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El Equipo Del Mochilero
El Equipo Del Mochilero
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Mochila Bolsa de Dormir Carpa Vajilla Ropa Calzado Elementos de Limpieza e
Higiene
Introducción
Para todo aquellos que se quieren iniciar en el viaje existe siempre la misma pregunta,
frecuente en el foro y en los chats: “¿Cómo tengo que armar la mochila?”. Para esa
pregunta está esta sección. En este artículo separamos las cosas que son
imprescindibles, las necesarias, las convenientes, las de emergencia y las
negativas.
El artículo apunta a dos cosas. Por un lado, al hacer una lista, le estamos dando una
idea de qué cosas tiene que meter en la mochila para no irse mal preparado. Por el
otro, al explicarle cada ítem, queremos crear en el futuro mochilero el criterio o
razonamiento básico para armar la mochila. Todo esto es una base que el mochilero
irá adaptando a sus propias costumbres a partir de la experiencia personal.
Por imprescindibles entendemos las cosas sin las cuales no podemos irnos de viaje.
Para el caso son bastante pocas: la mochila y algo que haga de bolsa de dormir. En
este artículo incluimos la carpa por ser de mayor importancia que las cosas
“necesarias” aunque verdaderamente no es imprescindible una carpa para irse de
viaje
Por convenientes nos referimos a las demás cosas, cosas que no son
imprescindibles para irse de viaje ni necesarias en la vida diaria, pero que llevarlas nos
hacen la vida sensiblemente más fácil, como ser calentador, aislante, reloj, etc.
IMPRESCINDIBLES
MOCHILA
Lo ideal es que nuestra mochila sea una mochila de armazón interna. Que significa
esto? Antes de hablar de la anatomía de la mochila tenemos que considerar un hecho
básico de la anatomía humana: nuestras piernas soportan mejor el peso que cualquier
otra parte del cuerpo, por estar en contacto con el suelo y estar muscularmente más
desarrolladas. Para conducir el peso a las piernas una buena mochila tiene una
armazón interna de aluminio. Normalmente estas son placas que recorren la mochila
por dentro, de lo alto a lo bajo, y se encuentran cercanas al respaldo. No son placas
rectas, sino que siguen la forma de columna en forma de “S”. En algunas mochilas
como en la Montagne Adventure de 80lts, estas placas pueden extraerse.
Estas placas conducen el peso hacia el área de la cintura, donde el cinturón recibe el
peso y efectúa la transferencia hacia las piernas, ahorrándonos un 30% del peso.
Atención, esto no es un detalle. Ningún mochilero debería llevar una mochila sin
cinturón. Muchos compran la mochila con cinturón pero por ignorancia no se lo
abrochan. Lo mismo se dice de la armazón interna. Aunque su sola presencia de poco
sirve si no hay un cinturón que distribuya el peso a las piernas. . Volviendo al cinturón,
este debe ser acolchado, y no una simple correa cuyo roce nos termine daniando
luego del tercer día de caminata. Algunos cinturones permiten colgar de ellos algunos
elementos que necesitaremos durante una caminata, como una linterna o una
cortapluma o cámara de fotos.
Los tirantes de los hombros deben ser anchos, para distribuir la presión sobre la piel
en un área más ancha. En el caso ideal, los tirantes tienen una curva preestablecida
de fábrica y son ajustables.
Otra parte a tener en cuenta al momento de comprar una mochila es el panel dorsal.
Debe ser acolchado. En las últimas mochilas, este acolchado consta de la
superposición de distintas capas cavernosas de un material sintético. La manera en
que estas capas están superpuestas hace que las cavidades no se sellen y colpasen
con el uso y se mantenga el flujo de aire que permite que siga siendo una superficie
acolchada (Esta tecnología se llama Matrix Foam Technology).
Otra de las cosas que hay que chequear es que la mochila tenga correas de sujeción
para bolsas de dormir y/o aislantes.
Muy importante es también fijarse que la mochila tenga dos pisos o compartimentos
a los que se pueda acceder independientemente. La separación entre los dos pisos
que evita que las cosas del compartimento superior ejerzan peso sobre las del inferior,
se puede cancelar con un cierre, para el caso en que llevemos objetos largos. Algunas
mochilas traen un cierre lateral que permite acceder a cualquier parte de la mochila
sin desarmarla.
Los bolsillos: las mochilas de la última década venían con infinidad de bolsillos
exteriores. Es fácil dejarse tentar por ellos, pero siempre son preferibles los bolsillos
anatómicos expandibles, esos que sólo se dejan notar si están cargados y que sinó
no sobresalen del cuerpo principal de la mochila. Los bolsillos externos al estar menos
integrados al cuerpo principal de la mochila reparten el peso menos eficientemente,
sobretodo al estar cargados. Además, si situamos allí objetos delicados como la
brújula, etc, están más expuestos que en otros sitios.
Corroborar que la cabeza de la mochila tenga al menos un cierre, son útiles para
guardar mapas, guías de viaje, libros, etc. En muchos casos la cabeza de la mochila
se desengancha y sirve alternativamente como rinionera.
Muchas mochilas vienen con un cubre mochila impermeable para los días de lluvia,
que de despliega desde un cierre detrás de la cabeza. Si nuestra mochila no tiene uno
se pueden comprar por separado. Son importantes, ya que evitan que el agua llegue a
los papeles del viaje (mapas, pasaportes, visas, dinero, libros, folletos, notas de viaje).
En algunos modelos las trampas de cuerdas, que sirven para sujetar desde
camperas a aislantes. Estas cuerdas hacen que de lejos la mochila asemeje a una
gran zapatilla, aunque ya los últimos modelos han reemplazado las cuerdas por otra
superficie del mismo material que la mochila pero que esta unida a esta por correas
actuando como trampa.
El ajuste de la mochila: las mochilas de baja calidad vienen con las proporciones de
fábrica y no es posible lograr un ajuste a una espalda en particular. Una compleja red
de correas permite esto. Es importante probarse la mochila ajustandola antes de
comprarla, y si es posible con una carga real y no con el papel de diario que le ponen
de relleno.
