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La Majestad y Gloria de Dios

¿Quién puede definir o tener una idea de la majestad y la gloria de Dios? o ¿quién
puede acaso tener siquiera una remota idea de su grandeza? ¿cómo podría una criatura
siquiera imaginar cuan infinito es el conocimiento y los designios inescrutables de un Dios del
cual ni siquiera podrá jamás tener una idea concreta cuando pensamos en su majestad y
Gloria?

Bien entonces tratemos de comprender un poco lo infinito, con palabras finitas y descripciones
pobres sobre alguien tan maravilloso y sumamente bueno.
Cuando el Santo varón Job pidió saber la causa y el origen de todos sus males e infortunios, el
buen Dios tan solo le respondió a este con estas palabras:

“¿Quién eres tú para dudar de mi providencia y mostrar con tus palabras tu ignorancia?”

A esto añadió muchas y varias preguntas de las cuales Job no comprendía ni podía responder
ante ninguna de estas.

¿Como podemos nosotros pobres criaturas que no existimos por esfuerzo propio ni logramos
nada en absoluto sin que El Sumo Bien lo permita pensar tan siquiera que somos dignos o tan
siquiera hacernos la idea de que nuestras buenas acciones provienen de nuestros propios
esfuerzos?

Nos dice el Genesis que, en el comienzo, Dios creo los cielos y la tierra, la tierra
entonces no tenia forma alguna todo era un mar profundo cubierto de oscuridad, luego Dios dijo
“que haya luz”. Al ver Dios que la luz era buena, la separo de la oscuridad y la llamó «día», y a
la oscuridad la llamó «noche». De este modo se completó el primer día.
Si bien vemos que el buen Dios creo esto con un orden, paso a paso, una cosa después
de otra, ya que el mismo Dios hace las cosas con orden, como podríamos entonces nosotros
como criaturas lograr algo de un solo intento sin orden, impacientándonos o inquietándonos al
no lograr algo al instante, ¿cómo podríamos pensar en hacer algo nosotros que somos
criaturas inferiores, que no podemos nada sin la ayuda de Dios, con un cumulo de defectos,
mucho menos esperar en tener algo listo y elaborado sin pasos, sin paciencia, sin orden, si el
mismo Dios lo logro de esta forma?
No, pero antes de seguir hablando de la creación, amigo lector, considera como el buen
Dios, desde antes de la creación, pensó en crear al hombre a su imagen y semejanza, pensó
en darle todo cuanto necesitaba, pensó en hacerle hijo suyo y también sabia, si, mucho sabia
ya de antemano, la maldad y el pecado del hombre y aun así, tuvo esperanzas en que su
criatura no le traicionaría, pero no fue así, considera como Dios desde el principio de la
creación ya había pensado en ti, ya sabia tus maldades y traición, ya conocía tu pecado pero
por amor, nunca dejo de tener esperanzas en ti, nunca desistió ni desistirá en entregarte su
amor y su misericordia, considera sus palabras cuando al bajar al edén cuando llamaba a
Adán, le preguntaba “¿Adán, Adán, donde estas?”, aquel Dios, que ya tenía preparado su
perdón y le prometió a su criatura su salvación cuando le vio alejado de El y manchado por su
propia falta. ¿Todavía quieres seguir escondiéndote de Él? o prefieres ya salir a su encuentro.

¿Es que acaso crees que El no conoce tu pecado? Como dice el salmo “los malvados
continúan haciendo sus fechorías, creen que Dios se tapa los ojos y no ve nada” o estas
dispuesto a dejar de seguirte engañando, abandonar el pecado y volver a ser amigo de Dios.

Ha entonces Dios, desde el principio de la creación tenido los ojos fijos en su criatura,
aun después de desterrarle del paraíso, nunca ha dejado de buscarle y amarle, luego de que
Caín matara a Abel, molesto Dios le maldijo por su mala acción, mas esto sin saberlo Caín no
era mas que por su bien, haciéndole inclusive una marca en su frente para que no le hicieran
daño y permitiendo que este no muriera de hambre al permitirle alimentarse de los animales ya
que el mismo no podía recibir frutos de la tierra, es por esto que, como dijo la Beata Ana
Catalina Emmerick “supe luego que Caín no se condenado” podemos ver el amor de Dios
hasta para los mas grandes pecadores que tienen resuelto pensar que Dios les odia, cuando
no es así, si permite el buen Dios que suframos todo tipo de infortunio en esta vida es para
salvarnos para siempre.

