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LA SANACIÓN POR LOS CHAKRAS

CHAKRA es una palabra sánscrita cuyo


significado es «Rueda». Los diferentes cuerpos
que forman parte del ser humano, desde al más
denso al más sutil, se ven afectados por las
distintas energías que irradian los Chakras.

Si bien es verdad que no es éste uno de los temas que más inquietes al gran
público, talvez por la poca difusión en revistas especializadas, escribir sobre
los Chakras, conlleva inevitablemente el «riesgo» de la incredulidad, ello es
porque en general (toda generalización comporta alguna injusticia), las
personas que tan sólo sienten curiosidad e incluso un moderado interés por estos
temas, ni tan siquiera conocen técnicamente los mecanismos de estos centros
«energéticos», y en algunos casos ni saben de que se trata.

Para asumir la existencia de estos centros «de energías», se debe haber llegado
al convencimiento de que el ser humano dispone de cuerpos sutiles además del
físico, de no ser así, mejor será, amigo lector! Que pases estas páginas sin tan
siquiera mirarlas.
Sin embargo, veremos la gran utilidad que pueden ofrecer a todas aquellas
personas que se ocupen y «preocupen» por someter al individuo a las múltiples
ventajas que pueden propiciar, tanto al cuerpo físico como al etéreo.
CHAKRA es una palabra sánscrita cuyo significado es «Rueda». En lengua Pali se
denomina Chakka. En general, los fisiólogos, han centrado su atención en el
cuerpo físico, pero se han olvidado o, «no conocen» esa otra materia <<física>>
pero invisible que forma el cuerpo etéreo, es cierto que aparentemente, sólo en
el cuerpo físico. Esta <<materia>> manifiesta su expresión. Si profundizamos en
el tema, veremos que realmente es esa <<materia>>etérea la que tiene un cuerpo
físico y no al revés, siendo el físico un burdo espejo del refinado
desenvolvimiento y funcionalidad del cuerpo etéreo, con todos sus
«componentes.
Las limitaciones de este trabajo impiden el hacer una exposición más amplia y
completa sobre las extraordinarias particularidades de los chakras cada uno de
los cuales esta formado por una serie de radios energéticos por los que
discurren corrientes de energía a distintas velocidades vibratorias,
aprovechando esta circunstancia podemos conseguir unos benéficos logros.

