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DEPARTAMENTO DE FISIOLOGÍA Y

FARMACOLOGÍA

LIC. QUÍMICO FARMACÉUTICO


BIÓLOGO

LABORATORIO DE QUÍMICA
FARMACÉUTICA

Materia: Laboratorio de Farmacología


General
Profesor: Dra. Cristina Garcidueñas Piña
Instructor: Gregorio Padilla Meza

“Vías de administración”

Alumnos: Alexis Hernández Olvera y


Susana Micheell Esparza Bernal
Carrera: Lic. Q.F.B.
Semestre y grupo: 8vo semestre grupo “A”
Fecha de entrega: 24 de febrero del 2020
1- Introducción.
La farmacología estudia el movimiento de los fármacos en el organismo y permite conocer
su concentración en la biosfase, en función de la dosis y del tiempo transcurrido desde su
administración. Se denomina biofase al medio en el cual el fármaco está en condiciones
de interactuar con sus receptores para ejercer su efecto biológico, sea este terapéutico o
toxico. Para que un fármaco alcance una concentración critica en la biofase, es preciso
primero que se libere desde su formulación farmacéutica, que después penetre en el
organismo, sea transportado en el plasma y se distribuya por los tejidos. Tan pronto como
el fármaco se incorpora al organismo sufre, además, procesos de eliminación que
conducen a su progresiva desaparición.1
La concentración alcanzada en la biofase está, por lo tanto, condicionada por la liberación
del fármaco desde su forma farmacéutica y varía a lo largo del tiempo como resultado de
un equilibrio dinámico entre los siguientes cuatro procesos: absorción, distribución,
metabolismo y excreción.1
La absorción estudia la entrada de los fármacos en el organismo desde el lugar donde se
depositan cuando se administran. Estudia el paso de los fármacos desde el exterior al
medio interno, es decir, a la circulación sistémica. Tanto este proceso como los restantes
procesos a los que se encuentra sometido el fármaco en el organismo requieren que esta
sea capaz de atravesar membranas biológicas. 1
Para que los fármacos se pongan en contacto con los tejidos y órganos sobre los que
actúan deben atravesar la piel y las mucosas o bien ha de producirse una efracción de
estos revestimientos. 1
Las vías más utilizadas son las mediatas o indirectas y, dentro de estas, la oral es la más
frecuente. La absorción acontece en la mucosa del estómago y del intestino. Usualmente,
por un proceso de difusión pasiva, condicionado por la naturaleza de los fármacos y por
las diferencias de pH. 1
Alguno compuestos, sobre todo los analgésicas generales, siguen la vía respiratoria para
penetrar en la circulación general y producir sus efectos, pero, además, el parénquima
pulmonar a menudo absorbe sustancias aplicadas con finalidad local. La absorción es
rápida por la gran superficie de la mucosa y los vasos pulmonares. Las sustancias se
absorben por difusión simple, siguiendo el gradiente de presión entre el aire alveolar y la
sangre capilar. 1
En la vía subcutánea el fármaco se inyecta debajo de la piel, desde donde difunde a
través del tejido conectivo y penetra en el torrente circulatorio. La administración suele
realizarse en la cara externa del brazo o del muslo o en la cara anterior del abdomen. La
absorción podría llevarse a cabo por un proceso de difusión simple o través de los poros
de la membrana del endotelio capilar, pero estos últimos permiten, en realidad, la difusión
indiscriminada de las moléculas sin tener en cuenta su liposolubilidad. 1
En la vía intravascular el fármaco se administra directamente en el torrente sanguíneo
circulatorio y alcanza el lugar donde debe actuar sin sufrir alteraciones. Es, por lo tanto,
útil para emergencias. La forma más rápida de introducir un medicamento en el torrente
circulatorio suele ser la inyección intravenosa, generalmente en la vena cubital, aunque
pueden utilizarse otras.
2- Resultados.

Se pudo observar la absorción y distribución por diferentes vías de administración en


ratas.
Para adormecerlas se administraron la vía inhalatoria, con éter, intraperitoneal y
subcutánea, con pentobarbital. Las ratas tuvieron los siguientes pesos y a cada una se la
asigno una vía en baso a ello:

 Rata 1: 152.4 g  Inhalatoria


 Rata 2 143.5 g  subcutánea
 Rata 3: 184 g  Intraperitoneal
Y se realizaron las siguientes conversiones para saber la cantidad que se le administraría
a cada una, excepto a la inhalatoria ya que el éter no se puede medir.
Tabla 1. Relación del peso con la administración del pentobarbital sódico:

30 mg  1000g 6300 mg 100mL


5.52 g mg  184g (intraperitoneal) 5.52 mg 0.0876 mL Rata 3
4.305 mg  143.5g (subcutánea) 4.305 mg  0.0682 mL Rata 2

Tiempos hasta que llegaron a hipnosis:

 Rata 1: 25 segundos
 Rata 2: 25 minutos
 Rata 3: 24 minutos con 22 segundos
Posterior se les administro a cada una fluoresceína y se les sacrifico, para poder observar
la distribución por vía oral e intravenosa, la subcutánea no se pudo hacer:

