.14 dólares por libra en 1869
a 0.02 antes de 1900. En 1961, la pasta mecánica se vendió de 85 a
90 dólares por tonelada (0.0425 a 0.045 dólares por libra) y el papel
para periódico a 135 dólares por tonelada (0.0675 dólares por libra),
bajo contrato.

El proceso a la sosa
El primer proceso para la fabricación de pulpa química de ma-
dera fue invención de un inglés, Hugh Burguess. En 1851, pudo
obtener una buena pulpa por este método, el cual se describió como
un "método para obtener una buena pulpa, hirviendo madera en
álcali cáustico a una temperatura alta". Este se conoce ahora como
proceso a la sosa. La pulpa a la sosa no encontró una rápida acep-
tación en Inglaterra, y Burguess prosiguió sus experimentos; más
tarde, en 1855, se erigieron grandes fábricas en Royer's Ford y
Manayunk, Filadelfia, para la producción de pulpa por este proceso.
No fue fácil superar los prejuicios contra la nueva pulpa. Durante
bastante tiempo muchos fabricantes sostuvieron obstinadamente la
opinión de que si bien la pulpa de madera podría ser un buen re-
lleno, en cambio no era una fibra buena. Gradualmente, no obstante,
la pulpa a la sosa ganó aceptación. Sin embargo, comparada con la
pulpa al sulfito y con la pasta mecánica, la pulpa a la sosa no ha hecho
grandes progresos en número de fábricas o cantidad de producto, y
su producción está ahora en decadencia.

El proceso al sulfito
El proceso al sulfito fue inventado por el qmm1co americano
Benjamín Chew Tilgham, quien encontró que tratando la madera
con soluciones de bisulfito y ácido sulfuroso, se podían obtener fi-
bras celulósicas. De acuerdo con McGregor y Parsons, la experimen-
tación fue conducida durante 1866 en las fábricas de W. W. Harding
& Sons, en Manayunk, cerca de Filadelfia, y el 5 de Noviembre de
1867 a Tilgham se le otorgó la patente No. 70 485, de los Estados
Unidos, denominada 'Tratamiento de sustancias vegetales para la
fabricacion de papel". La patente revela lo siguiente:
... el proceso para tratar sustancias vegetales, que contienen fibras, con una
solución de ácido sulfuroso, en agua, con o sin la adición de sulfitos u otras
sales de propiedades equivalentes, para disolver el constituyente intercelular
28 CIENCIA Y TECNOLOGIA SOBRE PULPA Y PAPEL

incrustante o cementante de dichas sustancias vegetales, de modo de dejar


el producto no disuelto en estado fibroso, apropiado para la manufactura de
papel, pulpa para papel, celulosa, o para otros fines, de acuerdo con la natu-
raleza del material empleado.

Al llevar a la práctica este proceso, la base usada fue el calcio, y se


tuvieron numerosas dificultades.
Un poco más tarde, y quizá de manera independiente, el químico
sueco C. D. Ekman trató la madera con bisulfito de magnesio; y en
1874, en Bergvik, Suecia, construyó la primera fábrica de pulpa al
sulfito. En esta instalación se utilizaron pequeños digestores rota-
torios, calentados indirectamente. En Alemania, el químico A.
Mitscherlich estaba desarrollando un proceso utilizando un digestor
cilíndrico, horizontal, estacionario, con calentamiento suministrado
indirectamente por medio de vapor en serpentines hechos de plomo
o cobre; el cocimiento se llevaba a cabo a temperaturas y presiones
más bajas, y por periodos de tiempo más prolongados que anterior-
mente. La adición directa de vapor dentro del digestor, aparen-
temente fue practicada por primera vez, por el año de 1878. por los
austriacos Eugen Ritter y Carl Kellner, con objeto de lograr las ven-
tajas del menor tiempo requerido para calentar el divestor y, por
medio de esto, de un menor tiempo total de coccifin. El proceso
Ritter-Kellner fue establecido en Canadá en 1885 por Governor
Russel y Charles Riordon, quienes construyeron la primera planta
en Merritton, Ontario. El proceso al sulfito fue introducido en los
Estados Unidos por el año de 1882, por Charles S. Wheelwright,
quien trabajó el proceso Ekman con digestores cilíndricos rotatorios,
revestidos de plomo, en una planta situada en East Providence,. R. l.
El proceso Mitscherlich es una modificación alemana del proceso
americano al sulfito y no debe considerarse un proceso distinto por
sí mismo. La primera fábrica Mitscherlich se estableció en Alpena,
Mich., y durante la primera parte del siglo xx, el proceso se usó en
un considerable número de fábricas.
Después de estos inicios, la tecnología de obtención de pulpa al
sulfito practicada en los Estados Unidos y Canadá, más o menos se
estabilizó por un número de años, tiempo durante el cual la base
usada fue el calcio, junto con el ácido sulfuroso. El proceso clásico
al sulfito ácido de calcio adolece de dos principales defectos, y ellos
son que, por regla general, sólo se usa con éxito para procesar espe-
cies de madera qae contienen resinas en pequeñas cantidades, y que
los procesos de recuperación de calor tienen comparativamente ma-
yores desventajas debido a los problemas de incrustaciones en la
evaporación ya que no existe proceso de recuperación de productos
HISTORIA DE LA PULPA Y EL PAPEL 29

