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RECURSOS

RECURSOS
EXTERNOS
EXTERNOS

RECURSOS
LOCALES NO-
$
RENOVABLES

FUENTES
FUENTES SISTEMA
SISTEMA
ECOSISTEMAS
ECOSISTEMAS
RENOVABLES
RENOVABLES SOCIO-ECONÓMICO
SOCIO-ECONÓMICO

Serie Monografías
Nº 2
LA SÍNTESIS EMERGÉTICA
(“EMERGY SYNTHESIS”).
INTEGRANDO ENERGÍA, ECOLOGÍA Y ECONOMÍA
Sergio Álvarez

Dirección General para la Biodiversidad


Ministerio de Medio Ambiente
Madrid. España.

Pedro Luis Lomas


Berta Martín
Marta Rodríguez
Carlos Montes
Departamento Interuniversitario de Ecología.
Universidad Autónoma de Madrid.
Madrid. España.
Publicaciones de la Fundación Interuniversitaria Fernando González Bernáldez
LA SÍNTESIS EMERGÉTICA (“EMERGY SYNTHESIS”).
INTEGRANDO ENERGÍA, ECOLOGÍA Y ECONOMÍA.

Sergio Álvarez1
Pedro Luis Lomas
Berta Martín
Marta Rodríguez
Carlos Montes
Departamento Interuniversitario de Ecología.
Universidad Autónoma de Madrid.
Madrid. España.

ÍNDICE

1
Dirección actual: Dirección General para la Biodiversidad. Ministerio de Medio Ambiente. Madrid. España.
AGRADECIMIENTOS ....................................................................................................... 3

RESUMEN ............................................................................................................................ 4

ABSTRACT .......................................................................................................................... 5

1. INTRODUCCIÓN ............................................................................................................ 6

2. ¿ECONOMIA AMBIENTAL O ECONOMIA ECOLÓGICA? DOS ENFOQUES


PARA UN MISMO PROBLEMA ................................................................................. 10

3. VALORANDO LOS SISTEMAS EN TÉRMINOS FÍSICOS ................................... 20

3.1. LA SÍNTESIS EMERGÉTICA (“EMERGY SYNTHESIS”)................................. 26


3.1.1. Las señas de identidad de la Síntesis Emergética............................................... 28
3.1.2. Modelado y Símbolos Energéticos. ...................................................................... 30
3.1.3. Conceptos básicos de la Síntesis Emergética ...................................................... 34
3.1.4. Procedimiento de la Síntesis Emergética ............................................................ 43

3.2. APLICACIÓN DE LA SÍNTESIS EMERGÉTICA AL ESTADO ESPAÑOL


(1994), CONCEPTUADO COMO SOCIOECOSISTEMA ........................................ 51

4. CONSIDERACIONES FINALES ................................................................................ 59

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ............................................................................. 62

GLOSARIO......................................................................................................................... 73
AGRADECIMIENTOS

Los autores quieren agradecer especialmente al profesor Óscar Carpintero, del


Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Valladolid, sus comentarios y
reflexiones, así como sus aportaciones desinteresadas a la realización del libro.

3
RESUMEN

Los cambios cuantitativos y cualitativos en las relaciones entre la humanidad (sistemas


socio-económicos) y la naturaleza (sistemas ecológicos), derivados de los avances científicos y
tecnológicos, así como del fenómeno de la globalización económica, nos han obligado a buscar
puentes entre la Ecología y la Economía para intentar encontrar los caminos hacia la tan deseada
sostenibilidad. Se trataría de introducir en la toma de decisiones los bienes y servicios ambientales
que nos proporcionan los sistemas ecológicos, en definitiva, de valorar algo que actualmente se
toma gratuitamente. La Economía Ambiental, con raíces dentro del sistema de mercado, y la
Economía Ecológica, con una fuerte base ecológica y termodinámica (biofísica), son las respuestas
que se han articulado en este sentido. Ambas visiones, que aquí se comparan, han producido
distintos métodos de valoración económica de los servicios ambientales de los ecosistemas. El
presente monográfico realiza una breve revisión de algunos de estos métodos, centrándose
principalmente en la Síntesis Emergética, propuesta por el ecólogo H. T. Odum, y relacionada con
los planteamientos de la Economía Ecológica, que se considera como la visión con mayor base
ecológica dentro de la misma. Se establecen sus raíces teóricas, basadas en la Teoría General de
Sistemas y las leyes energéticas, así como en la aplicación de las mismas a los sistemas ecológicos,
sus señas de identidad y conceptos e ideas básicas, como las de emergía, ventana ambiental,
transformicidad o el Principio de Máxima Potencia Emergética, verdaderas novedades de este
método, así como el procedimiento metodológico, basado en el modelado de los sistemas a través
de diagramas energéticos, la cuantificación de los flujos de emergía y el desarrollo de índices
sintéticos que expliquen el estado del sistema y permitan compararlo con otros. Además, se
resumen algunos de los resultados de un análisis llevado a cabo sobre el Estado Español para el año
1994. Finalmente, se establecen algunas conclusiones con respecto al método, y se analizan algunas
de las principales ventajas y desventajas del mismo.

4
ABSTRACT

Quantitative and qualitative changes in the relationship between humankind (socio-


economic systems) and nature (ecological systems), which have derived from scientific and
technological advances, and economic globalization, have forced us to search for bridges between
Ecology and Economics in order to reach sustainability. It is a question of introducing the goods
and services that ecological systems have been supplying us for free until now in political decisions.
Environmental Economics, with a market prices system perspective, and Ecological Economics,
with a strong ecological and thermodynamic view, are the main responses to this objective. Both
disciplines have produced their own methods for valuing environmental goods and services. This
monograph is a short review of those methods, although it is mainly focused on the Emergy
Synthesis, the method proposed by the ecologist H. T. Odum, and related to Ecological Economics.
We describe its theoretical principles (General System Theory, energetic laws, and their applied use
on ecosystems), its distinguishing marks and main concepts and ideas (emergy, environmental
window, transformity or the Maximum Empower Principle), as well as its methodological
procedure. This includes modelling through energy systems diagrams, emergy flow account, and
some synthetic indexes to analyze the state of the system and compare it with others. In addition,
some results from the study of Spain in 1994 using this method are shown, and, finally, we present
some conclusions about the method and its main advantages and disadvantages.

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1. INTRODUCCIÓN

La sociedad humana ha generado grandes alteraciones en los ecosistemas del


planeta mucho antes de la revolución industrial, pero en la actualidad los problemas
ambientales difieren también cualitativamente, y no sólo en intensidad, respecto a los del
pasado (Simpson & Christensen, 1996). El alto grado de desarrollo científico-tecnológico
alcanzado por el ser humano le ha permitido crear nuevas formas de control y
transformación de la energía exosomática (no alimentaria), que se han traducido, por un
lado, en un incremento, no completamente regulado del tamaño de su población, con
fuertes asimetrías demográficas, que demandan grandes cantidades de recursos y generan
enormes volúmenes de residuos y, por otro, en una gran facilidad para el transporte de seres
vivos, energía y materiales a grandes distancias, lo que ha permitido globalizar los
impactos.

En el año 2001 el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Kofi


Annan, lanzó un programa de trabajo, denominado Evaluación del Milenio (Millennium
Ecosystem Assesment; www.millenniumassessment.org), con el fin de estudiar las
consecuencias sobre el bienestar humano de las grandes alteraciones que se están
produciendo en los ecosistemas del planeta por las actividades del ser humano, así como
proponer a los gestores una serie de acciones para detener, y si es posible revertir, este
proceso gradual de degradación ambiental (MEA, 2005). El programa, finalizado en el año
2005, ha permitido tener una radiografía bastante fiable del estado ecológico de los
ecosistemas del planeta, y ha puesto de manifiesto cómo en los últimos 50 años los seres
humanos hemos transformado los océanos y los continentes de forma más rápida y extensa
que en ningún otro período de la historia humana.

Se estima que un tercio del planeta ha sido transformado en cultivos por la acción
humana. Se usa prácticamente la mitad del agua dulce que llega a los ríos y lagos. Las
actividades humanas generan ahora más nitrógeno biológicamente disponible del que
producen todos los procesos naturales juntos. Aproximadamente el 60% de los 24 grandes
ecosistemas del planeta se están degradando. Como ejemplo, se ha perdido el 35% de los
manglares y el 20% de los arrecifes de coral. Las tasas de extinción de especies han
aumentado entre 100 y 1.000 veces las conocidas antes de la intervención humana, y para
algunos grupos este aumento ha supuesto la extinción de hasta el 20% de las especies
conocidas. Estas cifras son, en algunos aspectos, aún peores que aquellas de las que se
disponía antes de la realización de este programa de la Organización de Naciones Unidas.
(Postel et al., 1996; Vitousek et al., 1986, 1997; Rojstaczer et al., 2001).

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Este uso tan intenso y desordenado que hace el ser humano de la naturaleza le ha
convertido en la "especie ingeniera de ecosistemas” más importante del planeta (Jones et
al., 1994), por lo que muchos autores hablan de un planeta humano o dominado por el ser
humano (Lubchenco, 1998). En este contexto, el geoquímico de la atmósfera y Premio
Nobel, Paul Crutzen (Crutzen & Stoermer, 2000), señala que hemos entrado en una nueva
era geológica, denominada Antropoceno, en la que los procesos biofísicos fundamentales
que controlan la dinámica global del planeta (ecosfera) estarían principalmente dominados
por la acción humana.

La consecuencia más importante de que en pocas décadas hayamos dilatado


considerablemente la escala espacio-temporal de los impactos humanos es que ha hecho
cambiar nuestra percepción de los problemas ambientales y la forma de abordarlos.
Nuestros intereses se han ido moviendo a través de una escala espacial creciente de
poblaciones, comunidades, ecosistemas, cuencas hidrográficas, océanos y continentes,
hasta llegar al nivel planetario. De esta forma, en la actualidad estamos implicados en
problemas ambientales a escala global, que se pueden agrupar bajo el nombre de cambio
global, y que incluyen el cambio climático, la fragmentación de ecosistemas, cambios en
los ciclos biogeoquímicos, o cambios en las comunidades biológicas (Morris et al., 2003).
Estos cambios ambientales a escala planetaria hacen que el concepto de "medio natural" o
"naturaleza agreste" como algo aislado, fuera de los efectos de las actividades humanas sólo
exista en nuestras mentes.

Por este motivo, la sociedad humana y sus actividades económicas no deben


entenderse como un elemento externo que perturba desde fuera a la naturaleza, sino como
un componente dinámico que actúa desde dentro de los ecosistemas. Aspectos como las
tendencias demográficas, sociales, culturales o económicas deben ser internalizadas como
parte de los flujos biogeoquímicos e hidrológicos de los ecosistemas, desde escalas
pequeñas hasta el nivel de cuencas hidrográficas y ecosfera (Folke et al., 1996). En otras
palabras, las interacciones entre los colectivos humanos y la naturaleza se han hecho tan
estrechas que es necesario recurrir a un enfoque ecológico-sociológico-económico para
poder desarrollar, de una forma realista y segura, modelos de gestión de los sistemas
naturales que sean verdaderamente viables a medio-largo plazo. Por esta razón, la
Economía y la Ecología deberían construir puentes conceptuales y metodológicos eficaces
que permitiesen crear una visión compartida de una sociedad que busca mejorar su capital
humano y construido sin comprometer la salud de los sistemas naturales del planeta de los
que forma parte y depende estrechamente.

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Desde su inicio, los ecólogos, implicados en el conocimiento de la “casa” (oikos +
logos), eran conscientes de que compartían con los economistas, involucrados en la
administración de la “casa” (oikos + nomos), algo más que el prefijo “eco”. Por este
motivo, en la Ecología como ciencia han existido intentos de incorporar la dimensión
humana al entendimiento de la organización, funcionamiento y dinámica de los
ecosistemas. De igual modo, la Economía ha tratado de introducir los sistemas naturales en
el estudio de los sistemas económicos. Pero la tendencia dominante, tanto en éstas como en
otras ciencias de la naturaleza y sociales, ha sido considerar al ser humano como una
especie fuera de las leyes y restricciones que se le aplican a otros seres -es decir, los
humanos como una especie aislada del resto de la naturaleza-, o examinar los sistemas
socioeconómicos ignorando el medio natural. Sólo la gravedad y complejidad de los
problemas ambientales actuales ha forzado, como no podía ser de otra manera, el encuentro
entre ecólogos y economistas (y otros muchos científicos de diversos campos de las
ciencias de la naturaleza y las ciencias sociales) para intentar construir tramas conceptuales
compartidas que se traduzcan en propuestas metodológicas sólidas para abordar, de una
forma realista y eficaz, la crisis ambiental de nuestro planeta, provocada por el
comportamiento de la sociedad humana.

Una idea de partida, compartida con más o menos matices, es que los ecosistemas,
que hasta ahora habían actuado como fuente inagotable de recursos y sumidero de residuos
para el sistema económico, están siendo colapsados como consecuencia del crecimiento
desaforado del mismo (Goodland, 1997). Hay, por lo tanto, una necesidad de mantener el
tamaño de la economía global dentro de los límites de capacidad biofísica que tiene la
ecosfera. Este objetivo de controlar el crecimiento (incremento en el consumo de materia y
energía) y potenciar el desarrollo económico (mejora de la calidad) dentro de esos límites,
pero sin comprometerlo o detenerlo, es lo que se pretende bajo el escurridizo concepto,
pero valioso argumento estratégico, de Desarrollo Sostenible o Sostenibilidad (Comisión
mundial del medio ambiente y desarrollo, 1988). Es decir, promover un desarrollo sin un
crecimiento en consumo de energía y materiales por encima de la capacidad de carga o
acogida de los ecosistemas (Daly, 1991), en términos del mantenimiento de su
funcionalidad.

Durante la última década se ha hecho cada vez más evidente que dicho desarrollo
sostenible pasa por integrar los objetivos de la economía y la ecología, sin olvidar la
sociología, ya que los sistemas socio-económicos se interrelacionan y, en última instancia,
dependen, de los sistemas ecológicos para subsistir (Costanza, 1997; Costanza et al.,
1997a). Surge así la idea de socio-ecosistema, o sistemas ecológicos relacionados y/o
afectados profundamente por los sistemas socio-económicos que forman parte de ellos

8
(Anderies et al., 2004). Existe un reconocimiento mutuo por ambas disciplinas de que la
complejidad de los problemas ambientales hay que abordarla desde su dimensión ecológica,
a través del conocimiento de los condicionamientos biofísicos que imponen los sistemas
naturales a su explotación, y desde su dimensión económica, a través del conocimiento de
los condicionantes monetarios e institucionales que los generan. Por este motivo, se viene
demandando un enfoque interdisciplinario para la resolución de los problemas ambientales,
a través de una ecologización de la Economía y una economización de la Ecología (Jiménez
Herrero, 1995). No podemos administrar correctamente nuestra casa (sistema natural) si no
conocemos cómo se organiza y funciona, pero este conocimiento no es suficiente para
conservarla y explotarla de forma sostenible, y necesitamos un sistema económico que
suministre incentivos adecuados para estimular la administración de nuestro planeta como
un sistema ecológico-socio-económico, un socio-ecosistema, ambientalmente sostenible.
En otras palabras no sólo es necesario saber o administrar, sino saber-administrar.

La idea de buscar una reconciliación entre la sociedad y la naturaleza, o lo que lo


mismo, entre la Economía y la Ecología, se ha abordado desde diferentes perspectivas y ha
generado no pocas polémicas que aún hoy día continúan. Las distintas propuestas que
actualmente existen para abordar este reto se pueden analizar en base a un gradiente
dialéctico en cuyos extremos se encontrarían los dos enfoques que han generado las dos
grandes escuelas de pensamiento y actuación vigentes: la Economía Ambiental y la
Economía Ecológica.

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2. ¿ECONOMIA AMBIENTAL O ECONOMIA ECOLÓGICA? DOS
ENFOQUES PARA UN MISMO PROBLEMA

El marco de referencia para ambas aproximaciones es que el mantenimiento de un


naturaleza sana es la base y garantía de una economía sana (Costanza, 1991, Liken, 1992).
En otras palabras, esta visión nos viene a decir que no hay un desarrollo sin conservación,
ni conservación sin desarrollo. Se entiende que los ecosistemas tiene una dimensión social,
ya que algunas de sus funciones ecológicas generan servicios (polinización, asimilación de
residuos, fertilidad del suelo, depuración de aguas, placer estético y emocional, etc.) y
algunos de los elementos de su estructura biótica y abiótica producen bienes (especies con
interés comercial cinegético, pesquero, ganadero, agrícola, forestal, reservorio genético,
suministro de agua, minerales, etc.) que pueden tener valor económico o no tenerlo en los
sistemas de mercado, pero que en cualquier caso producen beneficios indispensables para la
economía, la salud pública y el bienestar general de los seres humanos (Daily, 1997). En
este contexto, los ecosistemas sanos constituyen un capital natural del que es necesario
mantener una reserva mínima (ecosistemas funcionales) que asegure su renovación de
forma permanente para no descapitalizar a la sociedad que lo utiliza. Su explotación
sostenible constituye el suministro actual y potencial de bienes y servicios indispensables
para el mantenimiento del capital construido, social y humano de nuestra sociedad
(Goodland & Daly, 1996).