Otra pregunta frecuente en el Foro es qué tipo de mochila necesito? Por lo general
la mochila de hombre tiene 80 litros (se usa el litro como medida de capacidad) y la de
dama 60 L. Todos los modelos dignos expresan claramente su capacidad en el mismo
nombre, Civetta 60, Buffalo 120, Doite Expedición 88, Montagne Advenure 80, y así.
Últimamente, están cambiando la manera de decirlo, y te ponen: 70 + 10. Esos diez
significa que la mochila tiene bolsillos expandibles que en toda capacidad suman 10 L.
a la capacidad de tubo principal. Lo que tenemos que calcular nosotros es que, sea
como sea, la mochila no tenga menos de 80 lts si pensamos hacer un viaje largo. Hay
algunas mochilas de 45 L. pero no se recomiendan salvo para un campamento de un
par de días.
Dónde conseguir mochilas en Mar del Plata? En Una Montagne de 80 L. nueva
anda por los $190/210m, una Cacique (siempre de 80 L) unos $280, y una Waterdog
de 70 L. $144.
SACO DE DORMIR
Debemos tener bien presente el lugar al que vamos a ir para determinar si nuestro
saco será suficiente para protegernos del frío nocturno. En caso de ir a un lugar muy
frío, podemos coser una frazada de modo de hacer un forro interior al saco, aunque
hará de el un bulto más grande y pesado, no podemos pasar frío de noche. Si no
tenemos saco y el lugar al que vamos no es muy frío, podemos improvisar un saco con
un buen par de frazadas o metiendo ropa dentro del saco. Sin embargo, hay ciertos
parques, como el Aconcagua o si queremos ir al Volcán Lanín, donde nos revisarán
antes de dejarnos pasar; y no es broma, si no tenemos el equipo adecuado para el frío
no nos dejarán pasar. Averigüen particularmente antes de ir. Ahora, si vamos a
comprar una bolsa de dormir y gastar unos pesos, mejor gastarlos bien. La bolsa de
dormir y la mochila sean acaso los dos ítems del equipo en donde no conviene
escatimar gastos. Las bolsas de dormir se dividen en estaciones (seasons si miramos
un catálogo extranjero). Hay bolsas de dormir de 2 estaciones (primavera/verano), de
3 estaciones y de 4 estaciones. Las de tres estaciones son aptas ya para el invierno.
Las de cuatro deberían soportar incluso temperaturas casi polares. A su vez, su
capacidad térmica se mide en grados centígrados. Es éste último índice al que el
viajero debe prestar atención al momento de la compra. El fabricante da, para cada
modelo, un rango de temperatura, (que normalmente está escrito en la misma bolsa)
que son dos valores numéricos expresados en grados centígrados. Uno expresa la
temperatura mínima con la que podemos dormir cómodamente. Este índice es el
índice de confor. Junto a este numerito aparece otro que es el índice extreme y es la
mínima temperatura a la que esa bolsa puede ser útil como barrera. Ya no hablamos
de dormir como si nada pasase (ese es el índice de comfort) si no de al menos poder
tolerar el frío. Ejemplo: una Vango Ultralite II 1100, carpa de 3 estaciones, comfort –4
C, extreme – 12 C. Aunque vayamos a hacer un viaje a un sitio no particularmente
frío, no es bueno comprar por eso una bolsa de dos estaciones, porque en algun
momento vamos a querer ir al Sur en invierno, y esa bolsa, no nos va a servir en
absoluto. Conviene si es posible conseguir una bolsa abrigada, de tres estaciones, ya
que siempre podemos regula hacia abajo (quitarnos ropa, dormir con la bolsa abierta)
más fácil de lo que se puede regular hacia arriba. Las bolsas de dos estaciones son
tentadoras: son más baratas y ocupan menos espacio. Pero lo repetimos, su uso se
limita la verano. Un valor que se considera muy bueno para todo tipo de viajes es el de
extreme – 12. Lo que en criollo decimos “una bolsa para menos doce grados”. Esa te
va a venir bien en la provincia de Buenos Aires como en Santa Cruz. Con esto
queremos decir que no es necesario tener que irse al Sur para necesitar una buena
bolsa, de hecho en la provincia de Buenos Aires en invierno hace el frío suficiente para
que todas las frazadas que apiló mamá el día antes del viaje sean perfectamente
inútiles. El mal dormir, el dormir con frío, el amanecer temblando y malhumorado, es
uno de los factores que acortan el deseo de seguir viajando, una de las cosas que
hacen que al final de cada día acampar sea un martirio y no algo placentero.
Lléndonos a un extremo, se pueden conseguir sacos de hasta –25 C. Materiales: lo
relevante acá es el relleno de la bolsa. Una buena bolsa de dormir utiliza fibras
sintéticas como el duvet, que es el mismo material que tienen los cubrecamas o sino
directamente pluma de ganso. Estas últimas son las más caras. Tienen la ventaja de
ser más cálidas, comprimirse más y ser más fáciles de empacar, pero tardan mucho
en secarse si se mojan. Las de duvet no son tan abrigadas como las de pluma pero
son más duraderas y no pierden su capacidad aislante al mojarse. Una buena bolsa de
dormir tiene capucha. Algunos llaman a estas “saco tipo momia”. En cuanto al peso
una buena bolsa de dormir de –12 grados no llega a los 2 kgs, aunque algunas marcas
nacionales andan por los 3 kgs. Por último, un consejo, guardar las bolsas de dormir
extendidas cuando estamos en casa y no las usamos: de otra manera las fibras se
comprimen demasiado y pierden su cualidad aislante. Advertencia: Viajeros amigos
nos han advertido que las bolsas Derrino Night Tec (-20 C) y Northland Boulder no
rankean lo que dicen. Son excelentes bolsas, pero no protegen a la temperatura que
declaran. Comprar por internet. Hay una bolsa de usados en www.alborde.com, que es
confiable.
CARPA
Sigamos con los elementos que no son imprescindibles pero sin las cuales no
podremos hacer la vida diaria.
