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Historia de Cesar González (Gonzalito).

La naturaleza es sabia, nuestro Creador lo fue más aún, pero sin lugar a
dudas el más sabio de los mortales es Cesar González, mejor conocido como
“Gonzalito”, este popular hombre de Duaca estado Lara, ha dedicado parte de
su vida a la conservación de las plantas, y con mucha razón es conocido en
todo el mundo como el “Padre árbol”. Cesar González ya con 87 abriles,
continua por las calles y avenidas de las ciudades hermanas, por los bosques,
a las orillas de los ríos llevando vida, sembrando árboles para general mas vida
y conservar el ambiente y el planeta. Con una habilidad para plantar, enseñar e
impulsar creando conciencia, esa que se ha perdido, esa mente que destruye
nuestro planeta y nuestro ambiente, en eso anda Gonzalito, enseñando a los
niños para no castigar al adulto, como lo dijo una vez el maestro del libertador
Simón Rodríguez. Este noble hombre larense de nacimiento pero portugueseño
por naturalización tienen mucho por que agradecerles, no hay ni habrá premio
alguno que pague todo lo hecho por este humilde venezolano, por que dicho
sea de paso siempre lo ha hecho por amor a la madre tierra, nunca para recibir
premio alguno. Esta pasión por la naturaleza nació con él y se mantiene viva
con el transcurrir del tiempo. Gonzalito se le ve por todo lado sembrando
plantas por la vía a Payara un día y al día siguiente esta por la avenida Páez en
donde plantó los bellas Caobas, nuestro árbol insignia en la isla de la avenida y
más de uno lo tildo de loco, y ahí están esplendorosa dando aire y frescura a la
ciudad.
Su constancia, su paciencia y carisma son calificativos que este
personaje puede recibir, ya que este baluarte del ambiente es hoy sin temor a
equivocarme la personalidad que más árboles ha sembrado en toda
Venezuela.
Para este duaqueño quien recibió sus primeras letras siendo en su
época la educación muy difícil y precaria logro llegar hasta el 6º para luego
realizar un curso de Perito Agropecuario en la Escuela La Providencia en el
estado Aragua, con la ayuda de sus padres salió victorioso en esa incursión.
Se inicio como perito logrando descubrir cosas importantes en su vida y fue
donde se acerco a los problemas centrales de Venezuela que no era otra que
la destrucción de grandes bosques para levantar grandes emporios industriales
por los mercantilistas de la época destruyendo la naturaleza y su habitad.
Su trayectoria y amor por la naturaleza lo ha llevado a muchos lugares del país,
prestando sus servicios a muchas empresas como asesor de productores
agropecuarios y fincas pecuarias por ser gran conocedor en la materia.  
Llego a Portuguesa en 1961 donde se residencio en la ciudad de Araure allí se
estableció y desde entonces se ha dedicado a la siembra de árboles por todo el
territorio portugueseño, de eso hace ya 49 años. Para Gonzalito sus logros más
importantes es que ha compartido este trabajo con otras personas que
persiguen al igual que él sembrar árboles, verlos crecer e inclusive ver que las
personas comas de ellos. Por la vía a Payara sembró acompañado con otros
amigos 1500 plantas donde hoy día solo quedan algún os tamarindos y
mangos ya que los inconscientes los han destruidos. En esta actividad de
siembra de árboles se ha sabido ganar el respeto y la admiración de muchos,
actualmente se encuentra colaborando en la dirección de preservación del
ambiente en el parque Mitrar, donde dice sentirse satisfecho por los logros
alcanzados ya que ha contribuido con la calidad de vida de las personas.

Hoy día Gonzalito trabajo en la consecución de un sueño que es


sembrar plantas en un terreno que había sido invadido por una cooperativa
productora de alimentos, esos terrenos tienen unas 200 hectáreas y el concejo
municipal lo incorporo al parque Mittar, donde podrán hacer una gran
arborización incorporando inclusive a la comunidades aledañas a ese sector.