Existe, por tanto, un interés hoy día en la integración de las funciones de los
ecosistemas, generadoras de bienes y servicios, y el análisis económico (Daly, 1997), pero
la forma de abordarla es sensiblemente diferente, según se realice desde la Economía
Ambiental o la Economía Ecológica (Tabla 1).

A la hora de abordar los problemas ambientales o la conservación-explotación


sostenible de los sistemas naturales, la Economía Ambiental emplea los conceptos de bien
público y de externalidad, así como la técnica del análisis coste-beneficio (Pearce &
Turner, 1995). Para los economistas ambientales existen una serie de bienes y servicios
generados por los ecosistemas (creación de suelo, regulación de gases atmosféricos,
depuración, polinización, etc.) imprescindibles para la sociedad humana, que no son
reconocidos dentro del mercado, por lo que no tienen valor de uso directo, y por tanto no
poseen precio de mercado. Se les denomina bienes públicos, libres o recursos ambientales
(Bifani, 1977), y son considerados como externalidades positivas, o más específicamente
externalidades ambientales, ya que repercuten, desde fuera, en el bienestar del sistema
socioeconómico, pero los ecosistemas que general dichas funciones no reciben nada a
cambio. De esta manera se explicaría cómo la degradación de los sistemas naturales es

10
debida a los fallos del mercado que no le asigna un valor de tipo monetario a los bienes y
servicios públicos que suministran (poseen un valor de uso indirecto o de no uso), por lo
que se subestima su valor social, y por consiguiente no se justifica su conservación.

Tabla 1.-Análisis comparativo de cómo la Economía Ambiental y la Economía Ecológica abordan los
mismos problemas ambientales desde distintos enfoques (modificado de Costanza, 1997).
Table 1- Comparative analysis on the way Ecological and Environmental Economics undertake the same
environmental problems from different approaches (modified from Costanza, 1997).
Economía Ambiental Economía Ecológica
Perspectiva de Dinámica, Sistémica y Evolutiva,
Mecanicista, estática, atomicista.
actuación termodinámica.
Escala temporal de Corta (50 años máximo, 1-4 años
Multiescalar (según el objeto de estudio)
análisis generalmente)
Ecológica y administrativa:
Administrativa e Institucional:
Escala espacial de Detallada a global. Jerarquía de escalas.
De local a internacional. Selección
análisis Selección según el problema y el tipo de
según el tipo de problema
ecosistema
Ecosistemas en su totalidad
Ámbito de Ser humano.
Sistema ecológico-económico
aplicación Naturaleza como telón de fondo.
(socioecosistemas).
Sostenibilidad ambiental (ecológica y
Objetivo principal a Crecimiento de la economía nacional.
socioeconómica) de los sistemas socio-
macroescala Distribución eficiente de recursos
ecosistemas
Maximizar beneficios (empresas) y
Objetivo principal a Dependiente del ámbito y objeto de
utilidad. Costes externos no siempre
microescala estudio
considerados
Predicciones sobre
el desarrollo Optimismo tecnológico Escepticismo tecnológico
tecnológico
Transdisciplinar (al menos ecólogos y
Enfoque académico Unidisciplinar (economistas)
economistas).
Objetivo de la Los Bienes y servicios de los Las Funciones de los ecosistemas que
gestión ecosistemas generan bienes y servicios
No determinado por los mercados.
Concepto de valor Determinado por los mercados
Valor energético (métodos energéticos)
De forma sistémica las funciones y los
De forma sectorial los distintos bienes
Objetivos y servicios ambientales.
públicos. Incluye el componente social
Procedimientos de No incluye el componente social y
y análisis de preferencias.
la Valoración Análisis de preferencias
Incorporación de las externalidades
Económica No se reconoce el concepto de
ambientales al sistema económico
Externalidades ambientales
Cuerpo de
Economía Ecología de Sistemas y Economía.
conocimiento

Desde un enfoque económico clásico, la herramienta fundamental que permite


estimar el valor (de tipo monetario o crematístico) a los bienes y servicios, es el mercado
que, en determinadas circunstancias, permite una distribución “eficiente en el sentido de
Pareto2” de los recursos. Estas circunstancias (existencia de derechos de propiedad públicos

2
Una situación es “eficiente en el sentido de Pareto” es aquella en la que no es posible mejorar el bienestar de
ninguna persona sin empeorar el de alguna otra.

11
o privados bien definidos, existencia de información o sistemas de seguros para hacer frente
a incertidumbres de futuro, mercados competitivos, etc.) no suelen cumplirse en el caso de
los bienes y servicios ambientales (Azqueta, 1994a, 2002), de manera que se recurre a
distintos tipos de métodos para lograr la inclusión de estos componentes ambientales en
mercados hipotéticos o el uso de mercados asociados (Jacobs, 1991).

La estrategia de la Economía Ambiental es, por tanto, realizar una valoración


económica de los distintos bienes públicos o servicios ambientales del sistema natural
dentro del mercado, asignándoles así un peso dentro del sistema económico actual, de
modo que puedan competir por igual con los bienes privados o los recursos naturales en la
toma de decisiones sobre la gestión de los sistemas naturales, en el marco de análisis coste-
beneficio. Se han ido depurando y refinando cada vez más las técnicas de valoración
económica de los bienes públicos (Azqueta, 1994a, 2002) que, debido a que el mercado no
funciona adecuadamente, tiene que acudir a vías indirectas o a mercados hipotéticos para
obtener los precios que buscamos. De esta forma nos encontramos con los métodos de
preferencia revelada (empleando datos indirectos de mercado; ejemplos son el método de
“coste de viaje”, o de “precios hedónicos”) o de preferencia hipotética (simulando el
comportamiento de un mercado mediante encuestas o cuestionarios más o menos
complejos; ejemplos son la “valoración contingente” o el método de “preferencia expresa”).

Como ejemplo, Costanza et al. (1997b, 1998) empleando métodos de preferencia


hipotética valoraron económicamente lo que costaría a la sociedad reemplazar las funciones
o los servicios que generan 16 grandes ecosistemas del planeta. El valor estimado de los
bienes y servicios (la mayoría públicos, por lo tanto fuera del mercado) de los ecosistemas
considerados era de 33 trillones [1012] $/año, cifra que no podría pagar la humanidad
aunque estuviera dispuesta hacerlo, ya que la suma de PIB para el año 1994, que se tomó
como referencia, era de aproximadamente unos 25 trillones [1012] $/año. Sólo para Estados
Unidos, Pimentel et al. (1997) estima que los beneficios económicos y ambientales anuales
de la biodiversidad son de unos 319 billones de dólares [109 $] anuales, siendo su
aportación total para el planeta de unos 2.928 billones de dólares [109 $] anuales, alrededor
del 11% de la economía global. Un estudio reciente llevado a cabo por un equipo
internacional de científicos y economistas, coordinados por la Universidad de Cambridge y
la Royal Society for Protection of Birds (RSPB), estima que cada año la humanidad tiene
que aportar unos 250 billones de dólares adicionales debido a la pérdida de los servicios
que la naturaleza nos aportaba gratuitamente. Así mismo, concluye que con menos de 50
billones de dólares al año3 podríamos proteger los servicios de los ecosistemas, que nos

3
Esta cantidad incluye el coste de comprar, establecer y gestionar espacios protegidos que cubran el 15% de
los continentes, y gestionar el 30% de los océanos.

12
están generando 5 trillones de dólares al año. Esto significa que con menos de un 1/16 del
presupuesto mundial en gastos militares de la época podríamos proteger de manera efectiva
la naturaleza del planeta (Balmford et al., 2002).

Estos trabajos, no pretenden poner un precio a los servicios ambientales de los


ecosistemas, que es infinito, sino que intentan llamar la atención de una manera más
objetiva sobre la irresponsabilidad y consecuencias de unas políticas de explotación
insostenible de los sistemas naturales, es decir, pretenden aproximar de la manera más
objetiva posible el coste de las mismas para nuestra sociedad. Azqueta (1994a) afirma que
una valoración monetaria supondría simplemente la “elección de un denominador común
que se considera conveniente para reflejar cambios en el bienestar de la sociedad”, si bien,
cada día más autores niegan este papel, por la falta de intervención del dinero en el proceso.
Por desgracia, en muchos ámbitos, se han confundido estas ideas, identificando las cifras
halladas con el precio de los bienes o servicios ambientales, generando toda una polémica
más o menos estéril al respecto de las mismas.

Las principales ventajas de los métodos de la Economía Ambiental residen en su


amplio uso actual, su gran flexibilidad y adaptabilidad a diversas situaciones. Además,
incluyen el componente social y de preferencias a la hora de realizar las valoraciones. No
obstante, en muchos casos, y aunque se han ido multiplicando, refinando y perfeccionado
se trata de métodos relativamente imprecisos y de difícil reproducibilidad por estar basados
en las preferencias sociales, además de estar sujetos a infra o supra valoraciones por
múltiples razones (Azqueta, 2002).

La Economía Ambiental se ha definido como la disciplina que pretende establecer


las bases teóricas que permitan optimizar (en un enfoque multicriterio) el uso del ambiente
y los recursos naturales (Romero, 1994). Por un lado, hay que entenderla como un avance
de la Economía convencional (Figura 1a, b) ya que, aunque los sistemas naturales son
todavía considerados como un telón de fondo o contexto en donde se desarrollan los
sistemas económicos, y fuente de recursos y sumidero de residuos, internaliza distintos
factores y costes ambientales mediante múltiples herramientas promoviendo incentivos que
potencian las medidas de reciclado, depuración y reducción del consumo. La conservación
de la funcionalidad de los sistemas naturales es deseable, pero de acuerdo con esta
aproximación, no puede ser un freno para el desarrollo económico, por lo que se establecen
procedimientos normativos y metodológicos de Evaluación y Minimización de Impactos
Ambientales. La Economía Ambiental cuenta, por tanto, con un fuerte componente teórico
y parte de planteamientos económicos aplicados a los componentes naturales y problemas
ambientales, aunque los aborda desde una aproximación unidisciplinar (economistas) y

13
sectorial (componentes). Una revisión de los principales métodos de valoración y la
filosofía básica de esta perspectiva puede encontrarse en Azqueta (1994a; 2002), Pearce &
Turner (1995), Lomas et al. (2005) y NRC (2005).

Por otro lado, existe la aproximación desarrollada desde la Ecología y la Economía


que trata de incluir los planteamientos económicos dentro del funcionamiento general de
los ecosistemas, en lo que se conoce como Economía Ecológica (Costanza, 1997). La
Economía Ecológica, como tal, es una disciplina de reciente creación (Costanza, 1997,
Costanza et al., 1997a, Martínez-Alier, 1999), aunque pueden establecerse precedentes
previos de hasta 100-150 años, especialmente en lo que se refiere a valoración energética
de recursos naturales (Martínez-Alier, 1987). En ella se agrupan diversas perspectivas que
tratan de ir más allá de la economía convencional neoclásica y las herramientas que ésta
desarrolla, confluyendo desde visiones con una fuerte componente ecológica, en relación al
funcionamiento de los ecosistemas (Costanza et al., 1997a), hasta otras más cercanas a la
ecología humana o la antropología económica (Martínez-Alier, 1999), pero intentando, en
todos los casos, integrar el conocimiento de las ciencias sociales con el de las ciencias de la
naturaleza.

Desde su vertiente con mayor base ecológica (Costanza et al., 1997a) constituye un
cambio de paradigma en la conceptuación del análisis de las relaciones entre la naturaleza y
la sociedad humana, ya que considera la economía como un subsistema de la ecosfera que
no puede crecer fuera de los límites establecidos por los propios mecanismos de autocontrol
de carácter cibernético que posee y que determina una tasa de explotación del capital
natural (Goodland et al., 1992; Daly, 1996) (Figura 1c). Bajo este marco conceptual la
escala superior de análisis sería el planeta, entendido como un socio-ecosistema (Noosfera),
en el que es preciso integrar la economía y la ecología pero sin olvidar la ética que nos debe
indicar hasta qué escala e intensidad de explotación de los sistemas naturales queremos
llegar, por encima de la cual las consecuencias no son justificables si pensamos en lo que
deseamos para nosotros y las generaciones futuras.

Desde esta perspectiva, un modelo de explotación sostenible de la ecosfera es aquel


que a cualquier escala toma como principio que la humanidad y su economía tienen que
aprender a vivir dentro de las restricciones biofísicas que imponen los ecosistemas como
fuentes de recursos naturales o como sumideros de residuos. Deben cumplirse las
denominadas reglas de entrada (extracción de recursos naturales) y salida (emisión de
residuos) (Goodland & Daly, 1996).

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A)
A) ECONOMÍA
ECONOMÍA CLASICA
CLASICA
Bienes y
SISTEMA Servicios
NATURAL Oferta Demanda

Materia EMPRESAS SISTEMA HOGARES


Producción SOCIOECONÓMICO Consumo
Energía

Factores de
Rp Producción Rc
Arrojados al Arrojados al
Sistema Natural Sistema Natural

B)
B) ECONOMÍA
ECONOMÍA AMBIENTAL
AMBIENTAL
Bienes y
SISTEMA Servicios
NATURAL
Oferta Demanda
Materia SISTEMA
EMPRESAS SOCIOECONÓMICO HOGARES
Energía

Reciclado
Factores de
Reciclado

Producción y
Rp Ambientales
Rc
Rp= Residuos de Depuración Depuración
la Producción
Rc= Residuos del Arrojados al Arrojados al
consumo Sistema Natural Sistema Natural

C)
C) ECONOMÍA
ECONOMÍA ECOLÓGICA
ECOLÓGICA (Basado en Goodland et al., 1992)
Noosfera Capital Natural (Ecosistemas funcionales)
Capital de creación humano
(Capital construido, humano, social)

Reciclado R
M= Materia
SUBSISTEMA E= Energía
M M
ECONÓMICO R= Residuos de Producción y del Consumo
E E
SISTEMA ECOLÓGICO
(Ecosfera)

Figura 1.- Visiones desde las distintas economías de las relaciones entre los sistemas naturales y
económicos.
Figure 1- Relationships between natural and economic systems from different economic perspectives.

15
Como reglas de entrada hay que considerar que es necesario que las tasas de
extracción de los recursos renovables estén siempre dentro de la capacidad de renovación de
los ecosistemas que los producen, y que las tasas de agotamiento de los recursos no
renovables deberían ser igual a las tasas a las que se desarrollan recursos alternativos a través
de la tecnología e inversiones. Como regla de salida hay que tener en cuenta que las emisiones
de residuos deben estar siempre dentro de la capacidad de asimilación de los ecosistemas, de
tal forma que no se generen problemas de contaminación que degraden su capacidad de
absorber residuos en el futuro y de generar otros servicios. Hay que tener presente que un uso
irresponsable de los recursos puede reducir de una forma irreversible el valor de los
ecosistemas para la sociedad, al perderse su capacidad de generar en el futuro bienes y
servicios ambientales. Todo esto implica que existen unos límites al crecimiento económico,
impuestos por la capacidad de acogida de los ecosistemas y su funcionalidad.

A diferencia de la Economía Ambiental, la Economía Ecológica considera que los


servicios ambientales constituyen los flujos de energía, materia e información de los sistemas
ecológicos que aprovecha el ser humano. De esta forma se aproximarían a un concepto más
sistémico de recurso natural, que defiende que los recursos no pueden considerarse de una
manera aislada, sino dentro de la trama de interacciones biofísicas de un ecosistema. Por esta
razón, si los recursos naturales no son más que los bienes y servicios que los seres humanos
extraen o pueden extraer de la estructura y funcionamiento de los ecosistemas, es evidente
que sin un conocimiento profundo de estas unidades funcionales que conforman nuestro
planeta no podremos elaborar modelos sólidos de sostenibilidad. Se intenta romper la práctica
tradicional de considerar a los recursos naturales como elementos aislados y no como
componentes de un socio-ecosistema. Pero desgraciadamente, todavía las políticas que
afectan a la naturaleza se desarrollan de una manera sectorial y compartimentada. Así, como
ejemplo, tenemos una política del agua para la explotación-conservación de los recursos
hídricos, y no una política de gestión de los ecosistemas acuáticos. Un río, lago o acuífero
generan de forma sistémica (como ecosistemas) muchos más bienes y servicios a la sociedad
que el suministro de agua (recurso hídrico). Es necesario hablar menos de recursos y más de
ecosistemas. Esta visión sectorial, fragmentada y errónea de entender la explotación de la
naturaleza ha generado y genera graves problemas de conservación de muchos tipos de
ecosistemas, ya que al extraer o utilizar uno de sus componentes sin tener en un cuenta la
trama de interrelaciones biofísica de la que forma parte, se deteriora o destruye la integridad
del sistema ecológico que suministra ese bien o servicio, comprometiendo así las
posibilidades de su uso.

