Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Todo era perfecto entre nosotros, nuestra historia comenzó el primer día en la
universidad, la típica presentación en donde cada quien habla de gustos, deseos y
pasiones; llamaste mi atención al mencionar tu gusto por los viajes, la aventura, pero
sobre todo, por tu próximo viaje a parís. ¡París! yo estaba perdidamente enamorada
de parís.
Comenzamos a salir juntos, todo era natural, espontaneo, divertido, podíamos hablar
por horas o simplemente sentarnos en un parque riendo de cualquier tontería.
¿ Recuerdas esas caminatas compartiendo audífonos ? cantábamos tan fuerte sin
importar las miradas extrañas de la gente, éramos a ciencia cierta un dúo con mucha
magia.
Nuestra amistad fue creciendo a pasos agigantados, casi sin darnos cuenta, más de
la mitad de la carrera pasó, cada vez más unidos, más complementados, era como
poder adivinar el pensamientos el uno del otro; yo conocía cada una de tus historias,
todos tus líos amorosos, tú, siempre al pendiente de que nadie me dañara.
Un día como cualquier otro, salimos a tomar un café en el lugar de siempre, nuestro
favorito, aunque esta vez, estabas diferente, tan callado, pensativo, te pregunte si
algo te pasaba, me miraste, sonreíste tímidamente, bajaste la mirada, yo tomé tu
mano, me senté a tu lado, recargando mi cabeza en tu hombro, te conocía
perfectamente, sabía que algo que te pasaba, que algo te estabas guardando , pero
yo estaba ahí para ti como tantas otras veces; yo me sentía orgullosa de eso, me
miraste de nuevo, te sonreí sin soltar tu mano, respiraste profundo, comenzaste a
hablar.Fue ese “Tengo algo que decirte” que lo cambio todo.
Han pasado algunos meses desde aquella tarde, estoy aquí sentada en el mismo
lugar, sola, sin poder evitar recordar aquella ultima charla, tu mirada, tu sonrisa
tímida.
Querido amigo, hasta ahora no había tenido el valor de darte una explicación. Te
extraño, te extraño profundamente, pero estoy consciente que las cosas nunca
volverán a ser como antes, y aun con toda la tristeza que estas palabras representan,
tengo que decir que preferí para no dañarnos, perderte.