químicos, de no ser como cenizas, que tienen el inconveniente de ser


muy finas y con problemas de eliminación.
Por éstas y quizá por otras razones adicionales, las últimas dé-
cadas han observado cambios fundamentales en los productos quí-
micos del proceso y en los métodos utilizados para la producción de
pulpa al sulfito. Casi todas las fábricas nuevas de pulpa al sulfito
ácido tienen sistemas con base de magnesio (desarrollados sustitu-
yendo el carbonato de calcio por óxido de magnesio), con procesos
completos de recuperación de calor y productos químicos. Estos pro-
cesos se describirán detalladamente en el Cap. 10, Obtención de ·
Pulpas al Sulfito.

Pulpa al sulfato
Los registros históricos indican que el origen de la industria de
la pulpa kraft, o al sulfato, se debió a la ligereza de un operario
de digestores, en Suecia. Esta fábrica estaba produciendo pulpa de
acuerdo con patentes otorgadas a C. F. Dahl, en Alemania, en 1884.
Por un error, uno de los digestores se descargó antes de que las
astillas estuviesen completamente cocidas, y cuando la madera par-
cialmente cocida estaba a punto de tirarse al río, el superintendente
decidió pasar las astillas por un molino kollergang con la idea de
hacer un papel de inferior calidad. El resultado, sin embargo, fue
un papel que sobrepasaba en resistencia a cualquier papel previa-
mente obtenido, y la cocción incompleta llegó a ser, tiempo después,
la práctica regular en muchas fábricas para la producción de un
papel de envoltura que era tan resistente, en comparación con otros pa-
peles de envoltura, que recibió el nombre de "kraft", que en sueco
y en alemán significa "fuerte".
El proceso kraft fue introducido por vez primera en América, en
East Angus, Quebec, Canadá, por la Brompton Pulp and Paper Co.
Existe cierta incertidumbre respecto a la primera fábrica que pro-
dujo pulpa kraft en los Estados Unidos. La Halifax Paper Co., en
Roanoke Rapids, N. C., inició en 1907 la construcción de una fábrica
de 12 ton de pulpa al sulfato, y la realización de la primera her-
vida de pulpa kraft, de pino del sur, se hizo el 26 de febrero de 1909.
Esta fábrica de pulpa consistía de dos digestores rotatorios, soldados,
de 30 mª, y de seis difusores soldados, de 32 mª hechos en Alemania,
sirviendo estos últimos para lavar la pulpa hasta dejarla exenta de
licor gastado. Poco antes de que la fábrica de Roanoke Rapids en-
trara en operación, se construyó una fábrica de pulpa a la sosa, en
Pensacola, Florida, que no tuvo éxito en producir una buena pulpa
comercial. Finalmente, la Letcher-Moore Lumber Co. compró la
30 CIENCIA Y TECNOLOGIA SOBRE PULPA Y PAPEL