Por otro lado, la Economía Ecológica posee una visión del futuro basada en un
escepticismo tecnológico frente el optimismo tecnológico de la Economía Ambiental, que

16
visualiza un mundo competitivo en expansión por un continuo progreso tecnológico capaz de
resolver todos los problemas actuales y futuros, incluidos los ambientales. La visión
escéptica, que no antitecnológica, asume que la tecnología no va a resolver todos nuestros
problemas, y que incluso puede crearnos algunos más. En este sentido, se entiende que la
cooperación entre humanos y la coevolución entre sistemas naturales y socioeconómicos
deberían ser los principios reguladores de la sociedad humana. Es necesario promover
políticas asentadas en el principio de precaución que asuman el carácter limitado de los bienes
y servicios de los ecosistemas y los límites de la tecnología (Costanza, 2000). Los métodos de
análisis que utiliza se basan en las leyes de la Termodinámica y la Teoría General de
Sistemas, caracterizando procesos, propiedades emergentes y balances de materia y energía.
Es evidente que para el desarrollo teórico y la puesta en práctica de los principios de la
Economía Ecológica es necesario crear equipos transdisciplinares, es decir, grupos de trabajo
formados por científicos y técnicos de las áreas de conocimiento de las ciencias naturales y
sociales, que comparten tanto objeto de estudio como objetivos y metodología de trabajo. Los
especialistas que intervengan dependerán del problema y el tipo/s de ecosistemas que se
analicen, pero nunca podrán faltar ecólogos de sistemas y economistas. Una revisión de
algunas de las principales tendencias dentro de la Economía Ecológica se puede obtener a
través Costanza et al. (2004) y Røpke (in press).

La crítica que se suele hacer desde los sectores de la Economía Ecológica a la


Ambiental es la falta de base teórica ecológica, que hace que los resultados no consideren
el funcionamiento de los ecosistemas y, por lo tanto, no aseguren la sostenibilidad,
especialmente a largo plazo. No obstante, éste no es el objetivo de la economía de mercado,
que puede resumirse en “el estudio de la asignación de recursos escasos para propósitos
alternativos presentes y futuros por medio del sistema de precios” (Robbins, 1980). Así,
desde determinados sectores se argumenta que este objetivo (especialmente desde que los
bienes y servicios ambientales tienen cada vez un carácter más escaso) está plenamente
cubierto mientras se desarrollen herramientas que permitan asignar un valor monetario a
estos componentes ambientales, sin necesidad de entrar en mayores consideraciones
ecológicas. Los economistas ecológicos se oponen a una de las piedras angulares de la
Economía Ambiental, el concepto de externalidad ambiental y su internalización en los
mercados, ya que entienden que no hay nada externo a la escala de análisis del socio-
ecosistema.

Por otro lado, desde la Economía Ambiental se acusa a la Economía Ecológica de


reduccionismo naturalista, y de una excesiva utilización de las teorías ecológicas que
excluyen el contexto social a la hora de realizar valoraciones. Además, y fruto de la relativa
juventud y heterogeneidad de esta disciplina, que aún está en proceso de desarrollo de su

17
línea de pensamiento, se argumenta que la metodología que emplea es muy discutible, al
menos desde un punto de vista económico, poco definida, cambiante y no lo
suficientemente utilizada, con lo que, según estos argumentos, estaría sujeta a grandes
incertidumbres. Se piensa, desde esta aproximación, que la Economía Ecológica ha
destacado más por sus fuertes cuestionamientos y críticas a la Economía Ambiental y a la
Economía Neo-Clásica que por sus propios logros. Por otro lado, se cree que por su
enfoque global, la Economía Ecológica está muy alejada de los problemas concretos de
gestión cotidiana (construcción de una carretera, embalse, etc.), afirmando que no es
necesario acudir a la termodinámica para su resolución (Azqueta, 1992). También, por su
enfoque ecológico, se la acusa de irreal, al alejarse de la organización económica
preponderante en la actualidad en la mayoría del planeta.

Paradójicamente, y a pesar de las diferencias, desde las dos aproximaciones se ha


hecho un llamamiento a la necesidad de integrar los planteamientos económicos y
ecológicos para abordar los problemas ambientales (Costanza, 1991; Azqueta, 1992,
1994b), pero el status quo establecido sigue propiciando una fuerte incomunicación entre
las dos líneas de pensamiento que se aproximan a la dimensión económica de la naturaleza
desde enfoques muy diferentes (Naredo, 1999a). Un breve análisis comparativo como el
realizado aquí pone de manifiesto que ambos enfoques no son necesariamente sustitutivos,
sino que pueden llegar a ser necesariamente complementarios, con sus distintas ventajas e
inconvenientes de cara a la aplicación práctica de los mismos (ver Tabla 2), ya que ambos
convergen en el campo de la política ambiental, y coinciden en actuar por la vía
administrativa y el marco institucional. Según el problema a abordar, el tipo/s de
ecosistemas implicado y la disponibilidad (cualitativa y/o cuantitativa) de información,
fondos o especialistas, se puede escoger una u otra opción, teniendo claro que las
propuestas desde la Economía Ambiental pueden ser o una alternativa a la falta de medios
para abordar el análisis del problema o un primer acercamiento para caracterizar errores de
intervención y tendencias en el sistema de mercado. De cualquier forma, en la actualidad,
por su mayor sencillez de entendimiento y aplicación, grados de libertad de las actuaciones,
etc. tienen un mayor predicamento y dominan las propuestas conceptuales y metodológicas
de la Economía Ambiental, frente a las de la Economía Ecológica, que además implican
cambios en los modelos de gestión establecidos a muchos niveles.

En este sentido, se han explorado nuevas aproximaciones sistémicas entre las que
destaca, desde la economía, el enfoque denominado ecointegrador desarrollado por J. M.
Naredo (2003), que considera la información física y socioeconómica (el metabolismo de la
economía) como prerrequisitos indispensables para orientar el marco institucional, y
obtener ciertas soluciones en término de costes, precios y cantidades de recursos utilizados,

18
así como de productos obtenidos y residuos emitidos al medio natural (Naredo, 1999b;
Carpintero, 2005), gestionando los sistemas económicos teniendo en cuenta su
compatibilidad con los ecosistemas con los que están relacionados.

Tabla 2- Análisis comparativo de las principales ventajas e inconvenientes que presentan los métodos
de valoración económica de la Economía Ecológica y la Economía Ambiental.
Table 2- Comparative analysis of the main advantages and disadvantages of economic valuation methods
from Ecological Economics and Environmental Economics.
ECONOMÍA AMBIENTAL ECONOMÍA ECOLÓGICA
Ventajas Inconvenientes Ventajas Inconvenientes
Requiere el manejo de
Requiere la obtención Descripción completa de
Sencillez analítica grandes cantidades de
de mucha información previa un escenario/sistema.
información.
Métodos menos intuitivos
Métodos más Métodos subjetivos Métodos objetivos
(aunque también puede
intuitivos (unidades (olvida las leyes físicas). (unidades energéticas). Por
expresarse en unidades
monetarias) Unidisciplinar. lo menos multidisciplinar.
monetarias)
Captura las interacciones
La componente ecológica
Incluye la entre los sistemas No incluye la componente
queda de lado (no
componente social socioeconómico y social
necesariamente sostenible)
ecológico
Asunciones de partida muy Considera las leyes físicas,
Incluye análisis de cuestionables. Economía especialmente la
No incluye necesariamente
preferencias como sistema cerrado termodinámica. Contempla
las preferencias sociales
sociales (recursos naturales las restricciones biofísicas
inagotables) (sostenibilidad)
Mucha experiencia
Necesidad de complementar Relativa poca experiencia
previa en el No necesita otros métodos
métodos para capturar todo el en el desarrollo de estos
desarrollo de estos para capturar todo el valor
valor análisis
análisis
Multiescalar en el espacio Suelen requerir bastante
Contempla principalmente el
Rapidez y en el tiempo, según tiempo en documentación
corto plazo
objetivo y modelización
Bajo coste relativo La información disponible
El diseño puede determinar
(en la mayoría de Coste reducido (cantidad/calidad) puede
los resultados (muchos sesgos)
los métodos) determinar los resultados

19
3. VALORANDO LOS SISTEMAS EN TÉRMINOS FÍSICOS

Probablemente, el debate de fondo que se esconde detrás de la mayoría de estas


discusiones de carácter más o menos epistemológico reside en la necesidad de desarrollar
una teoría del valor que sea capaz de afrontar la problemática ambiental, en los términos en
los que ha sido planteada en las páginas anteriores.

Tal y como se puede observar en la Figura 2, las distintas concepciones de valor han
marcado la dialéctica entre las diversas tendencias a la hora de afrontar este reto. Así, y
dentro de las aproximaciones ligadas a una comparabilidad fuerte, destacan dos grandes
escuelas, las apoyadas en una valoración crematística y, por tanto, en la teoría de mercado,
con las técnicas de la Economía Ambiental, desde el Análisis de Mercado hasta la
Valoración Contingente. Por otro lado, las valoraciones físicas, que se dividen en aquellas
con una fuerte componente termodinámica, enlazadas a los análisis de materia y energía y
ligadas a la eco-eficiencia, y aquellas que además incorporan una componente ecológica,
principalmente la Síntesis Emergética. En la Tabla 3 se pueden observar las características
principales de estas aproximaciones al desarrollo de una teoría del valor, según cada una de
las disciplinas. Mientras que desde la Economía Ambiental se defiende la validez de la
teoría del valor actual, en el marco del mercado y de carácter netamente utilitarista, a través
de la aplicación de distintas metodologías para la incorporación de las externalidades
ambientales a la contabilidad nacional clásica y al análisis coste-beneficio, desde la
Economía Ecológica se apuesta por una teoría del valor de carácter más objetivo, basada
principalmente en los flujos de materia y energía como factores que dirigen la producción y
la actividad de los socio-ecosistemas (Patterson, 1998).

En el marco de la comparabilidad débil, algunos autores ligados a la Economía


Ecológica, como Martínez-Alier (1999), defienden incluso la inconmensurabilidad de los
valores (Kapp, 1970), es decir, la comparación y toma de decisiones con el uso de una serie
de criterios racionales, pero bajo la ausencia de una unidad común de medida resultado de
la agregación de valores individuales comparables entre sí (Martínez-Alier, 1999), papel
que por ejemplo podrían representar, en otros enfoques, las unidades monetarias o la
energía. Esta situación implica, en la práctica, un enfoque de evaluación multicriterio en
vez de un análisis coste-beneficio en unidades monetarias o un análisis basado en
indicadores energéticos. Se trataría de establecer un modelo en el que sea posible
considerar gran cantidad de información, relaciones y objetivos de modo que el problema
de decisión pueda estudiarse de una manera multidimensional, tomando en consideración
diferentes criterios de evaluación (Munda, 1993; Munda et al., 1994, 1995). En palabras de
Munda et al. (1994) “más que reducir tales y otros factores a una unidad común expresada

20
en valor actualizado, trataríamos de alcanzar una decisión racional a través de una discusión
verbal, dando pesos implícitos a tales criterios”. En la actualidad la evaluación multicriterio
está orientándose a la incorporación de las limitaciones políticas, los distintos grupos de
interés y los efectos colaterales a la toma de decisiones bajo este enfoque, en lo que se ha
dado en llamar la evaluación social multicriterio (Munda, 2004).

Tabla 3.- Distintas aproximaciones al concepto de valor desde la Economía Ambiental y la Economía
Ecológica.
Table 3.- Different approaches to the value concept from Environmental Economics and Ecological
Economics.
ECONOMÍA ECONOMÍA ECOLÓGICA
AMBIENTAL Conmensurabilidad Inconmensurabilidad
Energía y/o materia en sus
Elemento
diversas formas; memoria Peso de los distintos
portador del Utilidad
energética en el caso de la criterios
valor
Síntesis Emergética
Estimador Precio Energía Resultado ponderación
Socio-ecosistemas, en el caso
Bienes y servicios de los
Objeto de emergía; en otros enfoques,
ecosistemas en términos Problemas multi-criterio
valoración procesos y sistemas, en
de preferencias
general
Mercado; Coste Viaje,
Análisis energía incorporada;
Método de Precios Hedónicos,
MFA; LCA; exergía; emergía, Evaluación multicriterio
contabilidad Valoración Contingente,
etc
etc.
Método de Matriz de
Coste-Beneficio Indicadores energéticos
valoración impacto/evaluación
Aproximación objetiva a la
Modelo del Aproximación subjetiva a Aproximación objetiva a la
valoración de carácter
método las preferencias toma de decisiones
biofísico
Modo
agregación Comparabilidad fuerte Comparabilidad fuerte Comparabilidad débil
unidades
Principio de Máxima Potencia
Emergética, caso emergía; en
Principio de No existe un óptimo común
Óptimo de Pareto otros enfoques, indicadores de
optimización para todos los criterios
maximización eficiencia
proceso

La Figura 2 y la Tabla 3 nos dan así una visión general de las razones
epistemológicas y conceptuales por las que las distintas aproximaciones han ido siempre en
paralelo no necesitando unas de las otras, en la medida en que partían de diferentes
concepciones del valor, y por tanto, de objetos diferentes de valoración. El reto del que
antes habíamos hablado de economizar la ecología y ecologizar la economía no se ha
afrontado en toda su magnitud, dada esta divergencia en los planteamientos.
Paradójicamente, el planteamiento de la Economía, tal y como fue concebida por los
Economistas de la escuela de los fisiócratas, ha estado de una manera más o menos
explícita siempre presente en las ciencias naturales, como la Ecología, no en vano la
primera definición de ecología, del biólogo alemán Ernst Haeckel se refería a esta ciencia

21
como “…el conjunto de conocimiento referentes a la economía de la naturaleza…..”. Sin
embargo, desde la economía, no se ha evolucionado en la incorporación de los conceptos,
no sólo las palabras, de la ecología. Es por esta razón, que entendemos que aunque el
proceso de realimentación es mutuo entre Economía y Ecología, el principal reto es
ecologizar la economía más que economizar la ecología. Es en este contexto donde surgen
las aproximaciones físicas al proceso de valoración, y en concreto, la aproximación con una
mayor carga ecológica, que es la Síntesis Emergética.

Dentro del marco de la valoración física, existen toda una serie de métodos
encaminados e cuantificar las demandas materiales de la economía humana sobre la
naturaleza, es decir, a cuantificar el conocido como metabolismo de la economía o de la
sociedad, y que están ligados principalmente a los diversos Análisis del Flujo de
Materiales, y al Análisis del Ciclo de Vida, los análisis Input-Output y toda una batería de
indicadores y análisis relacionados. Estos análisis no pretenden constituirse en teorías del
valor, sino que se encuentran más bien encaminados a desarrollar la eficiencia y a reducir
los impactos de la actividad humana sobre la naturaleza. Una buena revisión de los mismos
se puede encontrar en Daniels & Moore (2002), Daniels (2002). Una perspectiva histórica
de estos se puede leer en Martínez-Alier (2003). Y una aplicación al Estado Español en su
conjunto se puede encontrar en Carpintero (2005).

Por otro lado, desde una valoración en términos energéticos se considera que el
valor de los bienes y servicios vendría dado por el trabajo realizado por la naturaleza para
poder “fabricar” los mismos. Es decir, un valor “per se” en términos energéticos e
independientes del mercado. Desde esta perspectiva se estarían considerando los procesos
que intervienen en la generación de bienes y servicios. La forma de expresar ese trabajo
sería la energía (y los cambios en los flujos de la misma que se producen a lo largo de este
tipo de procesos y sistemas). La ventaja de los métodos energéticos es su gran
reproducibilidad. Se basan en una estricta aplicación del método científico, y tienen una
metodología bien definida. Parten de una sólida base física (energética y termodinámica),
considerando las limitaciones y restricciones termodinámicas de los sistemas. Nuevamente,
no obstante, están sujetos a numerosas críticas por el riesgo de “reduccionismo energético”
que entrañan (Georgescu-Roegen, 1983) y porque también excluyen la mayoría de los
aspectos sociales en la valoración, además de las críticas más concretas a la metodología
que utilizan y a las asunciones de las que parten (Pattern, 1993; Hau & Bakshi, 2004). Se
trata pues del intento por fabricar una auténtica teoría energética del valor (Farber et al.,
2002; Patterson, 2002, 1998) o del coste (Costanza, 2004), es decir, un intento por hacer
operativa una teoría del valor de carácter biofísico (Farber et al., 2002).

22
Dentro de estos métodos de valoración, los más clásicos (anteriores a la aparición de
la Economía Ecológica como disciplina) son los “análisis energéticos”, como el de “energía
incorporada” (“embodied energy”), que viene empleándose desde los años 70 (Chapman,
1974; Bullard & Herendeen, 1975; Bullard et al., 1978), normalmente en procesos de tipo
industrial y de construcción (Chapman, 1975; Machado et al., 2001), aunque también se
han usado para analizar los flujos de energía en la producción agrícola (Pimentel &
Pimentel, 1979), y cuyo objetivo es determinar la energía requerida directa o
indirectamente para permitir a un sistema la producción de un determinado bien o servicio
(IFIAS, 1974; Brown & Herendeen, 1996), basándose principalmente en la primera ley de
la termodinámica, y poniendo de manifiesto aspectos relacionados con la conexión entre las
actividades humanas y la demanda de energía (Costanza, 1980; Costanza & Herendeen,
1984; Brown & Herendeen, 1996; Herendeen, 2004). También, en la línea del análisis de
energía, se ha usado la productividad primaria como indicador de sostenibilidad, en
términos de acaparamiento de la misma por las actividades socioeconómicas y las
subsiguientes consecuencias ambientales (Fischer-Kowalski & Haberl, 1993; Krausman,
1999; Cardoch & Day, 2001, 2002; Cardoch et al., 2002).

