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La vía ejecutiva
Es el procedimiento mediante el cual el legitimado activo-
acreedor, fundando su pretensión en la existencia de un crédito
liquido y exigible que conste en instrumento público, autentico o
reconocido judicialmente pide que se adelante el trámite de la
ejecución sobre bienes del deudor hasta el momento en que deban
sacarse a remate hasta tanto concluya el juicio ordinario”.
Ahora bien para que proceda la vía ejecutiva, es necesario que
el acreedor presente junto con la demanda un instrumento público o
autentico vale o instrumento privado reconocido por el deudor,
constituyendo tales instrumentos los denominados Títulos
ejecutivos. Según Carneluti el Título Ejecutivo es el instrumento
integral que prueba la pretensión del actor, y según Cuenca es un
“instrumento auténtico integral y suficiente que demuestra su
exigibilidad del derecho subjetivo ya discutido.
Así las cosas tenemos que el artículo 630 del Código de
Procedimiento Civil regula las condiciones o requisitos de la vía
Ejecutiva al prever que “cuando el demandante presente instrumento
público u otro instrumento auténtico que pruebe clara y ciertamente
la obligación del demandado de pagar alguna cantidad liquida con
plazo cumplido; o cuando acompañe vale o instrumento privado
reconocido por deudor, el juez examinará cuidadosamente el
instrumento y si fuere de los indicados, a solicitud del acreedor
acordará inmediatamente el embargo de bienes suficientes para
cubrir la obligación y las costas, prudentemente calculadas”.
El presupuesto fundamental de la vía ejecutiva es la
consignación de un título que tenga aparejada la ejecución, siendo
que como se dejó establecido anteriormente nuestra legislación
señala en forma enunciativa, que puede considerase éste como
instrumento público u otro instrumento auténtico que pruebe clara y
ciertamente la obligación del demandado de pagar alguna cantidad
liquida con plazo cumplido. Es por ello que la admisibilidad de la
vía ejecutiva está sujeta, por tanto, a que el documento que le sirva
de sustento contenga, en forma autónoma, los elementos
característicos de esta especie de acción, a saber: a) Los sujetos
activos y pasivos de la obligación; b) El señalamiento de la cantidad
liquida de dinero adeudada por lo que quedan excluidas las
obligaciones de hacer o dar; y c) La inmediata exigibilidad de la
obligación por ser de plazo cumplido y no debe estar sujeta a
término o condición, es por ello que en fuerza de lo anterior
considera esta Jurisdicente que el documento presentado por el,
actor conjuntamente con su solicitud no cumple con los requisitos
que establece el artículo 630 del código de procedimiento civil, toda
vez que no prueba fehacientemente la existencia de la obligación
exigible de suma liquida de dinero.
La ejecución de hipoteca
Ejecución de Prenda
La prenda se define en el Código Civil Venezolano como “Un
contrato por el cual el deudor o un tercero, da al acreedor una cosa
mueble en seguridad del crédito, la cual deberá restituirse al quedar
extinguida la obligación”
En definición conceptual la prenda es un contrato, por el cual
el deudor o un tercero se desposeen de un bien mueble a favor del
acreedor o de un tercero que conserve la cosa para el acreedor, con
el fin de garantizar el cumplimiento de la obligación previamente
adquirida.
Artículo 666. Sin perjuicio de lo previsto en leyes especiales
la ejecución de prenda se llevará a cabo conforme al procedimiento
establecido en este Capítulo.
Llegado el caso de hacer efectiva la prenda, el acreedor prendario
presentará la solicitud al Tribunal competente, acompañada del
documento constitutivo de la prenda, y pondrá a disposición del
Tribunal las cosas dadas en prenda.
En la solicitud se indicará:
1. El nombre, apellido y domicilio del acreedor y del deudor
prendario y del tercero que haya dado la prenda, si éste fuera el caso.
2. El monto de la acreencia garantizada con la prenda y cualquiera
otra cantidad cubierta con el privilegio.
3. La especie y naturaleza de las cosas dadas en prenda y la
indicación de su calidad, peso y medida.
El juicio de cuentas
Es un juicio especial ejecutivo, en el cual no se llama al
demandado para que conteste la demanda, sino para que rinda
cuentas. Las únicas razones por las cuales puede oponerse a esa
intimación el demandado son las señaladas en la ley procesal, cual
es que las cuentas ya fueron rendidas, o que las mismas
corresponden a un período distinto al señalado en la demanda.
Ninguna de estas circunstancia está, no digamos comprobadas, sino
siquiera alegadas por la demandada, razón por la cual no se justifica
el auto del Juzgado, que ha debido ordenar, como lo señala el
artículo 675 del Código de Procedimiento Civil, que se presenten las
cuentas en el plazo de 30 días…”
Artículo 673. Cuando se demanden cuentas al tutor
curador, socio, administrador, apoderado o encargado de intereses
ajenos, y el demandante acredite de un modo auténtico la obligación
que tiene el demandado de rendirlas, así como el período y el
negocio o los negocios determinados que deben comprender, el Juez
ordenará la intimación del demandado para que las presente en el
plazo de veinte días, siguiente a la intimación. Si dentro de este
mismo plazo el demandado se opone a la demanda alegando haber
rendido ya las cuentas o que éstas corresponden a un período
distinto o a negocios diferentes a los indicados en la demanda; y
estas circunstancias aparecieren apoyadas con prueba escrita, se
suspenderá el juicio de cuentas, y se entenderán citadas las partes,
para la contestación de la demanda, la cual tendrá lugar dentro de los
cinco días siguientes a cualquier hora de las indicadas en la tablilla a
que se refiere el artículo 192, sin necesidad de la presencia del
demandante, continuando el proceso por los trámites del
procedimiento ordinario.