Cuando hablamos del Perú; de la cultura inca o de majestuosidad e
ingenio, hablamos de Machupicchu, un auténtico tesoro en piedra, que nos hace sentir orgullosos cada vez más de haber nacido en este país que es el Perú. Machupicchu que en quechua significa Montaña vieja fue construida a 120 kilómetros al Noroeste de la Ciudad de Cusco a una altura de 1400 metros.
La Ciudadela de Machu Picchu (en voz quechua: montaña vieja) es la
máxima obra incaica, de increíble intrepidez e inteligencia, por haber sido construida en la mayor dificultad topográfica, agreste e inaccesible. Es hoy universalmente conocida, tanto por sus imponentes y originales ruinas, como por su incomparable situación al borde de un abismo, en cuyo fondo corren las tormentosas aguas del río Urubamba. Aún hoy, constituye un misterio el cómo lograron llevar inmensos bloques de piedra a la cima de la montaña y edificar tan espectacular exponente de su conocimiento y cultura.
Los peruanos somos herederos de costumbres y tradiciones ancestrales
que configuran la personalidad del poblador fuerte e ingenioso. Poseemos, producto de este perfil, una de las mejores muestras arquitectónicas y culturales, un símbolo de comunidad y esmero, un ícono para el país: Machu Picchu.