Además, se pueden encontrar análisis basados en el concepto de exergía o la


máxima energía disponible que puede ser transformada en trabajo útil (Szargut et al., 1988;
Ayres et al., 1998; Michaelis et al., 1998), basándose ya en las implicaciones de la segunda
ley de la termodinámica respecto a la degradación de la energía, y poniendo de relevancia
aspectos relacionados con la eficiencia de los procesos y el ahorro energético (Szargut et
al., 1988; Simpson & Kay, 1989; Morris, 1991; Mozes et al., 1998). Recientemente los
análisis exergéticos han incorporado, además de la exergía necesaria para generar los
procesos industriales (los análisis más clásicos; Industrial Cumulative Exergy Consumption
Analysis), algunos flujos importantes, como el capital y el trabajo (Extended Exergy
Accounting) (Sciubba, 2001), y los que provienen de los procesos ecológicos y la
producción de bienes y servicios, mediante el denominado Análisis del Consumo de
Exergía Ecológica Acumulada (Ecological Cumulative Exergy Consumption Analysis)
(Bakshi, 2002; Hau & Bakshi, 2003). Es de destacar en esta metodología, que se ha llegado
a estimar el coste exergético de reposición del capital mineral de la tierra (Ranz, 1999;
Naredo & Valero, 1999), así como el de otros recursos naturales, minerales, agua y
combustibles fósiles (Botero, 2000).

Una revisión de estos métodos y su comparación entre ellos puede encontrarse en


IFIAS (1974), Costanza (1980), Brown & Herendeen (1996), Ayres et al. (1998), Sciubba
(2001), Bakshi (2002), Hau & Bakshi (2003) y Herendeen (2004).

23
En cuanto a la Síntesis EMergética4 (“EMergy Analysis o Emergy Synthesis”), éste
supone la contribución más novedosa desde la Ecología a los modelos de valoración
energética, e incluye una serie de particularidades que lo hacen sumamente interesante a la
hora de complementar otros métodos ya existentes y de suplir las deficiencias de muchos de
ellos. No en vano, como podemos observar en la Figura 2, se trata de la única aproximación
al problema de carácter verdaderamente ecológico dentro del marco de la Economía
Ecológica, ya que está fundamentada, entre otras disciplinas, en la ecología de sistemas y
en la energética de ecosistemas. Además, frente a otros análisis energéticos, la Síntesis
Emergética considera distintos tipos de calidades energéticas y tiene factores de
estandarización para la conversión y el manejo de unidades comunes, considerando tanto
fuentes de energía renovables como no renovables, así como también las energías
puramente ambientales que intervienen en los procesos (radiación solar, energía eólica,
mareal, etc.). Según algunos autores (Patterson, 2002) se trata de la expresión más holística
de una teoría energética del valor, aunque según Hau & Bakshi (2003), la Síntesis
Emergética es equivalente al análisis de la exergía si los límites de éste incluyen los
ecosistemas.

En los siguientes apartados se explican los fundamentos del método emergético, se


realiza una descripción de la metodología que emplea, definiendo los principales conceptos
que lo sustentan, una comparación con otros métodos energéticos destacando las ventajas y
novedades que este método implica, un análisis crítico del mismo, con las principales
objeciones metodológicas y conceptuales, y finalmente, se comentan algunos resultados de
una aplicación que se está llevando a cabo del método en el Estado español.

4
Se utiliza aquí el término Síntesis Emergética como traducción de Emergy Analysis, que habitualmente se
puede encontrar en la literatura, por hacer hincapié en el carácter integrador de esta metodología.

24
C oncep to de
V alor

C o m parab ilidad C om parabilidad


CONCEPTUAL
CONCEPTUAL

fuerte débil
MARCO
MARCO

V aloración V aloración V alo ración


C rem atística Física M ulti-C riterio

V AL O R V AL O R V AL O R V AL O R
VALORACIÓN
VALORACIÓN

USO N O -U S O E N E R G ÍA B IO F ÍS IC O
DE
SUJETO DE

V AL O R E S
SUJETO

M Ú LT IP L E S

USO USO O P C IÓ N L E G AD O E N E R G ÍA M EM O R IA
E X E R G ÍA E N E R G É T IC A
D IR E C T O IN D IR E C T O C U AS I-O P C IÓ N E X IS T E N C IA y/o M AS A

A nálisis de A nálisis de M étodos V aloración E nergía A nálisis S íntesis E valuaciones


VALORACIÓN
VALORACIÓN

m ercado m ercado de costes contingente Incorporada exergéticos em ergética m ulti-criterio


M étodos de M étodos de costes E lección contingente
MÉTODO

A nálisis C iclo
MÉTODO

costes P recios hedónicos de V ida


V aloración A nálisis F lujo
contingente M ateriales
E N E R G É T IC A E C O L O G ÍA
E lección A nálisis I-O E C O S IS T E M AS P O L ÍT IC A
contingente /T E R M O D IN ÁM IC A
T E O R ÍA D E L A
TE O R ÍA D E M E R C AD O TE R M O D IN ÁM IC A E C O L O G ÍA D E C IS IÓ N
S IS T EM AS
Figura 2.- Marco conceptual de las diferentes concepciones del valor y los principales métodos usados para la valoración.
Figure 2.- Conceptual framework of different value concepts and main valuation methods used for valuation.

25
3.1. LA SÍNTESIS EMERGÉTICA (“EMERGY SYNTHESIS”)

El término EMergía, del que deriva la denominación de Síntesis Emergética, es la


traducción de “EMergy” que designa el concepto de “Energy Memory” (memoria
energética). Dicho concepto se define como la cantidad de energía que ha sido empleada de
forma directa o indirecta en la generación de un determinado bien o servicio (Odum, 1988,
1996; Odum & Odum, 2003). De esta forma, y siempre según el método emergético, el
valor de un recurso (bien) o servicio (y el precio que estima el mismo) es intrínseco a dicho
recurso y proporcional a su emergía, es decir, a toda la energía empleada en su
“fabricación”, expresada en las mismas unidades estandarizadas.

La Síntesis Emergética es quizá una de las aplicaciones más relevantes y logradas


(Abel, 2003; Hay & Bakshi, 2004) del trabajo de Howard. T. Odum (1988, 1996), y se
fundamenta en la Teoría General de Sistemas (establecida a partir del trabajo de Ludwig
von Bertalanffy 1968), en las leyes energéticas de A.J.Lotka (1922a; 1922b;1925), que
suponen uno de los primeros intentos de integrar sistemas ecológicos y económicos en
términos cuantitativos, empleando la energía como lenguaje común, sujeta a las leyes de la
termodinámica, así como en la Ecología de Sistemas, y la Energética de Ecosistemas,
desarrollada por el propio H.T. Odum (Odum, 1983) y su hermano E. P. Odum (Odum,
1993, 1998; Odum & Garrett, 2004) que supone una combinación de las dos perspectivas
anteriores (Figura 3).

Es conveniente explicar brevemente qué suponen estos fundamentos teóricos para


comprender mejor el alcance y las limitaciones del método emergético. La Teoría General
de Sistemas (von Bertalanffy, 1968) considera que cualquier porción del universo puede
considerarse como un sistema, es decir, una entidad formada por unidades o componentes
interdependientes que interactúan entre sí y funcionan como un todo, como una entidad
integrada y unitaria. A la vez, considera que existen una serie de principios que son
aplicables a todos los sistemas en general (ya se trate de sistemas de naturaleza física,
biológica o social). Conceptos claves en esta teoría son los de “emergencia, escala, y
jerarquía”, que hacen referencia a que, según la complejidad aumenta, aparecen
propiedades nuevas (emergentes) que no se detectaban anteriormente, por lo que la escala
es fundamental para interpretar los resultados (todo sistema se compone de varios
subsistemas y es parte, a su vez, de sistemas superiores). Los conceptos de “comunicación
y control” hacen referencia al mantenimiento de la estructura mediante mecanismos de
retroalimentación. Las leyes energéticas (Lotka, 1992a; 1922b; 1925) pretendían explicar
las bases energéticas de la evolución (sujeta, por tanto, a los principios de la
termodinámica), y comenzaron siendo aplicadas originariamente en el ámbito biológico.

26
Suelen resumirse en un único “principio de máxima potencia” (potencia en el sentido de
flujo de energía por unidad de tiempo) según el cual los sistemas que prevalecen sobre
otros son los que maximizan el flujo de energía, entendiendo maximizar como fomentar la
entrada de energía disponible y su uso eficiente. Por último, la Ecología de Sistemas
(Odum, 1994) es una aplicación específica de la Teoría General de Sistemas a los sistemas
ecológicos. Considera que estos sistemas se pueden subdividir en diversos componentes
conectados entre sí por flujos de energía que deben cumplir las leyes de la termodinámica.

Teoría General de Leyes Energéticas


Sistemas (termodinámica)
Ludwig von A.J. Lotka (1925)
Bertalanffy (1968)

Ecología de Sistemas
H.T. Odum (1994)
Energética de Ecosistemas
E.P. Odum (1993, 2004)

Distinta “calidad” de energía


Estimación valor

SÍNTESIS EMERGÉTICA
(Odum 1988, 1996)
Análisis energético con base ecológica.

Figura 3.-Fundamentos teóricos del método emergético.


Figure 3- Theoretical basis of emergy synthesis method.

Conviene, en este punto, recordar que un ecosistema no es más que un sistema


ecológico, es decir, una entidad formada por componentes interdependientes que funciona
como un todo. Lo componentes básicos son productores primarios (que generan materia
orgánica a partir de diversas fuentes de energía, mayoritariamente la solar) y productores
secundarios (consumidores y descomponedores), que consumen y degradan esta materia
orgánica (Figura 4).

27
Estos componentes pueden conceptualizarse mediante diversos símbolos propios de
la Ecología de Sistemas (ver Sección Modelado y símbolos energéticos, y figuras 5 y 6), y
sus relaciones expresarse en términos de energía.

FUENTE
ENERGÍA

CONSUMIDOR

PRODUCTOR
PRIMARIO
DESCOMPONEDORES
Nutrientes

Figura 4-Diagrama esquemático de los componentes básicos de un ecosistema y sus interrelaciones


(modificado de Odum et al., 1998).
Figure 4- Schematic diagram of the basic ecosystem components and their connections (modified from
Odum et al., 1998).

3.1.1. Las señas de identidad de la Síntesis Emergética

La Síntesis Emergética (Odum, 1988, 1996; Brown & Ulgiati, 2004) supone un tipo
especial de sistema de valoración energética basado en la Ecología de Sistemas. Se puede
considerar un sistema de contabilidad y gestión ambiental. Es decir, va a tener la capacidad
para estimar el valor de los distintos componentes del sistema (contabilidad) y, de acuerdo
al propio método, va definir unas condiciones de sostenibilidad, proporcionando una serie
de índices para evaluar la misma y tomar decisiones (gestión). Las características
principales del método emergético son:

• Carácter global e integrador. Análisis a distintas escalas (Control Superior o


aproximación “top-down”, es decir se realiza el análisis desde una escala más
amplia (menor detalle) a una más reducida (mayor detalle)).

28
• Se trata de uno de los pocos métodos de valoración que permite evaluar los sistemas
económicos y naturales, así como las interacciones entre ambos con una
metodología común.

• Maneja unidades estandarizadas (julios solares emergéticos o sej). Considera


distintos tipos de calidad energética. Emplea factores de estandarización
(transformicidades o “transformities”) para hacer equivalentes todos los flujos de
energía dentro de una jerarquía de sistemas complejos.

• Es capaz de estimar los valores de distintos componentes (tanto económicos como


naturales) del sistema en unidades energéticas y ligar éstos a unidades monetarias,
para hacerlo más comprensible, en un marco de referencia común (contabilidad
ambiental).

• El valor (y los indicadores del mismo) no parte del individuo (de sus preferencias
y/o conocimientos) sino que es intrínseco al recurso (el valor de un recurso es
proporcional a la energía necesaria en su producción, denominada EMergía
(Memoria Energética)). Pretende ser, por tanto, una teoría energética del valor
(considerada objetiva y reproducible).

• Proporciona resultados cuantitativos sobre el estado de un sistema a través de


diversos índices que permiten tomar decisiones con el objetivo de maximizar el
bienestar público con las menores pérdidas ambientales posibles (gestión
ambiental).

• Permite la modelización y la simulación, como poderosas herramientas de


visualización de los flujos entre los sistemas socio-económicos y los ecológicos.

• Tiene un principio de optimización (Principio de maximización de la potencia


emergética).

Las diferencias fundamentales con otros métodos energéticos estriban en la


consideración de distintos tipos de calidad energética, un ámbito de estudio más amplio,
abarcando la interacción de los sistemas socioeconómicos con los sistemas naturales o
ecosistemas (la llamada ventana ambiental, que integra a los sistema ecológico y socio-
económico), considerando ambos como sistemas abiertos que intercambian flujos de
materia y energía, y que están sometidos a las leyes de la termodinámica.

29
3.1.2. Modelado y Símbolos Energéticos.

Como se ha comentado, la Ecología de Sistemas (Odum, 1994) es una aplicación de


la Teoría General de Sistemas a los sistemas ecológicos y considera que éstos pueden
subdividir en diversos componentes conectados entre sí por flujos de energía. Bajo este
concepto, un paso fundamental es la elaboración de modelos conceptuales sobre los
sistemas estudiados, estableciendo sus componentes y los flujos entre ellos.

Para llevar a cabo este paso, se emplea un lenguaje propio, denominado lenguaje
energético, con toda una serie de símbolos para los distintos componentes de un sistema.
Mediante estos símbolos se construyen los denominados diagramas de flujo, que pueden
tener mayor o menor detalle (Figuras 5, 6, 9, 11, 14 y 15).

Antes de profundizar más en el procedimiento metodológico es necesario describir


brevemente la simbología del lenguaje energético, así como algunos conceptos básicos de
la Síntesis Emergética. A continuación se ofrece un breve resumen de los principales
símbolos empleados en la Ecología de Sistemas y, por tanto, en la Síntesis Emergética. Más
información sobre el significados y las consecuencias de esta metodología de modelado
puede encontrarse en Odum, (1988, 1996, 2002), Odum et al. (1998, 2000a, 2000b); Brown
& McClanahan (1996), Abel (2004), Brown (2004) y Hau & Bakshi (2004).

30
Fronteras del sistema. Representadas por una caja rectangular.

Fuente de Energía. Se entiende como tales los “focos” ubicados fuera de los límites del
sistema y de los cuales parten flujos de energía al interior del mismo. Se ordenan en el
sistema de izquierda a derecha en orden creciente de transformicidad o calidad
energética (ver más adelante). Las fuentes de tipo ambiental se ubican en la zona
izquierda (sol, viento, mareas, olas, semillas transportadas por las aves, etc.) y las
socioeconómicas (servicios, información, etc.) en la parte derecha.

Rutas de flujo. Conecta los diversos componentes del sistema. Refleja las transferencias
de energía, materiales o información entre los mismo. Si se trata de una línea
discontinua representa flujos de dinero.

Sumidero de calor. Representa la disipación de energía en calor que acompaña todos los
procesos de transformación o acumulación (consecuencia de la segunda ley de la
termodinámica). Estas dispersiones están asociadas a depósitos, interacciones,
productores, consumidores y símbolos de interruptores.

Deposito. Se trata de un almacenamiento de materia, energía, dinero, servicios,


información.

Productor. Componente que, a través de determinados procesos, recoge y transforma


energía de baja calidad concentrándola. Hace productos. Pueden representar
productores de tipo biótico (plantas) o antrópicos (fábricas). Suelen ubicarse en la parte
izquierda de los diagramas.
Consumidor. Componentes que consumen más energía de la que producen, aunque
contribuyen o aportan servicios con mayor Emergía. Usa los productos de los
Productores Pueden representarse así desde poblaciones de animales consumidores
hasta núcleos urbanos.

Caja. Símbolo misceláneo. Se suele emplear para delimitar un subsistema de interés


dentro de un sistema mayor.

Interacción. Convergencia de flujos de varios tipos que, mediante la actuación de


diversos procesos da lugar a flujos de mayor calidad.

Amplificador: interacción especial, en el que el flujo de salida se controla por otro flujo
de menor intensidad

Activación (interruptor o desvío). Indica la puesta en marcha o la finalización de un


proceso de un proceso como un incendio o la polinización de las flores.

Transacción. Intercambio de un flujo por otro. Generalmente se refiere a bienes y


servicios (línea continua) a cambio de dinero (línea discontinua).

31
En la figura 5 se muestran dos modelos conceptuales o diagrama de flujos de
diferente detalle empleando los símbolos del lenguaje energético. Un diagrama de flujos no
es más que un modelo conceptual de la realidad, que constituye el paso fundamental inicial
de la Síntesis Emergética, así como de otros análisis de sistemas (Odum, 2000). De la
precisión de dicho modelo van a depender los resultados posteriores. Pueden ser menos
(Figura 5A) o más detallados (Figura 5B), dependiendo del objetivo y tipo de socio-
ecosistema abordado. A pesar de que constituye una simplificación de la realidad, permite
abordar sistemas complejos, establecer sus componentes principales y determinar sus
factores de control y líneas directrices (Sklar et al., 1990). Modelos más sencillos son más
fáciles de elaborar, pero constituyen una simplificación excesiva. Por otro lado, modelos
más precisos pueden ser más realistas, pero muchas veces son tan complejos que no pueden
emplearse. El objetivo del estudio debe estar muy claro para saber qué grado de resolución
emplear y que elementos del sistema real son esenciales para el modelo y por qué. A la vez,
los modelos, como los propios sistemas que representan, son dinámicos y deben ir
corrigiéndose o adaptándose según se dispone de más información. No hay que olvidar,
además, el concepto de escala, por el que cada sistema puede subdividirse en otros sistemas
y es, a su vez, parte de sistemas superiores que influyen sobre él.