Necesarias
VAJILLA
con plato, taza, ollita (que también sirve de pava), cuchillo, tenedor y cuchara estamos
bien. Aparte de eso, mate y bombilla. Luego, hablemos de lo ideal.
Con respecto a los cubiertos, podemos llevar un juego de tenedor, cuchillo, y cuchara
de casa, pero lo ideal es hacerse de un juego de cubiertos de camping, que son mas
pequenios y livianos. Estos vienen de plástico, acero inoxidable ($20 marca Cacique) o
titanio. Los de plástico son inservibles, los de acero inoxidable los más comunes y
efectivos, y los de titanio los ideales, ya que combinan el peso de los de plástico con la
dureza y filo de los metálicos. Ademas son los más caros...
También es casi indispensable un abrelatas, pero para ahorrar peso conviene tener
una cortaplumas que lo incluya en sus usos y no llevar uno aparte.
De vaso se puede usar la tapa del termo. Otra opción bien piola son los pequenios
vasos térmicos metálicos con tapa que conservan el calor. Si ya llevamos termo en el
equipo y solo queremos el vaso en tanto recipiente y no nos interesa sus cualidades
térmicas, entonces directamente un vaso metálico cualquiera, que sea pequenio,
hará el trabajo. En las casas de camping se los consigue de aluminio o de acero
inoxidable ($20 marca Doite).
Aparte del termo de viaje que normalmente tienen una capacidad de un litro, si
pensamos apartarnos de la civilización por un largo trecho conviene aumentar nuestra
capacidad de llevar agua. Entonces, sin dejar el termo (que nos sirve para llevar agua
caliente o chocolate y conservar el calor corporal en climas fríos) podemos llevar una
bolsa de agua como las que se usan para trekking. Son bolsas de un plástico duro,
flexible y transparente, que pueden cargar 2 lts de agua al estar llenas, pero que un
vez vacías se plegan y no ocupan prácticamente espacio en la mochila. Su peso es
ínfimo, y lo hace una alternativa superior a la cantimplora. En caso extremo podemos
combinarla con el termo y tenemos entonces 3 lts de agua, suficiente para beber y
cocinar.
En esta categoría ambién podemos incluir a los elementos necesarios para hacer
fuego: fósforos o encendedor. Entre estos últimos, se encuentran unos muy prácticos
que son anti-viento, y permiten tener una llama poderosa al margen de las
condiciones climáticas. Funcionan a gas butano.
ROPA
Un buen número es tres mudas (llámese calzoncillo, par de medias y remera), una
puesta y dos en la mochila. Luego un pantalón largo y uno corto (si vamos a Ushuaia
en invierno podemos prescindir del corto y llevar otro largo). Un buzo o pullover y una
campera. Si vamos a un lugar muy frío, hay cierta ropa que conviene llevar pero en
número de uno, porque la usaremos una vez cada tanto, cuando haga mucho frío, o la
usaremos sobre la remera, por lo que no la transpiraremos o al menos la podremos
usar más de un día entre lavado y lavado: calzoncillo largos o calzas, camiseta de
manga larga bien abrigada, chomba calada y medias térmicas o de lana. Esto es en
términos generales. Ahora, si podemos elegir o disponemos de un presupuesto,
podemos hacernos de un mejor equipo y buscar la manera de que cada item
contribuya a una mayor comodidad durante el viaje.
Empezemos por el pantalón. Lo ideal son pantalones tipo cargo, que son esos que
tienen grandes bolsillos a los lados e incluso un par de cierres. La ventaja es la
capacidad de manejo simultaneo de objetos: billetera, mapas, etc.
Estos pantalones aveces vienen desmontables, la parte de la rodilla para abajo se
desmonta con un cierre. Lo bueno de esto es que cuando hace calor tenemos un
pantalón corto, y no tenemos que cargar con él en la mochila porque ya lo tenemos
tipo 2 en 1. Para climas templados, es decir, no demasiado frío, no demasiado calor,
los pantalones de microfibra son los mejores. La microfibra es un tejido de rápido
secado, y es una tela muy respirante, además de liviana. Hay distinto tipo de
microfibras, la marca Montagne está trabajando ahora con microfibra Taslone, que es
bien resistente.
El Polar (Fleece, en inglés, por si nos toca comprar en el extranjero), es un tejido
super abrigado, pero no es recomendable como unica capa si va a haber lluvias, ya
que no es absolutamente impermeable. Esto no quiere decir que en la mochila no
metamos un jean para la ciudad, salidas, etc. Dos pantalones (uno puesto, otro en
mochila) es un número razonable para un viaje no muy largo. Si nos vamos tres
meses, sumar otro.
En cuanto a la parte superior, llevar un buzo de polar para el frío. Aunque cualquier
polar es bueno, nos podemos encontrar con polar antipilling. No asustarse, significa
que con el uso no se hacen bolitas con la lana del polar. A la hora de pensar en un
abrigo, un polar abriga más que un pesado pullover de lana que tiene medio
centímetro entre punto y punto y que deja filtrar todo el calor.
Las remeras no admiten mucha diferencia, lo que sí hay son camisetas térmicas de
polipropileno ($30), que retienen más el calor que una remera común.
La ropa interior, si nos vamos al frío, debe ser de capilene, seda o lana, y las medias
también de lana. El algodón no se recomienda, cuando se transpira se pone frío.
Algunas medias termicas vienen hechas con doble hilo de algodón, y son bien altas,
cubriendo toda la pantorrilla. ($25 marca Sox).
Guantes y gorro son indispensables para el frío, ya que hasta el 75% del calor
corporal se pierde por las extremidades. La lana es buen, material, el polar mejor, y
algunas fibras sintéticas impermeables mejor aún. Los guantes deben ser
impermeables si pensamos ir a un lugar frío y lluvioso. Un par de guantes
impermeables típico esta hecho de nylon en el exterior y de polyester en el interior.
($33 marca Montagne). Una marca muy recomendable es Thinsulate.