fábrica y la trasladó a Orange, Tex.; en 1911, el proceso se cambió


de sosa a sulfato, y desde entonces la fábrica tuvo éxito en obtener
un producto comercial y seguro.
Casi cualquier especie de madera puede convertirse en pulpa
por el proceso al sulfato, el cual puede considerarse prácticamente
un proceso universal de obtención de pulpas. Puede utilizarse con
éxito para convertir en pulpa casi cualquier madera que contenga
fibras de suficiente longitud para fines de fabricación de papel.
Resinas como las existentes en los pinos del sur, todas ellas se sapo-
nifican rápidamente en el álcali empleado (que consiste en una mezcla
de hidróxido y sulfuro de sodio), en tanto que la corteza y los nudos
ceden bajo su acción, la lignina se separa fácilmente, y la celulosa
permanece relativamente estable. Por muchos años esta pulpa se
consideró no blanqueable, pero los conocimientos actuales sobre la
materia permiten blanquearla a casi cualquier grado de blancura de
modo que pueda usarse en, prácticamente, cualquier tipo de papel.
El ·establecimiento del proceso kraft en los Estados Unidos, y
particularmente en el sur, ha tenido como resultado lo que puede ser
considerado casi una revolución en la fabricación de pulpa de madera
en este país. Probablemente ha tenido mayor influencia sobre el
crecimiento de la industria moderna, que cualquier otro factor in-
dividual en el desarrollo y progreso de la industria en los estados
del sur.

Pulpa semiquímica
La obtención de pulpas semiquímicas se inició comercialmente a
través del desarrollo de un proceso para utilizar como subproducto
ciertas astillas de maderas duras, tal como se verá más adelante,
proceso que se extendió a otras maderas duras. Casualmente, el pro-
ceso ya estaba logrado en la época en que tres eventos coincidieron
en la industria de la pulpa en los Estados Unidos. Estos fueron ( 1)
el convencimiento de que la demanda de materias primas fibrosas
por parte de la creciente industria papelera, necesitaba de las made-
ras duras, que estaban disponibles en grandes cantidades y repre-
sentaban un problema forestal por su no utilización, para satisfacer
sus requerimientos; (2) el reconocimiento del comienzo de una in-
flación en los costos de la madera para pulpa, que pudieron satis-
facerse parcialmente por medio de un aprovechamiento más eficien-
te de la madera, a través de mayores rendimientos de pulpa; y (3)
la tremenda expansión de la industria del cartoncillo, incluyendo la
de cartón corrugado, resultante de la explosión del mercado de la in-
dustria para empaques, en este país. El cartón corrugado de pulpas
HISTORIA DE LA PULPA Y EL PAPEL 31

semiquímicas de maderas duras se adaptó perfectamente bien a esas


necesidades.
La primera fábrica de pulpa semiquímica fue establecida en 1925
por la Southern Extract Co., en Knoxville, Tenn., para utilizar astillas
de castaño, como subproducto de la extracción de taninos. Se empleó
el proceso semiquímico al sulfito neutro (NSSC) y la pulpa s~ usó
en cartón corrugado. Posteriormente; se construyeron unas seis fá-
bricas para aprovechar las astillas de castaño, aunque dichas fábri-
cas fueron cambiando gradualmente a otras maderas duras cuando
el suministro de madera de castaño se agotó debido al funesto pul-
gón. Las condiciones de operación se lograron en el Laboratorio
de Productos Forestales de los Estados Unidos (United States Forest
Products Laboratory), en Madison, Wis., en experimentos iniciados
en 1921 y culminados con el reporte clásico elaborado por Rue,
Wells, Rawling, y Staidl, en 1927, y con la expedición de patentes
públicas, en 1932.
La idea de la pulpa -semiquímica, aparentemente fue expresada
primero por Mitscherlich, en 1874, en un proceso que implicaba
el ablandamiento de las astillas de madera con ácido sulfuroso o bisul-
fito, seguido por fricción o molienda para convertirlas en pulpa. Un
poco después, en 1880, C. F. Cross reportó el uso de sulfito de sodio
para la obtención de pulpa. Este reactivo tuvo algún éxito comercial
en la década de 1920 para producir pulpas resistentes, de colores
ligeros, a partir de maderas duras y de maderas suaves, pero los pro-
blemas de la recuperación del reactivo y de corrosión del equipo no
pudieron ser resueltos en aquel tiempo. El desarrollo de la obtención
de pulpas semiquímicas, para las que el sulfito de sodio ha resultado
ser particularmente adecuado, ha hecho que este producto químico
sea ahora importante.
Otros descubrimientos y sucesos de importancia en el desarrollo de
la obtención de pulpas semiquímicas son los siguientes:
l. La patente norteamericana de Rawling, de 1928 (Núm.
1 673 089), previó los caminos modernos hacia la obtención
de pulpas semiquímicas, incluyendo el uso de vapor para eli-
minar el aire de las astillas y la cocción en fase vapor.
2. Tracquair y Rawling cubrieron en una patente norteamerica-
na de 1932 (No. 1 843 467) la idea de la continuación de la
eliminación del material fibra-adherente con un proceso de
extracción y blanqueo a base de cloración, el cual es básico
para producir pulpa semiquímica blanqueada.
3. El molino de discos de fricción, introducido en forma mejorada
en 1934, reemplazó al molino de varillas usado inicialmente
32 CIENCIA Y TECNOLOGIA SOBRE PULPA Y PAPEL

