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Las plagas son plantas, animales, insectos, microbios u otros organismos no deseados que
interfieren con la actividad humana. Estos pueden morder, destruir cultivos de alimentos, dañar
propiedad, o hacer nuestras vidas más difíciles.
Un control de plagas eficaz requiere cierto conocimiento sobre la plaga y sus hábitos. El primer
paso es identificar correctamente la plaga, el segundo paso es aprender acerca de su estilo de
vida. Después de eso, usted puede evaluar las estrategias para controlar la plaga.
OBJETIVOS
GENERAL
ESPECIFICOS
Que sepan identificar las plagas existentes en sus cultivos para poder aplicar el control de
plagas adecuado.
INDICE
Control mecánico significa controlar las plagas y enfermedades con la ayuda de medios mecánicos.
Mantenga a los insectos lejos de las plantas. Muchos insectos voladores (pulgones, mariposas,
moscas, cápsidas, trips, etc.) se pueden mantener alejados del cultivo mediante el uso de tela
mosquitera. Cubriendo el suelo o sustrato con polietileno, tejido o con collares especiales
alrededor de la base del tallo se protege a las plantas de las larvas, que se comen las raíces y los
tallos del subsuelo. Estas medidas también frenan el desarrollo de larvas y pupas que precisan del
suelo para completar su ciclo de vida, y evita que éstos se sigan propagando.
Trampas para insectos. Los insectos voladores se pueden capturar con la ayuda de trampas
adhesivas, insect-o-cutors, plantas trampa, trampas de feromona etc.
Utilice tratamientos de temperatura para matar los organismos nocivos. Existen distintos
métodos:
Agua caliente
Se pueden introducir las semillas, bulbos, tubérculos y esquejes en agua caliente para matar las
posibles plagas como insectos, ácaros, nemátodos, hongos y bacterias.
Un tratamiento con aire caliente también puede acabar con los organismos nocivos presentes en
plantas, bulbos y semillas.
Solarización
Si se cubre el suelo con un plástico de polietileno transparente durante varias semanas en verano,
la radiación solar puede provocar una subida de las temperaturas tal que los organismos plaga se
mueran.
Vaporización
Los tratamientos con vapor desinfectarán el suelo, sustrato, cajas, etc.
Use la inundación como técnica. Si un trozo de tierra se inunda durante un periodo de tiempo
suficientemente largo, la mayoría de los organismos perjudiciales morirán por falta de oxígeno.
Retire el material de plantación infectado. Introdúzcalo en una bolsa y elimínelo.
El Control Físico consiste en la utilización de algún agente físico como la temperatura, humedad,
insolación, fotoperiodismo y radiaciones electromagnéticas, en intensidades que resulten letales
para los insectos.
El fundamento del método es que las plagas sólo pueden desarrollarse y sobrevivir dentro de
ciertos límites de intensidad de los factores físicos ambientales; más allá de los límites mínimos y
máximos, las condiciones resultan letales. Los límites varían según las especies de insectos; y para
una misma especie, según su estado de desarrollo. Además, los límites de cada factor varían en
interacción con las intensidades de los otros factores ambientales y con el estado fisiológico del
insecto. Los insectos en diapausa, por ejemplo, son capaces de soportar temperaturas muy bajas
que resultarían letales para los individuos que no se encuentran en ese estado.
Los factores físicos del ambiente en el campo son esencialmente los constituyentes del clima,
factores que hasta el presente no pueden ser manipulados significativamente por el hombre. En
unos pocos casos es posible lograr algunas variaciones microclimáticas que tienen efecto sobre las
plagas; como el manejo de la densidad del cultivo (distancia entre plantas y entre surcos), la
orientación del surco respecto al movimiento del sol; la utilización de sombra para ciertos cultivos
como el cafeto y el cacaotero. Algunos de estos manejos se tratan dentro del Control Cultural
puesto que son precisamente las prácticas culturales las que permiten estas variaciones.
El manejo efectivo de los factores físicos del medio, como la temperatura, humedad y radiaciones
electromagnéticas, sólo es posible en ambientes cerrados. En esas condiciones se les puede
utilizar para combatir plagas de frutas y hortalizas cosechadas, y plagas de productos
almacenados.