Para el caso contrario, indispensable una gorra tipo de béisbol para protegerse del
sol, o mejor aún un sombrero de ala ancha, que le da sombra a toda la cabeza. ($20
aprox) También salieron al mercado ahora unos gorros de tipo béisbol con toda una
falda que cubre la nuca. ($30 Marca Dago).
La campera. Si vamos a viajar en climas templados o medianamente fríos, cualquier
campera abrigada nos va a servir. Si vamos a climas fríos, o a sitios cálidos durante el
día pero que refrescan de noche, hay que tener un par de cosas en cuenta. Las
cualidades que tiene que reunir una campera son abrigo e impermeabilidad.
Una buena opción es una campera con relleno de pluma de ganso que es
sumamente aislante y se compacta para meterse en la mochila. Las camperas de
jean dejan pasar toda el agua, las de cuero son pesadísimas y ocupan media mochila.
(Nunca!) Una opción fácil para evitar comprar una campera nueva si tenemos una que
no es impermeable es comprar un rompevientos y usarlo encima de nuestra
campera. Otra manera de lograr abrigo y barrera anti lluvia es comprar un poncho de
lluvia, que son baratos, y usarlo encima de nuestra campera convencional.
Ahora, supongamos que vamos a hacer muchos viajes, tenemos unos ahorros, y
queremos una campera que nunca nos deje a pata. Entonces nos tenemos que decidir
por una campera desmontable. Estas camperas son dos camperas en una. La parte
exterior y visible es una campera-rompevientos de microfibra taslone, impermeable,
con una resistencia hidrostática de 700 mm, costuras termoselladas, y muchos
bolsillos. Tiene además ventilación axilar, capucha, y abrojos por todos lados para
evitar que el viento nos entre por debajo o por las mangas. La campera interior es de
polar anti pilling. La ventaja es que, usándolas juntas, tenemos abrigo y barrera, y nos
sirve hasta en los más altos pasos a los que se puede llegar sin hacer montanismo,
allá por los 5000 y pico metros. Si el clima es templado, podemos usar el polar, y si
hay lluvia pero no hace frío, guardamos el polar en la mochila y nos quedamos con el
rompevientos. Estas camperas andan por los $450. La diferencia entre estas
camperas y las llamadas camperas técnicas para esquí, es sólo que las últimas no
son desmontables (perdiendo así la ventaja de ser multiuso) y que tienen trampa para
nieve, cosa de dusosa utilidad. En el mercado se consiguen buenos modelos, tanto en
técnicas como desmontables, de las marcas Montagne, Columbia, Alpine Skate,
Dufour, Hi Tech, etc.
Una opción superior son las caperas de Gore-Tex, que combinan barrera y abrigo en
un tejido más liviano que el que forman polar más microfibra, pero su precio las hace
bastante lejanas hoy día, de ($800 para arriba).
CALZADO
El calzado como el resto del equipo puede, según su calidad, solo cumplir su función
o contribuir a aumentar el comfort del viaje. Dependerá esto de cuanto dinero
podamos invertir en el tema.
Antes de comprar un par de botas tenemos que pensar en el tipo de viaje que tenemos
en mente. SI vamos a efectuar excursiones cortas, por terrenos llanos y en
condiciones climáticas nornales, entonces necesitaremos un par de botas livianas y
cómodas. Si estamos pensando en caminar varios días con una mochila cargada a
cuestas y aveces por terrenos donde no hay senderos marcados, hay que pensar en
botas reforzadas, con materiales más rígidos y durables.
Entonces, los criterios a tener en cuenta son: la respirabilidad de la bota (evita que
mantengamos el pie húmedo mucho tiempo), resistencia al agua (nos referimos a
charcos, lluvias o el simple rocío del pasto. Si el nivel del agua no pasa la cania se
pueden cruzar pequenios arroyos) y durabilidad y firmeza (poder utilizar las botas por
largo tiempo y que el calzado mismo ayude a la persona a sostenerse en el terreno,
aún con una mochila a cuestas)
Con respecto a la resistencia al agua, se reconocen en una buena bota los siguientes
elementos: cuero a prueba de agua (por haber sido tratado con impermeabilizantes
especiales, que se pueden comprar por separado). Construcción a prueba de agua
(costuras selladas y otras técnicas). Placas a prueba de agua (son barreras
especiales que evitan el paso del agua y permiten que la humedada interna escape al
exterior.)
Las costuras: Mientras más costuras tenga la bota, más posibiliades de filtraciones y
de fracturas en la cubierta hay. Las filtraciones suceden cuando el agua pasa por las
puntadas. Las fracturas de cubieta suceden cuando dos paneles cocidos se separan,
por el uso mismo del calzado. Por eso cuanto menos costuras, mas durable y
resistente al agua será este. Por otro lado, es conveniente que la suela este cocida al
resto de la bota y no pegada, ya que se puede descocer para reemplazar partes
deterioradas. Actualmente es raro encontrar suelas cocidas, ya que al pegarse se
bajan los costos de producción. Igualmente las técnicas de pegado han mejorado.
La suela. Hay que considerar la calidad del dibujo. Si el dibujo es bueno eso nos
dará mayor tracción sobre el terreno, tema importante para los senderos empinados.
También hay que considerar la rigidez y la resistencia del material . Las suelas están
compuestas de tres capas. La suela interna, que está en contacto con el pie, debe ser
acolchada. Luego viene la capra de amortiguación, que es donde muchos fabricantes
han hecho esfuerzos comerciales. Después viene la suela misma, que es la sección
más dura y la que lleva el dibujo.
La lengüeta. Algunas lenguetas están unidas al zalzado por una membraba que
actúa como trampa de agua, evitando que el agua se filtre por esa sección.
El cuidado de las botas. Es importante limpiar las botas antes de guardarlas. Esto
se puede hacer con detergentes suaves como el shampoo de ninios. Por dentro y por
fuera. Nunca hay que guardarlas húmedas, porque se llenan de hongos y estos
destruyen los materiales orgánicos y otros. Nunca apurar el proceso de secado
poniéndolas cerca del fuego. Mejor ponerles talco para pies y cerca de una fuente de
ventilación. No guardarlas aplastadas, rellenarlas con papel de diario, etc. Una o dos
veces al anio aplicarles impermeabilizantes.