-; y proporcionó los medios para realizar la etapa de desfibra-


ción en una operación comercialmente factible.
4. La conversión de la fábrica kraft, de la Southern Kraft Corp.,
de Bastrop, La., en una fábrica de pulpa semiquímica, moder-
na y de gran capacidad (200 toneladas en comparación con
fábricas anteriores de menos de 100 toneladas por día), dio, en
1944, un gran ímpetu a la obtención de pulpas semiquímicas.
5. La instalación de un digestor continuo, del tipo de tubo hori-
zontal, en 1944, para pulpa de cartón corrugado, y para pulpa
blanqueable unos cuantos años más tarde, inició una tenden-
cia hacia la digestión continua en contraste con la digestión
intermitente.
6. La producción de pulpa semiquímica blanqueada fue iniciada
en 1949 por la Consolidated Water Power and Paper Co., de
Wisconsin Rapids, Wis.
7. El desarrollo del proceso químico-mecánico (para pasta me-
cánica) en el Colegio Forestal del Estado de Nueva York, en
1950, y su adopción para la producción de papel periódico
en gran escala, en 1954, por la Great Northern Paper Co., en
Maine, introdujo otro medio de utilización para las maderas
duras.
8. La producción de pulpa semiquímica a la sosa en frío comen-
zó en este país en 1956, en la Gould Paper Co., de Lyons Falls,
N. Y., basada en investigaciones realizadas en el Laboratorio
de Productos Forestales, publicadas por primera vez en 1951.
9. La recuperación mixta del licor gastado del proceso semiquí-
mico con licor negro kraft se inició por el año de 1946, y los
métodos individuales de recuperación comenzaron sus pri-
meras operaciones en 1953, con diversas instalaciones desde
aquel entonces para señalar el camino hacia la solución de
problemas de costo de reactivos y contaminación de corrientes.
La industria de la pulpa semiquímica ha exhibido un crecimiento
espectacular en menos de 15 años de su moderna existencia en los
Estados Unidos. La industria se inició en 1925 con una fábrica que
tenía una modesta capacidad diaria de 10 toneladas. Por el año de
1939, esta industria se había expandido a una capacidad diaria
de 355 toneladas, correspondiendo la mayor parte del producto al
histórico cartón corrugado de astillas de castaño. Durante los años
de depresión no hubo crecimiento, y no fue sino hasta que la primera
gran fábrica entró en operación, como ya se mencionó, en 1944,
cuando el proceso se convirtió en una realidad. Por 1945, la capaci-
dad diaria se aproximaba a la cifra de 1 000 toneladas, y esta cifra
HISTORIA DE LA PULPA Y EL PAPEL 33

