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Unidad 4: Introducción a la voz interna

Transcrito Unidad

La voz interna o subvocalización es el último gran límite que nuestra forma


anticuada de leer nos impone. Es el proceso por el cual, para tratar de entender las
palabras, las pronunciamos, ya sea con las cuerdas vocales o con el cerebro.

Existen varios niveles de subvocalización. Hay personas que hacen vibrar las
cuerdas vocales, gente que solo mueve los labios y personas que no hacen
funcionar el aparato fonador pero se oyen perfectamente dentro de su cabeza.

Pero en realidad hacer esto no es necesario. ¿Por qué nuestro cerebro, que
cuando mira por una ventana es capaz en tres segundos de describir lo que ve con
miles de palabras, sobre colores, texturas, formas, etc, va a necesitar escuchar las
palabras? O es que ¿cuándo mantenemos una conversación repetimos las
palabras en nuestro interior para entenderlas?

El proceso de la subvocalización o voz interior parte de nuestra infancia, cuando


nos enseñaron a leer. Si recordáis aquello de la M con la A MA, la M con la E ME,
etc. Nos enseñaron a leer fonéticamente. Incluso, si hoy en día nos acercamos por
una clase de primaria y escuchamos como el profesor enseña a sus alumnos,
descubrimos que los obliga a leer en voz alta para comprobar que lo hacen
correctamente.

Estamos tan acostumbrados a realizar esta función que no somos conscientes de


ella en muchos casos. Pero la usamos inconscientemente, no sólo para leer. Para
estudiar y aprender, para repetir el número de teléfono que nos están dctando….

¿Qué estudiante que haya tenido que aprenderse un enunciado, una definición,
una fórmula o un poema, no lo ha recitado en voz alta para tratar de memorizarlo?

Entender el límite que nos impone esta voz interna es muy fácil. ¿A qué velocidad
somos capaces de hablar? Si tenemos que pronunciar cada una de estas palabras
que estamos leyendo ¿Hasta que velocidad podremos leer?

Un politico en pleno debate suelta alrededor de 300 palabras, algunos 400… ¿y


quién es capaz de hablar más rápido que un político?

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Por esta razón vamos a tratar de ser conscientes de la subvocalización durante
esta semana con tres ejercicios que tratan de separar las partes de nuestro
cerebro que se encargan de las funciones de comprensión lectora y comprensión
auditiva.

Ejercicios

El primer ejercicio separa nuestro aparato fonador y la parte del cerebro que se
encarga del habla de las partes encargadas de la lectura. Para ello, vas a leer el
texto que te propongo tratando de repetir en voz alta la secuencia 1-2-3-4. En los
primeros estadios del proceso de separar las funciones cerebrales, este ejercicio
no resulta demasiado fácil, pero todo el mundo puede hacerlo, aunque no seamos
mujeres multitarea. Repite el ejercicio hasta que seas capaz de entender lo que
lees. Si te concentras mucho en la cuenta, no serás capaz de entender el texto. Si
te concentras en el texto, no serás capaz de seguir la secuencia correctamente.

El segundo ejercicio trata sobre el mismo concepto, pero no queremos hacer


funcionar el aparato fonador, solo haremos funcionar el cerebro. La cuenta la
debes hacer mentalmente, e igual que el ejercicio anterior deberemos repetirlo
hasta que seamos capaces de realizarlo sin errores completamente.

El tercer ejercicio seguirá tratando de hacerte consciente de esa voz interna. Para
ello ahora trataremos de modular el tono de voz con el que nos hablamos en
nuestro interior. Primero leerás con nuestro tono normal. Tras unos segundos,
tratarás de hablar con una voz más aguda (la voz no tiene tono, es una simulación
mental). Vuelves a dejar la voz hablar por sí misma y vuelves a cambiar el tono a
una forma más grave y así consecutivamente hasta que termines el texto.

Por último realizaremos nuestro clásico ejercicio de aumento de velocidad.

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