Al momento de la compra.
1. Pide por lo menos un número mayor al que usas comúnmente. Tus dedos
deben tener suficiente espacio como para agitarlos.
2. Debe haber espacio entre la caña y tu tobillo de por lo menos un dedo.
3. El tobillo no debe tener juego (subir y bajar) dentro de la bota mientras
caminas.
4. Pruébate las botas con calcetines similares a los que usarás en tus
caminatas, si te las pruebas con unos muy delgados pensarás que esas son
las indicadas y después las sentirás apretadas.
5. Hay que fijarse en la figura de la suela esta debe estar muy marcada.
6. Que sean ligeras.
7. Si tienen la punta reforzada mucho mejor, será una protección extra para
tus dedos contra los tropezones en las rocas.
8. Unos cordones muy rígidos tenderán a aflojarse más rápido, elige unos de
rigidez media y largos, pueden servirte para muchas cosas.
9. Si tienes los tobillos muy frágiles o las usarás en terrenos muy pedregosos
con descensos empinados, es mejor la bota completa, si no una media bota
será suficiente.
10. Nunca uses tus botas por primera vez en una larga caminata. Úsalas por
lo menos unos 50 km antes de salir para que te acostumbres a ellas y para
que las hormes
Es buena idea llevar unas sandalias para descansar los pies cuando el clima
lo permita. No unas ojotas finitas con correas de goma que nos harán sudar y
nos sacarán ampollas, sino sandalias de las que también tienen agarre en el
talón, y utiliza telas y fibras sintéticas. Evitar esas sandalias que casi parecen
zapatillas por el tamanio exagerado de su suela. Ocupan mucho espacio.
Para el lavado de la ropa, una pieza de jabón blanco servirá tanto para la ropa como para la vajilla. Un cepillo
de uñas para fregar la ropa vendrá bien para la ropa como para la higiene personal. Para ciertos casos, es más
fácil llevar una bolsita pequeña con jabón en polvo, así lo único que hay que hacer es meter la ropa en un balde
y sacudir un poco (comentarios aparte sobre la presencia de con que quedaran las prendas)
Para el lavado de vajilla; el jabón blanco de la ropa y un trozo de esponja. No es conveniente comprar
sobrecitos de shampoo y enjuague para no llevar botellas. Es mucho más caro. En todo caso, lo que conviene es
conseguir botellas de plástico del tamaño adecuado como para llevar el shampoo justo para el viaje.
Toalla – Lo más liviano y pequeño es llevar un pareo, que es una especie de tela muy
finita que se suele usar para la playa o para ir de picnic. Otros prefieren llevar una
toalla de tamaño adecuado pero bien finita, porque se tiene que secar en poco tiempo
para poder volver a meterla en la mochila. Alguno aconsejó alguna vez llevar dos
toallas de mano en vez de un toallón, pero los resultados obtenidos fueron poco
satisfactorios.
Convenientes
CALENTADOR
Quien viaje dispuesto a comer puro sanguchito tendrá dos problemas, el primero es
que se alimentará mal, y el segundo es que el fiambre está carísimo. Con un
calentador podemos comer comida más o menos elaboradas y además ahorrar plata
(no comparemos unos sandwiches con un plato de arroz con queso) Aunque en
términos generales el calentador sólo es algo conveniente y no imprescindible, en
ciertas ocasiones puede ser imprescindible. No debemos olvidar que en los Parques
Nacionales sólo se puede hacer fuego en las zonas de acampe. Hay quien ha andado
por el sur veinte días sin calentador alguno, y nunca dejó de comer. Hacer fuego con
leña no es tan difícil, pero tener un calentador para calentar el mate al despertar es
mucho más lindo.
Otra opción son las garrafas de gas butano a los que se les ajusta la hornalla. Es
más conveniente que la cocinita a gas porque ocupa mucho menos espacio. Están
costando alrededor de los 70 pesos, y sus repuestos 6-7.
La mejor opción sin dudas son las cocinas omnifuel, también llamadas de alta
montania. Estas cocinas ultralivianas tienen la ventaja de funcionar con cualquier clase
de combustibles liquidos (algunos modelos incluso aceptan los tubos de butanos).
Esto es una gran diferencia a la hora de salir de las sendas del turismo convencional y
los sitios urbanos. En cualquier sitio o país podemos encontrar nafta o alcochol de
quemar, pero no en todas partes habrá un comercio que venda los tubos de gas de
butano que se adapten a nuestra cocina a gas.... La otra ventaja es el peso ya que
todo el equipo no llega a pesar 750 gms. El combustible se carga en un tubo rojo de
650 cm3 de capacidad (es buena idea comprar dos tubos si pensamos hacer
excursiones prolongadas). El combustible es bombeado varias veces para lograr
presión antes de abrir una pequenia llave, y luego como en cualqueir cocina hay un
pequenio grifo para moderar el poder de la llama, que sale por una boquilla inyectora
con una presión que asemeja un soplete. Gracias a este sistema de poco nos afectará
el viento a la hora de encender la cocina. Las cocinas vienen con dos o tres boquillas
de diverso diámetro, para los distintos tipos de combustibles a utilizar. Los que
compren estas cocinas harán bien en hacerse de un mini filtro de combustible para
colar combustibles poco destilados y no daniar el equipo. Es, en general, un
dispositivo complejo que requiere mucho cuiadado, pero una vez que le agarramos la
mano podemos disfrutar de sus ventajas. Andan por los $300. Marcas recomendadas
son MSR y Primus.
Garrafa a gas butano
.
AISLANTE TÉRMICO
El piso es una fuente de frío muy importante en las noches. Debemos aislarnos de él
tanto como podamos porque por más que nuestra bolsa sea abrigada estamos en
contacto directo con algo muy frío. Un aislante está a 20 pesos en el mercado, aunque
se pueden conseguir más baratos. En caso de no poder conseguir un aislante, se
puede llevar un buen plástico lo suficientemente grande para poner bajo la bolsa, y
debajo de él podemos meter diarios, ropa o lo que sea que nos aísle un poco del piso.
