Está en la página 1de 6

Asilo Diplomático

El asilo diplomático es el derecho que tienen las misiones diplomáticas de albergar y


proteger a cualquier persona perseguida por motivos políticos. No debe confundirse con
el asilo político o territorial que es la acogida dispensada por un Estado en el territorio
de su soberanía a los extranjeros que buscan refugio en él por encontrarse perseguidos
en sus países de origen por razones políticas, raciales o religiosas (esta definición fue
recogida de Internet).

El derecho de asilo diplomático es una institución típica de los países latinoamericanos


donde ha tenido un cierto desarrollo en la práctica y en el Derecho Convencional. Entre
la normativa elaborada destacamos la Convención de Caracas de 1954 sobre Asilo
Diplomático, por considerarla la más perfecta.

En la normativa anterior a 1954 se designaban como lugares para acoger a los asilados a
las Legaciones, los navíos de guerra y los campamentos y aeronaves militares. No
obstante, en la Convención de Caracas de 1954, además de recogerse los mismos
lugares anteriores, se entiende por legación “toda sede de misión diplomática ordinaria,
la residencia de los Jefes de Misión y los locales habilitados por ellos para habitación de
los asilados, cuando el número de éstos exceda a la capacidad normal de los edificios”.
Por tanto, esta prescripción supone una ampliación de los locales que pueden servir para
acoger a los asilados.

Como vemos, en la Convención de Caracas de 1954 ha prevalecido un criterio


extensivo, que es extremadamente beneficioso. Sin embargo, encontramos dos
supuestos restrictivos:

1. Exclusión como recinto de asilo a las naves de guerra o aeronaves militares que
estuviesen provisionalmente en reparación en astilleros, arsenales o talleres.

2. No se recoge la sugerencia hecha por la doctrina de admisión del asilo en los


Consulados

 Asilo diplomático

El asilo diplomático es una institución jurídica de carácter eminente humanitaria que se


ha establecido para proteger a los perseguidos políticos, sin distinción alguna.

En el siglo actual, los países latinoamericanos han reconocido el derecho a conceder


asilo a los refugiados políticos en las convenciones de la Habana, Montevideo y
Caracas.

Tres principios emergen de dichas convenciones. El primero se refiere a que es al


estado asilante al que corresponde la calificación del delito o de los motivos de la
persecución. El segundo expresa que el asilo no puede ser considerado sino en caso de
urgencia y por el tiempo estrictamente indispensable para que el asilado salga del país.
El tercero dispone que el gobierno del estado territorial deberá otorgar salvoconducto.

El derecho de asilo diplomático constituye obviamente una limitación de la soberanía


territorial, y las autoridades del estado territorial no tienen derecho a violar la inmunidad
de los locales diplomáticos para detener a las personas perseguidas por delitos o
motivos políticos.

La práctica del asilo tiene un origen muy antiguo. Los perseguidos por un hecho
criminal encontraban refugio generalmente en templos o lugares de naturaleza religiosa,
donde los acogían por razones humanitarias, para ponerlos a salvo de sus perseguidores.
Pueden citarse ejemplos de pueblos antiguos como el egipcio, el hebreo, el indio, el
persa, el griego o el romano.

Después de la caída del imperio romano, el asilo estaba llamado a jugar un rol
importante en la Europa medieval, por los rigores de la justicia de esa época.

Con el advenimiento de los Estados modernos y la implantación de las misiones


diplomáticas, el asilo religioso empezó a desaparecer y los perseguidos por la justicia
comenzaron a refugiarse en las embajadas. La noción del poder político en el
Renacimiento se asociaba al origen divino del poder absoluto de los gobernantes y por
eso al delito político se le asignaba una gravedad relevante. El delito común, en cambio,
era menos grave y sus actores accedían a veces a la protección diplomática.

En los tiempos actuales, la mayoría de Estados atribuye al asilo un fundamento de


naturaleza humanitaria. Estados Unidos y Europa no lo admiten como parte del Derecho
Internacional. En el Sistema Interamericano, en cambio, tiene un rango jurídico
vinculante y se han suscrito varios instrumentos multilaterales sobre la materia.
Citémoslos de paso: Convención sobre asilo (VI Conferencia Interamericana de La
Habana, 1928); Convención sobre asilo político (VII Conferencia Interamericana de
Montevideo, 1933); Convención sobre asilo diplomático (X Conferencia Interamericana
de Caracas, 1954); y Convención sobre asilo territorial (X Conferencia Interamericana
de Caracas, 1954). EE.UU. suscribió la Convención de La Habana con la reserva de que
“….no reconocen y no firman la llamada doctrina del asilo como parte del Derecho
Internacional”. La institución del asilo figura tanto en la Declaración Universal de
Derechos Humanos (art. 14) como en la Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre (art. 27).