El control cultural es el uso de prácticas horticulturales que tengan algún efecto sobre la
protección del cultivo. El objetivo de estas medidas es aumentar la resistencia de la planta ante las
plagas y enfermedades. Esto se logra cumpliendo las siguientes condiciones:
En el control genético no se usa una especie distinta para controlar la plaga, sino que se modifica
la misma especie.
Una de estas técnicas de control usa machos estériles. Se esteriliza un gran número de machos del
insecto de la plaga que luego son liberados. Los estériles compiten con los normales en la
fecundación de las hembras, por lo que muchas de las descendencias teóricamente posibles no se
producen, con lo que va disminuyendo la población de la plaga de una generación a otra. Esta
técnica tiene éxito especialmente en aquellas especies de insectos en los que la hembra sólo se
cruza una vez.
Otro de los procedimientos consiste en desarrollar, por diversas técnicas, variedades de cultivos
resistentes a la plaga. Se puede hacer seleccionando ejemplares de la planta que han resistido a la
plaga y cruzándolos entre sí, hasta obtener una variedad genética resistente. Este proceso suele
durar unos 10 o 20 años pero el resultado suele compensar con creces el esfuerzo y dinero
empleados.
La ingeniería genética aporta técnicas muy interesantes para conseguir variedades de plantas
resistentes a las plagas. Así, por ejemplo, un gen de la bacteria del suelo Bacillus thuringiensis
(productora de un veneno que mata a los insectos) ha sido introducido en plantas de algodón. Las
orugas que se alimentan de hojas de estas plantas genéticamente alteradas mueren o sufren
graves alteraciones en su desarrollo.
El desarrollo de variedades resistentes ha tenido grandes éxitos en la lucha contra las plagas, pero
no siempre ha sido un éxito total. En muchos casos los insectos, hongos o bacterias evolucionan
rápidamente y pueden volver a convertirse en plaga de la variedad que era resistente.
El control legal consiste en las disposiciones obligatorias que da el gobierno con el objeto de
impedir el ingreso al país de plagas o enfermedades, impedir o retardar su propagación o
dispersión dentro del país, dificultar su proliferación, determinar su erradicación y limitar su
desarrollo mediante la reglamentación de cultivos. También se incluyen aquellas disposiciones que
regulan la comercialización y el uso de los pesticidas. En general son medidas que deben ser
observadas por todas las personas de un país, región o valle. El control legal incluye las medidas de
cuarentena, inspección, erradicación, reglamentación de cultivos y reglamentación del uso y
comercio delos pesticidas.
CUARENTENA
La cuarentena tiene por objeto evitar la introducción de plagas y enfermedades peligrosas que no
existen en el país o están muy poco difundidas; o evitar la propagación o dispersión dentro del
país de aquéllas que ya han sido introducidas pero que tienen una distribución restringida. Para tal
fin las disposiciones cuarentenarias condicionan, regulan, restringen o prohíben la introducción,
transporte o existencia de plantas o productos vegetales. La cuarentena puede ser externa o
interna según que el área de protección sea todo el país o una región dentro del país.
CONSIDERACIONES BIOLÓGICAS:
Debe conocerse el ciclo de vida de la plaga o del patógeno, su forma y capacidad de supervivencia
bajo la condiciones de transporte, su rango de hospederos y medios de propagación, así como los
tratamientos (generalmente fumigaciones) necesarios para destruir las plagas en los productos
importados.
Consideraciones geográficas:
Para que la cuarentena sea factible, deben existir barreras naturales como desiertos, cordilleras,
ríos, lagos, o mares, que imposibiliten el ingreso natural de la plaga. Las barreras naturales pueden
ampliarse con la eliminación de las plantas hospederas en las áreas limítrofes.
Consideraciones climáticas:
Hay que considerar las posibilidades que tiene la plaga para establecerse en el nuevo territorio. No
tendría sentido una cuarentena contra una plaga que no tiene posibilidades de establecerse en la
nueva zona por razones climáticas.
CONTROL ETOLOGICO
Cada insecto tiene un comportamiento fijo frente a un determinado estímulo. Así una sustancia
química presente en una planta puede provocar que el insecto se sienta obligado a acercarse a
ella. Se trata de una sustancia atrayente. En otros casos el efecto puede ser opuesto; entonces se
trata de una sustancia repelente. Hay substancias que estimulan la ingestión de aumentos, otras
que lo inhiben.
