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Libro Neg Col IV PDF
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Nuevos contenidos
de la Negociación
Colectiva
Coordinador general
Mario L. Gambacorta
Colaboradores
Lic. Guido Arocco, Dr. Leandro Terny, Lic. Magalí Troya, Teresa Güemes
Luciana Laveglia, Marianela Martino, Ximena Guadalupe Merlo Ávila
Secretaria de Trabajo
Noemí Rial
Prólogo .................................................................................................................................................................................................................................. 9
Presentación ............................................................................................................................................................................................................. 13
Introducción . ............................................................................................................................................................................................................ 15
Programa ........................................................................................................................................................................................................................ 23
Hoy podemos apreciar con satisfacción la utilización de este material en ámbitos sindicales,
empresariales, académicos incluso en otros países de la región.
Entrando de lleno a los contenidos comprendidos en este IV Taller, cabe destacar la activa
participación que en los diversos módulos tuvieron distintas dependencias de este Ministerio
y de otras áreas del Gobierno nacional, en un verdadero trabajo interdisciplinario que enrique-
ció y potenció los contenidos tratados.
En primer lugar, se abordó la Institucionalización y Promoción del diálogo social, la cual resulta
imprescindible en vista al desarrollo y fortalecimiento del marco general de la negociación
colectiva y la consolidación del Consejo del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo.
En tal sentido, desde el año 2003 ha sido promocionada y revitalizada la articulación entre los
actores sociales en el plano colectivo de las relaciones laborales como uno de los principales
objetivos de esta administración.
Una temática especialmente sensible y con la cual este Ministerio se encuentra plenamente
comprometido es la Trata de Personas. En el módulo que atendió desde el desarrollo de los
nuevos contenidos esta temática apreciamos que la misma no es excluyente a las tensiones
que se presentan en toda la sociedad. La ampliación de la visibilización de la temática de la
trata de personas en el trabajo ha dado origen a la necesidad y el deber por parte del colectivo
laboral de generar aportes y acciones para erradicar en forma definitiva dicha práctica opro-
biosa que atenta contra la dignidad humana.
Finalmente, el contenido convencional sobre Violencia Laboral se entronca con las acciones
de visibilización de esta problemática, a veces casi imperceptible o disimulada en prácticas
organizacionales. Este módulo atiende esta especial y grave situación de vulnerabilidad que
se despliega y crece en los espacios de trabajo.
En la actualidad, la Violencia Laboral puede alcanzar altos niveles, y por tal motivo, es un com-
promiso que debemos asumir en vista a su erradicación para que no se constituya en una
práctica que afecte de forma negativa derechos personalísimos de los trabajadores, entre
otros el derecho a la identidad.
El cierre de esta etapa nos convoca a nuevos desafíos para seguir profundizando un modelo
de inclusión política, social y económica, en el que las relaciones laborales se constituyan en
una herramienta fundamental de democratización en el mundo del trabajo, lo cual inexora-
blemente se proyecta a la sociedad toda en vista a la profundización en la construcción de
ciudadanía en un marco de igualdad de derechos.
Cabe esperar que las reflexiones, debates y propuestas contenidos en esta última obra de la
colección, sean un aporte mancomunado valioso para todos los que conformamos el mundo
de las relaciones laborales.
Carlos A. Tomada
Ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social
Para quienes hemos transitado desde hace décadas el camino del diálogo
social en el mundo del trabajo, siempre es un honor que nos convoquen a
expresar nuestra opinión respecto a un tema que nos apasiona. Si esa con-
vocatoria se realiza, además, por tener el orgullo y la responsabilidad de con-
ducir la Secretaría de Trabajo desde hace más de diez años, justamente los
diez años más fructíferos y dinámicos de la Negociación Colectiva en toda su
historia, ese honor se convierte también en un compromiso y, más específica-
mente, en un desafío.
Y, tal vez, el mayor desafío sea el de evitar caer en la sensación de que la tarea ya
ha sido cumplida y que de aquí en más sólo deberíamos ocuparnos de consolidar
lo alcanzado y que, en todo caso, apenas si podríamos intentar establecer instan-
cias más previsibles, homogéneas y ordenadas de diálogo social.
Es cierto que los actores centrales del mundo del trabajo –los trabajadores y
los empleadores– han adquirido a estas alturas un ejercicio negocial que ha
cimentado la necesaria confianza que ambos deben tener al momento de
buscar consensos, pero no es menos cierto que las relaciones laborales son,
por definición, imprevisibles, heterogéneas y, muchas veces, desordenadas.
Y lo son porque las realidades políticas, sociales, macro y microeconómicas
también son cambiantes, tanto a nivel nacional como internacional. También
lo son porque los intereses del capital y del trabajo, si bien complementarios,
son diferentes.
Al igual que los tres volúmenes que la anteceden, esta cuarta entrega tiene la virtud de incursionar
en temáticas tradicionalmente ajenas al mundo del trabajo, como pueden ser la economía social; la
trata de personas y la contención e inclusión de las víctimas o la prevención de adicciones.
Como en las anteriores ediciones, cada capítulo cuenta con una introducción, un desarrollo, las
respectivas conclusiones y, tal vez lo más enriquecedor de la publicación, con los modelos de
cláusulas convencionales consensuados entre los participantes de los talleres.
Finalmente, esta publicación da cuenta de que en materia de diálogo social y negociación co-
lectiva lejos estamos de conformarnos con lo que hemos logrado. No podemos conformarnos
porque aún resta mucho por hacer, porque los trabajadores lo exigen y, por sobre todo, porque
el país lo necesita.
Noemí Rial
Secretaria de Trabajo
Justamente una de las virtudes más destacables de las políticas implementadas en estos últi-
mos nueve años ha sido la de impulsar la negociación con instrumentos variados (entre ellos
la convocatoria al Consejo del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil año
tras año), favorecer la promoción de las condiciones salariales y de trabajo por vía convencio-
nal, y dar permanente asistencia a las partes para encontrar soluciones consensuadas frente
al conflicto.
De todos modos el aludido retraso en la actualización temática de los convenios exigía algunas
acciones específicas para revertirlo, además del necesario recorrido de etapas donde se fuera
consolidando una cultura de la negociación que hiciera más permeables a las partes en la adop-
ción de estrategias dirigidas a detectar los intereses comunes en la revisión de temas tradiciona-
les o en la incorporación de nuevas temáticas que demandaba la realidad social y laboral.
Es en ese contexto que, desde el año 2009 el Ministerio de Trabajo, a través de la Subsecretaría
de Relaciones Laborales, encara la difusión y debate de una revisión global de los contenidos
convencionales convocando a los representantes empresarios y sindicales; junto con funciona-
rios, técnicos, profesionales y referentes de las más diversas instancias del mundo del trabajo,
aborda los desafíos de la época en orden a los temas que impactan tanto en las condiciones de
producción como en la calidad del empleo y de vida de los trabajadores.
Así llegamos al año 2012, en que se realizó el Cuarto Taller, cuyos resultados son el objeto de
esta publicación que hoy presentamos y con el que clausuramos esta primera etapa de induc-
ción a la renovación convencional, sumando otros seis temas y completando veintitrés temas
propuestos a la consideración de los actores sociales.
En lo que respecta a este último Taller cabe poner de resalto que se han abordado aspectos que
van desde categorizaciones generales en las que se enmarcan las negociaciones sectoriales hasta
la consideración de mecanismos complementarios de instituciones públicas por vía del convenio
colectivo. Lo que realza las aptitudes que esa herramienta ofrece para la introducción o adaptación
de mecanismos muy diversos, que exceden en mucho la sola disputa salarial y que no por ello
están exentos de proyectarse en beneficios concretos que mejoren la calidad de vida de los traba-
jadores, a la par que favorezcan la organización del trabajo y el desenvolvimiento productivo de las
empresas con incidencia en la rentabilidad de la actividad económica.
Otro tanto puede señalarse en relación con los aportes que desde la Economía Social pueden
hacerse para elevar la calidad del empleo y facilitar las reestructuraciones productivas que, ya
sea que se impongan en determinadas coyunturas económicas o sean deliberadamente elegi-
das para motorizar proyectos sectoriales, es preciso considerar tanto en su funcionamiento autó-
nomo como en sus necesarias articulaciones con las modalidades tradicionales de producción.
Los problemas que se suscitan a partir de ciertos niveles de vulnerabilidad social y laboral han
sido objeto común, si bien desde caracterizaciones singulares, de los otros tres módulos que
integraran este Taller.
Las consecuencias derivadas de situaciones de Trata de Personas han tomado estado pú-
blico, tanto por su difusión periodística como por la asunción desde el Gobierno nacional de
una política coordinada para su erradicación; y en lo que atañe a la trata laboral, sin duda
corresponde un compromiso efectivo de los actores sociales, no sólo en cuanto a combatir
prácticas semejantes, sino fundamentalmente en la prevención, detección y neutralización de
las mismas, así como en la previsión de mecanismos de contención e inclusión de las víctimas.
En todo lo cual, la negociación colectiva está llamada a hacer un aporte relevante, permitiendo
la cristalización eficaz de tales compromisos.
No obstante, su abordaje convencional no cuenta aún con una difusión suficiente en orden al
número de convenios que han incorporado esta temática. Lo que justifica claramente su inclu-
sión entre los que denominamos Nuevos contenidos de la Negociación, no sólo para alcanzar
avances cuantitativos sino, particularmente, para un crecimiento cualitativo de los institutos e
instancias paritarias aptas para erradicar ese tipo de disfunciones laborales.
Un rápido recorrido de los temas que han sido objeto de estos talleres, como la sintética des-
cripción de los que son materia –que se desarrollan en los distintos capítulos– de la publica-
ción que presentamos, permite vislumbrar los amplios horizontes que ofrece la negociación
sectorial. Pero no se trata simplemente de un enunciado para la especulación de la academia,
sino de material concreto para el análisis e implementación específica de todos los que se
involucran a diario en el sistema de las relaciones colectivas del trabajo. Material que consti-
tuye una obra colectiva, pues tanto el relato y examen teórico de los distintos temas como la
elaboración de cláusulas tipo para incorporar a los convenios y acuerdos colectivos que en
cada caso se proponen han sido el fruto de la participación y el debate entre todos aquellos
que han asistido a los talleres.
Un valor agregado del trabajo en estos cuatro años ha sido, justamente, la posibilidad de
plasmar en libros todo ese rico material e inaugurar una colección del Ministerio de Trabajo
(“Colección sobre Negociación Colectiva y Diálogo Social”) que, obviamente, no habrá de cir-
cunscribirse a estos volúmenes (el cuarto es el que aquí presentamos). Puesto que con ello se
ha hecho posible una difusión de esas temáticas mucho más amplia que la que supuso la par-
ticipación de las personas y organizaciones que asistieron a los talleres aludidos; al punto que
fue necesaria una reedición de los volúmenes I y II con tirajes de varios miles de ejemplares, y
se prevé ya la necesidad de reiterarlo en esos casos y de reeditar el volumen III.
En cuanto a la utilidad práctica de estas publicaciones, es un dato que surge casi unánime-
mente de las opiniones de quienes acceden a ellas, tanto profesionales y técnicos, como es-
tudiantes, dirigentes gremiales, delegados y personal de recursos humanos; por la forma en
que se han diagramado, que permite un fácil acceso a sus contenidos sustanciales, y por la
inclusión de cláusulas tipo que traducen y concretizan los enunciados teóricos.
La concertación colectiva como ejercicio regular o como vía de composición de los conflictos
típicos que se producen entre las fuerzas del capital y del trabajo impone un ritmo que exige
de quienes intervienen –ya sean funcionarios o dirigentes empresarios y sindicales– una alta
dosis de pragmatismo y de oficio adquirido en la práctica misma de la negociación. El recono-
cimiento de tales aspectos no implica omitir otras cuestiones necesarias para el desarrollo de
la actividad negocial, y mucho menos –como en algunos casos se verifica– prescindir de los
aportes teóricos, de la formación profesional y de la actualización de los saberes e información
acumulada por la sola experiencia personal.
