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J.L.

PARAJUÁ-POZO, ET AL
REVISIÓN

Síndrome de Down y demencia


J.L. Parajuá-Pozo a, S. Casis-Arguea b

DOWN’S SYNDROME AND DEMENTIA


Summary. Objective. To review the relationship between Down’s syndrome and Alzheimer’s disease. Development. Down’s
syndrome is the commonest autosomopathy. Its clinical features permit easy diagnosis. Control of the more severe complications,
such as cardiac malformations have allowed prolonged survival. The presence of neuropathological findings similar to those
in Alzheimer’s disease is almost constant in the brains of patients aged over 40 years with Down’s syndrome. Dementia appears
in a third of these patients. In this article we comment on the diagnostic difficulties, possible risk factors and the importance of
findings related to chromosome 21. We also evaluate the results of new treatments with cholinesterase inhibitors. Conclusion.
The study of the close relationship between Down’s syndrome and Alzheimer’s disease should allow us to advance understanding
of both of these conditions. [REV NEUROL 2000; 31: 126-8] [http://www.revneurol.com/3102/j020126.pdf]
Key words. Alzheimer’s disease. Cholinesterase inhibitors. Dementia. Down’s syndrome.

INTRODUCCIÓN correlación directa entre la expresividad fenotípica y la afectación


La trisomía 21, síndrome de Down (SD), es la autosomopatía mental. La aparición de un deterioro intelectual en la edad adulta
más común, con una frecuencia de 0,6-1/1.000 de todos los re- debe obligar a descartar procesos tratables que son frecuentes en
cién nacidos [1]. este síndrome como pueden ser el hipotiroidismo, el síndrome de la
En el 90-95% de los casos, la trisomía 21 es libre y en cerca apnea del sueño, la depresión, o aquellos que causen deprivación
del 95% de ellos, el cromosoma extra es de origen materno. Entre sensitiva visual o auditiva. El hipotiroidismo ocurre en un 20-30%
los errores maternos, casi el 75% son el resultado de la no disyun- de las personas con SD y puede provocar bradipsiquia y confusión.
ción de la primera división meiótica del oocito y un 25% de la Estos pacientes presentan numerosos problemas que predisponen a
segunda. La edad avanzada de la madre es un factor de riesgo desarrollar un síndrome de la apnea del sueño, como la obesidad, la
conocido [2]. La probabilidad de recurrencia del mongolismo en hipotonía u obstrucciones mecánicas o funcionales de las vías aé-
una pareja con cariotipos normales es del 1-2%. La frecuencia reas. Como consecuencia, pueden aparecer trastornos conductuales
aumentaría en el caso de detectarse anomalías cromosómicas (trans- y un mal rendimiento en las labores diurnas debido a la somnolen-
locaciones, mosaicismo). cia. La depresión en las personas adultas con este síndrome mime-
Los historia de este síndrome se inicia en 1866 con su descrip- tiza un cuadro demencial, dado que puede manifestarse con pérdida
ción por el Dr. John Langdon Haydon Down [3]. Este médico in- de memoria y trastornos adaptativos y de relación previamente
glés, influenciado por las teorías darwinianas, estableció una teoría adquiridos. Las cataratas aparecen hasta en un 46% de los casos.
étnica de la enfermedad, en la que el mongolismo sería un estado También son frecuentes los trastornos de la audición. Se ha resal-
regresivo en la evolución. Es en 1959 cuando Lejeune et al [4] tado la dificultad en su diagnóstico, aumentada por la falta habitual
comunican el hallazgo de la existencia de un cromosoma extra que de quejas específicas por parte de los afectados de SD.
adscriben al número 21, el más pequeño de los cromosomas humanos.
SÍNDROME DE DOWN Y DEMENCIA
CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS La asociación de demencia y SD se conoce desde los trabajos de
El SD presenta unos rasgos fenotípicos tan característicos que su Jervis en 1948 [7]. El interés en la relación entre ambas entidades
diagnóstico puede realizarse con facilidad en el período neonatal. motivó en 1985 una conferencia auspiciada por el NIH [8]. Aunque
Se han descrito hasta 300 rasgos diferentes [5]. Debe recordarse que se encuentran hallazgos neuropatológicos similares a los de la en-
ninguno es patognomónico, ya que se presentan en un grado varia- fermedad de Alzheimer en casi todos los cerebros de pacientes con
ble y algunos son dependientes de la edad. Unos son meros rasgos SD mayores de 40 años, la constatación de deterioro neurológico en
físicos, sin ninguna repercusión fisiológica; pero otros, como las los adultos con dicho síndrome es muy variable en las publicaciones
malformaciones cardíacas o las digestivas, deben buscarse,pues sobre el tema. Se piensa que está entre un 25-30%. Las discrepan-
pueden provocar el fallecimiento si no se corrigen. Algunos rasgos cias pueden deberse a la dificultad en el diagnóstico al existir un
como las cataratas, la pérdida de audición, el hipotiroidismo y el retraso mental previo, que implica que las pruebas habituales utili-
prolapso de la válvula mitral aparecen en la edad adulta [6]. Se zadas para la detección de la demencia en personas sin SD carezcan
asocia de forma constante a retraso mental. Los coeficientes intelec- de valor. Otros autores hablan del factor temporal: si persistiera el
tuales superiores a 70 son excepcionales. La mayoría puntúan en- incremento en la supervivencia, todas las personas con SD desarro-
tre 35 y 50 en la prueba de inteligencia de Wechsler. No existe una llarían una demencia. En caso de que ello no ocurriera, deberían
buscarse otros factores que incidirían en el riesgo genético conoci-
do. En este sentido, se ha estudiado la influencia de los fenotipos de
Recibido: 17.02.00. Aceptado tras revisión externa sin modificaciones: 04.03.00. la apolipoproteína E (APOE). Existen resultados contradictorios,
a
Sección de Neurología. Hospital Can Misses. b Psicóloga. Ibiza, España. pues algunos autores no encuentran relación [9,10] y otros señalan
Correspondencia: Dr. José Luis Parajuá Pozo. Apdo. 1224. E-07800 Ibiza. que la presencia del alelo ε4 de la APOE es mayor en los pacientes
E-mail: med019304@nacom.es con SD y demencia [11]. El trabajo de Schupf et al [12] no sólo
 2000, REVISTA DE NEUROLOGÍA encuentra esta relación, sino sus autores refieren que se asociaría a

