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De los Juicios Ejecutivos:

El Juicio Ejecutivo está regulado en el Código de Procedimiento Civil en el


Libro Cuarto, Parte Primera “De los Procedimientos Especiales Contenciosos”,
Título II “De los Juicios Ejecutivos”, Artículos 630 al 689.

Los Juicios Ejecutivos son seis según nuestro CPC, a saber:


1. Vía Ejecutiva, Artículos 630 al 639
2. Procedimiento por Intimación, Artículos 640 al 652
3. Ejecución de Créditos Fiscales, CPC Artículos 653 al 659 y Código Orgánico
Tributario Artículos 213, 289 al 295.
4. Ejecución de Hipoteca, Artículos 660 al 665
5. Ejecución de Prenda, Artículos 666 al 672; y
6. Juicio de Cuentas, Artículos 673 al 689.

Se define el Juicio Ejecutivo como la fase de ejecución de condena de un juicio


ordinario o aquel proceso donde sin entrar en la cuestión de fondo de las
relaciones jurídicas, se trata de hacer efectivo lo que consta en un título al cual
la ley de la misma fuerza que a una ejecutoria.

El juicio ejecutivo se considera como una variante del proceso de ejecución. El


proceso de Ejecución tiende a obtener una actividad física, material por parte
del organismo jurisdiccional porque en eso de distingue del proceso de
cognición. En el proceso de cognición, la actividad que desarrolla el juez es
puramente intelectual. En el proceso de ejecución por el contrario se le pide al
Juez una conducta física, un obrar, que haga actuar la declaración judicial que
por haber quedado ejecutoriada y dictada en el ejercicio de una acción de
condena, es susceptible de ejecución. En el Juicio Ejecutivo se supone que esa
declaración judicial de la que se pide cumplimiento, de la que se pide su
ejecución (por eso se llama ejecutivo este juicio), está contenido en el título
ejecutivo
El juicio ejecutivo tiene asignado un procedimiento sumario es decir,
procedimiento breve, y las razones que ameritan este procedimiento sumario
para el juicio ejecutivo, para las pretensiones ejecutivas no son en relación a la
cuantía de la ejecución, al fondo de la ejecución, sino más bien a la calidad que
se funda el título ejecutivo. Es decir este título ejecutivo contiene un elemento
productor de certezas aparentemente considerado por lo menos en el
momento en que se presenta la demanda ejecutiva. El título ejecutivo viene a
ser la prueba plena del derecho que afirma poseer, tener el ejecutante.
El juicio ejecutivo es un proceso jurisdiccional destinado a satisfacer una pretensión
de ejecución fundada en un título procesalmente privilegiado que se tramita por un
procedimiento sumario para reducir los actos procesales destinados a facilitar el
conocimiento del tribunal sobre el fondo del asunto litigioso planteado. En este
sentido, el juicio ejecutivo es la vía más expedita con que cuentan
los acreedores cuyo derecho se funda en un título ejecutivo. 1 El juicio ejecutivo se
tramita a instancia de parte, esto es, a instancias de quien ejerce la acción
jurisdiccional de acceso a los juzgados y tribunales, solicitando la concreta acción
ejecutiva consistente en la ejecución forzosa de obligaciones cuya existencia y
exigibilidad se deducen de documentos que conceden, a su titular, la acción ejecutiva.

Frente al incumplimiento voluntario de las obligaciones del deudor, el acreedor puede


instar el juicio ejecutivo ante el tribunal respectivo. El juicio ejecutivo es un proceso
judicial de ejecución forzosa. El juicio ejecutivo puede ser especial o general. El
primero tiene en la ley un especial procedimiento de ejecución y realización de bienes,
normalmente basado en una garantía convencional, como el procedimiento ejecutivo
hipotecario y el procedimiento ejecutivo concursal. El procedimiento general, por su
parte, no se basa en ninguna garantía específica, sino en la garantía general de los
acreedores para hacer cumplir sus obligaciones sobre todos los bienes del deudor,
presentes y futuros: el denominado «derecho de prenda general».