creció de manera extraordinaria a 6 425 toneladas por 1957, o sea,


un aumento de más de diez veces a partir de 1940. Proporcional-
mente, la producción de pulpa semiquímica es la que más ha au-
mentado, siendo el porcentaje de incremento más del doble que el
de la industria de la pulpa al sulfato, reconocida universalmente por
su espectacular crecimiento. Las únicas otras ramas principales de esta
industria que muestran incrementos superiores al cambio global de la
misma, son las industrias de las fibras corrientes y de la pulpa para
disolver.* La industria de la pulpa semiquímica en los Estados Unidos,
calificó en cuarto lugar en 1957 entre las principales industrias de
proceso, mientras que en 1940 era la sexta.
BLANQUEO
Hasta fines del siglo xvm, el blanqueo de las fibras vegetales se
lograba por medio de la acción de la luz solar sobre las fibras hume-
decidas, con lo cual se liberaba lentamente oxígeno naciente y los
pigmentos naturales o materiales colorantes se volvían incoloros, se
solubilizaban en agua, o se destruían. Se utilizaba la exposición re-
petida a la luz solar,_ con maceraciones intermedias en soluciones de
álcali, obtenida'S a partir de las cenizas de la madera, de algas y
de otros materiales vegetales, y se hacía un tratamiento final con
ácido láctico proveniente de la leche agria. La mayor parte del ma-
terial blanqueado estaba constituido de fibras de lino. El algodón se
consideraba suficientemente blanco sin blanqueo; y el cáñamo,
yute, y otras fibras, se consideraban demasiado difíciles de blanquear
para que se justificara el empeño de hacerlo.
En 1774, ocurrió un acontecimiento que hizo época en las indus-
trias textil· y papelera, así como en la química: el descubrimiento
del cloro elemental por el químico sueco Karl Wilhelm Scheele. El
observó que el gas cloro tenía una poderosa acción blanqueadora
sobre las fibras vegetales. Después del descubrimiento de Scheele, el
químico francés Berthollet encontró que el cloro podía ser absorbido
en soluciones de potasa o carbonatos cáusticos para dar soluciones
que tenían una acción blanqueadora satisfactoria. Desde el punto
de vista de un blanqueo práctico y económico, también hizo época
el descubrimiento de Charles Tennant, de Glasgow, Escocia, respecto
a la formación de hipoclorito de calcio por la reacción del gas cloro
con Ja lechada de cal. Tennant no disfrutó del monopolio a que tenía
derecho por la publicación de su patente en 1798, y llegó a estar
profundamente implicado en litigios de patente. Sin embargo, en
1799, obtuvo una patente sobre la producción de un polvo blanquea-
• Véase la Tabla 11-3, Pág. 353. (N. del T.)
r, 34 CIENCIA Y TECNOLOGIA SOBRE PULPA Y PAPEL

dor por la acción del cloro sobre la lechada de cal y de esta manera
pudo transportar cloro en forma sólida (en toneles de madera, en
1

barriles grandes,* o en otras formas) desde las fábricas de pro-
ductos químicos hasta las fábricas textiles y papeleras.
¡ El blanqueo del trapo se llevaba a cabo en pilas lavadoras con-
vencionales, después de eliminar el álcali usado en el cocimiento y
de que el trapo estaba ya parcialmente desfibrado. Una. vez que el
1 lavado se había completado, los cilindros lavadores se bajaban a
nivel de la suspensión en el lavador, para dejar espacio a la adición
de suficiente solución clara de polvo de blanqueo para blanquear el
contenido de la pila. Cuando la acción del blanqueador se había
completado, se agregaba alumbre o ácido acético diluido para volver
ligeramente ácida la suspensión, y se continuaba el lavado hasta
que en el efluente sólo se identificaran huellas de cloro activo. La
suspensión se vaciaba entonces en drenadores, en los cuales las
últimas huellas del cloro adsorbido sobre la fibra completaban la ac-
ción blanqueadora. Este método de blanqueo fue práctica general
en las fábricas de papel durante la segunda mitad del siglo XIX y aún
se usa comúnmente en fábricas que hacen papeles con contenido
de trapo. Las pulpas de madera generalmente requieren varias veces
la cantidad de agentes blanqueadores requeridos por el trapo y son
mucho más lentas para blanquearse.
Los primeros sistemas de blanqueo estaban limitados a consis-
tencias de 3 o 4%, y cualquier intento para blanquear más rápida-
mente o para tratar las pulpas cocidas a rendimientos satisfacto-
rios,** requería elevación de temperatura de grandes ·.-olúmenes de
pulpa, a valores entre 38 y 50ºC. En 1895, los hermanos Bellmer,
en Alemania, desarrollaron un nuevo tipo de pila de blanqueo que
lleva su nombre. En este equipo, la operación a 7% de consis-
tencia era posible si las cubas forradas con cerámica tenían formas
hidrodinámicas apropiadas. Poco después de la introducción de la
pila Bellmer, el trabajo experimental realizado en la fábrica Burgess
de pulpa al sulfito, en Berlin, N. H., convenció al grupo de opera-
ción de esa fábrica que consistencias todavía mayores tenían ventajas
bien definidas. La pulpa, perfectamente mezclada con el licor de
blanqueo, se alimentaba a una consistencia de aproximadamente
12% al primer tanque de blanqueo, y, a esa consistencia, transporta-
dores de gusano la alimentaban al sistema.
* En el texto original el autor usó la palabra ..hogsheadsu, la cual se refiere a una
medida inglesa de líquidos, que contiene 60 galones (272.58 lt). (N. del T.)
* * Con la expresión "pulpas cocidas a rendimientos satisfactoriosn, el autor se refiere,
básicamente, a pulpas de madera, las cuales, por su contenido residual de lignina, re-
querían temperaturas de blanqueo mayores que las pulpas de trapo. (N. del T.)
HISTORIA DE LA PULPA Y EL PAPEL 35