El modelado conceptual a través de los símbolos energéticos es una herramienta


muy poderosa, tanto desde el punto de vista heurístico como analítico, a la hora de abordar
cualquier estudio, ya que clarifica los objetivos, organiza y agrupa los datos disponibles y
pone de manifiesto vacíos de información. Además, obliga al investigador a hacer
explícitos los componentes de un determinado problema, así como a reflexionar sobre la
naturaleza de los mismos y su relación con otros, en términos de flujos de materia, energía
e información, pudiendo incluso derivar en la producción directa de simulaciones o de
índices para la comparación entre sistemas (Odum & Odum, 2000b; Abel, 2003; Abel,
2004).

32
A SERVICIOS

SOL BIOSFERA HUMANIDAD

B
SISTEMAS AMBIENTALES Contaminantes/residuos
Suelo reincorporados
degradado
SUELO
FUENTES NO
RENOVABLES

POBLACIÓN

Edad Edad Edad Esp.


Trabajo
0-15 16-45 +45 vida

Control
Suelo Población natalidad
Capital
cultivable
agrícola

Alimentos
Alimentos
Servicios
Mortalidad
AGRICULTURA Desempleados

Sup.
industrial Contaminación
Capital
Fuentes no industrial
renovables Prod.
industrial
Residuos

INDUSTRIA

Figura 5.-Modelado mediante diagramas de flujo de las interacciones entre el ser humano y la biosfera.
A-Representación simplificada; B-Representación en mayor grado de detalle
(modificado a partir de Odum, 1994).
Figure 5.- Energy systems diagram on the human-biosphere interactions. A. Simplified scenario; B.
More detailed scenario (modified from Odum, 1994).

33
3.1.3. Conceptos básicos de la Síntesis Emergética

En este apartado se explican algunos de los principales conceptos usados en la


Síntesis Emergética. Algunos de ellos se usan prácticamente por primera vez en una
publicación en castellano, y por tanto las traducciones realizadas son tentativas, y habrán de
irse perfeccionando, si es el caso, con sucesivas publicaciones.

En primer lugar, la Síntesis Emergética se va a centrar en la llamada Ventana


ambiental, es decir, la zona de interacción entre los componentes y sistemas naturales
(ecosistemas) y los componentes y sistemas socioeconómicos, sin perder nunca el concepto
de escala (Figura 6). Todos los elementos de ese socio-ecosistema (en el que se incluyen
elementos naturales y socioeconómicos) van a estar expresados en unidades comunes de
Emergía.

Otro concepto fundamental es la Energía definida como la capacidad para realizar


un trabajo. Puede estimarse por combustión y se mide en unidades de calor (calorías o
julios). Su funcionamiento (transferencia, conversión, etc.) se rige por las leyes de la
termodinámica: La ley de conservación de la energía o primera ley de la termodinámica
(ésta no se crea ni se destruye sólo se transforma), la ley de máxima entropía o segunda ley
de la termodinámica (en todo proceso de transformación energética se produce una pérdida
de energía que se degrada, disipándose y siendo incapaz de producir trabajo), y el postulado
de Nernst o tercera ley de la termodinámica (la entropía de un sistema se puede considerar
nula en el cero de temperatura absoluto).

En la figura 7A se muestra una cadena trófica simple representada según la


simbología de Odum. En ella se puede ver cómo, en el traspaso de energía desde el sol, a
las comunidades vegetales, a los herbívoros y a los depredadores se va produciendo una
disipación de la energía en forma de calor entre cada eslabón, de forma que la energía útil
(el porcentaje de la misma) es cada vez menor. Esto explica por qué hay tan pocos grandes
depredadores, ya que su mantenimiento requiere grandes cantidades de energía en forma de
muchos herbívoros (Figura 7B). A la vez, a medida que la energía se una y dispersa en cada
eslabón de la cadena alimenticia cambia de forma y se convierte en otra más concentrada o
con mayor contenido de información. Es decir, a medida que la suma total de energía
disminuye, su calidad aumenta (Figura 7B). Este hecho se refleja en el aumento en la
concentración del índice calorías solares (106 en el ejemplo)/calorías incorporadas. Es
decir, al avanzar en la cadena cada vez se necesitan más calorías solares para tener una
caloría de los componentes de cada eslabón. Es por esta razón por la que H. T. Odum habla
de una jerarquía energética, y propone una quinta ley de la termodinámica (entendida ésta

34
en sentido amplio): la Jerarquía de transformación energética, que señala que los flujos de
energía del universo están organizados en una jerarquía de transformación energética ligada
al proceso de disipación de la energía o aumento de la entropía (Odum, 1996; Campbell,
2000; Tilley, 2004).

La EMergía (Emergy) cuantifica toda la energía utilizada en generar un bien o un


servicio, expresada en unidades comunes. Sus unidades son el emjulio (julio de EMergía o
ej). Generalmente se suele emplear la EMergía solar, que es la EMergía de un bien o
servicio expresado en el equivalente de energía solar requerido para generarlo. Sus
unidades son el emjulio solar (sej). Cuando se expresa por unidad de tiempo (generalmente
un año, por el significado socio-económico que esta cantidad de tiempo tiene) se habla de
potencia emergética (sej/año). Cuando se hace por unidad de masa, se habla de emergía
específica (sej/g). Podemos considerar un ejemplo sencillo (Odum, 1996) (Figura 8). Un
acuario en estado estacionario en el que tenemos algas y peces herbívoros. Consideremos
también (aunque esto es una simplificación) que todo el acuario depende exclusivamente de
la energía solar. En la figura 8A tenemos el sistema real que abordamos. En la figura 8B
tenemos una representación mediante un diagrama de flujos de ese acuario una
“modelización conceptual” de la realidad que nos permite abordarla con más sencillez, al
simplificarla. En este diagrama se establecen los flujos de energía entre los distintos
componentes en julios/día. Nótese que se cumplen las dos leyes de la termodinámica:
conservación de energía y máxima entropía, de manera que en el último paso, muerte de los
peces herbívoros y reciclado de sus organismos como materia orgánica para nuevas plantas,
sólo hay un traspaso de 0,002 103 julios del total de 2.000 103 que llegan desde el sol. En la
tabla mostrada en la figura se representan los flujos del sistema en términos de energía
(columna 1) y en términos de Emergía (columna 2). La Emergía, para todos los flujos, es
siempre 2.000 103 sej/día, ya que hemos asumido que todos los componentes se sustentan
por la energía del sol simplemente. La columna 3 representa la transformicidad (ver más
adelante) que resulta de dividir la EMergía de un componente por la energía que produce.
En la figura 8C se comprueba como, según disminuye la transferencia de energía entre
componentes, la transformicidad aumenta. Es decir, se transfiere menos energía pero ésta es
de mayor calidad (más compleja de obtener) Así, un julio de energía de un pez es de mayor
“calidad”, más concentrado, que un julio de energía de un alga en el acuario.

35
VENTANA AMBIENTAL

FUENTES MOLÉCULAS ORGANISMOS ECOSISTEMAS COMPONENTES SOCIEDAD SISTEMAS GEOLÓGICOS


ECONÓMICOS Y GIS

VENTANA AMBIENTAL ENERGÍA DISIPADA


(En detalle)

ECOSISTEMAS

RECICLAJE

$ (Flujo monetario)
ECONOMÍA
RESERVAS HUMANA
AMBIENTALES
COMPONENTES
$ (Flujo monetario)
FUENTES ECONÓMICOS
ENERGÍA
PRODUCCIÓN

CONSUMIDORES

Energía disipada

Figura 6.-Ventana ambiental. Interacción entre los componentes naturales y los componentes socio-económicos (socio-ecosistemas), siempre
considerando el concepto de escala (modificado de Odum, 1996).
Figure 6.- Environmental window. Interactions between natural and socio-economic components (socio-ecological systems), taking into account the scale
(modified from Odum, 1996).

36
A CADENA TRÓFICA
Disminución de la cantidad; calorías/tiempo

106 104 103 102 10

Sol Vegetales Herbívoros Depredadores


1 102 103 104 105
Aumento de la concentración (calidad); calorías solares/caloría incorporada

Figura 7.-Cadena trófica expresada mediante la simbología de la Ecología de Sistemas con los flujos de energía entre los distintos componentes. A-
Cadena trófica; B-Modelo jerárquico del flujo de energía en el que se refleja el incremento de concentración (calidad) (modificado de Odum, 1983).
Figure 7.- Food web stood for energy systems diagram. A-Food web: B-Energy flow hierarchic model where it is represented the energy concentration
(quality) increase (modified from Odum, 1983).

37
A) C)
2000
Acuario en equilibrio

Energía
(julios/día)

2
0,002

1 103 106

Transformicidad
B)

Reciclado material

0,002

2000 2
PRODUCTORES CONSUMIDORES
SOL

1998,002 1,998

*103 J/día 2000

Flujo Energía (10 3 J/día) EMergía (10 3 sej/día) Transformicidad (sej/j)


Sol 2.000 2.000 1
Productores 2 2.000 1.000
Reciclado de material 0,002 2.000 1.000.000

Figura 8.- Representación mediante diagrama de flujos de un ecosistema ejemplificado en un acuario


aislado y en estado estacionario, dependiente sólo de la luz solar. A-Sistema real (acuario); B-Diagrama
de flujos, con las transferencias energéticas; C-Relación entre transformicidad y flujo de energía; en la
tabla se representan los flujos de energía, EMergía, y la transformicidad de cada componente
(modificado de Odum, 1996).
Figure 8.- Isolated and stationary aquarium, only dependent on solar light, represented through an energy
systems diagram. A- Real system (aquarium). B- Energy systems diagram. C- Relationships between
transformity and energy flow; energy, emergy and transformities flows of each component are represented
in the table (modified from Odum, 1996).

38
Transformicidad (Transformity). Expresa la Emergía necesaria por unidad de
energía de un proceso dado. Se obtiene dividiendo la Emergía total de un proceso por la
energía que éste genere. Sus dimensiones son emergía/energía (sej/j). Este factor de calidad
de la energía parte de la sugerencia de que existe una correspondencia entre la contribución
potencial de un flujo de energía a un sistema y la cantidad de energía disponible directa o
indirectamente utilizada para generar este flujo. Mide, por tanto, la “calidad” de un tipo de
energía dado, es decir, su posición en la jerarquía de energía, y se utiliza para comparar
energías de distintos tipos expresándolas en las mismas unidades de Emergía. En la figura 9
puede verse el cálculo de la transformicidad de la madera extraída de una explotación
forestal (Odum, 1996).

Flujo de EMergía
30.000 1010 sej/año

Ventana de análisis
FUENTES (Ventana Ambiental)
RENOVABLES Flujo de
energía
Producción obtenida
Sol, lluvia, forestal Madera 7,18 1010 J/año
viento...

Energía
disipada

Transformicidad de la madera:
Flujo EMergía/Flujo energía=30.000 1010 sej/año/ 7,18 1010 J/año =3.846 sej/j

Figura 9.-Cálculo de la transfomicidad de la madera producida por una hectárea de bosque de


coníferas en Suecia (modificado de Odum, 1996).
Figure 9.- Calculation of transformity for the wood produced by a Swedish conifer forest (1 ha) (modified
from Odum, 1996).

Con el fin de fijar estos primeros conceptos, en la figura 10 se representa mediante


un diagrama de flujos, una explotación agrícola, indicando los hipotéticos flujos de energía
(10A), los de EMergía (10B, expresados en sej/año) y la transformicidad de cada uno de
estos flujos (10C).

39
EMERGIA Y TRANSFORMICIDAD

A ENERGÍA (J/año) 60 J/año Trabajo (Ser humano)


20 J/año Tractor
10 J/año Combustible

CULTIVO 20 J/año Cosecha


10 J/año
SOL

80 J/año

B EMERGIA (Sej/año) 60.000 Sej/año Trabajo (Ser humano)


2.000 Sej/año Tractor
100 Sej/año Combustible

CULTIVO 62.110 Sej/año Cosecha


10 Sej/año
SOL

C TRANSFORMICIDAD (Sej/año)
1.000 Sej/J Trabajo (hombre)
100 Sej/J Tractor
10 Sej/J Combustible

CULTIVO 62.110 / 20 = 3.105,5 Sej/j Cosecha


1 Sej/año
SOL

Figura 10-A-Energía, B-EMergía y C-Transformicidad en una explotación agrícola hipotética.


Figure 10- A-Energy, B-Emergy and C-Transformity in a hypothetical agriculture exploitation.

Índice monetario emergético (Emergy to money ratio) Este índice se puede


emplear para convertir unidades monetarias en unidades emergéticas. Para un Estado se
calcula dividiendo la Emergía total del sistema (Estado) entre su PIB (producto interior
bruto) para un año determinado. Sus unidades son sej/$ (unidad monetaria que
corresponda). Aplicado a cálculos de la economía de un Estado constituye una suerte de
transformicidad de la producción del mismo. En la figura 11 se representa el cálculo del
índice monetario energético (en este caso con el PNB) para Estados Unidos en 1992
(Odum, 1996).

40
Importaciones Combustibles
Combustibles = 23 bienes y
Bienes y servicios = 15 servicios
$

PNB
$
Fuentes no 5,4 1012 $/año $
renovables

Fuentes 8 Producción
32 $
ambiental Exportaciones
Producción servicios
económica

* 1023 sej/año
EE.UU (1992)

Índice monetario emergético= [(8+32+23+15) 1023 sej/año]/5,4 1012 $/año=1,44 1012 sej/$ en 1992

Figura 11.-Cálculo del índice monetario emergético para EE.UU en 1992 (modificado de Odum, 1996).
Figure 11.-Emergy to money ratio calculation for USA in 1992 (modified from Odum, 1996).

Valor macroeconómico (macroeconomic value) Valor en unidades monetarias


(em$, por ejemplo) de un flujo de EMergía. Se calcula dividiendo la EMergía de ese flujo
entre el índice monetario emergético para un año determinado. De la división entre el valor
macroeconómico y el dinero pagado por ese producto para un año determinado, se obtiene
el llamado índice de beneficio emergético para el comprador, que indica cuál es la
diferencia entre lo que se está pagando y lo que realmente se debería pagar si se considerase
el valor de la emergía ambiental involucrada en la creación de ese producto (Figura 12).

41
precio
Producto Dinero del
ambiental
$ $ comprador
vendido

/
Indice de beneficio emergético=Emergía ($ pagado* Indice monetario emergético)=
/
Valor macroeconómico $ pagado
Precio=20$/barril

$ Dinero del
20$
comprador
Barril de petroleo vendido 6,9 109 Julios/barril
Transformicidad
petroleo=5,3 104 sej/j
/
Indice de beneficio emergético=(6,9 109 J/barril)(5,3 104sej/j) (20$/barril)
Índice monetario
(1,4 1012 sej/$) =13,1
emergético EEUU 1992
(Fig 10)=1,4 1012 sej/$

Figura 12.-Cálculo del índice de beneficio emergético para un barril de petróleo comprado por EE.UU
en 1992 (modificado de Odum, 1996).
Figure 12.- Emergy benefit ratio for an Oil barrel bought by USA in 1992 (modified from Odum, 1996)

Principio de maximización de la Potencia Emergética. Parte del Principio de


Maximización de la Potencia de A.J. Lotka (1922a; 1922b), y su intento de explicar la
evolución desde un punto de vista energético. De acuerdo con este principio, los sistemas
más competitivos son aquellos que obtienen el máximo partido de la Emergía disponible
mediante flujos de retroalimentación de sus procesos productivos, conversión de la mayor
parte de la energía en trabajo útil y organización eficiente de sus componentes, es decir, los
que maximizan la tasa de adquisición de energía disponible para el sistema (Odum, 1996;
Odum & Odum, 2003; Cai et al., 2004; Hall, C.A.S, 2004). Así, según este método, las
condiciones de sostenibilidad de un sistema pasan por recibir entradas de EMergía
suficientes, maximizar los procesos de retroalimentación (lograr mayor eficiencia) y
mantener un funcionamiento acorde con los sistemas termodinámicos (aquellos sistemas
aislados o cerrados no prevalecen). Esto implica, por ejemplo, reciclar desechos que
muchas veces tienen altos contenidos de EMergía para retroalimentar el sistema. Se deben
igualmente evitar los procesos de retroalimentación negativos que hacen decrecer el
contenido emergético (valor). Un ejemplo es el aumento del CO2 atmosférico. Cada sistema
es, a su vez, un subsistema de la biosfera con un equilibrio de máxima eficiencia generado
tras miles o millones de años de ensayo mediante el método de prueba y error. El modelo
de Síntesis Emergética proporciona diversos índices que permiten evaluar el estado del

42
sistema y su sostenibilidad de acuerdo a lo expuesto anteriormente (ver más adelante). H.T.
Odum, incidiendo en las propuestas de A.J.Lotka, llegaba a proponer este principio incluso
como una cuarta ley de la termodinámica (Odum, 1996; Tilley, 2004), entendida ésta en
sentido amplio.

3.1.4. Procedimiento de la Síntesis Emergética

De una forma resumida los principales pasos necesarios para realizar una Síntesis
Emergética son:

1.-) Construcción de un diagrama de flujos (diagrama de sistemas): A partir del


sistema ecológico real que se pretende estudiar y el paisaje que observamos, pudiendo
considerar, en términos de González Bernáldez (1981), que existe una dimensión
perceptible o Fenosistema (roquedo, vegetación, suelo, agua, etc.) y una dimensión oculta o
Criptosistema, es decir, un conjunto de interrelaciones y procesos biofísicos (flujos de
energía y materiales) que no se perciben directamente pero que determinan la identidad y
arquitectura de ese sistema tal y como lo percibimos. A partir de una modelización
ecológica del paisaje podemos hacer visible lo invisible y establecer, siempre según nuestro
objetivo, las características definitorias de nuestro sistema (Figura 13).