Las actividades cumplidas por la Subsecretaría de Relaciones Laborales en los talleres, como
también, y fundamentalmente, en la promoción de los Nuevos contenidos de la Negociación
Colectiva a través de la divulgación de esa temática, de la difusión del material publicado y
de los cursos de capacitación sindical dictados en distintos lugares de nuestro país, resultan
precisamente de la convicción de la necesidad de contribuir a alcanzar los mejores frutos de la
negociación por dos vías complementarias: el aquilatamiento de experiencias personales para
intervenir eficazmente en las discusiones paritarias y la mejora constante de la calidad profe-
sional de quienes por vocación, por función o por imperativos coyunturales deben asumir un
papel protagónico en esos escenarios.
Álvaro D. Ruiz
Subsecretario de Relaciones Laborales
Programa
14 de agosto
Acto de Apertura
Dr. Carlos A. Tomada, ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
Dra. Nilda Garré, ministra de Seguridad.
Acto de cierre
Dra. Noemí Rial, secretaria de Trabajo del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social
Dr. Álvaro D. Ruiz, subsecretario de Relaciones Laborales del Ministerio de Trabajo, Empleo y Se-
guridad Social
OrganizaciÓn PARTICIPANTES
1. INTRODUCCIÓN
El diálogo social se presenta vinculado con una necesidad de desarrollo de las relaciones la-
borales, en vista de una necesaria, efectiva y eficaz atención de la hace ya mucho denominada
cuestión social. Los mecanismos de participación que propugna se orientan a facilitar la ins-
trumentación de parámetros, criterios y mecanismos de adopción de decisiones, para la aten-
ción de diversos requerimientos sectoriales en materia socioeconómica y su armonización
con el interés general.
Algunos de los autores que han tratado esta temática han entendido que los conceptos de
concertación y diálogo social merecen una diferenciación (Monereo Pérez), mientras que otros
tantos prefieren asimilarlos (Ojeda Avilés y Montoya Melgar). Por nuestra parte, entendemos
que debería haber una articulación y complementariedad en su interpretación y aplicación,
más allá de considerar la existencia de diferencias de carácter instrumental.
Todo esto se halla directamente relacionado con la concepción de la gestión pública que pre-
valezca en cada Estado.
1. Trabajo preparado en base a la disertación “La concertación social y otras formas de diálogo social macro. Participación institucional”, elaborada por Mario L.
Gambacorta para el curso de libre configuración para posgraduados, convalidable por cinco créditos de Doctorado “Diálogo Social y Relaciones Laborales en
Latinoamérica” Red Temática AECI, convocatoria 2003-2006, organizado por el Área de Derecho del Trabajo de la Facultad de Derecho de la Universidad de
Castilla-La Mancha. Albacete, 13 de mayo al 26 de junio de 2003.
El diálogo social es a primera vista más informal que la concertación, o al menos eso parece
al manifestarse. El diálogo es y se desarrolla entre los interlocutores sociales. La participación
estatal es eventual, y en tal carácter podrá darse de diversas maneras.
Con lo antes expresado, nos aproximaríamos a lo manifestado por François Perroux, para
quien el diálogo social es una “lucha-concurso”, por contraposición a otras posturas en las que
es simplemente participación.
Al definir el diálogo social, Oscar Ermida expresa que “...incluye: la negociación colectiva, los me-
canismos de información y consulta, institucionalizados o no; los medios participativos y volun-
tarios de solución de conflictos del trabajo; la participación orgánica o inorgánica, en la empresa
o en instancias sectoriales y nacionales, y la concertación social, incluidos los pactos sociales o
acuerdos marco bi o tripartitos”.
En concordancia con lo expresado por Ermida, el diálogo social requiere actores sociales fuertes en
su representación y legitimidad para poder ser auténtico en su desarrollo y sus resultados.
La Declaración Sociolaboral del Mercosur ha proclamado al diálogo social como derecho funda-
mental en el año 1998.
Una asistencia adecuada por parte de los gobiernos a las organizaciones de trabajadores y
empleadores, conforme expresa Frank Hoffer, podría colaborar con la promoción del diálogo
social si no se utiliza en el sentido de imponer criterios a los actores sociales sino para una
Por su parte, la existencia de un diálogo social macro puede tener repercusión sobre el for-
talecimiento del sistema democrático. Podríamos hasta hablar de intentos de concertación
sectorizada, en el marco de negociaciones y concesiones políticas no siempre recíprocas.
En términos prácticos podemos afirmar que de este acuerdo se derivaron prioritariamente las
denominadas leyes flexibilizadoras, en un sentido desprotectorio, y no atendiéndose suficien-
temente otros elementos como la formación profesional que también se preveía; al igual que
en el Acta de Coincidencias bipartita de 1997.
3. CONCLUSIONES
En virtud de lo señalado precedentemente se puede colegir que los países deben valerse de
estas opciones de manera racional como mecanismo de promoción de la convivencia demo-
crática, y la búsqueda de espacios de encuentro, articulación y construcción mancomunada.
Art.** Las partes promoverán instancias de comunicación y consulta entre ellas y con el Estado
nacional/local y otros actores sociales, en vista a facilitar la instrumentación de pactos sociales a
partir de escenarios de diálogo social y/o concertación para el beneficio recíproco y general en las
diversas temáticas vinculadas con el trabajo y la producción.
Art.** Las partes manifiestan que se orientarán a promover diversos escenarios de diálogo social para
el tratamiento de propuestas y acciones, en vista a impulsar pactos sociales en ámbitos intersectoriales
o marco que, a partir de una elaboración conjunta y concertada, tiendan a plasmar, desde la contribu-
ción de las experiencias de las diversas representaciones, resultados que se proyecten en beneficio tanto
de sus intereses como del interés general en materia socio-económica laboral.
Art.** En un marco de desarrollo y fortalecimiento de ámbitos de diálogo social macro, las partes aten-
derán y participarán en los escenarios de concertación social que se establezcan a los fines de brindar
sus aportes para la dilucidación de las cuestiones objeto de análisis en los ámbitos socioeconómico-
laborales que en tal sentido se impulsaren.
Art.** Para el desarrollo y atención de las instancias de concertación social que pudieren promo-
verse, se impulsarán acuerdos marco mediante la participación de los diversos actores sociales,
especialmente a través de niveles de organización interconfederal, priorizando la articulación con
las políticas públicas redistributivas generales y salariales en los marcos de fortalecimiento del
desarrollo productivo que se acordaren.
1. INTRODUCCIÓN
La decisión estratégica del Gobierno nacional desde el año 2003 fue jerarqui-
zar el empleo colocándolo en el centro de las políticas públicas, situando al
trabajo como articulador entre las esferas económica y social. De este modo,
el trabajo volvió a ser el núcleo central para la inclusión social, la mejora de
los ingresos y el acceso a derechos.
2. DESARROLLO DE LA TEMÁTICA
En tal sentido, desde el Estado Nacional se ha determinado profundizar la política hacia este
sector, y para ello es preciso fomentar e integrar las empresas y trabajadores de la economía
social en un marco jurídico e institucional adecuado y efectivo para lograr una mayor equidad
en la distribución de la renta.
En este sentido, la Subsecretaría de Promoción del Sector Social de la Economía (SPSSE) tiene
un doble objetivo; por un lado mejorar las condiciones de empleabilidad, inserción laboral y
sostenimiento del empleo de los jóvenes, por el otro, promover la creación, desarrollo y mejora
continua de las unidades productivas autogestivas, independientes o asociativas, que inte-
gran el colectivo de la economía social.
3. CONCLUSIONES
Un primer aspecto relevante a destacar, consiste en que los actores sociales reconocen la ne-
cesidad de instrumentar acciones a los efectos de fortalecer la capacidad operativa y las condi-
ciones de trabajo de las unidades productivas de la economía social del sector. De este modo,
es de vital importancia promover el desarrollo de normas de higiene y seguridad, capacitación
y formación técnica-profesional de sus trabajadores, desarrollo e integración de cadenas de
valor entre las unidades productivas de la economía social y las empresas del sector a fin de
generar una mejor productividad y competitividad en el sector.
A partir del año 2003 la Argentina transita un período dinámico, en el cual se instauró y preva-
lece un nuevo régimen de empleo que prioriza al trabajo decente como mecanismo de inclu-
sión social, dejando atrás lo adoptado por la economía social con características centradas en
la resolución de problemáticas urgentes, resultante de una crisis estructural en el mercado de
trabajo durante la década del ’90.
Art.** Las partes impulsarán en el marco de situaciones de reconversión, dificultades, nuevas in-
versiones y desarrollos de las empresas, la conformación de una mesa de trabajo conjunto para
evaluar la evolución de la empresa y las formas organizativas asociativas laborales y no laborales
que resulten apropiadas para promover la continuidad y desarrollo de la misma. Para ello, podrán
recurrir en consulta y/o asesoramiento a la Subsecretaría de Promoción del Sector Social de la Eco-
nomía, Secretaría de Empleo, MTEySS.
Art.** Las partes impulsarán en el marco de estrategias de desarrollo y crecimiento sectorial, la genera-
ción de alianzas estratégicas, integraciones productivas y de cadenas de valor, con empresas autoges-
tionadas y trabajadores de la economía social, a través de UTE, cadenas de proveedores, convenios de
cooperación, entre otras figuras asociativas. Para ello, podrán recurrir en consulta y/o asesoramiento a
la Subsecretaría de Promoción del Sector Social de la Economía, Secretaría de Empleo, MTEySS.
Art.** Las partes promoverán iniciativas conjuntas de trabajo en materia de asistencia técnica
y capacitación para la implementación de sistemas de gestión de calidad para las empresas au-
togestionadas y los trabajadores de la economía social. Para ello, podrán recurrir en consulta y/o
asesoramiento a la Subsecretaría de Promoción del Sector Social de la Economía, Secretaría de
Empleo, MTEySS.
n Emprendimientos Independientes
n Entramados Productivos
n Empresas Autogestionadas
¿Quiénes se benefician?
1. DESARROLLO DE LA TEMÁTICA
Los Convenios Colectivos pueden ser fuente del derecho de la seguridad social.
En efecto, muchas prestaciones de la seguridad social tienen su origen en la
negociación colectiva. Podemos recordar que “fue la negociación colectiva
la que estuvo en el origen de instituciones fundamentales de la seguridad
social como las asignaciones familiares y las obras sociales” (Etala, Carlos Al-
berto, Derecho de la Seguridad Social, pp. 46-47).
Las primeras medidas adoptadas en la Argentina para hacer frente a las con-
tingencias derivadas de las denominadas cargas de familia correspondieron
a las incluidas dentro de lo que se denomina ‘salario familiar’, obligándose los
empleadores a pagar un plus salarial en función del número de hijos meno-
res de sus trabajadores.
Las asociaciones gremiales adoptaron el mutualismo para brindar servicios sociales a sus afi-
liados, con cotizaciones sufragadas por éstos.
En una segunda etapa, con la aparición de la Ley N°14.250 (Convenciones Colectivas de Tra-
bajo) se crearon mecanismos de financiación de servicios sociales mediante contribuciones
de empleadores y trabajadores. (Conf. cita del Dr. Vázquez Vialard en Chirinos, Bernabé Lino,
Tratado de la Seguridad Social, tomo II, Editorial La Ley, 2009, p. 128).
De este modo vemos cómo dos institutos fundamentales de la seguridad social tuvieron su ori-
gen en demandas sociales de distintos colectivos gremiales. Estas conquistas logradas, entre
otras, a través de los convenios colectivos de trabajo fueron cobrando fuerza hasta convertirse
en una demanda generalizada de la sociedad, cristalizando luego en su reconocimiento legal.
En el fallo “Unión Obreros y Empleados Plásticos c/Paufed S.R.L. s/ cobro de aportes” de la CNTrab.
Sala II, 25/2/99 DT, 1999-B-1856 se dice que “otorgar los beneficios de la seguridad social no se trata
de una facultad excluyente del Estado sino irrenunciable, por lo que nada impide que los parti-
culares puedan establecer mediante acuerdos otros beneficios sociales (suplementarios o no), tal
como ocurre con el seguro de retiro estatuido en el convenio colectivo de trabajo”.
El modelo de desarrollo económico con inclusión social, que se inicia a partir del año 2003,
tiene como eje central la generación de trabajo de calidad –registrado a la seguridad social–, y
un sólido sistema de seguridad social público, redistributivo y solidario.
La recuperación del trabajo registrado y de los niveles salariales tuvo su correlato en el sistema de
seguridad social, que se vio fortalecido permitiendo dar enormes pasos en torno a la inclusión.