La notable mejoría en limpieza, color y calidad de pulpa blan-


queada a esta mayor consistencia, encaminó los esfuerzos a lograr
consistencias aún más altas. Esto condujo al desarrollo del blanquea-
dor horizontal Wolf, en el cual fue posible operar a consistencias de
15 a 25%. Posteriores al desarrollo del blanqueador Wolf y a las
ventajas comprobadas del blanqueo a alta consistencia, se constru-
yeron otros tanques blanqueadores que usaban este principio, entre
los que se contaban el Fletcher, el Collins y el Thorne. Durante este
periodo de desarrollo, se encontraron ciertas ventajas al agregar
sólo una parte de los agentes químicos de blanqueo al principio de
la operación y el resto posteriormente, todavía en varias partes. Esto
llevó a la práctica moderna de blanqueo en varios pasos, con lavados
intermedios para eliminar los productos del blanqueo.
Por muchos años, este proceso únicamente se practicó en el blan-
queo de las pulpas de trapo, pero por el año de 1920 se encontró que
las ventajas del blanqueo en varios pasos eran aún mayores en el
blanqueo de la pulpa de madera. No se lograba solamente un mayor
grado de blancura o brillantez, sino que el consumo de productos
químicos de blanqueo era mucho menor. Los sistemas en dos pasos
se encontraron especialmente ventajosos para el blanqueo de pulpas
hechas por los procesos a la sosa o kraft, en los cuales la cantidad
de reactivos requeridos para alcanzar un grado estándar de blancura,
a menudo se reducía a la mitad en comparación con el blanqueo en
un solo paso, y las pulpas producidas estaban menos degradadas.
Finalmente se encontró que convenía emplear aún más de dos pasos
en el proceso de blanqueo; la práctica moderna utiliza hasta siete
pasos con una multitud de conminaciones, a diferentes consistencias,
con frecuencia usando cloro sólo en el primer paso, seguido por un
paso de extracción alcalina con lavados de agua, y terminando con
una serie de pasos de hipoclorito con eficientes lavados con agua,
intermedios y final. En la última década, el bióxido de cloro y los
cloritos han encontrado un amplio uso para el blanqueo final de
las pulpas químicas. Estos productos son mucho más caros que los
hipocloritos, pero su empleo como agentes finales de blanqueo pa-
rece justificarse cuando se requieren máxima blancura y degrada-
ción mínima en la pulpa.
El uso del cloro y sus compuestos está grandemente restringido
al blanqueo de pulpas químicas. Hace varios años se encontró po-
sible aligerar el color de la pasta mecánica (madera molida) con el
uso de bisulfito de sodio o de calcio. Resultaba una considerable
mejoría de color, pero éste no era tan permanente y en algunos casos
la pulpa mostraba reversión hacia su color original. Un poco más
CIENCIA Y TECNOLOGIA SOBRE PULPA Y PAPEL

tarde, se observó que el hidrosulfito de zinc era superior a los agentes


originales de blanqueo y su uso se extendió ampliamente. Durante
la última década se descubrió que el peróxido de hidrógeno y el pe-
róxido de sodio eran muchos mejores agentes de blanqueo para la
pasta mecánica que ninguno de los compuestos usados con anterio-
ridad, por lo que se han venido empleando para blanquear esta pul-
pa, sin importar que el costo sea ligeramente mayor. Los peróxidos
son capaces de aumentar en 5 a 15% la blancura de la pasta mecá-
rúca, y el hidrosulfito de zinc en 5 a 8 % , en tanto que los bisulfitos
aumentan la blancura en sólo 2 a 3%, y su efecto es menos per-
manente. El blanqueo de cualquier tipo de pulpa es un proceso re-
lativamente caro, y continuamente se están realizando experimentos
en laboratorios de investigación de fábricas de papel, de fabricantes
de productos químicos, instituciones gubernamentales y universida-
des, tanto en los Estados Unidos como en el extranjero, con objeto
de reducir estos costos y producir pulpas más blancas y más estables
para la fabricación de papel y de multitud de diversos productos en
los cuales la celulosa es la materia prima fundamental.

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