Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
FASES DEL
DESARROLLO DE LA
LENGUA ORAL (0-5
AÑOS)
Fuente: MONFORT, M. y JUÁREZ, A. (2010): El
niño que habla. Madrid: CEPE
Sara Alonso Dez, 2º de Educación Infantil
2014-2015
¿QUÉ ES EL LENGUAJE?
SITUACIÓN 1
● La iniciativa de la interacción parte del niño, que le lleva a la expresión pre-
lingüística espontánea más o menos elaborada (movimiento, gesto, balbuceos…).
● Esto llama la atención del adulto y provoca en él una respuesta verbal, en la que
generalmente está el mismo mensaje del niño pero adaptado (feed-back
correctivo). En esta adaptación se dan correcciones que pueden ser de tres tipos:
o Corrección fonética y fonológica (el adulto pronuncia correctamente las
palabras emitidas por el niño y traduce sus gritos y balbuceos a palabras
del idioma).
o Extensión semántica (añade algunas palabras y conceptos relacionados).
o Expansión sintáctica (utiliza los elementos de ese mensaje infantil en
una estructura más compleja).
- Vemos que a través de este procedimiento el niño obtiene una respuesta adaptada
a su interés, puesto que es el propio niño quien ha provocado la situación
comunicativa, y a su nivel evolutivo, ya que la respuesta es un poco más
complicada que lo que es capaz de producir el niño, pero parte siempre de su nivel.
- Se evidencia así el carácter activo y creativo de la adquisición del lenguaje por el
niño. De alguna manera, el niño está eligiendo qué va a aprender.
SITUACIÓN 2
● La iniciativa de la interacción parte del adulto, con la intención de enseñar algo al
niño, quien le imita de manera más o menos espontánea.
● El adulto responde con un feed-back correctivo a partir de la imitación del niño,
quien responde de nuevo sirviéndose del modelo adulto.
● De esta forma, se produce una situación comunicativa en la que, igual que en la
anterior, el adulto se va adaptando a las producciones del niño y a su nivel
evolutivo, pero en la que no se parte de los intereses o necesidades del niño, sino
del adulto. El niño sigue una conducta imitativa, no creativa.
BABY-TALK
Vamos a ver ahora una adaptación particular, un sub-código lingüístico, que emplean
los adultos y los niños mayores de 5-6 años cuando se comunican con niños pequeños.
Este tipo de adaptación del lenguaje adulto busca mejorar y controlar la eficacia de la
comprensión de los mensajes por parte del niño, y supone una ayuda importante en la
imitación y aprendizaje del lenguaje.
Sus principales características son (en relación con el lenguaje habitual):
Los dos mecanismos básicos que rigen la adquisición del lenguaje son la interacción y
la imitación. Encontramos estas ideas en el enfoque conductista, de Skinner – el niño
aprende a hablar porque imita a los adultos, mientras es reforzado por el entorno
(feed-back, condicionamientos, refuerzos…).
El ritmo de madurez es muy variable, tanto por las diferencias básicas de ritmos como
por las complejas implicaciones externas, y no evoluciona linealmente, sino con
avances y retrocesos, con mejoras más significativas en unos campos que en otros, etc.
Como diríamos desde el punto de vista Piagetiano, en el desarrollo de conductas tales
como el lenguaje el niño poco a poco va construyendo sus propios esquemas y
mejorándolos, mediante un proceso continuo de equilibrios, desequilibrios y
reequilibrios.
2. LA ORGANIZACIÓN FONÉTICA
Como profesores, nos interesa conocer las estructuras evolutivas y las pautas
cognitivas que determinan el aprendizaje fonético del niño. Un dato fundamental es la
globalidad de este aprendizaje: la adquisición de los fonemas no es una cuestión de
unidades que se agregan unas a otras.
Hay que distinguir entre el sistema de percepción que aplica al niño al lenguaje de los
demás y el sistema de producción que aplica a su propio lenguaje. Muchas veces
vemos a niños capaces de percibir la diferencia entre dos fonemas pero incapaces de
producirlos diferentes.