Este paso, como se ha comentado, tiene una gran importancia, ya que organiza y
agrupa los datos disponibles, permitiendo determinar los flujos e interacciones en el
sistema, destacando los más relevantes y poniendo de manifiesto vacíos de información. La
escala y el grado de detalle pueden variar dependiendo de los objetivos y del tipo de socio-
ecosistema. De la realización de un diagrama adecuado depende la bondad de los
resultados. Así, muchas veces, se toman decisiones correctas para una determinada escala
aislada que no funcionan, pues no se ha considerado la influencia de componentes
superiores que afectan al sistema. Igualmente, pueden producirse efectos inesperados a
escalas más detalladas que no se habían detectado a un nivel de resolución dado.

43
Fenosistema
A

Criptosistema
B Roca
Combustible Fertilizantes Banco
lluvia madre maquinaria (fosfato) Semillas

Bienes
Servicios
Suelo

Viento
ETP P
Preparación
Plantación
Control
Mic Mercado
madera
Cosecha Transporte
Pinus spp
Sol Fauna
Insectos
Sotobosque

Detrito
Micro-
organismos

Mic=micorrizas

Figura 13.-Diagrama de flujos de una plantación de coníferas. A-Fenosistema (dimensión perceptible


de un paisaje (dibujo extraído de Costa et al., 1998)). B-Diagrama de flujos de la dimensión oculta de
ese paisaje o Criptosistema (modificado de Odum, 1996). El diagrama puede tener distintos grados de
agregación (ver como ejemplo figuras 13 y 14).
Figure 13.- Energy systems diagram of a conifer plantation. A- Phenosystem (visible landscape dimension
(from Costa et al., 1998)). B-Energy systems diagram of the hidden landscape dimension or Cryptosytem
(modified from Odum, 1996). The showed diagram can have different aggregation degrees (Figures 14
and 15).

44
En cualquier caso, el diagrama debe estar siempre referido a un sistema superior
(aproximación “menor detalle-mayor detalle”). En el diagrama deben señalarse las
interacciones entre los componentes en términos energéticos. Existen numerosas fórmulas
tabuladas y consensuadas para hacer estos cálculos de cualquier componente (desde la
energía solar que afecta a un territorio dado, o la energía mareal, hasta la energía generada
por la producción de carbón, electricidad etc.). Así, a partir de un conjunto de bases de
datos convencionales (datos de superficie, áreas de uso, población, importaciones y
exportaciones etc.), normalmente no cruzadas entre sí, se obtienen flujos de carácter
energético. Para más detalles en estos cálculos ver Odum, 1996; Ulgiati et al, 1994; Brown
& McClanahan, 1996; Brown & Ulgiati, 1999; Odum et al., 2000a, Martin, 2002 o Lefroy
& Rydberg, 2003.

2.-) Construcción de una tabla de Síntesis Emergética. Esta tabla, cuya estructura se
presenta en la Tabla 4, se genera a partir de los datos del diagrama de flujo. En ella se
calculan las cantidades de Emergía de los distintos componentes y sus valores monetarios
emergéticos (valor macroeconómico).

Tabla 4-Estructura básica de la tabla de Síntesis emergética.


Table 4- Basic components of an Emergy Synthesis table.
Unidades Emergía Valor
Transformicidad
Grupo Factor(flujo) (valor del flujo) solar macroeconómico
(sej/unidad)
(j/año o g/año) (sej/año) (em$)
Recursos -Sol
renovables -Lluvia
A B A*B=C C/índice monetario
-Viento
Fuentes de -Agricultura
energía -Pesca
renovables del -Extracción
sistema maderera
Recursos no -Petróleo
renovables del -Minerales
sistema -Suelos
-Maquinaria
Entradas al
-Mano de obra
sistema
-Combustible
Salidas del -Cosechas
sistema -Productos
manufacturados

En la tabla se agrupan los distintos componentes, y se puede ver cómo se manejan


desde fuentes de energía renovable (como el sol o la lluvia) hasta recursos no renovables
como petróleo, suelo, minerales, o componentes como maquinaria, combustible, mano de
obra etc. Todos estos factores tan dispares van a tener unas unidades comunes
estandarizadas. En la tercera columna se sitúa el valor de cada flujo, generalmente

45
expresado en unidades energéticas (julio/unidad de tiempo), y para cuyo cálculo se emplean
las fórmulas antes señalas (Odum, 1996), aunque también se pueden utilizar otras unidades
para expresar cada flujo. Posteriormente se calcula la EMergía de cada flujo, para poder
tener todos los flujos expresados en unas unidades comunes y estandarizadas (la cantidad
de energía total expresada en julios solares necesaria para crear cada uno de ellos).

La EMergía de cada flujo es igual a la energía por su transformicidad. Lo que suele


hacerse habitualmente, y es uno de sus puntos más conflictivos y sujetos a discusión, es
emplear transformicidades previamente calculadas y tabuladas para cada flujo (Hau &
Bakshi, 2004). Existen multitud de transformicidades calculadas para distintos
componentes y que se pueden consultar en diversas fuentes (Ulgiati et al., 1994; Brown &
McClanahan, 1996; Odum, 1996; Day et al., 1997; Ulgiati & Brown, 2002; Brotje, 2003),
incluida Internet (ver sección de páginas de la red recomendadas en bibliografía). Muchas
de estas transformicidades para distintos procesos están calculadas para Estados Unidos,
donde más utilización ha tenido el método. Pero también existen otras calculadas en otros
países donde se ha aplicado el método: Tailandia (Brown & McClanahan, 1996); Taiwan
(Huang, 1998); Brasil, Chile, Ecuador, Italia, Nueva Zelanda, etc. (Odum, 1996). A la vez,
existen muchas transformicidades medias, calculadas a partir de procesos de varios
sistemas distintos, y ponderadas que pueden emplearse en los sistemas propios que se
estudien (Odum, 1996).

Evidentemente, existe una gran incertidumbre en el uso de transformicidades


previamente calculadas en otros lugares y bajo otras condiciones para el análisis de
sistemas propios (Hau & Bakshi, 2004). No obstante, los autores argumentan que cuanto
más se use el método mayores transformicidades se podrán ir calculando, más específicas
serán y podrán ir corrigiéndose las ya conocidas. A la vez, y siempre según los autores del
método, el error que se puede producir mediante el uso de estos factores (y las asunciones
que comportan) no es mayor que el otros índices (por ejemplo, macroeconómicos como el
PIB o la Renta per capita) de amplio uso (Brown & Herendeen, 1996), y que sirven para
tomar decisiones de gran trascendencia. Se trata, básicamente, de introducir una nueva
perspectiva en los análisis.

Mediante el uso de estas transformicidades ya calculadas se puede determinar la


Emergía de cada flujo, tendiendo todos los flujos en unidades comparables, ya que se ha
ponderado la distinta calidad de cada energía mediante el uso de transformicidades.
Finalmente, aunque no es necesario, puede calcularse el valor macroeconómico de cada
flujo en unidades monetarias dividiendo la Emergía por el índice monetario del país y del
año en el que se haya realizado el estudio. El valor macroeconómico no pretende sustituir

46
totalmente al económico, pero es útil en la toma de decisiones y permite expresar los
resultados en unidades más comprensibles. Con esta tabla se tiene, por tanto, una
contabilidad (valor, y precio estimativo del mismo) de todos los componentes del sistema
ambiental analizado. Ejemplos de tablas emergéticas pueden encontrarse en Odum, 1996;
Day et al., 1997, Campbell, 1998 o Martin, 2002, entre otras referencias.

3.-) Cálculo de Índices. El último paso, una vez obtenidos los datos, es el cálculo
de una serie de índices de estado que nos proporcionan información sobre diversas
características del sistema estudiado. Permiten establecer comparaciones entre varios
escenarios de manejo de un sistema, así como entre diversos sistemas y, por tanto, sirven de
apoyo a la gestión. Igualmente, sirven para evaluar la sostenibilidad del sistema, siempre
dentro de los criterios del método.

En la tabla 5 y figura adjunta se ofrece un resumen de los principales índices que se


emplean, su método de cálculo y la información que proporcionan.

Como explicar en detalle cada uno de los índices sobrepasa el objetivo de este texto
se puede encontrar una información mucho más detallada en Odum (1996); Day et al
(1997); Brown & McClanahan (1996); Brown & Ulgiati (1997); Ulgiati & Brown (1998);
Brown & Ulgiati (1999); Brown & Ulgiati (2001); Martin (2002); Brown & Buranakarn
(2003); Brown & Ulgiati (2004) y Ulgiati et al. (2005). Aquí nos limitaremos simplemente
apuntar algunas cosas sobre algunos de los índices más importantes.

Mayores valores del índice de carga ambiental indican un mayor estrés ambiental
en el sistema. Cuanto más alto sea el índice de producción emergético, más energía esta
proporcionando un proceso dado al sistema frente a la que retira (Odum, 1988; Martin,
2002). La emergía renovable capturada se refiere al flujo de emergía renovable capturada
e introducida en el sistema, expresada en términos de inversión monetaria (Martin, 2002),
teniendo en cuenta que a largo plazo sólo sistemas con un alto porcentaje de emergía
renovable capturada son sostenibles. El índice de inversión emergético indica la cantidad
de EMergía necesaria desde la economía para explotar una unidad de recursos locales. Este
índice calculado para escalas regionales o procesos dados suele converger con el índice de
inversión para el país en el que se encuentre el sistema estudiado. Un índice muy alto suele
indicar altos precios, mientras que un índice bajo indica precios más competitivos pero un
riesgo de posible carga ambiental. El índice monetario emergético se calcula para un país.
Países más desarrollados suelen tener un valor más bajo de este índice, indicando una
mayor circulación de dinero. Para estos países es más favorable adquirir recursos de países
menos desarrollados pues la EMergía incluida en el dinero que pagan es menor que la

47
EMergía del producto que compran y obtienen, por ello, un beneficio (Figura 12) (Brown,
2003). Los países menos desarrollados tienen valores más elevados de este índice, ya que
en su economía hay una mayor contribución de recursos ambientales por los que no se paga
(Ulgiati et al., 1994).

Tabla 5-Resumen de los principales índices de estado que se emplean en la Síntesis Emergética. Para
cada uno se ofrece una breve explicación de su significado, así como de su método de cálculo a partir de
un diagrama de flujos teórico de un sistema que acompaña a la tabla. Para cada sistema los índices
serán calculados particularmente.
Table 5- Summary of the main indexes used by emergy Synthesis. For each one there is a short meaning
explanation, and the method to calculate it using the elements included in the attached theoretical system
diagram. For each system indexes will be calculated particularly.

ÍNDICE FÓRMULA UNIDADES DESCRIPCIÓN


Flujo de Emergía renovable
R sej/año Entrada de Emergía renovable al sistema
(Renewable emergy flow)
Flujo de Emergía no renovable Entrada de Emergía no renovable al sistema desde
N sej/año
(Indigenous non-renewable flow) fuentes internas al mismo
Flujo de Emergía importado Entrada de Emergía desde fuentes externas
F sej/año
(Flow of imported emergy) (generalmente con un intercambio monetario)
Producción de emergía Y = R+N+F sej/año Producción del sistema
Fracción renovable de la emergía usada R/Y - Fracción renovable de la Emergía empleada
Mide la contribución potencial de un proceso al
Índice de producción de Emergía
1+1/EIR - conjunto del sistema debida a la explotación de
(Emergy yield ratio; EYR)
recursos locales
Relación fuentes externas al sistema y fuentes
Índice de inversión en Emergía
F/(R+N) - internas al mismo. Mide la eficacia en el uso de la
(Emergy investment ratio)
emergía invertida en un proceso.
Índice de estrés ambiental debido a una
Índice de carga ambiental
(F+N)/R - producción. Indicador de la presión de un proceso
(Environmental loading ratio; ELR)
de transformación sobre el medio ambiente
Índice de emergía renovable capturada Índice de efectividad del sistema socioeconómico
R/F -
(Renewable emergy captured) en la captación de los flujos naturales.

Consumo de Emergía por persona sej/persona/ Medida del nivel de vida potencial medio de una
Y/población
(Emergy per capita) año población

Densidad de potencia Emergética


Y/superficie del país sej/m2/año Índice de presión de un proceso sobre el territorio
(Empower density)

Capacidad de carga renovable Estima de la población que podría mantenerse


(R/Y)*población Población
(Renewable carrying capacity) dependiendo sólo de los recursos renovables.
Índice monetario Emergético Relación Emergía con unidades monetarias.
Y/PIB sej/$
(Emergy to money ratio; EMR) Análisis de relaciones comerciales.
Medida de la contribución del sistema
Índice de sostenibilidad
EYR/ELR - jerárquicamente superior a la producción del
(Emergy sustainability index; ESI)
sistema por unidad de carga del mismo

48
DIAGRAMA DE FLUJOS TEÓRICO DE UN SISTEMA

RECURSOS
COMPRADOS
F
SERVICIOS

Fuentes no
renovables del
sistema

FUENTES R N
RENOVABLES PROCESOS Procesos
DEL SISTEMA AMBIENTALES económicos
PRODUCCIÓN (Y)
/industriales

En el sistema del diagrama existen entradas (“inputs”) de energía renovable (R) y no renovable (N), y a
la vez se importan recursos (F). La interacción de todas estas entradas genera una salida (“output”) del
sistema (Y).

La Síntesis Emergética se ha aplicado a numerosas situaciones. Sin ánimo de ser


exhaustivos, existen abundantes evaluaciones emergéticas globales para multitud de
Estados, realizados en distintos años (Alemania, Brasil, Chile, China, Estados Unidos,
Holanda, Italia, Japón, México, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Polonia, Suecia,
Suiza, Tailandia, antigua U.R.S.S., etc.) (Ulgiati et al, 1994; Brown & McClanahan, 1996;
Odum, 1996; Huang, 1998; Campbell, 1998). También existen distintos estudios de
carácter regional, aplicados a una escala más detallada: una evaluación del estado de Maine
(Campbell, 1998) o la región de Oak Openings, en Ohio (Brotje, 2003), del estado de West
Virginia (Campbell et al., 2005), un estudio emergético de la ciudad de Taipei (Huang,
1998), una Síntesis Emergética de distintas opciones para la restauración de humedales
contaminados por plomo en Florida (Ton et al, 1998), una Síntesis Emergética sobre los
efectos de la construcción de una o varias presas en el río Mekong, Tailandia, y sus posibles
localizaciones (Brown & McClanahan, 1996), un estudio sobre el estado de conservación
del delta del Mississippi, y su sostenibilidad, considerando distintos escenarios futuros
(Day et al, 1997), la evaluación de la restauración de la funcionalidad en términos de flujos
de agua del Delta del Mississippi (Martin, 2002) o un estudio de la sostenibilidad de
distintos cultivos agrícolas en Italia (Ulgiati et al, 1994), e incluso de la producción
eléctrica en una planta en Italia (Brown & Ulgiati, 2002) o el cultivo de tomates de

49
invernadero (Lagerberg & Brown, 1999), entre otros muchos que han venido apareciendo
en la última década.

Generalmente, a la hora de realizar la Síntesis Emergética de un proceso o


componente determinado, se suele comenzar por una evaluación del Estado en el que se
desea estudiar dicho subsistema o proceso. Esto es así puesto que, según el método
empleado, cualquier diagrama de flujo debe referirse siempre a un sistema superior. En este
sentido, la unidad inicial de trabajo suele ser el Estado. Un Estado constituye una unidad
diferenciada territorial, social y económicamente, para la que existen numerosas bases de
datos tanto sobre sus componentes socioeconómicos como sobre sus componentes
ambientales (Odum, 1996). Se trata de una unidad con fronteras definidas (especialmente
en el terreno socioeconómico) y para la que existen también datos sobre los distintos
intercambios con otros países. Es, por tanto, la escala recomendable para comenzar a
realizar un análisis, aunque no debemos olvidar establecer los intercambios de ese sistema,
ya que no se encuentra aislado, y debe referirse a un sistema superior (ver figura 14).
Evidentemente, un análisis a nivel nacional nos ofrece datos muy generales y tendencias,
pero sirve ya para realizar una primera base de datos y detectar vacíos de información o
incongruencias. Igualmente, es aconsejable calcular los distintos índices de estado para el
Estado en el año de estudio.

La elección del periodo temporal de estudio es de gran importancia. Generalmente,


y trabajando a escala estatal, se suele escoger el periodo de un año. Las características de
año que se escoge deben tenerse en cuenta, ya que pueden introducir grandes diferencias en
el análisis, así que se debe escoger un año lo más representativo posible. La situación ideal,
especialmente de cara a la modelización, es obtener información de varios años, pudiendo
así analizar el carácter dinámico del sistema al modo de “una película” de varios años, lo
que proporciona más información que la “foto fija” de sólo un año. Esto demuestra la
importancia no sólo en la creación de bases conjuntas de datos ambientales y
socioeconómicos, sino también de su revisión y actualización. De hecho, una de las
aportaciones notables de este método es que nos permite trabajar simultáneamente con
bases de datos de carácter ambiental y socioeconómico al mismo tiempo, relacionando
estos dos mundos, normalmente aislados.

