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El reto que tienen los contadores públicos es ayudar a combatir la corrupción, “porque por nuestras manos

pasa toda la información, en especial por parte de quienes elaboran los estados financieros de las diferentes
organizaciones empresariales y particulares”.

Sin embargo, en estas se está preparando a un contador público mediocre que realice funciones de contador,
auditor y revisor fiscal. También se contratan docentes con salarios bajos, contadores que llevan
contabilidades a bajos costos y revisores fiscales con honorarios que no justifican la calidad de sus
funciones.}

Dichos factores repercuten en la pésima calidad de la información de los estados financieros, ayudando a
cometer fraudes en autoría de los administradores de las organizaciones, y por lo tanto serán penalizados en
la DIAN y la Junta Central de Contadores. Es necesario que se sancionen desde lo disciplinario y lo social,
para que tomen escarmiento y se mejore la información con calidad y ética, y no nos obliguen a cumplir las
funciones encomendadas mediante leyes de anticorrupción, como la 1474 del 2011 y la 1778 del 2016”, 

¿QUE ES LA CORRUPCION?

La corrupción es definida por Transparencia Internacional como “el uso inadecuado del
poder conferido para obtener ganancias personales”, la cual representa un asunto de
negocios crítico para las corporaciones y un asunto social significativo alrededor del mundo

Para efectos de este artículo, cuando me refiera a corrupción implicará, básicamente, el sobornar a
funcionarios públicos, aunque sabemos que la corrupción puede tomar muchas otras formas como:
el mal uso de fondos por funcionarios públicos, el soborno entre actores del sector privado u otras
acepciones.

La corrupción debilita la confianza pública y quita recursos que se necesitan para combatir la
pobreza y otros problemas sociales. Todavía más, roba a las poblaciones más desprotegidas y
vulnerables al desviar a las bolsas de funcionarios deshonestos, los recursos que debieran usarse
para servicios críticos como: educación, agua potable y cuidado de la salud. Esto hace que
tengamos poblaciones sin esperanza.

La corrupción no es una preocupación social periférica que las empresas puedan ignorar o atender
en forma pasiva, sino que es un asunto básico que afecta directamente la capacidad de las
empresas para competir.

Las empresas se han enfocado en “poner su casa en orden” mediante programas de ética y
cumplimiento, así como en recientes iniciativas de acciones colectivas. Sin embargo, con pocas
excepciones las empresas no se han comprometido a esfuerzos más proactivos dirigidos a
soluciones totales a este problema.

En vista de que, como veremos más adelante, una de las medidas más efectivas contra la
corrupción es el establecimiento de un programa anticorrupción, del cual el establecimiento de
controles internos es una de las partes más importantes, los Contadores Públicos estamos
especialmente calificados para apoyar en este esfuerzo.

En relación con las expectativas de la sociedad acerca de nuestro trabajo es importante recordar lo
establecido por la OCDE en la Convención para Combatir el Cohecho de Servidores Públicos
Extranjeros. Esta Convención tiene como propósito penalizar a las empresas, a los servidores
públicos y a las personas que en transacciones comerciales reciban, prometan o den pagos
extraoficiales.
En este acuerdo se establecen reglas y recomendaciones que tienen un efecto directo en el trabajo
de los Contadores, tales como:

 Participar en la lucha contra el cohecho y la corrupción previniendo e identificando actos


ilícitos, conductas irregulares para evitar la doble contabilidad, las transacciones ilícitas y los pagos
extra oficiales.
 Ser responsables de ofrecer a las empresas y al público información transparente y creíble
sobre la administración y registro de las empresas.
 Garantizar el cumplimiento de reglas que impiden las prácticas contables dudosas, que
pueden ser empleadas para ocultar transacciones corruptas tales como:

- Encubrir gastos en los registros contables.


- Falsificar los asientos diarios y realizar informes financieros fraudulentos.
- Realizar transacciones sin la autorización correspondiente y con fines distintos a los de la
empresa.
- Permitir el acceso a los activos sin el consentimiento específico de la gerencia.

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