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un inicio más precoz de la demencia. También señalan la pertenen- señalado en los 51 años. La prevalencia se incrementa con la edad
cia al género masculino como otro factor de riesgo independiente, [17]. La aparición de epilepsia a partir de los 40 años suele corre-
al contrario de lo que ocurre en la población general y a lo detectado lacionarse con signos de demencia [18]. Las crisis suelen ser ge-
en un grupo amplio de pacientes [10]. En el SD se ha demostrado neralizadas tonicoclónicas y mioclonías. A diferencia de lo que
un descenso en la densidad sináptica de la corteza sensitivo-motora ocurre con las mioclonías, las crisis generalizadas suelen respon-
entre las semanas 32 y 34 de gestación, así como una reducción de der bien a la medicación anticomicial, habitualmente con marca-
las hendiduras pre y postsinápticas [13]. Existe una anomalía en el dos efectos sedantes incluso con niveles dentro del espectro tera-
desarrollo dendrítico y una alteración en la expresión proteica [14]. péutico. Este mismo tipo de crisis, pero con menor frecuencia, se
Estas alteraciones afectarían a la transmisión sináptica que aprecia en la enfermedad de Alzheimer [19].
podría ser la causante de las alteraciones cognitivas y motoras de Se ha sugerido que el subgrupo de pacientes con enfermedad
la enfermedad. La preexistencia de estas anomalías congénitas, de Alzheimer y mioclonías tienen un comienzo más precoz de la
unidas a las lesiones neuropatológicas similares a las de la enfer- enfermedad. La existencia de mioclonías ha cobrado interés tras
medad de Alzheimer, podrían facilitar la aparición de un deterioro la localización en el brazo largo del cromosoma 21 del gen de la
en edades medias en las personas con SD. También se ha señalado epilepsia mioclónica progresiva tipo Unverricht-Lundborg. Al
la posible influencia del envejecimiento como facilitador. El en- igual que ocurre en la enfermedad de Alzheimer, un grupo similar
vejecimiento ocurre a edades tempranas en el SD. A diferencia de de pacientes con SD y demencia presentan signos parkinsonianos
la enfermedad de Alzheimer, donde el envejecimiento afecta a un del tipo acinético-rígido en la exploración.
cuerpo que por lo demás puede ser normal, en el SD hay una La valoración de las funciones basadas en el lenguaje y en la
afectación generalizada en todos los órganos. Estudios del cere- audición requiere un importante grado de cooperación y capaci-
bro con resonancia magnética (RM) demuestran que en el SD se tación para realizar las tareas, que suelen estar ausentes en las
encuentran frecuentemente tres marcadores de envejecimiento: personas con SD.
atrofia, lesiones en la sustancia blanca e hipointensidad de los Existe una buena revisión de todos los estudios neuropsicoló-
ganglios basales en T2 . La atrofia se relaciona con la existencia gicos que han intentado aproximarse al problema del deterioro
clara de demencia, pero no con un deterioro cognitivo leve. Los intelectual en el SD [20]. Los estudios que han utilizado escalas
estudios de flujo cerebral y de utilización regional de la glucosa conductuales indican un inicio del deterioro más tardío que el que
se afectan a partir de los 45 años [15]. se obtiene de trabajos que estudian el funcionamiento neuropsico-
lógico directamente. De los trabajos realizados se deduce que la
aplicación de las pruebas habituales en la población normal pue-
EVALUACIÓN DE LA DEMENCIA den no ser apropiada en las personas con SD, dado que éstas suelen
Se reconocen cuatro factores que limitan la aplicación de los cri- provocar el efecto ‘suelo’.
terios para la población general a los deficientes mentales [16]:
a) Distorsión intelectual: la habilidad disminuida para el pensa-
miento abstracto y a menudo para comunicarse de forma clara ULTRAESTRUCTURA Y GENÉTICA
dificultan la obtención de los síntomas subjetivos. Desde el punto de vista estructural, el cerebro es de bajo peso y la
b) Enmascaramiento psicosocial: la posesión de habilidades atrofia es de distribución global, con predominio en los lóbulos
sociales precarias, asociadas a vivencias pobres, provoca cua- frontal y temporal. Neuropatológicamente, se conoce la cronología
dros sintomáticos monótonos. de la aparición de los cambios en los cerebros de los sujetos con SD.
c) Desintegración cognitiva: el mismo acto de la entrevista clí- Tan pronto como en la segunda o tercera décadas es posible detectar
nica puede causar un estrés emocional que desencadene una la presencia de la proteína amiloide beta/A4, y una década después
alteración psiquiátrica atípica. aparecen las placas neuríticas y los ovillos neurofibrilares. La dis-
d) Exageración del estado basal: es difícil establecer el comien- tribución de estas lesiones y su neuroquímica es similar a la descrita
zo de un nuevo trastorno cuando se manifiesta a partir de en la enfermedad de Alzheimer. La existencia de algunas diferen-
déficit cognitivos o conductas anómalas previas. cias morfológicas en las placas neuríticas podría deberse al curso
más prolongado de la demencia en el SD que en la enfermedad de
Las bases diagnósticas del deterioro intelectual deben valorar el Alzheimer. La proteína amiloide beta/A4 contenida en el núcleo de
lenguaje, el comportamiento y la memoria auditiva y visual. Al ser las placas es similar en ambas entidades. El hecho de que las placas
habitual la existencia de afectación mental variable, es importante sean más grandes en el SD que en la enfermedad de Alzheimer
conocer el punto de partida intelectual. Debe conocerse el am- podría indicar un aumento en la producción de la proteína beta
biente que rodea al paciente con SD, pues puede actuar tanto como amiloide [21]. Esta proteína procede de un precursor que es la pro-
factor potenciador como enmascarador. En muchos casos deberá teína precursora del amiloide (PPA). El gen de la PPA se encuentra
recurrirse a los familiares o a los cuidadores, que podrán indicar en el cromosoma 21, de ahí su interés en el SD. Este gen se ha descrito
la aparición de trastornos conductuales o la pérdida de habilidades únicamente en unas pocas familias con enfermedad de Alzheimer de
previamente adquiridas y ejercitadas. comienzo temprano. Se han identificado seis mutaciones y todas
Sólo es posible valorar la memoria en los casos con afectación ellas conllevan una penetrancia total. El alelo APOE4 provoca una
leve. Los cambios en el comportamiento son los más frecuentes y anticipación en la edad de aparición de la enfermedad y aumenta el
llamativos, y pueden adoptar la forma de apatía, irritabilidad o contenido en amiloide [22]. Las placas seniles son inmunorreacti-
labilidad emocional. El deterioro en el lenguaje o los trastornos de vas para el APOE en el SD a partir de los 25 años. Se considera que
la marcha suelen aparecer en las fases iniciales del deterioro. La esta temprana detección conlleva una implicación patogénica. Se
precisión de incrementar la asistencia habitual en las labores de la ha implicado a los astrocitos en la formación de las placas seniles,
vida diaria (comer, vestirse) serán las claves en los pacientes con ya que ellos producen la APOE [23]. De todas formas, se sabe que
grave afectación. La edad media de inicio de la demencia se ha la relación con el gen de la PPA no es un factor decisivo, ya que se