Posteriormente, y si se desea, se puede trabajar a escalas de más detalle, pero


siempre considerando los datos a nivel estatal. Así, por ejemplo, los índices calculados para
un subsistema dado (la construcción de una presa en el río Mekong o el cultivo de cítricos
en Italia) deben compararse con los índices a nivel estatal (Tailandia en el primer caso e
Italia en el segundo) para establecer consideraciones relativas a su eficiencia, carga

50
ambiental, sostenibilidad, etc. (Ulgiati et al., 1994; Brown & McClanahan, 1996). Cuanto
más amplia sea la escala de nuestro análisis (Estado) mayor pérdida de información
tendremos como consecuencia de la simplificación, uso de datos medios, y consideración
de un país (por ejemplo el Estado español, ver más adelante) como un todo homogéneo.
Pero, no obstante, podremos obtener tendencias generales que pueden tener gran interés.
Cuanto más detallada sea nuestra escala, más podremos afinar en las evaluaciones y obtener
información de carácter práctico, útil en gestión y que nos permita intervenir, pero más
difícil será obtener los datos de partida necesarios para llevar a cabo el estudio.

Si consideramos un paisaje como la percepción plurisensorial de un sistema de


relaciones ecológicas (González Bernáldez, 1981), no hay tampoco ningún inconveniente
en utilizar esta aproximación energética para realizar un análisis paisajístico (ver Figura
13). Esto supone que dicho paisaje puede abordarse como un sistema, y llevarse a un
diagrama en términos energéticos realizando entonces una Síntesis Emergética para
considerar qué flujos son clave, por ejemplo, para definir ese paisaje y mantener ese paisaje
tal y como lo percibimos, y qué acciones deben llevarse a cabo para conservarlos o
potenciarlos.

3.2. APLICACIÓN DE LA SÍNTESIS EMERGÉTICA AL ESTADO


ESPAÑOL (1994), CONCEPTUADO COMO UN SOCIOECOSISTEMA

En un reciente trabajo (Lomas et al., enviado), aún sin publicar, se ha aplicado la


Síntesis Emergética a la España peninsular y Baleares para diversos años, comparando los
resultados con un trabajo previo de Odum & Odum (1983; 1987), con el fin de estudiar la
evolución de los principales indicadores emergéticos a lo largo de estas dos décadas. Estos
resultados pendientes de publicar proporcionan ya una serie de tendencias interesantes de
las que se presenta aquí un breve esbozo para ejemplificar el uso del método en el análisis
de Estados.

En este trabajo, se utiliza el análisis de España llevado a cabo para el año 1994 para
ejemplificar la metodología explicada. El socio-ecosistema escogido fue el de la España
Peninsular y Baleares, excluyéndose Canarias por carecer de una serie de datos biofísicos y
socioeconómicos para el archipiélago, y, sobre todo, por considerar que existen importantes
diferencias de sus ecosistemas con el resto del territorio del Estado español. El año
escogido fue 1994 ya que se trataba de un año para el que existían datos recientes pero, a la
vez, suficientemente contrastados. No obstante, se trató de un año relativamente anómalo
tanto en las condiciones ambientales (año muy seco) como en las económicas (comienzo de
recuperación económica tras un periodo de recesión). Todo ello debe ser tenido en cuenta a

51
la hora de analizar los resultados y recalca la importancia de no olvidar la escala temporal y
realizar estudios lo más periódicamente posible, teniendo una base de datos que vaya
actualizándose.

En primer lugar se realizó un diagrama de flujos para el sistema estudiado (Figura


14), y se construyó la correspondiente tabla emergética. En ella se calcularon los valores
energéticos de cada flujo y, empleando transformicidades tabuladas se transformaron esos
flujos de energía en flujos emergéticos comparables. Seguidamente se agruparon los
distintos flujos para obtener diagramas de flujo con mayor grado de agregación y de
carácter más sinóptico (Figura 15A) hasta llegar al diagrama de tres brazos que resume los
principales flujos del sistema (Figura 15B). Empleando estos datos se pueden obtener
diversos índices de estado del sistema estudiado de los que se ofrece un resumen de los más
importantes en la Tabla 5.

No es el objetivo de este monográfico dar una explicación detallada del significado


y alcance de estos índices, para los que se puede encontrar más información en Ulgiati et al.
(1994), Odum (1996) y, ya en concreto para el Estado español, en la publicación de Lomas
et al. (enviado). No obstante, de la comparación con otros estudios (Odum & Odum, 1983;
Ulgiati et al., 1994; Odum, 1996) se pueden extraer algunas conclusiones sugerentes para la
situación del Estado español en 1994.

• Se podía hablar de un buen estado de desarrollo del socio-ecosistema estudiado


(España peninsular y Baleares) para 1994, como nos indican el menor índice
monetario emergético en comparación a otros estudios, el valor elevado de
captación de emergía por persona (que, de alguna forma es un índice de nivel de
vida) o el porcentaje relativamente elevado de emergía de origen eléctrico.

• Existían además bajos niveles de carga ambiental en comparación con otros países
del entorno. A esto contribuye, en gran parte, una densidad de población baja,
aunque se concentre en algunas zonas (no hay que olvidar la gran diferencia
interior-costa). Hay además una elevada utilización de recursos naturales propios y
un amplio capital natural aún disponible.

• Las importaciones son más importantes que las exportaciones, aunque todavía no
hay un desequilibrio tan acusado como en otros países (como Italia; Ulgiati et al.,
1994). La mayor importación de EMergía es en forma de combustibles. La mayor
exportación es en forma de bienes. Dentro de los servicios hay que destacar el
turismo.

52
Tabla 6-Principales índices de estado obtenidos en la Síntesis Emergética de España en 1994 (Lomas et
al., enviado).
Table 6- Main indexes obtained for Emergy Synthesis of Spain in 1994 (Lomas et al., submitted).
ÍNDICE FÓRMULA VALOR UNIDADES
Flujo de Emergía renovable
R 1,10E+23 sej/año
(Renewable emergy flow)
Flujo de Emergía no renovable
N 1,44E+23 sej/año
(Indigenous non-renewable flow)
Flujo de Emergía importado
IMP= F1+M1+G1+SS1 6,12E+23 sej/año
(Flow of imported emergy)
Emergía total usada U=R+N+IMP-N2 8,52E+23 sej/año
Emergía total exportada EXP= F2+M2+G2+SS2 3,29E+23 sej/año
Fracción gratuita de la emergía usada
(R+N0)/U 0,13 -
(Fraction of use that is free)
Fracción renovable de la emergía usada R/U 0,13 -
Fracción de emergía usada procedente de
recursos locales
(R+N0+N1)/U 0,28 -
(Fraction of emergy used derived from home
sources)
Razón de la energía concentrada frente a la rural
(Ratio of concentrated to rural)
(U-R-N0)/(R+N0) 6,67 -
Fracción de la emergía usada que es importada
(Fraction of use that is imported)
IMP/U 0,72 -
Fracción de la emergía usada de origen eléctrico EmEléctrica/U 0,20 -
Importaciones frente a exportaciones IMP/EXP 1,86
Índice de inversión emergética
IMP/(R+N) 2,41 -
(Emergy investment ratio; EIR)
Índice de producción emergético
(Emergy yield ratio; EYR)
1+1/EIR 1,41 -
Índice de carga ambiental
(U-R)/R 6,76 -
(Environmental loading ratio; ELR)
Consumo Emergía por persona
U/Población 2,18E+16 sej/persona/ año
(Emergy per capita)
Densidad de potencia Emergética
U/Superficie España 1,71E+12 sej/m2/año
(Emergy density)
Capacidad de carga renovable
(R/U)*Población 5,05E+6 Personas
(Renewable carrying capacity)
Índice monetario Emergético
U/PIB 1,69E+12 sej/$
(Emergy to money ratio; EMR)
Índice de sostenibilidad
(Emergy sustainability index)
EYR/ELR 0,21 -
-La nomenclatura usada en las fórmulas se corresponde a la Figura 15.
-Población del Estado Español (Península+Baleares; 1.994)= 39.166.251habitantes (INE).

53
Portugal Ciclo
Mareas Comb. Bienes
Terrestre
Mineral. Servicios
Olas

Inmigrantes

Ecosistemas Comb.
GDP
Lluvia
Costeros Mineral,

Turismo

Ecosistemas Población
Viento Acuáticos Agua Núcleos

Industria
Centrales en.
Inversión
externa
Ecosistemas Servicios
Terrestres turísticos

Comercio
Sol Suelo

Viñas, Olivos, Residuos Mercados


Otros cultivos externos
Tratamiento
residuos

ESPAÑA
Figura 14.-Diagrama de flujos generales en España para 1994. Se indican los flujos de emergía de cada componente, calculados a partir de la
correspondiente tabla de análisis emergético (Lomas et al., enviado).
Figure 14.- Emergy systems diagram for Spain in 1994. Emergy flows are showed for each component. They have been calculated from the
corresponding emergy Synthesis table, Lomas et al., submitted).

54
Minerales Bienes
Combustibles

A
TURISMO Y
F1 OTROS
M1 SS1
Dispersos SERVICIOS
G1

Concentrados
N0
No F2, M2, G2
renovables
exportados N1
MERCADOS
N2 PNB
SS2
Medio R Sistemas
Ambiente
rurales N2

B IMPORTACIÓN
(F1+M1+G1+SS1)
6,12E+23 sej/año

FUENTES ESPAÑA EXPORTACIÓN


SISTEMA 1994 (N2+F2+M2+G2+SS2)
(R+N0+N1+N2)
3,29E+23 sej/año
2,54E+23 sej/año

Figura 15.-A-Diagrama de flujos resumido para España en 1994. B-Diagrama de tres brazos (máximo grado de agrupación) de los flujos emergéticos
para España en 1994 (Lomas et al., enviado).
Figure 15. - A-Summarized Emergy systems diagram for Spain in 1994. B- Input-Output diagram (maximum degree of grouping) of emergy flows for Spain
in 1994 (Lomas et al., submitted).

55
• Se puede hablar, en definitiva, de una buena situación e partida, con un grado de
desarrollo elevado y aún una importante utilización de recursos naturales propios,
sin que exista un estrés ambiental irreversible. Esta situación es resultado de las
propias condiciones ambientales (con gran heterogeneidad y extensión), sociales y
demográficas (baja densidad de población y muy concentrada en algunas áreas) de
España. El escenario de 1994 planteaba, por tanto, un momento crucial de cara al
futuro para establecer análisis a menor escala (mayor detalle) y adoptar las
estrategias necesarias para, en la medida de lo posible, mantener o mejorar esta
situación.

• En este sentido, la gran heterogeneidad de España hace necesario realizar


evaluaciones emergéticas a escalas más detalladas (regionales o locales) y comparar
los resultados con lo que se obtengan a nivel nacional. Zonas rurales o espacios
naturales protegidos tendrán menor grado de carga ambiental o densidad
emergética, mientras que otras áreas (levante español, zonas urbanas, costa, ejes de
desarrollo) tendrán mayor carga ambiental. Zonas de interfase (como el área de
Doñana) serán susceptibles de conflicto y, en ellas, el análisis podría ser de gran
interés para evaluar la contribución de los distintos componentes a su integridad y
sostenibilidad (de hecho, en la actualidad se está desarrollando un proyecto con la
Junta de Andalucía, con este objetivo).

A la vez que se han obtenido esta serie de tendencias generales y se hace patente la
necesidad de descender de escala en el análisis, se han constatado una serie de limitaciones
en el método que deben ser puestas de manifiesto. Aquí se extraen algunas de las
principales consideraciones al respecto.

• En primer lugar, la Síntesis Emergética, como toda evaluación de sistemas, necesita


de una base de datos muy potente y que agrupa información de múltiples sectores.
Este paso supone un gran esfuerzo pero, a la vez, permite tener una base de datos
común, que agrupe variables ambientales y socioeconómicas que muchas veces
están separadas. El proceso de recogida de información y elaboración de la base de
datos es, por tanto, un paso fundamental que permite poner de manifiesto los
siguientes problemas:

• Una gran dispersión de la información y en muchos casos una descoordinación a


nivel administrativo (entre Organismos de administración diferentes, cada uno con
criterios dados, o incluso dentro de un mismo Organismo) de manera que hay datos

56
contradictorios. Por otro lado, se constata que, para muchas variables
(especialmente ambientales) sería deseable la existencia de redes de medida más
potentes y con más medios. Otras veces se dispone de información incompleta por
no estar bien especificado a qué ámbito se circunscribe la toma de datos de la
variable. Por último, se detectan en algunos casos incoherencias entre estadísticas
internacionales y nacionales.

Todas estas consideraciones nos permiten hacer una serie de reflexiones que se
exponen a continuación.

-En primer lugar, sería deseable la existencia de algún centro de referencia que
agrupara y comparara datos de tipo socioeconómico y ambiental que, muchas veces
interactúan entre sí. En la coyuntura actual, en la que el “Desarrollo Sostenible” parece ser
el objetivo deseado, esta recopilación de datos y comparación de los mismos parece ser casi
una obligación que permitiría poner de manifiesto muchos problemas, resolver otros y
actuar de una forma conjunta en la gestión de los sistemas ambientales (con componentes
naturales y socioeconómicas). Tal y como señala Carpintero (2005), se ha avanzado muy
poco en el campo de la sistematización de estadísticas ambientales, y han tenido que ser
investigadores de manera particular los que vienen supliendo todo este déficit.

-Dentro de la propia Síntesis Emergética se han detectado diferencias en algunos


procedimientos de cálculo, poca claridad en la definición de algunas variables o en los
periodos de medida (por ejemplo, en las variables de tipo ambiental). Sería deseable, por
tanto, una mayor claridad metodológica de algunos pasos del análisis para evitar errores
innecesarios y un mayor consenso para definir criterios a la hora de realizar el análisis. Este
proceso se está abordando actualmente mediante la edición del denominado Handbook of
Emergy Valuation (que se pueden descargar actualmente en el sitio
http://www.emergysystems.org/downloads.php, donde se está haciendo un esfuerzo por
concentrar gran parte del material relacionado con la Síntesis Emergética, especialmente
con las transformicidades), actualizando y revisando el estupendo trabajo de H. T. Odum
(1996), así como mediante el desarrollo de seminarios a nivel internacional y la puesta en
marcha de la denominada Biennial Emergy Conference, con sus correspondientes
publicaciones.

-Por otro lado, y como ocurre en cualquier proceso de modelización conceptual, el


“resumir” espacial y temporalmente el sistema estudiado siempre conlleva una pérdida de
información que debe ser considerada. Así, en el caso de la Síntesis Emergética de España,
se empleó el año 1994, que puede considerarse anómalo para algunas variables, con lo que

57
un análisis más continuado temporalmente, como el que actualmente está pendiente de su
publicación, sería deseable. Por otro lado, y en el caso de España especialmente, por su
gran heterogeneidad, sería conveniente dividir el sistema en subsistemas más homogéneos
ecológica y socio-económicamente (regionalización ecológica y comarcalización) con el fin
de no utilizar valores medios para todo el territorio que enmascaran una fuerte variabilidad.

-Finalmente, siempre existe un gran riesgo en el uso de transformicidades ya


calculadas para otros supuestos o, en algunos casos, problemas por no encontrar
transformicidades para algunos componentes que, en nuestro sistema, sí pueden ser muy
importantes, y que han de ser calculados con el consiguiente esfuerzo que esto supone para
el investigador.

58
4. CONSIDERACIONES FINALES

Sin duda, la Síntesis Emergética es una de las contribuciones más revolucionarias


que hizo el ecólogo Howart T. Odum (1924-2002) en su trayectoria científica. Este método
nos permite tener una visión con una fuerte componente ecológica de las relaciones entre
los sistemas naturales y humanos, y nos ayuda a buscar estrategias que nos acerquen a esa
deseada sostenibilidad.

En la Tabla 7 pueden verse resumidas algunas de las que a nuestro juicio


constituyen algunas de las principales ventajas e inconvenientes del empleo del método
emergético. A grandes rasgos constituye una ventaja el hecho de que se parta de la
construcción de un modelo conceptual (que constituye un paso fundamental en el proceso)
y de una base de datos interdisciplinaria. Ambos pasos (modelización, o conceptualización
del socio-ecosistema y obtención de información multirrelacionada) son básicos a la hora
de abordar, desde una perspectiva sistémica, cualquier problema. Estos modelos y bases de
datos asociadas (que integran y comparan datos ecológicos con otros socioeconómicos) son
de utilidad no sólo para la Síntesis Emergética, si no para otras múltiples aproximaciones o
simplemente como bancos de información. No obstante, requieren grupos de trabajo
transdisciplinares y supone grandes inversiones en términos de tiempo, dinero y personal
que, en cualquier caso, dan sus frutos a medio-largo plazo. Una vez que se han creado esas
bases de datos, su mantenimiento y actualización es mucho más sencillo.