Para quienes no pueden dormir sobre el piso duro se venden pequeños colchones de
goma espuma de un centímetro de espesor que sirven a la vez de aislante y colchón.
Su costo está arriba de los 45 pesos, pero es una gran diferencia. Sin embargo,
podemos irnos sin aislante perfectamente si no hace demasiado frío.
Una opción superior a los aislantes tradicionales son los aislantes inflables Therm-a-
Rest. Son autoinflables y comodísimos, además de ocupar mucho menos espacio que
un aislante común. Precio: arriba de los $100.
OTROS ITEMS
El modelo ideal es pequenio y liviano. No llevar ninguna linterna que lleve pilas
medianas o grandes. Se gastan rápido y no se justifica. Hay algunas que con un
pequenio giro se convierten de lámparas, que nos serán de utilidad dentro de la
carpa. Para los amantes de la lectura nocturna se venden una pequenias luces que se
sujetan a la frente como las linternas de minero.
Otro objeto lumínico que nos puede ser util es una luz roja de esas que titilan, usadas
por los ciclistas. Es muiy piolas tener una para colocar en la mochila si nos toca
caminar por una ruta de noche, o hacer dedo con poca luz.
Una alternativa linyera que sirve, aunque recomiendo tener mucho cuidado, es tomar
una lata vacía, limpiarla bien para que quede bien reflectiva por dentro y meterle una
vela pequeña adentro, también le podemos hacer una manija con alambre.
Reloj despertador – Sólo si tenemos uno muy pequeño, nos sirve para no pasarnos
de largo a la mañana si tenemos que salir temprano o si viajamos en colectivo y no
queremos pasarnos de la ciudad a la que vamos. Idealmente un reloj pulsera que
tenga función despertador.
Navaja multiuso – su utilidad está en su nombre. Entre los usos más oportunos están
el abrelatas (nada peor que andar abriendo latas de atun a golpes de cuchillo) y el
destapador, además de los filos claro. Además del disenio tradicional hay otros donde
los usos se encuentran en lo que se transforma los mangos de una pinza. Marcas
tradicionales son: Victorinox, Letherman, y Mauser.
Cortaplumas “Victorinox”
Soga – Su uso es múltiple, para colgar la ropa, para atar paquetes que cuelguen de la
mochila o para estrangular al compañero de viaje cuando no nos lo bancamos más.
Que sea bien finita y livianaes lo importante, y lo suficientemente larga, vale usar los
vientos de la carpa cuando no hay viento.
GPS - Un chiche más que otra cosa, le es útil a quien realmente se va a donde no hay
senderos. El “sistema de geo posicionamiento global” además de tener brújula
electrónica, permite fijar, almacenar y rastrear puntos de referencia, conociendo su
latitud y longitud exactas. Con esas coordenadas únicas, podemos hacer ubicable y
compartible (y re-encontrable) una piedra en medio al Parque Nacional Los
Alerces….. Los GOS marcan también las rutas, pero sólo las mayores y aveces con la
nomenclatura equivocada.
Equipos de fotografía: cada uno sabe más o menos lo que prefiere. Hoy día una
cámara digital permite sacar fotografías sin límite y sin el problema de perder los
rollos. A muchos viajeros les sucede que por un hurto imprevisto pierden los recuerdos
de todo un viaje. Con la digital vamos mandando las fotos desde cualquier
computadora a medida que se nos va acabando la tarjeta de memoria. Hay que
considerar un detalle, si vamos a viajar con nuestra cámara y pensamos enviarnos a
una cuenta de mail las fotos que vayamos sacando, necesitaremos llevar con nosotros
el driver de la cámara. De otra manera la computadora del cyber (salvo que tenga
Windows 2000) no reconocerá la cámara. También necesitaremos un cable USB para
conectar cámara y PC. Los adeptos a la fotografía tradicional deberán averiguar si
el tipo de película que usan está disponible en el destino elegido. El problema principal
es otro: cargar con los rollos. Una opción es revelar los rollos pero no hacer copias de
las fotos. De esta manera nos evitamos cargar los rollos y nos llevamos los
negativos. Si estamos haciendo un viaje largo, de más de 3 meses, es una buena
idea enviar estos negativos por correo cada 3 o 4 rollos.
PAPELES DE VIAJE
Entre los que llamamos papeles de viaje incluimos la documentación que nos será de utilidad en el viaje. Esta
variará según la clase de viaje que pretendamos hacer. La sola posibilidad de hacer una parada a trabajar en un
país nos remite a todo un posible conjunto de papeleríos que no se analizarán en este artículo (nos referimos a
CVs, etc). También incluimos cartografía y literatura.
Primero y principal está el pasaporte. Sin él es imposible salir del país, salvo que sea
un país limítrofe. Al pasaporte, además, le deberán quedar al menos 6 meses desde
la fecha de entrada a cualquier país. Vale decir, ningún país nos dejará entrar o nos
dará una visa si nuestro pasaporte se vence en tres meses. Para viajar a los países
limítrofes alcanza DNI o Cédula de la Policia Federal. Es bueno llevar encima una
fotocopia de las dos primeras páginas del pasaporte. Y dejar otras fotocopias en casa
que puedan ser enviadas si perdemos el pasaporte original. Los que no tengan
pasaporte pueden tramitarlo en la Policia Federal. En Buenos Aires siempre tarda
menos que en el resto del país. Tarda aprox dos semanas en Buenos Aires. Los que
tengan un pasaporte al que le queden, por ejempo, 3 meses de validez y estén por
hacer un viaje largo, deben sacar otro porque ningun país los dejará entrar. Para eso
tienen que decir que perdieron o les robaron el anterior, hacer una denuncia de robo
en la policía federal, y recién ahí pedri uo nuevo, presentando la denuncia. Menores
de 21: Necesitan un permiso de ambos padres para salir del país, que debe ser
firmado ante escribano público. Es un trámite rápido. Recuerden que quienes van a
Ushuaia pasan por un breve porción de territorio chileno y necesitarán tener sus
papeles en regla para salir del país.