Conviene advertir que el asilo se concede únicamente a personas perseguidas por


motivos o delitos políticos. Entre las reglas esenciales que lo regulan pueden citarse:
todo Estado tiene derecho a conceder asilo, pero no está obligado a otorgarlo; el asilo
diplomático no está sujeto a reciprocidad; corresponde al Estado asilante la calificación
del delito; el asilo se concede solo en casos de urgencia, apreciados por el Estado
asilante; debe comunicarse la concesión del asilo, a la mayor brevedad posible, a la
Cancillería del Estado territorial; el funcionario asilante no permitirá a los asilados
practicar actos contrarios a la tranquilidad pública, ni intervenir en la política interna del
Estado territorial.

Diferenciar entre asilo diplomático y asilo territorial.

El asilo diplomático es el derecho —no reconocido por todas las legislaciones— que
tienen las misiones diplomáticas de albergar y proteger a cualquier persona perseguida
por motivos políticos.

El asilo político o territorial, que es la acogida dispensada por un Estado en el territorio


de su soberanía a los extranjeros que buscan refugio en él por encontrarse perseguidos
en sus países de origen por razones políticas, raciales o religiosas.

El asilo diplomático consiste en un privilegio de ciertos lugares tales como las


embajadas, los buques de guerra, y el asilo territorial viene a ser el privilegio de un
individuo de refugiarse en un país extranjero para no ser extraditado sino en ciertos
casos. Una y otra forma de asilo tienen por única finalidad, la protección de los
injustamente perseguidos por causas políticas, para de esta manera poder salvarles la
vida o protegerles su libertad, ya que se trata de personas idealistas, que en ocasiones
viene a ser verdaderos apóstoles de las colectividades humanas, ajenos por tanto a toda
peligrosidad de orden común y que, por sus nobles actividades, pueden en el porvenir
prestarles luego servicios eminentes a sus respectivas naciones. Los dos casos de asilo
se asemejan y se diferencian a la vez. Ambas poseen una base esencialmente
humanitaria, que viene a constituir, como lo habíamos advertido ya, la raíz filosófica de
la institución.

Por tanto, modernamente el Derecho de Asilo tiende a proteger a todos los seres de la
especie humana que se encuentren de manera injusta perseguidos por haber obrado con
fines nobles y altruistas. Es así como en ninguna de sus dos formas o modalidades, ni
territorial, ni diplomática, se hace distinción alguna con respecto a las personas que se
encuentran necesitadas del beneficio de su amparo.

Existen también fundamentales diferencias entre el diplomático y el territorial. Mientras


para el uno se exigen como necesarias determinadas condiciones, para el otro, por el
contrario, no constituyen ninguna clase de requisitos verdaderamente indispensables.
Tal como sucede con el elemento urgencia, que cuando se trata de un asilo diplomático,
se exige para que éste sea correcto. Más no sucede lo mismo si el asilo que se brinda es
territorial. Pues distinta es la urgencia requerida tanto por la costumbre o Derecho
consuetudinario, como también por el Derecho Convencional Latino – americano para
las diversas clases de asilo. De tal manera que la exigida para el asilo diplomático, viene
a ser la verdadera y consiste en la existencia de un grave peligro sobre pérdida de la
vida o de la libertad. Pero cuando se trata de un asilo territorial, la urgencia tiene un
carácter completamente distinto, no se requiere la angustia inmediata por peligrar en un
momento dado la libertad o la vida, sino una urgencia para poder vivir en otra parte, o
mejor dicho, dentro del Estado Asilante, por tratarse de un perseguido político, que
merece gozar allí de los más esenciales derechos, que le son reconocidos a la persona
humana por las naciones más civilizadas del orbe, y que le son negados en su propia
patria donde se encuentra en calidad de fugitivo; y sin poder por el momento regresar a
ella, hasta que no cambien las circunstancias políticas imperantes.