Se consideran los años comprendidos entre los dos y los cuatro años como la etapa en
la que el niño adquiere progresivamente el sistema fonológico del idioma español. Sin
embargo, el ritmo de adquisición es variable y depende del tipo de fonemas, más o
menos difíciles.
3. LA ORGANIZACIÓN SEMÁNTICA
Para potenciar el desarrollo del lenguaje y llevar al niño a alcanzar esa simbolización,
es fundamental el juego. Mediante esta herramienta, tanto libre como conducida y
con unos determinados objetivos, el niño experimenta, va creando relaciones y
construyendo poco a poco su mundo. Está en la etapa sensorial, etapa en la que
necesita y se interesa por relacionarse con los objetos que le rodean y así ir creando
nuevas conexiones, relaciones, etc.
Una vez alcanzados los dos años, es fundamental el juego simbólico. Ahora es capaz de
explorar el mundo que le rodea y abrirse a una realidad totalmente nueva que le va a
exigir un nuevo lenguaje para referirse a ella y va a implicar el desarrollo de esta
capacidad. A través del juego simbólico, el niño además desarrolla su potencial
cognitivo e intelectual. Es decir, los contenidos del lenguaje expresarán de forma
simbólica los fenómenos y situaciones de la experiencia humana.
Por último decir (un poco en conclusión) que el niño atraviesa una serie de etapas a
través de las que su percepción de la realidad se va transformando gracias a su
desarrollo cognitivo, sus experiencias y los modelos transmitidos por el ambiente
social, principalmente en el lenguaje. Esa relación entre referente-significado y
significante puede darse de dos formas:
Pero en esa edad aún al separar las palabras del contexto activo del niño, utilizándolas
en una estructura sencilla pero no empleada habitualmente, lo desorientamos, no nos
entiende.
Por este motivo, y especialmente por ser profesoras, tenemos que tener claro que el
hecho de que un niño pueda producir una determinada palabra en un determinado
contexto no determina que el proceso de desarrollo semántico se ha completado, es
decir, no significa que ya entienda esa palabra al completo y la sepa usar en cualquier
tipo de situación correctamente.
La evolución se empieza a dar a partir del tercer mes con el desarrollo auditivo del niño
y la percepción de las reacciones de su entorno a sus producciones, sobre todo,
sonoras. El niño empieza a conceder un valor diferenciado a los ruidos externos y a
sus propias emisiones.
Desde este momento, la función semántica debe enfocarse bajo dos aspectos: el
aspecto pasivo (comprensión) y el aspecto activo (expresión).
Una vez condicionada esta primera relación, actúa la repetición recíproca (el niño
imitando a su madre y la madre a su niño), modelando la producción primitiva
hasta llegar a la palabra exacta.
El niño usa una palabra para referirse a varias situaciones (“baño” para cuando tiene
que hacer pis, caca, o le apetece un baño), y la madre, que descubre a qué necesidad
se está refiriendo su niño con esa palabra, le corrige (feed-back) usando la palabra o
frase que corresponderían (“quiero hacer pis”). Desde ese momento, el contenido de
la palabra “baño” no será el mismo, y se irá modificando a medida que aparezcan
otras palabras. Este proceso es uno de los tantos que se siguen para ir acercando el
lenguaje del niño a la realidad y expandiendo sus posibilidades léxicas.
Desarrollo cuantitativo
El desarrollo de la comprensión semántica del niño va aumentando progresivamente
desde los 10 meses hasta los dos años, momento en el que sabemos que se produce la
“explosión del lenguaje”, y en el que el niño aprende y comprende mayor número de
palabras mucho más deprisa. En cuanto al vocabulario de comprensión, se estima que
representa la mitad aproximadamente del vocabulario de producción.
Desarrollo cualitativo
Una parte importante de nuestro lenguaje está formado por estructuras
estereotípicas (¿qué tal?”, “encantado de conocerte”). Las primeras realizaciones del
niño son de este tipo, en cuanto a que son conjuntos globales cuyos elementos el niño
tiene que usar en conjunto y que corresponden a una situación muy precisa (de nuevo
enfoque socio-cultural de Vygotsky). La evolución hacia producciones más complejas y
con más significado, como hemos dicho anteriormente, se hace por diferenciación a
partir de oposiciones (“el valor de una palabra está constituido por las relaciones y las
diferencias con las demás palabras del idioma”).