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encuentra en una zona del cromosoma que no es básica para que se ción excesiva en dosis terapéuticas. Aunque se ha informado de
produzca el SD. Otras sustancias diferentes a los neurotransmisores la utilidad del donepecilo [25], la experiencia es muy limitada
y cuyos niveles están alterados en ambas entidades son las poliami- (cuatro casos), por lo que se precisan estudios más amplios que
nas, las cuales participan tanto en el desarrollo cerebral como en establezcan la utilidad de la terapia colinérgica en el SD.
situaciones degenerativas [24].
CONCLUSIONES
TRATAMIENTO Es manifiesta la relación entre el síndrome de Down y la enferme-
En la actualidad, el tratamiento es sintomático. El médico que dad de Alzheimer desde el punto de vista neuropatológico. En la
trata pacientes con SD debe realizar controles periódicos que actualidad, los estudios genéticos favorecen que estamos ante una
evalúen las anomalías dependientes de la edad y aquellas, como vía final común con numerosos factores que interrelacionan. De-
las apneas del sueño o el hipotiroidismo, que pueden aparecer en bido a esta complejidad, deben aprovecharse circunstancias como
cualquier momento. Debe recordarse la alta sensibilidad a los las que unen a estas entidades para intentar profundizar en el
fármacos anticomiciales clásicos, que pueden ocasionar una seda- hecho de la demencia.
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SÍNDROME DE DOWN Y DEMENCIA SÍNDROMA DE DOWN E A DEMÊNCIA