En el año 2008 se recuperó el sistema público de reparto, fundado en los principios de so-
lidaridad y redistribución. Se creó el fondo de garantía de sustentabilidad, que permite una
administración más eficiente y eficaz de los recursos, generando un fondo anticíclico que in-
crementó la inversión en la economía real reforzando el círculo virtuoso.
También se universalizó la Asignación por Hijo extendiéndose la asignación familiar por hijo a
la economía informal, poniendo en un pie de igualdad a todos los niños, niñas y adolescentes;
a su vez, se alcanzó la universalización de la cobertura de las mujeres embarazadas, con la
Asignación Universal por Embarazo para Protección Social.
En materia de salud, el aumento de la inversión en salud pública mejoró sustancialmente las pres-
taciones, reforzando la garantía del derecho a la salud de todos los argentinos y argentinas.
Se torna necesario explorar medidas que permitan satisfacer las demandas de atención de
cuidados de las personas en todas las dimensiones, pues ello conduce a la autonomía perso-
nal, y redunda en la calidad de vida del trabajador, su familia y en la mejor productividad en el
trabajo; pero fundamentalmente en las mujeres.
Un ejemplo de ubicar a la solidaridad como un valor central de la seguridad social es una de las
cláusulas que se traen a discusión, en la cual se presenta una solución innovadora mediante la
creación de un fondo solidario para que empresas MiPymes y Pymes puedan hacer frente a la co-
bertura de determinada contingencia, apoyadas por las grandes firmas pertenecientes al sector.
En este sentido, proponemos cláusulas donde las condiciones de trabajo, y medio ambiente
laboral se plasmen en la agenda de la negociación colectiva, como compromiso para avanzar
hacia un trabajo saludable, la morigeración de los efectos insalubres en el trabajo y la mejor
calidad de vida.
3. CONCLUSIONES
A modo de conclusión, podemos destacar cuatro ideas que fueron planteadas durante la ex-
posición de las cláusulas y luego retomadas por los participantes.
En primer lugar, los convenios colectivos se presentan como una herramienta eficaz para abor-
dar problemas que atañen a la calidad de vida de los trabajadores siendo el principio de inte-
gralidad el que permite explorar nuevas contingencias y acudir a su protección.
En segundo lugar, hay que destacar que las partes reconocieron que “se llevan consigo para re-
flexionar en el ámbito de sus respectivas organizaciones” el valor fundante de la seguridad social: la
solidaridad; y la importancia de resituarla en el centro de las relaciones del trabajo y para ello reco-
nocen que la negociación colectiva es el ámbito ideal. En este sentido, el mecanismo de solidaridad
propuesto en algunas cláusulas presentadas fue receptado como opción viable para implementar
el reconocimiento de beneficios sociales a los trabajadores, fundamentalmente en aquellas activi-
dades donde se torna necesario contemplar la situación de las pequeñas empresas que la integran.
A través del debate, se reconoció la experiencia lograda mediante algunos convenios colectivos,
a partir de los cuales se pudo establecer distintos mecanismos de solidaridad para la generación
de Fondos Solidarios o fideicomisos. También se destacó la importancia del diálogo social y de la
participación tripartita en ámbitos como el de referencia.
Finalmente, en relación a las condiciones de trabajo y medio ambiente, las partes reconocie-
ron la necesidad de articular el procedimiento de reconocimiento de adicionales por insalu-
bridad que fijan los convenios colectivos con políticas de prevención de riesgos de trabajo y
reversión de condiciones insalubres, a efectos de avanzar hacia un trabajo pleno y saludable.
Por ello valoraron muy positivo el instalar en la agenda de la negociación colectiva la proble-
mática de la insalubridad laboral y sus efectos en la calidad de vida del trabajador.
Las partes acuerdan promover el principio de solidaridad de la seguridad social para garanti-
zar el derecho a cobertura de guardería mediante la creación de un fondo solidario que será
administrado por XXXX, y financiado con una cotización equivalente a un porcentaje de la
totalidad de la nómina salarial de cada empresa, de acuerdo a la escala que se establece en el
párrafo siguiente. Dicho fondo tendrá como finalidad sufragar la creación y mantenimiento de
jardines maternales, o el reintegro en carácter de beneficio social no remunerativo en concep-
to de gastos por jardín maternal o de infantes, cuando no existiere un establecimiento propio
o contratado por la administración del fondo solidario en lugares próximos al establecimiento
donde presta servicios o del domicilio del trabajador o la trabajadora.
Créase la comisión de seguimiento del fondo solidario integrada por XX representantes titula-
res e igual número de suplentes por la parte sindical y por XX representantes titulares e igual
número de suplentes por la parte empleadora, la que tendrá por función efectuar el control
de la administración del fondo, establecer los montos de los reintegros por guardería, los pro-
cedimientos, etc.
Las partes acuerdan que las siguientes XX tareas consideradas riesgosas o penosas por XXX
(la norma legal que lo determine) deberán ser certificadas como tales por el empleador en los
términos del artículo 10 del Decreto 4257/1968.
E. Promoción de la vivienda
Si por prevenir –del latín praevenire– se entiende la acción de anticiparse e impedir que algo
ocurra, en la Trata de Personas, consiste en instrumentar medidas para evitar que estas grandes
organizaciones cumplan el objetivo por el que fueron creadas, como también para reducir las
oportunidades actuales o futuras de las que se valen, tal como lo establece la Convención de
las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional y el Protocolo Facultati-
vo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, especialmente mujeres y niños.
La dimensión del problema abre un gran abanico de opciones que pueden resultar aptas para
prevenir hechos futuros y que deben, necesariamente, ser examinadas.
Los modelos de cláusulas propuestos buscaron establecer un piso mínimo y común de objetivos
a alcanzar, que requieren de una multiplicidad de medidas concretas para su efectiva implemen-
tación. Con ese fin, la articulación de acciones entre los empleadores, los trabajadores y el Estado
conforma una alianza fundamental para avanzar en este camino.
Para concluir, es necesario remarcar que la Trata de Personas, además de ser un delito, es una
problemática social y cultural, e implica una grave vulneración a los derechos humanos. Desde
esta perspectiva, hay una importante tarea que todas y todos debemos llevar adelante, no sólo
en lo que a prevención y persecución del delito respecta, sino también en lo que a restitución
de derechos se refiere.
Sostener que hay poblaciones que pueden consentir su propia explotación por “razones cul-
turales” o porque provienen de contextos con necesidades básicas insatisfechas resulta inad-
misible. Estas creencias impiden ver que las personas no se encuentran en igualdad de condi-
ciones para elegir libre y autónomamente, lo que facilita el aprovechamiento de su situación
de vulnerabilidad en pos del beneficio económico de las organizaciones delictivas.
Somos conscientes de las dificultades que se presentan a la hora de encarar esta tarea y también
de los múltiples desafíos que deben enfrentarse, por ello, el logro más importante de la mesa de
trabajo realizada ha consistido en entender que si bien la conjuración de la Trata de Personas y la
asistencia a sus víctimas constituye una tarea primaria del Estado, los actores de la negociación
poseen un rol fundamental en la restitución de derechos de las víctimas de este delito.
La lucha contra la Trata de Personas debe ser un verdadero desafío para toda acción guber-
namental y no gubernamental que pretenda erradicar este flagelo que afecta a millones de
personas en todo el mundo.
Art.** Las partes convienen en arbitrar las medidas necesarias a fin de promover la difusión
de las campañas contra la trata de personas que realicen: el MINISTERIO DE TRABAJO, EMPLEO
Y SEGURIDAD SOCIAL DE LA NACIÓN, el MINISTERIO DE SEGURIDAD DE LA NACIÓN, el MINIS-
TERIO DE JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS DE LA NACIÓN, la ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE
INGRESOS PÚBLICOS y otros Organismos Nacionales, entre el personal comprendido en el
ámbito del presente convenio.
Art.** Las partes acuerdan que la asociación sindical se encuentra facultada para colocar ma-
terial de difusión sobre la problemática de la trata de personas y los canales de denuncia
establecidos para investigar este delito, en aquellos lugares de los establecimientos compren-
didos en el ámbito de aplicación de este convenio, que permitan su visualización por parte
de los trabajadores.
Art.** Las partes acuerdan que darán noticia a las autoridades competentes, en forma inme-
diata, de la posible existencia de un caso de trata de personas que llegase a su conocimiento,
absteniéndose de realizar cualquier acción que pueda perjudicar a las víctimas de este delito
y/o al desarrollo de la investigación.
Art.** Las partes acuerdan que las asociaciones, cámaras y/o federaciones empresarias adop-
tarán las medidas disciplinarias previstas en sus estatutos contra aquellas empresas que pu-
diesen estar involucradas en un caso de trata de personas, sea en forma directa o por inter-
medio de terceros.
Art.** Las empresas promoverán la adopción de mecanismos útiles que permitan extremar
los controles sobre sus proveedores y/o subcontratistas con el fin de prevenir casos de trata
de personas en el ámbito laboral.
Art.** Las [Cámaras / Federaciones Empresarias] signatarias del presente convenio tendrán
a su cargo la realización de acciones destinadas a la promoción del empleo decente de las
víctimas del delito de trata de personas, debiendo realizar las gestiones tendientes a que las
personas víctimas de este delito rescatadas sean contratadas por las empresas comprendidas
en el ámbito de aplicación del presente convenio colectivo.
Art.** Las [Cámaras / Federaciones Empresarias] signatarias del presente convenio promo-
verán la contratación de las personas víctimas del delito de trata de personas, que hubiesen
sido rescatadas en procedimientos realizados en otros establecimientos comprendidos en el
ámbito de aplicación del presente convenio colectivo, siempre que las víctimas así lo deseen.
Se considerará como víctima del delito de trata de personas a toda aquella persona que, a jui-
cio de las autoridades competentes, hubiese sido objeto de alguna de las acciones descriptas
en los artículos 1° y 2° de la Ley Nº26.364. A efectos de acreditar dicha circunstancia, se podrá
solicitar la presentación de una constancia expedida por el Juzgado interviniente, la Oficina
de Rescate y Acompañamiento a Personas Damnificadas por el Delito de Trata de Personas
del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia
y Familia (SENNAF) del Ministerio de Desarrollo Social y/o los organismos provinciales que
cumplan funciones de asistencia a la víctima. La protección será otorgada aun cuando existan
criterios contrapuestos entre los Organismos mencionados.
1. INTRODUCCIÓN
2. Borrador de informe hemisférico. Quinta ronda de evaluación. Evaluación del progreso de control de drogas Organización de los Estados Americanos (OEA),
Secretaría de Seguridad Multidimensional (SSM), Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD), Mecanismo de Evaluación
Multilateral (MEM), 2011.
En Argentina, sobre una población total de 40.117.096 habitantes, el consumo inicial de sustancias
en general se ubica entre los 16 y 17 años, con tendencia al descenso en la edad de iniciación y
aumento de las cantidades consumidas. Los varones inician el consumo antes que las mujeres.
La información obtenida revela que los consumos comienzan en esa temprana edad, dándose
un pico de mayor consumo en varones entre los 16 y los 49 años, que luego desciende, pero
no desaparece, para volver a activarse hacia la fecha de jubilación.
Tranquilizantes y Ansiolíticos.
Alguna vez en el curso del año fueron consumidos por el 81,7% de la población. El 16,7% se au-
tomedicó y el 1,6, luego de consumirlo por prescripción médica, siguió autoadministrándose.
3. Drogas - Afecciones clínicas derivadas de su consumo, Jorge E. Naveira, Marcela M. Drago, Editorial Dunken, Buenos Aires, 2011.
4. INDEC, 2010.
La población entre 18 y 35 años que consume sustancias psicotrópicas es recetada por médi-
cos psiquiatras. A partir de los 35 años, es el médico clínico quien receta. También es común
que otros médicos especialistas receten, por ejemplo entre adolescentes.
Pasta base.
El 1% de la población consumió alguna vez, los varones más que las mujeres. La edad de con-
sumo se ubica entre los 12 y 24 años y las zonas de mayor concentración del consumo son el
área metropolitana y región pampeana. 5
2. DESARROLLO DE LA TEMÁTICA
En nuestro país la Ley de Contrato de Trabajo6 en su art. 32 establece que “las personas desde
los dieciocho (18) años pueden celebrar contrato de trabajo”.