Progresivamente, el niño irá cogiendo la iniciativa del diálogo, porque interioriza los
comportamientos de los demás, y pasará de un lenguaje emocional a un lenguaje
intencional con transmisión de información objetiva. Aunque en esta etapa el lenguaje
siga siendo fundamentalmente egocéntrico, lo que el niño pretende es comunicarse
con los demás; transmitirles sus necesidades, sentimientos o (si las tiene) ideas.
De esta forma las funciones del lenguaje poco a poco van evolucionando y
perfeccionándose en el niño, provocando un cambio importante, a veces incluso
radical, en su comportamiento: el lenguaje con sus posibilidades infinitas de
simbolización, de un nuevo mundo de exploración y experiencias sensibles…
Una gran parte de la producción lingüística del niño se basa en él mismo, en sus
intereses y necesidades. Incluso cuando se habla de lenguaje “socializado” hay que
darse cuenta de que el niño, en un principio, no se comunica para intercambiar
“ideas”, sino para satisfacer impulsos, necesidades o para jugar. En esta etapa es
común que el niño diga todo aquello que se le pasa por la cabeza; esta actitud
posibilita el desarrollo intelectual, la adquisición de esquemas operatorios y se hace
indispensable para el equilibrio de su personalidad.
Otros aspectos característicos del lenguaje que van abriendo a los niños al grandioso
mundo semántico y del significado de las palabras, son las preguntas; especialmente,
el “por qué”. Tienen una gran necesidad interior de saber que sus preguntas (muchas
veces causadas por cuestiones inexplicables racionalmente, como por qué las cosas
son como son) tienen una respuesta. Y la gran mayoría de las veces les vale con saber
que la tienen, sin ni siquiera prestar atención a cuál es.
3. LA ORGANIZACIÓN MORFO-SINTÁCTICA
En el siguiente punto vamos a intentar entender cómo el niño, que ya controla sus
vocalizaciones y tiene integrado el mecanismo simbólico, va a poder asimilar todos los
matices de información morfosintáctica en su producción lingüística, para organizar
sus ideas y diferenciarlas.
Los mecanismos mediante los que el niño adquiere las estructuras morfo-sintácticas
son, principalmente, dos: la imitación (el niño utiliza las “unidades de oración”
aprendidas, recordadas como un todo) y la extensión analógica (a partir de ellas, usa
el lenguaje siguiendo las mismas pautas, lo que puede provocar errores “analógicos” -
el padre dice: he comido, el niño, por analogía: he rompido-).
De esta forma el niño llega a tener un sistema lingüístico propio que se adapta al del
adulto por un gradual desarrollo de las reglas. El progreso se basa en una serie de
hipótesis cada vez más adaptadas al modelo, en este caso, el que ofrecen los adultos al
niño (condicionado a su vez por el entorno socio-cultural). Diríamos entonces que el
niño induce una gramática a partir de lo común en la muestra de frases de los adultos.
Pautas evolutivas
Las primeras palabras se suelen considerar como frases “holofrásticas”, es decir, a
cada “unidad” de pensamiento le corresponde una “unidad” de oración, sean palabras
o frases, que representa una idea única, más o menos compleja. Vuelvo a señalar que
estas frases primitivas no son abreviaciones del modelo adulto o una copia incompleta,
sino un fenómeno que resulta más bien de una sucesión progresiva de sistemas
estructurales diferentes del modelo adulto.
4. LA ORGANIZACIÓN PSICO-AFECTIVA
Es fundamental que determinemos la forma en que el lenguaje influye en la
personalidad e inteligencia del individuo, y como estas, a su vez, influyen en su
lenguaje. Como dice Piaget, “el lenguaje forma parte de la mente humana, está
estrechamente vinculado con el pensamiento y determina el desarrollo cognitivo y
afectivo del niño”.
Otro aspecto que tenemos que señalar y tener presente es toda la información
(personalidad, situación actual…) que nos puede dar la forma de hablar de un niño, su
intensidad, entonación, calidad de los mensajes, etc. Igualmente pasa en el discurso
del profesor; además de propio contenido del mensaje, estamos transmitiendo una
serie de características e información suplementaria, con nuestros gestos,
expresiones, “muletillas”... Tenemos que tener todo esto muy presente ya que
condiciona el aprendizaje, y modela de una determinada manera, a nuestros alumnos.
