Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
RTA: Mucho se habla de la corrupción como una especie de virus que perjudica a la sociedad y en
donde tal fenómeno esté presente, seguramente habrá daños. Por eso es importante describir
cuáles son los costos de la corrupción. Claro que esto es algo difícil de calcular pues, en el caso de
la corrupción en la administración pública los funcionarios no reportan cuánto dinero se roban. O
los empresarios no difunden información sobre cuánto pagaron en sobornos, y así sucesivamente;
lo cual tratándose de acciones ilegales tiene lógica.
El costo que pagamos los colombianos por tolerar y convivir con la corrupción es inmenso. Lo
podemos apreciar diariamente en el inhumano servicio médico del ISS, en la pésima calidad de
nuestras carreteras, en el pobre nivel de la educación pública, en el contrabando, en el abandono
de las regiones apartadas, en los pasillos del Congreso en las Asambleas y Consejo, en la
ineficiencia de las Fuerzas Armadas y en prácticamente todas las dependencias públicas. [1]
[1] El Tiempo.
¿QUÉ LE ESTRATEGIA RESALTA EN EL CASO DE SINGAPUR, QUE PUEDA SER UN APORTE PARA
COMBATIR LA CORRUPCIÓN EN COLOMBIA?
RTA: Una de las primeras medidas que tomó el gobierno de Lew Kuan Yew fue establecer unas
reglas claras y sencillas para contratar con el Estado, pues descubrió que las normas legales habían
sido redactadas con una confusión amañada, precisamente para facilitar los enredos de la
corrupción. Y fue entonces cuando se ordenó, además, que los empleados públicos tenían que
rotarse en sus cargos cada cierto tiempo para evitar que se enquistaran en las entidades,
perpetuándose y corrompiéndolas.
Esta opción me parece una buena estrategia que se podría implementar en el gobierno
colombiano, ya que en muchas identidades publicas los cargos superiores son regidos por el
mismo núcleo familiar o gubernamental, y también cambiar el chip de que siempre que se llega a
un cargo grande se tiene que sacar el mayor provecho posible a si sea de la peor manera, nosotros
como jóvenes y el “futuro de este país” deberíamos empezar a cambiar esa mentalidad de llegar a
la sima sin importar a quien tengamos que dañar para lograrlo, más bien ver cómo nos podemos
ayudar con lo que tenemos sin necesidad de dañar a otros y a si con cambios pequeños podemos
ver resultados enormes.