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La Humildad

“Humildad es andar en verdad”

Santa Teresa de Jesús

Siento que es necesario hablar sobre esta virtud para entender y desmentir muchas cosas que
por experiencia propia y ejemplos de otras personas son malinterpretadas.

Si quiere uno conocer acerca de la humildad, es bueno escuchar el santo cura de Ars sobre el
sermón del orgullo y sobre el sermón de la humildad, pero hasta aquí, quedan bastantes dudas sobre
esta virtud, esto es debido a que la verdad no puede ser limitada a todos los casos que uno experimenta
en esta vida, es por esto que “La Verdad es infinita”.

Sabiendo entonces que La Verdad es infinita, no podemos entonces saber como actuar en todos
los casos y situaciones de la vida, de modo que tan solo podemos tener una idea de como actuar, para
comprender las cosas veamos lo siguiente:

Si bien, dice el santo cura de Ars que uno no debe hablar mal de uno mismo, ni bien de uno
mismo, también es cierto que uno no debe hablar mal de nadie, pero, El Salmo 15, nos dice que
debemos mirar con desprecio a quien desprecio merece y la colera santa nos lleva a despreciar y tener
como enemigo a todo aquel que odie a Dios, como lo es el pecado y los demonios, he de aquí que un
Cristiano no comete una falta al hablar exteriormente cuando anuncia la doctrina de La Verdad,
amonestando y confesándola audazmente y delante de quienquiera, sin temor alguno de las penas que
el mundo pudiera infligirle.

“La Verdad no es un escándalo”

Si una persona dijo algo erróneo, no hay falta en decir, “Jesús dice esto, o tal santo dice esto” se
comete una falta cuando uno odia a la persona y dice “esta persona es un (insulto vulgar) porque anda
enseñando cosas que no sabe” y se comete una falta cuando uno se calla por miedo a una calumnia o
por respeto humano.

En todas las ocasiones de nuestra vida, debemos guiarnos por los movimientos de la gracia de
Dios, como decía Santa Faustina aprender a callar cuando debemos, pero cuando se debe de hablar, no
debemos callar.

La sencillez, es lo que hace que La Verdad sea pacífica y fácil de aceptar, bien recibida por los
justos y disipa las tinieblas, no es algo ostentoso y disimulado, La Verdad es sencilla y bien intencionada.

“La Verdad es sencilla”

La humildad es una virtud que consiste en conocernos a nosotros mismos, esto es todo lo que
necesitamos para entender que somos nada, un cumulo de defectos y un abismo de nada.

Conocernos a nosotros mismos, lleva a despreciarnos, porque empezamos a ver nuestra


realidad y que no somos santos, poseemos errores, negligencias y pecados.
Dijo Jesús a Santa Catalina de Siena “No es que yo quiera que el alma considere sus pecados
detalladamente, sino de un modo general, para que la mente no se
contamine con el recuerdo de los torpes pecados..”

Es decir que es una grave tentación esto: “si Jesús se olvido de mis pecados, yo también los
olvidare para siempre”.

Conociendo nuestros pecados de manera general, nos volvemos mas humildes, pero no solo
nuestros pecados sino lo bueno que Dios nos ha prestado, en esto conocemos lo que somos.

También es una falta, no aceptar las cosas que Dios nos da, cuando Dios nos da algo, ya sea
bueno o malo debemos aceptarlo y si es bueno, no es por nosotros mismos que lo recibimos sino
porque Dios es bueno y misericordioso, entonces debemos hacer como La Santísima Virgen cuando dijo
“Engrandece mi alma al Señor, ha hecho maravillas en mi”.

Pero conociéndonos solo a nosotros veremos nuestra nada, y seria muy triste el saber que solo
somos nada y pecados, por esto debemos no solo conocernos a nosotros mismos sino también a Dios.

Por eso decía Santa Catalina de Siena cuando era tentada por el demonio: “Yo
confieso a mi Creador que mi vida estuvo siempre en tinieblas; pero yo me esconderé en las llagas de
Cristo crucificado y me bañaré en su sangre. Así consumaré mis iniquidades y me gozaré en mi Creador.”

De este modo podemos comprender que Jesús es El Alfa y el Omega, el futuro no existe y no
debemos preocuparnos por ello, el pasado no esta en el poder de ninguna criatura, es el momento
actual el cual debe uno aprovecharlo para dar gloria a Dios.

Decía el demonio por boca de un poseso llamado Antoine Gay:


"El mundo cree que la humildad es debilidad e incapacidad; ¡y yo les digo que la humildad es
poder y grandeza!”

La Humildad ayudada por la justicia, es discreta y prudente

La Palabra de Dios triunfa sobre todo lo demás, no debemos desesperar cuando no


comprendemos algo, simplemente esperar y confiar en Dios.

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