Mucha de esta información es de tipo no verbal, configurada por el tipo de
personalidad, los valores y usos culturales o nuestro estado de ánimo, entre otros. Es
importante que como profesores seamos conscientes de cuál es el mensaje que
estamos mandando con nuestra comunicación no verbal, tanto con nuestro tono de
voz, nuestro ritmo, los movimientos o la utilización del espacio. Con todo ello estamos
conformando y modelando a nuestros alumnos (Bandura).
Causas
o Exógenas: Insuficiente estimulación familiar, escaso nivel socio-
cultural, bilingüismo mal integrado.
o Endógenas: Déficits de origen hereditario, tipo de trastorno
instrumental…
Causa: Endógena.
❖ Pérdida total o parcial del lenguaje en niños menores de 10 años, por culpa
AFASIA
de una lesión cerebral adquirida que afecta a áreas relacionadas con algún
INFANTIL aspecto del lenguaje.
ADQUIRIDA
-Presenta (casi siempre) un proceso rápido de recuperación espontánea
post-lesional, sobre todo si ocurre antes de los 5 años.
-Cuanto más mayor es el niño en el momento de la lesión, más lenta será la
recuperación y peor serán las secuelas.
Tipos: por omisión (el niño omite el fonema), por sustitución (sustituye
el fonema por otro) y por distorsión (ruido que no pertenece al sistema
fonético del idioma).
DISLALIA
Causas:
-Aspectos perceptivos: El niño sigue con una percepción global del
habla.
-Dificultades psico-motrices para la coordinación de los movimientos
finos y rápidos que requiere la realización del habla.
Causas
o Dificultad funcional inicial.
o Trastorno afectivo y relacional que se centra en el lenguaje por
su función simbólica.
Tipos: Tónica (bloqueos iniciales, fuertes espasmos), clónica (espasmos
leves pero repetidos) y mixta (combina ambos casos).
- Frustraciones precoces.
- Alteraciones de las primeras relaciones.
- Regresiones
- Traumas psíquicos
- Estructuración de tipo autista.
En estos casos es muy interesante para la maestra conocer mejor el ambiente familiar
que rodea al niño, para así dar mejor explicación a los comportamientos de su alumno.
Como profesores, tenemos que tratar de crear situaciones de aula en las que nuestros
alumnos se sientan queridos y valorados, en un ambiente de confianza y seguridad.
-Hablar con los padres y ver si solo pasa en el colegio o en casa también.
El niño no habla
-Asegurarnos de que el niño oye bien y tratar de comunicarnos, de
nada o muy poco cualquier forma, con él. En un primer momento, hablarle y no exigirle
respuesta. Lo que nos interesa y tenemos que conseguir es que llegue un
y presenta un
momento en el que el niño reaccione de alguna manera (gesto, sonido…)
comportamiento -Camino largo, con frecuentes regresiones.
-Apoyarnos en los temas de su interés.
de inadaptación
-Podemos intentar favorecer situaciones de relación con compañeros con
los que se sientan seguros.
El niño habla
-Lo importante es que esto no provoque el niño deje de hablar.
mucho pero no se
-Por ello, tenemos que intentar hacer “como si” entendiésemos el
le entiende nada mensaje, o tratar de averiguarlo por los gestos, contexto…
-Hablar con la madre nos puede dar pistas sobre los temas más usuales de
(inmadurez
su hijo o las palabras a las que más recurre para hablar.
articulatoria)
-No debemos llamar la atención del niño delante de todos los compañeros,
El niño presenta sino tratar de ayudarle en momentos individuales.
dislalia -Es importante no hacer de esa situación algo negativo para el niño y tratar
de normalizarla, dentro de lo posible.
En caso de
-Tenemos que hacer consciente al niño de sus realizaciones fonéticas y
taquilalia estéticas.
-Es bueno mandarle tareas, hacerle hablar en público, dramatizar.
-Son buenos los ejercicios de psicomotricidad.