¿Quién podría pensar en su infinita ignorancia que Dios se equivoca en algo y odia a su
criatura?
Luego de haberse perdido el hombre en tantas abominaciones y maldades, el buen
Dios permitió a Noe que advirtiera a la humanidad de que iba a enviarles el justo castigo por
sus maldades, mas todos se burlaron de lo que hacia Noe, aun cuando lo único que debían
hacer era convertirse y hacer penitencia.
Vemos como Dios sin perder la esperanza en su criatura, le acompaña siempre y esta
le vuelve la espalda a El luego de ser tan bueno con su criatura, a esto le acompaña la única
opción que les queda, el volverse a Dios al verse harto de tanto sufrimiento y vida estéril en
donde solo hayan problemas y no encuentran fruto alguno en la tierra por su propia maldad, Al
volverse a Dios su criatura y clamar auxilio, Dios les vuelve a ayudar, los saca de la tierra de
Egipto, pero estos murmuran y le vuelven nuevamente la espalda, infinidades de veces.

¿No debería negar Dios su ayuda a estos ingratos?


Dios envía sus profetas para que sus criaturas no se pierdan y vuelvan a vivir felices y
sin trabajo alguno, pero estos como respuesta a la bondad de Dios, matan a los profetas, aun
cuando queda un solo profeta, Dios no deja de negar su ayuda a su criatura, criatura malvada,
vil, traidora y mala.
Después de que el pueblo de Israel se volviera a Dios, vemos que siempre hay
prosperidad, paz y alegría, pero estos no dejan de estar ávidos en prestar su oído junto a su
corazón en escuchar y ceder ante las tentaciones del maligno, y vuelven a traicionar a Dios, sin
recordar sus beneficios y todo lo que obtuvieron de Él, pero antes de que el pueblo de
Jerusalén cayera en tal catástrofe, se hizo ver en el cielo un cometa en forma de alfanje y hubo
un mensajero que recorría las calles gritando y “Ay de Jerusalén, Ay de Jerusalén y hay de mi”,
le cayo entonces una piedra y mato a este, el hambre era tal en la ciudad de Jerusalén que las
madres se comían a sus propios hijos, sucesos espantosos y terribles de todo aquel que decide
abandonar y traicionar a Dios.
Dios, que no deja de amar a su criatura, sigue enviando profetas para salvarles y estos
siguen matándolos, llegado a tal punto de que enviándole a su propio hijo estos le rechazan y
le crucifican.
¿Quién puede encontrar la verdad, la paz, la felicidad, la alegría, el amor fuera de Dios?
Nos dice San Juan Pablo II “lejos de la luz, solo hay muerte y oscuridad”

Mirad cuan grande es el amor de Dios, una historia de amor infinita, llena de una
persecución de amor y perdón, en donde Dios se olvida de su majestad, abandona su trono y
se humilla para convertirse en un pedacito de pan, se despoja de su gloria y de su majestad, un
Dios que es adorado constantemente y con amor perfecto, sin necesidad de la gloria de una
criatura, un Dios que tiene a los querubines adorándole eternamente y que estos, criaturas sin
mancha tiemblan y tapan sus pies y rostro por respeto ante su presencia, un Dios tan puro y
santo ante el cual toda criatura al verle muere instantáneamente debido a su hermosura, un
Dios que ha creado todo con un orden majestuoso y ha hecho una creación en donde todo
animal le da gloria con su trabajo para mantener un orden, un Dios que crea todo con una
perfección tal en donde muestra al ser humano que la creación es perecedera, que hay un
orden en aquel caos, un Dios que demuestra al hombre por medio de su creación que el mundo
es perecedero y que solo debe mirar hacia la patria celestial, un Dios sumamente bueno y
misericordioso que soporta con paciencia las maldades de su criatura cuando tan solo debiera
precipitarle en el infierno, un Dios que hace que el ser humano con poco sufrimiento enmiende
sus pecados, un Dios que ordena el día en la vida de todo ser humano para que reciba por su
providencia bienes o males para ser santo, un Dios que tiene fijo sus ojos en aquellos que lo
aman, un Dios que da a buenos y malos todo cuanto necesitan, un Dios que piensa
constantemente en su criatura sin necesidad de ello, un Dios que desde antes de la creación
elaboro un plan perfecto para rescatar a su criatura aun sabiendo sus pecados, un Dios que no
cesa de mover el mundo entero para salvarte, un Dios al cual todos dan gloria aun cuando no
quieren, un Dios que hace uso de los demonios para que sus criaturas se santifiquen y le den
gloria aun cuando ellos no quieran, un Dios que creo todo bueno, un Dios que saca de lo malo
todo bien por su divina justicia.
¿Como no amar a Dios, alabarlo y servirle para siempre?

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