“Las personas desde los dieciséis (16) años y menores de dieciocho (18) años, pueden celebrar
contrato de trabajo, con autorización de sus padres, responsables o tutores. Se presume tal
autorización cuando el adolescente viva independientemente de ellos”. 7
La Ley 24.2418 en su Capítulo II art. 19 al establecer los requisitos que deben cumplir los afilia-
dos para acceder a la Prestación básica universal, señala la edad exigida.
5. Drogas - Afecciones clínicas derivadas de su consumo, Jorge E. Naveira, Marcela M. Drago, Editorial Dunken, Buenos Aires, 2011.
6. Ley N°20.744, texto ordenado por Decreto 390/1976.
7. Artículo sustituido por el artículo 3° de la Ley N°26.390, B.O. del 25/6/2008.
8. La Ley 24.241 (sancionada el 23/9/93) establece el Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones.
La coincidencia es abrumadora. Se puede ingresar al mundo del trabajo desde los 18 años; con
autorización, desde los 16 años, en tanto el ciclo laboral finaliza entre los 60 años para las muje-
res y los 65 años para los hombres. 16 a 65 años, ciclo productivo laboral y 16 a 65 años, franja
etaria que concentra los mayores consumos de drogas y sustancias psicotrópicas.
El trabajador es ante todo una persona (“se habla de una integridad en la que es inseparable lo
orgánico y lo psíquico”), y como tal vive en una sociedad donde hoy el consumo se impone,
urge la inmediatez y los llamados mediadores químicos (drogas) “ayudan” en el logro de los
objetivos. Ésta es la imagen que vende la publicidad. Se pasa, entonces, a depender de ese
apoyo sin conocer las consecuencias y secuelas.
El fácil acceso a las drogas y sustancias psicotrópicas potencia la posibilidad de su uso. Cuando
ese uso se hace en forma indebida la persona se coloca en situación de riesgo en todos los aspec-
tos de su vida. En su ambiente de trabajo, sentirá las consecuencias del consumo indebido que
impacta necesariamente sobre su salud y rendimiento así como en su relación con terceros.
Art. 4° - “El contrato de trabajo tiene como principal objeto la actividad productiva y
creadora del hombre en sí…” 9
Esta actividad es asimismo una situación de realización personal en cuanto recrea la capaci-
dad creadora del Ser Humano, debe desarrollarse en un ámbito que cuide de las condiciones
generales para potenciar los efectos beneficiosos del trabajo.
Al respecto la Ley N°20.744 y sus modificaciones establecen, por un lado, el deber de seguri-
dad del empleador: Art. 75 - “1. El empleador está obligado a observar las normas legales sobre
higiene y seguridad en el trabajo. 2. Los daños que sufra el trabajador como consecuencia
Por otra parte, señala los deberes de diligencia y colaboración del trabajador: Art. 84 - “El traba-
jador debe prestar el servicio con puntualidad, asistencia regular y dedicación adecuada a las
características de su empleo y a los medios instrumentales que se le provean”.
En el art. 62 del mismo texto se establece la obligación genérica de las partes “Las partes están
obligadas, activa y pasivamente, no sólo a lo que resulta expresamente de los términos del
contrato, sino a todos aquellos comportamientos que sean consecuencia del mismo, resulten
de esta ley, de los estatutos profesionales o convenciones colectivas de trabajo, apreciados
con criterio de colaboración y solidaridad”.
Las partes están obligadas, activa y pasivamente, no sólo a lo que resulta expresamente de los
términos del contrato, sino a todos aquellos comportamientos que sean consecuencia del mismo,
como evaluar los factores de riesgo que colaboran o ayudan a comportamientos indeseados.
Factores de riesgo
10. Artículo sustituido por el artículo 49 de la Ley N°24.557, B.O. del 4/10/1995.
El tercero señala el agente que provoca la alteración, la droga o sustancia que se consume y
que pueden enunciarse con algún carácter clasificador en drogas:
n Ilícitas: marihuana, cocaína, heroína, cocaína fumable (paco) y otras.
n Legales y socioculturalmente aceptadas: alcohol, tabaco, medicamentos recetados, inha-
lantes, hidrocarburos, pegamentos.
Las afecciones orgánicas y comportamentales ocasionan efectos que impactan en las per-
sonas de modo muy similar; la gran divergencia se encuentra en el tratamiento y el acceso a
los lugares que pueden tratar al sujeto que se halla en situación de vulnerabilidad bio-psico-
social: “La realidad nos muestra que la población más expuesta o vulnerable al consumo proble-
mático es cada vez de menor edad, más pobre y más desprotegida socialmente, y es la que padece
mayor aislamiento social”. 11
El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV) diferencia dos tipos
de trastornos en relación con las sustancias:
n Trastornos por consumo de sustancias:
n Dependencia
Abuso
n Trastornos inducidos por sustancias:
n Intoxicación
n Abstinencia
n Delirio
n Trastorno amnésico
n Trastorno psicótico
n Ansiedad
n Disfunción sexual
n Trastornos del sueño
11. Presidencia de la Nación, Ministerio de Educación, “Prevención del consumo problemático de drogas desde el lugar del adulto en la comunidad educativa”.
Orgánicamente el alcohol actúa como un depresor del sistema nervioso central que evidencia
sus efectos provocando, entre otros signos, sueño y sedación. Asimismo, atraviesa las membra-
nas celulares hematoencefálica12 y placentaria.13
12. L a membrana hematoencefálica es una defensa entre los vasos sanguíneos y el sistema nervioso central que impide que muchas sustancias tóxicas la
atraviesen, al tiempo que permite el pasaje de nutrientes y oxígeno. De no existir, muchas sustancias nocivas llegarían al cerebro afectando su funcionamien-
to y tornando inviable el de todo el organismo.
13. L a membrana placentaria separa la sangre materna de la fetal impidiendo así el paso hacia el organismo en desarrollo de las sustancias de alto peso
molecular transportadas por la sangre materna. Algunas drogas, como el alcohol, pueden atravesarla. J. Tirapu-Ustárroz, M. Ríos-Lago y F. Maestú, Manual de
neuropsicología, 2° Ed., 2011.
El consumo abusivo de alcohol implica riesgo para la salud y es el agente causante de una
enfermedad llamada alcoholismo.
Cantidades convenientes de alcohol que producen en el individuo promedio (70 kg) una alco-
holemia máxima que varía entre 0,25 y 0,30 gramos por litro:
300 ml de cerveza de 5º GL
30 ml de whisky de 50º GL
Una persona de 90 kilos que toma 2 vasos de cerveza llega a la cantidad límite definida por la
Ley de Tránsito. Por encima de estas cantidades el consumo de alcohol implica serios riesgos
para la salud.
Esto no significa que no podamos entender en la temática dentro del ámbito de trabajo un
sinnúmero de disposiciones legales y fallos jurisprudenciales que dan un encuadre legal en el
cual apoyarse.
La Ley de Salud Mental N°26.657 establece en su artículo 4° que las adicciones deben conside-
rarse como enfermedades mentales y tratarse de tal modo.
a) La cobertura para los tratamientos médicos, psicológicos y farmacológicos de las personas
que dependan física o psíquicamente del uso de estupefacientes;
b) La cobertura para los programas de prevención del SIDA y la drogadicción”.
Capítulo II. ARTÍCULO 4° - “Las adicciones deben ser abordadas como parte integrante de
las políticas de salud mental. Las personas con uso problemático de drogas, legales e ilegales,
tienen todos los derechos y garantías que se establecen en la presente ley en su relación con
los servicios de salud”.
Capítulo III. Ámbito de aplicación. ARTÍCULO 6° - “Los servicios y efectores de salud públi-
cos y privados, cualquiera sea la forma jurídica que tengan, deben adecuarse a los principios
establecidos en la presente ley”.
Respaldamos el tratamiento de esta temática como una de las nuevas pautas a tener en cuen-
ta en la negociación del CCT ya que encuentra a las partes de la relación laboral en la situación
ideal de estar conviniendo condiciones, que de ser acordadas, cuentan con la aprobación para
su aplicación inmediata. Se trata de un instrumento de actualización permanente, que con-
templa a las partes en igualdad de condiciones frente a la autoridad competente y protectora
del orden público laboral, como es el Ministerio de Trabajo.
En cumplimiento de tal objetivo se comienza una tarea preventiva entre los agentes del mun-
do laboral que se reafirma con la creación de la Coordinación de Políticas de Prevención de
Adicciones y del Consumo de Sustancias Psicotrópicas y Drogas con impacto en el Mundo del
Trabajo –CoPreAd–15 en el ámbito de la Unidad Ministro del Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social.
La tarea emprendida implicó una primera instancia de trabajo con el sector privado, sobre
todo en el quehacer con los sindicatos que reconocen y/o plantean problemas concretos.
Se refuerza la tarea conjunta interministerial con los Ministerios de Desarrollo Social, de Salud,
de Educación, de Relaciones Exteriores y Culto y de Seguridad de la Nación, y con la SEDRO-
NAR a fin de unir esfuerzos, no invadir competencias específicas y sumar recursos.
En este contexto, hemos asumido una responsabilidad que nos motiva a llevar adelante nues-
tro compromiso, y nos impulsa a reclamar del medio laboral y sus actores el verdadero cumpli-
miento de las responsabilidades contraídas en la firma de los instrumentos mencionados.
15. Expediente N°1.363.305/09 del Registro del MTEySS y la Resolución del MTEySS N°132 del 1° de febrero de 2010.
Entre finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII aparece lo que hoy podemos llamar me-
dicina laboral, de la mano de Bernardino Ramazzini. 16
Este médico aseguraba que “...el arte de la medicina debe aportar su colaboración en beneficio y
ayuda de los trabajadores y mirar por su integridad”. Fue el primero en clasificar los riesgos a la
salud en relación con:
n La ocupación o el trabajo,
n Productos químicos.
n Metales.
n Ambientes de polvo.
n Movimientos repetidos o violentos.
n Posturas inadecuadas.
n Condiciones de higiene.
n Otros agentes que pueden causar enfermedades.
Entonces, fue como si colocara un espejo ante la sociedad de su época para que ésta pudiera
apreciar las condiciones laborales de los trabajadores de diversos oficios y sus consecuencias.
Hoy, con más herramientas, mejores recursos y experiencia, es necesario volver a detenerse
en observar la realidad, las nuevas patologías que conviven con el sujeto trabajador y forman
parte de su cotidianeidad y las condiciones y medio ambiente laborales en que éstas se desa-
rrollan y pasar a la acción tomando medidas preventivas.
16. Médico italiano nacido EN 1633. Se le atribuye el primer tratado sistemático de lo que hoy llamamos medicina laboral. Su libro De Morbis Artificum Diatriba
trataba de las enfermedades y su relación con el trabajo.
Con el fin de implementar acciones preventivas en esta temática, las partes se compro-
meten a:
a) I nstrumentar programas de identificación, reconocimiento y evaluación de la problemática
de situaciones de consumo de sustancias psicotrópicas en la actividad/industria ………..,
poniendo énfasis en elaborar mapas de riesgos sectoriales y en la identificación de colecti-
vos de trabajo que, debido a sus condiciones y medio ambiente de trabajo, muestren una
mayor vulnerabilidad a la problemática.
e) Integrar y coordinar planes de prevención con los programas destinados a mejorar la sa-
lud laboral y las condiciones y medioambiente de trabajo, en caso de consumo y abuso de
sustancias psicoactivas, en especial con aquéllos vinculados a otras problemáticas psico-
sociales relacionadas, tales como el alcoholismo, tabaquismo, stress laboral, síndrome del
burn-out, distrés, mobbing y acoso laboral.
g) Priorizar el mantenimiento del vínculo laboral del beneficiario durante el tiempo del tra-
tamiento.
Dichos acuerdos deberán ser celebrados conforme a lo dispuesto en art. Nº18 de la Ley
Nº14.250 (t.o. 2004) y deberán respetar los criterios establecidos en este convenio general.
Art.** ** Verificación
La autoridad de aplicación está facultada para verificar que los sistemas de control empleados
por la empresa no afecten en forma manifiesta y discriminada la dignidad del trabajador.
n 230 millones de personas alguna vez usaron droga durante este año.
