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ARTUR BEDZEN

BRUJO (SEÑOR FEÉRICO), CHARLATÁN

U n repentino grito de un grifo sorprendió a Artur mientras subia las escaleras al viejo torreón negro. Los
libros que llevaba se le cayeron al suelo y preocupado se dedicó a recogerlos mientras refunfuñaba para
sí. Llevaba ya algo de retraso y sabía que Vajra, su jefa, se enfadaría. Por fortuna, ver su piel broncíena
exótica y sus ojos plateados hacia suspirar la mente y el deseo del muchacho.
"-Jefa, esto... señorita Vajra..." Dijo un Artur nervioso. -"ECOS DEL PASADO y VOL.3 DE LAS FAMILIAS GRONDEVALL no se
encontraba en la bibliote..."
"Artur..."-Interrumpió Vajra mirandole fijamente. -"Dos horas tarde... pero bueno. Mejor tarde que nunca"
El bastón oscuro de la archimaga, con esa cabeza picuda y curvada flotaba en medio de la sala. Una parte del
joven brujo siempre estaba tentado a tocar el artefacto, pero en una ocasión le dijeron que su tesión arcana era
tan poderosa que si la tocaba reventaría.
"Me entretuvo el maldito Golvant, y ese dichoso goblin del reservado no me dejaba en paz..." - Dijo el semielfo
soltando los libros.
"Eres el miembro más joven de entre los manos grises... tu magia es extraña y escasa" – Pensaba la mujer en voz
alta mientras revisaba los libros recien llegados.
"Gracias... mi seño..."-Casi termina de decir el joven cuando fue interrumpido.
"No es un cumplido, es una descripción. Te aprecio como eres, despistado y directo. Confio en ti, a pesar de tus...
particularidades. Noto en ti algo especial, algo único." - Dijo la hechicera sonriendo.
"¿Si?, es decir... ¡sí!" - Artur dejó de admirar la cintura de la hechicera.
Un suspiro salió de Vajra. "He decidido nombrarte Mano Gris. Espero no arrepentirme." Dijo señalando el logo
arquetípico de los manos grises. Un guantelete agarrando una espada.
"¿En serio?... gracias jef..." carraspeó "Señorita Vajra"
"Durante generaciones los archimagos de la Academia de la Vara Negra han jurado proteger Waterdeep y a los
inocentes. Antiguos magos han jurado albergar el poder por siempre y guardaron sus almas al morir aquí, en el
artefacto que da nombre a nuestra escuela y a esta torre." La joven recogió la vara oscura y vibrante.
"¿Tengo algo que hacer mi señora?" Respondió a la bruja con deseo de parecer un buen admirador.
"Servir a los Manos Grises tiene un coste, la fidelidad." Dijo arqueándo una ceja. "No sé si estás listo para algo
así, pero sé que tipo de vida llevas y no eres alguien malvado. Por ahora, como te mezclas con mucha gente
quiero que me hagas de espia y trabajes trayéndome información que pueda hacer daño a la ciudad."
"Claro mi señora" Sonrió Artur pensando algo misterioso y casi sin escuchar.
"No me llevo bien con demasiada gente, pero me parece que puedo confiar en ti. Al regresar de ese viaje a las
tierras del norte pensé que no volvería a verte por aquí. Pero has demostrado tus capacidades. Creo que me
preocupé mucho al enviarte allí sin estar segura de..."
"Mi señora, soy capaz de todo" Interrumpió altivamente el joven a su jefa. "Si promete una copa conmigo le
perdono lo que haga falta"
Vajra sonrió y después solto una carcajada. "Eres un gran muchacho. Sigue así. Estas lejos de tenerme, pero eso
no implica que sea imposible" La joven le guiñó un ojo. "Con respecto a esa copa... puede que la tengamos
cuando sea un momento más conveniente para mí."
Haciendo un leve gesto con el bastón la joven le indicó la puerta al muchacho.
"Ve a la posada del portal bostezante mi Artur, un viejo amigo mio ha pedido que acudan los viajeros de la
extraña expedición al norte en la que participaste. Pregunta por Volothamp Geddarm, te explicara lo que quiera
que necesite."
Con esto, Vajra sonrió y se dirigió a sus libros esperando al muchacho irse fuera del enorme torreón arcano.
Artur respondió a la peticion, pero más que nada ilusionado con una futura copa con su jefa. O quizás con un
posible reencuentro con cierta tiefling que la acompañó no hace mucho a la cama.

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