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EXPERIENCIA ESTETICA
EN CARTA A NÁIRABE
“Tampoco somos nosotros los auténticos creadores de ese mundo de arte: lo que sí nos es lícito suponer de
nosotros mismos es que para el verdadero creador de ese mundo somos imágenes y proyecciones artísticas, y
que nuestra suprema dignidad la tenemos en significar obras de arte – pues solo como fenómeno estético
están eternamente justificados la existencia y el mundo”.
En mi diario vivir la estética la encuentro en cada cosa que vea y detalle, sea una rosa, mariposa,
persona, hasta en mí propio ser, es decir en todo lo que considere belleza y transmita tranquilidad,
alegría y armonía. También la puedo encontrar en una canción ya que la percibo con mis sentidos
y si es agradable la canto, la bailo, siento la música en mi cuerpo. Una experiencia estética que
viví fue cuando encontré un árbol el cual no tenía ninguna hoja y parecía casi sin vida, sin embargo,
le encontré lo bello de su carencia y le di un sentido, “El sentido de nuestra vida”, el árbol había
literatura, pintura etc. La primera teoría estética fue formulada por Platón, el cual la belleza lo veía
la belleza debe tener un origen, el cual no tiene un límite, en otras palabras no tiene un final; así
mismo debe tener un orden donde se especulen diversos factores, los cuales deben ser muy
importantes para el ser humano, formas, colores y melodías que forman una gran parte de la
belleza, pues abarcaban con este concepto, no solo los objetos materiales sino también elementos
Platón nos dice que al conceptualizar la estética dentro de varios factores hoy en día, el ser
humano piensa que la belleza solo se trasmite mediante lo superficial, es decir mediante lo visual
y nada más, pero esto es incorrecto, ya que también se puede dar mediante lo espiritual y lo interior
de cada persona, de la vivencias reales e idealistas, de los buenos fines, mediante lo que es bueno,
Para Kant ” El juicio estético se basa en lo que al sujeto le gusta desinteresadamente, lo estético
es una finalidad sin fin”. Esto quiere decir que lo bello no solo se percibe en lo satisfactorio si no
en algo que nos gusta, por ser como es, sin mediar ningún otro tipo de interés extremo al respecto,
con el sujeto, este es quien decide que algo es bello al tomar contacto con ello. Supone Kant que