- Informe Anual de la Oficina de Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito
(UNODC), datos de 2010
Consumo de Tabaco
Datos tomados en poblaciones mayores a 80.000 habitantes de una franja
de entre 12 y 65 años
Tranquilizantes y Ansiolíticos
El 81,7% de la población los consumió alguna vez en el curso del año.
n Ley 24.241: la edad exigida por ley para obtener la jubilación para los
hombres es de 65 años y para las mujeres es de 60 años.
1. DESARROLLO DE LA TEMÁTICA
Esta “plaga del siglo XXI” −al decir de los investigadores− tiene raíces estructurales ligadas a
las características que el capitalismo ha desarrollado con el auge del neoliberalismo, ya que
además de la policausalidad que es propia de todo fenómeno humano, en este caso incide
directamente la perversión de las relaciones sociales en general y de los vínculos laborales en
particular, postulados por este “modelo”.
La cuestión tiene clara importancia tanto para mujeres como para varones, pero en el caso
de las mujeres la situación se agrava como una forma adicional de violencia de género. Existe
una construcción social del rol de los sexos −que connota negativamente a la condición feme-
nina− consolidada en pautas culturales de sumisión de la mujer que, en el devenir histórico,
ha producido la naturalización de dicha violencia. Estas pautas de victimización también se
reproducen a nivel organizacional, particularmente en el ámbito de trabajo.
La violencia laboral es una situación recurrente y sostenida en el tiempo que, en el caso del
mobbing o acoso moral o psicológico, tiene la característica diferencial −respecto de la vio-
lencia física− de no dejar señales externas, marcas visibles, a no ser el deterioro socioemotivo
y psicofísico progresivo de la víctima. Este maltrato que se inicia desde lo verbal y modal, en
general no suele ser consciente por parte de la persona seleccionada como “el objetivo”, quien
no sabe que está siendo sometida a una “campaña” de aniquilamiento de su identidad.
El impacto en la salud para el trabajador es muy alto. El daño psicológico es el primero que
se registra, con todos los síntomas progresivos del estrés (trastornos cognitivos −pérdida de
la memoria inmediata, dispersión de la atención y la concentración−, estado de alerta perma-
nente, autorreproche, angustia, depresión, agotamiento, sensación de irrealidad, fantasías de
aniquilamiento, fragmentación de la identidad, trastornos del sueño, conflictos con sus rela-
ciones afectivas y los vínculos de pertenencia, etc.). A nivel físico el deterioro es correlativo
y suele disparar una variada gama de afecciones psicosomáticas (gastrointestinales, hipo e
hipertensión arterial, cardíacas, endocrinológicas, músculo-esqueléticas, dermatológicas, cefa-
leas tensionales, diversas alteraciones sexuales, etc., y, según investigaciones específicas, pato-
logías inmunológicas y oncológicas).
La gravedad de las consecuencias que produce la violencia laboral hace imprescindible el tra-
bajo conjunto de las organizaciones y el estado a fin de potenciar la acción colectiva, en la
convergencia del conjunto de los trabajadores para la defensa de sus derechos a través de los
distintos mecanismos legítimos de participación.
Asimismo, esa convergencia participativa de los afectados y de los que potencialmente pue-
den serlo es también un camino para reivindicar la importancia que tiene, para la estructura
de una sociedad más sana, invertir en capital social y cultural (más allá de la hipertrofia eco-
nomicista), es decir en las personas reales, con sus condiciones concretas de existencia en la
vida cotidiana.
2. CONCLUSIONES
A modo de conclusión, sostenemos que el objetivo de este cuarto Taller ha sido introducir una
nueva temática en materia de negociación colectiva, ya que lo que se intenta por medio de
cláusulas convencionales arribadas entre las partes, es generar una mayor toma de conciencia
sobre esta problemática que se presenta en los espacios de trabajo, ya que el trabajo es un
factor constitutivo de la identidad del sujeto.
Por ello, esta eficaz herramienta nos permitirá dar tratamiento y visibilidad al maltrato y al
acoso en los lugares de trabajo. En este sentido, la defensa y promoción del derecho humano
a trabajar en un ámbito libre de violencia laboral es una cuestión que nos ocupa a todos.
Art.** Las partes acuerdan en condenar toda forma de Violencia Laboral entendiendo por tal el
ejercicio abusivo de poder que tiene por finalidad someter o excluir a un trabajador o trabajadora
de su puesto de trabajo, atentando contra su dignidad y su integridad psicofísica. Incluye el acoso
psicológico, el acoso sexual y la agresión física. Puede provenir tanto de niveles jerárquicos supe-
riores, inferiores o pares.
Art.** La representación empresaria y la asociación sindical signataria del presente convenio co-
lectivo de trabajo se comprometen a impulsar acciones positivas tendientes a la difusión de la
problemática a fin de prevenir la violencia laboral.
Art.** Las partes se comprometen a generar mecanismos para la atención de denuncias sobre
violencia laboral que, en el caso de verificarse, garanticen el cese de la misma, la protección al
denunciante y de corresponder al o los testigo/s. Para ello podrán recurrir en consulta y/o asesora-
miento a la Oficina de Asesoramiento sobre Violencia Laboral.
Art.** Las partes promoverán iniciativas en materia de asistencia técnica y capacitación; para
ello podrán recurrir en consulta y/o asesoramiento a la Oficina de Asesoramiento sobre Violencia
Laboral.
Art.** Las partes se comprometen a generar instancias de seguimiento y monitoreo para el cum-
plimiento del presente convenio.
Según la OAVL, violencia laboral es “toda acción, omisión o comportamiento, destinado a pro-
vocar, directa o indirectamente, daño físico, psicológico o moral a un trabajador o trabajadora,
sea como amenaza o acción consumada. La misma incluye violencia de género, acoso psico-
lógico, moral y sexual en el trabajo, y puede provenir de niveles jerárquicos superiores, del
mismo rango o inferiores”.
n Establecer vínculos de cooperación y asistencia con áreas internas del Ministerio, otros or-
ganismos públicos y privados, nacionales e internacionales con objetivos similares o com-
plementarios.
Trabajadores del Instituto Nacional Empleador: Instituto Nacional de Personal en relación de depen-
de Servicios Sociales para Jubilados Servicios Sociales para Jubilados y dencia (artículo 21 de la Ley de
y Pensionados (INSSJP) Pensionados Contrato de Trabajo) con el INSSJP
salvo excepciones detalladas en el
Representación Sindical: artículo 2. (*)
a) Asociación Profesionales del
Programa de Atención Médica
Integral y Afines (APPAMIA). b)
Asociación Trabajadores del Estado
ATE. c) Unión del Personal Civil de
la Nación (UPCN). d) Unión de Tra-
bajadores del Instituto Nacional de
Servicios Sociales para Jubilados y
Pensionados (UTI).
Al considerar la incorporación del tema en los convenios colectivos de trabajo, puede resultar
de interés considerar algunas estadísticas que surgen de la experiencia de la OAVL-MTEySS, en
particular en cuanto a los sectores de actividad en los que se desempeñan los trabajadores y
trabajadoras que se acercan a realizar consultas o presentar denuncias.
Sector primario
0,31% Sector secundario
15,08%
Sector terciario
84,62%
Esta distribución refleja en gran medida la estructura que, en el mismo sentido, se presenta en
el mercado de trabajo del Área Metropolitana (Capital Federal y conurbano bonaerense), en la
que la mayor cantidad de puestos de trabajo se concentran en los sectores de servicios e in-
dustria. Precisamente, en esta región trabaja la mayoría de los consultantes a quienes asesoró,
hasta la fecha, la OAVL: el 74% del total de trabajadores asesorados tiene su empleo en Capital
Federal y el 18% en provincia de Buenos Aires (principalmente Conurbano). Cabe aclarar que
los trabajadores del sector primario se localizan fuera de los centros urbanos.
n La proporción de mujeres y varones fue pareja en el grupo de consultantes que tienen sus
empleos en el sector secundario.
Femenino Masculino
51% 49%
Masculino Femenino
38% 62%
Esta aproximación nos está mostrando que, si bien en el conjunto total de casos analizados el
60% de las consultas las realizaron mujeres, es en el sector secundario en el que la incidencia
del género resulta más notoria o significativa. Cabe considerar que en el mercado de trabajo la
tasa de empleo femenino en industrias manufactureras es del 18,4 (año 2006). Una posible ex-
plicación se encuentra en el hecho de que el 43% de las personas consultantes de este sector
trabaja en fabricación de productos textiles, rama de actividad tradicionalmente femenina.
En el sector Servicios las ramas más representadas son las de: Servicios a empresas (27%), Sa-
lud (19%), Comercio (13%) y Hoteles y restaurantes (10%).
Para un mayor detalle en el siguiente gráfico se encuentran considerados los tres sectores y ra-
mas de actividad por sexo. Algunas categorías se subdividieron para facilitar su comprensión.
Fuente: OAVL: Sobre la drecha del gráfico la numeración corresponde al sector de actividad económica primario (1), secundario (2) o terciario (3).
Entre los casos atendidos por la OAVL en el sector de la Construcción, actividad con mayoría de
trabajadores varones, predomina la violencia física (71%). Otras manifestaciones de violencia
física se presentan en: Comercio 27%; Industrias manufactureras 17%; Salud 11%, Intermedia-
ción financiera 11%; Otras actividades 11%; Servicios prestados a las empresas 9%; Hoteles y
restaurantes 8%; Administración pública y defensa 6%; Enseñanza 5%, Transporte, Almacena-
miento y comunicaciones 5%.
Por otra parte, hay sectores que presentan más casos de violencia sexual que otros, como por
ejemplo: Comercio 21%, Hoteles y restaurantes 15%, Servicios prestados a las empresas 10%,
Industrias manufactureras 9%, Otras actividades 8% y Enseñanza 5%.
Antecedentes de la OAVL
n el trabajo digno;
Comprende:
n Agresión física.
n Acoso sexual.
n Sentido vertical
Descendente
Ascendente
n Sentido horizontal
Funciones
n Atender consultas.
n Recibir denuncias.
n Varones: 40%
n Privado: 89%
n Informal: 9%
n No afiliados: 43%
n No contesta: 9%
Enfermedad n 17,6%
Embarazo n 5,3%
Otros n 5,8%
Según sexo
Sexual n 10%
Mujeres Física n 9%
Psicológica n 81%
Sexual n 3%
Superior n 88%
Par n 10%
Tercero n 2%
Según sexo
Varón n 14%
Mujeres acosadoras
Mujer n 86%
Varón n 54%
Varones
Mujer n 46%
Médico n 47%
Psicológico n 29%
Psiquiátrico n 24%
Según sexo
Mujer Varón
Médico n 44% n 53%
Psicológico n 29% n 30%
Psiquiátrico n 27% n 17%
n Precariedad laboral.
n Falta de información.
n En el trabajador.
n En la organización.
n En la sociedad.
Consecuencias en el trabajador
n Disminuye la productividad.
n Desaprovechamiento de capacidades.
n Desprestigio social.
n Pérdidas económicas.
Consecuencias en la sociedad
n Consolida la discriminación.
n Prevención
n Atención de casos
Artículo 1
Artículo 2
Artículo 3
Artículo 4
1. La autoridad competente será responsable de los servicios administrativos de apoyo a los
procedimientos previstos en el presente Convenio.
2. Se celebrarán los acuerdos apropiados entre la autoridad competente y las organizaciones
representativas, siempre que tales organizaciones existan, para financiar la formación que
puedan necesitar los participantes en estos procedimientos.
Artículo 5
1. El objeto de los procedimientos previstos en el presente Convenio será el de celebrar con-
sultas sobre:
a) las respuestas de los gobiernos a los cuestionarios relativos a los puntos incluidos en el or-
den del día de la Conferencia Internacional del Trabajo y los comentarios de los gobiernos
sobre los proyectos de texto que deba discutir la Conferencia;
d) las cuestiones que puedan plantear las memorias que hayan de comunicarse a la Oficina
Internacional del Trabajo en virtud del artículo 22 de la Constitución de la Organización
Internacional del Trabajo;
Anexo normativo
este artículo, las consultas deberán celebrarse a intervalos apropiados fijados de común
acuerdo y al menos una vez al año.
Artículo 6
Cuando se considere apropiado, tras haber consultado con las organizaciones representati-
vas, siempre que tales organizaciones existan, la autoridad competente presentará un informe
anual sobre el funcionamiento de los procedimientos previstos en el presente Convenio.