Así podría decirse que el comportamiento de los insectos es un conjunto de reacciones a una
variedad de estímulos. Parte de ese comportamiento se debe a estímulos que se producen como
mecanismos de comunicación entre individuos de la misma especie. Los mensajes que se envían y
recepcionan pueden ser de atracción sexual, alarma, agregamiento, orientación y otros.
Desde el punto de vista práctico, las aplicaciones del control etológico incluyen la utilización de
feromonas, atrayentes en trampas y cebos, repelentes, inhibidores de alimentación y substancias
diversas que tienen efectos similares. Podría incluirse también la liberación de insectos estériles,
pero existe una tendencia para considerar a esta técnica dentro del Control Genético.
CONTROL QUÍMICO
Los compuestos químicos que se utilizan en la protección de los cultivos reciben el nombre
genérico de Pesticidas o plaguicidas. Estos compuestos, según su efectividad particular contra
insectos, ácaros, ratas, caracoles, o nematodes, reciben los nombres específicos de insecticidas,
acariciaos, raticidas o rodenticidas, caracolicidas o molusquicidas, y nematicidas respectivamente.
También se incluye a los herbicidas y fungicidas que se utilizan para combatir las malezas y las
enfermedades fungosas respectivamente.
El éxito del control químico, o por lo menos de una aplicación de insecticidas, en el combate de las
plagas está supeditado al buen criterio que se tenga para decidir:
Estas decisiones exigen conocimientos sobre las características de los productos insecticidas, los
equipos de aplicación, las plagas y la planta cultivada.
También hay que tomar en cuenta las prácticas culturales, las condiciones climáticas, las
condiciones económicas del cultivo y del agricultor, y las características culturales y sociales del
medio.
Una plaga es una gran población de animales o insectos que se alimentan de las plantas
cultivamos reduciendo la cantidad del producto cosechado y afectando la calidad de las mismas.
Las plagas más comunes en el biohuerto o huerto ecológico son los pájaros, insectos, ácaros, etc.
Cada una de ellas tendrá un periodo crítico en el que su presencia puede causar mucho daño al
cultivo, por ello es necesario evaluar constantemente las plantas para poder detectar cuando
recién se está instalando la plaga, en este momento será más fácil su manejo el cual consiste en
mantener la población en cantidades que no afecten la producción de las plantas. Entre los
métodos de manejo se tiene:
a) Asociar cultivos (sembrar juntas dos plantas de diferente especie) para provocar
distracción y confusión principalmente en aves y polillas; además se asocian cultivos con
propiedades repelentes para algunas plagas como cebolla, ajo, ajenjo, etc. que evitan que
la plaga se acerque a los cultivos sensibles. Por lo que podemos utilizar el método de
asociación de cultivos con plantas protectoras y entre hortalizas
b) Rotación de cultivos (no volver a sembrar el mismo cultivo por un periodo largo, en su
lugar sembrar otro cultivo), para que las plagas que se alimentan de un cultivo sensible ya
no tengan de donde alimentarse y se alejen o mueran de hambre.
c) Riego de machaco (riego prolongado), el cual es efectivo para poder descubrir a los
gusanos de tierra, los cuales flotarán, podrán ser extraídos y eliminados fácilmente. Más
consejos sobre riego
e) e) Uso de trampas amarillas, que viene a ser un plástico amarillo sostenido por dos palos y
engrasado con manteca vegetal a ambos lados. Esta trampa se coloca dentro del
biohuerto y sirve para atraer pulgones, moscas minadoras y mosquillas de los brotes, los
cuales quedan pegados por la acción de la manteca. Se debe de volver a engrasar la
trampa cada 5 – 7 días para que siempre esté activa.
f) f) Recolección, recojo del suelo y eliminación las partes dañadas de la planta, debido a que
las plagas como gusanos generalmente se encuentran ocultos en estas zonas.
