Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
INTRODUCCIÓN
Algunos enseñan, hoy en día, que se puede perder la salvación. Enseñan que uno
puede ser salvo pero, si hace algo mal, pierde su salvación, motivo por el cual
tiene que buscarla de nuevo.
Pero ¿qué enseña la Palabra de Dios?. ¿Por qué algunas personas enseñan así,
que se puede perder la salvación?. Muchos piensan que, por las obras, tienen que
“guardar” su salvación. Ellos dicen: yo puedo recibir a Cristo pero, si no hago
buenas obras, lo puedo perder.
Pero ¿qué hay detrás de este pensamiento?. Cristo es el Salvador, pero la obra de
Él no es suficiente. Yo mismo tengo que “trabajar” para ser salvo (en parte, soy “mi
propio salvador”). Lo que Cristo hizo en la cruz no es suficiente para salvarme de
todo. Yo tengo que terminar de salvarme a mí mismo. Algunos piensan que lo que
Cristo hizo en la cruz es suficiente hasta un punto y que, a partir de allí, nosotros
tenemos que hacer lo que falta.
Los que así piensan, tienen “dos salvadores”. Pero ¿cuántos salvadores hay en
realidad?. Solo uno: Cristo Jesús. La Biblia dice que Cristo pago por todos los
pecados y que El hizo todo lo necesario para salvarnos.
LO QUE DICE LA BIBLIA
Hebreos, 10:10 En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del
cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. 10:11 Y ciertamente todo
sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos
sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; 10:12 pero Cristo, habiendo
ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a
la diestra de Dios,
Cristo se ofreció, entonces, una vez por siempre, es decir, por todos los pecados.
La ofrenda de Cristo fue tan poderosa que solo tuvo que hacerla una vez. No hay
necesidad de “añadir” nada a lo que Cristo hizo. Nosotros no podemos hacer nada
para recibir el perdón de los pecados.
El pasaje dice que había muchos sacerdotes, ofreciendo muchas veces los
mismos sacrificios. Esto hacen hoy en día los católicos en la misa. En el mundo
protestante, se aplica la doctrina de la “consustanciación”, en tanto que en el
mundo católico, se aplica la doctrina de la “transustanciación”. En la
“consustanciación” el pan y el vino que se toman en el sacramento de la Santa
Cena o Cena del Señor (1 Corintios, 11:23-26) representan el cuerpo (el pan) y la
sangre (el vino) de Cristo. Hay una consustanciación: se equiparan el pan al
cuerpo y el vino a la sangre de Cristo, es decir, el pan representa el cuerpo y el
vino representa la sangre de Cristo, pero no son ni el cuerpo ni la sangre de
Cristo.
En la “transustanciación” (doctrina herética sostenida por los católicos) el pan y el
vino directamente son el cuerpo y la sangre de Cristo, motivo por el cual Cristo es
sacrificado en cada misa (muchas veces). Los católicos son culpables, en
definitiva, de sacrificar a Cristo una y otra vez, en cada misa. Pero la Biblia dice
que estos sacrificios no pueden quitar el pecado (Hebreos, 10:11). Por eso la misa
es una mentira y, también por eso, la católica una religión falsa.
Pero algunos sostienen que uno no es salvo por siempre. Ellos dicen que uno
tiene que “trabajar” para guardar su salvación. Ellos dicen que uno puede perder la
salvación. Es doctrina, por ejemplo, de las “Asambleas de Dios” (denominación
protestante y pentecostal) que “está bien lo que hizo Cristo en la cruz, pero que tú,
igualmente, tienes que hacer tales y tales cosas para mantener, para no perder tu
salvación”. Ellos enseñan que el Espíritu Santo puede “entrar y salir” muchas
veces de uno. Pero esto no es lo que enseña la Palabra de Dios.
Romanos, 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es
vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Este pasaje dice que hay un don (en una dadiva, se da sin pedir nada a cambio,
por lo tanto es un regalo) y que ese don (dadiva) es vida eterna. La palabra don
(dadiva) literalmente significa “regalo”. Por lo tanto la vida eterna es un regalo de
Dios. Y vida eterna significa vida por toda la eternidad. Y Dios no da un don y
luego pide devolverlo.
Romanos, 11:29 Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.
Si alguien una vez fue salvo, eso significa que, previamente, hubo un llamamiento
por parte de Dios. Pero la Biblia dice que ese llamamiento y los dones son (verbo
en tiempo presente, lo cual significa siempre) irrevocables. Pero ¿cómo
conciliamos la idea de que, por un lado, la salvación puede perderse pero, por el
otro, el llamamiento – que es previo a la salvación – es irrevocable?.
Hebreos, 9:12 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su
propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo
obtenido eterna redención.
Redención es comprar. Cristo compro mi alma cuando El murió en la cruz. Y
cuando recibimos a Cristo como nuestro salvador, tenemos esta REDENCION.
¿Hasta cuándo?. ¿Hasta qué pecamos la primera vez luego de aceptar al Señor y
ser salvos?. No, la tenemos por TODA LA ETERNIDAD.
Hebreos, 5:9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación
para todos los que le obedecen;
Entonces, la salvación es:
[1] un don (regalo) y VIDA ETERNA (Romanos, 6.23);
[2] ETERNA REDENCION (Hebreos, 9:12); y
[3] ETERNA (Hebreos, 5:9);
La salvación es algo que Dios da y que dura por toda la eternidad. ¿Cómo
podemos perder algo que Dios nos dio y que es eterno?.