El Preámbulo de la Constitución de 17 de octubre de 1946, de la IV República


Francesa, que afirma “Todo perseguido por razón de su acción a favor de la libertad,
tiene derecho de asilo en los territorios de la República”, con esto bien se pude apreciar,
que no se tiene en cuenta dentro de la Carta Francesa, el elemento “urgencia”, ya varias
veces mencionado; y que allí se rechaza por completo, por considerarse no esencial a la
institución netamente humanitaria del Asilo Territorial, lo que diferencia a estos dos
casos de asilo. Y la razón de ello estriba, ante todo, en la fundamental diferencia
existente entre las dos clases de asilo. Mientras el diplomático es una institución jurídica
de carácter humanitaria; el territorial, es ante todo y casi exclusivamente, tanto de
esencia como de naturaleza también humanitarias; el primero constituye el asilo
propiamente dicho; la segunda solamente es un “refugio “que viene a ser la práctica de
más hondo sentido humano encontrada en todas las épocas y pueblos de la historia.

El Derecho Consuetudinario viene a tener dentro del Derecho Internacional el mismo


valor que la ley y constituye una de las principales fuentes generadoras de derechos y
obligaciones, es la que ha consagrado en nuestra América la institución siempre tan
noble y necesaria del Asilo Territorial. A través de las épocas esta institución se ha
concretado y cristalizado en la décima Conferencia Interamericana reunida en Caracas
en marzo de 1954.

Los Instrumentos Internacionales sobre Derechos Humanos

Como ya es de nuestro conocimiento entendednos por tratado como un acuerdo


internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el Derecho Internacional,
tiene su fundamento en la Convención de Viena, sobre el Derecho de los Tratados en el
artículo 2 Términos Empleados e inciso a).

En el caso de los tratados sobre los Derechos Humanos tienen un carácter vinculante, ya
que estos instrumentos son obligatorios para los Estados partes, a diferencia de otros
instrumentos como las declaraciones y las resoluciones internacionales.

Según la Corte Interamericana de los Derechos Humanos “Los Tratados Concernientes


a esta materia están orientados, más que a establecer un equilibrio de intereses entre
Estados, a garantizar el goce de derechos y libertades del ser humano”, en ese sentido
podemos establecer que el objeto y fin es la protección de los derechos fundamentales
en toda circunstancia y respecto de toda persona sin excepción

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidad o la


Convención Americana sobre Derechos Humanos de la OEA, es un tratado general que
reconoce derechos individuales, libertades públicas o libertades democráticas, y
garantías del debido proceso.
A diferencia de los tratados específicos sobre derechos humanos que reconocen un
derecho en especial como el caso de la Convención Contra la Tortura y Otros Tratados
o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; el Segundo Protocolo Facultativo del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos Relativo a la Abolición de la Pena de
Muerte, la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio, entre
otros.

Para velar sobre la aplicación de dichos derechos, así como controlar y promoverlos
surgen organismos internacionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos
de la OEA, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA entre otras.

Entre los Tratados Internacionales sobre los Derechos Humanos encontramos:


 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
 Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
 Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, destinado a abolir la Pena de Muerte
 Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes
 Convención sobre los Derechos del Niño
 Convención para la Prevención y Castigo del Delito de Genocidio
 Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra
la Mujer

Sobre las Declaraciones Internacionales:


 Declaración Universal de los Derechos Humanos
 Declaración Sobre los Principios de Justicia para las Víctimas de Delitos y del
Abuso de Poder
 Declaración sobre la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones
Forzadas

Resoluciones Internacionales:
 Principios Básicos Relativos a la Independencia de la Judicatura
 Principios Básicos sobre la Función de los Abogados
 Directrices sobre la Función de los Fiscales
 Código de Conducta para Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley
 Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y Armas de Fuego por los
Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley
 Principios Básicos para el Tratamiento de los Reclusos
 Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos
 Conjunto de Principios para la Protección de Todas las Personas Sometidas a
Cualquier Forma de Detención o Prisión
 Reglas de las Naciones Unidas para la Protección de los Menores Privados de
Libertad
 Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de la Justicia de
Menores (Reglas de Bejín)
 Reglas Mínimas de las Naciones Unidas sobre las Mediados no Privativas de la
Libertad (Reglas de Tokio)
 Principios de Cooperación Internacional en la Identificación, Detención,
Extradición y Castigo de los Culpables de Crímenes de Guerra y de Lesa
Humanidad
 Principios Relativos a Una Eficaz Prevención e Investigación de las Ejecuciones
Extralegales, Arbitrarias o Sumarias.
 Organización de los Estados Americanos OEA

Tratados Internacionales
 Convención Americana sobre Derechos Humanos
 Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a la
Abolición de la Pena de Muerte
 Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura
 Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas
 Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer (Convención de Belém do Pará
 Declaraciones internacionales
 Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre

Resoluciones internaciones
 Principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de las Personas Privadas de
Libertad en la Américas (CIDH)

También podría gustarte