Artículo 7
Las ratificaciones formales del presente Convenio serán comunicadas, para su registro, al Di-
rector General de la Oficina Internacional del Trabajo.
Artículo 8
2. Entrará en vigor doce meses después de la fecha en que las ratificaciones de dos Miembros
hayan sido registradas por el Director General.
3. Desde dicho momento, este Convenio entrará en vigor, para cada Miembro, doce meses
después de la fecha en que haya sido registrada su ratificación.
Artículo 9
1. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio podrá denunciarlo a la expiración de un pe-
ríodo de diez años, a partir de la fecha en que se haya puesto inicialmente en vigor, mediante
un acta comunicada, para su registro, al Director General de la Oficina Internacional del Traba-
jo. La denuncia no surtirá efecto hasta un año después de la fecha en que se haya registrado.
Artículo 10
1. El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo notificará a todos los Miembros de
la Organización Internacional del Trabajo el registro de cuantas ratificaciones, declaraciones y
denuncias le comuniquen los Miembros de la Organización.
Artículo 11
Artículo 12
Cada vez que lo estime necesario, el Consejo de Administración de la Oficina Internacional del
Trabajo presentará a la Conferencia una memoria sobre la aplicación del Convenio, y conside-
rará la conveniencia de incluir en el orden del día de la Conferencia la cuestión de su revisión
total o parcial.
Artículo 13
1. En caso de que la Conferencia adopte un nuevo convenio que implique una revisión total o
parcial del presente, y a menos que el nuevo convenio contenga disposiciones en contrario;
Anexo normativo
mediata de este Convenio, no obstante las disposiciones contenidas en el artículo 9, siempre
que el nuevo convenio revisor haya entrado en vigor;
b. a partir de la fecha en que entre en vigor el nuevo convenio revisor, el presente Convenio
cesará de estar abierto a la ratificación por los Miembros.
2. Este Convenio continuará en vigor en todo caso, en su forma y contenido actuales, para los
Miembros que lo hayan ratificado y no ratifiquen el convenio revisor.
Artículo 14
Las versiones inglesa y francesa del texto de este Convenio son igualmente auténticas.
1.
n (1) Se deberían adoptar medidas apropiadas a las condiciones nacionales
para promover de manera efectiva la consulta y la colaboración, en las ramas
de actividad económica y en el ámbito nacional, entre las autoridades públi-
cas y las organizaciones de empleadores y de trabajadores, así como entre
las propias organizaciones, para la realización de los objetivos previstos en
los párrafos 4 y 5 y para otras cuestiones de interés común que pudieran ser
determinadas por las partes.
n 4. Tal consulta y tal colaboración deberían tener como objetivo general el fomento de la
comprensión mutua y de las buenas relaciones entre las autoridades públicas y las organi-
zaciones de empleadores y de trabajadores, así como entre las propias organizaciones, a fin
de desarrollar la economía en su conjunto o algunas de sus ramas, de mejorar las condicio-
nes de trabajo y de elevar el nivel de vida.
n 5. Tal consulta y tal colaboración deberían tener como objetivo, en particular:
(a) permitir el examen conjunto, por parte de las organizaciones de empleadores y de tra-
bajadores, de cuestiones de interés mutuo, a fin de llegar, en la mayor medida posible, a
soluciones aceptadas de común acuerdo;
(b) lograr que las autoridades públicas competentes recaben en forma adecuada las opi-
niones, el asesoramiento y la asistencia de las organizaciones de empleadores y de trabaja-
dores respecto de cuestiones tales como:
(i) la preparación y aplicación de la legislación relativa a sus intereses;
(ii) la creación y funcionamiento de organismos nacionales, tales como los que se ocu-
pan de organización del empleo, formación y readaptación profesionales, protección de
los trabajadores, seguridad e higiene en el trabajo, productividad, seguridad y bienestar
sociales; y
(iii) la elaboración y aplicación de planes de desarrollo económico y social.
TÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES (artículos 1 al 5)
Objeto
Explotación
Artículo 5º - Las víctimas de la trata de personas no son punibles por la comisión de cualquier
delito que sea el resultado directo de haber sido objeto de trata.
Tampoco les serán aplicables las sanciones o impedimentos establecidos en la legislación
migratoria cuando las infracciones sean consecuencia de la actividad desplegada durante la
comisión del ilícito que las damnificara.
Anexo normativo
GARANTÍAS MÍNIMAS PARA EL EJERCICIO DE LOS DERECHOS
DE LAS VÍCTIMAS (artículos 6 al 9)
Derechos
a) Recibir información sobre los derechos que le asisten en su idioma y en forma accesible a
su edad y madurez, de modo tal que se asegure el pleno acceso y ejercicio de los derechos
económicos, sociales y culturales que le correspondan;
b) Recibir asistencia psicológica y médica gratuitas, con el fin de garantizar su reinserción social;
e) Recibir asesoramiento legal integral y patrocinio jurídico gratuito en sede judicial y adminis-
trativa, en todas las instancias;
f) R
ecibir protección eficaz frente a toda posible represalia contra su persona o su familia, que-
dando expeditos a tal efecto todos los remedios procesales disponibles a tal fin. En su caso,
podrá solicitar su incorporación al Programa Nacional de Protección de Testigos en las con-
diciones previstas por la ley 25.764;
h) Retornar a su lugar de origen cuando así lo solicitare. En los casos de víctima residente en
el país que, como consecuencia del delito padecido, quisiera emigrar, se le garantizará la
posibilidad de hacerlo;
j) Ser informada del estado de las actuaciones, de las medidas adoptadas y de la evolución del
proceso;
Las medidas de protección no podrán restringir sus derechos y garantías, ni implicar privación
de su libertad. Se procurará la reincorporación a su núcleo familiar o al lugar que mejor prove-
yere para su protección y desarrollo.
Artículo 7º - En ningún caso se alojará a las víctimas de la trata de personas en cárceles, es-
tablecimientos penitenciarios, policiales o destinados al alojamiento de personas detenidas,
procesadas o condenadas.
Artículo 8º - En ningún caso se dictarán normas que dispongan la inscripción de las víctimas
de la trata de personas en un registro especial, o que les obligue a poseer un documento es-
pecial, o a cumplir algún requisito con fines de vigilancia o notificación.
Se protegerá la privacidad e identidad de las víctimas de la trata de personas. Las actuaciones
judiciales serán confidenciales. Los funcionarios intervinientes deberán preservar la reserva de
la identidad de aquéllas.
Anexo normativo
Artículo 9º: Cuando la víctima del delito de trata o explotación de personas en el exterior
del país tenga ciudadanía argentina, será obligación de los representantes diplomáticos del
Estado nacional efectuar ante las autoridades locales las presentaciones necesarias para ga-
rantizar su seguridad y acompañarla en todas las gestiones que deba realizar ante las autori-
dades del país extranjero. Asimismo, dichos representantes arbitrarán los medios necesarios
para posibilitar, de ser requerida por la víctima, su repatriación.
TÍTULO III
DISPOSICIONES PENALES Y PROCESALES (artículos 10 al 17)
Artículo 10. - Incorpórase como artículo 145 bis del Código Penal, el siguiente:
Artículo 145 bis: El que captare, transportare o trasladare, dentro del país o desde o hacia el
exterior, acogiere o recibiere personas mayores de dieciocho años de edad, cuando mediare
engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier otro medio de intimidación o coerción, abuso
de autoridad o de una situación de vulnerabilidad, concesión o recepción de pagos o benefi-
cios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre la víctima, con
fines de explotación, será reprimido con prisión de TRES (3) a SEIS (6) años.
1. El autor fuere ascendiente, cónyuge, afín en línea recta, hermano, tutor, persona conviviente,
curador, encargado de la educación o guarda, ministro de algún culto reconocido o no, o
funcionario público;
2. El hecho fuere cometido por TRES (3) o más personas en forma organizada;
Artículo 11. - Incorpórase como artículo 145 ter del Código Penal, el siguiente:
Artículo 145 ter: El que ofreciere, captare, transportare o trasladare, dentro del país o desde o
hacia el exterior, acogiere o recibiere personas menores de DIECIOCHO (18) años de edad, con
fines de explotación, será reprimido con prisión de CUATRO (4) a DIEZ (10) años.
La pena será de SEIS (6) a QUINCE (15) años de prisión cuando la víctima fuere menor de TRECE
(13) años.
1. Mediare engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier otro medio de intimidación o coer-
ción, abuso de autoridad o de una situación de vulnerabilidad, concesión o recepción de
pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad
sobre la víctima;
2. E l autor fuere ascendiente, cónyuge, afín en línea recta, hermano, tutor, persona conviviente,
curador, encargado de la educación o guarda, ministro de algún culto reconocido o no, o
funcionario público;
3. El hecho fuere cometido por TRES (3) o más personas en forma organizada;
Artículo 12. - Sustitúyese el artículo 41 ter del Código Penal, por el siguiente:
Artículo 41 ter: Las escalas penales previstas en los artículos 142 bis, 145 bis, 145 ter y 170 de
este Código podrán reducirse en un tercio del máximo y en la mitad del mínimo respecto de
los partícipes o encubridores que, durante la sustanciación del proceso o antes de su inicia-
ción, proporcionen información que permita conocer el lugar donde la víctima se encuentra
privada de su libertad, o la identidad de otros partícipes o encubridores del hecho, o cualquier
otro dato que posibilite su esclarecimiento.
En caso de corresponder prisión o reclusión perpetua, podrá aplicarse prisión o reclusión de
OCHO (8) a QUINCE (15) años.
Sólo podrán gozar de este beneficio quienes tengan una responsabilidad penal inferior a la de
las personas a quienes identificasen.
Artículo 13. - Sustitúyese el inciso e) del apartado 1) del artículo 33 del Código Procesal Penal
de la Nación, por el siguiente:
e) Los previstos por los artículos 142 bis, 145 bis, 145 ter, 149 ter, 170, 189 bis (1), (3) y (5), 212 y
213 bis del Código Penal.
Artículo 14. - Serán aplicables las disposiciones de los artículos 132 bis, 250 bis y 250 ter del
Código Procesal Penal de la Nación.
Anexo normativo
Artículo 119: Será reprimido con prisión o reclusión de DOS (2) a OCHO (8) años el que realice
las conductas descriptas en el presente capítulo empleando violencia, intimidación o engaño
o abusando de la necesidad o inexperiencia de la víctima.
Artículo 17. - Deróganse los artículos 127 bis y 127 ter del Código Penal.
TÍTULO IV
CONSEJO FEDERAL PARA LA LUCHA CONTRA LA TRATA
Y EXPLOTACIÓN DE PERSONAS Y PARA LA PROTECCIÓN Y ASISTENCIA
A LAS VÍCTIMAS (artículos 18 al 20)
Presupuesto
Artículo 18: Créase el Consejo Federal para la Lucha contra la Trata y Explotación de Personas
y para la Protección y Asistencia a las Víctimas, que funcionará dentro del ámbito de la Jefatura
de Gabinete de Ministros, con el fin de constituir un ámbito permanente de acción y coordi-
nación institucional para el seguimiento de todos los temas vinculados a esta ley, que contará
con autonomía funcional, y que estará integrado del siguiente modo:
9. Un representante del Poder Judicial de la Nación, a ser designado por la Corte Suprema de
Justicia de la Nación.
10. U
n representante por cada una de las provincias y por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El Consejo Federal designará un coordinador a través del voto de las dos terceras partes de sus
miembros, en los términos que establezca la reglamentación.
Artículo 19: Una vez constituido, el Consejo Federal para la Lucha contra la Trata y Explotación
de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas habilitará un registro en el que se
inscribirán las organizaciones no gubernamentales de Derechos Humanos o con actividad
específica en el tema, que acrediten personería jurídica vigente y una existencia no menor a
tres (3) años.
La reglamentación dispondrá el modo en que, de manera rotativa y por períodos iguales no
superiores a un (1) año, las organizaciones inscriptas integrarán el Consejo Federal de acuerdo
a lo establecido en el artículo anterior.