La Síntesis Emergética tiene que verse como una herramienta importante a la hora
de valorar los componentes de los ecosistemas (capital natural) y establecer su contribución
a la economía. No pretende sustituir completamente el uso de otras herramientas ya
existentes, sino que puede tener un carácter eminentemente complementario, ya que tiene
en cuenta la contribución de los ecosistemas a la economía y su interdependencia. Existen
muchas críticas tanto a la metodología como a las asunciones que lleva consigo. Una buena
revisión de las mismas se puede leer en Hau & Bakshi (2004). Evidentemente, una de las
cuestiones discutibles es el concepto de valor puramente energético, puesto que deja de
lado cuestiones como la escasez de un bien, o valoraciones subjetivas del mismo. Así, dos
componentes pueden tener la misma EMergía y sin embargo uno de ellos ser más escaso
que el otro, o tener una serie de propiedades indeseables y, por tanto, no tener el mismo
valor. La interpretación de los resultados, por tanto, debe hacerse con cautela y
completándose con otras aproximaciones ya que obtener unidades de energía para unos u
otros procesos o componentes es relativamente sencillo, pero dotar de un significado a esa
energía es más complejo. También se suele criticar el empleo del principio de
maximización de la emergía, argumentando que los sistemas complejos no pueden ser

59
descritos únicamente con un principio unidimensional de optimización (Mansson &
McGlade, 1993; Hau & Bakshi, 2004), aunque la validez de estos argumentos haya sido
cuestionada (Pattern, 1993; Odum, 1995).

Tabla 7-Principales ventajas e inconvenientes de la Síntesis Emergética.


Table 7- Main advantages and disadvantages of Emergy Synthesis.
VENTAJAS INCOVENIENTES
Excluye aspectos sociales. Necesidad de
Sólida base ecológica. Considera estructura,
complementar con otros métodos para no caer en
funcionamiento de cada tipo de ecosistema.
“reduccionismo energético”.
Permite la interrelación de bases de datos que Necesidad de una sólida y amplia base de datos de
tradicionalmente se analizan de manera individual partida que no siempre está disponible.
Consideración de las restricciones energéticas y
Dificultad para incluir restricciones socio-políticas
termodinámicas de los sistemas. Aproximación
de los sistemas. Aproximación egocéntrica.
desde la Economía Ecológica.
Consideración de distintos tipos de calidad Necesidad de uso de factores de conversión
energética. (transformicidades).
Procedimiento estandarizado. Aplicación del Problema en el uso de factores de conversión
método científico. Conceptualización del sistema en (transformicidades) ya calculados. Incertidumbre en
modelos de uso general. los cálculos.
Trabajo y aproximación multidisciplinar desde el
Costes en tiempos de tiempo y personal elevado.
ámbito de las Ciencias de la Naturaleza y Sociales.
Conmensurabilidad de valores. Utilización de El concepto de valor puede no depender
unidades comunes (unidades de energía integrada) exclusivamente en la cantidad de energía necesaria
para evaluar componentes naturales y para crear un determinando componente (hay que
socioeconómicos. considerar otros factores como escasez).
Gran potencialidad del método en comparación de
Necesidad de múltiples análisis previos para
alternativas y análisis a distintas escalas espacio-
alcanzar una escala de gran detalle.
temporales.

En cualquier caso, el atractivo del método radica en su sólida base ecológica, que
permite abordar los problemas de valoración ambiental y sostenibilidad desde una nueva
perspectiva, con un método estandarizado (Odum & Odum, 2001). A pesar de las
imperfecciones metodológicas del análisis, que es de esperar que se vayan corrigiendo con
el tiempo, especialmente si su uso se generaliza, la perspectiva que introduce es sumamente
atractiva y novedosa ya que abordar el problema de la valoración ambiental desde la
ecología. En un momento como en el que nos encontramos, en el que los problemas son
cada vez más acuciantes y tienen un carácter más global y cuando, además, se está
haciendo tarde para evitar cambios irreversibles, cualquier nueva aproximación de carácter
integrado e integrador y con una sólida base ecológica debe ser bienvenida.

Además, hay que señalar que en la línea de la integración disciplinar iniciada por
estos métodos de valoración biofísica, en la actualidad se está trabajando, cada vez con
mayor fuerza y en más ámbitos, en términos de sistemas complejos (socioecosistemas),
bajo la perspectiva de la gestión y el análisis de la resiliencia (Walker et al., 2002), sensu

60
Holling (1973), en el marco conceptual abierto por la denominada Alianza de la Resiliencia
(http://www.resalliance.org/ev_en.php). Es la denominada Panarquía (Gunderson &
Holling, 2001; Holling, 2001). Esta nueva y prometedora perspectiva pretende dar un paso
más en la integración de disciplinas al incorporar otras ciencias sociales, como la política,
la sociología, la antropología, etc., a la vez que reivindica el papel de la resiliencia y la
modelización de los sistemas mediante ciclos adaptables como potentes herramientas de
gestión.

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-Szargut, J.; Morris, D. R. & Steward, F. R. (1988). Exergy analysis of thermal, chemical
and metallurgical processes. Hemisphere Pubs. New York. USA.

-Tilley, D.R. (2004). Howard T. Odum´s contribution to the laws of energy. Ecological
Modelling, 178 (1): 121-125.

-Ton, S., Odum, H.T. & Delfino, J.J. (1998). Ecological-economic evaluation of wetland
management alternatives. Ecological Engineering, 11:291-302.

-Ulgiati, S., Bargigli, S. & Raugei, M. (2005). Dotting the I´s and crossing the T´s of
Emergy Synthesis: material flows, information and memory aspects, and performance

71
indicators. In: Brown (Ed.). Proceedings of the Third Biennial Emergy Conference. In
press. Gainesville. FL. USA.

-Ulgiati, S. & Brown, M. T. (2002). Quantifying the environmental support for dilution and
abatement of process emissions. The case of electricity production. Journal of Cleaner
Production, 10: 335-348.

-Ulgiati, S. & Brown M.T. (1998). Monitoring patterns of sustainability in natural and
man-made ecosystems. Ecological Modelling, 108:23-26.

-Ulgiati, S., Odum, H.T. & Bastianoni, S. (1994). Emergy use, environmental loading and
sustainability. An emergy analysis of Italy. Ecological Modelling, 73: 215-268.

- Vitousek, P.; Ehrlich, P.; Ehrlich, A. & Matson, P. (1986). Human appropiation of the
products of photosynthesis. Bioscience, 36 (6): 368-373.

-Vitousek, P.M., Mooney, H.A, Lubchenco, J. & Melillo, J.M. (1997). Human Domination
of Earth´s Ecosystems. Science, 277(5325): 494-499.

-von Bertalanffy, L. (1968). General systems theory, foundations, development,


applications. Georges Braziller. New York. USA.

-Walker, B., Carpenter, S., Anderies, J., Abel, N., Cumming, G., Janssen, M., Lebel, L.,
Norberg, J., Peterson, G. D. & Pritchard, R. (2002). Resilience management in social-
ecological systems: a working hypothesis for a participatory approach. Conservation
Ecology, 6(1): 14; [URL: http://www.ecologyandsociety.org/vol6/iss1/art14].

Algunas direcciones de la red donde puede encontrarse información específica sobre


la Síntesis Emergética:

http://www.enveng.ufl.edu/homepp/brown/
[Página de Mark T. Brown. Environmental Engineering Sciences. Universidad de
Florida. Gainesville. FL. USA].

http://www.ees.ufl.edu/cep/
[Center for Environmental Policy de la Universidad de Florida. Gainesville. FL.
USA].

http://www.emergysystems.org/
[Sitio ligado a la Universidad de Florida donde se puede encontrar material,
información y noticias relacionadas con la evaluación emergética].

http://www.fea.unicamp.br/docentes/ortega/
[Página del Laboratório de Engenharia Ecológica e Informática Aplicada de la
Universidade Estadual de Campinas. Brasil].

72
GLOSARIO

El presente glosario contiene algunos de los principales términos usados en este


libro, y el modo en que se usan aquí. Como ya se ha comentado, algunos de los conceptos
aquí usados se utilizan seguramente por primera vez en castellano, por lo que se consigna la
traducción tentativa del mismo, así como el término anglosajón usado habitualmente.

Para más información sobre la definición de algunos de estos conceptos,


especialmente en lo referente a la Síntesis Emergética, se pueden consultar, los trabajos
Odum (1996), Ortega (2002) y Brown & Ulgiati, (2004), principalmente.

Análisis coste-beneficio – Evaluación en términos monetarios de todos los costes y beneficios


derivados de una decisión o un proyecto, encaminado a la toma de decisiones.
Bienes – Elementos de la estructura abiótica o geótica de los ecosistemas que poseen o pueden
poseer un valor social y/o de mercado. Se suele hablar de bienes cuando nos referimos a estos
elementos, siempre y cuando tienen como finalidad satisfacer una necesidad. Si de lo que se
trata es de un elemento destinado a la venta y al beneficio, se suele hablar de mercancías.
Bien público – Bien o servicio ambiental que puede reportar un beneficio a una persona sin que
esto reduzca el beneficio que el mismo bien o servicio es capaz de reportar a otra.
Calidad de la energía- Contribución potencial de un flujo de energía a un determinado sistema. Se
mide a través de la transformicidad.
Capital Natural- Conjunto de componentes geóticos y bióticos, así como procesos biofísicos que
existe en un sitio y momento determinados. Es básicamente el sistema natural, o lo que es lo
mismo los ecosistemas que mantienen su integridad ecológica y resiliencia, de tal modo que
suministran, de manera sostenible, servicios que pueden tener o no valor en el mercado, pero
que son igualmente imprescindibles para la sociedad.
Comparabilidad débil – El problema de la falta de una medida común y única de comparación al
cual todos los diferentes componentes de un sistema pueden ser referidos no se puede evitar,
pero se pueden usar múltiples medidas o valores diferentes para apoyar la toma de decisiones.
Comparabilidad fuerte – Existe una medida común y única de comparación al cual todos los
diferentes componentes de un sistema pueden ser referidos.
Coste del viaje – Valor de un viaje a un determinado lugar, derivado de su coste, incluido el coste
de oportunidad del tiempo que dura.
Coste de oportunidad – Valor de lo que se deja de obtener cuando se adquiere o consigue otra
cosa.
Coste social – El coste total de una actividad económica para la sociedad.
Demanda – Disposición a obtener un bien o servicio, respaldada por el correspondiente poder
adquisitivo.
Densidad de potencia emergética (empower density)- Flujo de emergía por unidad de tiempo y
superficie. Sus unidades son sej/m2/año.

73
Disposición a pagar – Suma de dinero que una persona está dispuesta a desembolsar para adquirir
un bien o servicio, independientemente de si tiene un precio corriente de mercado o es gratuito.
Eficiencia económica – Indicador que mide la relación entre el valor de un determinado producto y
el de los recursos utilizados para producirlo.
Emdolar (valor macroeconómico) – Emergía que uno recibe por una cantidad de dinero gastada.
Se calcula dividiendo la Emergía de ese flujo entre el Índice monetario emergético.
Emergía (Emergy) – Cuantifica toda la energía utilizada en generar un bien o servicio expresada en
unidades comunes. Sus unidades son el emjulio (ej). La Emergía solar de un bien o servicio es
la Emergía de ese producto expresado en el equivalente de energía solar requerido para
generarlo. Sus unidades son el emjulio solar (sej). También conocida como Memoria
energética.
Energía – Capacidad para realizar un trabajo. Puede estimarse por combustión. Se mide por tanto
en unidades de calor: calorías o Julios (1 cal = 4186 J). Su funcionamiento (transferencia,
conversión, etc.) se rige por las leyes de la termodinámica.
Energía disponible – Cantidad máxima de energía con potencial para realizar trabajo (también
exergía).
Exergía- Energía disponible que se usa en un proceso.
Función de un ecosistema– Conjunto de procesos en que intervienen los distintos componentes
biológicos, químicos y físicos de un ecosistema, tales como el ciclo de nutrientes, la
productividad biológica o la recarga de acuíferos.
Fracción de emergía usada procedente de recursos locales- Cantidad de emergía usada por un
determinado sistema originada en el mismo, tanto renovable como no renovable. Pretende ser
un índice del grado de auto-suficiencia del sistema. Al ser un índice es adimensional
Índice de carga ambiental (Environmental loading ratio)- Cociente de la emergía adquirida
(implica transacción económica) y la no renovable del propio sistema, por la emergía de tipo
ambiental renovable (que no se ve sometida a ninguna transacción económica). Índice de estrés
ambiental debido a una producción. Indicador de la presión de un proceso de transformación
sobre el medio ambiente. Al ser un índice es adimensional.
Índice de inversión en emergía (Emergy investment ratio)- Razón de la emergía retroalimentada
desde el sistema económico (implica que se ha pagado por ella) por las entradas de tipo
ambiental (por las que no se ha pagado nada) del propio sistema ambiental (es decir, no
importados). Mide la eficacia en el uso de la emergía invertida en un proceso. Al ser un índice
es adimensional.
Índice de producción emergética (Emergy yield ratio)- Razón de la emergía incorporada a un
determinado producto entre la emergía requerida para procesarlo. Mide la contribución
potencial de un proceso al conjunto del sistema debida a la explotación de recursos locales. Al
ser un índice es adimensional.
Índice monetario emergético (Emergy-money ratio)– Para un determinado Estado en un
determinado año es la razón de la emergía empleada en ese Estado frente al Producto Interior
Bruto de dicho año. Se trata, por tanto de la transformicidad de dicho Estado. Se expresa en
sej/unidad monetaria.

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Índice de emergía per capita- Para un determinado Estado en un determinado año, es la cantidad
media de emergía consumida por habitante del mismo. Pretende ser un indicador del nivel de
vida potencial medio de una población. Se expresa en julios solares energéticos por persona
(sej/persona).
Mercado – Conjunto de transacciones entre oferentes y demandantes de un bien o servicio dotados
de medios de cambio.
Oferta – Conjunto de bienes y servicios ofrecidos a la venta.
Porcentaje de emergía de origen eléctrico- Porcentaje de emergía consumida por un Estado en un
período de tiempo determinado cuyo origen es eléctrico.
Potencia Emergética (Empower) –La potencia emergética es el flujo de Emergía por unidad de
tiempo (generalmente un año). Es realmente el valor que se maneja en los cálculos. Sus
unidades son sej/unidad de tiempo.
Precio- Resultante teórico del equilibrio entre las curvas de oferta y demanda; empleado como
indicador del valor de una mercancía o servicio en términos monetarios.
Precio sombra – Precio que tendría cualquier bien o mercancía en condiciones de competencia
perfecta si fuéramos capaces de incluir, en términos monetarios, todos los costes sociales y
privados que se generan en su producción. Como cualquier otro precio, en este caso reflejaría el
coste de oportunidad social de producir o consumir una mercancía, aun cuando ésta no sea
intercambiada en el mercado o no tenga un precio de mercado.
Primera Ley de la Termodinámica – La energía ni se crea ni se destruye, simplemente se
transforma.
Principio de Maximización de la Potencia Emergética- Principio según el cual los sistemas más
competitivos son aquellos que obtienen el máximo partido de la emergía disponible mediante
flujos de retroalimentación de sus procesos productivos, conversión de la mayor parte de la
energía recibida en trabajo útil y organización eficiente de sus componentes. Es una aplicación
del Principio de Máxima Potencia postulado por A. J. Lotka al campo de la emergía.
Principio de Máxima Potencia- Una explicación de A. J. Lotka y otros investigadores para
explicar la auto-organización observada en los sistemas. Lotka observó que permanecían
aquellos sistemas cuya estructura y organización consiguiera aprovechar más energía disponible
y usarla de forma más eficiente que las alternativas.
Producto Interior Bruto (PIB)- Valor de la producción total de bienes y servicios finales
producidos en un país en un período de tiempo determinado.
Resiliencia ecológica – Magnitud de perturbación que un sistema puede experimentar sin cambiar a
un estado con diferentes factores de control, estructura y funcionamiento (dominio de
estabilidad).
Segunda Ley de la Termodinámica- En toda transformación de energía, alguna parte de la energía
originalmente disponible se dispersa durante el proceso.
Servicios- Se relacionan con la utilidad que, para la sociedad humana, poseen algunas de las
funciones que realizan los ecosistemas. En un sentido amplio, los servicios constituyen los
flujos de energía, materia e información de los sistemas ecológicos que aprovecha el ser
humano.

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Socio-ecosistema (sistema socio-ecológico o sistema económico-ecológico) – Sistemas
ecológicos relacionados y/o afectados profundamente por los sistemas socio-
económicos que forman parte de ellos
Tipo de descuento – Porcentaje de minoración aplicado a una suma de capital para calcular su
valor actual.
Transferencia de beneficios – Práctica consistente en estimar el valor de un sistema teniendo en
cuenta los valores estimativos de otro.
Transformicidad (Transformity) – Cantidad de energía de un tipo que necesaria para generar una
unidad de energía de otro tipo. Expresa la Emergía necesaria por unidad de energía de un
proceso dado. Se obtiene dividiendo la emergía total de un proceso por la energía que éste
genere. Se expresa en unidades de emergía/unidades de energía (ej/j). Mide la calidad de un tipo
de energía dado, y se utiliza para comparar energías de distintos tipos expresándolas en las
mismas unidades de Emergía.
Transformicidad solar- Cantidad de energía solar necesaria para generar una unidad de energía de
otro tipo. Se mide en unidades de emergía solar/energía (sej/j).
Utilidad- Capacidad de un bien o servicio para satisfacer necesidades o deseos.
Valor- Grado de utilidad o aptitud de las cosas para satisfacer las necesidades o proporcionar
bienestar.
Ventana Ambiental– Zona de interacción entre los componentes y sistemas naturales
(ecosistemas) y los componentes y sistemas socioeconómicos.

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