Resumen. Objetivo. Revisar la relación entre el síndrome de Down y Resumo. Objectivo. Rever a relação entre a síndroma de Down e a
la enfermedad de Alzheimer. Desarrollo. El síndrome de Down es la doença de Alzheimer. Desenvolvimento. A síndroma de Down é a
autosomopatía más frecuente. Sus rasgos clínicos permiten un diag- autossomopatia mais frequente. Os seus aspectos clínicos permitem
nóstico fácil. El control de las complicaciones más graves, como las um diagnóstico fácil. O controlo das complicações mais graves,
malformaciones cardíacas, ha permitido prolongar su supervivencia. como as malformações cardíacas, permitiu prolongar a sobrevivên-
La presencia de hallazgos neuropatológicos similares a los de la en- cia. A presença de achados neuropatológicos semelhantes aos da
fermedad de Alzheimer es casi constante en los cerebros de pacientes doença de Alzheimer é quase constante no cérebro de doentes com
con síndrome de Down mayores de 40 años. La demencia aparece en síndroma de Down com idade superior aos 40 anos. A demência
un tercio de estos pacientes. En este artículo comentamos las dificul- aparece num terço destes doentes. Neste artigo comentamos as difi-
tades diagnósticas, los posibles factores de riesgo y la importancia de culdades diagnósticas, os possíveis factores de risco e a importância
los hallazgos relacionados con el cromosoma 21. También se valoran dos achados relacionados com o cromossoma 21. Também se ava-
los resultados de los incipientes tratamientos con inhibidores de la liam os resultados dos tratamentos iniciais com inibidores da coli-
colinesterasa. Conclusión. El estudio de la gran relación entre el sín- nesterase. Conclusões. O estudo da relação entre a síndroma de
drome de Down y la enfermedad de Alzheimer debe permitirnos avan- Down e a doença de Alzheimer deve permitir-nos avançar no conhe-
zar en el conocimiento de ambas entidades. [REV NEUROL 2000; 31: cimento de ambas as entidades. [REV NEUROL 2000; 31: 126-8]
126-8] [http://www.revneurol.com/3102/j020126.pdf] [http://www.revneurol.com/3102/j020126.pdf]
Palabras clave. Demencia. Enfermedad de Alzheimer. Inhibidores Palavras chave. Demência. Doença de Alzheimer. Inibidores da
de la colinesterasa. Síndrome de Down. colinesterase. Síndroma de Down.

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