LO QUE DICE JESÚS
Juan, 3:36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el
Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.
Tiene (verbo en tiempo presente) vida eterna.
Juan, 5:24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me
envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a
vida.
Jesús dice que cuando alguien lo recibe a Él por la fe en el Evangelio tiene (verbo
en tiempo presente lo cual indica continuidad) vida eterna, ha pasado de muerte a
vida, lo cual es irreversible porque es eterno.
Juan, 6:47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.
Algunos dicen “bueno, pero alguien que tiene vida eterna puede pecar y, al
hacerlo, ya no tiene vida eterna”. Si la Biblia hablara de “vida temporal” atada a la
posibilidad de pecar, no habría problemas en aceptar ese argumento. Pero la
Biblia habla de “vida eterna”.
Juan, 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida
eterna.
Pero muchas denominaciones, donde se llaman a sí mismos cristianos, dicen “tú
no tienes vida eterna, tú tiene que recibir a Cristo y, por obras, “guardar” su
salvación y, cuando mueras, quizás Dios te salve”. Cuando la Biblia enseña que,
cuando recibimos a Cristo, ya hemos pasado de muerte a vida.
Juan, 6:37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le
echo fuera.
Todos los que vienen a Cristo por fe en el Evangelio Él no les echa fuera sino que
reciben el don de la vida eterna.
Juan, 10:27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 10:28 y yo les
doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi
mano. 10:29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede
arrebatar de la mano de mi Padre.
Una pregunta para los que dicen que la salvación puede perderse. Si la salvación,
como ellos dicen, puede perderse ¿de quienes está hablando Jesús acá?.
¿Quiénes son los que no perecerán jamás y nadie los arrebatara de su mano?.
Jesús habla de unas ovejas que son suyas y que Él les da vida eterna y que jamás
perecerán porque nadie las puede arrebatar de su mano.
Cristo tiene a los salvos en su mano y viene el Padre y envuelve, a su vez, la
mano de Cristo. ¿Quién podrá arrebatar esas ovejas de la mano de Dios?.
Juan, 14:16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con
vosotros para siempre: 14:17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede
recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con
vosotros, y estará en vosotros.
Jesús no dice yo os daré otro Consolador hasta que peques la primera vez. Dice
que dará otro Consolador para que este con vosotros SIEMPRE. Cuando uno
recibe a Cristo por fe en el Evangelio, entra el Espíritu Santo. ¿Hasta cuándo?
¿Hasta qué pecamos la primera vez?. No, entra por siempre.
Y aquí surge una pregunta interesante. ¿Volvemos a pecar luego de que
aceptamos a Cristo por primera vez?. Si, y lo dice el apóstol Juan:
1 Juan, 1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros
mismos, y la verdad no está en nosotros.
Juan dice “si decimos”, es decir, se incluye, o sea que está hablando de la iglesia,
ergo, está hablando de gente que es salva. Esto significa que todos seguimos
pecando, aun después de recibir a Cristo y el que diga, que desde que ha recibido
a Cristo, no ha vuelto a pecar es un mentiroso y “la verdad no está en él”.
Conclusión:
La idea de que la salvación puede perderse no son palabras de Cristo sino las
enseñanzas anti bíblicas de una denominación. Ellos se quieren salvar a sí
mismos (por obras) rechazando todo lo que Cristo hizo en la cruz.
LO QUE DICE PABLO
Romanos, 8:35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia,
o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 8:36 Como está
escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como
ovejas de matadero. 8:37 Antes, en todas estas cosas somos más que
vencedores por medio de aquel que nos amó. 8:38 Por lo cual estoy seguro de
que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo
presente, ni lo por venir, 8:39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada
nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Nada nos puede apartar de Cristo.
2 Corintios, 1:22 el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del
Espíritu en nuestros corazones.
LO QUE SUCEDE CUANDO ACEPTAMOS A CRISTO
Muchos no entienden lo que pasa cuando aceptamos a Cristo:
1 Tesalonicenses, 5:23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo
vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de
nuestro Señor Jesucristo.
En 1 Tesalonicenses, la Biblia dice que somos seres tripartitos:
[1] cuerpo;
[2] alma; y
[3] espíritu;
Veremos ahora que sucede con cada una de estas partes según seamos o no
salvos.
Cuando no tenemos a Cristo (cuando no somos salvos), nuestro cuerpo y nuestra
alma están vivos. Nuestro cuerpo está vivo por razones obvias (podemos
movernos) y nuestra alma está viva porque poseemos una mente, una inteligencia
una conciencia, una voluntad y una capacidad para tomar decisiones. Nuestra
alma y nuestro cuerpo están vivos y forman una alianza, mientras que nuestro
espíritu está muerto.
Cuando aceptamos a Cristo, el Espíritu Santo viene a morar en nuestro espíritu
que cohabita con el alma. Cuando esto sucede, Dios corta (separa) el cuerpo (la
carne) del alma (la mente), en una circuncisión que no es de la carne sino
espiritual. De esta forma, nuestro cuerpo (la carne) queda aislado del espíritu y el
alma, que ahora forman una alianza contra la carne.