En estos procesos, los Juzgados y Tribunales ejercen la potestad de ejecución,


dictando las resoluciones judiciales previstas en la ley para que el acreedor
ejecutante, obtenga, por vía de apremio, el cumplimiento de la obligación
documentada en el título ejecutivo.
De los juicios ejecutivos
El juicio ejecutivo se considera como una variante del proceso
de ejecución. El proceso de Ejecución tiende a obtener una actividad
física, material por parte del organismo jurisdiccional porque en eso
de distingue del proceso de cognición. En el proceso de cognición,
la actividad que desarrolla el juez es puramente intelectual. En el
proceso de ejecución por el contrario se le pide al Juez una conducta
física, un obrar, que haga actuar la declaración judicial que por
haber quedado ejecutoriada y dictada en el ejercicio de una acción
de condena, es susceptible de ejecución. En el Juicio Ejecutivo se
supone que esa declaración judicial de la que se pide cumplimiento,
de la que se pide su ejecución (por eso se llama ejecutivo este
juicio), está contenido en el título ejecutivo. Ese título ejecutivo
viene a ser el presupuesto especial del juicio ejecutivo. Está
considerado por la ley el título ejecutivo como que él encierra una
presunción vehemente de certeza, de verdad, es decir, la declaración
contenida en el título ejecutivo se presume que es cierta, que es
indiscutible, por eso dice Carnelutti que en proceso de cognición
este proceso versa sobre pretensiones indiscutibles. Pero esta
consideración que se hace del título ejecutivo no satisface a muchos
expositores, a muchos tratadistas porque ella no explica por ejemplo
las ejecuciones injustas, es decir, no se puede equiparar la
declaración contenida en una sentencia definitiva firme con la
declaración contenida en un título ejecutivo; porque, en primer caso
la sentencia judicial que se ha emitido después de haberse instruido,
sustanciado el juicio con pleno conocimiento de causa, (esta
declaración judicial) sí que es verdaderamente indiscutible, de tal
manera que las resoluciones que se dicten en un procedimiento de
ejecución de Sentencia, ninguna de ellas tiene el carácter de
definitiva, son resoluciones más o menos transcendentes, pero la
sentencia, la resolución definitiva es la que se trata de ejecutar
casualmente.
En Venezuela, El Legislador previó dentro del Libro IV
del Código de Procedimiento Civil, hasta seis (6) procesos
especiales distintos, tales como son: 1) La vía ejecutiva
(art. 630 C.P.C.); 2) El procedimiento por intimación (art. 640
C.P.C.); 3) La ejecución de créditos fiscales (art.653 C.P.C.);
4) La ejecución de la hipoteca (art. 660 C.P.C.); 5) La
ejecución de prenda (art. 666 C.P.C.), y; 6) El juicio de
cuentas (art.673 C.P.C.); todos con características que difieren
entre sí, debido a la especialidad de cada uno de ellos.