g) g) Uso de espantapájaros para ahuyentar a las aves, en especial durante los primeros días
después de la siembra, debido a que pica los brotes matando las plantas. Los
espantapájaros se elaboran colgando cintas de cassette a lo largo del biohuerto a 1 – 1.5
m. de altura, por acción del viento se producirá un silbido que alejará a las aves; otra
forma es colgar una pita y sobre ésta se amarran tiras largas de papel, CDs y/o grupos de
chapitas, de modo que al moverse con el viento las chapitas generen bulla y además los
papeles y los CD ahuyentan visualmente a las aves por el movimiento y las luces.
h) h) Uso de coberturas vegetales (como ramas de molle, sauce, etc. o paja seca por ejemplo)
sobre las plantas recién emergidas para protegerlas y a la vez confundir a los insectos y
aves, las coberturas además mantienen la humedad del suelo evitando tener que regar a
cada momento.
Para que esto ocurra así, debe entenderse que la integración no es una simple combinación de
técnicas de control de plagas, sino más bien, el ordenamiento ecológico de todas aquellas que
contribuirán al robustecimiento de la "resistencia del medio" a las plagas. En forma natural,
existen fuerzas de origen biótico y abiótico de cuya intensidad dependerán los niveles
poblacionales de todos los organismos presentes en un ecosistema dado, los cuales se manifiestan
a través de fluctuaciones más o menos persistentes. En consecuencia, el manejo integrado de
plagas pretende mantener esas fluctuaciones de la población de los insectos dañinos dentro de
ciertos límites muy bajos, mediante el fortalecimiento de las fuerzas de equilibrio que se
manifiesten como más débiles.
El manejo de plagas, entendido así, requiere, tácitamente, de un conocimiento amplio del medio,
de todos los elementos que lo componen y de las fuerzas que existen entre ellos, para aprovechar
al máximo toda esa energía que se traduce en la regulación poblacional de las especies
involucradas en el. En consideración a que este varía mucho de una zona a otra o de una
plantación a otra, e incluso de un lote a otro, muchos especialistas han desarrollado el concepto
de manejo integrado de plagas en fincas o en sistemas de producción.
Esto requiere una observación más minuciosa de todo lo que puede estar afectando la biología del
insecto, lo cual en términos prácticos se refiere a perfeccionar los sistemas actuales de registro de
plagas con información complementaria que permita relacionar las poblaciones de la plaga clave
con las de otras de carácter secundario, la entomofauna benéfica, vegetación, estado de la
plantación, requerimiento de prácticas agronómicas, condiciones climáticas actuales, etc. Toda
esta información incidirá directamente en el establecimiento del nivel crítico para cada especie,
para cada oportunidad y para cada plantación. Los niveles críticos establecidos por los
investigadores constituyen tan sólo pautas o índices que deben servir de guía para el
establecimiento del manejo de determinada especie en particular, en cada plantación.
En condiciones naturales, los insectos potencialmente plagas son controladas efectivamente por
organismos entomofagos y entomopatógenos en una amplia variedad de habitats; sin embargo,
en muchos de estos existen condiciones ambientales poco propicias para lograr un control
biológico satisfactorio, especialmente cuando son de naturaleza altamente artificial. Este es el
caso del cultivo de palma de aceite, cuya historia como elemento modificador del ecosistema no
sobrepasa de unas tres o cuatro décadas, período relativamente corto para reestablecer el
equilibrio perdido.
Por otra parte, es conveniente recordar que con el decrecimiento de la población de un insecto
plaga, motivada por las prácticas de control o por fenómenos físicos naturales, se corre el riesgo
de eliminar la entomofauna benéfica, debido, simplemente, a que esta no tiene de quien
alimentarse. Para que esto no ocurra se debe brindar la oportunidad para la presencia de otros
insectos, los cuales ocasionalmente pueden ser plagas secundarias, para que se constituyan en
sustento alterno de los organismos benéficos y mantengan el potencial biótico de control natural.
Esto se logra mediante la diversificación y mantenimiento de la vegetación presente en los bordes
y los caños, además de la práctica enunciada en el punto anterior.
Los controles de plagas más efectivos y utilizados para los cultivos son: Control Mecánico,
Control Físico, Control Cultural, Control Genético, Control Legal, Control Etológico, Control
Químico, Control de Plagas Ecológico.
Las plagas más comunes con los pájaros, insectos, ácaros, arañas, gusanos, etc.