Los Boraures.
La lengua de la gran nación aborigen latinoamericana Arawak o
Arawaca, para ser más específico de la subnación caquetía y del grupo étnico
cuiba o cuyba, Boraure fue el nombre de un cacique tribal y por ende del
grupo indígena venezolano liderado por este cacique, los que conjuntamente
con otros grupos hermanos miembros de la gran nación Arawaca antes del
poblamiento europeo, estaban ocupando, como derivación de la presencia
humana las tierras de gran parte del actual occidente de Venezuela, tal es el
caso de los, también actuales estados Portuguesa, Lara y Yaracuy, entre los
4.000 y 14.000 años a.C.,

La actual ciudad de Araure en el Estado Portuguesa, la cual tal vez


inicialmente se debió llamar Boraure y por degeneración fonética o
desvirtuación posteriori el nombre se trasformó a la nominación de Araure,
comprobado a través de los documentos de la época, fue habitada por estos
indígenas, así mismo en el actual estado Yaracuy, aun se conserva un lugar
aborigen, ostentando aún el nombre, Boraure, ciudad capital del Municipio La
Trinidad.

La primera mitad del siglo XVI y primera del XVII, se sabe que los
aborígenes que ocuparon el actual territorio araureño, lo fueron los indios
Boraure, Cherrechén y Guamos, Guamas o Guamonteyes. Los primeros,
asentados en el piedemonte araureño en los límites Lara–Portuguesa,
extensible hasta Yaracuy, de presumible etnia Caquetía, Cuibas, y Cuyón de la
gran familia Arawaca que pobló los llanos venezolanos occidentales tras
remontar la cuenca del Orinoco. Los segundos, asentados en las vertientes
bajas del Río Acarigua. En la región montañosa Lara-Portuguesa, extensible
igualmente a Yaracuy, al noroeste del actual municipio se localizaron
focalizados grupos de Jirajaras o Jiraharas.

Los Boraures (llamados erróneamente Baraure) utilizaban la flecha con


dardo envenenado y ocupaban las montañas y piedemonte araureño, al oeste
del actual municipio, entre Río Auro y la serranía de Ospino. El vocablo
Boraure (o Buravre según Fray Pedro de Aguado), degenerado erróneamente
en Baraure durante el siglo XVIII, está registrado como denominación étnica
casi desde las primeras incursiones europeas realizadas posterior a 1530 y
1535, en las expediciones conquistadoras alemanas Welsers de Nicolás de
Federmann y Jorge Spira, respectivamente. En su obra “Recopilación Historial
de Venezuela”, publicada en 1585, Aguado reseña que los Boraure “eran en
mucha cantidad y muy belicosos guerreros”, comportamiento tribal que
manifestaron en defensa de su territorio. El primer contacto con los invasores
europeos se produjo el 24 de junio de 1535, fecha en que la expedición del
conquistador Welsers de Jorge Spira se topó con algunas porciones de estos
naturales. Los primeros europeos en arribar al territorio fueron los Capitanes
Juan de Cárdenas, Martín González y Micer Andreas Gundelfinger, líderes de
la expedición de de Spira.

Durante la conquista, los Boraure se replegaron a la zona alta araureña,


siendo “empalados” por órdenes de un grupo de vecinos de El Tocuyo, quienes
los inmolaron con este cruel castigo en las montañas oeste del actual Araure.
Durante los primeros años de la conquista, se les consideró antropófagos, por
un episodio ocurrido en 1535 cuando fue conseguida en una choza de éstos los
restos de la cabeza de un español apellidado “Orejón”, de la expedición
Welsers de Jorge Spira, supuestamente para comérsela o comer en ella. Los
Boraure pertenecían a la etnia de los Cuybas, quienes a lo largo del
piedemonte araureño poseían sembradíos de maíz de considerable altura que
podían “tapar un hombre a caballo”, según dejó escrito Nicolás Federmann en
1530 en su encuentro con los Hackarigua, lo que demuestra una milenaria
tradición de este cultivo en el valle del rio Acarigua.
Más de 50 años a favor del Medio Ambiente, Cesar González "Gonzalito" 

Los Boraures.

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