Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En una red, cuando conectamos varios equipos, estos deben tener registrada una dirección IP diferente
dentro de un segmento o rango de red determinado. Esto es así para que estos equipos puedan
comunicarse y compartir información entre sí. En el pasado, esta comunicación era establecida
manualmente, pero con el tiempo era evidente que no era viable dedicar recursos y tiempo de un
administrador de sistemas a configurar manualmente cada nuevo equipo que se conectaba a la red. Es en
este punto donde aparece el término Servidor DHCP, para hacer una administración centralizada y
automática de los parámetros de red.
El protocolo DHCP, en inglés, Dynamic Host Configuration Protocol, es una extensión del protocolo
Bootstrap (BOOTP) desarrollado en 1985 para conectar dispositivos como terminales y estaciones de
trabajo sin disco duro con un Bootserver, del cual reciben su sistema operativo. Su función fue la de
ofrecer solución a redes de gran tamaño y la incipiente presencia de puestos de trabajo móviles como
portátiles o think-clients, asignando direcciones de red automáticamente de modo que fueran reutilizables.
DHCP ya tiene casi 40 años entre nosotros y como todo protocolo ha pasado por diferentes revisiones que
lo han ido adaptando hasta nuestros días, aunque quizá la más importante fue en 1997 con el RFC 2131 y
su especificación definitiva.
Dirección IP única
Máscara de subred
Puerta de enlace estándar
Servidores DNS
Configuración proxy por WPAD (Web Proxy Auto-Discovery Protocol)
Pero, ¿cómo se logra esta asignación? el proceso es automático, pero también es el resultado de finalizar
con éxito cuatro pasos consecutivos:
Se trata de un modelo basado en 7 capas o niveles de abstracción que intentan dar explicación a
cómo funcionan las cosas. Cada una de las capas presentan sus propias funciones para que en
conjunto definir un estándar de comunicación en donde hardware y diferentes protocolos puedan
interactuar.
Niveles OSI orientados a red
Estos niveles se encargan de gestionar el apartado físico de la conexión, como el establecimiento
de la comunicación, el enrutamiento de ésta y el envío
Capa 1: Física
Este nivel se encarga directamente de los elementos físicos de la conexión. Gestiona los
procedimientos a nivel electrónico para que la cadena de bits de información viaje desde
el transmisor al receptor sin alteración alguna. Define el medio físico de transmisión:
cables de pares trenzados, cable coaxial, ondas y fibra óptica
Capa 3: Red
Esta capa se encarga de la identificación del enrutamiento entre dos o más redes
conectadas. Este nivel hará que los datos puedan llegar desde el transmisor al receptor
siendo capaz de hacer las conmutaciones y encaminamientos necesarios para que el
mensaje llegue. El protocolo más conocido que se encarga de esto es el IP.
Capa 4: Transporte
Este nivel se encarga de realizar el transporte de los datos que se encuentran dentro del
paquete de transmisión desde el origen al destino. Esto se realiza de forma independiente
al tipo de red que haya detectado el nivel inferior. Los protocolos más conocidos son
UDP y TCP.
Capa 6: Presentación
Como su propio nombre intuye, esta capa se encarga de la representación de la
información transmitida. Asegurará que los datos que nos llegan a los usuarios sean
entendibles a pesar de los distintos protocolos utilizados tanto en un receptor como en un
transmisor. Traducen una cadena de caracteres en algo entendible, por así decirlo.
Capa 7: Aplicación
Este es el último nivel, y en encargado de permitir a los usuarios ejecutar acciones y
comandos en sus propias aplicaciones como por ejemplo un botón para enviar un email o
un programa para enviar archivos mediante FTP. Permite también la comunicación entre
el resto de capas inferiores. Ejemplos de la capa de aplicación pueden ser el protocolo
SMTP, FTP, etc.