Artículo 20: El Consejo Federal para la Lucha contra la Trata y Explotación de Personas y para
la Protección y Asistencia a las Víctimas tiene las siguientes funciones:
a) D
iseñar la estrategia destinada a combatir la trata y explotación de personas, supervisando
el cumplimiento y efectividad de las normas e instituciones vigentes;
Anexo normativo
y, en general, participar en el diseño de las políticas y medidas necesarias que aseguren la
eficaz persecución de los delitos de trata y explotación de personas y la protección y asis-
tencia a las víctimas;
c) Promover la adopción por parte de las diversas jurisdicciones de los estándares de actua-
ción, protocolos y circuitos de intervención que aseguren la protección eficaz y el respeto a
los derechos de las víctimas de los delitos de trata y explotación de personas;
e) Analizar y difundir periódicamente los datos estadísticos y los informes que eleve el Comité
Ejecutivo a fin de controlar la eficacia de las políticas públicas del área solicitándole toda
información necesaria para el cumplimiento de sus funciones;
j) Redactar y elevar un informe anual de su gestión, el que deberá ser aprobado por el Congre-
so de la Nación.
Una vez aprobado, dicho informe será girado al Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio
Internacional y Culto, para su presentación ante los organismos internacionales y regionales
con competencia en el tema;
l) D
ictar su reglamento interno, el que será aprobado con el voto de los dos tercios de sus
miembros.
La Defensoría del Pueblo de la Nación será el organismo de control externo del cumplimiento
de los planes y programas decididos por el Consejo Federal.
TÍTULO V
COMITÉ EJECUTIVO PARA LA LUCHA CONTRA LA TRATA Y EXPLOTACIÓN
DE PERSONAS Y PARA LA PROTECCIÓN Y ASISTENCIA
A LA VÍCTIMAS (artículos 21 al 22)
Artículo 21: Créase el Comité Ejecutivo para la Lucha contra la Trata y Explotación de Personas
y para la Protección y Asistencia a las Víctimas que funcionará en el ámbito de la Jefatura de
Gabinete de Ministros, con autonomía funcional, y que estará integrado del siguiente modo:
Artículo 22: El Comité Ejecutivo para la Lucha contra la Trata y Explotación de Personas y para
la Protección y Asistencia a las Víctimas tiene a su cargo la ejecución de un Programa Nacional
para la Lucha contra la Trata y Explotación de Personas y para la Protección y Asistencia a las
Víctimas, que consistirá en el desarrollo de las siguientes tareas:
Anexo normativo
cionándoles la orientación técnica para el acceso a servicios de atención integral gratuita
(médica, psicológica, social, jurídica, entre otros);
f) Llevar adelante un Registro Nacional de Datos vinculados con los delitos de trata y explota-
ción de personas, como sistema permanente y eficaz de información y monitoreo cuantita-
tivo y cualitativo. A tal fin se deberá relevar periódicamente toda la información que pueda
ser útil para combatir estos delitos y asistir a sus víctimas. Se solicitará a los funcionarios
policiales, judiciales y del Ministerio Público la remisión de los datos requeridos a los fines
de su incorporación en el Registro;
j) C
apacitar y especializar a los funcionarios públicos de todas las instituciones vinculadas a
la protección y asistencia a las víctimas, así como a las fuerzas policiales, instituciones de
seguridad y funcionarios encargados de la persecución penal y el juzgamiento de los casos
de trata de personas con el fin de lograr la mayor profesionalización;
l) Coordinar con las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la implementación del
Sistema Sincronizado de Denuncias sobre los Delitos de Trata y Explotación de Personas.
Realizar en todo el territorio nacional una amplia y periódica campaña de publicidad del
Sistema y el número para realizar denuncias.
El Comité Ejecutivo elaborará cada dos (2) años un plan de trabajo que deberá ser presentado
ante el Consejo Federal para su aprobación. Deberá también elaborar y presentar anualmente
ante el Consejo Federal informes sobre su actuación a los fines de que éste pueda ejercer sus
facultades de supervisión. Estos informes serán públicos.
A los fines de hacer efectiva la ejecución del Programa, el Comité Ejecutivo coordinará su
accionar con las provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y organismos nacionales
e internacionales.
TÍTULO VI
SISTEMA SINCRONIZADO DE DENUNCIAS SOBRE LOS DELITOS DE TRATA
Y EXPLOTACIÓN DE PERSONAS (artículos 23 al 26)
Artículo 23: Créase en el ámbito del Ministerio Público Fiscal el Sistema Sincronizado de De-
nuncias sobre los Delitos de Trata y Explotación de Personas.
Artículo 24: A fin de implementar el Sistema mencionado en el artículo anterior, asígnasele el nú-
mero telefónico ciento cuarenta y cinco (145), uniforme en todo el territorio nacional, que funcio-
nará en forma permanente durante las veinticuatro horas del día a fin de receptar denuncias sobre
los delitos de trata y explotación de personas. Las llamadas telefónicas entrantes serán sin cargo y
podrán hacerse desde teléfonos públicos, semipúblicos, privados o celulares.
Asimismo, se garantizará el soporte técnico para desarrollar e implementar el servicio de men-
sajes de texto o SMS (Short Message Service) al número indicado, para receptar las denuncias,
los que serán sin cargo.
Anexo normativo
telefónicas y de los mensajes de texto o SMS (Short Message Service) identificados electróni-
camente, los que serán mantenidos por un término no menor a diez (10) años, a fin de contar
con una base de consulta de datos para facilitar la investigación de los delitos de trata y explo-
tación de personas.
Artículo 26: Las denuncias podrán ser anónimas. En caso de que el denunciante se identifi-
que, la identidad de esta persona será reservada, inclusive para las fuerzas de seguridad que
intervengan.
Artículo 27: El Presupuesto General de la Nación incluirá anualmente las partidas necesarias
para el cumplimiento de las disposiciones de la presente ley. Asimismo, los organismos crea-
dos por la presente ley se podrán financiar con recursos provenientes de acuerdos de coope-
ración internacional, donaciones o subsidios.
Los decomisos aplicados en virtud de esta ley tendrán como destino específico un fondo de
asistencia directa a las víctimas administrado por el Consejo Federal para la Lucha contra la
Trata y Explotación de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas.
TÍTULO II
GARANTÍAS MÍNIMAS PARA EL EJERCICIO
DE LOS DERECHOS DE LAS VÍCTIMAS
Artículo 6º: El Estado nacional garantiza a la víctima de los delitos de trata o explotación de perso-
nas los siguientes derechos, con prescindencia de su condición de denunciante o querellante en el
proceso penal correspondiente y hasta el logro efectivo de las reparaciones pertinentes:
a) Recibir información sobre los derechos que le asisten en su idioma y en forma accesible a
su edad y madurez, de modo tal que se asegure el pleno acceso y ejercicio de los derechos
económicos, sociales y culturales que le correspondan;
b)Recibir asistencia psicológica y médica gratuitas, con el fin de garantizar su reinserción social;
e) R
ecibir asesoramiento legal integral y patrocinio jurídico gratuito en sede judicial y admi-
nistrativa, en todas las instancias;
Anexo normativo
quedando expeditos a tal efecto todos los remedios procesales disponibles a tal fin. En su
caso, podrá solicitar su incorporación al Programa Nacional de Protección de Testigos en las
condiciones previstas por la ley 25.764;
h) Retornar a su lugar de origen cuando así lo solicitare. En los casos de víctima residente en
el país que, como consecuencia del delito padecido, quisiera emigrar, se le garantizará la
posibilidad de hacerlo;
j) Ser informada del estado de las actuaciones, de las medidas adoptadas y de la evolución
del proceso;
n) En caso de tratarse de víctima menor de edad, además de los derechos precedentemente
enunciados, se garantizará que los procedimientos reconozcan sus necesidades especiales
que implican la condición de ser un sujeto en pleno desarrollo de la personalidad. Las medi-
das de protección no podrán restringir sus derechos y garantías, ni implicar privación de su
libertad. Se procurará la reincorporación a su núcleo familiar o al lugar que mejor proveyere
para su protección y desarrollo.
Artículo 18: Créase el Consejo Federal para la Lucha contra la Trata y Explotación de Personas
y para la Protección y Asistencia a las Víctimas, que funcionará dentro del ámbito de la Jefatura
de Gabinete de Ministros, con el fin de constituir un ámbito permanente de acción y coordi-
nación institucional para el seguimiento de todos los temas vinculados a esta ley, que contará
con autonomía funcional, y que estará integrado del siguiente modo:
9. Un representante del Poder Judicial de la Nación, a ser designado por la Corte Suprema de
Justicia de la Nación.
10. Un representante por cada una de las provincias y por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Anexo normativo
14. T res representantes de organizaciones no gubernamentales, las que serán incorporadas
de acuerdo a lo establecido en el artículo 19 de la presente ley.
El Consejo Federal designará un coordinador a través del voto de las dos terceras partes de sus
miembros, en los términos que establezca la reglamentación.
Artículo 19: Una vez constituido, el Consejo Federal para la Lucha contra la Trata y Explotación
de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas habilitará un registro en el que se
inscribirán las organizaciones no gubernamentales de Derechos Humanos o con actividad
específica en el tema, que acrediten personería jurídica vigente y una existencia no menor a
tres (3) años.
La reglamentación dispondrá el modo en que, de manera rotativa y por períodos iguales no
superiores a un (1) año, las organizaciones inscriptas integrarán el Consejo Federal de acuerdo
a lo establecido en el artículo anterior.
Artículo 20: El Consejo Federal para la Lucha contra la Trata y Explotación de Personas y para
la Protección y Asistencia a las Víctimas tiene las siguientes funciones:
c) Promover la adopción por parte de las diversas jurisdicciones de los estándares de actua-
ción, protocolos y circuitos de intervención que aseguren la protección eficaz y el respeto a
los derechos de las víctimas de los delitos de trata y explotación de personas;
e) Analizar y difundir periódicamente los datos estadísticos y los informes que eleve el Comité
Ejecutivo a fin de controlar la eficacia de las políticas públicas del área solicitándole toda
información necesaria para el cumplimiento de sus funciones;
j) Redactar y elevar un informe anual de su gestión, el que deberá ser aprobado por el Con-
greso de la Nación. Una vez aprobado, dicho informe será girado al Ministerio de Relaciones
Exteriores, Comercio Internacional y Culto, para su presentación ante los organismos inter-
nacionales y regionales con competencia en el tema;
l) Dictar su reglamento interno, el que será aprobado con el voto de los dos tercios de
sus miembros.
La Defensoría del Pueblo de la Nación será el organismo de control externo del cumplimiento
de los planes y programas decididos por el Consejo Federal.
Anexo normativo
COMITÉ EJECUTIVO PARA LA LUCHA CONTRA LA TRATA
Y EXPLOTACIÓN DE PERSONAS Y PARA LA PROTECCIÓN
Y ASISTENCIA A LAS VÍCTIMAS
Artículo 21: Créase el Comité Ejecutivo para la Lucha contra la Trata y Explotación de Personas
y para la Protección y Asistencia a las Víctimas que funcionará en el ámbito de la Jefatura de
Gabinete de Ministros, con autonomía funcional, y que estará integrado del siguiente modo:
Artículo 22: El Comité Ejecutivo para la Lucha contra la Trata y Explotación de Personas y para
la Protección y Asistencia a las Víctimas tiene a su cargo la ejecución de un Programa Nacional
para la Lucha contra la Trata y Explotación de Personas y para la Protección y Asistencia a las
Víctimas, que consistirá en el desarrollo de las siguientes tareas:
c) Asegurar a las víctimas el respeto y ejercicio pleno de sus derechos y garantías, propor-
cionándoles la orientación técnica para el acceso a servicios de atención integral gratuita
(médica, psicológica, social, jurídica, entre otros);
f) Llevar adelante un Registro Nacional de Datos vinculados con los delitos de trata y explota-
ción de personas, como sistema permanente y eficaz de información y monitoreo cuantita-
tivo y cualitativo. A tal fin se deberá relevar periódicamente toda la información que pueda
ser útil para combatir estos delitos y asistir a sus víctimas. Se solicitará a los funcionarios
policiales, judiciales y del Ministerio Público la remisión de los datos requeridos a los fines
de su incorporación en el Registro;
k) Coordinar con las instituciones, públicas o privadas, que brinden formación o capacitación
de pilotos, azafatas y todo otro rol como tripulación de cabina de aeronaves o de medios de
transporte terrestre, internacional o de cabotaje, un programa de entrenamiento obligato-
rio específicamente orientado a advertir entre los pasajeros posibles víctimas del delito de
trata de personas;
Anexo normativo
Sistema Sincronizado de Denuncias sobre los Delitos de Trata y Explotación de Personas.