La vía ejecutiva
Es el procedimiento mediante el cual el legitimado activo-
acreedor, fundando su pretensión en la existencia de un crédito
liquido y exigible que conste en instrumento público, autentico o
reconocido judicialmente pide que se adelante el trámite de la
ejecución sobre bienes del deudor hasta el momento en que deban
sacarse a remate hasta tanto concluya el juicio ordinario”. 
Ahora bien para que proceda la vía ejecutiva, es necesario que
el acreedor presente junto con la demanda un instrumento público o
autentico vale o instrumento privado reconocido por el deudor,
constituyendo tales instrumentos los denominados Títulos
ejecutivos. Según Carneluti el Título Ejecutivo es el instrumento
integral que prueba la pretensión del actor, y según Cuenca es un
“instrumento auténtico integral y suficiente que demuestra su
exigibilidad del derecho subjetivo ya discutido. 
Así las cosas tenemos que el artículo 630 del Código de
Procedimiento Civil regula las condiciones o requisitos de la vía
Ejecutiva al prever que “cuando el demandante presente instrumento
público u otro instrumento auténtico que pruebe clara y ciertamente
la obligación del demandado de pagar alguna cantidad liquida con
plazo cumplido; o cuando acompañe vale o instrumento privado
reconocido por deudor, el juez examinará cuidadosamente el
instrumento y si fuere de los indicados, a solicitud del acreedor
acordará inmediatamente el embargo de bienes suficientes para
cubrir la obligación y las costas, prudentemente calculadas”. 
El  presupuesto fundamental de la vía ejecutiva es la
consignación de un título que tenga aparejada la ejecución, siendo
que como se dejó establecido anteriormente nuestra legislación
señala en forma enunciativa, que puede considerase éste como
instrumento público u otro instrumento auténtico que pruebe clara y
ciertamente la obligación del demandado de pagar alguna cantidad
liquida con plazo cumplido. Es por ello que la admisibilidad de la
vía ejecutiva está sujeta, por tanto, a que el documento que le sirva
de sustento contenga, en forma autónoma, los elementos
característicos de esta especie de acción, a saber: a) Los sujetos
activos y pasivos de la obligación; b) El señalamiento de la cantidad
liquida de dinero adeudada por lo que quedan excluidas las
obligaciones de hacer o dar; y c) La inmediata exigibilidad de la
obligación por ser de plazo cumplido y no debe estar sujeta a
término o condición, es por ello que en fuerza de lo anterior
considera esta Jurisdicente que el documento presentado por el,
actor conjuntamente con su solicitud no cumple con los requisitos
que establece el artículo 630 del código de procedimiento civil, toda
vez que no prueba fehacientemente la existencia de la obligación
exigible de suma liquida de dinero.

El procedimiento por intimación o monitoreo

 Es un procedimiento de cognición reducida, con carácter


sumario, dispuesto a favor de quien tenga derechos creditorios
que hacer valer, asistidos por una prueba escrita.
El procedimiento de Intimación, consiste en la imposición de
un mandato a fin de provocar una reacción que se materializa en la
oposición de la parte a quien se impone, economizando el
contradictorio. 
El procedimiento por Intimación es uno de los seis (6) Juicios
Ejecutivos regulados en el titulo II, parte primera, libro cuarto,
dedicadas a los que aun siguen denominándose Procedimientos
Especiales Contenciosos, regulados adjetivalmente en los artículos
640 al 652 del Código de Procedimiento Civil, este tipo de
Procedimientos son especialísimos, en consecuencia se debe ser
muy cuidadoso al admitir este tipo de demandas, debiendo examinar
el documento que contiene la obligación de pagar una suma de
dinero. 
Artículo 640. Cuando la pretensión del demandante persiga el
pago de una suma líquida y exigible de dinero o la entrega de
cantidad cierta de cosas fungibles o de una cosa mueble
determinada, el Juez, a solicitud del demandante, decretará la
intimación del deudor, para que pague o entregue la cosa dentro de
diez días apercibiéndole de ejecución. El demandante podrá optar
entre el procedimiento ordinario y el presente procedimiento, pero
éste no será aplicable cuando el deudor no esté presente en la
República y no haya dejado apoderado a quien pueda intimarse, o si
el apoderado que hubiere dejado se negare a representarlo.
Artículo 643 del Código de Procedimiento Civil, dispone lo
siguiente: 
“El Juez negará la admisión de la demanda por auto razonado, en los
casos siguientes: 

1º Si faltare alguno de los requisitos exigidos en el artículo 640. 


2º Si no se acompaña con el libelo la prueba escrita del derecho que
se alega. 
3º Cuando el derecho que se alega está subordinado a una
contraprestación o condición, a menos que el demandante acompañe
un medio de prueba que haga presumir el cumplimiento de la
contraprestación o la verificación de la condición.” 

Ejecución de Créditos fiscales


El procedimiento administrativo de ejecución es el medio del
cual disponen las autoridades para exigir el pago de los créditos
fiscales que no hubieren sido cubiertos o garantizados dentro de los
plazos señalados por la ley fiscal respectiva.
Artículo 653. Salvo lo dispuesto en el Código Orgánico
Tributario, la ejecución de créditos fiscales se solicitará ante los
Tribunales civiles competentes según la cuantía de conformidad con
las disposiciones del presente Capítulo.