Ilustración 1. Rata 1 a la que se le Ilustración 2. Rata 3 a la que se le administro


administro fluoresceína por vía oral. fluoresceína por vía intravenosa.
3- Discusión.
Conocer el efecto de los fármacos en un organismo biológico es muy importante al
momento del desarrollo de uno de estos, ya que se busca ayudar a lograr un efecto
positivo resultando inocuo para su consumo.
Se utilizaron 3 ratas de la cepa Wistar, a las cuales se les administraron pentobarbital y
fluoresceína. La administración idónea de un medicamento pretende que el fármaco
pueda llegar a la zona del organismo donde se requiere para ser activo, la biofase. En la
mayoría de casos, este acceso no se produce de manera directa e instantánea, sino que
el fármaco presenta un tránsito específico por el organismo que tendrá implicaciones en
cuanto a la intensidad v duración de la acción. 3 Las ratas se clasificaron como rata 1, a la
que se le administró por vía oral la fluoresceína. La rata 2 y la rata 3 recibieron su
administración de pentobarbital sódico por medio de dos vías, intraperitoneal y
subcutánea, respectivamente. A la rata 3, posteriormente al efecto del pentobarbital
sódico se le administró fluoresceína por medio de la vía intravenosa.
Para la administración de fluoresceína en la rata 1 se anestesió vía inhalatoria con
vapores de éter etílico. Se introdujo a la rata sobre un frasco con solución de éter etílico y
se esperó el adormecimiento de esta, cuidando que no se sobrepasara y causara la
muerte. El colorante fluoresceína tiñe las células sin protección por la película lagrimal
precorneal.5
Para la dosis de pentobarbital se realizó el cálculo de la tabla 1 para saber la cantidad a
administrar de dicha solución. El porcentaje para una forma líquida (suero, jarabe, etc.)
indica los gramos de soluto (fármaco) por 100 mL de disolución y se expresa con el signo
%. Cuando en medicina se pauta un porcentaje, a no ser que se especifique lo contrario,
se entiende que se habla de una relación peso/volumen. 2 El derivado oxibarbiturato
Pentobarbital Sódico es un depresor del Sistema Nervioso Central, de acción larga y cuyo
término de acción es fundamentalmente por oxidación, en su cadena lateral, a nivel
microsomal hepático, y se espera una disminución del tiempo de efecto a medida que
aumenta su desarrollo microsomal hepático. Ello ocurre en función directa con el grado de
madurez de la rata, e influenciado por el factor sexo. 4 En esta práctica sirvió como
anestésico y luego como dosis letal, después de ver los efectos.
La absorción estudia la entrada de los fármacos en el organismo desde el lugar donde se
depositan cuando se administran. Estudia el paso de los fármacos desde el exterior al
medio interno, es decir, a la circulación sistémica. Tanto este proceso como los restantes
procesos a los que se encuentra sometido el fármaco en el organismo requieren que éste
sea capaz de atravesar membranas biológicas. 1 El tiempo de latencia de nuestras ratas 2
y 3 no se pudo medir adecuadamente, debido a la resistencia que mostraron al recibir la
dosis de 0.0876 mL y 0.0682 mL de solución de pentobarbital sódico respectivamente.
Por lo que, pasando los 20 min de espera del efecto, se decidió administrar más solución
para lograr el efecto sedante.
Como se puede observar en la ilustración 1, a la rata 1 se le observó la distribución de
fluoresceína a través de sus órganos, bajo la luz negra. Se resalta el paso de esta
solución a través del sistema digestivo, que después de los 10 min luego de la
administración alcanzó a llegar a intestino delgado, pasando por cavidad oral, esófago y
estómago. La absorción de la fluoresceína se pudo observar a través de la vena porta que
va hacia el hígado. La vía oral implica la administración del medicamento por la boca y por
tanto su deglución. Las formas orales pueden ser sólidas o líquidas. A través del esófago,
el medicamento llega al estómago y desde allí pasa al intestino delgado donde la mayoría
de fármacos inician su absorción sistémica. El tránsito comporta cambios grandes de pH
que pueden influir en la disponibilidad del fármaco.3
En la ilustración 2 se puede observar la irrigación de la fluoresceína administrada a través
de la vena en cola. Se puede observar la distribución en el sistema sanguíneo cerca de
los intestinos, la cual es menor que la oral, después de 10 min también.
4- Conclusión.
Por medio de la administración de un fármaco en un organismo biológico, como lo son las
ratas, por diferentes vías se logró observar los efectos que genera el pentobarbital y
fluoresceína y la influencia de cada vía. Se logró concluir la eficacia y la eficiencia de las
cinco diferentes vías (oral, inhalatoria, intraperitoneal, subcutánea e intravenosa), dejando
en claro por medio de la autopsia de cada rata a los órganos que afectan y su distribución.
El tiempo de latencia de un fármaco administrado nos ayuda a calcular el momento en
que los organismos pueden quedar en efecto de dicho fármaco.

5- Bibliografía.
1. Lorenzo Fernández Pedro et al (2008). Velázquez. Farmacología Básica y Clínica
(eBook online). Editorial medica panamericana: Buenos Aires, Argentina. Pág. 13,
14, 15, 19, 20, 21, 22 y 23.
2. Zabalegui, A. (2005). “Administración de medicamentos y cálculo de dosis”.
Editorial MASSON. Barcelona, España. Pág. 13.
3. Betés de Toro, M. (2008). “Farmacología para Fisioterapeutas”. Editorial Médica
Panamericana. Buenos Aires, Argentina. Pág. 8-13.
4. Flores, A. (1979). “Archivos de Medicina Veterinaria 1979”. Fuente: ebook. Pág. 35
5. Ariffa, R. (1999). “Grayson Enfermedades De La Cornea”. Cuarta edición. Editorial
Mosby. Albacete, España. Pág. 44.

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