Realizar en todo el territorio nacional una amplia y periódica campaña de publicidad del
Sistema y el número para realizar denuncias.
El Comité Ejecutivo elaborará cada dos (2) años un plan de trabajo que deberá ser presentado
ante el Consejo Federal para su aprobación. Deberá también elaborar y presentar anualmente
ante el Consejo Federal informes sobre su actuación a los fines de que éste pueda ejercer sus
facultades de supervisión. Estos informes serán públicos.
A los fines de hacer efectiva la ejecución del Programa, el Comité Ejecutivo coordinará su
accionar con las provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y organismos nacionales
e internacionales.
TÍTULO VI
SISTEMA SINCRONIZADO DE DENUNCIAS SOBRE LOS DELITOS
DE TRATA Y EXPLOTACIÓN DE PERSONAS
Artículo 23: Créase en el ámbito del Ministerio Público Fiscal el Sistema Sincronizado de De-
nuncias sobre los Delitos de Trata y Explotación de Personas.
Artículo 24: A fin de implementar el Sistema mencionado en el artículo anterior, asígnasele el nú-
mero telefónico ciento cuarenta y cinco (145), uniforme en todo el territorio nacional, que funcio-
nará en forma permanente durante las veinticuatro horas del día a fin de receptar denuncias sobre
los delitos de trata y explotación de personas. Las llamadas telefónicas entrantes serán sin cargo y
podrán hacerse desde teléfonos públicos, semipúblicos, privados o celulares.
Artículo 25: El Ministerio Público Fiscal conservará un archivo con los registros de las llamadas
telefónicas y de los mensajes de texto o SMS (Short Message Service) identificados electróni-
camente, los que serán mantenidos por un término no menor a diez (10) años, a fin de contar
con una base de consulta de datos para facilitar la investigación de los delitos de trata y explo-
tación de personas.
Artículo 26: Las denuncias podrán ser anónimas. En caso de que el denunciante se identifique, la
identidad de esta persona será reservada, inclusive para las fuerzas de seguridad que intervengan.
TÍTULO VII
DISPOSICIONES FINALES
Artículo 27: El Presupuesto General de la Nación incluirá anualmente las partidas necesarias para
el cumplimiento de las disposiciones de la presente ley. Asimismo, los organismos creados por la
presente ley se podrán financiar con recursos provenientes de acuerdos de cooperación interna-
cional, donaciones o subsidios.
Los decomisos aplicados en virtud de esta ley tendrán como destino específico un fondo de asis-
tencia directa a las víctimas administrado por el Consejo Federal para la Lucha contra la Trata y
Explotación de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas.
Anexo normativo
En el caso de condena impuesta por alguno de los delitos previstos por los artículos 125, 125
bis, 127, 140, 142 bis, 145 bis, 145 ter y 170 de este Código, queda comprendido entre los bie-
nes a decomisar la cosa mueble o inmueble donde se mantuviera a la víctima privada de su
libelad u objeto de explotación. Los bienes decomisados con motivo de tales delitos, según los
términos del presente artículo, y el producido de las multas que se impongan, serán afectados
a programas de asistencia a la víctima.
Artículo 21. - Sustitúyese el artículo 125 bis del Código Penal por el siguiente:
Artículo 125 bis: El que promoviere o facilitare la prostitución de una persona será penado con
prisión de cuatro (4) a seis (6) años de prisión, aunque mediare el consentimiento de la víctima.
Artículo 22. - Sustitúyese el artículo 126 del Código Penal por el siguiente:
Artículo 126: En el caso del artículo anterior, la pena será de cinco (5) a diez (10) años de pri-
sión, si concurriere alguna de las siguientes circunstancias:
1. Mediare engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier otro medio de intimidación o coer-
ción, abuso de autoridad o de una situación de vulnerabilidad, o concesión o recepción de
pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad
sobre la víctima.
2. El autor fuere ascendiente, descendiente, cónyuge, afín en línea recta, colateral o convivien-
te, tutor, curador, autoridad o ministro de cualquier culto reconocido o no, o encargado de
la educación o de la guarda de la víctima.
3. El autor fuere funcionario público o miembro de una fuerza de seguridad, policial o penitenciaria.
Cuando la víctima fuere menor de dieciocho (18) años la pena será de diez (10) a quince (15)
años de prisión.
Artículo 127: Será reprimido con prisión de cuatro (4) a seis (6) años, el que explotare econó-
micamente el ejercicio de la prostitución de una persona, aunque mediare el consentimiento
de la víctima.
La pena será de cinco (5) a diez (10) años de prisión, si concurriere alguna de las siguientes
circunstancias:
1. M
ediare engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier otro medio de intimidación o coer-
ción, abuso de autoridad o de una situación de vulnerabilidad, o concesión o recepción de
pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad
sobre la víctima.
2. El autor fuere ascendiente, descendiente, cónyuge, afín en línea recta, colateral o convivien-
te, tutor, curador, autoridad o ministro de cualquier culto reconocido o no, o encargado de
la educación o de la guarda de la víctima.
3. El autor fuere funcionario público o miembro de una fuerza de seguridad, policial o penitenciaria.
Cuando la víctima fuere menor de dieciocho (18) años la pena será de diez (10) a quince (15)
años de prisión.
Artículo 24. - Sustitúyese el artículo 140 del Código Penal por el siguiente:
Artículo 140: Serán reprimidos con reclusión o prisión de cuatro (4) a quince (15) años el que
redujere a una persona a esclavitud o servidumbre, bajo cualquier modalidad, y el que la reci-
biere en tal condición para mantenerla en ella. En la misma pena incurrirá el que obligare a una
persona a realizar trabajos o servicios forzados o a contraer matrimonio servil.
Artículo 25. - Sustitúyese el artículo 145 bis del Código Penal por el siguiente:
Artículo 145 bis: Será reprimido con prisión de cuatro (4) a ocho (8) años, el que ofreciere, captare,
trasladare, recibiere o acogiere personas con fines de explotación, ya sea dentro del territorio na-
cional, como desde o hacia otros países, aunque mediare el consentimiento de la víctima.
Anexo normativo
Artículo 145 ter: En los supuestos del artículo 145 bis la pena será de cinco (5) a diez (10) años
de prisión, cuando:
1. Mediare engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier otro medio de intimidación o coer-
ción, abuso de autoridad o de una situación de vulnerabilidad, o concesión o recepción de
pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad
sobre la víctima.
3. La víctima fuera una persona discapacitada, enferma o que no pueda valerse por sí misma.
6. El autor fuere ascendiente, descendiente, cónyuge, afín en línea recta, colateral o convivien-
te, tutor, curador, autoridad o ministro de cualquier culto reconocido o no, o encargado de la
educación o de la guarda de la víctima.
7. El autor fuere funcionario público o miembro de una fuerza de seguridad, policial o
penitenciaria.
Cuando se lograra consumar la explotación de la víctima objeto del delito de trata de perso-
nas la pena será de ocho (8) a doce (12) años de prisión.
Cuando la víctima fuere menor de dieciocho (18) años la pena será de diez (10) a quince (15)
años de prisión.
Artículo 27. - Incorpórase como artículo 250 quáter del Código Procesal Penal el siguiente:
Artículo 250 quáter: Siempre que fuere posible, las declaraciones de las víctimas de los delitos
de trata y explotación de personas serán entrevistadas por un psicólogo designado por el Tri-
bunal que ordene la medida, no pudiendo en ningún caso ser interrogadas en forma directa
por las partes.
Las alternativas del acto podrán ser seguidas desde el exterior del recinto a través de vidrio es-
pejado, micrófono, equipo de video o cualquier otro medio técnico con que se cuente. En ese
caso, previo a la iniciación del acto, el Tribunal hará saber al profesional a cargo de la entrevista
el interrogatorio propuesto por las partes, así como las inquietudes que surgieren durante el
transcurso de la misma, las que serán canalizadas teniendo en cuenta las características del
hecho y el estado emocional de la víctima.
Cuando se trate de actos de reconocimiento de lugares u objetos, la víctima será acompañada por
el profesional que designe el Tribunal no pudiendo en ningún caso estar presente el imputado.
Artículo 28. - Esta ley será reglamentada en un plazo máximo de noventa (90) días contados
a partir de su promulgación.
Artículo 29. - El Poder Ejecutivo dictará el texto ordenado de la ley 26.364, de conformidad a
lo previsto en la ley 20.004.
CONSIDERANDO:
Que la incidencia cada vez mayor, en el marco de las relaciones laborales, de
conductas encuadradas en la calificación de “violencia laboral”, que atentan
contra la dignidad e integridad psicofísica de los trabajadores, ha llegado al
punto de ser considerada por numerosos autores internacionales como “el
flagelo del siglo XXI”.
Que con ello no sólo se atenta contra la integridad del trabajador en su mar-
co de desempeño, llegando al extremo de provocar su renuncia y/o enfer-
medad, sino que, obviamente, tales graves consecuencias repercuten en sus
otros ámbitos de pertenencia y en su propio entorno familiar.
Que prueba de ello es que las prácticas de violencia laboral en el Sector Público hayan mere-
cido especial consideración del Estado empleador y de las asociaciones sindicales, incluyendo
dicha problemática en el Capítulo IV del Convenio Colectivo de Trabajo General para la Admi-
nistración Pública Nacional homologado por Decreto N°214/06.
Anexo normativo
y capacitación, el diseño de un procedimiento que permita, en forma ágil y eficiente, recibir las
citadas presentaciones y canalizarlas hacia los ámbitos competentes para su correspondiente
análisis y la eventual determinación de responsabilidades.
Que la presente medida se dicta en uso de las atribuciones acordadas por el artículo 23, pun-
tos 3, 4, 10 y 26 de la Ley de Ministerios N°22.520 (Texto ordenado por Decreto N°438192) y
sus modificatorias, el Anexo V del Pacto Federal del Trabajo, ratificado por la Ley N°25.212, y el
Capítulo I del Título III de la Ley Nº25.877.
Por ello,
EL MINISTRO DE TRABAJO, EMPLEO
Y SEGURIDAD SOCIAL
RESUELVE:
Artículo 2°.- A efectos de la presente Resolución, se entiende por “violencia laboral” toda ac-
ción, omisión o comportamiento, destinado a provocar, directa o indirectamente, daño físico,
psicológico o moral a un trabajador o trabajadora, sea como amenaza o acción consumada.
La misma incluye violencia de género, acoso psicológico, moral y sexual en el trabajo, y puede
provenir tanto de niveles jerárquicos superiores, del mismo rango o inferiores.
Artículo 3°.- La Oficina de Asesoramiento sobre Violencia Laboral tendrá las siguientes funciones:
b) Realizar investigaciones dirigidas a una mayor y mejor comprensión del fenómeno de la vio-
lencia laboral y, especialmente, a su adecuada prevención, incluyendo la elaboración de docu-
mentos de trabajo y datos estadísticos que permitan evaluar su impacto y evolución.
Artículo 4°.- Para lograr repuestas operativas concretas frente a requerimientos vinculados
a los supuestos del artículo 2°, la Oficina de Asesoramiento sobre Violencia Laboral quedará
facultada para:
a) Recibir todo tipo de presentación que contenga consultas y/o denuncias sobre violencia laboral.
b) Si lo denunciado estuviese referido al Sector Privado, remitirá los antecedentes a los orga-
nismos competentes, prioritariamente a los de origen convencional, si existiesen.
d) Sin perjuicio de ello, si de la denuncia y/o de las entrevistas posteriores derivase la necesi-
dad de una más profunda y exhaustiva investigación, remitirá copia de todas las actuacio-
nes a la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas.
Artículo 6°.- En toda su intervención la Oficina de Asesoramiento sobre Violencia Laboral ob-
servará las debidas garantías de confidencialidad, discreción, parcialidad y celeridad, procu-
rando resguardar al máximo, la identidad de los involucrados.
Anexo normativo
ganismos públicos y privados mencionados en la presente resolución, pautas operativas para
optimizar los resultados de las funciones que tiene encomendadas En el mismo sentido, podrá
requerir la colaboración de otras áreas de este Ministerio.
Artículo 9°.- Regístrese, comuníquese, publíquese, dése a la Dirección Nacional del Registro
Oficial y archívese.