La ejecución de hipoteca

La Hipoteca: Es el derecho real constituido en seguridad de


un crédito en dinero, sobre los bienes inmuebles, quedando estos en
poder del deudor. El concepto legal de la hipoteca está constituido
en el artículo 1877 del c.c. en su primer aparte, el cual dispone lo
siguiente: La Hipoteca es un derecho real constituido sobre bienes
del deudor o de un tercero en beneficio de un acreedor, para
asegurar sobre estos bienes el cumplimiento de una obligación.
            La ejecución es un procedimiento ejecutivo, a través del cual
se hace posible la ejecución de los bienes dados en garantía
hipotecaria, para  satisfacer con el producto de su remate, el
cumplimiento de las obligaciones garantizadas, conforme a las
disposiciones previstas en los artículos 660 al 665 de C.P.C.
Artículo 660. La obligación de pagar una cantidad de dinero
garantizada con hipoteca, se hará efectiva mediante el procedimiento
de ejecución de hipoteca establecido en el presente Capítulo.

Ejecución de Prenda
La prenda se define en el Código Civil Venezolano como “Un
contrato por el cual el deudor o un tercero, da al acreedor una cosa
mueble en seguridad del crédito, la cual deberá restituirse al quedar
extinguida la obligación”
En definición conceptual la prenda es un contrato, por el cual
el deudor o un tercero se desposeen de un bien mueble a favor del
acreedor o de un tercero que conserve la cosa para el acreedor, con
el fin de garantizar el cumplimiento de la obligación previamente
adquirida.
            Artículo 666. Sin perjuicio de lo previsto en leyes especiales
la ejecución de prenda se llevará a cabo conforme al procedimiento
establecido en este Capítulo.
Llegado el caso de hacer efectiva la prenda, el acreedor prendario
presentará la solicitud al Tribunal competente, acompañada del
documento constitutivo de la prenda, y pondrá a disposición del
Tribunal las cosas dadas en prenda.
En la solicitud se indicará:
1.  El nombre, apellido y domicilio del acreedor y del deudor
prendario y del tercero que haya dado la prenda, si éste fuera el caso.
2.  El monto de la acreencia garantizada con la prenda y cualquiera
otra cantidad cubierta con el privilegio.
3.  La especie y naturaleza de las cosas dadas en prenda y la
indicación de su calidad, peso y medida.

El juicio de cuentas
 Es un juicio especial ejecutivo, en el cual no se llama al
demandado para que conteste la demanda, sino para que rinda
cuentas. Las únicas razones por las cuales puede oponerse a esa
intimación el demandado son las señaladas en la ley procesal, cual
es que las cuentas ya fueron rendidas, o que las mismas
corresponden a un período distinto al señalado en la demanda.
Ninguna de estas circunstancia está, no digamos comprobadas, sino
siquiera alegadas por la demandada, razón por la cual no se justifica
el auto del Juzgado, que ha debido ordenar, como lo señala el
artículo 675 del Código de Procedimiento Civil, que se presenten las
cuentas en el plazo de 30 días…” 
                         Artículo 673. Cuando se demanden cuentas al tutor
curador, socio, administrador, apoderado o encargado de intereses
ajenos, y el demandante acredite de un modo auténtico la obligación
que tiene el demandado de rendirlas, así como el período y el
negocio o los negocios determinados que deben comprender, el Juez
ordenará la intimación del demandado para que las presente en el
plazo de veinte días, siguiente a la intimación. Si dentro de este
mismo plazo el demandado se opone a la demanda alegando haber
rendido ya las cuentas o que éstas corresponden a un período
distinto o a negocios diferentes a los indicados en la demanda; y
estas circunstancias aparecieren apoyadas con prueba escrita, se
suspenderá el juicio de cuentas, y se entenderán citadas las partes,
para la contestación de la demanda, la cual tendrá lugar dentro de los
cinco días siguientes a cualquier hora de las indicadas en la tablilla a
que se refiere el artículo 192, sin necesidad de la presencia del
demandante, continuando el proceso por los trámites del
procedimiento ordinario.

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