Si tomamos medicamentos, es buena idea llevar las recetas de lo que necesitaremos
comprar. Tener una receta bilingue nos puede ser útil si la podemos conseguir. Un
detalle: debe figurar el nombre genérico del medicamento, ya que los nombres o
marcas con que estos se comercializan cambian de país en país.
Tarjetas de crédito o débito: Si las tenemos, nos pueden sacar de un apuro al
cruzar ciertas fronteras. Sucede que a los guardias de frontera les impresiona ver esos
pedacitos de plástico coloreado. Significa que somos alguien en la vida!!! Sobretodo
cuando tienen fondo. Prueba de fondos es algo normal que se pide hoy para ingresar
en varios países de políticas migratorias duras, como Australia, EE.UU o, si tenemos
mala suerte, Europa.
Garantías. Si llevamos algún equipo fotográfico al que aún lo cubre la garantía, es
bueno llevarla, porque si hay algun problema con suerte se encuentra un service oficial
y nos ahorramos un gasto. Todos los equipos nuevos vienen con un número único
con el que registramos el producto al enviarlo a la compania productora. Si nos roban
el equipo y la policía lo recupera, este registro es la prueba de que el equipo es
nuestro.
Manuales. Si hay algun elemento del equipo que aún no sabemos manejar a la
perfección es buena idea llevar el manual de instrucciones. Es fácil olvidar lo que en
momentos de uso frecuente parece ser un hábito adquirido.
Facturas. Muchos países devuelven el IVA de los gastos efectuados durante nuestra
estadía. En muchos aeropuertos existen oficinas dedicadas a esto, en donde debemos
presentar todas las facturas, sin importar su monto. En cada país nuestro derechos
varían, pero si compramos algo caro no está demás gaurdar la factura sobretodo si
saldremos de ese país por avión.
Dinero. La manera más fácil de llevar dinero es comprando Cheques de Viajero.
Uno cambia el efectivo por los cheques en su ciudad, y recupera el efectivo al cambiar
los cheques en el viaje. Conviene llevar cheques en dólares, son los más aceptados.
Al cambiarlos, nos darán siempre moneda local, y nos descontarán un 1 o 2 % de
comisión. Si los cheques son American Express, por ejemplo, se pueden cambiar en
las casas de esa cadena sin abono de comisión. No importa si perdemos los cheques
o si nos los roban, porque nadie puede cobrarlos. El cajero solo entrega efectivo
contra firma y exhibición de pasaporte del titular. Vayamos adonde vayamos, es el
sistema ideal, porque hasta en los lugares más aislados del mundo siempre hay algun
pueblo de mediano tamanio con un banco que acepte cheques de viajero, desde el
Altiplano Boliviano hasta Mongolia. El arte está en sabe cambiar la cantidad que
necesitaremos sin quedarse cortos ni pasarse, pero eso se aprende pronto. Es
importane llevar siempre los comprobantes de compra de los cheques, en un lugar
distinto de aquel en que llevamos los cheques mismos. Si nos roban, estos papeles
nos van a ayudar. Por último es una buena idea autoenviarnos un mail con los
números de los cheques que tenemos y de los que vamos gastando, para saber
cuales podemos reclamar en caso de robo. La mejor manera de llevar el dinero es un
bolsillo interno, estos se ajustan con un elástico y se llevan por debajo de la ropa, a
la altura del cinturón (más abajo).
Anotaciones.- Muchos viajeros llevan un diario de viaje. Otros no, poseen memoria
fotográfica y no los necesitan. Esto forma parte de un estilo personal y cada uno
encuentra su punto con el tiempo. Aparte de esto, hay un par de cosas que son
oportunas de anotar. Los que lleven cámara digital, harán bien en anotar a qué diablos
le están sacando, ya que de regreso en casa, todas las iglesias del noroeste son
parecidas....
Mapas. Lo ideal es tener un mapa detallado de la región por la que se viaja. Es verdad
que cuando uno comienza a viajar tiende a no llevar mapa alguno o bien llevar uno
bien general. Algunos incluso continúan con esta costumbre indefinidamente. La
verdad es que un mapa detallado nos permite conocer más el terreno y tener más
opciones. Muchas veces los lugarenios nombran sitios al viajero que este no conoce
porque son pueblos o parajes que no figuran en un mapa general del país. Otras
veces nos haremos la ilusión de haber llegado a un sitio aisado que no figura en el
mapa solamente porque tenemos un mapa malo. Por eso lo ideal es tener mapas de
cada provincia. Una buena opción son los Atlas de Rutas de Firestone , que incluyen
mapas de todos los países limítrofes, y cuesta unos $20 en librerías y kioskos. Los
mapas ruteros de la Argentina son útiles como orientación general, pero omitirán la
mayoría de los parajes pequenios que son los que pueden salvarnos la vida en
algunos casos. La exactitud de un mapa se mide por su escala: un mapa general de la
Argentina tendrá seguramente una escala de 1:1.000.000. A medida que la cifra
decrece, crece el detalle del mapa. Los mapas menores a 1:50.000 se consideran
cartas geográficas. Algunas de ellas son cartas topográficas, es decir que muestran
el relieve del terreno con lineas de demarcación de altura y otras características como
bosques, arroyos, etc. Toda la Rep. Argentina se encuentra dividida en cuadrículas a
cada una de las cuales les corresponde un carta del Instituto Geográfico Militar,
tambien llamadas cartas de Fuerza Aérea. Estas no estan a la venta en originales,
pero en Buenos Aires se consiguen, del mismo Instituto, fotocopias de los pliegos, que
cuestan unos $40 cada una.
