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El Segundo Principio de la Termodinámica

Existen muchos procesos que satisfacen el Primer Principio de la Termodinámica pero que no llegan a suceder
jamás. Por ejemplo, una rueda de bicicleta que está girando se detiene por la acción del freno, que en el
proceso se calienta. Esta situación es posible y común en la naturaleza. Sin embargo, es imposible un
escenario en que el freno pierda ese calor y lo ceda a la rueda para que vuelva a girar. Así mismo, un cubo de
hielo se funde al introducirlo en un vaso con agua caliente; pero es imposible un proceso en el que las
moléculas de agua que formaban el cubito extraigan calor de las del agua en que estaba inmerso y se congele
de nuevo.
Estos procesos tienen algo en común: Son irreversibles. Visto desde el punto de vista del primer principio,
teóricamente, todos son posibles; pero experimentalmente, algunos no lo son. Esto pone de manifiesto la
necesidad de un nuevo principio que establezca si unos procesos son o no posibles en la naturaleza. Este es el
Segundo Principio de la Termodinámica, que establece la “flecha del tiempo”, es decir, que los sistemas
evolucionan naturalmente en un sentido, pero no en el sentido contrario.
Para estudiar este principio son de gran ayuda las “máquinas térmicas” que realizan la transformación de calor
en trabajo; por ejemplo, el motor de un coche o la contracción de un músculo. En el primero, la compresión y
combustión del combustible proporcionan la energía (en forma de calor) que se transforma en trabajo
(energía cinética del vehículo); y en el segundo, la conversión de ATP en ADP produce la contracción del
músculo. Haciendo uso de estas máquinas, se puede enunciar el Segundo Principio de la siguiente forma:

 Enunciado de Kelvin-Planck: No es posible ningún dispositivo que, trabajando en ciclos, tenga como
único efecto la conversión de calor en trabajo.
 Enunciado de Clausius: No es posible ningún dispositivo que, trabajando en ciclos, tenga como único
efecto el transporte de calor de una fuente fría a otra más caliente.
Estos dos enunciados no son independientes; sino equivalentes, y la violación de uno implica necesariamente
la del otro. Ambos se refieren a que no existe una máquina térmica que tenga un rendimiento del 100%.
 Entropía: La conversión de trabajo en calor, el flujo de calor entre dos cuerpos a distintas temperaturas
o la expansión de un gas al abrir un diafragma son procesos unidireccionales y espontáneos, en los que
se aumenta el desorden molecular. Por ejemplo, en un proceso de expansión de un gas a través de un
diafragma, las moléculas aumentan su distancia y tienen posiciones más aleatorias, con mayor
desorden. También, en un flujo de calor entre dos cuerpos, tanto el frío como el caliente tienen cierto
orden en sus moléculas, pero cuando alcanzan el equilibrio térmico sus moléculas han perdido la
ordenación original.

La Entropía (S) es la variable física que mide de manera cuantitativa el desorden, y es una propiedad
termodinámica de estado. El gas que se expande y ocupa un volumen más grande tiene mayor
entropía que aquel confinado en un recipiente. Así como un sistema tiene una determinada energía
interna, también tiene una determinada entropía; es decir, es una función de estado. Un sistema tiene
una determinada entropía, y si está compuesto de varios subsistemas, la entropía del sistema
compuesto será la suma de las entropías de los subsistemas.

En resumen, las dos leyes de la termodinámica no se contradicen; pues la primera afirma que la
energía del universo se conserva cualquiera que sea la transformación del sistema, mientras que la
segunda afirma la limitación de la disponibilidad de la energía y las formas en que puede convertirse y
usarse.

En los procesos espontáneos mencionados anteriormente, “la entropía del universo siempre
aumenta”; es decir, que los procesos de la naturaleza obedecen a dos principios: El de conservación de
la energía (1) y el de aumento de la entropía (2).

Matemáticamente, cuando un sistema pasa de un estado a otro, el cambio de entropía es igual a la


suma de los cocientes Q/T para el proceso reversible. Solo interesan los estados inicial y final; no el
proceso que se produce. La variación de la entropía es ∆S = Q/T, donde Q es el calor recibido por el
sistema a la temperatura T. El cálculo se hace no para el proceso que ocurre realmente, sino para uno
reversible.

 Energía Libre: El concepto de “energía libre” se refiere a la parte de la energía que puede aprovecharse
como trabajo útil. La energía libre de Helmholtz (F), es función de la temperatura, del volumen y de las
cantidades de las sustancias químicas presentes en el sistema. La entalpía libre o energía libre de Gibbs
(G), es función de la temperatura, presión y cantidades de sustancias químicas presentes. Esta última
es especialmente importante en procesos que empiezan y terminan a temperatura y presión
atmosféricas.

 Aplicación a procesos biológicos: La entropía de un sistema aislado nunca puede disminuir; sin
embargo, cuando se considera un sistema en contacto con los alrededores, la entropía del sistema
puede disminuir siempre que esta disminución esté asociada a un aumento de la entropía de los
alrededores mayor o, en el caso extremo, igual.

El equilibrio termodinámico puede ser equivalente a la muerte. La materia viviente es un estado


improbable; el equilibrio (materia inerte o muerta) es mucho más probable.

Para prevenir el desplazamiento hacia el equilibrio, constantemente hay que hacer un trabajo que lleve
a la materia viviente hacia el no equilibrio (estado menos probable). Para ello, de acuerdo con el
Segundo Principio, es necesario estar conectado a una fuente (el Sol) y a un sumidero (el espacio
exterior). El flujo de energía crea entropía como consecuencia del trabajo externo, por lo que la
existencia de los organismos vivos depende del aumento de la entropía del resto del universo. Para
justificar esta afirmación, deben tenerse en cuenta los cambios de energía y entropía implicados en los
procesos que tienen lugar en la materia viviente, en especial en dos áreas:

1. Una cuestión prebiológica: ¿Cómo puede la energía solar transformar una serie de átomos de
carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, azufre y fósforo en moléculas tales como aminas, péptidos,
proteínas y ácidos nucleicos, que se caracterizan por un mayor orden y por tanto una menor entropía?

2. El mantenimiento de la vida en el ciclo trófico en la biosfera actual.

La energía entra en el sistema procedente del Sol y se transforma en enlaces covalentes energéticos.
Todos los cambios bioquímicos subsiguientes implican una serie de reordenamientos de la materia que
evoluciona en el ciclo biológico. Estos cambios se acompañan de flujos de calor a los alrededores
inmediatos y, finalmente, de una pérdida de calor al espacio exterior, todo ello obedeciendo tres
reglas:
1. Se conserva la masa (más precisamente se conserva el número de átomos de cada sustancia).
2. Se conserva la energía.
3. Aumenta la entropía.

El primer paso es la ingestión, que establece la cantidad de materia y energía que entra en el sistema.
La energía que entra en el sistema se convierte, mediante el metabolismo, en calor, trabajo o energía
potencial química. En cada paso, la entropía del universo aumenta, pero la construcción de grandes
moléculas implica una disminución de la entropía del sistema.

A modo de resumen final puede decirse que:

1. La superficie de la Tierra se comporta como un sistema físico que recibe energía de una fuente y
cede energía a un sumidero.

2. Este flujo de energía es condición necesaria, y probablemente suficiente, para la organización


molecular del sistema que lo recibe.

3. El flujo de energía conduce a la formación de los seres vivos, y el proceso ecológico es el que
mantiene de manera continua el orden a partir del flujo de energía. Entonces, el problema del origen
de la vida y el desarrollo del sistema global se unen para constituir un único problema.

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