El cuerpo etéreo dispone de siete Chakras que, para utilizar un lenguaje


accesible se podría equiparar a los centros nerviosos de nuestro cuerpo físico,
éstos se dividen en tres grupos, inferior, medio, y superior, equivalentes a:
fisiológico, b: personal, c: espiritual.
Por estos centros energéticos, fluye una corriente de energía que sé
interconecta con los otros dos cuerpos del hombre, estando sus efectos en
función del estado «evolutivo» del individuo, se podría decir que las
partículas desprendidas por las emociones, estados anímicos, limpieza de
pensamiento y honesta conducta, buscan a otras partículas
afines en el cuerpo etéreo potenciándose mutuamente e impregnándose unas de
otras estableciéndose una conexión entre los tres cuerpos con sus repercusiones
benefactoras para el físico, armonizando todas las «energías» destinadas a
equilibrar el comportamiento vibracional de estas. (Sólo lo superior puede
mejorar lo inferior).
Muy acertadamente expone la doctora Besana:
«Hemos visto que el deseo tiene dos capitales expresiones, atracción para
poseer o ponerse en contacto con el objeto que de antemano proporcionó placer,
y repulsión para rechazar o eludir el contacto con un objeto que previamente
infligió dolor. Hemos visto que la atracción y la repulsión son dos
modalidades del deseo que domina mi Yo. Cómo la emoción es el deseo
entremezclado con el intelecto, inevitablemente ha de ofrecer la misma
división en dos modalidades. Se llama amor a la emoción de índole atractiva que
placenteramente une dos objetos. Es la energía integrante del Universo. Se llama
odio a la emoción de índole repulsiva que dolorosamente separa dos objetos. Es
la energía desintegrante del Universo. Tales son los dos trances de la raíz
del deseo y de ellos arranca, como ramas todas las emociones.
Los Chakras, generalmente, están en estado latente, pero «dormidos» o mejor
dicho, enclaustrados en una especie de circuito cerrado, «energías prisioneras»
por falta de corrientes afines con capacidad para hacer de «hilo conductor» de
aquellas. Demasiada luz en medio de las penumbras de la grosería y la
vulgaridad.
La corriente vital de los Chacras, se comunica de uno a otro vivificando y
manteniendo en movimiento todas las energías que absorben sus radios, estas
corrientes adquieren distintas coloraciones correspondiendo cada una de ellas a
aspectos morales, espirituales etc, del individuo.
Toda persona que haya alcanzado el estado propicio puede sanar utilizando los
Chakras como «portadores» e irrigadores de energía que el «emisor» transmita a
la parte afectada en el «paciente».
Cada Chakra, actúa en una parte determinada del cuerpo pero, es necesario un
conocimiento profundo de la influencia de estos, en los distintos centros
nerviosos del cuerpo físico.
Es bien seguro que conoces, amigo lector! A alguien que habiéndose encontrado
físicamente mal, los médicos no han podido determinar el origen de su estado, a
pesar de que estos dolores no tengan una causa justificada, como, enorme cansancio al
levantarse por la mañana, poco apetito, vómitos etc, a pesar de todas las pruebas
efectuadas por la medicina tradicional, nada ha justificado todos estos síntomas. ¿Que es
lo que ocurre?
Sencillamente, que esos síntoma son efectos de una causa que no está en el
cuerpo físico, sino en el etéreo. Efectivamente muchas de las dolencias que
aquejan a la humanidad, tienen su origen en el cuerpo etéreo, siendo por tanto,
ilocalizable para el ojo pragmático del galeno y también para los «sofisticados»
elementos clínicos que hoy apoyan a la medicina.
Los diferentes cuerpos desde el mas denso al más sutil, se ven afectados por
las distintas energías que irradian los Chakras, son partículas de energía
sutilísima que han de estar en equilibrio con otras que inciden únicamente
en el cuerpo físico compuestas por partículas provenientes del exterior cuyas
vibraciones son más lentas. Ambas energías deben buscar un equilibrio
vibracional, que, sin que interfieran las unas con las otras armonicen y se
intepenetren absorbiendo dinamismo vital.
Si estas energías, se desequilibran por razones físicas, anímicas, morales o
espirituales, sé produce una especie de corte del fluido de algunos de los
Chakras que a su vez tendrá incidencia en el ámbito de influenciada en dicho
Chakra.
También puede ocurrir, que se haga necesaria la estimulación de alguno de los
Chakras para reactivarlo y su circulo de influencia se haga más «denso».
Existen varios procedimientos, quizás la más rápida y directa sea
Mediante la transmisión de energía por la imposición de la mano al punto vital,
para poder hacer de emisor, es necesario conocer lo que se intenta conseguir,
así como los mecanismos que actúan en cada momento.
El emisor debe de haber aprendido a hacer de receptor y acumulador de energías,
así como conocer la formula para transmutarlas en positivas. Todo individuo es
«bombardeado» por millones de partículas transportadas por los rayos solares y
depositados en nuestra atmósfera, esas partículas deben ser «almacenadas», para
cuando sea preciso el utilizarlas en beneficio de un congénere, por supuesto el
emisor debe haber aprendido a canalizar esa transmutada energía para poder
proyectarla al lugar indicado así como conocer que parte del cuerpo debe de ser
el objeto de la transmisión en función de la parte doliente así como el que se
trate de física, psíquica, anímica o de otra índole.
Pero, no es tan sencillo, si bien es cierto que todos podemos realizarlo, es
necesario haber alcanzado un estado que te permita sentirte realmente bien con
lo que haces, ser altruista, y pensando que tu mejor recompensa la recibes
cuando el paciente mejor de su dolencia, esa debe de ser una satisfacción «impagable».
Es importante someter al paciente a la técnica propia que cada caso requiera.
Hipnosis -por inducción- descarga de sus tensiones y energía negativa, estímulos
mentales para conseguir el estado apropiado antes de la transmisión.
La curación por estimulación de los chakras, es extremadamente antigua y la
herramienta de la mano ha sido utilizada por distintos personajes a lo largo de
la historia, hoy en día es utilizada – aunque no siempre correctamente- por
muchos curanderos o sanadores.
Es evidente que los distintos cuerpos del ser humano deben de «convivir» en
armonía para que no se produzca un desajuste entre las corrientes fluidicas de
energía que cada uno genera.
El primer Chakra, es el foco llamado Kundalini o fuego serpentino, situado en la
parte inferior de la comuna dorsal, este fuego serpentino existe en todos los
planos. Mediante la estimulación de Kundalini se puede ir despertando todos los
de mis Chakras, aunque el Kundalini, posee una fuerza extraordinaria que puede elevar
al individuo hasta lo más alto o pude asimismo sumergirlo en lo más profundo. Por ello,
no se debe intentar su despertar completo si no se está debidamente preparado, a pesar
de que en ocasiones se despierta, espontánea o accidentalmente, provocando serios
problemas en el ser humano, el despertar en algunas personas de esta energía, ha
provocado, experiencias de fenómenos paranormales, sueños premonitorios,
videncia etc., en otros ha sido todo lo contrario, los ha sometido a toda clase
de vicios acabando lentamente con la vida, emocional del individuo, cuando se
produce el aludido desajuste entre el físico y el etéreo surgen síntomas o
efectos que se manifiestan, pero cuya causa generalmente permanece oculta,
llegando a hacerse una patología «crónica».
El tema da para mucho más pero sirvan este esbozo sobre los Chakras para
«alertar» sobre las posibilidades que ofrecen para la «restauración» del
equilibrio armónico en el funcionamiento de todos nuestras energías
«invisibles» reguladoras de los diferentes cuerpos que poseemos.

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