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CONCEPTOS ESENCIALES PARA EL GESTOR CULTURAL

En el ejercicio de alcanzar una óptima gestión cultural, sea desde el ámbito privado o
público es realmente importante tener una posición de líder y coordinador, capaz de tener
una visión general de las situaciones que se puedan presentar en el transcurso de la
ejecución del proyecto en cuestión, es sencillo decirlo, sin embargo, a la hora de la práctica
se puede llegar a tornar más complejo, es por esto que se hace necesario plantear una
serie de conceptos fundamentales para el gestor, que permitan pasar de la teoría a la
práctica y así lograr generar una innovación en la cultura a nivel distrital y nacional.

Empezando desde una visión general para pasar a una más específica acerca de los
conceptos, es adecuado en primera medida establecer a la política entendida como el
conjunto de acciones que rigen no solo la actividad como gestor sino en general el
comportamiento como ciudadanos, y como a partir de un análisis del comportamiento que
se tiene en el diario vivir se puede establecer la importancia de contar con ciertas
características fundamentales, a nivel moral y de cultura ciudadana definidas como
correctas por el Estado, la sociedad y cultura que rodea al entorno para la correcta gestión.

Con relación más específica hacia este comportamiento, también es pertinente entender la
importancia de un análisis antropológico sobre ciertas actitudes que se puedan llegar a dar
en dos instancias fundamentales de la ejecución de un proyecto, y el como actuar de la
manera más eficaz frente a estas. En primera instancia en las relaciones con el equipo de
trabajo, ya que el desarrollar un buen ambiente a partir de la resolución de conflictos
aplicando la comunicación asertiva, se vuelve algo fundamental, para que por consecuencia
se de una buena comunicación y el objetivo en común de ejecutar el proyecto de la mejor
manera no se vea afectado. En segunda instancia en las relaciones con el entorno, ya sea
desde el ámbito público con los entes de control y con los beneficiarios del proyecto, o
desde el privado con los clientes, es evidente que al igual que con el equipo de trabajo, en
estas relaciones se mantenga un ambiente de respeto, transparencia y buena
comunicación, debido que se puede determinar que estos actores dentro de la gestión son
materia prima para el desarrollo del proyecto.

Para entrar de manera más específica a lo fundamental para el gestor cultural, se debe
tomar en cuenta lo importante que es el conocer de manera clara lo que se puede definir
como el manual para el gestor, que son las políticas públicas determinadas para el área
cultural en el país. El conocer sobre estas permite tener una ejecución cómoda y óptima
sobre todo el proceso desde lo macro, para la ejecución de un proyecto, desde la
presentación de la idea, pasando por el inicio de la ejecución, presentación de evidencias
de ejecución y terminando con los informes finales. El conocimiento de todo esto que está
planteado en la política pública permitirá no solo lo ya mencionado sino también generar
oportunidades dentro del ámbito público que permitan al gestor acceder a la ejecución de
proyectos que tengan incidencia en la población no solo a nivel local o distrital, sino también
a nivel nacional en internacional.
Como gestor, entender la gestión no solo desde lo conceptual como el hecho de llevar a
cabo una serie de diligencias o pasos para el desarrollo de una operación o idea, sino como
algo que se tiene que ver desde todos lo puntos de vista y que puede ser muy similar a
gerenciar una empresa y todo lo que implica esta, es importante, ya que se tiene una
organización en forma de jerarquía, en la que el gestor puede acudir al encargado de cada
uno de los departamentos o cargos que pertenecen al proyecto para solucionar los
inconvenientes e imprevistos que puedan surgir, además puede generar reuniones que
permitan el mejoramiento de cada área, en aras de crear planes de acción para esto. En
caso de que el gestor no posea equipo de trabajo es importante que esté enterado y muy
bien organizado en cada una de las tareas de las diferentes áreas a desarrollar en la
ejecución del proyecto.

Lo anterior se puede llevar a cabo conociendo y aplicando, además, las características


principales de un gestor cultural, entre las que se encuentran la capacidad que tiene el
gestor para analizar el entorno en el que se encuentra en cuanto a características del
colectivo y como se adapta la idea del proyecto a este y al ámbito en el que ejecuta. Una
de las características que debe tener también son habilidad para las relaciones públicas, ya
que esto es fundamental para generar redes de contactos y de trabajo que le brinden
opciones para actuar y un desempeño más eficaz en la ejecución de cada una de las partes
del proyecto.

Adicionalmente, la generación de ideas es fundamental para el gestor, y no solo generarla,


sino saber de forma creativa como ejecutarla, esto va de la mano con conocer el sector
donde se está trabajando, desde la parte teórica y desde la práctica, y el estar al tanto con
las novedades que puedan surgir dentro del sector que sean herramienta importante para
la idea o proyecto, en resumen, conocer la industria cultural en la que se está.
El concepto de industria cultural se determina en forma concreta como el conjunto de
empresas que realizan actividades con ánimo de lucro que respectan a la cultura del lugar,
donde se desarrolla la producción y distribución de contenidos artísticos. De esta industria
el gestor empieza a ser miembro y parte activa, lo cual permite que a partir de un análisis
de esta se puedan generar ideas innovadoras, que aporten al desarrollo de la industria y
por ende establecer nuevos parámetros que permitan el avance de esta.

En conclusión, cada uno de los conceptos, características y procesos mencionados en el


presente escrito, hacen parte importante de una torre de conocimientos que un gestor
cultural debe conocer desde la parte teórica y desde la parte práctica para llevar a cabo la
transformación de una idea a un proyecto real. El factor diferenciador de un gestor no
depende de ninguno de estos conceptos, sino de la capacidad que pueda desarrollar
mediante la experiencia para generar ideas innovadoras que propendan a la evolución de
la industria cultural del barrio, localidad, ciudad o país en que se encuentre. El título de
gestor no se obtiene mediante algún curso o proceso educativo, sino desde la ejecución,
por ende dar el paso de empezar a realizar gestión es lo más importante para que el aporte
a la humanidad que cada persona sea capaz de dar se convierta en realidad.

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