Guías de viaje: Son libros en los que se encuentra toda la información necesaria para
viajar en determinado país. Desde costumbres típicas hasta los precios de los
campings, horarios de trenes y buses, precio de museos, senderos de trekking, etc
Hay varias opiniones al respecto. Algunos prefieren no llevar guía alguna y preguntar a
la gente local. La mejor opción nos parece llevar una guía, leerla incluso antes de
viajar, y complementar ese saber previo con la sabiduría local. Guías recomendadas
son: Lonely Planet, Rough Guide, Let’s Go, Bradt, Footprint, etc. La mayoría vienen en
inglés, aunque se las consigue en espaniol en grandes librerías. Una opción piola es ir
comprando las guías a los viajeros que nos vamos encontrando en el viaje y que
regresan de aquellos países a los que nosotros estamos viajando. Esta es una
constumbre muy común en Europa y Asia, y en muchas grandes ciudades se
consiguen en tiendas de segunda mano a las que los mochileros las venden por
monedas culminado su viaje.
De emergencia
No pongo bajo este título sólo lo que usaremos en una urgencia, sino a aquellos
elementos que usaremos una sola vez en el viaje o ante circunstancias poco usuales.
Botiquín – El botiquín podemos dividirlo en dos estilos: para el viajero urbano y para
el viajero agreste. El viajero urbano es el que piensa hacer su viaje de ciudad en
ciudad, sin parar lejos de la civilización. En ese caso, el botiquín es mínimo, apenas
bayaspirina, pastilla de carbón y laxante. Esas son las cosas más comunes, para
casos más serios podemos recurrir a una farmacia si hace falta o a un hospital. Para el
otro caso, que se encontrará un poco más lejos del auxilio necesario, hay que pensar
en que todo lo que podamos hacer nosotros será lo mínimo indispensable hasta poder
conseguir ayuda médica. Por ello no tiene sentido llevar cosas demasiado sofisticadas.
Una buena guía, para mí, es: aspirinas, pastillas de carbón, laxante, pervinox o
merthiolate, curitas, gasas, cinta adhesiva sanitaria, crema para las quemaduras y un
par de guantes descartables. Cualquier cosa que exceda estos requerimientos es algo
que tenemos que tratar en un dispensario o enfermería. Para detalles de un botiquín
ver sección SALUD.
Aerosol de defensa. – No es mala idea llevar uno de estos por si nos toca estar en el
lugar equivocado en el momento equivocado.
Negativas
Hacha o machete – Raramente tengamos la necesidad de cortar una rama o árbol tan grueso que no podamos
hacerlo con la mano. Su uso es muy infrecuente y su peso y dimensiones molesto. Hay ciertas hachas que
vienen en una sola pieza con pala y piqueta de chapa, por lo que son más livianas. Puede valer la pena para
quienes tengan físico tipo “el hombre de las nieves”, en todo caso, no hagan dedo con ella en la mano.
Pala – Su uso se limita a cavar la zanja alrededor de la carpa, cosa que podemos
hacer con la mano, aflojando la tierra con las estacas.
Colchón inflable – los colchones inflables que hay en el marcado son muy pesados y
están diseñados más bien para llevar en el baúl del coche y no en la mochila. El único
diseño visto que fuera muy liviano valía 90 dólares (en Estados Unidos) y no se vende
acá en el país. El colchoncito tipo pileta no sirve, es muy frágil, está hecho para la
pileta, donde el peso del cuerpo hunde el colchón en el agua, no para aplastarlo contra
el piso.
Velas – hay quienes las usan, no las aconsejamos por el peligro latente (que ha
sucedido) de quemar la carpa u otros elementos. Si queremos iluminar de noche,
mejor una linterna.
Consideraciones finales
Estos son algunos conceptos que nos dan pautas generales sobre la mochila.
Si armamos una mochila para tres semanas, nos sirve para cuatro meses.
Esto quiere decir que planeando para cierto tiempo, esa misma mochila nos sirve para lapsos mucho más
prolongados.
Todo lo que metamos en la mochila pesa y hace bulto. Excepto las cosas de emergencia, las cosas se miden
por su utilidad. Por ejemplo, si en la vida hemos pescado, no llevemos la súper caña de pescar porque la vamos
a usar tan poco que finalmente va a ser un estorbo; llevémonos, a lo sumo, un pedazo de tanza y dos anzuelos.
Alguna experiencia
Esperamos que esto sirva para una guía. Recuerden que todo es adaptable. Todos los mochileros que
deambulamos por este sitio con cierto grado de experiencia hicimos nuestro primer viaje con lo mínimo y en las
formas más notables. La mochila es algo personal, y para darle un toque anecdótico, relataremos una vieja
anécdota.
Allá por el 96, cuando aún era raro ver gente paseando con la casa arriba de una bicicleta, tres amigos se
fueron por primera vez al sur para unir Bariloche con San Martín de los Andes. De los tres, uno se prendió a
cuatro días de salir y sin bicicleta. Recibió una bicicleta usada y hecha bolsa. De los tres, ninguno tenía alforjas
propias, dos tenían prestadas y el tercero armó dos alforjas con dos mochilas idénticas a las que les metió
perchas dobladas convenientemente y cuyos ganchos asomaban por agujeros en la parte de arriba de la
mochila. Uno de los tres no tenía bolsa y fue con unas frazadas, nada más (la última noche se murió de frío). El
calentador era prestado y la carpa que llevaron era canadiense. Se fueron de viaje igual y la pasaron bárbaro
Hoy es uno de los mejores recuerdos que se desparraman al pasar de un juego de naipes y unas botellas de
cerveza.
Al otro año uno de los tres se quedó sin bolsa unos días antes del viaje. El muy bestia lavó la frazada del perro
(¡del perro, por Dios! Que encima estaba agujereada y no alcanzaba a taparle los pies) y se la llevó sin
considerar que el año anterior había sido un verano excepcionalmente cálido en el sur. No se imaginan lo
gracioso que era verlo a las ocho de la mañana levantándose para reencender el fogón porque se moría de
frío...
Esperamos que haya sido entretenido y que sirva para delinear una guía de los diez mil disparates que pueden
llegar a entrar en una mochila.
En Mar del Plata: Casa López (Mitre entre San Martín y Rivadavia) Tiene todo desde mochilas hasta artículos
para pesca. Para lo que es ropa dirigirse al comercio que está por Rivadavia entre Santiago del Estero y
Córdoba)